Documento 16
Los Siete
Espíritus Rectores
(184.1) 16:0.1 LOS siete Espíritus Rectores del Paraíso son las personalidades primarias del Espíritu Infinito. En esta acción creadora séptuple de autoduplicación, el Espíritu Infinito agotó las posibilidades asociativas matemáticamente inherentes a la existencia del hecho de las tres personas de la Deidad. Si hubiese sido posible producir un número mayor de Espíritus Rectores, éstos habrían sido creados, pero tan sólo existían siete posibilidades asociativas, y sólo siete, inherentes en las tres Deidades. Y esto explica por qué el universo se opera en siete grandes divisiones, y por qué el número siete es básicamente fundamental en su organización y administración.
(184.2) 16:0.2 Los Siete Espíritus Rectores se
originan en las siguientes siete semejanzas, y derivan sus características
individuales de ellas:
(184.3) 16:0.3 1. El Padre Universal.
(184.4) 16:0.4 2. El Hijo Eterno.
(184.5) 16:0.5 3. El Espíritu Infinito.
(184.6) 16:0.6 4. El Padre y el Hijo.
(184.7) 16:0.7 5. El Padre y el Espíritu
(184.8) 16:0.8 6. El Hijo y el Espíritu.
(184.9) 16:0.9 7. El Padre, el Hijo y el Espíritu.
(184.4) 16:0.4 2. El Hijo Eterno.
(184.5) 16:0.5 3. El Espíritu Infinito.
(184.6) 16:0.6 4. El Padre y el Hijo.
(184.7) 16:0.7 5. El Padre y el Espíritu
(184.8) 16:0.8 6. El Hijo y el Espíritu.
(184.9) 16:0.9 7. El Padre, el Hijo y el Espíritu.
(184.10) 16:0.10 Muy poco sabemos sobre la acción
del Padre y del Hijo en la creación de los Espíritus Rectores. Aparentemente
éstos fueron traídos a la existencia por la acción personal del Espíritu
Infinito, pero se nos ha instruido claramente que tanto el Padre como el Hijo
participaron en su origen.
(184.11) 16:0.11 En carácter y naturaleza
espirituales, estos Siete Espíritus del Paraíso son como uno solo, en todos los
demás aspectos de la identidad ellos son muy diferentes, y los resultados de
sus funciones en los superuniversos son tales que las diferencias individuales
de cada uno son obviamente discernibles. Todos los planes ulteriores de los
siete segmentos del gran universo y aun los segmentos correlativos del espacio
exterior han sido condicionados por la diversidad distinta de la diversidad
espiritual de estos Siete Espíritus Rectores de supervisión suprema y última.
(184.12) 16:0.12 Los Espíritus Rectores tienen
muchas funciones, pero en este momento su ámbito específico es la supervisión
central de los siete superuniversos. Cada Espíritu Rector mantiene una enorme
sede central enfocadora de la fuerza, que circula lentamente alrededor de la
periferia del Paraíso, manteniendo siempre una posición opuesta al
superuniverso de su inmediata supervisión y en el punto focal en el Paraíso de
su control especializado de poder y distribución segmental de la energía. Los
rayos que limitan cada uno de los superuniversos efectivamente convergen en la
sede central en el Paraíso del Espíritu Rector supervisor.
1. La Relación
con la Deidad Triuna
(185.1) 16:1.1 El Creador Conjunto, el Espíritu
Infinito, es necesario para completar la personalización triuna de la Deidad no
dividida. Esta personalización triple de la Deidad es inherentemente séptuple
en posibilidad de expresión individual y asociativa; de aquí que el plan
subsiguiente de crear universos habitados por seres inteligentes y
potencialmente espirituales, debidamente expresivos del Padre, el Hijo y el
Espíritu, hiciera inevitable la personalización de los Siete Espíritus
Rectores. Nos referimos a la personalización triple de la Deidad como la inevitabilidad
absoluta, mientras
que nos referimos a la aparición de los Siete Espíritus Rectores como una inevitabilidad
subabsoluta.
(185.2) 16:1.2 Aunque los Siete Espíritus Rectores
apenas son expresivos de la Deidad triple, son el retrato eterno de la Deidad séptuple, las funciones activas y asociativas de
las tres personas por siempre existentes de la Deidad. Por medio de estos Siete
Espíritus, en ellos y a través de ellos, el Padre Universal, el Hijo Eterno o
el Espíritu Infinito, o cualquier asociación dual, pueden funcionar como tal.
Cuando el Padre, el Hijo y el Espíritu actúan juntos, pueden funcionar a través
del Espíritu Rector Número Siete, y así lo hacen, pero no como la Trinidad. Los
Espíritus Rectores representan singular y colectivamente cada una y todas las
funciones posibles de la Deidad, únicas y varias, pero no colectivas, no las de
la Trinidad. El Espíritu Rector Número Siete no funciona personalmente con
respecto a la Trinidad del Paraíso, y es por esto que puede funcionar en forma personal para el Ser Supremo.
(185.3) 16:1.3 Pero cuando los Siete Espíritus Rectores
abandonan sus sedes individuales de poder personal y autoridad superuniversal y
se congregan alrededor del Actor Con-junto en la presencia triuna de la Deidad
del Paraíso, allí y en ese momento ellos representan colectivamente el poder
funcional, la sabiduría y la autoridad de la Deidad no dividida —la Trinidad—
ante los universos en evolución y en ellos. Dicha unión paradisiaca de la
expresión séptuple primordial de la Deidad verdaderamente comprende,
literalmente abraza, todos y cada uno de los atributos y actitudes de las tres
Deidades eternas en la Supremacía y en la Ultimidad. Para todo propósito
práctico los Siete Espíritus Rectores comprenden, allí y en ese momento, el
ámbito funcional del Supremo-Último en el universo maestro y para el mismo.
(185.4) 16:1.4 Por lo que podemos discernir, estos
Siete Espíritus están asociados con las actividades divinas de las tres
personas eternas de la Deidad; no detectamos prueba alguna de una asociación
directa con las presencias funcionales de las tres fases eternas de lo
Absoluto. Los Espíritus Rectores, cuando se asocian, representan las Deidades
del Paraíso en lo que puede concebirse groseramente como el ámbito finito de
acción. Podría comprender mucho de lo que es último, pero no de lo absoluto.
2. La Relación
con el Espíritu Infinito
(185.5) 16:2.1 Así como el Hijo Eterno y Original
se revela a través de las personas de número en constante aumento de los Hijos
divinos, del mismo modo, el Espíritu Infinito y Divino se revela a través de
los canales de los Siete Espíritus Rectores y de sus grupos espirituales
asociados. En el centro de los centros, el Espíritu Infinito es alcanzable,
pero no todos los que llegan al Paraíso son inmediatamente capaces de discernir
su personalidad y presencia diferenciada; pero todos los que logran el universo
central pueden comunicarse inmediatamente con uno de los Siete Espíritus
Rectores, y así lo hacen, precisamente el que preside el superuniverso del cual
proviene el recién llegado peregrino del espacio.
(186.1) 16:2.2 El Padre del Paraíso habla al
universo de los universos sólo a través de su Hijo, mientras que él y el Hijo
conjuntamente actúan sólo a través del Espíritu Infinito. Fuera del Paraíso y
de Havona el Espíritu Infinito habla sólo mediante las voces de los Siete
Espíritus Rectores.
(186.2) 16:2.3 El Espíritu Infinito ejerce una
influencia de presencia personal dentro de los confines del sistema
Paraíso-Havona; en otros lugares su presencia espiritual personal se ejerce
mediante uno de los Siete Espíritus Rectores y a través de él. Por lo tanto, la
naturaleza singular del Espíritu Rector supervisor de ese segmento de la
creación condiciona la presencia espiritual superuniversal de la Tercera Fuente
y Centro en cualquier mundo o en cualquier individuo. Viceversa, las líneas
combinadas de la fuerza espiritual e inteligencia pasan hacia adentro
dirigiéndose a la Tercera Persona de la Deidad a través de los Siete Espíritus
Rectores.
(186.3) 16:2.4 Los Siete Espíritus Rectores están
dotados colectivamente de atributos supremosúltimos de la Tercera Fuente y
Centro. Aunque cada uno de ellos comparte individualmente de esta dotación, tan
sólo colectivamente revelan los atributos de omnipotencia, omnisciencia y
omnipresencia. Ninguno de ellos puede funcionar así universalmente; como
individuos y en el ejercicio de estos poderes de supremacía y ultimidad, cada
uno está limitado personalmente al superuniverso de supervisión inmediata.
(186.4) 16:2.5 Todo lo que se os ha dicho sobre la
divinidad y personalidad del Actor Conjunto se aplica en igual forma y
plenamente a los Siete Espíritus Rectores, que tan eficazmente distribuyen el
Espíritu Infinito a los siete segmentos del gran universo de acuerdo con su
dotación divina y en la manera de sus naturalezas distintas e individualmente
únicas. Por lo tanto puede ser apropiado aplicar al grupo colectivo de los
siete cualquiera y todos los nombres del Espíritu Infinito. Colectivamente, en
todos los niveles subabsolutos, son uno con el Creador Conjunto.
3. La Identidad
y Diversidad de los Espíritus Rectores
(186.5) 16:3.1 Los Siete Espíritus Rectores son
seres indescriptibles, pero ellos son clara y definitivamente personales.
Tienen nombres, pero nosotros elegimos presentarlos por número. Como
personalizaciones primarias del Espíritu Infinito, son semejantes, pero como
expresiones primarias de las siete asociaciones posibles de la Deidad Triuna,
ellos son esencialmente distintos en su naturaleza, y esta diversidad de
naturaleza determina su diferencial de conducta superuniversal. Estos Siete
Espíritus Rectores se pueden describir como sigue:
(186.6) 16:3.2 Espíritu Rector Número Uno. En una forma muy especial este
Espíritu es la representación directa del Padre del Paraíso. Es una
manifestación peculiar y eficaz del poder, el amor y la sabiduría del Padre
Universal. Es el asociado estrecho y asesor excelso del jefe de los Monitores
Misteriosos, es el ser que preside el Colegio de Ajustadores Personalizados en
Divinington. En todas las asociaciones de los Siete Espíritus Rectores, siempre
es el Espíritu Rector Número Uno quien habla por el Padre Universal.
(186.7) 16:3.3 Este Espíritu preside el primer
superuniverso y, aunque exhiba infaliblemente la naturaleza divina de la
personalización primaria del Espíritu Infinito, parece asemejarse más
específicamente al Padre Universal en su carácter. Él está siempre en enlace
personal con los siete Espíritus Reflexivos de la sede central del primer
superuniverso.
(187.1) 16:3.4 Espíritu Rector Número Dos. Este Espíritu retrata adecuadamente
la naturaleza incomparable y el carácter encantador del Hijo Eterno, el
primogénito de toda la creación. Siempre está en asociación estrecha con todas
las órdenes de los Hijos de Dios en cualquier momento donde éstos puedan estar
en el universo residencial como individuos o en los agradables cónclaves. En
todas las asambleas de los Siete Espíritus Rectores, éste siempre habla por el
Hijo Eterno y en nombre de él.
(187.2) 16:3.5 Este Espíritu dirige los destinos
del superuniverso número dos y gobierna este vasto dominio tal como lo haría el
Hijo Eterno y siempre está en enlace con los Siete Espíritus Reflexivos
ubicados en la capital del segundo superuniverso.
(187.3) 16:3.6 Espíritu Rector Número Tres. Se asemeja particularmente al
Espíritu Infinito, y dirige los movimientos y tareas de muchas de las
personalidades elevadas del Espíritu Infinito. Preside sus asambleas y se
vincula estrechamente con todas las personalidades que se originan
exclusivamente en la Tercera Fuente y Centro. Cuando los Siete Espíritus Rectores
están en concilio, es el Espíritu Rector Número Tres quien siempre habla por el
Espíritu Infinito.
(187.4) 16:3.7 Este Espíritu está a cargo del
superuniverso número tres, y administra los asuntos de este segmento tal como
lo haría el Espíritu Infinito. Está siempre en enlace con los Espíritus
Reflexivos en la sede central del tercer superuniverso.
(187.5) 16:3.8 Espíritu Rector Número Cuatro. Al compartir las naturalezas
combinadas del Padre y del Hijo, este Espíritu Rector es la influencia
determinante respecto de las directivas y procedimientos del Padre-Hijo en los
concilios de los Siete Espíritus Rectores. Este Espíritu es el director en jefe
y asesor de aquellos seres ascendentes que han logrado el Espíritu Infinito y
que por lo tanto son candidatos para ver al Hijo y al Padre. Fomenta ese enorme
grupo de personalidades que se originan en el Padre y el Hijo. Cuando se hace
necesario representar al Padre y al Hijo en la asociación de los Siete
Espíritus Rectores, él es siempre el Espíritu Rector que habla.
(187.6) 16:3.9 Este Espíritu patrocina el cuarto
segmento del gran universo de acuerdo con su asociación peculiar de los
atributos del Padre Universal y del Hijo Eterno. Está siempre en enlace
personal con los Espíritus Reflexivos de la sede central del cuarto
superuniverso.
(187.7) 16:3.10 Espíritu Rector Número Cinco. Esta personalidad divina que
combina tan exquisitamente el carácter del Padre Universal y del Espíritu
Infinito es el asesor de ese enorme grupo de seres conocidos como los
directores del poder, centros del poder y controladores físicos. Este Espíritu
también patrocina todas las personalidades que se originan en el Padre y el
Actor Conjunto. En los concilios de los Siete Espíritus Rectores, cuando se
habla de la actitud del Padre-Espíritu, es siempre el Espíritu Rector Número
Cinco quien habla.
(187.8) 16:3.11 Este Espíritu dirige el bienestar
del quinto superuniverso de una manera que sugiere la acción combinada del
Padre Universal y del Espíritu Infinito. Está siempre en enlace con los
Espíritus Reflexivos en la sede central del quinto superuniverso.
(187.9) 16:3.12 Espíritu Rector Número Seis. Este ser divino parece retratar el
carácter combinado del Hijo Eterno y del Espíritu Infinito. Siempre y cuando se
congregan en el universo central las criaturas creadas conjuntamente por el
Hijo y el Espíritu, es este Espíritu Rector quien los asesora; y siempre que,
en los concilios de los Siete Espíritus Recto-res sea necesario hablar
conjuntamente por el Hijo Eterno y el Espíritu Infinito, es el Espíritu Rector
Número Seis quien responde.
(188.1) 16:3.13 Este Espíritu dirige los asuntos
del sexto superuniverso tal como lo harían el Hijo Eterno y el Espíritu
Infinito. Está siempre en enlace con los Espíritus Reflexivos en la sede
central del sexto superuniverso.
(188.2) 16:3.14 Espíritu Rector Número Siete. El Espíritu que preside el séptimo
superuniverso es un retrato singularmente preciso del Padre Universal, el Hijo
Eterno y el Espíritu Infinito. El séptimo Espíritu, el asesor y fomentador de
todos los seres de origen triuno, también es el asesor y director de todos los
peregrinos ascendentes de Havona, aquellos seres bajos que han logrado las
cortes de la gloria a través del ministerio combinado del Padre, el Hijo y el
Espíritu.
(188.3) 16:3.15 El Séptimo Espíritu Rector no es
orgánicamente representativo de la Trinidad del Paraíso; pero es un hecho
conocido que su naturaleza personal y espiritual es el retrato del Actor Conjunto en
proporciones iguales de las tres personas infinitas cuya unión de Deidad es la Trinidad del Paraíso, cuya función
como tal es la fuente de la naturaleza personal y
espiritual de Dios el Supremo. Por eso, el Séptimo Espíritu Rector revela una
relación personal y orgánica con la persona espiritual del Supremo en evolución.
Por lo tanto, en los altos concilios de los Espíritus Rectores, cuando es
necesario votar por la actitud personal combinada del Padre, el Hijo y el
Espíritu o describir la actitud espiritual del Ser Supremo, es el Espíritu
Rector Número Siete quien actúa. De esta manera, se vuelve inherentemente el
jefe y presidente del concilio en el Paraíso de los Siete Espíritus Rectores.
(188.4) 16:3.16 Ninguno de los Siete Espíritus es
representativo orgánicamente de la Trinidad del Paraíso, pero cuando se unen
como Deidad Séptuple, esta unión es en un sentido de deidad no en un sentido
personal equivalente al nivel funcional asociable con las funciones de la
Trinidad. En este sentido el «Espíritu Séptuple» es funcionalmente asociable
con la Trinidad del Paraíso. También en este sentido es que el Espíritu Rector
Número Siete a veces habla en confirmación de las actitudes de la Trinidad o,
más bien, actúa como portavoz de la actitud de la unión del Espíritu Séptuple
sobre la actitud de la unión de la Deidad Triple, la actitud de la Trinidad del
Paraíso.
(188.5) 16:3.17 Las funciones múltiples del Séptimo
Espíritu Rector van por lo tanto desde un retrato combinado de las naturalezas
personales del Padre,
el Hijo y el Espíritu, a través de una representación de la actitud
personal de Dios el
Supremo, hasta una revelación de la actitud de la deidad de la Trinidad del Paraíso. Y en
ciertos aspectos este Espíritu presidente manifiesta las actitudes del Último y del Supremo-Último.
(188.6) 16:3.18 Es el Espíritu Rector Número Siete
quien, en sus múltiples funciones, patrocina personalmente el progreso de los
candidatos para la ascensión desde los mundos del tiempo en sus esfuerzos por
lograr la comprensión de la Deidad no dividida de la Supremacía. Dicha
comprensión implica el entendimiento de la soberanía existencial de la Trinidad
de la Supremacía en tal forma coordinada con un concepto de la soberanía
experiencial en crecimiento del Ser Supremo que constituye el entendimiento de
la criatura de la unidad de la Supremacía. La comprensión por parte de la
criatura de estos tres factores iguala la comprensión havonaica de la realidad
Trinitaria y dota a los peregrinos del tiempo con la capacidad para penetrar
finalmente en la Trinidad, para descubrir las tres personas infinitas de la
Deidad.
(188.7) 16:3.19 La incapacidad de los peregrinos de
Havona para encontrar plenamente a Dios el Supremo se compensa mediante el
Séptimo Espíritu Rector, cuya naturaleza triuna es, de una manera peculiar,
reveladora de la persona espiritual del Ser Supremo. Durante la actual era
universal de imposibilidad de contacto con la persona del Supremo, el Espíritu
Rector Número Siete actúa en el lugar del Dios de las criaturas ascendentes en
lo que concierne las relaciones personales. Él es el único ser espiritual
elevado que todos los seres ascendentes reconocerán con seguridad, y hasta
cierto punto comprenderán, cuando alcancen los centros de la gloria.
(189.1) 16:3.20 Este Espíritu Rector está siempre
en enlace con los Espíritus Reflexivos de Uversa, la sede central del séptimo
superuniverso, nuestro propio segmento de la creación. Su administración de
Orvonton revela la maravillosa simetría de la combinación coordinada de las
naturalezas divinas del Padre, el Hijo y el Espíritu.
4. Los Atributos
y Funciones de los Espíritus Rectores
(189.2) 16:4.1 Los Siete Espíritus Rectores son la
representación plena del Espíritu Infinito ante los universos evolucionarios.
Ellos representan la Tercera Fuente y Centro en las relaciones de energía,
mente y espíritu. Aunque actúan como jefes coordinadores del control
administrativo universal del Actor Conjunto, no olvidéis que se originaron en
las acciones creadoras de las Deidades del Paraíso. Es literalmente verdad que
estos Siete Espíritus son el poder físico personalizado, la mente cósmica, y la
presencia espiritual de la Deidad triuna, «los Siete Espíritus de Dios enviados
a todo el universo».
(189.3) 16:4.2 Los Espíritus Rectores son
singulares en el sentido de que actúan en todos los niveles universales de la
realidad, a excepción del absoluto. Son, por lo tanto, supervisores eficaces y
perfectos de todas las fases de los asuntos administrativos en todos los
niveles de las actividades superuniversales. Es difícil para la mente mortal
comprender mucho de los Espíritus Rectores porque la tarea de éstos es tan
altamente especializada y sin embargo lo comprende todo, tan excepcionalmente
material y al mismo tiempo tan exquisitamente espiritual. Estos creadores
versátiles de la mente cósmica son los antepasados de los Directores del Poder
Universal y son, ellos mismos, directores supremos de la vasta y extensa
creación de las criaturas espirituales.
(189.4) 16:4.3 Los Siete Espíritus Rectores son
los creadores de los Directores del Poder Universal y de sus asociados,
entidades que son indispensables para la organización, control y regulación de
las energías físicas del gran universo. Estos mismos Espíritus Rectores ayudan
muy materialmente a los Hijos Creadores en la tarea de formar y organizar los
universos locales.
(189.5) 16:4.4 No hemos podido hallar una relación
personal entre la tarea de los Espíritus Rectores en cuanto a la energía
cósmica y las funciones del Absoluto No Cualificado que conciernen la fuerza.
Se dirigen todas las manifestaciones de la energía bajo la jurisdicción de los
Espíritus Rectores desde la periferia del Paraíso; no parecen estar asociadas
de ninguna forma directa con los fenómenos de la fuerza identificados con la
superficie inferior del Paraíso.
(189.6) 16:4.5 Incuestionablemente, cuando nos
encontramos con las actividades funcionales de los distintos Supervisores del
Poder Morontial, nos enfrentamos con algunas de las actividades no reveladas de
los Espíritus Rectores; ¿Quién, aparte de estos antepasados de los
controladores físicos y de los ministros espirituales, podría haber conseguido
combinar de tal modo y asociar las energías materiales y espirituales como para
producir una fase hasta ese momento inexistente de la realidad universal —la
sustancia morontial y la mente morontial?
(189.7) 16:4.6 Mucha de la realidad de los mundos
espirituales es de orden morontial, una fase de la realidad universal
totalmente desconocida en Urantia. La meta de la existencia de la personalidad
es espiritual, pero las creaciones morontiales siempre intervienen, salvando el
obstáculo entre los ámbitos materiales de origen mortal y las esferas
superuniversales de estado espiritual en avance. Es en este ámbito en que los
Espíritus Rectores hacen su contribución más importante al plan de la ascensión
del hombre al Paraíso.
(190.1) 16:4.7 Los Siete Espíritus Rectores tienen
representantes personales que funcionan en todo el gran universo; pero puesto
que una gran mayoría de estos seres subordinados no se ocupan directamente del
esquema ascendente de la progresión mortal en el camino hacia la perfección del
Paraíso, poco o nada se ha revelado sobre ellos. Muchísima de la actividad de
los Siete Espíritus Rectores permanece oculta a la comprensión humana porque
nada tiene que ver directamente con vuestro problema de ascender al Paraíso.
(190.2) 16:4.8 Es altamente probable, aunque no
podemos ofrecer una prueba clara, que el Espíritu Rector de Orvonton ejerce una
influencia decidida sobre las siguientes esferas de actividad:
(190.3) 16:4.9 1. Los procedimientos para la
iniciación de la vida por los Portadores de Vida del universo local.
(190.4) 16:4.10 2. Las activaciones de la vida de los espíritus ayudantes de la mente que el Espíritu Creativo del universo local dona a los mundos.
(190.5) 16:4.11 3. Las fluctuaciones de las manifestaciones de energía exhibidas por las unidades de materia organizada que responden a la gravedad lineal.
(190.6) 16:4.12 4. La conducta de la energía emergente cuando se libera plenamente de la atracción del Absoluto No Cualificado, volviéndose de esta manera reactiva a la influencia directa de la gravedad lineal y a las manipulaciones de los Directores del Poder Universal y de sus asociados.
(190.7) 16:4.13 5. La dotación del espíritu de ministerio de un Espíritu Creativo del universo local, conocido en Urantia como el Espíritu Santo.
(190.8) 16:4.14 6. La dotación subsiguiente del espíritu de los Hijos autootorgados; conocidos en Urantia como el Confortador o el Espíritu de la Verdad.
(190.9) 16:4.15 7. El mecanismo de reflexividad de los universos locales y del superuniverso. Muchas características relacionadas con este fenómeno extraordinario no se pueden explicar razonablemente o comprender racionalmente, sin postular la actividad de los Espíritus Rectores en asociación con el Actor Conjunto y con el Ser Supremo.
(190.4) 16:4.10 2. Las activaciones de la vida de los espíritus ayudantes de la mente que el Espíritu Creativo del universo local dona a los mundos.
(190.5) 16:4.11 3. Las fluctuaciones de las manifestaciones de energía exhibidas por las unidades de materia organizada que responden a la gravedad lineal.
(190.6) 16:4.12 4. La conducta de la energía emergente cuando se libera plenamente de la atracción del Absoluto No Cualificado, volviéndose de esta manera reactiva a la influencia directa de la gravedad lineal y a las manipulaciones de los Directores del Poder Universal y de sus asociados.
(190.7) 16:4.13 5. La dotación del espíritu de ministerio de un Espíritu Creativo del universo local, conocido en Urantia como el Espíritu Santo.
(190.8) 16:4.14 6. La dotación subsiguiente del espíritu de los Hijos autootorgados; conocidos en Urantia como el Confortador o el Espíritu de la Verdad.
(190.9) 16:4.15 7. El mecanismo de reflexividad de los universos locales y del superuniverso. Muchas características relacionadas con este fenómeno extraordinario no se pueden explicar razonablemente o comprender racionalmente, sin postular la actividad de los Espíritus Rectores en asociación con el Actor Conjunto y con el Ser Supremo.
(190.10) 16:4.16 A pesar de que no podamos
comprender adecuadamente la actuación múltiple de los Siete Espíritus Rectores,
estamos seguros de que hay dos ámbitos en la gama enorme de actividades
universales con los cuales ellos no tienen nada que ver: el otorgamiento y el
ministerio de los Ajustadores del Pensamiento y las funciones inescrutables del
Absoluto No Cualificado.
5. La Relación
con las Criaturas
(190.1) 16:5.1 Cada segmento del gran universo,
cada universo y cada mundo, disfruta de los beneficios del asesoramiento y
sabiduría unidas de los Siete Espíritus Rectores, pero recibe la atención y
cuidado personal de uno solo. Mas la naturaleza personal de cada Espíritu
Rector satura enteramente y condiciona en forma singular su propio
superuniverso.
(190.2) 16:5.2 A través de esta influencia
personal de los Siete Espíritus Rectores cada criatura de cada orden de seres
inteligentes, fuera del Paraíso y de Havona, debe llevar la marca
característica de individualidad que indica la naturaleza ancestral de uno de estos
Siete Espíritus Paradisiacos. En lo que se refiere a los siete superuniversos,
cada criatura nativa, hombre o ángel, llevará por siempre esta marca de
identificación natal.
(191.1) 16:5.3 Los Siete Espíritus Rectores no
invaden directamente las mentes materiales de las criaturas de los mundos
evolucionarios del espacio. Los mortales de Urantia no expe rimentan la
presencia personal de la influencia mente-espíritu del Espíritu Rector de
Orvonton. Si este Espíritu Rector obtiene algún tipo de contacto con la mente
mortal individual durante las primitivas edades evolucionarias de un mundo
habitado, esto debe ocurrir a través del ministerio del Espíritu Creativo del
universo local, la consorte y asociada del Hijo Creador de Dios que preside los
destinos de cada creación local. Pero este mismo Espíritu Creativo Materno es,
en su naturaleza y carácter, muy parecido al Espíritu Rector de Orvonton.
(191.2) 16:5.4 La marca física de un Espíritu
Rector es una parte del origen material del hombre. La entera carrera morontial
se vive bajo la influencia continuada de este mismo Espíritu Rector. No es
extraño que la subsiguiente carrera espiritual de dicho mortal ascendente no
desarraigue jamás totalmente la marca característica de este mismo Espíritu
supervisor. La huella de un Espíritu Rector es básica para la existencia misma
de toda etapa pre-Havona de ascensión mortal.
(191.3) 16:5.5 Las tendencias claras de la
personalidad exhibidas en la experiencia vital de los mortales evolucionarios,
que son características de cada superuniverso, y que son expresivas
directamente de la naturaleza del Espíritu Rector dominante, no se borran nunca
completamente, ni siquiera después de que dichos seres ascendentes hayan sido
sometidos a la prolongada capacitación y a la disciplina unificadora que se
encuentran en mil millones de esferas educacionales de Havona. Aun la
subsiguiente cultura intensiva en el Paraíso no alcanza para desarraigar las
marcas del origen superuniversal. A lo largo de toda la eternidad, un mortal
ascendente mostrará rasgos que indican el Espíritu que dirige el superuniverso
de natalidad. Aun en el Cuerpo de la Finalidad, cuando se desea llegar a un
retrato completo de la relación de la Trinidad con la
creación evolucionaria, siempre se congrega un grupo de siete finalistas, uno
de cada superuniverso.
6. La Mente
Cósmica
(191.4) 16:6.1 Los Espíritus Rectores son la
fuente séptuple de la mente cósmica, el potencial intelectual del gran
universo. Esta mente cósmica es una manifestación subabsoluta de la mente de la
Tercera Fuente y Centro, y de ciertas maneras, se relaciona funcionalmente con
la mente del Ser Supremo en evolución.
(191.5) 16:6.2 En un mundo tal como Urantia no
encontramos una influencia directa de los Siete Espíritus Rectores en los
asuntos de las razas humanas. Vivís bajo la influencia inmediata del Espíritu
Creativo de Nebadon. Sin embargo estos mismos Espíritus Rectores dominan las
reacciones básicas de toda mente de criatura porque ellos son las fuentes
auténticas de los potenciales intelectuales y espirituales que han sido
especializados en los universos locales para funcionar en la vida de aquellos
individuos que habitan los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio.
(191.6) 16:6.3 El hecho de la mente cósmica
explica la similitud de varios tipos de mentes humanas y superhumanas. No sólo
hay atracción entre los espíritus semejantes, sino que las mentes semejantes
también son muy fraternales y se inclinan a la cooperación las unas con las
otras. Se han observado algunas mentes humanas que funcionan en canales de
sorprendente similitud y en un acuerdo inexplicable.
(191.7) 16:6.4 En todas las asociaciones de
personalidades de la mente cósmica existe una cualidad que podría denominarse
la «reacción a la realidad». Es esta dotación cósmica universal de las
criaturas volitivas la que las salva de volverse víctimas desvalidas de las
suposiciones a priori implícitas de la ciencia, la filosofía y la la religión.
Esta sensibilidad a la realidad de la mente cósmica responde a ciertas fases de
la realidad del mismo modo en que la materia y la energía responden a la
gravedad. Sería aún más correcto decir que estas realidades supermateriales
responden a la mente del cosmos.
(192.1) 16:6.5 La mente cósmica responde sin falla
(reconoce la respuesta) en tres niveles de la realidad universal. Estas
reacciones son autoevidentes para las mentes de razonamiento claro y
pensamiento profundo. Estos niveles de la realidad son:
(192.2) 16:6.6 1. Causación
— el ámbito de la
realidad de los sentidos físicos, los ámbitos científicos de la uniformidad
lógica, la diferenciación de lo factual y de lo no factual, las conclusiones
reflexivas basadas en la reacción cósmica. Ésta es la forma matemática de la
discriminación cósmica.
(192.3) 16:6.7 2. Deber — el ámbito de la realidad de la moral y del reino filosófico, el campo de la razón, el reconocimiento del bien y del mal relativos. Ésta es la fórmula judicial de la discriminación cósmica.
(192.4) 16:6.8 3. Adoración — el ámbito espiritual de la realidad de la experiencia religiosa, la comprensión personal de la fraternidad divina, el reconocimiento de los valores espirituales, la seguridad de la sobrevivencia eterna, la ascensión del estado de siervos de Dios al de regocijo y libertad de los hijos de Dios. Éste es el discernimiento más elevado de la mente cósmica, la forma reverencial y adoradora de la discriminación cósmica.
(192.3) 16:6.7 2. Deber — el ámbito de la realidad de la moral y del reino filosófico, el campo de la razón, el reconocimiento del bien y del mal relativos. Ésta es la fórmula judicial de la discriminación cósmica.
(192.4) 16:6.8 3. Adoración — el ámbito espiritual de la realidad de la experiencia religiosa, la comprensión personal de la fraternidad divina, el reconocimiento de los valores espirituales, la seguridad de la sobrevivencia eterna, la ascensión del estado de siervos de Dios al de regocijo y libertad de los hijos de Dios. Éste es el discernimiento más elevado de la mente cósmica, la forma reverencial y adoradora de la discriminación cósmica.
(192.5) 16:6.9 Estos discernimientos científicos,
morales y espirituales, estas reacciones cósmicas, son innatas en la mente
cósmica, que dota a todas las criaturas volitivas. La experiencia del vivir no
deja nunca de desarrollar estas tres intuiciones cósmicas; ellas constituyen la
autoconciencia del pensamiento reflexivo. Pero es triste registrar que tan
pocas personas en Urantia se regocijan en cultivar estas cualidades de
pensamiento cósmico valiente e independiente.
(192.6) 16:6.10 En las dotaciones de mente a los
universos locales, estos tres discernimientos de la mente cósmica constituyen
las premisas a priori que posibilitan que el hombre funcione como una
personalidad racional y autoconsciente en los ámbitos de la ciencia, la
filosofía y la religión. Dicho de otra manera, el reconocimiento de la realidad de estas tres manifestaciones del
Infinito es mediante una técnica cósmica de autorrevelación. La materia-energía
se reconocen por la lógica matemática de los sentidos; la menterazón
intuitivamente conoce su deber moral; la fe-espíritu (la adoración) es la
religión de la realidad de la experiencia espiritual. Estos tres factores
básicos en el pensamiento reflexivo pueden unificarse y coordinarse en el
desarrollo de la personalidad, o se pueden volver desproporcionados y
virtualmente no relacionados en sus funciones respectivas. Pero cuando se
unifican, producen un carácter fuerte que consiste en la correlación de una
ciencia factual, una filosofía moral, y una experiencia religiosa genuina. Y
son estas tres intuiciones cósmicas las que prestan validez objetiva, realidad,
a la experiencia humana en y con las cosas, los significados y los valores.
(192.7) 16:6.11 Es propósito de la enseñanza
desarrollar y agudizar estas dotaciones innatas de la mente humana; de la
civilización, expresarlas; de la experiencia de vida, comprenderlas; de la
religión, ennoblecerlas; y de la personalidad, unificarlas.
7. La Moral, la
Virtud y la Personalidad
(192.8) 16:7.1 La inteligencia por sí sola no
puede explicar la naturaleza moral. La moralidad, la virtud, son indígenas a la
personalidad humana. La intuición moral, la comprensión del deber, es un
componente de la dotación mental humana que está asociada con otros elementos
inalienables de la naturaleza humana: la curiosidad científica y el
discernimiento espiritual. La mentalidad del hombre trasciende en mucho la de
sus primos animales, pero es su naturaleza moral y religiosa la que le
distingue del mundo animal.
(193.1) 16:7.2 La respuesta selectiva de un animal
se limita al nivel motor de conducta. El supuesto discernimiento de los
animales más elevados está en un nivel motor y generalmente aparece tan sólo
después de la experiencia motora de prueba y error. El hombre es capaz de
ejercer discernimiento científico, moral y espiritual antes de toda exploración
o experimentación.
(193.2) 16:7.3 Tan sólo una personalidad puede
reconocer lo que hace antes de hacerlo; tan sólo personalidades poseen el
discernimiento antes de la experiencia. Una personalidad puede observar antes
de saltar y por lo tanto puede aprender de la observación así como de la acción
de saltar. Un animal sin personalidad generalmente aprende sólo saltando.
(193.3) 16:7.4 Como resultado de la experiencia,
un animal puede examinar las diferentes formas de conseguir una meta y de
seleccionar un enfoque basado en la experiencia acumulada. Pero una
personalidad también puede examinar la meta misma y juzgar su importancia, su
valor. La inteligencia por sí sola puede discriminar en cuanto a la mejor
manera de conseguir fines indiscriminados, pero un ser moral posee el
discernimiento que le permite discriminar entre los fines, así como también los
medios. Y un ser moral al seleccionar la virtud es sin embargo inteligente. Él
sabe lo que hace, por qué lo hace, adónde está yendo, y cómo llegará allí.
(193.4) 16:7.5 Cuando el hombre no consigue
discriminar los objetivos de sus luchas mortales, se encuentra funcionando en
el nivel animal de la existencia. No ha conseguido aprovechar sus ventajas
superiores de esa agudeza material, discriminación moral, y discernimiento
espiritual que son parte integral de su dotación de mente cósmica como ser
personal.
(193.5) 16:7.6 La virtud es rectitud —conformidad
con el cosmos. Nombrar las virtudes no quiere decir definirlas, pero vivirlas
es conocerlas. La virtud no es mero conocimiento ni aún sabiduría, sino más
bien la realidad de la experiencia progresiva en el logro de los niveles
ascendentes de alcance cósmico. En la vida diaria del hombre mortal, la virtud
se realiza como la elección uniforme del bien sobre el mal, y dicha capacidad
de elección es prueba de la posesión de una naturaleza moral.
(193.6) 16:7.7 La elección del hombre entre el
bien y el mal está influida, no solamente por la agudeza de su naturaleza
moral, sino también por influencias tales como la ignorancia, la inmadurez, y
la ilusión. Un sentido de proporción también tiene parte en el ejercicio de la
virtud porque el mal se puede realizar cuando se elige el menor en vez del
mayor como resultado de la distorsión o del engaño. El arte de una estimación
relativa o de una medida comparativa entra en la práctica de las virtudes del
ámbito moral.
(193.7) 16:7.8 La naturaleza moral del hombre
sería impotente sin el arte de la medición, la discriminación incorporada en su
capacidad de estudiar los significados. Del mismo modo, la elección moral sería
inútil sin el discernimiento cósmico que produce la conciencia de los valores
espirituales. Desde el punto de vista de la inteligencia, el hombre asciende al
nivel de un ser moral porque está dotado de personalidad.
(193.8) 16:7.9 La moralidad nunca se puede
promover ni por ley ni fuerza. Es un asunto personal de libre albedrío que debe
diseminarse mediante el contagio por contacto de las personas moralmente
atrayentes con aquellas que responden menos moralmente, pero que también tienen
en cierta medida el deseo de hacer la voluntad del Padre.
(193.9) 16:7.10 Las acciones morales son aquellas
realizaciones humanas que se caracterizan por la inteligencia más elevada,
dirigidas por una discriminación selectiva en la elección de los fines
superiores, así como también en la selección de los medios morales para
conseguir esos fines. Dicha conducta es virtuosa. La virtud suprema, por lo
tanto, es elegir de todo corazón hacer la voluntad del Padre en los cielos.
8. La
Personalidad Urantiana
(194.1) 16:8.1 El Padre Universal dona
personalidad a las numerosas órdenes de seres a medida que funcionan en los
distintos niveles de la realidad universal. Los seres humanos de Urantia están
dotados de personalidad del tipo finito mortal, funcional en el nivel de los
hijos ascendentes de Dios.
(194.2) 16:8.2 Aunque difícilmente podemos tratar
de definir la personalidad, podemos intentar narrar nuestra comprensión de los
factores conocidos que contribuyen a constituir el conjunto de energías
materiales, mentales y espirituales cuya interasociación constituye el
mecanismo por el cual y en el cual y a través del cual el Padre Universal hace
que funcione la personalidad donada.
(194.3) 16:8.3 La personalidad es una dotación
única de naturaleza original cuya existencia es independiente de la dotación
del Ajustador del Pensamiento y antecedente a la misma. Sin embargo, la
presencia del Ajustador aumenta la manifestación cualitativa de la
personalidad. Los Ajustadores del Pensamiento, cuando provienen del Padre, son
idénticos en su naturaleza, pero la personalidad es distinta, original y
exclusiva; y la manifestación de la personalidad está ulteriormente
condicionada y cualificada por la naturaleza y cualidades de las energías
asociadas de carácter material, mental y espiritual que constituyen el vehículo
orgánico para la manifestación de la personalidad.
(194.4) 16:8.4 Las personalidades pueden
asemejarse, pero no son nunca idénticas. Las personas de una serie, tipo, orden
o modelo original específicos pueden asemejarse unas a otras y efectivamente se
asemejan, pero no son nunca idénticas. La personalidad es esa característica de
un individuo queconocemos, y que nos permite identificar a dicho
ser en algún momento futuro sea cual fuere la naturaleza y grado de los cambios
de forma, mente, o estado espiritual. La personalidad es esa parte de todo
individuo que nos permite reconocer e identificar positivamente a esa persona
como la que hemos conocido anteriormente, aunque haya cambiado mucho debido a
la modificación del vehículo de expresión y manifestación de su personalidad.
(194.5) 16:8.5 La personalidad de la criatura se
distingue por dos fenómenos automanifestantes y característicos de conducta
reactiva mortal: la autoconciencia y el relativo libre albedrío asociado.
(194.6) 16:8.6 La autoconciencia consiste en la
conciencia intelectual de la realidad de la personalidad; incluye la habilidad
de reconocer la realidad de otras personalidades. Indica la capacidad para
experiencia individualizada en las realidades cósmicas y con ellas,
equivalentes al logro del estado de identidad en las relaciones de la personalidad
en el universo. La autoconciencia connota el reconocimiento de la realidad de
la ministración de la mente y la comprensión de la independencia relativa del
libre albedrío creador y determinador.
(194.7) 16:8.7 El relativo libre albedrío que
caracteriza la autoconciencia de la personalidad humana se ocupa de:
(194.8) 16:8.8 1. Decisión moral, sabiduría
superior.
(194.9) 16:8.9 2. Elección espiritual, discernimiento de la verdad.
(194.10) 16:8.10 3. Amor altruista, servicio de hermandad.
(194.11) 16:8.11 4. Cooperación con propósito, lealtad de grupo.
(194.12) 16:8.12 5. Discernimiento cósmico, la comprensión de los significados universales.
(194.13) 16:8.13 6. Dedicación de la personalidad, devoción incondicional a hacer la voluntad del Padre.
(195.1) 16:8.14 7. Adoración, la búsqueda sincera de los valores divinos y el amor de todo corazón del Dador divino de valores.
(194.9) 16:8.9 2. Elección espiritual, discernimiento de la verdad.
(194.10) 16:8.10 3. Amor altruista, servicio de hermandad.
(194.11) 16:8.11 4. Cooperación con propósito, lealtad de grupo.
(194.12) 16:8.12 5. Discernimiento cósmico, la comprensión de los significados universales.
(194.13) 16:8.13 6. Dedicación de la personalidad, devoción incondicional a hacer la voluntad del Padre.
(195.1) 16:8.14 7. Adoración, la búsqueda sincera de los valores divinos y el amor de todo corazón del Dador divino de valores.
(195.2) 16:8.15 El tipo urantiano de personalidad
humana puede ser considerado como funcionando en un mecanismo físico que
consiste en la modificación planetaria del tipo nebadónico del organismo, que
pertenece a la orden electroquímica de activación de la vida y está dotado de
la orden nebadónica de la serie de mente cósmica orvontónica del modelo
original de reproducción. La dotación del don divino de la personalidad en tal
mecanismo mortal dotado de mente confiere la dignidad de la ciudadanía cósmica
y permite que dicha criatura mortal se torne reactiva al reconocimiento
constitutivo de las tres realidades mentales básicas del cosmos:
(195.3) 16:8.16 1. El reconocimiento matemático o
lógico de la uniformidad de la causación física.
(195.4) 16:8.17 2. El reconocimiento razonado de la obligación de la conducta moral.
(195.5) 16:8.18 3. La comprensión por la fe de la adoración fraternal de la Deidad, asociada con el servicio amante a la humanidad.
(195.4) 16:8.17 2. El reconocimiento razonado de la obligación de la conducta moral.
(195.5) 16:8.18 3. La comprensión por la fe de la adoración fraternal de la Deidad, asociada con el servicio amante a la humanidad.
(195.6) 16:8.19 La plena función de dicha dotación
de la personalidad es la comprensión inicial del parentesco con la Deidad.
Dicho yo, morado por un fragmento prepersonal de Dios el Padre, es en efecto y
de hecho un hijo espiritual de Dios. Dicha criatura no sólo revela la capacidad
de recibir el don de la presencia divina sino que también exhibe la respuesta
reactiva al circuito de la gravedad de personalidad del Padre Paradisiaco de
todas las personalidades.
9. La Realidad
de la Conciencia Humana
(195.7) 16:9.1 La criatura personal dotada de
mente cósmica, morada por el Ajustador, posee habilidad innata para reconocer y
comprender la realidad de la energía, la realidad mental, y la realidad espiritual.
La criatura volitiva está por lo tanto equipada para discernir el hecho, la
ley, y el amor de Dios. Aparte de estas tres prerrogativas inalienables de la
conciencia humana, toda experiencia humana es en realidad subjetiva, excepto
que la comprensión intuitiva de la validez se asocia a la unificación de estas tres respuestas de realidad
universal de reconocimiento cósmico.
(195.8) 16:9.2 El mortal que discierne a Dios es
capaz de sentir el valor de unificación de estas tres cualidades cósmicas en la
evolución del alma sobreviviente, la empresa suprema del hombre en el
tabernáculo físico en el que la mente moral colabora con el espíritu divino
residente para dualizar el alma inmortal. Desde sus comienzos más tempranos el
alma es real; tiene cualidades cósmicas de
sobrevivencia.
(195.9) 16:9.3 Si el hombre mortal no sobrevive la
muerte natural, los verdaderos valores espirituales de su experiencia humana
sobreviven como porción de la experiencia continuada del Ajustador del
Pensamiento. Los valores de la personalidad de ese ser no sobreviviente
persisten como factores en la personalidad del Ser Supremo en actualización.
Estas cualidades persistentes de la personalidad están privadas de identidad,
pero no de los valores experienciales acumulados durante la vida mortal en la
carne. La sobrevivencia de la identidad depende de la sobrevivencia del alma
in-mortal de estado morontial y de valor divino en constante aumento. La
identidad de la personalidad sobrevive mediante la sobrevivencia del alma y en
ella.
(195.10) 16:9.4 La autoconciencia humana implica el
reconocimiento de la realidad de los yo distintos del yo consciente e implica
ulteriormente que dicho reconocimiento es mutuo; que el yo sea conocido tal
como él conoce. Esto se ilustra en una forma puramente humana en la vida social
del hombre. Pero no puedes estar tan absolutamente seguro de la realidad de
otro ser como lo puedes estar de la realidad de la presencia de Dios que vive
dentro de ti. La conciencia social no es inalienable como la conciencia de Dios;
es un desarrollo cultural y depende del conocimiento, de los símbolos y de las
contribuciones y de las dotes constitutivas del hombre: ciencia, moralidad y
religión. Esos dones cósmicos, socializados, constituyen la civilización.
(196.1) 16:9.5 Las civilizaciones no son estables,
porque no son cósmicas; no son innatas en los individuos de las razas. Deben
ser alimentadas por las contribuciones combinadas de los factores constitutivos
del hombre —ciencia, moralidad y religión. Las civilizaciones aparecen y
desaparecen, pero la ciencia, la moralidad y la religión siempre sobreviven la
destrucción.
(196.2) 16:9.6 Jesús no sólo reveló Dios al
hombre, sino que también hizo una nueva revelación del hombre a sí mismo y a
los otros hombres. En la vida de Jesús vosotros veis al hombre en su mejor
aspecto. El hombre se vuelve así tan hermosamente real, porque Jesús tenía
tanto de Dios en su vida, y la comprensión (reconocimiento) de Dios es
inalienable y constitutiva en todos los hombres.
(196.3) 16:9.7 El altruismo, aparte del instinto
paterno, no es totalmente natural; el prójimo no se ama naturalmente ni si se
lo sirve socialmente. Se requiere el discernimiento de la razón, la moralidad y
el impulso de la religión, el conocimiento de Dios, para generar un orden
social altruista y sin egoísmo. La conciencia de la propia personalidad del
hombre, la autoconciencia, es también directamente dependiente de este mismo
hecho de la conciencia innata de otros, esta habilidad innata para reconocer y
comprender la realidad de otras personalidades, desde lo humano hasta lo
divino.
(196.4) 16:9.8 La conciencia social altruista debe
ser, de base, una conciencia religiosa si ha de ser objetiva; si no lo es, es
una abstracción filosófica puramente subjetiva y por lo tanto carente de amor.
Sólo el individuo que conoce a Dios puede amar a otra persona como se ama a sí
mismo.
(196.5) 16:9.9 La autoconciencia es en esencia
conciencia comunal: Dios y el hombre, Padre e hijo, Creador y criatura. En la
autoconciencia humana existen cuatro comprensiones latentes e inherentes de la
realidad universal:
(196.6) 16:9.10 1. La búsqueda del conocimiento, la
lógica de la ciencia.
(196.7) 16:9.11 2. La búsqueda de los valores morales, el sentido del deber.
(196.8) 16:9.12 3. La búsqueda de los valores espirituales, la experiencia religiosa.
(196.9) 16:9.13 4. La búsqueda de los valores de la personalidad, la habilidad de reconocer la realidad de Dios como personalidad y la comprensión paralela de nuestra relación fraternal con las demás personalidades.
(196.7) 16:9.11 2. La búsqueda de los valores morales, el sentido del deber.
(196.8) 16:9.12 3. La búsqueda de los valores espirituales, la experiencia religiosa.
(196.9) 16:9.13 4. La búsqueda de los valores de la personalidad, la habilidad de reconocer la realidad de Dios como personalidad y la comprensión paralela de nuestra relación fraternal con las demás personalidades.
(196.10) 16:9.14 Tomáis conciencia del hombre como
vuestro hermano-criatura porque ya estáis conscientes de Dios como vuestro
Padre Creador. La paternidad es la relación de la cual deducimos el
reconocimiento de la hermandad. La paternidad se vuelve, o puede volverse una
realidad universal para todas las criaturas morales porque el Padre mismo ha
dotado de personalidad a todos aquellos seres y los ha incluido en su circuito,
dentro de la atracción del circuito universal de personalidad. Adoramos a Dios,
primero, porque él es, luego, porque él
está en nosotros, y
por último, porque nosotros estamos en él.
(196.11) 16:9.15 ¿Es acaso extraño que la mente
cósmica esté autoconscientemente consciente de su propia fuente, la mente
infinita del Espíritu Infinito, y, al mismo tiempo, esté consciente de la
realidad física de los vastos universos, de la realidad espiritual del Hijo
Eterno, y de la realidad de la personalidad del Padre Universal?
(196.12) 16:9.16 [Auspiciado por un Censor Universal proveniente de Uversa.]
Los Siete Grupos
de Espíritus Supremos
(197.1) 17:0.1 LOS siete grupos de Espíritus Supremos son los directores universales coordinativos de la administración de siete segmentos del gran universo. Aunque todos se clasifican funcionalmente dentro de la familia del Espíritu Infinito, los tres grupos siguientes se clasifican generalmente como hijos de la Trinidad del Paraíso:
(197.2) 17:0.2 1. Los Siete Espíritus Rectores.
(197.3) 17:0.3 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(197.4) 17:0.4 3. Los Espíritus Reflexivos.
(197.3) 17:0.3 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(197.4) 17:0.4 3. Los Espíritus Reflexivos.
(197.5) 17:0.5 Los cuatro grupos restantes se
traen a la existencia por la acción creadora del Espíritu Infinito o por sus
asociados que tienen prerrogativas creativas:
(197.6) 17:0.6 4. Los Auxiliares Reflexivos de
Imagen.
(197.7) 17:0.7 5. Los Siete Espíritus de los Circuitos.
(197.8) 17:0.8 6. Los Espíritus Creativos del Universo Local.
(197.9) 17:0.9 7. Los Espíritus Ayudantes de la Mente.
(197.7) 17:0.7 5. Los Siete Espíritus de los Circuitos.
(197.8) 17:0.8 6. Los Espíritus Creativos del Universo Local.
(197.9) 17:0.9 7. Los Espíritus Ayudantes de la Mente.
(197.10) 17:0.10 Estas siete órdenes se conocen en
Uversa como los siete grupos de Espíritus Supremos. Su ámbito funcional se
extiende desde la presencia personal de los Siete Espíritus Rectores en la
periferia de la Isla eterna a través de los siete satélites paradisiacos del
Espíritu, los circuitos de Havona, los gobiernos de los superuniversos, y la
administración y supervisión de los universos locales, aun hasta los servicios
más bajos de los ayudantes concedidos a los reinos de mente evolucionaria en
los mundos del tiempo y del espacio.
(197.11) 17:0.11 Los Siete Espíritus Rectores son
los directores coordinativos de este vasto dominio administrativo. En algunos
asuntos pertenecientes a la reglamentación administrativa del poder físico
organizado, la energía mental, y el ministerio impersonal del espíritu, actúan
personal y directamente, mientras que en otros funcionan a través de sus
múltiples asociados. En todos los asuntos de naturaleza ejecutiva, dictámenes,
reglamentaciones, ajustes y decisiones administrativas, los Espíritus Rectores
actúan en las personas de los Siete Ejecutivos Supremos. En el universo
central, los Espíritus Rectores pueden funcionar a través de los Siete
Espíritus de los Circuitos de Havona; en las sedes de gobierno de los siete
superuniversos se revelan mediante el canal de los Espíritus Reflexivos y
actúan a través de las personas de los Ancianos de los Días, con quienes están
en comunicación personal a través de los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(197.12) 17:0.12 Los Siete Espíritus Rectores no se
ponen en contacto directa y personalmente con la administración universal por
debajo del nivel de los tribunales de los Ancianos de los Días. Vuestro
universo local es administrado como parte de nuestro superuniverso por el
Espíritu Rector de Orvonton, pero su función, en relación con los seres nativos
de Nebadon, es inmediatamente descargada y personalmente dirigida por el
Espíritu Materno Creativo residente en Salvington, la sede central de vuestro
universo local.
1. Los Siete
Ejecutivos Supremos
(198.1) 17:1.1 La sede ejecutiva central de los
Espíritus Rectores ocupa los siete satélites paradisiacos del Espíritu
Infinito, que giran alrededor de la Isla central, entre las esferas
resplandecientes del Hijo Eterno y el circuito más interior de Havona. Estas
esferas ejecutivas están bajo la dirección de los Ejecutivos Supremos, un grupo
de siete seres que fueron trinidizados por el Padre, el Hijo y el Espíritu, de
acuerdo con las especificaciones de los Siete Espíritus Rectores para producir
un tipo de seres funcionalmente adecuados como sus representantes universales.
(198.2) 17:1.2 Los Espíritus Rectores se mantienen
en contacto con las diversas divisiones de los gobiernos superuniversales a
través de estos Ejecutivos Supremos. Son ellos quienes determinan en gran
medida las tendencias constitutivas básicas de los siete superuniversos. Son
uniforme y divinamente perfectos, pero también poseen diversidad de
personalidades. No cuentan con un jefe fijo; sino que cada vez que se reúnen,
seleccionan a uno de entre ellos para que presida ese concilio específico.
Periódicamente viajan al Paraíso para sentarse en concilio con los Siete
Espíritus Rectores.
(198.3) 17:1.3 Los Siete Ejecutivos Supremos
funcionan como coordinadores administrativos del gran universo; se los podría
denominar la junta de directores ejecutivos de la creación post-Havona. No se
ocupan de los asuntos internos del Paraíso, y dirigen sus esferas limitadas de
actividad en Havona a través de los Siete Espíritus de los Circuitos. Por lo
demás, el alcance de su supervisión conoce pocos límites; se encargan de la dirección
de las cosas físicas, intelectuales y espirituales; todo lo ven, todo lo oyen,
todo lo sienten, incluso todo lo saben respecto de lo que ocurre en los siete
superuniversos y en Havona.
(198.4) 17:1.4 Estos Ejecutivos Supremos no
originan normas ni modifican los procedimientos universales; se ocupan de la
ejecución de los planes de divinidad, promulgados por los Siete Espíritus
Rectores. Tampoco interfieren con el gobierno de los Ancianos de los Días en
los superuniversos, ni con la soberanía de los Hijos Creadores en los universos
locales. Son ejecutivos coordinativos cuya función consiste en dar cumplimiento
a las directivas combinadas de todos los soberanos debidamente nombrados del
gran universo.
(198.5) 17:1.5 Cada uno de los ejecutivos, con las
instalaciones de su esfera, se dedica a la administración eficaz de un solo
superuniverso. El Ejecutivo Supremo Número Uno, que funciona en la esfera
ejecutiva número uno, está totalmente dedicado a los asuntos del superuniverso
número uno, y así sucesivamente hasta el Ejecutivo Supremo Número Siete, que
opera en el séptimo satélite paradisiaco del Espíritu y que dedica sus energías
a la administración del séptimo superuniverso. El nombre de la séptima esfera
es Orvonton, porque los satélites del Paraíso tienen la misma denominación que
los superuniversos con los cuales se relacionan; en efecto, los superuniversos
llevan su nombre.
(198.6) 17:1.6 En la esfera ejecutiva del séptimo
superuniverso, el personal encargado de mantener en orden los asuntos de Orvonton
se cuenta en números que exceden la comprensión humana y abarca prácticamente
todas las órdenes de la inteligencia celestial. Todos los servicios de despacho
de personalidades (excepto los Espíritus Trinitarios Inspirados y los
Ajustadores del Pensamiento) atraviesan uno de estos mundos ejecutivos en sus
viajes universales del Paraíso y a su regreso al mismo, y aquí se mantienen los
registros centrales para todas las personalidades creadas por la Tercera Fuente
y Centro que actúan en los superuniversos. El sistema de archivos materiales,
morontiales y espirituales en uno de estos mundos ejecutivos del Espíritu
asombra incluso a un ser de mi orden.
(199.1) 17:1.7 Los subordinados inmediatos de los
Ejecutivos Supremos consisten principalmente en los hijos trinidizados de las
personalidades del Paraíso-Havona y la progenie trinidizada de los mortales
glorificados que se han graduado de la capacitación larguísima de esquema
ascendente del tiempo y el espacio. El jefe del Concilio Supremo del Cuerpo de
la Finalidad del Paraíso es quien asigna a estos hijos trinidizados al servicio
de los Ejecutivos Supremos.
(199.2) 17:1.8 Cada Ejecutivo Supremo tiene dos
gabinetes asesores: Los hijos del Espíritu Infinito en la sede central de cada
superuniverso eligen representantes de sus filas para servir durante un milenio
en el gabinete asesor primario de su Ejecutivo Supremo. Para todos los asuntos
que afectan a los mortales ascendentes del tiempo, existe un gabinete
secundario compuesto de mortales que han alcanzado el Paraíso y de hijos
trinidizados de mortales glorificados; este cuerpo es elegido por los seres que
se perfeccionan y ascienden, y que moran transitoriamente en las siete sedes
centrales de los siete superuniversos. Los Ejecutivos Supremos nombran a todos
los demás jefes de asuntos.
(199.3) 17:1.9 De vez en cuando tienen lugar
grandes cónclaves en estos satélites paradisiacos del Espíritu. Los hijos
trinidizados que se asignan a estos mundos, juntamente con los ascendentes que
han alcanzado el Paraíso, se congregan con las personalidades espirituales de
la Tercera Fuente y Centro para recordar las luchas y los triunfos de la
carrera ascendente. Los Ejecutivos Supremos siempre presiden estas reuniones
fraternales.
(199.4) 17:1.10 Una vez en cada milenio del Paraíso,
los Siete Ejecutivos Supremos dejan vacantes sus asientos de autoridad y van al
Paraíso, donde celebran su cónclave milenario de salutación y augurios
universales para las huestes inteligentes de la creación. Esta ocasión
pletórica tiene lugar en la presencia inmediata de Majeston, el jefe de todos
los grupos espirituales reflexivos. Así pueden ellos comunicarse
simultáneamente con todos sus asociados en el gran universo a través de la
singular función de la reflexividad universal.
2. Majeston — El
Jefe de Reflexividad
(199.5) 17:2.1 Los Espíritus Reflexivos tienen
origen divino en la Trinidad. Existen cincuenta de estos seres singulares y un
tanto misteriosos. Estas personalidades extraordinarias fueron creadas en
grupos de siete a la vez, y cada uno de tales episodios creadores fue realizado
mediante el enlace de la Trinidad del Paraíso con uno de los Siete Espíritus
Rectores.
(199.6) 17:2.2 Esta transacción pletórica, que
ocurriera en los albores del tiempo, representa el primer esfuerzo de las Personalidades
Creadoras Supremas, en las personas de los Espíritus Rectores, para actuar como
cocreadores con la Trinidad del Paraíso. Esta unión del poder creativo de los
Creadores Supremos con los potenciales creativos de la Trinidad es la fuente
misma de la actualidad del Ser Supremo. Por lo tanto, cuando el ciclo de
creación reflexiva cumplió su curso, cuando cada uno de los siete Espíritus
Rectores halló una sincronía creadora perfecta con la Trinidad del Paraíso,
cuando el Espíritu Reflexivo número cuarenta y nueve fue personalizado, una
nueva y extensa reacción ocurrió en el Absoluto de Deidad y ésta impartió
nuevas prerrogativas de personalidad al Ser Supremo y culminó en la
personalización de Majeston, el jefe de la reflexividad y centro en el Paraíso de
todo el trabajo de los cuarenta y nueve Espíritus Reflexivos y de sus asociados
en todo el universo de los universos.
(200.1) 17:2.3 Majeston es una persona auténtica,
el centro personal e infalible de los fenómenos de reflexividad en los siete
superuniversos del tiempo y del espacio. Él mantiene su sede central permanente
en el Paraíso cerca del centro de todas las cosas, en el punto de encuentro de
los Siete Espíritus Rectores. Se ocupa exclusivamente de la coordinación y
mantenimiento del servicio de reflexividad de la vasta creación; no está
involucrado de otras maneras en la administración de los asuntos universales.
(200.2) 17:2.4 Majeston no se ha incluido en
nuestro catálogo de personalidades del Paraíso porque es la única personalidad
existente de divinidad creada por el Ser Supremo en enlace funcional con el
Absoluto de Deidad. Es una persona, pero se ocupa exclusiva y, por lo visto,
automáticamente de esta fase única de la economía universal; que ahora no
funciona en ninguna capacidad personal con relación a otras órdenes (no
reflexivas) de personalidades del universo.
(200.3) 17:2.5 La creación de Majeston señaló la
primera acción creadora suprema del Ser Supremo. Esta voluntad de acción fue
volitiva en el Ser Supremo, pero la reacción estupenda del Absoluto de Deidad
no se conocía de antemano. Desde la aparición de Havona en la eternidad, el
universo no había presenciado tan extraordinaria actualización de una
alineación tan gigantesca y vasta de poder y coordinación de actividades
espirituales funcionales. La respuesta de la Deidad a las voluntades creadoras
del Ser Supremo y de sus asociados fue mucho más allá de su propósito
intencional y excedió grandemente sus pronósticos conceptuales.
(200.4) 17:2.6 Nos sobrecoge la posibilidad de lo
que las edades futuras, en las que el Supremo y el Último puedan alcanzar
nuevos niveles de divinidad y ascender a nuevos dominios de la función de la
personalidad, puedan presenciar en los reinos de la deidización, aun otros
seres más inesperados e inimaginados, que poseyeran poderes inimaginables de
coordinación universal enaltecida. Parecería que no hubiese límite al potencial
de respuesta del Absoluto de Deidad ante tal unificación de relaciones entre la
Deidad experiencial y la Trinidad existencial del Paraíso.
3. Los Espíritus
Reflexivos
(200.5) 17:3.1 Los cuarenta y nueve Espíritus
Reflexivos se originan en la Trinidad, pero cada uno de los siete episodios de
creación que determinaron su aparición produjo un tipo de ser semejante en su
naturaleza a las características del Espíritu Rector coancestral. Por lo tanto
ellos reflejan de variadas maneras la naturaleza y carácter de las siete
combinaciones posibles de la asociación de las características de divinidad del
Padre Universal, el Hijo Eterno, y el Espíritu Infinito. Por esta razón es
necesario contar con siete de estos Espíritus Reflexivos en las sedes centrales
de cada superuniverso. Se requiere la presencia de un representante de cada uno
de los siete tipos para alcanzar un reflejo perfecto de todas las fases de cada
manifestación posible de las tres Deidades del Paraíso, a medida que dichos
fenómenos pueden ocurrir en cualquier parte de los siete superuniversos. Por lo
tanto, uno de cada tipo fue asignado al servicio de cada uno de los
superuniversos. Estos grupos de siete Espíritus Reflexivos desemejantes
mantienen sus sedes centrales en las capitales de los superuniversos en el
centro reflexivo de cada reino, y éste no es idéntico al centro de polaridad
espiritual.
(200.6) 17:3.2 Los Espíritus Reflexivos tienen
nombres, pero estas designaciones no son reveladas a los mundos del espacio.
Pertenecen a la naturaleza y carácter de estos seres y son parte de uno de los
siete misterios universales de las esferas secretas del Paraíso.
(201.1) 17:3.3 El atributo de la reflexividad, el
fenómeno de los niveles mentales del Actor Con-junto, el Ser Supremo, y los
Espíritus Rectores, es transmisible a todos los seres que se ocupan de la
operación de este vasto esquema de inteligencia universal. Y he aquí un gran misterio:
Ni a los Espíritus Rectores ni a las Deidades del Paraíso, singularmente o
colectivamente, se les ven estos poderes de reflexividad universal coordinada
tales como se manifiestan en estas cuarenta y nueve personalidades de enlace de
Majeston, y sin embargo ellos son los creadores de todos estos seres
maravillosamente dotados. La herencia divina a veces revela en la criatura
ciertos atributos que no se disciernen en el Creador.
(201.2) 17:3.4 El personal del servicio de
reflexividad, a excepción de Majeston y de los Espíritus Reflexivos, está
constituido exclusivamente por criaturas del Espíritu Infinito y de sus
asociados y subordinados inmediatos. Los Espíritus Reflexivos de cada
superuniverso son los Creadores de sus Auxiliares Reflexivos de Imagen, sus
voces personales ante las cortes de los Ancianos de los Días.
(201.3) 17:3.5 Los Espíritus Reflexivos no son
meramente agentes de transmisión; también son personalidades retentivas. Su
progenie, los seconafines, también son personalidades retentivas o las de
registro. Todo lo que tenga verdadero valor espiritual se registra en
duplicado, y se preserva una impresión en el equipo personal de uno de los
miembros de una de las numerosas órdenes de personalidades secoráficas que
pertenecen al vasto personal de los Espíritus Reflexivos.
(201.4) 17:3.6 Los registros formales de los
universos son transmitidos a través de los registradores angélicos y por ellos,
pero los auténticos registros espirituales se acumulan por reflexividad y se
preservan en la mente de personalidades adecuadas y adaptadas que pertenecen a
la familia del Espíritu Infinito. Estos son los registros vivientes en contraste con los registros
formales y muertos del universo, y se preservan
perfectamente en la mente viviente de las personalidades de registro del
Espíritu Infinito.
(201.5) 17:3.7 La organización de la reflexividad
es también el mecanismo de recolección de noticias y de diseminación de
decretos de toda la creación. Está en operación constante, en contraste con los
funcionamientos periódicos de los diversos servicios de transmisión.
(201.6) 17:3.8 Todo lo que sea de importancia en
una sede central de un universo local es reflejado inherentemente a la capital
de su superuniverso. Y viceversa, todo lo que tenga significación en el universo
local es reflejado hacia afuera a las capitales del universo local desde la
sede central de su superuniverso. El servicio de reflexividad de los universos
del tiempo hacia arriba a los superuniversos es aparentemente automático o
autooperante, pero en realidad no lo es. Es todo muy personal e inteligente; su
precisión depende de la perfección de cooperación de las personalidades y por
lo tanto difícilmente puede ser atribuida a las presenciaactuaciones
impersonales de los Absolutos.
(201.7) 17:3.9 Aunque los Ajustadores del
Pensamiento no participan en la operación del sistema universal de
reflexividad, tenemos motivos para creer que todos los fragmentos del Padre
conocen plenamente estas transacciones y son capaces de recurrir a este
mecanismo para obtener información.
(201.8) 17:3.10 Durante la actual época universal
el alcance espacial del servicio de reflexividad fuera del Paraíso parece estar
limitado por la periferia de los siete superuniversos. Por otra parte, la
función de este servicio aparentemente es independiente del tiempo y del
espacio. Parece ser independiente de todos los circuitos universales
subabsolutos conocidos.
(201.9) 17:3.11 En la sede central de cada
superuniverso la organización reflexiva actúa como unidad segregada; pero en
ciertas ocasiones especiales, bajo la dirección de Majeston, los siete pueden
actuar al unísono universal, y así lo hacen, tal como ante el jubileo
ocasionado por el establecimiento de un entero universo local en luz y vida y
al tiempo de las salutaciones milenarias de los Siete Ejecutivos Supremos.
4. Los
Auxiliares Reflexivos de Imagen
(202.1) 17:4.1 Los cuarenta y nueve Auxiliares
Reflexivos de Imagen fueron creados por los Espíritus Reflexivos, y existen tan
sólo siete Auxiliares en la sede central de cada superuniverso. La primera
acción creadora de los siete Espíritus Reflexivos de Uversa fue la producción
de sus siete Auxiliares de Imagen, creando cada Espíritu Reflexivo su propio
Auxiliar. Los Auxiliares de Imagen son, en ciertos atributos y características,
reproducciones perfectas de sus Espíritus Reflexivos Maternos; son virtualmente
duplicaciones, menos el atributo de la reflexividad. Son verdaderas imágenes y
funcionan constantemente como canal de comunicación entre los Espíritus
Reflexivos y las autoridades superuniversales. Los Auxiliares de Imagen no son
simplemente asistentes; son representaciones auténticas de sus respectivos
Espíritus ancestrales; ellos son imágenes, tal como su nombre lo indica.
(202.2) 17:4.2 Los Espíritus Reflexivos mismos son
personalidades auténticas, pero de una orden que es incomprensible para los
seres materiales. Aun en una esfera sede central de superuniverso ellos
requieren la asistencia de sus Auxiliares de Imagen en toda relación personal
con los Ancianos de los Días y sus asociados. En los contactos entre los
Auxiliares de Imagenes y los Ancianos de los Días, a veces un Auxiliar funciona
aceptablemente, mientras que en otras ocasiones se requieren dos, tres, cuatro,
o aun los siete para la presentación plena y apropiada de la comunicación
confiada a su transmisión. Del mismo modo, uno, dos, o los tres Ancianos de los
Días podrían recibir los mensajes de los Auxiliares de Imagen, según lo
requiera el contenido de la comunicación.
(202.3) 17:4.3 Los Auxiliares de Imagen sirven por
siempre junto a sus Espíritus ancestrales, y tienen a su disposición una hueste
increíble de seconafines ayudantes. Los Auxiliares de Imagen no funcionan
directamente en relación con los mundos de capacitación de los mortales ascendentes.
Ellos están estrechamente asociados con el servicio de información del esquema
universal de la progresión mortal, pero vosotros no entraréis en contacto
personal con ellos cuando moréis en las escuelas de Uversa, porque estos seres
aparentemente personales no poseen voluntad; no ejercen la facultad de
elección. Ellos son auténticas imágenes, totalmente reflexivas de la
personalidad y mente del Espíritu específico ancestral. Como clase, los
mortales ascendentes no entran en contacto íntimo con la reflexividad. Siempre
habrá algún ser de naturaleza reflexiva entre vosotros y la operación misma del
servicio.
5. Los Siete
Espíritus de los Circuitos
(202.4) 17:5.1 Los Siete Espíritus de los
Circuitos de Havona son la representación impersonal conjunta del Espíritu
Infinito y de los Siete Espíritus Rectores ante los siete circuitos del
universo central. Son los servidores de los Espíritus Rectores, cuyos vástagos
colectivos ellos son. Los Espíritus Rectores proveen una individualidad
administrativa diversificada y claramente definida en los siete superuniversos.
A través de estos Espíritus uniformes de los Circuitos de Havona, consiguen
proveer una supervisión espiritual unificada, uniforme y coordenada para el
universo central.
(202.5) 17:5.2 Los Siete Espíritus de los
Circuitos están limitados cada uno de ellos a penetrar un solo circuito de
Havona. No se ocupan directamente de los regímenes de los Eternos de los Días,
los gobernantes de los mundos individuales de Havona. Pero están en enlace con
los Siete Ejecutivos Supremos, y se sincronizan con la presencia en el universo
central del Ser Supremo. Su trabajo se limita exclusivamente a Havona.
(203.1) 17:5.3 Estos Espíritus de los Circuitos se
ponen en contacto con aquellos que pasan una temporada en Havona a través de
sus vástagos personales, los supernafines terciarios. Aunque los Espíritus de
Circuito son coexistentes con los Siete Espíritus Rectores, su función en la
creación de los supernafines terciarios no obtuvieron mayor importancia hasta
la llegada de los primeros peregrinos del tiempo al circuito exterior de Havona
en los días de Grandfanda.
(203.2) 17:5.4 A medida que avanzáis circuito tras
circuito en Havona, aprenderéis acerca de los Espíritus de los Circuitos, pero
no podréis comunicar personalmente con ellos, aunque podéis disfrutar
personalmente de su influencia espiritual y reconocer su presencia impersonal.
(203.3) 17:5.5 Los Espíritus de Circuitos están
relacionados con los habitantes nativos de Havona de una manera semejante a la
relación de los Ajustadores del Pensamiento con las criaturas mortales que
habitan los mundos de los universos evolucionarios. Como los Ajustadores del
Pensamiento, los Espíritus del Circuito son impersonales, y comulgan con las
mentes perfectas de los seres de Havona de una manera semejante a la forma en
que los espíritus impersonales del Padre universal moran las mentes finitas de
los hombres mortales. Pero los Espíritus de los Circuitos no se vuelven jamás
una parte permanente de las personalidades de Havona.
6. Los Espíritus
Creativos del Universo Local
(203.4) 17:6.1 Mucho de lo que se refiere a la
naturaleza y función de los Espíritus Creativos del universo local pertenece
más correctamente a la narrativa de su asociación con los Hijos Creadores en la
organización y gestión de las creaciones locales; pero existen muchos rasgos de
las experiencias pre-universo local de estos seres maravillosos que se pueden
narrar como parte de esta disertación sobre los siete grupos de Espíritus
Supremos.
(203.5) 17:6.2 Conocemos seis fases de la carrera
del Espíritu Materno de un universo local, y mucho especulamos sobre la
probabilidad de una séptima etapa de actividad. Estas diferentes fases de
existencia son:
(203.6) 17:6.3 1. Diferenciación
inicial en el Paraíso. Cuando
un Hijo Creador es personalizado por la acción conjunta del Padre Universal y
del Hijo Eterno, ocurre simultáneamente en la persona del Espíritu Infinito lo
que se conoce como la «reacción suprema de complemento». No comprendemos la
naturaleza de esta reacción, pero comprendemos que designa una modificación
inherente en aquellas posibilidades personalizables que están comprendidas
dentro del potencial creador del Creador Conjunto. El nacimiento de un Hijo
Creador coordinado señala el nacimiento dentro de la persona del Espíritu
Infinito del potencial de creación de una consorte futura en el universo local
de este Hijo del Paraíso. No conocemos esta nueva identificación prepersonal de
entidad, pero sabemos que este hecho se encuentra en los registros en el Paraíso
concernientes a la carrera de dicho Hijo Creador.
(203.7) 17:6.4 2. Capacitación
preliminar en las facultades de los Creadores. Durante el prolongado período de
capacitación preliminar de un Hijo Micael para la organización y administración
de los universos, su futura consorte desarrolla ulteriormente la entidad y se
torna consciente del destino de grupo. No lo sabemos de hecho, pero sospechamos
que dicha entidad consciente de grupo se torna consciente del espacio y
comienza esa capacitación preliminar que es requisito para la adquisición de
pericia espiritual en su tarea futura de colaboración con el Micael
complementario en la creación y administración del universo.
(204.1) 17:6.5 3. La
etapa de creación física. En
el momento en que el Hijo Eterno encarga a un Hijo Micael la tarea de creación,
el Espíritu Rector que dirige el superuniverso al cual está destinado este
nuevo Hijo Creador expresa la «oración de identificación» en presencia del
Espíritu Infinito; y por primera vez, la identidad del futuro Espíritu Creativo
aparece como diferenciada de la persona del Espíritu Infinito. Y procediendo
directamente hacia la persona del Espíritu Rector solicitante, esta entidad se
pierde inmediatamente en nuestro reconocimiento, tornándose aparentemente parte
de la persona de ese Espíritu Rector. El Espíritu Creativo recién identificado
permanece con el Espíritu Rector hasta el momento de la partida del Hijo
Creador hacia la aventura del espacio; en ese momento, el Espíritu Rector
entrega a la nueva consorte-Espíritu a los cuidados del Hijo Creador,
administrando al mismo tiempo a la consorte-Espíritu el encargo de fidelidad
eterna y lealtad sin fin. Luego ocurre uno de los episodios más profundamente
emocionantes en el Paraíso. El Padre Universal habla en reconocimiento de la
unión eterna del Hijo Creador y del Espíritu Creativo y en confirmación de la
dotación de ciertos poderes conjuntos de administración por parte del Espíritu
Rector de jurisdicción superuniversal.
(204.2) 17:6.6 El Hijo Creador y el Espíritu
Creativo, unidos por el Padre, salen luego hacia su aventura de creación
universal. Y trabajan juntos en esta forma de asociación durante todo el largo
y arduo período de la organización material de su universo.
(204.3) 17:6.7 4. La
era de creación de vida. Cuando
el Hijo Creador declara su intención de crear vida, comienzan en el Paraíso las
«ceremonias de personalización», en las que participan los Siete Espíritus
Rectores y que son experimentadas personalmente por el Espíritu Rector
supervisor. Ésta es una contribución de la Deidad del Paraíso a la
individualidad de la consorte-Espiritu del Hijo Creador y se hace manifiesta al
universo en el fenómeno de la «erupción primaria» en la persona del Espíritu
Infinito. Simultáneamente con este fenómeno en el Paraíso, la consorte-Espiritu
del Hijo Creador que hasta ese momento había sido impersonal se vuelve, para
todo propósito e intento práctico, una persona auténtica. De ahí en adelante y
para siempre, este mismo Espíritu Materno del universo local será considerado una
persona y mantendrá relaciones personales con todas las huestes de
personalidades consecuentes a la creación de la vida.
(204.4) 17:6.8 5. Las
edades posteriores al autootorgamiento. Otro cambio importante ocurre en la
carrera sin fin de un Espíritu Creativo cuando el Hijo Creador regresa a la
sede central del universo después de completar su séptimo autootorgamiento y
posteriormente a su adquisición de la plena soberanía universal. En esa ocasión
ante los administradores reunidos del universo, el Hijo Creador triunfador
eleva al Espíritu Materno Universal a la cosoberanía y reconoce a la
consorte-Espiritu como su igual.
(204.5) 17:6.9 6. Las
edades de luz y vida. Cuando
se establece la era de luz y vida, la cosoberana de un universo local ingresa
en la sexta fase de la carrera de un Espíritu Creativo. Pero no podemos
describir la naturaleza de esta gran experiencia. Estas cosas pertenecen a una
etapa futura de la evolución de Nebadon.
(204.6) 17:6.10 7. La
carrera no revelada. Sabemos
de estas seis fases de la carrera de un Espíritu Materno de un universo local.
Es inevitable que nos preguntemos: ¿Existe una séptima carrera? Sabemos que,
cuando los finalistas logran lo que parece ser su destino final de ascensión
mortal, se conoce que entran a la carrera de los espíritus de sexta etapa.
Conjeturamos que aguarda a los finalistas aun otra carrera no revelada en
asignación universal. Es lógico que del mismo modo consideremos que los
Espíritus Maternos Universales también tienen ante ellas una carrera no revelada
que constituirá su séptima fase de experiencia personal en servicio universal y
cooperación leal con la orden de los Micaeles Creadores.
7. Los Espíritus
Ayudantes de la Mente
(205.1) 17:7.1 Estos espíritus ayudantes son la
dote mental séptuple del Espíritu Materno de un universo local para las
criaturas vivientes de la creación conjunta de un Hijo Creador y dicho Espíritu
Creativo. Esta dotación se hace posible al tiempo de la elevación del Espíritu
al estado de prerrogativa de personalidad. La narración de la naturaleza y
funcionamiento de los siete espíritus ayudantes de la mente pertenece más
apropiadamente a la historia de vuestro universo local de Nebadon.
8. Las Funciones
de los Espíritus Supremos
(205.2) 17:8.1 Los siete grupos de Espíritus
Supremos constituyen el núcleo de la familia funcional de la Tercera Fuente y
Centro, en su capacidad tanto del Espíritu Infinito como del Actor Conjunto. El
dominio de los Espíritus Supremos se extiende desde la presencia de la Trinidad
en el Paraíso hasta el funcionamiento de la mente de la orden mortal
evolucionaria en los planetas del espacio. De esta manera pues unifican los
niveles administrativos descendentes y coordinan las funciones múltiples del
personal de los mismos. Bien sea un grupo de Espíritus Reflexivos en enlace con
los Ancianos de los Días, un Espíritu Creativo que actúa en concierto con un
Hijo Micael, o bien los Siete Espíritus Rectores en el circuito que rodea la
Trinidad del Paraíso, la actividad de los Espíritus Supremos se encuentra en todos
lados en el universo central, los superuniversos y los universos locales.
Funcionan del mismo modo con las personalidades Trinitarias de la orden de «los
Días» y con las personalidades Paradisiacas de la orden de «Hijos».
(205.3) 17:8.2 Juntamente con su Espíritu Materno
Infinito, los grupos de Espíritus Supremos son los creadores inmediatos de la
vasta familia de criaturas de la Tercera Fuente y Centro. Todas las órdenes de
los espíritus ministrativos surgen de esta asociación. Los supernafines primarios
se originan en el Espíritu Infinito; los seres secundarios de esta orden son
creados por los Espíritus Rectores; los supernafines terciarios por los Siete
Espíritus de los Circuitos. Los Espíritus Reflexivos, colectivamente, son las
matrices de una maravillosa orden de huestes angélicas, los poderosos
seconafines de servicio superuniversal. Un Espíritu Creativo es la madre de las
órdenes angélicas de una creación local; estos ministros seráficos son
originales en cada universo local, aunque siguen el modelo original del
universo central. Todos estos creadores de espíritus ministrativos son ayudados
tan sólo indirectamente por la morada central del Espíritu Infinito, la madre
original y eterna de todos los ministros angélicos.
(205.4) 17:8.3 Los siete grupos de Espíritus
Supremos son los coordinadores de la creación habitada. La asociación de sus
jefes dirigentes, los Siete Espíritus Rectores, parece coordinar las extensas
actividades de Dios el Séptuple:
(205.5) 17:8.4 1. Colectivamente los Espíritus
Rectores son casi equivalentes al nivel de divinidad de la Trinidad de las
Deidades del Paraíso.
(205.6) 17:8.5 2. Individualmente ellos agotan las posibilidades asociables primarias de la Deidad triuna.
(206.1) 17:8.6 3. Como representantes diversificados del Actor Conjunto se constituyen en fideicomisarios de esa soberanía de espíritumente-poder del Ser Supremo que él aún no ejerce personalmente.
(206.2) 17:8.7 4. A través de los Espíritus Reflexivos ellos sincronizan los gobiernos superuniversales de los Ancianos de los Días con Majeston, el centro paradisiaco de la reflexividad universal.
(206.3) 17:8.8 5. En su participación en la individualización de las Ministras Divinas del universo local, los Espíritus Rectores contribuyen al último nivel de Dios el Séptuple, la unión Hijo Creador—Espíritu Creativo de los universos locales.
(205.6) 17:8.5 2. Individualmente ellos agotan las posibilidades asociables primarias de la Deidad triuna.
(206.1) 17:8.6 3. Como representantes diversificados del Actor Conjunto se constituyen en fideicomisarios de esa soberanía de espíritumente-poder del Ser Supremo que él aún no ejerce personalmente.
(206.2) 17:8.7 4. A través de los Espíritus Reflexivos ellos sincronizan los gobiernos superuniversales de los Ancianos de los Días con Majeston, el centro paradisiaco de la reflexividad universal.
(206.3) 17:8.8 5. En su participación en la individualización de las Ministras Divinas del universo local, los Espíritus Rectores contribuyen al último nivel de Dios el Séptuple, la unión Hijo Creador—Espíritu Creativo de los universos locales.
(206.4) 17:8.9 La unidad funcional, inherente en
el Actor Conjunto, se revela a los universos en evolución en los Siete
Espíritus Rectores, sus personalidades primarias. Pero en los superuniversos
perfeccionados del futuro esta unidad será indudablemente inseparable de la
soberanía experiencial del Supremo.
(206.5) 17:8.10 [Presentado por un Consejero Divino de Uversa.]
Documento 18
Las
Personalidades Supremas Trinitarias
(207.1) 18:0.1 TODAS las Personalidades Supremas Trinitarias son creadas para un servicio específico. Las proyecta la Divina Trinidad para el cumplimiento de ciertos deberes específicos, y están capacitadas para servir con perfección de técnica y finalidad de devoción. Existen siete órdenes de Supremas Personalidades de la Trinidad:
(207.2) 18:0.2 1. Secretos Trinidizados de
Supremacía.
(207.3) 18:0.3 2. Eternos de los Días.
(207.4) 18:0.4 3. Ancianos de los Días.
(207.5) 18:0.5 4. Perfecciones de los Días.
(207.6) 18:0.6 5. Recientes de los Días.
(207.7) 18:0.7 6. Uniones de los Días.
(207.8) 18:0.8 7. Fieles de los Días.
(207.3) 18:0.3 2. Eternos de los Días.
(207.4) 18:0.4 3. Ancianos de los Días.
(207.5) 18:0.5 4. Perfecciones de los Días.
(207.6) 18:0.6 5. Recientes de los Días.
(207.7) 18:0.7 6. Uniones de los Días.
(207.8) 18:0.8 7. Fieles de los Días.
(207.9) 18:0.9 Estos seres de perfección
administrativa son de número definido y final. Su creación es un acontecimiento
pasado, y ya no se personaliza ningún otro.
(207.10) 18:0.10 En todo el gran universo, estas
Personalidades Supremas Trinitarias representan la política administrativa de
la Trinidad del Paraíso; representan la justicia y son el juicio ejecutivo de la Trinidad del
Paraíso. Forman una línea de perfección administrativa interrelacionada que se
extiende desde las esferas paradisiacas del Padre a los mundos sedes de
gobierno de los universos locales, y hasta las capitales de las constelaciones
que los componen.
(207.11) 18:0.11 Todos los seres de origen
Trinitario son creados en todos sus atributos divinos con perfección de
Paraíso. Sólo en los dominios de la experiencia el paso del tiempo ha
contribuido a su preparación para el servicio cósmico. Nunca hay peligro de
incumplimiento ni riesgo de rebelión con los seres de origen Trinitario. Son de
esencia divina, y nunca se ha sabido que se aparten de la senda divina y
perfecta de la conducta de la personalidad.
1. Los Secretos
Trinidizados de la Supremacía
(207.12) 18:1.1 Hay siete mundos en el circuito más
interior de los satélites del Paraíso, y en cada uno de estos mundos excelsos
preside un cuerpo de diez Secretos Trinidizados de la Supremacía, que no son
creadores, sino administradores supremos y últimos. La dirección de los asuntos
de estas siete esferas fraternas está totalmente encomendada a este cuerpo de
setenta directores supremos. Aunque los vástagos de la Trinidad supervisan
estas siete esferas sagradas tan próximas al Paraíso, este grupo de mundos se
conoce universalmente como el circuito personal del Padre Universal.
(208.1) 18:1.2 Los Secretos Trinidizados de la
Supremacía funcionan en grupos de diez como directores coordinados y conjuntos
de sus respectivas esferas, pero también funcionan individualmente en campos
específicos de responsabilidad. La obra de cada uno de estos mundos especiales
está dividida en siete departamentos principales, y uno de estos gobernantes
coordinados preside una de estas divisiones de actividades especializadas. Los
tres restantes actúan como representantes personales de la Deidad triuna en
relación con los otros siete, uno representando al Padre, uno al Hijo, y uno al
Espíritu.
(208.2) 18:1.3 Aunque haya un definido parecido de
clase entre los Secretos Trinidizados de la Supremacía, ellos muestran también
siete características de grupo diferentes. Los diez directores supremos de los
asuntos de Divinington reflejan el carácter y naturaleza personales del Padre
Universal; y así ocurre con cada una de estas siete esferas: cada grupo de diez
se asemeja a aquella Deidad o a asociación de las Deidades que es
característica de su dominio. Los diez directores que rigen Ascendington son
reflejos de la naturaleza combinada del Padre, el Hijo y el Espíritu.
(208.3) 18:1.4 Poco puedo revelar acerca de la
labor de estas altas personalidades de los siete mundos sagrados del Padre,
porque son en verdad los Secretosde la
Supremacía. No hay secretos arbitrarios asociados con el acceso al Padre
Universal, al Hijo Eterno, o al Espíritu Infinito. Las Deidades son como un
libro abierto para todos los que alcanzan la perfección divina, pero jamás se
pueden alcanzar plenamente todos los Secretos de la Supremacía. Siempre seremos
incapaces de penetrar completamente los dominios que contienen los secretos de
personalidad de la asociación de la Deidad con la séptuple agrupación de seres
creados.
(208.4) 18:1.5 Puesto que la obra de estos
directores supremos tiene que ver con el contacto íntimo y personal de las
Deidades con estas siete agrupaciones básicas de seres universales cuando
residen en estos siete mundos especiales o mientras funcionan en todas partes
del gran universo, es propio que estas relaciones tan personales y estos
extraordinarios contactos se mantengan en secreto sagrado. Los Creadores
Paradisiacos respetan la vida privada y la santidad de la personalidad incluso
en sus criaturas más bajas. Esto es verdad tanto respecto de los individuos
como de las diversas y separadas órdenes de personalidades.
(208.5) 18:1.6 Para seres de incluso elevado logro
universal, estos mundos secretos permanecerán por siempre siendo una prueba de
lealtad. Se nos permite conocer plena y personalmente a los Dioses eternos,
conocer libremente sus caracteres de divinidad y perfección, pero no nos es
concedido penetrar por completo todas las relaciones personales de los
Soberanos del Paraíso con todas sus criaturas.
2. Los Eternos
de los Días
(208.6) 18:2.1 Una Personalidad Suprema Trinitaria
dirige cada uno de los mil millones de mundos de Havona. Estos gobernantes se
conocen como los Eternos de los Días, y su número es exactamente mil millones,
uno por cada una de las esferas de Havona. Son hijos de la Trinidad del
Paraíso, pero al igual que los Secretos de la Supremacía, no hay ningún
registro de su origen. Por siempre estos dos grupos de padres omnisapientes han
regido sus mundos exquisitos del sistema Paraíso-Havona, y funcionan sin
rotación ni cambios de asignación.
(208.7) 18:2.2 Los Eternos de los Días son
visibles para todas las criaturas volitivas que habitan en sus dominios. Presiden
los cónclaves planetarios regulares. Periódicamente, y por rotación, visitan
las esferas sede central de los siete superuniversos. Son parientes allegados y
equivalentes divinos de los Ancianos de los Días, que presiden los destinos de
los siete supergobiernos. Cuando un Eterno de los Días está ausente de su
esfera, un Hijo Instructor de la Trinidad dirige su mundo.
(209.1) 18:2.3 Excepto por lo que se refiere a las
órdenes establecidas de la vida, tales como los nativos de Havona y otras
criaturas vivientes del universo central, los residentes Eternos de los Días
han desarrollado sus respectivas esferas enteramente de acuerdo con sus propias
ideas e ideales personales. Ellos se visitan sus planetas, pero no copian ni
imitan; siempre son completamente originales.
(209.2) 18:2.4 La arquitectura, el embellecimiento
natural, las estructuras morontiales, y las creaciones de espíritu son
exclusivas y únicas en cada esfera. Cada mundo es un lugar de belleza
sempiterna y es totalmente diferente de cualquier otro mundo en el universo
central. Cada uno de vosotros pasará un tiempo más largo o más corto en cada
una de estas esferas singulares y estimulantes según os adentréis en vuestro
camino hacia el Paraíso a través de Havona. Es natural, en vuestro mundo, hablar
del Paraíso como lo que está arriba, pero sería más correcto referirse a la
meta divina de ascensión como hacia adentro.
3. Los Ancianos
de los Días
(209.3) 18:3.1 Cuando los mortales del tiempo se
gradúan en los mundos de capacitación que rodean la sede central de un universo
local y son promovidos a las esferas de instrucción de su superuniverso, han
progresado en su desarrollo espiritual hasta el punto en que pueden reconocer y
comunicarse con los altos soberanos y directores espirituales de estos reinos
avanzados, incluyendo a los Ancianos de los Días.
(209.4) 18:3.2 Los Ancianos de los Días son todos
básicamente idénticos; revelan el carácter combinado y la naturaleza unificada
de la Trinidad. Poseen individualidad y son de diversa personalidad, pero no
difieren uno del otro como los Siete Espíritus Rectores. Proporcionan la
dirección uniforme de los que de otro modo son siete superuniversos diversos,
los cuales difieren entre sí, siendo cada uno de ellos una creación distinta,
segregada y única. Los Siete Espíritus Rectores son desemejantes en naturaleza
y atributos, pero no lo son los Ancianos de los Días, los soberanos personales
de los superuniversos, son todos vástagos uniformes y superperfectos de la
Trinidad del Paraíso.
(209.5) 18:3.3 Los Siete Espíritus Rectores en las
alturas determinan la naturaleza de sus respectivos superuniversos,
pero los Ancianos de los Días dictan laadministración de estos mismos superuniversos. Ellos
superimponen uniformidad administrativa a la diversidad creadora y aseguran la
armonía del todo frente a las subyacentes diversidades creacionales de las
siete agrupaciones segmentadas del gran universo.
(209.6) 18:3.4 Todos los Ancianos de los Días
fueron trinidizados al mismo tiempo. Representan el comienzo de los archivos de
la personalidad del universo de universos, de aquí su nombre: Ancianos de los Días. Cuando alcancéis el
Paraíso y busquéis los registros escritos del comienzo de las cosas,
encontraréis que el primer asiento que aparece en la sección de personalidad es
el relato de la trinidización de estos veintiún Ancianos de los Días.
(209.7) 18:3.5 Estos seres elevados gobiernan
siempre en grupos de tres. Existen muchas fases de actividad en las cuales
funcionan como individuos, otras en las que cualesquiera dos pueden funcionar,
pero en las esferas más elevadas de su administración deben actuar
conjuntamente. Nunca abandonan personalmente sus mundos de residencia, pero no
necesitan hacerlo, porque estos mundos son los puntos focales superuniversales
del extenso sistema de reflectividad.
(209.8) 18:3.6 Las moradas personales de cada trío
de Ancianos de los Días están ubicadas en el punto de la polaridad espiritual
de su esfera sede central de gobierno. Tal esfera se divide en setenta sectores
administrativos y tiene setenta capitales divisionales en las cuales los
Ancianos de los Días residen de vez en cuando.
(210.1) 18:3.7 En poder, alcance de la autoridad,
y grado de jurisdicción, los Ancianos de los Días son los más poderosos y
potentes entre los soberanos directos de las creaciones espacio-temporales. En
todo el vasto universo de los universos sólo ellos están investidos de los
altos poderes de juicio ejecutivo final respecto a la extinción eterna de las
criaturas volitivas. Y todos los tres Ancianos de los Días deben participar en
los decretos finales del tribunal supremo de un superuniverso.
(210.2) 18:3.8 Aparte de las Deidades y sus
asociados paradisiacos, los Ancianos de los Días son los gobernantes más
perfectos, más versátiles y más divinamente dotados de toda la existencia
espacio-temporal. Al parecer son los soberanos supremos de los superuniversos;
pero este derecho a gobernar no lo han ganado experiencialmente y por lo tanto
estan destinados en un futuro a ser reemplazados por el Ser Supremo, un
soberano experiencial, y que sin lugar a duda sean sus vicerregentes.
(210.3) 18:3.9 El Ser Supremo está en vías de
alcanzar la soberanía de los siete superuniversos mediante el servicio
experiencial, del mismo modo que un Hijo Creador obtiene experiencialmente la
soberanía de su universo local. Pero durante la edad presente de evolución no
concluida del Supremo, los Ancianos de los Días proporcionan el sobrecontrol
administrativo coordinado y perfecto de los universos en evolución del tiempo y
el espacio. La sabiduría de originalidad y la iniciativa de individualidad
caracterizan todos los decretos y dictámenes de los Ancianos de los Días.
4. Los
Perfecciones de los Días
(210.4) 18:4.1 Hay precisamente doscientos diez
Perfecciones de los Días, y presiden los gobiernos de los diez sectores mayores
de cada superuniverso. Fueron trinidizados para el trabajo especial de asistir
a los directores de superuniversos, y gobiernan como los vicerregentes
inmediatos y personales de los Ancianos de los Días.
(210.5) 18:4.2 Tres Perfecciones de los Días se
asignan a cada capital de sector mayor, pero, a diferencia de los Ancianos de
los Días, no es necesario que los tres estén presentes en toda ocasión. De vez
en cuando uno de este trío puede ausentarse para conferenciar en persona con
los Ancianos de los Días sobre el bienestar de su dominio.
(210.6) 18:4.3 Estos soberanos triunos de los
sectores mayores son peculiarmente perfectos en el dominio de los detalles
administrativos, de aquí su nombre: Perfecciones de los Días. Al dejar sentados los
nombres de estos seres del mundo espiritual, nos enfrentamos con el problema de
traducirlos a vuestra lengua, y muy a menudo es extremadamente difícil ofrecer
una traducción satisfactoria. No nos complace usar denominaciones arbitrarias
que no tendrían para vosotros significado alguno; por lo tanto frecuentemente nos
resulta difícil elegir un nombre apropiado que os resulte claro y al mismo
tiempo de algún modo representativo del original.
(210.7) 18:4.4 Se asigna a los Perfecciones de los
Días un cuerpo moderado de Consejeros Divinos, Perfeccionadores de la Sabiduría
y Censores Universales adjuntos a sus gobiernos. Tienen aún más cantidades de
Mensajeros Poderosos, de Aquellos Elevados en Autoridad y de Aquellos Sin
Nombre ni Número. Pero gran parte del trabajo de rutina de los asuntos del
sector mayor es llevado a cabo por los Guardianes Celestiales y los Asistentes
de los Hijos Elevados. Estos dos últimos grupos provienen de los vástagos
trinidizados de personalidades del Paraíso-Havona o de finalistas mortales
glorificados. Las Deidades del Paraíso trinidizan nuevamente algunas de estas
dos órdenes de seres trinidizados por las criaturas y luego se envían a ayudar
en la administración de los gobiernos superuniversales.
(211.1) 18:4.5 La mayoría de los Guardianes
Celestiales y los Asistentes de los Hijos Elevados son asignados al servicio de
los sectores mayor y menor, pero los Custodios Trinidizados (serafines y seres
intermedios abrazados por la Trinidad) son los funcionarios de las cortes de
las tres ramas, que funcionan en los tribunales de los Ancianos de los Días,
los Perfecciones de los Días y los Recientes de los Días. Los Embajadores
Trinidizados (mortales ascendentes de naturaleza fusionada con el Hijo o con el
Espíritu, abrazados por la Trinidad) pueden encontrarse en cualquier parte de
un superuniverso, pero la mayoría presta servicios en los sectores menores.
(211.2) 18:4.6 Antes de los tiempos del pleno
desarrollo del plan gubernamental de los siete superuniversos, casi todos los
administradores de las varias ramas de estos gobiernos, exceptuando a los Ancianos
de los Días, pasaron períodos de aprendizaje de variada duración bajo la
dirección de los Eternos de los Días en los diversos mundos del perfecto
universo de Havona. Los seres que luego fueron trinidizados pasaron asímismo
por una temporada de capacitación bajo los Eternos de los Días antes de que se
les asignara al servicio de los Ancianos de los Días, los Perfecciones de los
Días y los Recientes de los Días. Todos ellos son administradores maduros,
probados y expertos.
(211.3) 18:4.7 Vosotros veréis muy pronto a los
Perfecciones de los Días cuando avancéis hasta la sede de gobierno de Splandon
después de vuestra estadía en los mundos de vuestro sector menor, ya estos
excelsos soberanos están estrechamente asociados con los setenta mundos de los
sectores mayores para la capacitación superior de las criaturas ascendentes del
tiempo y del espacio. Los Perfecciones de los Días, en persona, administran el
juramento del grupo a los graduados ascendentes de las facultades de los
sectores mayores.
(211.4) 18:4.8 El trabajo de los peregrinos del
tiempo en los mundos que rodean la sede central de un sector mayor es
fundamentalmente de naturaleza intelectual, en contraste con el carácter más
físico y material de la capacitación en las siete esferas de instrucción de un
sector menor y con las empresas espirituales en los cuatrocientos noventa
mundos universidades de la sede central de un superuniverso.
(211.5) 18:4.9 Aunque se os anota solamente en el
registro de los sectores mayores de Splandon, que abarca el universo local de
vuestro origen, tendréis que pasar a través de cada una de las diez ramas
principales de nuestro superuniverso. Veréis a cada uno de los treinta
Perfecciones de los Días de Orvonton antes de que lleguéis a Uversa.
5. Los Recientes
de los Días
(211.6) 18:5.1 Los Recientes de los Días son los
más jóvenes de los directores supremos de los superuniversos; en grupos de tres
presiden los asuntos de los sectores menores. Por naturaleza son coordinados
con los Perfecciones de los Días, pero en autoridad administrativa son
subordinados. Hay exactamente veintiún mil de estas personalidades Trinitarias
personalmente gloriosas y divinamente eficientes. Fueron creadas
simultáneamente, y juntas pasaron su adiestramiento en Havona bajo los Eternos
de los Días.
(211.7) 18:5.2 Los Recientes de los Días tienen un
cuerpo de asociados y asistentes semejante al de los Perfecciones de los Días.
Además tienen asignado gran número de las varias órdenes subordinadas de seres
celestiales. En la administración de los sectores menores utilizan grandes
cantidades de mortales ascendentes residentes, personal de las diversas
colonias de cortesía, y los diversos grupos que se originan en el Espíritu
Infinito.
(211.8) 18:5.3 Los gobiernos de los sectores
menores se ocupan en gran parte, aunque no exclusivamente, de los grandes
problemas físicos de los superuniversos. Las esferas del sector menor son las
sedes de los Controladores Físicos Decanos. En estos mundos, los mortales
ascendentes prosiguen estudios y experimentos que tienen que ver con el examen
de las actividades de la tercera orden de los Centros Supremos de Poder y de
las siete órdenes de los Controladores Físicos Decanos.
(212.1) 18:5.4 Puesto que el régimen de un sector
menor se ocupa tan vastamente de los problemas físicos, sus tres Recientes de
los Días rara vez están juntos en la esfera capital. La mayor parte del tiempo,
uno se encuentra de viaje, ya sea en conferencia con los Perfecciones de los
Días del sector mayor supervisor, u ocupado en representar a los Ancianos de
los Días en los cónclaves del Paraíso de los seres elevados de origen
trinitario. Ellos se alternan con los Perfecciones de los Días al representar a
los Ancianos de los Días ante los concilios supremos del Paraíso. Mientras
tanto, otro Reciente de los Días puede estar ausente en una gira de inspección
de los mundos sedes centrales de los universos locales que pertenecen a su
jurisdicción. Pero al menos uno de estos soberanos permanece siempre en su
puesto en la sede central del sector menor.
(212.2) 18:5.5 Conoceréis alguna vez a los tres
Recientes de los Días a cargo de Ensa, vuestro sector menor, puesto que debéis
pasar por sus manos en vuestro viaje hacia adentro a los mundos de capacitación
de los sectores mayores. Al ascender a Uversa, vosotros atravesaréis solamente
un grupo de esferas de capacitación del sector menor.
6. Los Uniones
de los Días
(212.3) 18:6.1 Las personalidades de la Trinidad
de la orden de «Días» no funcionan en una capacidad administrativa por debajo
del nivel de los gobiernos superuniversales. En los universos locales en
evolución actúan sólo como consejeros y asesores. Los Uniones de los Días son
un grupo de personalidades de enlace acreditadas por la Trinidad del Paraíso
ante los soberanos duales de los universos locales. Se asigna uno de estos
asesores del Paraíso a cada universo local organizado y habitado, que actúa
como representante de la Trinidad, y en algunos aspectos, del Padre Universal,
ante la creación local.
(212.4) 18:6.2 Hay setecientos mil de estos seres
en existencia, aunque no se ha comisionado a todos. El cuerpo de reserva de los
Uniones de los Días funciona en el Paraíso como un Concilio Supremo de Ajustes
del Universo.
(212.5) 18:6.3 De una manera especial estos
observadores Trinitarios coordinan las actividades administrativas de todas las
ramas del gobierno universal, desde las de los universos locales hasta las de
los superuniversos, pasando por los gobiernos de sector, de aquí su nombre: Uniones de los Días. Ellos presentan un
informe triple a sus superiores: informan a los Recientes de los Días los datos
pertinentes de naturaleza física y semiintelectual de su sector menor; informan
a los Perfecciones de los Días de su sector mayor sobre los sucesos
intelectuales y cuasiespirituales; e informan asuntos espirituales y
semiparadisiacos a los Ancianos de los Días en la capital de su superuniverso.
(212.6) 18:6.4 Puesto que son seres de origen
Trinitario, tienen acceso a todos los circuitos del Paraíso para la
intercomunicación, y por lo tanto están siempre en contacto mutuo entre sí y
con todas las otras personalidades necesarias hasta los concilios supremos del
Paraíso.
(212.7) 18:6.5 Un Unión de los Días no está
conectado orgánicamente con el gobierno del universo local al cual está
asignado. Aparte de sus deberes como observador, actúa sólo por solicitud de
las autoridades locales. Es miembro ex oficio de todos los concilios primarios
y de todos los cónclaves importantes de la creación local, pero no participa en
la consideración técnica de los problemas administrativos.
(213.1) 18:6.6 Cuando un universo local se
establece en luz y vida, sus seres glorificados se asocian libremente con el
Unión de los Días, quien funciona entonces en capacidad más amplia en tal reino
de perfección evolutiva. Pero sigue siendo fundamentalmente un embajador de la
Trinidad y un consejero del Paraíso.
(213.2) 18:6.7 Un universo local está directamente
regido por un Hijo divino de origen dual en la Deidad, pero tiene
constantemente a su lado a un hermano del Paraíso, una personalidad de origen
en la Trinidad. En caso de ausencia temporal de un Hijo Creador de la sede
central de su universo local, el asesoramiento de su Unión de los Días orienta
en gran medida a los gobernantes interinos a la hora de tomar sus decisiones
más importantes.
7. Los Fieles de
los Días
(213.3) 18:7.1 Estas personalidades elevadas de
origen en la Trinidad son los asesores del Paraíso para con los gobernantes de
las cien constelaciones de cada universo local. Hay setenta millones de Fieles
de los Días, y al igual que los Uniones de los Días, no todos están de
servicio. Su cuerpo de reserva en el Paraíso es la Comisión Asesora de Etica
Interuniversal y Autogobierno. Los Fieles de los Días rotan en su servicio
según las decisiones del concilio supremo de su cuerpo de reserva.
(213.4) 18:7.2 Todo lo que un Unión de los Días es
para un Hijo Creador de un universo local, lo son los Fieles de los Días para
los Hijos Vorondadek que rigen las constelaciones de esa creación local. Están
supremamente dedicados, y son divinamente fieles al bienestar de las
constelaciones que se les ha asignado, de aquí su nombre: Fieles de los Días. Actúan tan sólo como
asesores; no participan nunca en las actividades administrativas, excepto por
invitación de las autoridades de la constelación. Tampoco se ocupan
directamente del ministerio de enseñanza a los peregrinos de ascensión en las
esferas arquitectónicas de capacitación que rodean la sede central de una
constelación. Todas esas empresas están bajo la supervisión de los Hijos Vorondadek.
(213.5) 18:7.3 Todos los Fieles de los Días que
actúan en las constelaciones de un universo local están bajo la jurisdicción
del Unión de los Días y a él responden directamente. No cuentan con un vasto
sistema de comunicación, siendo ordinariamente autolimitados a una
interasociación dentro de los límites del universo local. Cualquier Fiel de los
Días que se encuentre de servicio en Nebadon puede comunicarse con todos los
demás de su orden que se encuentren de servicio en este universo local, y así
lo hace.
(213.6) 18:7.4 Al igual que el Unión de los Días
en una sede central universal, los Fieles de los Días mantienen sus residencias
personales en las capitales de la constelación, separadas de las de los
directores administrativos de dichos reinos. Sus moradas son en efecto modestas
si se las compara con las de los soberanos Vorondadek de las constelaciones.
(213.7) 18:7.5 Los Fieles de los Días constituyen
el último eslabón en la larga cadena administrativa-asesora que se extiende
desde las sagradas esferas del Padre Universal, cerca del centro de todas las
cosas, hasta las divisiones primarias de los universos locales. El régimen de
origen Trinitario termina con las constelaciones; no hay tales consejeros del
Paraíso permanentemente situados en sus sistemas componentes ni en los mundos
habitados. Estas últimas unidades administrativas están completamente bajo la
jurisdicción de los seres nativos de los universos locales.
(213.8) 18:7.6 [Presentado por un Consejero Divino de Uversa.]
Documento 19
Los Seres
Coordinados de Origen en la Trinidad
(214.1) 19:0.1 ESTE grupo de seres del Paraíso, designados los Seres Coordinados de Origen Trinitario comprende a los Hijos Instructores Trinitarios, que a la vez son clasificados Hijos de Dios del Paraíso, tres grupos de altos administradores del superuniverso y la categoría un tanto impersonal de los Espíritus Trinitarios Inspirados. Además, también pueden incluirse en esta clasificación de personalidades trinitarias a los nativos de Havona y a numerosos otros grupos de seres residentes en el Paraíso. Los seres de origen trinitario que hemos de considerar en esta disertación son:
(214.2) 19:0.2 1. Hijos Instructores Trinitarios.
(214.3) 19:0.3 2. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(214.4) 19:0.4 3. Consejeros Divinos.
(214.5) 19:0.5 4. Censores Universales.
(214.6) 19:0.6 5. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(214.7) 19:0.7 6. Nativos de Havona.
(214.8) 19:0.8 7. Ciudadanos del Paraíso.
(214.3) 19:0.3 2. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(214.4) 19:0.4 3. Consejeros Divinos.
(214.5) 19:0.5 4. Censores Universales.
(214.6) 19:0.6 5. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(214.7) 19:0.7 6. Nativos de Havona.
(214.8) 19:0.8 7. Ciudadanos del Paraíso.
(214.9) 19:0.9 A excepción de los Hijos
Instructores Trinitarios y tal vez de los Espíritus Trinitarios Inspirados,
estos grupos están compuestos de un número determinado de seres; su creación es
un hecho pasado y concluido.
1. Los Hijos
Instructores Trinitario
(214.10) 19:1.1 De todas las personalidades
celestiales de las altas órdenes que os han sido reveladas, sólo los Hijos
Instructores Trinitarios actúan en una doble capacidad. De naturaleza
trinitaria por su origen, funcionalmente se dedican casi totalmente a los
servicios de la filiación divina. Son los seres de enlace que salvan el abismo
universal entre las personalidades de origen trinitario y las de origen dual.
(214.11) 19:1.2 Mientras que el número de los Hijos
Estacionarios Trinitarios está completo, el número de los Hijos Instructores
está aumentando constantemente, y no sé cuántos acabarán por ser. Lo que puedo
deciros es que, a la fecha del informe periódico más reciente a Uversa, en los
archivos del Paraíso constaba que había 21.001.624.821 de estos Hijos en
servicio.
(214.12) 19:1.3 Estos seres constituyen el único grupo
de Hijos de Dios que os ha sido revelado cuyo origen está en la Trinidad del
Paraíso. Recorren el universo central y los superuniversos, y un numeroso
cuerpo está asignado a cada universo local. También sirven a los distintos
planetas tal como lo hacen otros Hijos de Dios Paradisiacos. No está
desarrollado plenamente el plan de construcción del gran universo. Por eso,
gran número de Hijos Instructores se mantienen en reserva en el Paraíso, y se
ofrecen como voluntarios en casos de urgencia o para servicios especiales en
todas las divisiones del gran universo, en los mundos solitarios del espacio,
en los universos locales, en los superuniversos y en los mundos de Havona.
También tienen funciones en el Paraíso, pero creemos conveniente posponer una
consideración detallada de dichas funciones hasta el momento en que tratemos de
los Hijos de Dios Paradisiacos.
(215.1) 19:1.4 Sin embargo, puede señalarse a este
respecto que los Hijos Instructores son las personalidades coordinadoras
supremas de origen trinitario. En tan vasto universo de los universos, siempre
existe el grave peligro de sucumbir al error de un punto de vista circunscrito,
al mal inherente de una concepción fragmentaria de la realidad y la divinidad.
(215.2) 19:1.5 Por ejemplo: la mente humana normalmente
anhela acercarse a la filosofía cósmica que se manifiesta en estas revelaciones
procediendo de lo simple y finito a lo complejo e infinito, de los orígenes
humanos a los destinos divinos. Pero ese camino no conduce a la sabiduría
espiritual. Dicho
método es la senda más fácil para alcanzar cierta forma de conocimiento
genético, que en el
mejor de los casos tan sólo puede revelar el origen del hombre; poco o nada
revela sobre su destino divino.
(215.3) 19:1.6 Aun en el estudio de la evolución
biológica del hombre en Urantia, existen serias objeciones al enfoque
exclusivamente histórico a su situación presente y sus problemas actuales. Sólo
es posible obtener una perspectiva auténtica de cualquier problema de la
realidad, humano o divino, terrestre o cósmico, mediante el estudio profundo y
libre de prejuicios y la correlación de las tres fases de la realidad
universal: origen, historia y destino, y su correlación correspondiente. La
comprensión adecuada de estas tres realidades experienciales proporciona las
bases para evaluar sabiamente el estado actual.
(215.4) 19:1.7 Cuando la mente humana aplica la
técnica filosófica consistente en partir de lo más bajo para alcanzar lo más
elevado, tanto en la biología como en la teología, corre siempre el peligro de
cometer cuatro errores de razonamiento, a saber:
(215.5) 19:1.8 1. Es posible que falle totalmente
en percibir la meta evolutiva final y completa de realización personal o de
destino cósmico.
(215.6) 19:1.9 2. Es posible que cometa el supremo
error filosófico de simplificar excesivamente la realidad cósmica evolutiva
(experiencial), cosa que conduce a la distorsión de los hechos, a la perversión
de la verdad, y a la interpretación errónea de los destinos.
(215.7) 19:1.10 3. El estudio de la causación es la
lectura de la historia. Pero el conocimiento de cómo un ser llega a ser no provee
necesariamente una comprensión inteligente del estado actual ni del verdadero
carácter de ese ser.
(215.8) 19:1.11 4. La historia por sí sola no
consigue revelar adecuadamente el desarrollo futuro —el destino. Los orígenes
finitos son útiles, pero sólo las causas divinas revelan los efectos finales.
Los fines eternos no se manifiestan en los comienzos del tiempo. El presente
sólo puede interpretarse a la luz de su correlación con el pasado y el futuro.
(215.9) 19:1.12 Por lo tanto, por este motivo y aun
por otras razones, la técnica que utilizamos para acercarnos al hombre y a sus
problemas planetarios, es embarcándonos en el viaje espacio-temporal partiendo
de la Fuente y Centro Paradisiaco infinito, eterno y divino de toda la realidad
de personalidad y de toda la existencia cósmica.
2. Los
Perfeccionadores de la Sabiduría
(215.10) 19:2.1 Los Perfeccionadores de la
Sabiduría constituyen una creación especializada de la Trinidad del Paraíso
cuya función consiste en personificar la sabiduría de la divinidad en los
superuniversos. Hay exactamente siete mil millones de estos seres, y mil
millones están asignados para cada uno de los siete superuniversos.
(215.11) 19:2.2 Juntamente con sus coordinados, los
Consejeros Divinos y los Censores Universales, los Perfeccionadores de la
Sabiduría pasaron por la sabiduría del Paraíso, de Havona y de las esferas
paradisiacas del Padre, a excepción de Divinington. Después de estas experiencias,
se asignaron permanentemente los Perfeccionadores de la Sabiduría al servicio
de los Ancianos de los Días. Su puesto de servicio no está ni en el Paraíso ni
en los mundos de los circuitos Paraíso-Havona; se dedican exclusivamente a la
administración de los gobiernos de los superuniversos.
(216.1) 19:2.3 Dondequiera y cada vez que funcione
un Perfeccionador de la Sabiduría, ahí mismo funciona sabiduría divina. Hay
actualidad de presencia y perfección de manifestación en el conocimiento y la
sabiduría representados en las acciones de estos seres poderosos y majestuosos.
No reflejan la sabiduría de la Trinidad del
Paraíso sino que son esa sabiduría. Son las fuentes de
sabiduría para todos los maestros que enseñan la aplicación del conocimiento
sobre el universo; las fuentes de la prudencia y los manantiales del
discernimiento para las instituciones de enseñanza y esclarecimiento de todos
los universos.
(216.2) 19:2.4 La sabiduría es de doble origen,
pues deriva de la perfección del discernimiento divino intrínseco en los seres
perfectos, y de la experiencia personal adquirida por las criaturas evolutivas.
Los Perfeccionadores de la Sabiduría son la sabiduría divina de perfección
paradisiaca del discernimiento de la Deidad. Sus asociados administrativos en
Uversa, los Mensajeros Poderosos, Aquellos sin Nombre ni Número, y los Elevados
en Autoridad, cuando actúan en conjunto, son la sabiduría universal que proviene de
la experiencia. Un ser divino puede tener la perfección del conocimiento
divino. Un mortal evolutivo puede algún día llegar a alcanzar la perfección del
conocimiento ascendente, pero ninguno de los dos por sí solos agota las
potencialidades de toda la sabiduría posible. Por consiguiente, cada vez que se
requiera un máximo de sabiduría administrativa en la conducta del
superuniverso, estos perfeccionadores de la sabiduría de discernimiento divino
se asocian siempre con aquellas personalidades ascendentes que han alcanzado
las altas responsabilidades de la autoridad superuniversal a través de las
tribulaciones experienciales de la progresión evolutiva.
(216.3) 19:2.5 Los Perfeccionadores de la
Sabiduría necesitarán siempre de este complemento de sabiduría experiencial
para completar su obra de sagacidad administrativa. Pero se ha postulado que tal
vez los finalistas del Paraíso en el futuro, después de ser iniciados en la séptima etapa
de la existencia espiritual, lleguen eventualmente a un alto nivel de
sabiduría, hasta ahora no alcanzado. Si esta inferencia es correcta, dichos
seres perfeccionados de ascensión evolutiva indudablemente llegarían a ser los
administradores universales más eficaces jamás conocidos en toda la creación.
Creo que tal es el alto destino de los finalistas.
(216.4) 19:2.6 La versatilidad de los
Perfeccionadores de la Sabiduría les permite participar prácticamente en todos
los servicios celestiales de las criaturas ascendentes. Los Perfeccionadores de
la Sabiduría y mi orden de personalidad, los Consejeros Divinos, juntamente con
los Censores Universales, constituyen las órdenes más elevadas de seres que
pueden, y se ocupan en el trabajo de revelar la verdad a los planetas y
sistemas individuales, tanto en sus épocas primitivas como cuando estén
plenamente establecidos en luz y vida. De vez en cuando, todos nosotros tenemos
que ver con el servicio de los mortales ascendentes, sea en el planeta de su
vida inicial, sea en un universo local o, más comúnmente, en el superuniverso.
Los seres coordinados de origen en la Trinidad
3. Los
Consejeros Divinos
(216.5) 19:3.1 Estos seres de origen en la
Trinidad constituyen el consejo de la Deidad para los dominios de los siete
superuniversos. No son reflejos del consejo divino de la Trinidad; son ese consejo. Hay veintiún mil millones
de Consejeros en servicio, tres mil millones son asignados a cada
superuniverso.
(217.1) 19:3.2 Los Consejeros Divinos son los
asociados e iguales de los Censores Universales y de los Perfeccionadores de la
Sabiduría; de uno a siete Consejeros se asocian con cada una de estas últimas
personalidades. Estas tres órdenes participan en el gobierno de los Ancianos de
los Días, incluyendo los sectores mayores y menores, en los universos locales y
las constelaciones, y los concilios de los soberanos de los sistemas locales.
(217.2) 19:3.3 Actuamos como individuos, como yo
lo estoy haciendo al pronunciar esta declaración, pero también funcionamos en
trío cuandoquiera que la ocasión lo exija. Cuando actuamos para ejecutar,
siempre nos asociamos de la siguiente manera: un Perfeccionador de la
Sabiduría, un Censor Universal y de uno a siete Consejeros Divinos.
(217.3) 19:3.4 Un Perfeccionador de la Sabiduría,
siete Consejeros Divinos, y un Censor Universal constituyen un tribunal de la
divinidad Trinitaria, el más elevado cuerpo asesor móvil en los universos del
tiempo y el espacio. Estos grupos de nueve se conocen como tribunales para
recolectar información o para revelar la verdad, y cuando juzgan un problema
específico, y pronuncian un dictamen, es como si la decisión hubiera provenido
de uno de los Ancianos de los Días, porque en todos los anales de los
superuniversos jamás ha ocurrido que los Ancianos de los Días hayan revocado un
veredicto de esta índole.
(217.4) 19:3.5 Cuando los tres Ancianos de los
Días actúan, la Trinidad del Paraíso actúa. Cuando el tribunal de nueve llega a
una decisión después de sus deliberaciones con-juntas, para todo fin y
propósito es como si hubieran dictaminado los Ancianos de los Días. Y ésta es
la forma en que los Gobernantes del Paraíso se ponen en contacto personal con
los mundos, sistemas y universos individuales en los asuntos administrativos y
en la reglamentación.
(217.5) 19:3.6 Los Consejeros Divinos son la
perfección del consejo divino de la Trinidad Paradisiaca. Nosotros
representamos, y de hecho somos, el consejo de la perfección. Cuando
nos complementa el consejo experiencial de nuestros asociados, los seres de
ascensión evolutiva perfeccionados y abrazados por la Trinidad, nuestras
conclusiones combinadas son no sólo completas, sino pletóricas. Una vez que un
Censor Universal ha asociado, adjudicado, confirmado y promulgado nuestro
consejo con-junto, es muy probable que se acerque al umbral mismo de la
totalidad universal. Estos veredictos representan la máxima aproximación
posible a la actitud absoluta de la Deidad dentro de los límites
espacio-temporales de la situación considerada y del problema correspondiente.
(217.6) 19:3.7 Siete Consejeros Divinos, en enlace
con un trío trinidizado evolutivo —un Mensajero Poderoso, un Elevado en
Autoridad y un sin Nombre ni Número— representan la mejor aproximación
superuniversal a la unión del punto de vista humano con la actitud divina en
los niveles cuasiparadisiacos de significación espiritual y valores de
realidad. Una aproximación tan grande a la unión de las actitudes cósmicas de la
criatura y de su Creador sólo es sobrepasada en los Hijos Paradisiacos de
autootorgamiento, que son, en cada fase de experiencia de la personalidad, Dios
y hombre.
4. Los Censores
Universales
(217.7) 19:4.1 Existen exactamente ocho mil
millones de Censores Universales. Estos seres singulares son el juicio de la Deidad. No reflejan
meramente las decisiones perfectas, sino que son el juicio de la Trinidad del Paraíso.
Ni siquiera los Ancianos de los Días pasan juicio a menos que sea en asociación
con los Censores Universales.
(217.8) 19:4.2 Se comisiona un Censor para cada
uno de los mil millones de mundos del universo central; dicho censor se adjunta
a la administración planetaria del Eterno de los Días residente. Los
Perfeccionadores de la Sabiduría y los Consejeros Divinos no se adjuntan
permanentemente a ninguna administración de Havona; tampoco comprendemos
plenamente por qué los Censores Universales están estacionados en el universo
central. Sus actividades actuales difícilmente justifican su asignación a
Havona, por eso sospechamos que están allí en anticipación de las necesidades
de alguna era universal futura cuando la población de Havona tal vez cambie
parcialmente.
(218.1) 19:4.3 Mil millones de Censores están
comisionados en cada uno de los siete superuniversos. Tanto individualmente
como en asociación con los Perfeccionadores de la Sabiduría y los Consejeros
Divinos, operan en todas las divisiones de los siete superuniversos. Así pues
los Censores actúan en todos los niveles del gran universo, desde los mundos
perfectos de Havona hasta los concilios de los Soberanos de Sistemas, y forman
parte orgánica de todas las adjudicaciones dispensacionales de los mundos
evolutivos.
(218.2) 19:4.4 Cuandoquiera y dondequiera haya un
Censor Universal, habrá allí juicio de Deidad. Puesto que los Censores siempre
pronuncian su veredicto conjuntamente con los Perfeccionadores de la Sabiduría
y los Consejeros Divinos, dichos veredictos comprenden la sabiduría, el parecer
y el juicio unidos de la Trinidad del Paraíso. En este trío jurídico el
Perfeccionador de la Sabiduría sería el «yo era», el Consejero Divino el «yo
seré», y el Censor Universal siempre es el «yo soy».
(218.3) 19:4.5 Los Censores son las personalidades
totalizadoras del universo. Después de tomar el testimonio de un millar —o un
millón— de testigos, después de escuchar la voz de la sabiduría y de registrar
el parecer divino y después de haber añadido el testimonio de la perfección
ascendente, recién entonces actuará el Censor. Sus palabras revelarán, al instante
la suma total, inequívoca y divina, de todo lo que ha ocurrido, y dicha
declaración representa la conclusión divina, la síntesis y sustancia de una
decisión perfecta y final. Así, la del Censor será la última palabra, y ya
nadie podrá hablar, porque el Censor ha presentado la verdad total e inequívoca
de todo lo que ha sucedido antes. Cuando habla, no hay apelación.
(218.4) 19:4.6 Yo comprendo completamente el
funcionamiento de la mente de los Perfeccionadores de la Sabiduría, pero
ciertamente no entiendo plenamente el funcionamiento de la mente adjudicadora
de los Censores Universales. Me parece que los Censores formulan nuevos
significados y originan nuevos valores relacionando los hechos, verdades y
hallazgos presentados ante ellos en el curso de una investigación de asuntos
universales. Parece probable que los Censores Universales elaboren
interpretaciones originales sobre la base de la combinación del discernimiento
perfecto del Creador con la experiencia de las criaturas perfeccionadas. Evidentemente,
esta asociación de la perfección del Paraíso con la experiencia universal
produce un nuevo valor en lo último.
(218.5) 19:4.7 Pero esto no es lo único que nos
resulta difícil de comprender sobre los procesos mentales de los Censores
Universales. Aun considerando todo lo que sabemos o conjeturamos acerca de la
función de los Censores en determinadas relaciones universales, no somos
capaces de predecir sus decisiones ni de pronosticar sus veredictos. Podemos
determinar con precisión el resultado probable de la asociación de la actitud
del Creador con la experiencia de la criatura, pero dichas conclusiones no
siempre constituyen un pronóstico preciso de las revelaciones del Censor. Es
posible que los Censores estén vinculados de alguna manera con el Absoluto de
Deidad; de otro modo no podríamos explicar muchas de sus decisiones y
dictámenes.
(218.6) 19:4.8 Los Perfeccionadores de la
Sabiduría, los Consejeros Divinos, y los Censores Universales, junto con las
siete órdenes de Personalidades Supremas Trinitarias, constituyen los diez
grupos a veces denominados Hijos Estacionarios de la
Trinidad. Juntos
componen el magno cuerpo de administradores, gobernantes, ejecutivos, asesores,
consejeros y jueces de la Trinidad. Su número excede ligeramente los treinta y
siete mil millones. Dos mil setenta millones están estacionados en el universo
central y apenas más de cinco mil millones en cada superuniverso.
(219.1) 19:4.9 Es muy difícil describir los
límites funcionales de los Hijos Estacionarios de la Trinidad. Sería incorrecto
decir que sus acciones se limitan a lo finito, porque en los archivos
superuniversales existen documentos de transacciones que indican lo contrario.
Actúan a todo nivel administrativo o judicial del universo según lo exijan las
condiciones espacio-temporales, en relación con la evolución pasada, presente y
futura del universo maestro.
5. Espíritus
Trinitarios Inspirados
(219.2) 19:5.1 Poco podré deciros respecto a los
Espíritus Trinitarios Inspirados, porque pertenecen a una de las pocas órdenes
de seres completamente secretas, secretas sin duda, porque no pueden revelarse
plenamente, ni siquiera ante aquellos de entre nosotros cuyo origen está tan
cerca de la fuente de su creación. Derivan su existencia de la acción de la
Trinidad del Paraíso y pueden ser utilizados por una de las Deidades, por dos
de ellas, o por las tres. No sabemos si el número de estos Espíritus está
completo, o si está siendo incrementado constantemente, pero inclinamos a creer
que su número no ha sido fijado.
(219.3) 19:5.2 No comprendemos del todo ni la
naturaleza ni la conducta de los Espíritus Inspirados. Tal vez pertenezcan a la
categoría de los espíritus superpersonales. Parecen operar en todos los
circuitos conocidos, y parecen operar casi independientemente del tiempo y el
espacio. Pero poco sabemos acerca de ellos salvo lo que deducimos de su
carácter sobre la base de la naturaleza de sus actividades, los resultados de
las cuales observamos con certeza aquí y allá en los universos.
(219.4) 19:5.3 Bajo ciertas condiciones, estos
Espíritus Inspirados pueden individualizarse a sí mismos suficientemente para
que los seres de origen trinitario puedan reconocerles. Yo les he visto; pero
las órdenes más bajas de seres celestiales jamás podrían reconocer a uno de ellos.
También surgen de cuando en cuando, ciertas circunstancias en la conducta de
los universos en evolución, en las cuales un ser de origen en la Trinidad puede
emplear directamente los servicios de estos Espíritus para progresar en sus
tareas. Sabemos pues que existen, y que bajo ciertas circunstancias podemos
mandar que vengan a ayudarnos y recibir su asistencia, y que a veces podemos
reconocer su presencia. Pero no forman parte de la organización manifiesta y
definidamente revelada que está a cargo de la conducta de los universos
espacio-temporales antes de su establecimiento pleno en luz y vida. No tienen
un puesto claramente discernible dentro de la economía o administración
actuales de los siete superuniversos evolutivos; constituyen un secreto de la Trinidad
del Paraíso.
(219.5) 19:5.4 Los Melquisedek de Nebadon enseñan
que los Espíritus Trinitarios Inspirados están destinados, allá por el futuro
eterno, a funcionar en lugar de los Mensajeros Solitarios, cuyas filas se van
reduciendo lenta pero certeramente a medida que se los va colocando como
asociados de ciertos tipos de hijos trinidizados.
(219.6) 19:5.5 Los Espíritus Inspirados son los
Espíritus solitarios del universo de los universos. Como Espíritus se asemejan
bastante a los Mensajeros Solitarios, aunque estos últimos son personalidades
definidas. Nuestro conocimiento de los Espíritus Inspirados proviene en gran
parte de los Mensajeros Solitarios, que detectan su cercanía por virtud de su
sensibilidad intrínseca a la presencia de los Espíritus Inspirados, que
funciona tan precisamente como funciona una aguja magnética atraída por un polo
magnético. Cuando un Mensajero Solitario se encuentra cerca de un Espíritu
Trinitario Inspirado, está consciente de una indicación cualitativa de tal
presencia divina, y también de un muy definido registro cuantitativo que le
permite en efecto conocer la clasificación o número de la presencia o
presencias del Espíritu.
(220.1) 19:5.6 Podría relatar otro hecho de
interés: cuando un Mensajero Solitario se encuentra en un planeta como Urantia,
cuyos habitantes han recibido Ajustadores del Pensamiento, él tiene conciencia
de un estímulo cualitativo en su sensibilidad detectora de la presencia
espiritual. En estos casos no hay estímulo cuantitativo, sino tan sólo una agitación
cualitativa. Si por otra parte se encuentra en un planeta al cual no acuden los
Ajustadores, su contacto con los nativos no produce ninguna reacción de este
tipo. Esto sugiere que los Ajustadores del Pensamiento están de alguna manera
relacionados o conectados con los Espíritus Inspirados de la Trinidad del
Paraíso. Es posible que estén asociados de alguna manera en algunas fases de su
obra; pero en verdad nosotros no lo sabemos. Ambos se originan cerca del centro
y fuente de todas las cosas; pero no pertenecen a la misma orden de seres. Los
Ajustadores del Pensamiento emanan del Padre solo; los Espíritus Inspirados son
la progenie de la Trinidad del Paraíso.
(220.2) 19:5.7 Los Espíritus Inspirados no parecen
pertenecer al esquema evolutivo de los planetas ni de los universos; sin
embargo parecen estar casi en todas partes. Ahora mismo, mientras estoy
formulando esta declaración, la sensibilidad personal de mi Mensajero Solitario
asociado a la presencia de esta orden de Espíritus, indica que se encuentra
junto a nosotros, a no más de ocho metros de distancia, un Espíritu de la orden
de los Inspirados y del tercer volumen de presencia de poder. El tercer volumen
de presencia de poder nos sugiere la probabilidad de que haya tres Espíritus
Inspirados actuando en enlace.
(220.3) 19:5.8 De las más de doce órdenes de seres
asociados conmigo en este momento, el Mensajero Solitario es el único que
siente y conoce la presencia de estas misteriosas entidades de la Trinidad.
Además, aunque sepamos de la cercanía de estos Espíritus divinos, todos
nosotros ignoramos su misión. En verdad no sabemos si son meramente
observadores interesados de nuestras acciones, o si efectivamente contribuyen,
de alguna manera que nos es desconocida, al éxito de nuestra empresa.
(220.4) 19:5.9 Sabemos que los Hijos Instructores
Trinitarios están dedicados al esclarecimiento consciente de las criaturas del universo. He
llegado a la conclusión de que los Espíritus Trinitarios Inspirados, mediante
técnicas superconscientes, también actúan como instructores de
los reinos. Tengo confianza de que existe un cuerpo vasto de conocimiento
espiritual esencial, verdad indispensable para la elevada superación
espiritual, que no se puede recibir conscientemente; la autoconciencia
arriesgaría la certeza de la recepción. Si este concepto es correcto, y mi
entera orden de seres lo comparte, es posible que la misión de estos Espíritus
Inspirados consista en salvar este obstáculo, en saltar esta brecha en el plan
universal de esclarecimiento moral y progreso espiritual. Pensamos que estos
dos tipos de maestros de origen trinitario efectuan un enlace de algún tipo en
sus actividades, pero en verdad no lo sabemos.
(220.5) 19:5.10 En los mundos de capacitación de
los superuniversos y en los circuitos eternos de Havona, he fraternizado con
los mortales en perfeccionamiento —almas espiritualizadas y ascendentes de los
reinos evolucionarios— pero ellos jamás tienen conciencia de la presencia de
los Espíritus Inspirados, que una y otra vez los poderes detectores de los
Mensajeros Solitarios, parecían indicar como muy cercana a nosotros. He
conversado libremente con todas las órdenes de los Hijos de Dios, tanto altas
como bajas, y ninguno de ellos tiene conciencia de las admoniciones de los
Espíritus Trinitarios Inspirados. Sin embargo pueden examinar
retrospectivamente sus experiencias y narrar sucesos que serían inexplicables
si no se tomara en cuenta la acción de estos Espíritus. Pero a excepción de los
Mensajeros Solitarios, y a veces de los seres de origen en la Trinidad, ningún
miembro de la familia celestial ha tenido jamás conciencia de la cercanía de
los Espíritus Inspirados.
(221.1) 19:5.11 No creo que los Espíritus
Trinitarios Inspirados estén jugando a esconderse de mí. Es probable que ellos
estén tratando de revelárseme tan esforzadamente como yo de comunicarme con
ellos; nuestras dificultades y limitaciones deben ser mutuas e intrínsecas.
Estoy seguro de que no existen secretos arbitrarios en el universo; por lo
tanto nunca cejaré en mi empeño de resolver el misterio del aislamiento de
estos Espíritus que pertenecen a mi orden de creación.
(221.2) 19:5.12 Por todo lo dicho, vosotros los
mortales, que apenas estáis dando ahora vuestros primeros pasos hacia el viaje
eterno, os dais cuenta de que deberéis avanzar un largo trecho antes de
progresar por medio de la certeza «visual» y «material». Tendréis que utilizar
la fe durante mucho tiempo y depender de la revelación, si esperáis progresar
con rapidez y seguridad.
6. Los Nativos
de Havona
(221.3) 19:6.1 Los nativos de Havona son la
creación directa de la Trinidad del Paraíso, y su número está más allá del
concepto de vuestras mentes limitadas. Tampoco es posible para los urantianos
concebir las dotes inherentes de criaturas tan divinamente perfectas como estas
razas de origen trinitario del universo eterno. Por ahora, no podréis
contemplar a estas criaturas gloriosas; debéis aguardar vuestro arribo a
Havona, y entonces podréis saludarlas como camaradas espirituales.
(221.4) 19:6.2 Durante vuestra larga estadía en los
mil millones de mundos de cultura havonal desarrollaréis una amistad eterna con
estos seres magníficos. ¡Cuán profunda es la amistad que florece entre una
criatura personal más baja de los mundos del espacio y estos altos seres
personales nacidos en las esferas perfectas del universo central! Los mortales
ascendentes, en su larga y tierna asociación con los nativos de Havona, mucho
hacen para compensar el empobrecimiento espiritual de las etapas primitivas de
su progresión mortal. Al mismo tiempo, gracias a sus contactos con los
peregrinos ascendentes, los havoneros adquieren una experiencia que compensa
considerablemente las limitaciones experienciales inherentes a haber vivido
siempre una vida de perfección divina. Grandes y mutuos son los beneficios tanto
para los mortales ascendentes como para los nativos de Havona.
(221.5) 19:6.3 Los nativos de Havona, como todas
las personalidades de origen trinitario, se proyectan en perfección divina, y
pueden enriquecer sus dotes experienciales con el paso del tiempo, al igual que
otras personalidades de origen en la Trinidad. Pero a diferencia de los Hijos
Estacionarios de la Trinidad, los nativos de Havona pueden evolucionar en su
estado y tener un futuro de eternidad-destino no revelado. Esto es ilustrado
por esos havoneros que actualizan a través del servicio la capacidad de fusión
con un fragmento no Ajustador del Padre y de este modo llenan las condiciones
necesarias para afiliarse a los Cuerpos de los Mortales de la Finalidad.
También existen otros cuerpos de finalistas abiertos a estos nativos del
universo central.
(221.6) 19:6.4 La evolución del estado de los
nativos de Havona ha ocasionado múltiples especulaciones en Uversa. Pues se van
infiltrando constantemente en los diversos Cuerpos de la Finalidad en el
Paraíso, y no se crean otros seres para reemplazarlos, es evidente que el
número de nativos que quedan en Havona disminuye constantemente. Las
consecuencias últimas de estas transacciones no nos han sido reveladas jamás,
pero no creemos que los nativos desaparezcan completamente de Havona. Hemos
teorizado que los nativos de Havona posiblemente dejen de integrarse a los
cuerpos de finalistas en algún momento durante las edades de las creaciónes
sucesivas en los niveles exteriores del espacio. También hemos albergado la
idea de que en estas subsecuentes edades universales el universo central podría
poblarse de un grupo mixto de seres residentes, una ciudadanía sólo en parte
formada por los nativos de Havona. No sabemos qué orden o tipo de criatura
pueda estar destinada a la residencia en Havona en el futuro, pero hemos
pensado en:
(222.1) 19:6.5 1. Los univitatias, que son
actualmente los ciudadanos permanentes de las constelaciones de los universos
locales.
(222.2) 19:6.6 2. Tipos futuros de mortales que puedan nacer en las esferas habitadas de los superuniversos durante el florecimiento de las edades de luz y vida.
(222.3) 19:6.7 3. La aristocracia espiritual afluente desde los sucesivos universos exteriores.
(222.2) 19:6.6 2. Tipos futuros de mortales que puedan nacer en las esferas habitadas de los superuniversos durante el florecimiento de las edades de luz y vida.
(222.3) 19:6.7 3. La aristocracia espiritual afluente desde los sucesivos universos exteriores.
(222.4) 19:6.8 Sabemos que el Havona de la era universal
anterior era un tanto diferente del Havona de la edad presente. Juzgamos pues,
simplemente razonable suponer que estamos presenciando ahora aquellos lentos
cambios del universo central que anteceden a las edades por venir. Un hecho es
seguro: el universo no es estático; sólo Dios es inmutable.
7. Los
Ciudadanos del Paraíso
(222.5) 19:7.1 Residen en el Paraíso numerosos
grupos de seres magníficos, los Ciudadanos del Paraíso. Puesto que no se ocupan
directamente del plan del perfeccionamiento de las criaturas ascendentes
volitivas, no son revelados plenamente a los mortales de Urantia. Existen más
de tres mil órdenes de estas inteligencias excelsas. El último grupo fue
personalizado simultáneamente con el mandato de la Trinidad que promulgara el
plan de creación de los siete superuniversos del tiempo y del espacio.
(222.6) 19:7.2 Los Ciudadanos del Paraíso y los
nativos de Havona se conocen a veces por el nombre colectivo de personalidades
del Paraíso-Havona.
(222.7) 19:7.3 Esto completa la historia de los
seres traidos a la existencia por la Trinidad del Paraíso. Estos seres jamás se
han descarriado. Sin embargo, en el sentido más elevado, están todos dotados de
libre albedrío.
(222.8) 19:7.4 Los seres de origen trinitario
tienen prerrogativas de tránsito que los independizan de las personalidades
especializadas en transporte, como por ejemplo los serafines. Todos nosotros
tenemos el poder de movernos libre y rápidamente en el universo de los
universos. A excepción de los Espíritus Trinitarios Inspirados, no podemos
alcanzar la casi increíble velocidad de los Mensajeros Solitarios, pero podemos
hacer uso de la totalidad de los medios de transporte disponibles en el espacio
para llegar a cualquier punto en un superuniverso, desde su sede de gobierno,
en menos de un año medido en el tiempo de Urantia. Me llevó 109 días de vuestro
tiempo viajar de Uversa a Urantia.
(222.9) 19:7.5 Por los mismos medios podemos
intercomunicarnos instantáneamente. Nuestra entera orden de creación está en
contacto con todos los individuos comprendidos dentro de todas las divisiones
de hijos de la Trinidad del Paraíso, con la sola excepción de los Espíritus
Inspirados.
(222.10) 19:7.6 [Presentado por un Consejero Divino de Uversa.]