Translate

19 de mayo de 2018

Cuando el enemigo de España vive en la capital del estado...

SUPREMACISMO: Cuando Madrid prohibió la entrada a andaluces y a extremeños (el ABC publicaba artículos para que no fueran a la capital).


Aquí abajo el BOE núm. 240, de 21/09/1957, páginas 898 a 899 (enlace).

Aporofobia en la capital de España...


Copia del artículo de El Confidencial:
Enlace directo:
https://www.elconfidencial.com/cultura/2017-09-17/franquismo-madrid-franco-urbanismo_1444108/

by: CARLOS PRIETO.


Lo publicó el diario ‘Pueblo’ el 12 de julio de 1957: “Cada día 3.000 familias vienen a Madrid sin haber sido contratadas previamente”. Otros titulares de la época: “El éxodo de millares de campesinos hacia los grandes centros fabriles es ininterrumpida”. “La urbanización espontánea: un barrio extremeño surge en las afueras de Madrid”. Era lo que algunos malintencionados calificarían hoy de“invasión de inmigrantes”, salvo que los que venían a buscar trabajo y se asentaban como podían en los suburbios de Madrid no eran sirios, sino españoles.

La revista ‘Semana’ lo calificó de“influencia inmensurable de personas que llegan a la capital sin trabajo ni vivienda fijos” en un reportaje que empezaba así: “Ya somos dos millones de habitantes en este Madrid inefable. ¿Y ahora qué hacemos? Es de temer que no haremos otra cosa que resignarnos… Constituimos una urbe que comienza a ser ‘monstruo’, por lo que no es de extrañar que sus problemas sean monstruosos… Los que llegan, ¿a qué vienen? Esta es una pregunta legítima de todo ciudadano que viene padeciendo año tras años las crecientes dificultades de la urbe”. En dicho artículo se aseguraba que los ‘intrusos’ venían de ciudades como Córdoba, Ciudad Real o Badajoz. Una turbamulta de “braceros” andaluces y extremeños con ganas de, según ‘Semana’, vivir de la picaresca: “Una de las consecuencias de ese chabolismo alimentado por las corrientes migratorias de provincias es la de sacrificar al habitante ‘clásico’ de la urbe a la hora de repartir viviendas. Se repite el caso de facilitar vivienda al de la chabola antes que al ‘realquilado’ de años y años”.

¿La solución al problema del chabolismo?Vetar la entrada en la capital de todo aquel que no tuviera una vivienda. O el fin de la libre circulación de españoles… por España.

En efecto, el franquismo tomó una medida drástica para frenar el éxodo rural hacia la capital: prohibir la entrada en Madrid. El 21 de septiembre de 1957, hace ahora 60 años, el BOE publicó un decreto de Presidencia del Gobierno para frenar los “asentamientos clandestinos” en la capital: “La afluencia constante a Madrid de familias procedentes de otras capitales y pueblos de la nación carentes, por lo general, de medios económicos, sin profesión determinada ni domicilio en que recogerse, lleva consigo una sistemática construcción de chabolas, cuevas y edificaciones similares en el extrarradio de la población, ocupando terrenos lindantes con importantes vías de comunicación e incluidos en planes urbanísticos aprobados o en proyecto”, arrancaba el texto del Gobierno.

Personas no gratas
“El decreto prohibió la entrada en Madrid de las familias que no contasen con vivienda (y en las estaciones de ferrocarril, la policía devolvía al lugar de origen a quien no tuviese domicilio) al tiempo que se aprobó otro, dictando normas para impedir el asentamiento clandestino, derribando chabolas y devolviendo a sus habitantes a su lugar de origen”, cuenta Carlos Sambricio en ‘Madrid, vivienda y urbanismo: 1900-1960′.

El decreto anti jornaleros, cocinado en el consejo de ministros del 23 de agosto de 1957, convirtió la entrada en Madrid en un infierno burocrático. Artículo primero: “A partir de la publicación de este Decreto en el Boletín Oficial del Estado, toda persona o familia que pretenda trasladar su residencia a la capital de la Nación dará cuenta al Gobernador Civil de la provincia por conducto del Alcalde de su residencia, de que dispone para su alojamiento en Madrid de la vivienda adecuada. Los Gobernadores de las distintas provincias comunicarán al de Madrid estos desplazamientos, con la indicación de los futuros domicilios, para su debida comprobación”.

Artículo segundo: “A partir de la publicación del presente Decreto, las empresas de toda clase, industriales, comerciales o agrícolas, se abstendrán de contratar productores que no acrediten su residencia en Madrid con anterioridad a la fecha del mismo”.

El decreto llamaba a “proceder al inmediato derribo de las cuevas, chabolas, barracasy construcciones similares realizadas sin licencia, en el extrarradio de Madrid, y para iniciar seguidamente los expedientes de expropiación”. A su vez, se instaba a los ministerios de Gobernación, Trabajo y Vivienda a “organizar un Servicio de Vigilancia en el extrarradio de Madrid”.

Dos días después de publicarse el decreto, ‘ABC’ abrió su edición con un artículo de opinión de Adolfo Prego -‘La ciudad razonable’- en el que se pedía que Madrid dejara de crecer: “Los urbanistas de todo el mundo se encuentran conformes en un punto: la utilidad de limitar el crecimiento de las ciudades… Ninguna voz autorizada reclama la creación de ciudades monstruosas. Por el contrario: acá y allá se levantan gritos de alarma contra las urbes gigantes… Hay algo en Madrid que no conviene a la felicidad del ciudadano. Antes, los funcionarios de Estado esperaban el traslado a Madrid como una liberación. Ahora, hay menos aspirantes, e incluso abundan los casos de clara resistencia al cambio de residencia. Frecuentemente tropieza uno con viejos conocidos que vienen a Madrid. Lo pasan muy bien durante tres o cuatro o cinco días, pero a continuación toman el tren con un suspiro de alivio. Vuelven a la normalidad, a la salud”.



Lo que no sabía Adolfo Prego es que el decreto anti jornaleros no iba a frenar la expansión de Madrid, sino más bien lo contrario: la capital estaba a las puertas de un boom inmobiliario y demográfico sin precedentes gracias a la irrupción de un agente que había estado al margen de la construcción de viviendas durante el primer franquismo: el sector privado. En efecto, la crisis de los jornaleros andaluces y extremeños -con su correspondiente alarma social- dio pie a la madre de todas las liberalizaciones de suelo.
(...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta

Entrada destacada

PROYECTO EVACUACIÓN MUNDIAL POR EL COMANDO ASHTAR

SOY IBA OLODUMARE, CONOCIDO POR VOSOTROS COMO VUESTRO DIOS  Os digo hijos míos que el final de estos tiempos se aproximan.  Ningú...