“Cerca de 3.000 individuos con activos netos de 1 millón de dólares o más, sin incluir su residencia principal, se marcharon de la ciudad de Chicago el año pasado, citando como justificación el aumento de las tensiones raciales y las preocupaciones sobre la creciente delincuencia”, informa el Chicago Tribune.
Chicago ocupa el tercer lugar en la lista de ciudades que han experimentado un éxodo de millonarios, por detrás de París y Roma.
La capital francesa perdió la impresionante cantidad de 7.000 millonarios (un 6%) en el último año, mientras que Roma perdió 5.000 (el 7%).
La cuarta ciudad que experimenta esta marcha de millonarios tras Chicago, es Atenas.
Sin embargo, otras ciudades que experimentan una llegada neta de millonarios dentro de EEUU, son Seattle y San Francisco.
Chicago
En el informe de New World Wealth , el país con la mayor salida neta de millonarios fue Francia, con 10.000. Fue seguida por China, Italia, India y Grecia.
Los países con mayores entradas netas de millonarios fueron Australia, Estados Unidos, Canadá, Israel, Emiratos Árabes Unidos y Nueva Zelanda.
El aumento imparable de la desigualdad en el reparto de la riqueza, está provocando estos movimientos en muchos lugares del mundo.
En particular, en EEUU, se está produciendo el auge de movimientos de protesta como “Black Lives Matter”, que combinado con la oposición racial por parte de grupos supremacistas blancos, están creando un cóctel explosivo en EEUU que puede desembocar en desorden social en cualquier momento, sobretodo si la situación económica empeora.
Desde hace meses se informa también que las élites ricas están instalando habitaciones del pánico en sus grandes apartamentos de la ciudad debido a los temores sobre la criminalidad o sobre posible malestar social que pueda derivar en disturbios y ataques contra ellos.
“El mundo es un lugar que provoca mucho miedo en este momento, especialmente para las personas con muchos recursos; se sienten acorralados y amenazados”, declaró Tom Gaffney, presidente de Gaffco Ballistics al New York Times, una compañía que instala habitaciones seguras en la ciudad de Nueva York.
Ante el temor de una posible agitación global y la posibilidad de que estalle algún conflicto importante, muchas personas adineradas también han estado comprando propiedades en lugares distantes como Nueva Zelanda, tal y como se afirmó durante el transcurso del Foro Económico de Davos del año pasado.
-De hecho, un ex director de fondos de cobertura Robert Johnson, alguien con contacto directo con personas muy ricas, ha afirmado en el mismísimo Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que “gente muy poderosa dice estar asustada”, y sorprendió a su audiencia cuando reveló que él sabe que “gestores de fondos de cobertura de todo el mundo están comprando propiedades con pistas de aterrizaje y granjas en lugares como Nueva Zelanda”.
Robert Johnson
En otra entrevista, admitió que “gente muy poderosa nos dicen que tienen miedo” y que la elite “ve cada vez más pruebas de inestabilidad social y violencia”.
Sus comentarios fueron respaldados por Stewart Wallis, director ejecutivo de la New Economics Foundation, que afirmó a la CNBC África: “tienen pistas de aterrizaje en lugares como Nueva Zelanda y todo ese tipo de cosas, lo que sea con el fin de poder huir. Muchos de ellos, si pudieran, se irían a otro planeta”–
De acuerdo con vendedores de terrenos y bienes raíces que participan en la venta de bienes a distancia, algunas personas entre las élites económicas están preocupadas por “lo que está sucediendo a su alrededor” y estarían buscando zonas estables en algunos lugares del mundo tanto para vivir como para almacenar ahí su riqueza debido a su creciente “paranoia” sobre la precaria situación mundial.
Posiblemente, noticias como éstas de la que nos hacemos eco, sean un tanto exageradas y un tanto sensacionalistas.
No creemos que los millonarios tengan tanto miedo, ni mucho menos, básicamente porque no tienen nada que temer.
En muchos países se ha abusado de la población hasta niveles intolerables y la reacción general de dicha población acostumbra a ser siempre la misma: mensajes de indignación en Twitter, memes o chistes amargos sobre el asunto, votar al líder político que les prometa “que eso va a acabar” y cuando la presión crece, manifestaciones inocuas con mucha pancartita y mucho colorido y en casos extremos, enfrentamientos entre la propia población por motivos ideológicos o raciales y quemadura de mobiliario urbano que la propia población paga con sus impuestos.
Es decir, por regla general, cuando aumenta la tensión social, la gente pierde la energía en estúpidas maniobras que no llevan a ninguna parte y se acaba peleando entre sí en lugar de unirse contra los más poderosos.
Y en todo caso, los grandes millonarios no tienen nada que temer: los ejércitos y la policia están ahí para protegerlos de la ira de todos esos “pobres enfadados”, que precisamente sufragan sus sueldos para que los repriman…