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5 de marzo de 2017

Occidente se hunde en "fosa séptica" de conspiración y rusofobia

El autor de la nota considera que después de la victoria de Donald Trump y el triunfo del Brexit las clases dominantes de Occidente perdieron la cabeza.

Resultó que la conspiración basada en la posible implicación de hackers rusos en las elecciones presidenciales en Estados Unidos forma parte de la retórica no solo de políticos estadounidenses. 
El parlamentario británico Ben Bradshaw declaró es "muy probable" que Rusia interfiriera en el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la UE.
"No tengo ningún trocito de prueba de esto, pero lo siento en mis huesos", ironizó O'Neill sobre las palabras del político británico.
© Sputnik/ Igor Kovalenko

El columnista señala que numerosos artículos de medios occidentales están llenos del "temor liberal ante los 'ruskies' que amenazan con 'arruinar' su nación". 

En la reciente edición de la revista The New Yorker, el Kremlin está mostrado en forma de un ovni que vuela sobre la Casa Blanca disparando con láser contra ella. 

Entretanto cada periodista que escribe sobre "la nueva guerra fría" plantea la "muerte de mundos enteros", y esto, opina el autor de la nota, es una señal de paranoia.

Según O'Neill, esta histeria carece de fundamento, sin embargo es enorme. De acuerdo con un sondeo realizado por el centro YouGov, el 50% de los votantes del Partido Demócrata están convencidos de que Rusia supuestamente "falsificó" los resultados de elecciones sin presentar pruebas.

"Dios mío. ¿Qué pasa con esta gente? 
¿En serio creen que Putin hizo que el Brexit sucediera?
¿[Creen] que los 'ruskies' falsificaron los resultados de los comicios en EEUU? 
Se han vuelto locos. Están errados. Las mismas personas que se presentan como campeones de la lógica, en realidad resultaron ser vendedores de paranoia", concluye el autor del artículo.

Protestas contra la adhesión de Montenegro a la OTAN en Podgorica, 12 de diciembre de 2015.

Montenegro se convierte en peón en juegos de la OTAN

"En Montenegro existe todo un bloqueo por parte de los medios de comunicación, cuando se trata de voces críticas respecto a la adhesión con la OTAN", dice Marko Milacic, fundador del Movimiento por la Neutralidad.
Los críticos de la gestión del Gobierno actual son silenciados y se les apunta como "espías de Rusia", agrega Milacic.
Según él, la Alianza Atlántica quiere usar a la ex república yugoslava como una especie de "fianza" para alcanzar sus intereses estratégicos y geopolíticos. "Eso es lo que siempre han hecho con los países pequeños", recalca el activista.
El abogado Bosko Carmak explica que el Gobierno actual de Montenegro desea mantener indivisible la autoridad para interpretar los procesos en marcha. 
Eso es cierto no solo respecto al tema de la OTAN, sino en muchos otros. Hoy día, con 600.000 habitantes, el país cuenta con más de 100 asesinatos políticos sin resolver. 
Y no se trata solo de ideología, sino de una dura lucha por el poder y por intereses financieros, explica Carmak.
De los 28 miembros de la OTAN, 24 han ratificado la incorporación de Montenegro a la Alianza. 
La constitución del país balcánico estipula que las decisiones más importantes deben ser decididas ya sea por el Parlamento o a través de un referéndum. 
El 84% de la población de Montenegro apoya la celebración de un sufragio, "indiferentemente de su opinión personal sobre el tema". Sin embargo, no existe manera alguna de celebrar un referéndum si el Gobierno está en contra.
Montenegro, que formaba parte de la antigua Yugoslavia, fue bombardeado por la OTAN en 1999 durante la guerra de Kosovo.

Graffiti contra la OTAN en Montenegro

¿Por qué Montenegro insiste en que Rusia interviene en sus asuntos internos?

"La actitud del Gobierno de Montenegro puede ser una forma de presionar a la Administración Trump para que defienda de la 'enorme y terrible Rusia, que solo busca el derrame de sangre' a un pequeño país que quiere entrar a la OTAN", ironizó el experto en declaraciones a Sputnik.
Esa defensa, añadió, consiste en ratificar el protocolo de entrada de Montenegro en la OTAN.

Mientras tanto, señaló el analista, las autoridades en Podgorica evitan celebrar el referéndum sobre la entrada a la alianza, o tan siquiera hablar de ello, porque saben que "el pueblo [de Montenegro] no está listo para compartir (…) los valores de la familia euroatlántica".
Con respecto a la supuesta implicación rusa en el intento de golpe de Estado en Montenegro, denunciada por el primer ministro de ese país, Dusko Markovic, el politólogo e historiador serbio Alexandr Rákovich coincide con Nikolic, ya que cree que se trata de declaraciones superficiales e imprudentes con el fin de ganarse el favor de la OTAN.
"Está claro que el proyecto de Montenegro en la OTAN falló, más allá de lo que intenten hacer los líderes del país balcánico", concluyó.
El 16 de octubre de 2016, en el día de las elecciones parlamentarias, las autoridades de Montenegro detuvieron a 20 serbios bajo acusación de preparar un ataque terrorista y un golpe de Estado.

Según la información de la Fiscalía, los insurgentes planeaban ocupar el edificio del Parlamento y arrestar al entonces primer ministro, Milo Dukanovic.
Una semana después, el primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, informó que los servicios de seguridad de su país habían detenido a varias personas por vigilar al primer ministro de Montenegro y aseguraron tener pruebas irrefutables de la implicación de los arrestados.
​El 7 de noviembre, el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, negó que Moscú estuviera implicado en el atentado contra el líder montenegrino.
"Sin duda, negamos rotundamente cualquier posibilidad de que a nivel oficial se haya intentado organizar un acto delictivo", dijo Peskov.

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