La maestría espiritual
Probablemente te estés preguntando: "¿Por qué es importante tomar decisiones en la vida?". Siendo sincero, es una buena pregunta. No hay una respuesta sencilla. Sin embargo, puedo hablar más sobre la importancia de tomar decisiones y por qué son tan cruciales en la vida.
Aunque tomar decisiones puede considerarse difícil, es una habilidad que se aprende. A menudo estamos condicionados a tomar decisiones instantáneas basándonos en factores como las emociones, las expresiones faciales, el lenguaje corporal y más. Pero si quieres progresar en la vida, en tu carrera, negocios y en todo lo demás, existen ciertas técnicas de toma de decisiones que puedes usar.
A menudo sentimos que no podemos decidir sobre algo. Nos resulta difícil tomar una decisión. Hay varias razones para ello. La primera es la indecisión, la segunda, la falta de conocimiento, la tercera, la falta de fundamentos en un área específica, y la cuarta, la falta de interés en el tema. La primera razón puede deberse a una debilidad interior o a la falta de confianza; somos incapaces de decidir porque no estamos seguros de nuestra propia capacidad o aptitud para hacerlo. A veces, también puede deberse al miedo o a nuestra incapacidad para discernir claramente qué está bien y qué está mal. O, en ocasiones, la indecisión también puede deberse a la pereza y el letargo.
Puede haber diferentes razones para la indecisión. Sin embargo, todas tienen algo en común: la debilidad mental es su causa principal. En otras palabras, la indecisión significa comportarse como una persona débil o un mendigo. Si quieres tomar decisiones, debes saber comportarte como un rey o una reina. Debes desarrollar la fuerza interior para tomar decisiones con facilidad y eficacia.
Cuando demoramos una decisión, muchas fuerzas empiezan a actuar sobre ella. La desintegran, y entonces te quedas con fragmentos. En tal estado, el centro que te mantenía unido empieza a debilitarse. Te conviertes en una mesa con cuatro patas que se han caído de un lado, o como una casa con un pilar destruido por un lado, o como un puente cuyos pilares también se han derrumbado. Una vez que tu centro se pierde, te resultará difícil mantenerte erguido en la vida y podrías caer fácilmente en el caos.
Se dice en el Bhagavad Gita que cuando no hay caos en la mente y se ha tomado una decisión, se alcanza la paz mental, porque todos estos fragmentos comienzan a funcionar como un todo y se apoyan mutuamente. Aunque a veces se dé el paso en falso, es mejor equivocarse que estar indeciso; mejor ser parcial que estar indeciso; mejor cometer errores que estar indeciso.
Por eso siempre es bueno tomar decisiones lo antes posible; no posponerlas. La mejor calidad de vida solo se logra con decisión, no con indecisión..
La decisión no es una virtud en sí misma, pero sin duda es algo deseable. Es la capacidad de resolver una situación de forma oportuna, en lugar de quedarse atascado en ella durante demasiado tiempo. Hay muchas razones por las que uno podría retrasar la toma de una decisión: miedo al fracaso, miedo a las represalias, incertidumbre o simplemente incapacidad para decidir. Hay innumerables ejemplos de cómo la indecisión puede conducir a problemas e incluso al fracaso:
Uno puede pasar demasiado tiempo pensando en posibilidades y olvidarse del presente.
Uno podría desear evitar la confrontación permaneciendo indeciso en lugar de tener el coraje de defenderse.
Uno puede ver una oportunidad, pero decidir no aprovecharla porque no cree poder aprovecharla en ese momento. En este caso, puede perder oportunidades que nunca volverán.
Una persona consciente puede ser decisiva, pues tiene la capacidad de considerar diversos puntos de vista. No tiene por qué limitarse a una sola perspectiva; puede observar, escuchar y considerar todas las alternativas antes de dar un paso.
Si temes tomar decisiones, evitarás afrontar la vida directamente. Incluso podrías pedirles a otros que decidan por ti. Quien evita tomar decisiones no puede ser consciente de lo que hace, porque cada momento presenta una nueva situación que afrontar. Si quieres vivir sin consciencia, evita tomar decisiones; de lo contrario, tus momentos transcurrirán en constante confusión y dolor.
Al ver a una persona así, puedes estar seguro de que, por mucho que viva, jamás tomará una decisión, pues siempre permanecerá en un estado de indecisión. Por otro lado, quienes han tomado una decisión no necesariamente tienen razón, pero quienes no la han tomado, sin duda están equivocados.
Una persona que siempre vacila y procrastina, o que siempre está a merced de su estado de ánimo, no será decidida. Tampoco podrá lograr nada. La decisión es esencial en cualquier ámbito: en la ciencia, en el arte, en los negocios, en la política. Pero la decisión no es una actividad organizada. Es una actividad espontánea. Surge cuando te involucras profunda y apasionadamente en la vida. Entonces, las decisiones surgen con naturalidad; no hay conflicto en tu interior; ninguna rebelión interior perturba tu paz mental; tu corazón funciona con espontaneidad y facilidad, y todo lo que decides surge de una profunda armonía interior.
En el momento en que la mente entra en un estado de indecisión, crea conflicto. Hay muchos conflictos, muchas batallas que se desarrollan en tu interior constantemente. Puedes intentar ocultarlos, pero continuarán hasta que llegues a un punto en el que estés tan confundido que simplemente te hayas desintegrado en fragmentos sin un centro-izquierda que los mantenga unidos.
Lo importante es que cada momento, tal como surja, sea afrontado con la mayor claridad posible y luego llevado a cabo con la mayor decisión posible, incluso si más tarde se descubre que la decisión fue equivocada.
Te amamos entrañablemente
Estamos aquí contigo.
Somos tu familia de luz.
Somos la Federación Galáctica.
A'HO
Aurora Ray
Embajador de la Federación Galáctica
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Fuente: Aurora Ray