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14 de enero de 2017

las clausulas suelo al detalle

Así se devolverá el dinero de las 'cláusulas suelo': el mecanismo extrajudicial del Gobierno, al detalle

Los afectados por las cláusulas suelo de las hipotecas conocerán en una semana el mecanismo que pondrá en marcha el Gobierno para solventar esta problemática después de que la justicia europea obligase a los bancos a devolver lo cobrado de más.
A la espera de saber los detalles del Real Decreto, estas son las claves y los pasos a seguir:
- Vía extrajudicial: el Real Decreto ha sustituido a un código de buenas prácticas planteado inicialmente. 
El proyecto, que irá al Consejo de Ministros de hoy, establece que el cliente pueda recurrir a la negociación extrajudicial si así lo desea y el banco estará obligado a activar un protocolo y ofrecer una solución. Es decir, un posible pacto cerrado entre cliente y banco.
- De obligado cumplimiento y con plazos fijos: la entidad está obligada a hacer una oferta de compensación al afectado en un plazo de dos meses. Tras ello, el cliente tendrá una semana para decidir si la acepta o no. 
En este último caso, el banco dispondrá de otra semana más para hacer una segunda oferta. En definitiva, el proceso debería resolverse en tres meses, algo que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, pone en duda ante la falta de medios.
- Gratuito: el sistema será gratuito para el consumidor, que podrá en todo caso ir a los tribunales si la propuesta de pago formulada por el banco no le satisface.
- Vía judicial, ¿quién paga las costas? En el caso de no estar conforme con el banco, el cliente tiene la opción de acudir a los tribunales y los gastos judiciales se reparten de esta manera: si la cifra final resulta inferior a la que el banco había ofrecido en las negociaciones, la entidad no podrá ser condenada a pagar las costas del cliente. Si la cantidad dictada por el juez es superior a la ofrecida, entonces sí tendría que abonarlas. Todo ellosin multas ni recargos. 
- No podrá ir a la justicia en el plazo de negociación: con el objetivo de evitar una oleada de pleitos, el Decreto Ley estipulará previsiblemente que durante la negociación con el banco no se puedan iniciar acciones legales. Eso sí, pasados los tres meses de contactos, el cliente podrá ir a los tribunales.
- Formas de devolución: el banco podrá hacerlo en efectivo, vía amortización de hipoteca o en otros productos de ahorro.
- Cómo cumplir con Hacienda: los clientes que reciban de sus bancos la devolución de los importes cobrados de más por la aplicación de las cláusulas suelo de las hipotecas deberán tributar por ellos si se beneficiaron de la deducción por adquisición de vivienda habitual en el IRPF y, en todos los casos, por los intereses de demora que la entidad bancaria abone por el tiempo transcurrido. La deducción por vivienda, de las más cuantiosas en el IRPF, está relacionada con la cuota hipotecaria que pagan los contribuyentes, de tal forma que si ahora reciben una parte de lo pagado de más por las cláusulas suelo, la deducción que se aplicaron en su día también debería ser menor y, por tanto, tendrán que devolver el exceso a Hacienda, integrando este importe en la cuota líquida del año en el que lo reciban.
- Intereses de demora: presumiblemente los deberá abonar el banco por el tiempo transcurrido entre la aplicación de la cláusula suelo y la devolución de la misma tienen la consideración de intereses indemnizatorios (frente a los remuneratorios) y, por tanto, son considerados ganancias patrimoniales y, como tal, se deberá tributar por ellos. En concreto, cualquiera que sea el periodo que abarquen dichos intereses de demora, se integrarán en la base imponible del ahorro y se imputarán al ejercicio fiscal en el que se perciban, o dicho de otra manera, en el que tenga lugar el aumento patrimonial.
- ¿Cómo ha afectado al ahorro de las familias? Los topes de las cláusulas suelo han provocado que un tercio de esos menores gastos no se hayan hecho efectivos desde 2008 hasta septiembre de 2016. Los hogares han tenido que destinar a las cuotas hipotecarias en ese periodo 15.674 millones de euros, según cálculos realizados por BBVA Research, por el descenso del euríbor, una cantidad que habría ascendido a algo más de 23.000 millones sin las cláusulas suelo.
- ¿Las futuras hipotecas se encarecerán? La Asociación Hipotecaria Española cree en el "corto plazo", sí. Explica que el aumento en los costes de tramitación de hipotecas encarece el de la producción, por lo que sería razonable pensar en un incremento del precio de los nuevos créditos hipotecarios. "A más costes, más precio del préstamo", ha resumido.
- ¿Cómo afectará a la imagen de los bancos? S&P cree que la devolución de las cláusulas suelo puede perjudicar al sector en su mejora de la rentabilidad, pero en ningún caso, afectará a la calificación de las entidades.

a que teme Israel?

"Israel tiene miedo de acercamiento de EEUU con Rusia"

“Israel tiene miedo de acercamiento de EEUU con Rusia”

El supuesto acercamiento de EE.UU. con Rusia aterroriza al régimen de Israel, preocupado por la infiltración de operaciones que realizó contra Irán y Hezbolá.
Así lo ha desvelado el diario israelí Yedioth Aharonot, citado este jueves por la agencia libanesa de noticias Elnashra, luego de que el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, volviera a defender su postura hacia Rusia.
“Tel Aviv tiene miedo de que Irán acceda a sus datos de inteligencia, métodos y fuentes a que recurrió para conseguir las informaciones, ya que la inteligencia israelí entregó durante los últimos 15 años la mayoría de estos datos a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés)”, comenta Elnashra.
Tel Aviv tiene miedo de que Irán acceda a sus datos de inteligencia, métodos y fuentes a que recurrió para conseguir las informaciones, ya que la inteligencia israelí entregó durante los últimos 15 años la mayoría de estos datos a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés)”, comenta la agencia libanesa de noticias El-Nashra.
Citando a ciertos funcionarios israelíes ha dicho que sus aliados estadounidenses han expresado su “decepción” por la elección de Trump, que “suele cuestionar las actividades de la CIA”.
De esta manera, señala que la mayor parte de las operaciones encubiertas que el régimen israelí ha llevado a cabo en colaboración con Estados Unidos estaban dirigidos contra Irán, y una pequeña parte de ellas fue dirigida contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS).
Las cooperaciones de inteligencia entre el régimen israelí y Washington se profundizó en la última década a raíz de los estrechos vínculos entre el expresidente estadounidense George W. Bush hijo, y los ex primeros ministros israelíes Ariel Sharon y Ehud Olmert.
Desde un principio, el magnate inmobiliario estadounidense se manifestó partidario de fortalecer las cooperaciones con Rusia. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado luz verde a una mejora de las relaciones con Estados Unidos bajo el Gobierno de Trump, afirmando su disposición a reunirse con él “en cualquier momento”.

13 de enero de 2017

Arma Secreta Anticorporativa Laboral: Asociar despido con Acción Sindical.

Arma Secreta Anticorporativa Laboral: Asociar despido con Acción Sindical. 

Las Secciones y la Consolidación de Empleo


Un arma de destrucción masiva de privilegios que los sindicatos y afiliados se niegan sistemáticamente a utilizar es la Sección sindical y los Delegados de empresa en España [1]
Es obvio, hay miedo al despido, y peor aún, a las represalias. Craso Error.
La Delegación sindical y las Secciones son posiblemente las herramientas más útiles a nuestra disposición para crecer y mantenernos personalmente en los puestos de trabajo.
Se podría escribir un libro solo con las victorias de las Secciones de la CNT de los últimos 5 años. 
Es un modelo muy simple que se puede y debe extender.
Si miramos un poco al mercado laboral nos damos cuenta de una cosa: 
el mercado laboral nos mueve de empresa a empresa, somos expulsados y absorbidos por trabajos de mierda [4] que no duran más de dos meses. 
Esto se puede volver en contra del empleador, el capitalista, nuestro parásito y archienemigo. 
Usar su arma favorita en su contra.
Estas dos cortas leyes son de lectura y comprensión obligatoria:
- La ley Sindical de 1971 [2] no obliga a los delegados a presentarse a las Elecciones Sindicales, solo declararse formalmente como representantes electos de su sindicato o sección para contar con la mayoría de los privilegios de los que estos gozan.
- En concreto el art 12 de la Ley Orgánica 11/1985 de Libertad Sindical [3], considera nulas todas las decisiones del empresarios resultado de la discriminación por condición de sindicalista.
Asociar despido con acción sindical
Es decir, si anuncias la sección, te declaras o se declaran unx o varixs delegadxs y asocias el despido a la acción sindical, que el despido es por motivado por esta decisión política y no productiva, entrarás en un litigio de unos 6 meses - 1 año hasta que se declare nulo. 
Entonces se te pagarán los atrasos y te reincorporarás al puesto o se te pagará una indemnización.
La constitución de una sección es un temido paso que muy pocas personas se atreven a dar: el miedo a la represión y a la vida tranquila y sin conflictos, lo cual es perfectamente entendible. 
Por sus características es especial recomendada principalmente para jóvenes, y sobre todo mujeres, porque son las que más sufren la represión, y por lo tanto es más fácil de asociarla a la acción sindical.
Demostrar Discriminación Sindical es lo más fácil del mundo en estos días
No hay nada que perder, porque el empresario ya te iba a despedir, y en el litigio legal que empiece te ayudarán a llevarlo el comité de acción sindical, tus compañerxs afiliadxs y allegadxs y elx abogadx. No estás solx.

Objetivos del Delegado y la Sección Sindical

El premio personal es bien un puesto de trabajo o simplemente vivir sin trabajar de la indemnización del litigio, lo cuál no es lógico, ya que tendrás que volver a empezar de cero en la siguiente empresa con el consiguiente desgaste personal.
Hay que mantener el puesto. 
Una vez consolidado asegurarlo con una actividad sindical regular que evite represalias.
Para la sección el objetivo general es el crecimiento dentro de la empresa por medio de la resolución común de conflictos.
El objetivo a medio plazo solo puede ser uno: 
la desactivación de agentes voluntarios o involuntarios del capital, los elementos represivos. 
El sistema es movido por personas. Desarticula a los agentes del capital y desarticularás el sistema. 
Hay gente cómoda en sus puestos, egoísta, cobarde, servil, leal en su miseria o directamente beneficiada que no les importa lo que le pase al resto mientras ellos estén bien; están del lado del Amo. 
Éstos se presentan en múltiples formas, compañeros de trabajo, otros delegados, capataces, coordinadores, secretarios de recursos humanos, limpiadores, directores... 
Ni quieren liberarse ni quieren que nos liberemos. Ayudarán al capitalista. 
En tal sentido nosotrxs mismxs somos muchas veces nuestrxs enemigxs; porque nos damos cuenta que la tarea es ardua. 
La cadena es larga, pero se puede y debe romper empezando por el eslabón más débil. Desplegando las contramedidas correspondientes, que básicamente son denuncias de sus discriminaciones y abusos, pero pueden llegar a ser más imaginativas según avanza el conflicto.
No queremos extendernos, pero el objetivo último es la toma de la propia empresa por medio de la suplantación progresiva de la gobernabilidad (gestión, control, producción) esperando el golpe de muerte definitivo que devuelva a los trabajadores la empresa.
Para todo ello se necesita trazar un plan, un cronograma, con tiempos y objetivos concretos. 
No puede haber conflicto sin Cronograma. 
Este indicará si la estrategia ha dado resultado o si no dónde modificarla.La experiencia dependerá del espíritu y el apoyo de la comunicación
La lucha laboral es una guerra psicológica entre voluntades.
El estado de ánimo es fundamental, tanto del trabajador como del capitalista y el ambiente.
Si creemos que somos víctimas y que estamos sufriendo sufriremos, y nos sentiremos como mártires esclavxs. En tales condiciones no se puede mantener ninguna lucha.
Si creemos que estamos avanzando en nuestra liberación personal y en la común, y pensamos en superar todos los impedimentos extras impuestos por la sociedad y los actores capitalista avanzaremos, no nos desmoralizaremos y nos sentiremos como libertxs iluminadorxs.
Los reveses en la lucha nos debilitarán, así que debemos contar con el apoyo del mayor número de organizaciones, tanto internas como externas. Las asociaciones se unen ante las injusticias.
Las victorias nos fortalecerán si las compartimos y más personas se animarán a unirse la lucha si hay logros, esto es, beneficios evidentes. La comunicación es fundamental
Salud! PHkl/tctca
_________
[1] http://tarcoteca.blogspot.co.uk/2016/10/la-cnt-ait-de-barcelona-pega-una.html
[2] BOE.es - Documento BOE-A-1971-230
[3] BOE.es - Documento BOE-A-1985-16660
[4] http://www.todoporhacer.org/sobre-el-fenomeno-de-los-trabajos-de-mierda

By Pablo Herakliotarcoteca.blogspot.com

El establecimiento está intentando robar la Presidencia De Trump y la izquierda liberal está ayudando

El establecimiento está intentando robar la Presidencia De Trump
y la izquierda liberal está ayudando
Paul Craig Roberts
Reuters informa que 2.700 soldados estadounidenses acompañadas de tanques se están moviendo a través de Polonia hacia la frontera rusa.Coronel Christopher Norrie, comandante de la 3ª equipo de combate de brigada acorazada, declaró: ". El objetivo principal de nuestra misión es la disuasión y la prevención de amenazas" Al parecer, el coronel no es lo suficientemente brillante como para darse cuenta de que, lejos de las amenazas que impiden, la fuerza de él es el portal líder se presenta como una amenaza. Y a no menos de un poder militar que Rusia.
¿Cuál es el punto de esta fuerza minúscula? No llenar de constituir una amenaza para Rusia si fuera 100 veces más grande, quizás incluso mil veces más grande. Recuerde, Hitler invadió Rusia en contra de un Stalin preparados con la mayor y mejor fuerza militar del mundo había visto nunca en la operación militar más grande en la historia humana. La fuerza de la invasión alemana se compone de 3.800.000 soldados, 600.000 vehículos motorizados, 3.350 tanques, 7.200 piezas de artillería y 2.770 aviones. El Ejército Rojo, a pesar de su cuerpo de oficiales de haber sido purgados por Stalin, se comió esta fuerza magnífica y ganó la guerra contra Alemania.
En comparación con la Rusia de Stalin, la Rusia de Putin está preparado. OTAN no es capaz de assemblying una fuerza lo suficientemente grande como para invadir Rusia. Entonces, ¿cuál es el punto de los 2.700 soldados estadounidenses que se desplazan a través de Polonia hacia Rusia?
La respuesta es mantener viva la propaganda occidental que Rusia es una amenaza y que sea lo más
difícil posible para el Trump para normalizar las relaciones con Rusia. Es extraordinario que el ejército de Estados Unidos está llevando a cabo este ejercicio de provocación que contradice la política del presidente entrante. El ejército de Estados Unidos, la CIA, y sus putas de los medios de comunicación de Estados Unidos están llevando a cabo de manera no democrática su propia agenda independiente de la política del presidente electo. Según el periódico israelí, Haaretz, funcionarios de inteligencia, incluso de Estados Unidos han advertido al Gobierno de Israel de no compartir información de inteligencia con la administración Trump, porque Putin tiene "aprovecha de la presión" sobre Trump Trump y se fuga de la información a Rusia e Irán. 
http://www.haaretz.com/israel-news/1.764711
Podemos ver cómo funciona el sabotaje del / de complejo de seguridad militar de la política de Trump. constantes acusaciones han obligado a Trump quiere decir que, posiblemente, los rusos estaban involucrados en una piratería que nunca se produjo, ni por Rusia ni nadie más.nominado del triunfo para el Secretario de Estado, Tillerson, tiene que declarar Rusia como una amenaza en su audiencia de confirmación con el fin de ser confirmados. nominado del triunfo para el Secretario de Defensa, Mattis, ha tenido que decir en su audiencia de confirmación de que los EE.UU. tiene que estar preparado para hacer frente a Rusia, militar, y agregó que hay pocas áreas en las que los EE.UU. pueden cooperar con Rusia, argumentando que se trata de romper OTAN.
Podríamos descartar la admisión de Trump como lanzar un hueso a la CIA para que puedan sentirse reivindicado y bajar la espalda, y las declaraciones de Tillerson y Mattis podrían ser despedidos como lo que tiene que ser dicho con el fin de ser confirmada. Sin embargo, estas declaraciones de las mejores citas de Trump están siendo utilizados como confirmaciones de que todos, excepto Trump, incluso el propio gobierno de Trump, se da cuenta de que Rusia es una amenaza. La imagen que la propaganda de la Rusia de que el régimen de Obama trabajó tan duro para crear ahora tiene el lustre de la aceptación por parte de los candidatos de Trump de Estado y de Defensa. Ya sea Tillerson y Mattis significan o no, claramente el Congreso de Estados Unidos esclava de las donaciones de campaña desde el complejo militar / seguridad se determina que Rusia ser considerado como una amenaza.
Los rusos viendo todo esto con rapidez estar perdiendo sus esperanzas para la normalización de las relaciones. La clase gobernante de Estados Unidos está causando esperanza a desaparecer y la sospecha de que aumente en el gobierno ruso, elevando así las barreras dentro de la misma Rusia a la política de mejora de las relaciones de Trump.
Nada habla más claramente de la maldad desenfrenada de la Constitución de Estados Unidos que está dispuesto a
correr el riesgo de conflicto con Rusia por el bien de su permanencia en el poder y el beneficio.


¿Dónde está la conciencia moral de la izquierda liberal? ¿Por qué la izquierda liberal ayudando al complejo militar / seguridad deslegitimar Trump y cuadro de él en la forma que su agenda está muerto a la llegada y la guerra termonuclear sigue siendo una opción?





El Dr. Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro para Política Económica y editor asociado del Wall Street Journal. Era columnista de Business Week, Scripps Howard News Service, y Creators Syndicate. Ha tenido muchas citas universitarios. Sus columnas de Internet han atraído a un grupo de seguidores en todo el mundo. Últimos libros de Roberts son  el fracaso del laissez faire y disolución económica de Occidente ,  ¿Cómo se perdió América , y  la amenaza neoconservadora de orden mundial .

Who’s the Real Manipulator of Elections?

Jonathan Marshall -- Who’s the Real Manipulator of Elections?


January 13, 2017

Exclusive: In berating Russia for alleged interference in the recent U.S. election, the U.S. intelligence community ignores the extensive U.S. role in manipulating political movements around the globe, observes Jonathan Marshall.
By Jonathan Marshall
The Director of National Intelligence’s public report on alleged Russian hacking opens with a “key judgment” that “Russian efforts to influence the 2016 US presidential election represent the most recent expression of Moscow’s longstanding desire to undermine the US-led liberal democratic order.”


The CIA seal in the lobby of CIA headquarters in Langley, Virginia.
That’s a strong claim. The assertion suggests a fundamental and sustained Kremlin challenge to Western freedom, reminiscent of the early years of the Cold War. That such an unqualified and ideologically charged claim should lead the report speaks volumes about the politicization of the U.S. intelligence community’s leadership. That such a claim has gone mostly unchallenged, aside from Donald Trump, speaks volumes about the powerful ideological consensus in Washington for escalating political and military conflict with Russia.

Yet a recent review of relations with Russia during the Obama years by former U.S. ambassador Michael McFaul — a harsh critic of President Putin — puts the lie to the notion that Moscow has consistently sought to undermine U.S. political interests. At the same time, however, McFaul’s article illustrates the blinders shared by many American policy makers regarding the counterproductive impact on Russian behavior of repeated U.S. electoral and military interventions.
From Cooperation to Conflict
Writing for Foreign Policy, McFaul states that Russian cooperation allowed the Obama administration to negotiate the New START treaty, which slashed the number of missile launchers on each side; implement joint economic sanctions to pressure Iran into dismantling any capability of producing nuclear weapons; open up critical transportation routes for the resupply of NATO forces in Afghanistan; and arrange huge business deals for major U.S. corporations. Russia also cooperated extensively in counterterrorism and persuaded the Assad regime to give up its stockpiles of chemical weapons.
These are hardly the actions of a government with a long-term plan to undermine the United States or the “liberal democratic order.” That order is far more at risk from the Saudi monarchy, whose “export of the rigid, bigoted, patriarchal, fundamentalist strain of Islam known as Wahhabism has fueled global extremism and contributed to terrorism,” to quote The New York Times.
So what went wrong with Russia? As I recently argued, and McFaul acknowledges, one major sticking point in recent years was the Obama administration’s insistence on deploying missile defenses in Eastern Europe, which Moscow interpreted as a long-term threat to its nuclear deterrent. Congressional meddling in Russian affairs by imposing sanctions on alleged human rights abusers also angered the Kremlin. But those issues were not fatal, McFaul insists.
Instead, McFaul claims, the fault lay with Putin’s paranoid reaction to “common people demonstrating in the streets to demand greater freedoms and democratic rule” during the Arab Spring, the 2011 Russian elections, and then in Ukraine. “Putin’s response to those events, first the annexation of Crimea and then intervention in support of insurgents in eastern Ukraine, ended for good our ability to cooperate,” he maintains.
McFaul writes that Putin had “wild theories” about “American financial support for Russian opposition leaders and their organizations,” and about U.S. responsibility for regime change more generally in the Middle East and Ukraine.
“We tried to convince Putin and his government otherwise. We explained that the CIA was not financing demonstrators in Cairo, Moscow, or Ukraine . . . But Putin’s theory of American power — engrained long ago as a KGB officer (and confirmed, it must be admitted, by previous American actions in Iran, Latin America, Serbia, and Iraq) — was only reconfirmed by events during the Arab Spring and especially on the streets of Moscow in the winter of 2011 and spring of 2012.
“In his view, people don’t rise up independently and spontaneously to demand greater freedom. They must be guided, and the Obama administration was the hidden hand. On that, we profoundly disagreed; our bilateral relations never recovered.”
Even Paranoids Have Enemies
McFaul’s parenthetical acknowledgment of past U.S. complicity in regime change all over the world is refreshing. But he dismisses as “phantom” the documented evidence that the Obama administration also sought to overthrow regimes in areas of Russian interest with catastrophic results.











Russian President Vladimir Putin addresses UN General Assembly on Sept. 28, 2015. (UN Photo)
In Libya, for example, Putin was appalled when Obama flagrantly violated his narrow mandate from the United Nations Security Council to protect civilians in the 2011 civil war. That March, President Obama accepted that “broadening our military mission to include regime change would be a mistake.” One month later, he declared, with the leaders of France and Great Britain, “Colonel Gaddafi must go, and go for good.”
A recent British parliamentary report condemning that fundamental change of mission blamed the Western military campaign for triggering Libya’s “political and economic collapse, inter-militia and inter-tribal warfare, humanitarian and migrant crises, widespread human rights violations, the spread of Gaddafi regime weapons across the region and the growth of ISIL in North Africa.”
McFaul is similarly silent about Obama’s promotion of regime change in Russia’s longstanding ally, Syria. Fresh from their disaster in Libya, Obama and his two European partners declared in August 2011 that “the time has come for President Assad to step aside.”
Their proclamation came four months after the Washington Post reported that Obama had continued a covert Bush administration program to fund Syrian Islamists who were engaged in “a long-standing campaign to overthrow the country’s autocratic leader, Bashar al-Assad.” Five years and half a million dead later, can McFaul really paint Putin as paranoid about regime change?
Russia’s 2011 Elections
McFaul also discounts as irrational Putin’s anger over Washington’s alleged intervention in Russia’s 2011 parliamentary elections, which a hostile Secretary of State Hillary Clinton condemned as fraudulent. Putin complained that Clinton judged the elections unfair even before international election monitors announced their findings. He called her comments a “signal for our activists who began active work with the U.S. Department of State” to stage mass protests.
Concerns about the fairness of the election were legitimate. Putin no doubt scapegoated Washington in part to explain the drop in popularity of his United Russia party. However, he wasn’t making up the fact that the U.S.-funded National Endowment for Democracy (NED), created during the Reagan administration to take the place of covert CIA programs to influence civil groups, was “all over the place inside Russia.”
Moreover, according to University of Westminster dean Roland Dannreuther, “For Putin and his entourage, there were clear parallels with Western democracy promotion in the Middle East and rising opposition and societal conflict within Russia,” which had only recently achieved political and economic stability after its near collapse in the 1990s.
“The lesson they took from events in Libya and Syria was that the West’s commitment to ‘democracy’ meant a willingness to break up societies, to use force, and to impose the wishes of an elite pro-Western minority on the majority. The interpretation was that ‘we must not allow the ‘Libyan scenario’ to be reproduced in Syria’. Even more important, of course, was that the ‘Libyan scenario’ should not be reproduced in Russia or in key neighbours, such as Ukraine.”
Regime Change in Ukraine
Ukraine was, in fact, the final straw. After Washington recognized the February 2014 coup against the elected government of Viktor Yanukovych, who was friendly with Moscow, Russia’s rushed to annex (or reunify with) Crimea and back the separatist movement in Russian-speaking Eastern Ukraine. Western powers responded with economic sanctions. Relations have gone downhill ever since.
Although the political opposition to Yanukovych had genuine mass appeal (at least in Western Ukraine), Washington’s hands were all over the movement to oust him and move Ukraine closer to the West. The demonstrators were publicly encouraged by Assistant Secretary of State Victoria Nuland (former foreign policy adviser to Vice President Dick Cheney) and by the ardently anti-Putin Sen. John McCain. Just weeks before the Ukraine coup, the Russians intercepted a phone call between Nuland and the U.S. ambassador, discussing their picks for new leadership in the country.
U.S. government funds also poured into Ukraine before the coup, through the National Endowment for Democracy, to train grass-roots activists, support key journalists, and foster business groups. In 2013, the president of NED, Carl Gershman, published a blatantly provocative op-ed column in the Washington Post calling Ukraine “the biggest prize” among countries of interest to Russia. He boasted that U.S. programs to pull Ukraine into the Western orbit would “accelerate the demise of the ideology of Russian imperialism that Putin represents” and defeat him “not just in the near abroad but within Russia itself.”
NED: History of Interventions
Putin has had reason to doubt Western claims about “democracy promotion” since Washington and its European allies overlooked Boris Yeltsin’s unconstitutional power grab in 1993 and his blatant manipulation of the 1996 election. That election prompted a famous Timemagazine cover story: “Yanks to the Rescue: The Secret Story of How American Advisers Helped Yeltsin Win.”
U.S. interference in Russia’s domestic affairs was soon followed by the so-called “color revolutions” in such former Soviet republics as Ukraine, Georgia and Kyrgyzstan. Columbia University’s Alexander Cooley remarked, “Eurasian elites viewed the color revolutions not as legitimate democratic responses to corrupt authoritarian rule, but as Western-sponsored threats targeting their very survival. These perceptions were supported when various Western NGOs and donors began to publicly take credit for their role in ushering in regime changes . . .”
Cooley added, “the United States has also contributed to the erosion of its own credibility as a promoter of democratic values through the manner in which it dealt with the government of Georgia and its democratic failings in the post-[2003] Rose Revolution period. Indeed . . . the United States’ vigorous support of Georgia contributed to the notion that Washington’s efforts to promote democracy in the post-Soviet space were simply justification for supporting anti-Russian regimes.”
Ukraine’s Orange Revolution in 2004 followed more than $65 million in spending by the Bush administration “to aid political organizations in Ukraine” and “to bring opposition leader Viktor Yushchenko to meet U.S. leaders,” reported Associated Press.
Its report continued, “U.S. officials say the activities don’t amount to interference in Ukraine’s election, as Russian President Vladimir Putin alleges, but . . . officials acknowledge some of the money helped train groups and individuals opposed to the Russian-backed government candidate — people who now call themselves part of the Orange revolution.”
American Manipulation
Ian Traynor, the Guardian’s European editor, called the 2004 Ukraine campaign “an American creation, a sophisticated and brilliantly conceived exercise in western branding and mass marketing that, in four countries in four years, has been used to try to . . . topple unsavoury regimes.”
“Funded and organised by the US government, deploying US consultancies, pollsters, diplomats, the two big American parties and US non-government organisations, the campaign was first used in Europe in Belgrade in 2000 to beat Slobodan Milosevic at the ballot box,” he continued.
“If the events in Kiev vindicate the US in its strategies for helping other people win elections and take power from anti-democratic regimes, it is certain to try to repeat the exercise elsewhere in the post-Soviet world.”
As it happened, the campaign in Kiev did turn out to Washington’s liking. Yushchenko — who was married to a former official in the Reagan administration — emerged as Ukraine’s new president and began seeking membership in NATO and the European Union.
Scholars agree that Putin and other Russian elites were deeply shaken by these successive U.S. interventions along their borders. That should have come as no surprise: Washington would have reacted much the same to Russia spending tens of millions of dollars on political revolutions in our backyard, as indeed we did during the Cold War in Guatemala, Cuba, Chile, El Salvador, Nicaragua and Grenada.
The DNI report thus would have been much more correct to state that Russia has long opposed U.S.-led regime changes on its borders and in the Middle East. Moscow is not implacably hostile to American values or interests, as shown by the cooperative behavior it repeatedly showed during the early Obama years.
In order to genuinely advance U.S. interests and better protect our freedoms, therefore, the Trump administration should follow through on the President-elect’s implicit promises to rethink policies that provoke conflict with Russia in the name of promoting democracy.

Jonathan Marshall is author of many recent articles on arms issues, including “How World War III Could Start,” “NATO’s ProvocativeAnti-Russian Moves,” “Escalations in a New Cold War,” “Ticking Closer to Midnight,” and “Turkey’s Nukes: A Sum of All Fears.”

The Establishment Is Trying To Steal The Presidency From Trump And the Liberal-Left Is Helping

The Establishment Is Trying To Steal The Presidency From Trump
And the Liberal-Left Is Helping
Paul Craig Roberts
Reuters reports that 2,700 US troops accompanied by tanks are moving across Poland toward the Russian border. Col. Christopher Norrie, commander of the 3rd Armoured Brigade Combat Team, declared: “The main goal of our mission is deterrence and prevention of threats.” Apparently, the colonel is not sufficiently bright to realize that far from preventing threats, the force he is leading presents as a threat. And to no less a military power than Russia.
What is the point of this miniscule force? It woud not constitute a threat to Russia if it were 100 times larger, perhaps even one thousand times larger. Remember, Hitler invaded Russia against an unprepared Stalin with the largest and best military force the world had ever seen in the largest military operation in human history. The German invasion force was comprised of 3,800,000 troops, 600,000 motorized vehicles, 3,350 tanks, 7,200 artillery pieces, and 2,770 aircraft. The Red Army, despite its officer corps having been purged by Stalin, ate up this magnificient force and won the war against Germany.
Compared to Stalin’s Russia, Putin’s Russia is prepared. NATO is not capable of assemblying a large enough force to invade Russia. So what is the point of the 2,700 US troops moving across Poland toward Russia?
The answer is to keep alive the Western propaganda that Russia is a threat and to make it as
difficult as possible for Trump to normalize relations with Russia. It is extraordinary that the US military is conducting this provocative exercise that contradicts the policy of the incoming president. The US military, the CIA, and their whores in the US media are undemocratically pursuing their own agenda independently of the policy of the president-elect. According to the Israeli newspaper, Haaretz, US intelligence officials have even warned the Israeli government not to share intelligence information with the Trump administration, because Putin has “leverages of pressure” over Trump and Trump will leak the information to Russia and Iran. 
http://www.haaretz.com/israel-news/1.764711
We can see how the military/security complex’s sabotage of Trump’s policy works. Constant accusations have forced Trump to say that possibly the Russians were involved in a hacking that never occured, neither by Russia nor anyone else. Trump’s nominee for Secretary of State, Tillerson, has to declare Russia to be a threat in his confirmation hearing in order to be confirmed. Trump’s nominee for Secretary of Defense, Mattis, has had to say in his confirmation hearing that the US needs to be prepared to confront Russia militarily, adding that there are few areas in which the US can cooperate with Russia which he says is trying to break NATO.
We could dismiss Trump’s admission as throwing a bone to the CIA so they can feel vindicated and get off his back, and the statements by Tillerson and Mattis could be dismissed as what has to be said in order to be confirmed. Nevertheless, these statements from Trump’s top appointments are being used as confirmations that everyone except Trump, even Trump’s own government, realize that Russia is a threat. The propaganda picture of Russia that the Obama regime worked so hard to create now has the luster of acceptance by Trump’s nominees for State and Defense. Whether Tillerson and Mattis mean it or not, clearly the US Congress in thrall to the campaign donations from the military/security complex is determined that Russia be regarded as a threat.
The Russians watching all this must quickly be losing their hopes for normalized relations. The US ruling establishment is causing hope to fade and suspicion to rise in the Russian government, thus raising barriers within Russia herself to Trump’s policy of better relations.
Nothing speaks more clearly of the unbridled evil of the US Establishment than its willingness to
risk conflict with Russia for the sake of its hold on power and profit.

Where is the liberal-left’s moral conscience? Why is the liberal-left helping the military/security complex delegitimize Trump and box him in so that his agenda is dead on arrival and thermo-nuclear war remains an option?






«Украина в огне» - фильм Оливера Стоуна. Ukrain on fire by Oliver Stone

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