Tribunal militar condena a la pena de muerte al director del IRS por robar 40.000 millones del erario público.

 Tribunal militar condena a la pena de muerte al director del IRS de la era Trump por robar 40.000 millones del erario público. 

La crónica del juicio al director de la oficina de Recaudación del Impuesto sobre la Renta en la era Trump, Charles Rettig, contiene cantidad de interesantes datos, sobre todo, alrededor del ejército que había contratado para perseguir a los ciudadanos.

En su primera alocución, Rettig se declaró víctima de una persecución por parte de los militares, prometiendo que "si él caía, Trump caería con él".

El fiscal Crandall no perdió el tiempo y mostró en la pantalla un gráfico con las operaciones financieras de Rettig, y aportó los registros bancarios de nada menos de 800 cuentas, cuya cuantía sumaba en total 40.000 millones y que equivalen al 1% de la declaración de la renta de todos los norteamericanos, que es lo que habría robado.

 
Rettig negó que esas cuentas a su nombre (y que tanto recuerdan a los datos aportados por los Royuela en España) fueran en efecto suyas, y atribuyó su imputación a una conspiración de los militares. Sin embargo, los registros bancarios confirman que ese dinero salió del Tesoro público norteamericano.

Acto seguido, el fiscal mostró un documento, supuestamente escrito por Rettig, y que se encontraba en su tablet, en el que decía que "ese dinero no se podía tocar a corto plazo. Nos retiraremos en la riqueza, siempre que seamos cautelosos".

El fiscal reconoció que no tienen constancia de que esa nota se enviara a nadie, y que desconocían el objeto de esa "confesión", pero de lo que sí hay constancia es de que el tal Rettig se compró un chate valorado en 19 millones, desde una cuenta a su nombre en Singapur, tan sólo tres días después de retirarse de su puesto. El fiscal aportó el recibo de la compra.
Seguidamente, ordenó llamar a la mujer con la que estaba el día en que fue detenido, que se presentó como la "dominatrix" que contrataba habitualmente, dada la inclinación por los azotes y latigazos que siente este hombre*. De hecho, le pedía que le azotara "por estafar el sistema y para castigarse por su mal comportamiento".

El fiscal preguntó a la prostituta cuánto le pagaba por las sesiones el director del IRS, y contestó que el pago podía ser en metálico o con "regalos". En el caso del metálico unos 50.000 dólares cada fin de semana, y hablando de regalos, una vez le compró un coche Corvette, valorado en unos 85 0 90.000 dólares.

Nuevamente, el fiscal aportó un recibo de la compra del vehículo, comentando lo extraño de que pudiera comprar ese coche, cuando su sueldo anual era de 90.000 dólares.

Después de despedir a la prostituta, el fiscal abordó temas más espinosos todavía, como la inyección de 80.000 millones al IRS por parte del gobierno Biden, para montar un ejército de 5.000 hombres adscrito a este departamento de Hacienda, y del que ya hablé hace meses, pues en agosto del 2022, los militares Sombreros Blancos interceptaron un camión cargado de armas y munición para este ejército cuyo cometido sería hostigar a los contribuyentes. 

Los senadores demócratas Chuck Schumer y Joe Manchin han sido los instigadores de este peligrosísimo proyecto, y el fiscal leyó un documento que prueba que, bajo el mando de Rettig, el IRS se disponía a crear una academia de francotiradores en el estado de Utah.

El coronel que presidía el juicio declaró que ya no necesitaba más pruebas, y el jurado declaró culpable, recomendando que fuera ahorcado.

El Fiscal concedió la palabra a Rettig, que dijo que era víctima de una conspiración, y Crandall terminó la sesión con unas misteriosas palabras: "ni él ni sus colegas verían un sólo centavo de todo lo robado".

https://realrawnews.com/2023/08/military-tribunal-convicts-former-irs-director-charles-rettig-of-treason-defrauding-the-united-states/