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29 de junio de 2017

ARCÁNGEL METATRÓN ANTE LAS NACIONES UNIDAS


LA NACIÓN DE LA HUMANIDAD – ARCÁNGEL METATRÓN ANTE LAS NACIONES UNIDAS


ompartFuente: James Tyberonn –www.Earth-Keeper.com
Presentación de Earth-Keeper ante las Naciones Unidas:
“El personal de la Sociedad para la Iluminación y la Transformación nos recibió a la entrada del complejo de las Naciones Unidas y nos saludó amablemente, entregándonos un deslumbrante arreglo floral. Luego escoltaron nuestro paso por las instalaciones de seguridad, donde debíamos pasar por los detectores de metal bajo la mirada estricta de los oficiales de seguridad de las Naciones Unidas. Ana y yo estábamos nerviosos y abrumados ante el honor de esta invitación, y asombrados de cómo el Arcángel Metatrón había preparado semejante oportunidad maravillosa. Ana y yo comprendimos que estábamos representando a los Guardianes de la Tierra de todo el planeta en, posiblemente, el único ámbito que alguna vez habilitaría y permitiría que los gobiernos se reúnan a hablar de cosas como la iluminación espiritual y la física cuántica de la multidimensionalidad.”
ESCUCHA…

Fuente: James Tyberonn –www.Earth-Keeper.com
Presentación de Earth-Keeper ante las Naciones Unidas:
“El personal de la Sociedad para la Iluminación y la Transformación nos recibió a la entrada del complejo de las Naciones Unidas y nos saludó amablemente, entregándonos un deslumbrante arreglo floral. Luego escoltaron nuestro paso por las instalaciones de seguridad, donde debíamos pasar por los detectores de metal bajo la mirada estricta de los oficiales de seguridad de las Naciones Unidas. Ana y yo estábamos nerviosos y abrumados ante el honor de esta invitación, y asombrados de cómo el Arcángel Metatrón había preparado semejante oportunidad maravillosa. Ana y yo comprendimos que estábamos representando a los Guardianes de la Tierra de todo el planeta en, posiblemente, el único ámbito que alguna vez habilitaría y permitiría que los gobiernos se reúnan a hablar de cosas como la iluminación espiritual y la física cuántica de la multidimensionalidad.”
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LEE…
¡Saludos! Yo soy Metatrón, Señor de la Luz, y los abrazo con amor, con amor incondicional.
Así, en este día maravilloso nos reunimos para dar un mensaje a la Nación de la Humanidad y a las Naciones Unidas. Hacemos una pausa para llenar este espacio y este tiempo con la Luz Cósmica del Amor Incondicional. Les decimos que sólo el Amor Incondicional unirá a las naciones de su amada Tierra. Rodeamos a todos y cada uno de ustedes con una energía nutriente y con un campo de auto empoderamiento, porque cada uno es verdaderamente un Maestro en su sendero de Ascensión.
Nuestro propósito es ofrecerles inspiración y claridad, pero ahora y siempre es un requisito que TÚ, como SER sagrado y soberano, disciernas sobre éste y otros mensajes “canalizados.”
Éste es 2015, el Año Tres de la Nueva Tierra. Entonces pedimos gentilmente a todos ustedes que por un momento miren el mundo a su alrededor. ¿Qué ven? Los panoramas de sus noticieros informan sobre guerra, caos, disturbios, desastres y colapso económico. Lo que se difunde es lo que se ve en 3ª D. Está generalmente lleno de pesimismo y fatalidad, ¿no es así? Pero nosotros les decimos que amanece un nuevo sol, y es ciertamente el sol del cambio. Trae la luz de la magnífica Nueva Tierra. Y, queridos, queremos decir magnífica.
Y sí, ya sabemos lo que piensan algunos de ustedes: “Los Ángeles miran el mundo tras un cristal color de rosa. Su perspectiva es de un optimismo increíble.”
En el planeta siempre ha habido detractores que predicen oscuridad y fatalidad, y alertas de miedo. Sirven a un propósito en la dualidad, y por cierto una rápida mirada al globo parecería justificar su opinión. Pero nosotros les decimos que es vieja energía. No es el rol del Espíritu decirles que abandonen la esperanza ni que renuncien a su libre albedrío. Nuestro mensaje es hablarles de su propia Divinidad, y decirles que, de hecho, es verdad que el planeta y ciertamente la humanidad ascenderán… y están absolutamente en camino para que eso suceda. ¡Punto!
Sociedad para la Iluminación y la Transformación (N.T. en inglés la sigla es SEAT)
En este día hablamos a las Naciones Unidas en el mismo lenguaje en que hablamos a todos los buscadores, a todas las audiencias conscientes. Reconocemos a quienes, dentro de la Sociedad para la Iluminación y la Transformación, son miembros del “Equipo Transformacional.” Los conocemos muy bien, y los honramos por el papel que desempeñan en esta organización.
El Comienzo … No el Final
Es 2015, el Año Tres de la Nueva Tierra. Entonces, muchos preguntan qué es lo que realmente sucedió en 2012. Los profetas del juicio final estaban, y aún están, en plena potencia con este tema, ¿no es así? Algunos especuladores están en suelo particularmente fértil con este tema, generando seguidores por el miedo al caos global, colisiones con cometas, asteroides, inversión cataclísmica de los polos, guerras y colapso económico.
Queridos, les repetimos que la Ascensión ocurrirá; la humanidad lo ha hecho así. Es hora de soltar la vieja energía, el MIEDO. Quienes están hoy en este salón, quienes lean estas palabras, deben ser líderes por su ejemplo durante este proceso.
Maestros, los cambios planetarios ocurrirán, pero son apropiados, y el cataclismo global que algunos videntes han predicho NO sucederá. El planeta Ascenderá, y la humanidad le seguirá. En su consciencia más elevada, ese nivel por encima del miedo, ustedes no sólo saben esto… lo han programado. Entonces nosotros les decimos: “¡Bien hecho!”
Ahora bien: tengan en cuenta que ciertamente habrá ciertos cambios naturales en la tierra, una purificación del planeta, una elevación de la frecuencia, pero será a nivel regional y será para el cambio ascendente, para el más alto bien.
Les aseguramos que, si no fuera por los terremotos y temblores regionales, los vientos y las olas, devastadores como son, inevitablemente tendrían que tener lugar otros mayores. Eso no ocurrirá, precisamente porque el cambio es gradual. Tiene sentido, ¿verdad?
Soltar la Vieja Energía
Queridos: otra vez les decimos que la Ascensión tendrá lugar, y la humanidad lo ha producido. Es hora de soltar la vieja energía del MIEDO. Ese miedo está programado profundamente, porque ha habido eras en el pasado, en cinco ocasiones, en las que el mundo debió “reiniciarse” a través de cataclismos globales, de inclinaciones de su eje, de inversiones magnéticas y de impactos por colisión de asteroides que resultaron en una despoblación masiva de la especie humana en el planeta. De modo que estos miedos están hondamente incrustados en sus memorias celulares, una grabación subconciente que se repite continuamente.
El Falso Dogma del Control y la Indignidad
Así, muchas de sus religiones están llenas de dogma incrustado de control por el miedo, advertencias y restricciones… limitaciones como: “a mi manera o de ninguna manera.” Ellos los programan a ustedes con conceptos erróneos de “pecado original”, votos de pobreza, y se concentran en lo que no se debe hacer. Sus controles basados en el miedo se apoyan en el castigo a los infractores, creando formas de pensamiento grupales para enjaular a ustedes. Esto alienta el fanatismo y el extremismo. Engendra la hipocresía y amenaza con la retribución: lo haces a nuestro modo o ya verás.
Esto es vieja energía, es miedo. Maestros, no pueden regresar a estados de consciencia más baja; la vida es expansión. Con la Nueva Tierra llega un protagonismo mayor en la co-creación de la realidad a su alrededor. Pero esa es una responsabilidad que se desenvuelve a través del amor, no del terror. En tanto ustedes son responsables de sus actos, esa responsabilidad es para con el SER. Cada uno es una chispa soberana del Divino.
Mayor Acceso al Poder de Crear
Entonces, ¿qué sucedió en 2012? La respuesta breve: un mayor acceso a su creatividad divina. La Tierra se amplificó a 12 dimensiones, y al tener acceso a esos campos cristalinos, ustedes disponen de mayor capacidad para crear responsablemente.
A medida que entran en la Ascensión, la Rejilla Cristalina reemplaza a la rejilla magnética que ha dominado el flujo y reflujo de la Tierra durante eones. Como resultado, la polaridad tridimensional se limita óptimamente dentro de una matriz energética más estabilizada.
Ustedes preguntan: ¿Qué significa eso, Metatrón? No significa que la 3ª dimensión haya desaparecido, porque es en el reino de la dualidad donde tienen lugar las lecciones del libre albedrío en lo que llamamos la “Universidad de la Tierra.” Porque la Tierra es su campo de pruebas. Lo que significa es que la oscilación del arco de la dualidad disminuirá gradualmente. Y es un proceso gradual, sucederá en una liberación prolongada.
Les diremos que ya ha comenzado. Es precisamente por eso que los que resisten en la vieja energía están pataleando fuerte. Los han sacado de las sombras y puesto en el crisol para que todos los vean. A medida que la luz aumenta su brillo, atrae a los insectos. Pero ya no se puede disfrazar los sucesos para ocultar la verdad. Miren lo que sucede a su alrededor. Está ocurriendo un cambio positivo, pero lo que no sirve debe salir a la superficie para ser enfrentado y resuelto. Y mucho más de esta resolución está por venir, eso se lo aseguramos.
Naciones Unidas
Entonces decimos a todos los que están aquí reunidos, a los lectores y oyentes, que quienes están iluminados entre ustedes, los miembros de Naciones Unidas, desempeñan un papel importante, tal vez más importante de lo que se dan cuenta. Porque ustedes son la voz de quienes no pueden hablar, y tienen los oídos de quienes quieren escuchar. Y muchos dentro de la delegación los escucharán a ustedes. De modo que no se desalienten, porque nosotros reconocemos su importancia aunque otros no lo hagan.
Les decimos que en cualquier momento dado, la mitad del mundo está en luz y la otra mitad está en la noche; es un mundo de polaridad. Les decimos que mucho más que la mitad de la humanidad tiene su consciencia en sombra, aún por despertar a la luz de la sabiduría. Les decimos que la iluminación sucede de a un corazón por vez. Pero así como una vela puede iluminar una habitación, un alma iluminada puede iluminar a miles. Por tanto, los portadores de luz entre ustedes nunca deben perder su fe; han de brillar con más intensidad, porque hasta una onda de pequeños fotones provoca una iluminación transitoria. Así es, y así debe ser con ustedes hoy.
Las Naciones del Primer Mundo
Ahora bien; algunos dirán que las naciones prominentes de lo que ustedes llaman Primer Mundo, las poderosas que dominan las finanzas, parecen más corporaciones que países. Corporaciones basadas en las ganancias, cuyos residentes son tratados como empleados más que como ciudadanos, especialmente dentro de las así llamadas Naciones de primer mundo.
Dirán que la brecha entre “los que tienen y los que no tienen” se ensancha cada vez más. Algunos dirían que en los Estados Unidos, las masas en general son controladas y manipuladas por los medios, intoxicadas por la cantidad, y esclavizadas por la deuda. La soberanía del individuo se ha perdido. Sin embargo todavía brilla una luz, y cada vez brilla más. En todo el planeta están llegando al poder nuevas generaciones, y ellas acelerarán los cambios. Esto está sucediendo a nivel global.
Les decimos que se acerca un tiempo en que las personas despertarán al conocimiento de que no es su gravosa deuda lo que las ata a sus creencias, sino sus creencias las que los encadenan al peso de la deuda. El sistema económico global cambiará, pero no se precipitará en caída libre a estrellarse irreparablemente en un caos planetario. Hacer eso en mero caos, no serviría a lo que ha de venir. Más bien el sistema será obligado a cambiar, cambio drástico; y llegarán elementos positivos para habilitar una forma mejor. La Nueva Tierra, los Nuevos Humanos no pueden crear un mejor futuro simplemente desechando su pasado, no lo harán. El cambio vendrá a partir de aprender del pasado y adaptarlo al presente, un paso por vez. Los Nuevos Humanos, en las generaciones que llegarán al poder en la próxima década, elegirán una nueva pauta como un trabajo en progreso, y ese cambio económico tendrá lugar.
El Poder del Amor
Maestros, hemos dicho antes y ahora repetimos que cuando el amor al poder sea reemplazado por el poder del amor, la humanidad dará un salto cuántico. Pero sepan que el amor sin la fuerza está incompleto. El amor sin fuerza está incompleto, no es Amor integral. De modo que el cambio es inevitable, es la naturaleza de la realidad, y está evolucionando hacia la luz. Los cambios en las próximas 15 generaciones de la humanidad harán, crearán, el florecimiento de la Ascensión.

Las Religiones del Mundo organizadas bajo 10 epígrafes

Documento 131

Las Religiones del Mundo

DURANTE la estadía de Jesús, Gonod y Ganid en Alejandría, el joven pasó buena parte de su tiempo y gastó no poco dinero de la fortuna de su padre recopilando las enseñanzas de las religiones del mundo sobre Dios y sus relaciones con el hombre mortal. Ganid empleó más de tres veintenas de traductores eruditos en la redacción de este resumen de las doctrinas religiosas del mundo relativas a las deidades. Debe aclararse que en este escrito todas estas enseñanzas que describen el monoteísmo provenían en gran medida, directa o indirectamente, de la predicación de los misioneros de Maquiventa Melquisedek, quienes partieron de su sede en Salem para divulgar la doctrina de un Dios único —el Altísimo— hasta los confines de la tierra.
Presentamos aquí un resumen del manuscrito de Ganid, que preparó en Alejandría y en Roma, y que fue preservado en la India por centenares de años después de su muerte. Organizó este material bajo los diez epígrafes siguientes:

1. Cinismo

Los residuos de las enseñanzas de los discípulos de Melquisedek, con excepción de las que sobrevivieron en la religión judía, se preservaron de la mejor manera en las doctrinas de los cínicos. La selección de Ganid abarca lo siguiente:
«Dios es supremo; es el Altísimo del cielo y de la tierra. Dios es el círculo perfeccionado de la eternidad, y rige el universo de los universos. Él es el único hacedor de los cielos y de la tierra. Cuando decreta una cosa, esa cosa es. Nuestro Dios es un Dios único, y es compasivo y misericordioso. Todo lo que es elevado, santo, verdadero y bello es semejante a nuestro Dios. El Altísimo es la luz del cielo y de la tierra; él es el Dios del este, el oeste, el norte y el sur.
 «Aun si la tierra hubiera de perecer, la faz resplandeciente del Supremo permanecería en majestad y gloria. El Altísimo es el primero y el último, el principio y el fin de todo. No hay sino un solo Dios y su nombre es la Verdad. Dios es autoexistente, y carece de toda ira y enemistad; es inmortal e infinito. Nuestro Dios es omnipotente y generoso. Si bien tiene muchas manifestaciones, adoramos solamente a Dios mismo. Dios lo sabe todo: nuestros secretos y nuestras proclamaciones; conoce también lo que cada uno de nosotros merece. Su poder es igual a todas las cosas.
 «Dios es un dador de paz y protector fiel de todos los que le temen y en él confían. Da salvación a todos los que le sirven. Toda la creación existe en el poder del Altísimo. Su amor divino surge de la santidad de su poder, y el afecto nace de la fuerza de su grandeza. El Altísimo ha decretado la unión del cuerpo y el alma y ha dotado al hombre de su propio espíritu. Lo que el hombre hace debe llegar a un fin, pero lo que el Creador hace continúa para siempre. Obtenemos el conocimiento de la experiencia del hombre, pero derivamos la sabiduría de la contemplación del Altísimo.
 «Dios derrama la lluvia sobre la tierra, hace que el sol brille sobre el grano maduro y nos da la abundante cosecha de cosas buenas de la vida, y la salvación eterna en el mundo que viene. Nuestro Dios ejerce gran autoridad; su nombre es Excelente, su naturaleza, insondable. Cuando estás enfermo es el Altísimo quien te sana. Dios está lleno de bondad hacia todos los hombres; no tenemos mejor amigo que el Altísimo. Su misericordia llena todo sitio y su bondad abarca todas las almas. El Altísimo es in-mutable; él es el que nos ayuda en todo momento de necesidad. Dondequiera que dirijamos nuestra mirada al orar, he allí la faz del Altísimo y el oído atento de nuestro Dios. Puedes esconderte de los hombres, pero no de Dios. Dios no está lejos de nosotros; él es omnipresente. Dios llena todos los lugares y vive en el corazón del hombre que teme su santo nombre. La creación está en el Creador y el Creador en su creación. Buscamos al Altísimo y luego lo encontramos en nuestro corazón. Vas en pos de un amigo querido, y luego lo descubres dentro de tu alma.
«El hombre que conoce a Dios considera a todos los hombres como sus iguales; ellos son sus hermanos. Los que son egoístas, los que ignoran a sus hermanos en la carne, sólo tienen cansancio por recompensa. Los que aman a sus semejantes y los que tienen un corazón limpio verán a Dios. Dios nunca olvida la sinceridad. Él guiará a los de corazón sincero a la verdad, porque Dios es verdad.
 «En vuestras vidas destruid el error y venced el mal por el amor de la verdad viviente. En todas vuestras relaciones con los hombres haced bien por mal. El Señor Dios es misericordioso y amante; es indulgente. Amemos a Dios, porque él nos amó primero. Por el amor de Dios y por su misericordia seremos salvados. Los ricos y los pobres son hermanos. Dios es su Padre. El mal que no querras que te hagan, no lo hagas a otros.
«En todo momento invoca su nombre, y según creerás en su nombre, así tu oración será oída. ¡Qué gran honor es adorar al Altísimo! Todos los mundos y todos los universos adoran al Altísimo. Y con todas tus oraciones da las gracias —asciende para adorar. El culto piadoso rehuye del mal y prohibe el pecado. En todo momento, alabemos el nombre del Altísimo. El hombre que se abriga en el Altísimo oculta sus defectos del universo. Cuando compareces ante Dios con el corazón limpio, nada temes en toda la creación. El Altísimo es como un padre y una madre amantes; realmente nos ama a nosotros, sus hijos en la tierra. Nuestro Dios nos perdonará y guiará nuestros pasos por los caminos de salvación. Nos tomará de la mano y nos conducirá a su presencia. Dios salva a los que en él confían; no compele al hombre a servir su nombre.
 «Si la fe del Altísimo ha penetrado en tu corazón entonces morarás libre de temor todos los días de tu vida. No te inquietes a causa de la prosperidad de los impíos; no temas a los que traman maldades; aparta el alma del pecado y pon toda tu confianza en el Dios de la salvación. El alma cansada del mortal errante encuentra descanso eterno en los brazos del Altísimo; el hombre sabio anhela el abrazo divino; el hijo de la tierra anhela la seguridad de los brazos del Padre Universal. El hombre noble busca ese elevado estado en el cual el alma del mortal se mezcla con el espíritu del Supremo. Dios es justo: el fruto que no recibamos de nuestra siembra en este mundo lo recibiremos en el venidero».

2. El Judaísmo

 Los ceneos de Palestina salvaron muchas de las enseñanzas de Melquisedek, y de esos registros, tal como fueron preservados y modificados por los judíos, Jesús y Ganid hicieron la selección siguiente:
 «En el principio creó Dios los cielos y la tierra y todas las cosas que en ellos hay. Y, he aquí que todas las cosas que el creó fueron muy buenas. El Señor, él es Dios; no hay nadie junto a él arriba en el cielo o abajo en la tierra. Por tanto amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y con toda tu fuerza. La tierra será llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar. Los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día; y una noche a otra noche declara conocimiento. No hay lenguaje ni palabras donde su voz no sea oída. La obra del Señor es grande y en sabiduría ha hecho todas las cosas; la grandeza del Señor es inescrutable. Conoce el número de las estrellas y las llama a todas por sus nombres.
«El poder del Señor es grande y su entendimiento es infinito. Dice el Señor: ‘Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más altos que vuestros pensamientos’. Dios revela las cosas profundas y las cosas escondidas porque con él mora la luz. Misericordioso y clemente es el Señor; es paciente y rico en bondad y verdad. Bueno y recto es el Señor; encaminará a los humildes por el juicio. ¡Gustad y ved que es bueno el Señor! Bendito el varón que confía en Dios. Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
«La misericordia del Señor es desde eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen y su justicia sobre los hijos de nuestros hijos. El Señor es clemente y lleno de compasión. El Señor es bueno con todos y sus tiernas misericordias sobre toda su creación; él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. ¿Adonde me iré del espíritu de Dios? ¿Adonde huiré de la presencia divina? Así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: ‘¡Yo habito en la altura y en el lugar sagrado; y también con aquel que es de corazón contrito y de espíritu humilde!’ Ninguno puede esconderse de nuestro Dios, porque él llena el cielo y la tierra. Alégrense los cielos y gócese la tierra. ¡Y digan en las naciones: el Señor reina! Dad gracias a Dios, porque su misericordia permanece para siempre.
«Los cielos declaran la justicia de Dios, y toda la gente ha visto su gloria. Es Dios quien nos ha hecho, y no nosotros mismos; pueblo suyo somos, las ovejas de su prado. Su misericordia es para siempre, y su verdad permanece para todas las generaciones. Nuestro Dios es gobernador entre las naciones. ¡Que toda la tierra sea llena de su gloria! ¡Oh, que los hombres alaben al Señor por su bondad y por sus dones maravillosos para con los hijos de los hombres!
 «Dios ha hecho al hombre un poco menos que divino y le ha coronado de amor y misericordia. El Señor conoce el camino de los justos, mas la senda de los impíos perecerá. El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Supremo es comprensión. Dice el Dios Todopoderoso: ‘Anda delante de mí y sé perfecto’ No olvidéis que antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la ativez de espíritu. El que rige su espíritu es más poderoso que el que toma una ciudad. Dice el Señor Dios, el Santo: ‘Al regresar a vuestro descanso espiritual seréis salvados; en la quietud y la confianza será vuestra fortaleza’. Los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantáran alas como las águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. El Señor te dará reposo de tu temor. Dice el Señor: ‘No temas, porque estoy contigo. No desmayes, porque soy tu Dios. Yo te esfuerzo; yo te ayudaré; sí, yo te sostendré con la diestra de mi justicia’.
 «Dios es nuestro Padre; el Señor es nuestro redentor. Dios ha creado las huestes del universo, y las preserva a todas. Su justicia es como los montes y su juicio como la gran profundidad. Él nos hace beber del río de sus placeres, y en su luz veremos la luz. Bueno es dar gracias al Señor y cantar alabanzas al Altísimo; mostrar paciencia amante en la mañana y fidelidad divina cada noche. El reino de Dios es un reino sempiterno, y su señorío permanece a través de todas las generaciones. El Señor es mi pastor; nada me faltará. En lugares de pastos verdes me hará descansar; junto a aguas de repose me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia. Sí, aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Dios está conmigo. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré para siempre.
«Yahvé es el Dios de mi salvación; por tanto en el nombre divino pondré mi confianza. Confiaré en el Señor con todo mi corazón; y en mi propio entendimiento no me apoyaré. En todos mis caminos lo reconoceré, y él dirigirá mi senda. El Señor es fiel, él mantendrá su palabra con los que le sirven; el justo vivirá por la fe. Si no hacéis bien, es porque el pecado está a la puerta; los hombres recogerán el mal que han plantado y el pecado que siembren. No te inpacientes a causa de los que hacen el mal. Si guardas iniquidad en tu corazón, el Señor no te escuchará; si pecas contra Dios, atentarás también contra tu propia alma. Dios traerá a juicio toda obra del hombre, con toda cosa encubierta, ya sea buena o mala. Porque cual es el pensamiento del hombre en su corazón, tal es él.
«Cercano está el Señor a todos los que le invocan de sinceridad y de veras. El llanto durará por la noche, pero a la mañana vendrá la alegría. Un corazón alegre hace bien como una medicina. Ninguna cosa buena negará Dios a los que andan rectamente. Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es todo el deber del hombre. Así dice el Señor que creó los cielos y formó la tierra: ‘No hay más Dios que yo, un Dios justo y un salvador. Mirad a mí y sed salvos, todos los confines de la tierra. Si me buscáis, me hallaréis, si procuráis por mí de todo vuestro corazón’. Los mansos heredarán la tierra y se regocijarán en una abundancia de paz. Quien siembra iniquidad cosechará calamidad; quien siembra viento recogerá tempestades.
 «‘Venid ahora, razonemos juntos’, dice el Señor. ‘Aunque vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana’. Pero no hay paz para los malvados; son vuestros pecados los que os han negado las cosas buenas. Dios es la salud de mi semblante y el gozo de mi alma. El Dios eterno es mi fortaleza; él es nuestra morada, y debajo están los brazos sempiternos. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, él salva a los que tienen un espíritu como un niño. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas el Señor le salva. Encomienda al Señor tu camino —confía en él— y él lo llevará a cabo. El que habita en el lugar secreto del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
 «Ama a tu semejante como a ti mismo; no guardes rencor contra ningún hombre. Lo que tú aborreces, no se lo hagas a nadie. Ama a tu hermano porque el Señor ha dicho: ‘Amaré a mis hijos libremente’. La senda de los justos es como una luz resplandeciente que brilla más y más hasta que el día es perfecto. Los que son sabios brillarán como el resplandor del firmamento, y los que traen a muchos a la justicia, como las estrellas para siempre jamás. Que los malvados abandonen su mal camino y el hombre injusto sus pensamientos rebeldes. Dice el Señor: ‘Regresad a mí, y tendré misericordia de vosotros; os perdonaré abundantemente’.
 «Dice Dios, el creador de los cielos y la tierra: ‘Gran paz tienen los que aman mi ley. Mis mandamientos son: Me amarás con todo tu corazón; no tendrás otros dioses ante mí; no tomarás mi nombre en vano; acuérdate el sábado para santificarlo; honra a tu padre y a tu madre; no matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no hablarás falso testimonio; no codiciarás’.
 «Y a todos los que aman al Señor por sobre todas las cosas y a sus semejantes como a sí mismos el Dios de los cielos dice: ‘Os rescataré de la tumba; os redimiré de la muerte. Seré misericordioso para vuestros hijos y también justo. ¿No he dicho a mis criaturas de la tierra que sois los hijos del Dios viviente? ¿No os he amado con un amor sempiterno? ¿No os he llamado a convertiros a mi semejanza y morar para siempre conmigo en el Paraíso?’»

3. El Budismo

Ganid tuvo una gran sorpresa al descubrir cuán cerca estaba el budismo de ser una religión grande y hermosa pero sin Dios, sin una Deidad personal y universal. Sin embargo, encontró algunos escritos de ciertas creencias primitivas que reflejaban algo de la influencia de las enseñanzas de los misioneros de Melquisedek, quienes continuaron su obra en la India incluso hasta los tiempos de Buda. Jesús y Ganid seleccionaron las siguientes declaraciones de la literatura budista:
«De un corazón limpio brotará la alegría hacia el Infinito; todo mi ser estará en paz con este regocijo supermortal. Mi alma está llena de contento, y mi corazón se desborda de dicha con una confianza apacible. No tengo ningún temor; estoy libre de ansiedad. Habito en la seguridad, y mis enemigos no pueden alarmarme. Estoy satisfecho con los frutos de mi confianza. He encontrado que el acceso al Inmortal es fácil. Ruego que la fe me sostenga en el largo viaje; sé que esa fe que proviene de más allá no me faltará. Sé que mis hermanos prosperarán si llegan a imbuirse de la fe del Inmortal, aun la fe que crea la modestia, la rectitud, la sabiduría, el coraje, el conocimiento y la perseverancia. Abandonemos la pena y desdeñemos el temor. Sostengamos por medio de la fe la verdadera rectitud y la auténtica virilidad. Aprendamos a meditar sobre la justicia y la misericordia. La fe es la verdadera riqueza del hombre; es la dote de virtud y de gloria.
 «La injusticia es despreciable; el pecado es desdeñable. El mal es degradante ya sea de pensamiento o de obra. El dolor y la pena siguen la senda del mal como el polvo sigue al viento. La felicidad y la tranquilidad siguen al pensamiento puro y la vida virtuosa como la sombra sigue a la substancia de las cosas materiales. El mal es el fruto de un pensamiento mal dirigido. Es mal ver pecado donde no hay pecado; no ver pecado donde lo hay. El mal es la senda de las doctrinas falsas. Los que evitan el mal mirando las cosas como son, ganan la alegría porque así abrazan la verdad. Pon fin a tu miseria odiando el pecado. Cuando mires al Magnánimo, apártate del pecado con todo el corazón. No te excuses por el mal; no hagas excusas para el pecado. Por tus esfuerzos para hacer enmiendas por los pecados pasados adquirirás fortaleza para resistir las tendencias futuras a pecar. La moderación nace del arrepentimiento. No dejes ninguna falta inconfesada ante el Magnánimo.
 «La alegría y el deleite son las recompensas de los deberes bien cumplidos y para la gloria del Inmortal. Ningún hombre podrá robar la libertad de tu propia mente. Cuando la fe de tu religión haya emancipado tu corazón, cuando la mente, como una montaña, esté establecida y sea inamovible, entonces la paz del alma fluirá tranquilamente como un río de aguas. Los que están seguros de la salvación estarán eternamente libres de la lujuria, la envidia, el odio y las ilusiones de la riqueza. Si bien la fe es la energía de la vida mejor, debes, empero, llevar a cabo tu propia salvación con perseverancia. Si quieres estar seguro de tu salvación final, asegúrate pues de que buscas sinceramente el cumplimiento de toda justicia. Cultiva la seguridad del corazón que surge desde adentro y ven de este modo a disfrutar el éxtasis de la salvación eterna.
 «Ningún religionista puede esperar alcanzar el esclarecimiento de la sabiduría in-mortal si persiste en ser perezoso, indolente, débil, holgazán, desvergonzado y egoísta. Pero el que sea considerado, prudente, reflexivo, ferviente y sincero —incluso mientras aun vive en la tierra— podrá alcanzar el esclarecimiento supremo de la paz y la libertad de la sabiduría divina. Recordad, toda acción recibirá su recompensa. El mal tiene por resultado la pena y el pecado termina en dolor. El gozo y la felicidad son el resultado de una buena vida. Incluso el que comete malas acciones disfruta de una temporada de gracia antes del tiempo de la plena maduración de sus malas acciones, pero inevitablemente llegará el tiempo de la plena cosecha de su maldad. Que ningún hombre piense con ligereza en el pecado, diciendo en su corazón: ‘El castigo por hacer el mal no llegará hasta mí’. Lo que haces, te será hecho, en el juicio de la sabiduría. La injusticia hecha a tus semejantes volverá a caer sobre tu cabeza. La criatura no puede evadir el destino de sus acciones.
 «El necio ha dicho en su corazón: ‘El mal no se apoderará de mi’; pero la seguridad se encuentra solamente cuando el alma anhela censura y la mente busca sabiduría. El sabio es un alma noble que sabe ser amistosa en medio de sus enemigos, tranquila entre los turbulentos, y generosa entre los mezquinos. El amor a sí mismo es como la cizaña en un sembrado. El egoísmo conduce a la pesadumbre; la ansiedad perpetua mata. La mente que ha sido domada produce felicidad. El más grande de los guerreros es el que vence y se somete a sí mismo. La moderación en todas las cosas es buena. Sólo se considera una persona superior la que estima la virtud y cumple con su deber. No dejes que la ira y el odio te dominen. No hables de nadie con severidad. El contento es la mayor riqueza. Lo que se da con prudencia está bien guardado. No hagas a los otros las cosas que no deseas que te hagan. Paga bien por mal; vence el mal con el bien.
 «Un alma justa es más deseable que la soberanía de toda la tierra. La inmortalidad es la meta de la sinceridad; la muerte es el fin de una vida incauta. Los sinceros no mueren; los irreflexivos ya están muertos. Benditos son los que ya han discernido el estado sin muerte. Los que torturan a los vivos hallarán poco felicidad después de la muerte. Los altruistas van al cielo, donde se regocijan en la dicha de la liberalidad infinita y siguen creciendo en noble generosidad. Todo mortal que piense rectamente, hable noblemente y actúe altruistamente no sólo disfrutará de la virtud aquí durante esta breve vida sino que, después de la disolución del cuerpo, también continuará disfrutando de las delicias del cielo».

4. El Hinduismo

Los misioneros de Melquisedek llevaron consigo, dondequiera que fueron, las enseñanzas del Dios único. Gran parte de esta doctrina monoteísta, junto con otros y previos conceptos, se incorporó a las enseñanzas subsecuentes del hinduismo. Jesús y Ganid proporcionaron el resumen siguiente:
«Él es el Dios grande, supremo en todo sentido. Él es el Señor que abarca todas las cosas. Es el Creador y controlador del universo de los universos. Dios es un Dios único; él está solo y por sí mismo. Él es el único. Este Dios único es nuestro Hacedor y el último destino del alma. El Supremo es indescriptiblemente brillante; él es la Luz de las Luces. Esta luz divina ilumina todos los corazones y todos los mundos. Dios es nuestro protector —no abandona a sus criaturas— y los que aprenden a conocerlo serán inmortales. Dios es la gran fuente de energía; él es el Alma Grande. Él ejerce señorío universal sobre todo. Este Dios único es amoroso, glorioso y adorable. Nuestro Dios es supremo en poder y habita en la morada suprema. Esta Persona verdadera es eterna y divina; él es el Señor primordial del cielo. Todos los profetas le han alabado, y él se ha revelado a nosotros. Lo adoramos. ¡Oh Suprema Persona, origen de los seres, Señor de la creación y gobernante del universo, revélanos a nosotros, tus criaturas, el poder por el cual permaneces inmanente! Dios ha hecho el sol y las estrellas; él es brillante, puro y autoexistente. Su eterno conocimiento es divinamente sabio. El mal no puede penetrar en el Eterno. Por cuanto el universo surgió de Dios, él lo rige adecuadamente. Él es la causa de la creación, y de aquí que todas las cosas estén establecidas en él.
«Dios es el refugio seguro de todos los hombres buenos cuando estén necesitados; el Inmortal cuida de toda la humanidad. La salvación de Dios es vigorosa y su bon-dad es compasiva. Él es un protector amante y un defensor bendito. Dice el Señor: ‘Yo habito dentro de sus propias almas como una lámpara de sabiduría. Yo soy el esplendor de los espléndidos y la bondad de los buenos. Donde dos o tres se reúnan, allí también estaré yo’. La criatura no puede escaparse de la presencia del Creador. El Señor llega incluso a contar los incesantes parpadeos de los ojos de todos los mortales; y adoramos a este Ser divino como nuestro compañero inseparable. Él prevalece en todo. Es magnifico, omnipresente, e infinitamente generoso. El Señor es nuestro gobernante, nuestro refugio y nuestro controlador supremo, y su espíritu prístino habita dentro del alma mortal. El Testigo Eterno del vicio y de la virtud habita en el corazón del hombre. Meditemos largamente sobre el Vivificador adorable y divino; dejemos que su espíritu dirija plenamente nuestros pensamientos. ¡De este mundo irreal condúcenos al real! ¡De las tinieblas llévanos a la luz! ¡De la muerte guíanos a la inmortalidad!
 «Con nuestro corazón purgado de todo odio, adoremos al Eterno. Nuestro Dios es el Señor de la oración; él oye el clamor de sus hijos. Dejad que los hombres sometan su voluntad a él, el Resoluto. Deleitémonos en la liberalidad del Señor de la oración. Haced de la oración vuestro amigo más íntimo y de la adoración el sostén de vuestra alma. ‘Si sólo me adoraréis en amor’, dice el Eterno, ‘yo os daré la sabiduría para llegar a mí, porque mi culto es la común virtud de todas las criaturas’. Dios es la luz que ilumina a los melancólicos y la fuerza de los que flaquean. Desde que Dios es nuestro amigo fuerte, ya nada tememos. Alabamos el nombre del Conquistador que nunca ha sido conquistado. Lo adoramos porque él es el que ayuda al hombre fiel y eternamente. Dios es nuestro conductor firme y nuestro guía infalible. Él es el gran padre de los cielos y de la tierra, poseedor de ilimitada energía y de sabiduría infinita. Su resplandor es sublime y su belleza divina. Él es el refugio supremo del universo y el guardián inmutable de la ley sempiterna. Nuestro Dios es el Señor de la vida y el Consolador de todos los hombres; el que ama a la humanidad y el que ayuda a los que están afligidos. Él es el dador de nuestra vida y el Buen Pastor del rebaño humano. Dios es nuestro padre, nuestro hermano y nuestro amigo, y nosotros anhelamos conocer a este Dios en nuestro ser más íntimo.
«Hemos aprendido a ganar la fe por el vivo deseo de nuestros corazones. Hemos alcanzado la sabiduría por la contención de nuestros sentidos y con la sabiduría hemos experimentado la paz en el Supremo. El que está lleno de fe adora verdaderamente cuando su ser íntimo está dedicado a Dios. Nuestro Dios lleva los cielos como un manto y también habita los otros seis extensos universos. Él es supremo sobre todo y en todos. Imploramos el perdón del Señor por todas nuestras transgresiones contra nuestros semejantes; y exculpamos a nuestro amigo del mal que nos ha hecho. Nuestro espíritu aborrece todo mal; por tanto, oh Señor, líbranos de toda mancha de pecado. Oramos a Dios como consolador, protector y salvador —el que nos ama.
 «El espíritu del Guardián Universal entra en el alma de la criatura simple. Es sabio el hombre que adora al Dios Único. Los que se esfuerzan por llegar a la perfección deben ciertamente conocer al Supremo Señor. Nunca teme el que conoce la bendita seguridad del Supremo, porque el Supremo dice a los que le sirven, ‘No temáis porque estoy con vosotros’. El Dios de la providencia es nuestro Padre. Dios es la verdad. Y es el deseo de Dios que sus criaturas lo comprendan, que lleguen a conocer plenamente la verdad. La verdad es eterna; sostiene el universo. Nuestro deseo supremo será unirnos con el Supremo. El Gran Controlador es el generador de todas las cosas, todo evoluciona de él. He aquí la suma del deber: que ningún hombre haga a otro lo que a él le repugnaría; no abriguéis malicia, no castiguéis al que os castiga, conquistad la ira con la misericordia, y disipad el odio con la benevolencia. Todo esto debemos hacer porque Dios es un amigo generoso y un padre misericordioso que hace remisión de todas nuestras ofensas terrenales.
«Dios es nuestro Padre, la tierra es nuestra madre, y el universo es nuestra cuna. Sin Dios el alma está prisionera; conocer a Dios libera el alma. Por la meditación sobre Dios, por la unión con él, viene la liberación de las ilusiones del mal y la salvación última de todas las cadenas materiales. Cuando el hombre enrolle el espacio como una pieza de cuero, entonces llegará el fin del mal porque el hombre ha encontrado a Dios. ¡Oh Dios sálvanos de la triple ruina del infierno: la lujuria, la ira, y la avaricia! ¡Oh alma, prepárate para la lucha espiritual de la inmortalidad! Cuando llegue el fin de la vida mortal, no titubees en abandonar este cuerpo en pos de una forma más apropiada y hermosa y para despertar en el reino del Supremo e Inmortal, allí donde no hay ni temor, ni pena, ni hambre, ni sed, ni muerte. Conocer a Dios es cortar las ataduras de la muerte. El alma que conoce a Dios se eleva en el universo como la crema aparece sobre la superficie de la leche. Adoramos a Dios el hacedor de todo, la Gran Alma, que por siempre tiene su asiento en el corazón de sus criaturas. Los que saben que Dios está entronizado en el corazón humano están destinados a hacerse semejantes a él —inmortales. El mal debe quedar atrás en este mundo, pero la virtud sigue al alma a los cielos.
 «Sólo es el protervo el que dice: El universo no tiene ni verdad ni gebernante; tan sólo fue concebido para satisfacer nuestra lujuria. Estas almas son engañadas por la mezquindad de su mente. Por eso se abandonan a los placeres de la lujuria y privan a sus almas del gozo de la virtud y de los placeres de la rectitud. ¿Qué puede ser más grande que el experimentar la salvación a partir del pecado? El hombre que ha visto al Supremo es inmortal. Los amigos carnales del hombre no pueden sobrevivir la muerte; sólo la virtud anda con el hombre en su viaje hacia los campos jubilosos y soleados del Paraíso».

5. El Zoroastrismo

 Zoroastro estuvo en contacto directo con los descendientes de los primeros misioneros de Melquisedek, y la doctrina de ellos sobre el Dios único se convirtió en una enseñanza central de la religión que fundó en Persia. Con excepción del judaísmo, ninguna otra religión de ese tiempo contenía más de estas enseñanzas de Salem. Ganid extrajo el siguiente resumen de los documentos de esta religión:
 «Todas la cosas proceden y pertenecen al Dios Único —el omnisapiente, el bueno, el justo, el santo, el resplandeciente y el glorioso. Este nuestro Dios es la fuente de toda luminosidad. Él es el creador, el Dios de todos los buenos propósitos, el protector de la justicia en el universo. La conducta prudente en la vida es actuar en consonancia con el espíritu de la verdad. Dios todo lo ve, y contempla tanto las malas acciones del protervo como las buenas obras del justo; nuestro Dios observa todas las cosas con una mirada centelleante. Su contacto es el toque de la salud. El Señor es un benefactor todopoderoso. Dios extiende su mano benéfica al justo y al impío. Dios estableció el mundo y ordenó las recompensas para el bien y para el mal. El Dios omnisciente ha prometido la inmortalidad a las almas pías de pensamiento puro y acciones rectas. Según sea tu deseo supremo, así serás. La luz del sol es como la sabiduría para los que perciben a Dios en el universo.
 «Alabad a Dios buscando los placeres del Sabio. Adorad al Dios de la luz caminando alegremente por las sendas ordenadas por su religión revelada. No hay más que un Dios Supremo, el Señor de las Luces. Adoramos a aquel que hizo las aguas, las plantas, los animales, la tierra y los cielos. Nuestro Dios es el Señor, el más benévolo. Adoramos al más hermoso, al Inmortal magnifico, dotado de luz eterna. Dios es lo más distante de nosotros y al mismo tiempo lo más próximo, porque habita en nuestras almas. Nuestro Dios es el divino y santísimo Espíritu del Paraíso, y sin embargo es más amigo del hombre que la más amistosa de todas las criaturas. Dios nos ayuda más en ésta, la más grande de todas las labores, el conocimiento de él mismo. Dios es nuestro amigo más adorable y justo; él es nuestra sabiduría, nuestra vida, y el vigor de nuestra alma y de nuestro cuerpo. Mediante nuestros buenos pensamientos el sabio Creador nos permite que hagamos su voluntad, alcanzando así la realización de todo lo que es divinamente perfecto.
«Señor, enséñanos a vivir esta vida en la carne mientras nos preparamos para la vida venidera del espíritu. Háblanos, Señor, y te obedeceremos. Enséñanos las buenas sendas, y andaremos rectos. Permítenos que nos unamos a ti. Sabemos que la religión es buena cuando conduce a la unión con la rectitud. Dios es nuestra naturaleza sabia, nuestro óptimo pensamiento y nuestra acción recta. ¡Que Dios nos conceda la unidad con el espíritu divino e inmortalidad en él!
«Esta religión del Sabio purifica al creyente de todo mal pensamiento y acto pecaminoso. Me inclino ante el Dios de los cielos en arrepentimiento si lo he ofendido en pensamiento, palabra o acto —intencional o involuntariamente— y ofrezco oraciones para pedir misericordia y alabanzas para pedir perdón. Sé que cuando hago confesión, si me propongo no volver a hacer el mal, que el pecado será lavado de mi alma. Sé que el perdón disuelve las ataduras del pecado. Los que hacen el mal serán castigados, pero los que siguen la verdad disfrutarán de la dicha de la salvación eterna. Tómanos en tu mano mediante la gracia y aplica el bálsamo del poder salvador a nuestras almas. Clamamos misericordia porque aspiramos alcanzar la perfección; queremos ser semejantes a Dios».

6. El Suduanismo (Jainismo)

El tercero de los grupos de creyentes religiosos que preservaron la doctrina de un Dios único en la India —la supervivencia de las enseñanzas de Melquisedek— se los conocía por entonces como los suduanistas. Últimamente se conoce a estos creyentes como los seguidores del jainismo. Ellos enseñaban:
«El Señor del Cielo es supremo. Los que pecan no ascenderán a lo alto, pero los que caminan por la senda de la rectitud hallarán un lugar en el cielo. Si conocemos la verdad nuestra vida eterna está asegurada. El alma del hombre podrá ascender hasta el más alto de los cielos, para desarrollar allí su verdadera naturaleza espiritual, para alcanzar la perfección. El estado celoso libera al hombre de la servidumbre del pecado y lo introduce a las beatitudes últimas; el hombre recto ya ha experimentado el fin del pecado y de todas las miserias que le acompañan. El yo es el invencible adversario del hombre, y el yo se manifiesta en las cuatro pasiones más grandes del hombre: la ira, el orgullo, el engaño y la codicia. La victoria más grande del hombre es la conquista de sí mismo. Cuando el hombre pone su mirada en Dios en pos de perdón, y cuando se atreve a disfrutar de tal libertad, se libera del temor. El hombre ha de pasar por la vida tratando a sus semejantes como a él le gustaría que lo trataran».

7. El Sintoísmo

Hacía poco tiempo que habían llegado a la biblioteca de Alejandría los manuscritos de esta religión del Lejano Oriente. Era la única religión del mundo de la cual Ganid nunca había oído hablar. Esta creencia contenía también restos de las primitivas enseñanzas de Melquisedek, como puede verse en el siguiente resumen:
 «Dice el Señor: ‘Vosotros sois los que reciben mi poder divino; todos los hombres disfrutan de mi ministerio de misericordia. Me complazco en la multiplicación de los justos en toda la tierra. Tanto en las bellezas de la naturaleza como en la virtud de los hombres se revela el Príncipe del Cielo y muestra su naturaleza recta. Como los de antaño no conocían mi nombre, me manifesté naciendo en el mundo como una existencia visible y sufrí tal humillación para que el hombre no olvidara mi nombre. Yo soy el hacedor del cielo y de la tierra; el sol y la luna y todas las estrellas obedecen mi voluntad. Soy el soberano de todas las criaturas en la tierra y en los cuatro mares. Aunque soy yo grande y supremo, tengo oídos aún para la oración del más pobre entre los hombres. Si una criatura me adorará, oiré su oración y le concederé el deseo de su corazón’.
«‘Cada vez que el hombre cede a la ansiedad, se aleja un paso del espíritu guiador de su corazón’. El orgullo oscurece a Dios. Si quieres obtener la ayuda del cielo, aparta tu orgullo; cualquier indicio de orgullo obstruye la luz salvadora, como si fuera una gran nube. Si no tenéis rectitud adentro es inútil que oréis por lo que ha quedado afuera. ‘Si oigo tus oraciones, es porque vienes ante mí con el corazón limpio, libre de falsedades y de hipocresías, con un alma que refleja la verdad como un espejo. Si quieres ganar la inmortalidad, renuncia al mundo y ven a mí’».

8. El Taoísmo

Los mensajeros de Melquisedek penetraron hasta el corazón de la China, y la doctrina del Dios único se hizo parte de las enseñanzas primitivas de varias religiones chinas; la que perduró por más tiempo, y que contenía la mayor parte de la verdad monoteísta, fue el taoísmo, y Ganid extrajo de las enseñanzas de su fundador lo que se presenta a continuación:
«¡Cuán puro y sereno es el Supremo y sin embargo cuán poderoso y fuerte, cuán profundo e insondable! Este Dios de los cielos es el venerado antecesor de todas las cosas. Si conoces al Eterno, eres esclarecido y sabio. Si al Eterno no le conoces, entonces esa ignorancia se manifiesta como el mal, y así surgen las pasiones del pecado. Este Ser maravilloso existía antes que fueran los cielos y la tierra. Él es verdaderamente espiritual; él está solo y no cambia. Él es ciertamente la madre del mundo, y toda creación gira en torno suyo. Este Gran Único se da a los hombres y así les per-mite superarse y sobrevivir. Aunque una criatura no tenga sino un poco de conocimiento, podrá aun caminar por la senda del Supremo; podrá cumplir con la voluntad del cielo.
 «Todas las buenas obras de servicio verdadero proceden del Supremo. Todas las cosas dependen del Gran Origen para la vida. El Gran Supremo no busca alabanzas por sus dádivas. Él es supremo en poder, si bien permanece oculto a nuestros ojos. Incesantemente transforma sus atributos mientras perfecciona a sus criaturas. La Razón celestial es lenta y paciente en sus designios pero segura de sus logros. El Supremo rebasa el universo y lo sostiene todo. ¡Cuán grande y poderosa es su influencia desbordante, su poder de atracción! La verdadera bondad es como el agua que todo bendice y nada daña. Como el agua, la verdadera bondad busca los lugares más bajos, incluso aquellos niveles que otros evitan, y lo hace porque es afín con el Supremo. El Supremo crea todas las cosas, en la naturaleza las nutre y en el espíritu las perfecciona. Y es un misterio cómo el Supremo alimenta, protege, y perfecciona a la criatura sin compelerla. Él orienta y dirige, pero sin presunción. Él asiste en el progreso, pero sin dominación.
«El hombre sabio universaliza su corazón. Un poco de conocimiento es una cosa peligrosa. Los que aspiran a la grandeza deben aprender la humildad. En la creación el Supremo se convirtió en la madre del mundo. Conocer a la madre es reconocer su filiación. Es sabio el hombre que considera a todas las partes desde el punto de vista del todo. Relaciónate con cada hombre como si estuvieras en su lugar. Recompensa la injuria con la bondad. Si amas a la gente, la gente se sentirá atraída a ti —no tendrás dificultad alguna en atraerla.
 «El Gran Supremo todo lo penetra; él está a la diestra y a la siniestra; él sostiene toda la creación y habita en todos los seres verdaderos. No puedes encontrar al Supremo, ni puedes ir a un lugar donde él no esté. Si un hombre reconoce el camino del mal y se arrepiente sinceramente del pecado, entonces podrá buscar el perdón; podrá liberarse del castigo; podrá transformar la calamidad en bendición. El Supremo es el refugio seguro de toda la creación; él es el guardián y el salvador de la humanidad. Si le buscas diariamente, lo encontrarás. Puesto que él puede perdonar pecados, es en verdad el más preciado por todos los hombres. Recuerda siempre que Dios no recompensa al hombre por lo que hace sino por lo que es; por tanto, socorre a tus semejantes sin pensar en recompensas. Haz el bien sin pensar en beneficiarte.
 «Los que conocen las leyes del Eterno son sabios. La ignorancia de la ley divina es sufrimiento y desastre. Los que conocen las leyes de Dios son liberales de pensamiento. Si conoces al Eterno, aunque tu cuerpo perezca, tu alma sobrevivirá en el servicio espiritual. Serás verdaderamente sabio cuando reconozcas tu insignificancia. Si habitas a la luz del Eterno, disfrutarás de la iluminación del Supremo. Los que dedican sus personas al servicio del Supremo son felices en esta búsqueda del Eterno. Cuando el hombre muere, el espíritu comienza a alzar su largo vuelo en el gran viaje de regreso al hogar».

9. El Confucianismo

Aun la religión que menos reconocía a Dios entre las grandes religiones mundiales pagó tributo al monoteísmo de los misioneros de Melquisedek y de sus persistentes sucesores. He aquí el resumen sobre el confucianismo preparado por Ganid:
 «Lo que dispone el Cielo es sin error. La verdad es real y divina. Todas las cosas se originan en el Cielo, y el Gran Cielo no comete errores. El Cielo ha nombrado a muchos subordinados para que instruyan y eleven a las criaturas inferiores. Grande, muy grande es el Dios Único que rige al hombre desde lo alto. Dios es majestuoso en su poder y temible en su juicio. Pero este Gran Dios ha conferido un sentido moral incluso a muchas criaturas inferiores. La abundancia del Cielo no se agota jamás. La benevolencia es el don más precioso del Cielo a los hombres. El Cielo ha otorgado su nobleza al alma del hombre; las virtudes del hombre son el fruto de esta dádiva de nobleza celestial. El Gran Cielo todo lo discierne y acompaña al hombre en todas sus acciones. Es bueno que llamemos al Gran Cielo nuestro Padre y nuestra Madre. Si somos pues siervos de nuestros divinos antepasados, podemos orar al Cielo con confianza. En todos los tiempos y en todas las cosas, temamos a la majestad del Cielo. Reconocemos, oh Dios, Altísimo y soberano Potentado, que el juicio es tuyo, y que toda misericordia procede del corazón divino.
«Dios está con nosotros; por tanto no tenemos pavor en nuestro corazón. Si hubiese alguna virtud en mí, es la manifestación del Cielo que permanece conmigo. Pero este Cielo dentro de mí, exige duramente a menudo de mi fe. Si Dios es conmigo, he determinado que no albergo dudas en mi corazón. La fe ha de hallarse muy cerca de la verdad de las cosas, y no veo cómo un hombre puede vivir sin esta buena fe. El bien y el mal no acontecen a los hombres sin causa. El Cielo se ocupa del alma del hombre de acuerdo a su propósito. Cuando te encuentres en el error, no titubees en confesar tu error y sé presto a enmendarlo.
 «El sabio se ocupa de la búsqueda de la verdad, no tan sólo el mero vivir. Alcanzar la perfección del Cielo es la meta del hombre. El hombre superior sabe adaptarse y está libre de la ansiedad y del temor. Dios está contigo; no albergues dudas en tu corazón. Toda buena acción tiene su recompensa. El hombre superior no murmura contra el Cielo ni alimenta rencores contra los hombres. Lo que no te gusta que a ti te hagan, no se lo hagas a otro. Que la compasión sea parte de todo castigo; de todas formas trata de transformar el castigo en una bendición. Tal es el camino del Gran Cielo. Si bien todas las criaturas deben morir y regresar a la tierra, el espíritu del hombre noble se eleva para que se le vea en las alturas y asciende a la gloriosa luz del resplandor final».

10. «Nuestra Religión»

 Después de la ardua labor de recopilar las enseñanzas de las religiones del mundo sobre el Padre del Paraíso, Ganid se impuso la tarea de preparar lo que consideraba un resumen de su concepto de Dios como resultado de las enseñanzas de Jesús. Se había hecho este joven el hábito de denominar tales creencias como «nuestra religión». He aquí sus apuntes:
 «El Señor nuestro Dios es un solo Señor, y debes amarle con toda la mente y el corazón; mientras que haces todo lo que puedes por amar a sus hijos como te amas a ti mismo. Este Dios único es nuestro Padre celestial, en quien radican todas las cosas, y quien habita por medio de su espíritu, en toda alma humana sincera. Nosotros, los hijos de Dios, debemos aprender a confiar nuestra alma en su custodia como a un fiel Creador. Con nuestro Padre celestial todas las cosas son posibles. Puesto que él es el Creador, que ha hecho todas las cosas y todos los seres, no podría ser de otro modo. Aunque no podamos ver a Dios, podemos conocerlo. Y viviendo diariamente la voluntad del Padre celestial, podemos revelarlo a nuestros semejantes.
 «Las riquezas divinas del carácter de Dios deben ser infinitamente profundas y eternamente sabias. No podemos buscar a Dios por medio del conocimiento, pero podemos conocerle en nuestro corazón por medio de la experiencia personal. Aunque no podamos comprender su justicia, el ser más humilde en la tierra puede recibir su misericordia. El Padre llena el universo, pero también vive en nuestro corazón. La mente del hombre es humana, mortal; pero el espíritu del hombre es divino, inmortal. Dios no es tan sólo todopoderoso sino que también es omnisapiente. Si nuestros padres terrenales, aun con su tendencia al mal, saben cómo amar a sus hijos y dispensarles buenas dádivas, cuanto más sabrá el buen Padre celestial cómo amar sabiamente a sus hijos terrenales y otorgarles las bendiciones apropiadas.
«El Padre celestial no permitirá que uno solo de sus hijos perezca si ese hijo desea encontrar al Padre y verdaderamente anhela asemejarse a él. Nuestro Padre ama aun al malvado y es siempre bondadoso con el ingrato. Si tan sólo más seres humanos pudieran conocer la bondad de Dios, serían ciertamente conducidos al arrepentimiento por sus maldades y sabrían renunciar a todo pecado conocido. Todas las cosas buenas descienden del Padre de la luz, en quien no hay variabilidad ni sombra de cambio. El espíritu del Dios verdadero está en el corazón del hombre. El quiere que todos los hombres sean hermanos. Cuando los hombres comienzan a sentir en pos de Dios, he allí la prueba de que Dios los ha encontrado, y de que están en busca del conocimiento de Dios. Vivimos en Dios y Dios habita en nosotros.
 «Ya no me basta con creer que Dios es el Padre de todo mi pueblo; de ahora en adelante también creeré que él es mi Padre. Por siempre trataré de adorar a Dios con la ayuda del Espíritu de la Verdad, que me ayudará cuando yo conozca de veras a Dios. Pero primero voy a practicar la adoración de Dios aprendiendo a hacer la voluntad de Dios en la tierra; o sea que haré todo lo posible por tratar a cada uno de mis semejantes mortales tal como yo creo que a Dios le gustaría que yo lo tratase. Si vivimos así esta vida en la carne, muchas cosas podremos pedir a Dios, y él nos dispensará el deseo de nuestro corazón para que podamos estar mejor preparados para servir a nuestros semejantes. Y todo este amoroso servicio a los hijos de Dios aumenta nuestra capacidad de recibir y tener la experiencia de gozar los bienes del cielo, los grandes placeres del ministerio del espíritu del cielo.
 «Cada día daré gracias a Dios por sus dones inefables; le alabaré por sus obras maravillosas para con los hijos de los hombres. Para mi él es el Todopoderoso, el Creador, el Poder, y la Misericordia, pero por sobre todas las cosas, él es mi Padre espiritual, y como su hijo terrenal yo alguna vez saldré para verlo. Y mi tutor ha dicho que al buscarlo yo llegaré a ser semejante a él. Por la fe en Dios yo he alcanzado la paz con él. Esta nueva religión nuestra está llena de regocijo y genera una felicidad perdurable. Confío que seré fiel hasta la misma muerte y que con seguridad recibiré la corona de la vida eterna.
 «Estoy aprendiendo a comprobar todas las cosas y adherirme a lo que es bueno. Lo que quisiera yo que hicieran para conmigo los hombres, así haré yo para con mis semejantes. Por esta nueva fe, sé que el hombre puede llegar a ser el hijo de Dios, pero a veces me aterra detenerme a pensar que todos los hombres son mis hermanos, aunque debe ser verdad. No veo cómo puedo regocijarme en la paternidad de Dios si rechazo la fraternidad del hombre. El que invocare el nombre del Señor será salvado. Si eso es verdad, entonces todos los hombres deben ser mis hermanos.
 «De aquí en adelante haré mis actos de bondad en secreto; también oraré especialmente cuando me encuentre a solas. No juzgaré, para no caer en la injusticia para con mis semejantes. Voy a aprender a amar a mis enemigos; en verdad aún no domino completamente esta práctica de ser semejante a Dios. Aunque veo a Dios en estas otras religiones, lo encuentro en ‘nuestra religión’ más bello, amante, misericordioso, personal y positivo. Pero sobre todo, este Ser grande y glorioso es mi Padre espiritual; yo soy su hijo. Y no podré finalmente encontrarlo y eternamente servirle sino por medio de mi honesto deseo de asemejarme a él. Por fin tengo una religión con un Dios, un Dios maravilloso, y él es el Dios de la salvación eterna».

World Religions organized under 10 headings 10. "Our Religion" Christianity


During the stay of Jesus, Gonod and Alexandria Ganid, the young man spent much of his time and money spent no small fortune from his father collecting the teachings of the world religions about God and his relations with mortal man. Ganid employed more than threescore learned translators in drafting this summary of the religious doctrines of the world concerning the Deities. It should be clarified that in this writing all these teachings describing monotheism largely came directly or indirectly from the preaching of the missionaries of Machiventa Melchizedek, who left their Salem headquarters to spread the doctrine of one God-Almighty - to the ends of the earth.
We present here a summary Ganid's manuscript, which he prepared at Alexandria and Rome, and was preserved in India for hundreds of years after his death. 


10. "Our Religion» Christianity

Resultat d'imatges of Christianity  Resultat d'imatges of Christianity
 After the hard work of gathering the teachings of the world religions on the Paradise Father, Ganid the task of preparing what he considered a summary of his concept of God as a result of the teachings of Jesus prevailed. This young man had become the habit of naming such beliefs as "our religion." Here are his notes:
 "The Lord our God is one Lord, and you must love him with all your mind and heart;while you do everything you can to love your children as you love yourself. This one God is our heavenly Father, in whom all things consist, and who dwells by his spirit, in every sincere human soul. We, the children of God, we must learn to trust our soul in its custody as a faithful Creator. With our heavenly Father all things are possible. Since he is the Creator who made all things and all beings, could not be otherwise. Although we can not see God, we can know. And daily living the will of the heavenly Father, we can reveal him to our fellow men.
 "The divine riches of God's character must be infinitely deep and eternally wise. We can not seek God by knowledge, but we can know in our hearts through personal experience. Although we can not understand his righteousness, the humblest being on earth can receive his mercy. Father fills the universe, but also lives in our hearts. The mind of man is human, mortal; but the spirit of man is divine, immortal. God is not only powerful but also all-wise. If our earthly, even with their tendency to evil, know how parents love their children and good donor good gifts, the more good heavenly Father will know how wisely to love his earthly children and give them the appropriate blessings.
"The heavenly Father will not allow one of their children perish if that child wants to find the Father and truly longs to be like him. Our Father even loves the wicked and is always kind to the ungrateful. If only more human beings could know the goodness of God, they would certainly be led to repent of their wickedness and would know give up all known sin. All good things come down from the Father of lights, in whom there is no variation or shadow of change. The spirit of the true God is in man's heart. He wants all men are brothers. When men begin to feel after God, there have proof that God has found, and they are in search of knowledge of God. We live in God and God dwells in us.
 "Now I do not just believe that God is the Father of all my people; henceforth also I believe that he is  my  father. Forever I will try to worship God with the help of the Spirit of Truth, which will help me when I really know God. But first I am going to practice worshiping God by learning to do the will of God on earth; that is I will do my best to treat each of my fellow mortals just as I think God would like me to treat him. If we live this life in the flesh, many things we ask God, and he will dispense us the desire of our hearts so we can be better prepared to serve others. And all of this loving service to the children of God increases our ability to receive and have the experience of enjoying the goods of heaven,
 "Every day I give thanks to God for his unspeakable gifts; I praise him for his wonderful works to the children of men works. For me he is the Almighty, the Creator, the Power, and Mercy, but above all, he is my spiritual Father, and as his earthly son ever go out to see it. And my tutor has said that by searching for I will become like him.By faith in God I have attained peace with him. This new religion of ours is full of joy and generates an enduring happiness. I am confident that I will be faithful even to death and safely receive the crown of eternal life.
 "I am learning to prove all things and adhere to what is good. What I wanted to do to me men, so I will do to my fellows. By this new faith I know that man may become the son of God, but sometimes terrifies me stop and think that all men are my brothers, but it must be true. I do not see how I can rejoice in the fatherhood of God if we reject the brotherhood of man. The call upon the name of the Lord will be saved. If that is true, then all men must be my brothers.
 "From now on I will make my secret acts of kindness; I will also pray especially when I am alone. I will not judge, not to fall into injustice towards my fellow men. I learn to love my enemies; indeed not yet fully mastered this practice of being Godlike. Though I see God in these other religions, I find it in 'our religion' most beautiful, loving, merciful, personal and positive. But above all, this great and glorious Being is my spiritual Father;I am your son. And finally I can not find it and eternally serve but through my honest desire to liken him. At last I have a religion with a God, a marvelous God, and he is the God of eternal salvation. "

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