CRONOLOGIA DE TODOS LOS
TIEMPOS 2º PARTE
Visto en: maestroviejo
LOS ELOHIM DE ORIÓN Y
LAS PLÉYADES
Hace
260 millones de años, una Nave procedente del Sistema Rigel de Orión, aterrizó
en lo que hoy es el Cañón de Talampaya (La Rioja, Argentina). De ella primero
descendió un Cosmonauta y luego lo hicieron dos más. Todos estaban vestidos con
escafandras debido al clima imperante que en ese tiempo todavía resultaba
inestable.
Tomaron distintas
muestras del suelo, e hicieron ensayos con todo tipo de vida del lugar, para
comprobar su avance y desarrollo en ese punto del Planeta.
Entonces, el paisaje
era bastante peculiar: era como una selva frondosa, pero el tamaño de los
árboles era realmente impresionante, superando en mucho a los más altos árboles
de nuestros días. El cielo era también distinto, pues tenía una intensa
coloración rojiza, destacando en él varias Lunas. Algunas parecían de enorme
tamaño, debido a su cercanía a la Tierra.
Los nativos, mucho
después, a través de Grandes Iniciados, pudieron ver en los archivos de la
historia este momento y lo dejaron grabado en la piedra como símbolo del
principio de todo en Talampaya. El Petroglifo de los Astronautas que aún se
conserva allí recuerda que «Del cosmos bajaron a la Tierra los padres y luego
regresaron al su hogar más allá de las estrellas».
Los llegados eran Elohims y Guardianes y Vigilantes elegidos por
ser los más aptos para las condiciones del Planeta, ya que su mismo componente
genético de Orión, también estaba en las esporas sembradas por los Padres
Antiguos.
Este grupo originario de Orión, primero ubicó el sitio y después instaló una
Base-Laboratorio permanente. Luego en diferentes tiempos llegarían más
contingentes.
Los Elohim de Orión produjeron más de un toque
genético, ayudando al desarrollo de los reptiles. Buscaban así generar un tipo
especial de éstos con
el fin de lograr un ser inteligente con las características propias de Orión,
pero a su vez con algunos componentes de este Planeta, del producto de la Evolución
Natural.
(Según
fuentes científicas, hace 250 millones de años, «apareció» —justamente en
Talampaya— , el Lagosuchus Talampayensis, una de las primeras especies de
dinosaurios).
Por millones de años y
en diferentes épocas, los Orionitas continuaron manteniendo allí la
Base-Laboratorio, pero llegó un momento en que hubo diferentes opiniones acerca
de cómo seguir trabajando para lograr un ser inteligente originario.
Fue cuando la
Confederación decidió agregar al Plan un nuevo enfoque, que llevó a enviar a un
nuevo grupo de 7 Elohim.
Entonces, una gigantesca Nave-Laboratorio de 50 Kms de diámetro
—que funcionaba, además, como invernadero—, aterrizó en Talampaya. Su forma era
cilíndrica pero abultada en el medio, y más angosta en sus extremos, que eran
redondeados y luminosos. Su procedencia era pleyadiana.
Éstos nuevos Elohim
comenzaron a realizar otras combinaciones genéticas —ayudando al desarrollo de
los mamíferos—, alejándose con ello del proyecto original de los Orionitas.
Esta variante del experimento trajo aparejado
desavenencias y tensiones crecientes entre los seres de Orión y Las Pléyades.
Tantas, que en un momento dado, los Elohim Pleyadianos abandonaron la Base, y
con sus experimentos a bordo de la Gran Nave-Laboratorio en la que llegaron, se
marcharon lejos de los Orionitas para continuar su proyecto.
LOS GUARDIANES
HIPERBÓREOS
Por entonces, y para
salvaguardar el proceso terrestre, hace
245 millones de años fue enviado a la Tierra un contingente de Guardianes y
Vigilantes, procedentes principalmente del Planeta Apu, del Sistema Alfa
Centauro. Con esto se inicia lo que conocemos como la Era Secundaria.
Debido a la
inestabilidad del Planeta, los Guardianes y Vigilantes se ubicaron en el
llamado Continente Hiperbóreo, llamando Thule a su capital. Groenlandia,
Islandia, las islas de Spitzberg y el Norte de Europa serían los vestigios
geológicos de la fabulosa Hiperbórea, que disfrutaba de un clima tropical, con
una vegetación extraordinaria.
Los llamados Guardianes Hiperbóreos eran gigantes en comparación
con el terrestre actual, pues medían más de 3 mts de altura. Su constitución
física y energética les permitía soportar las intensas radiaciones que emitía
la actividad volcánica.
Pese a todo, las tensiones y desavenencias entre los Elohim
continuaron, hasta que el proceso volvió a quedar interrumpido hace 65 millones de años, cuando la
Tierra atrajo sobre sí el impacto de una de las Lunas —de unos 10 Kms de
diámetro—, sumergiendo al Planeta en terribles terremotos, inundaciones, nubes
de polvo y gases… El colapso planetario fue tal, que acabó con la mayor parte
de la megaflora y la megafauna.
Los Guardianes
Hiperbóreos, sabiendo del desenlace fatal que se acercaba, empezaron a
organizar la evacuación, poco antes de que esto pasara. Pero todo se aceleró,
lo cual llevó a abrir una Puerta Dimensional de emergencia en el extremo norte
del mundo, por la que lograron fugarse los remanentes que no pudieron huir de
otra manera.
Hoy en día, la Puerta
abierta en el Espacio y el Tiempo continúa actuando para quienes se acercan a
ella, como una ventana a otra época, y permite vislumbrar cómo era el Planeta
hace tantos millones de años.
DESCARTE PREMATURO
Entonces, nuestro mundo
quedó allí, sólo y abandonado a su suerte. Un mundo envuelto en las tinieblas
de sus propias convulsiones, en medio de las cuales se retorcía como un
indefenso animalito desamparado, condenado a muerte por la naturaleza.
Como habían sido 8 los
Planetas programados para el Proyecto, el descartar uno no resultaba
significativo, por lo que se continuó trabajando con los otros 7. Pero más
adelante se repitieron problemas similares con otros 3 más, llegando al punto
en que a pesar de los cuidados dispensados se destruyeron estos totalmente, sin
dejar en la actualidad restos visibles de ellos. Esto obligó a un trabajo más
concienzudo con los 4 sobrevivientes.
Cuando
los otros 3 Planetas se destruyeron, y se pensó en lo peligroso que era la
rápida reducción de posibilidades, el Helel Enmanuel hizo recapacitar sobre el
caso de la Tierra, donde la destrucción se había atenuado, y por lo tanto
existía la conveniencia de darle una segunda oportunidad.
El
Planeta no sólo continuaba en su lugar, sino que por sí mismo se estaba
recuperando de la gran destrucción, ingresando prometedoramente en una nueva
etapa que nosotros conocemos como la Era Terciaria, con vida adaptada por la
propia naturaleza a las condiciones imperantes.
Los
Helel Serafines se dieron cuenta de que se habían apresurado en descartar a un
participante, por lo que de inmediato se dispuso que los Elohims viniesen y
procurasen acelerar el proceso, recuperando el tiempo transcurrido y nivelando
los avances para equipararlo al de los otros.
LA HUMANIDAD LEMURIANA
Entonces, los
Genetistas Pleyadianos se establecieron con su gran Nave-Laboratorio en Lemuria
—un continente hoy desaparecido ubicado en el Océano Índico—, trayendo consigo
diferentes especies de insectos y plantas de otros Planetas para instalar y
ampliar la gran gama que existía en este mundo.
También traían consigo
plantas con propiedades alucinógenas, que usaban para anular el proceso de
envejecimiento acelerado que la Atmósfera de nuestro Planeta les hacía sufrir.
A partir de primates
relativamente evolucionados,
con
una dosis de genes pleyadianos, y mediante el uso de la alta ingeniería
genética de estos últimos, fue creada la primera raza humana, cuyo fin sería
alcanzar un alto desarrollo evolutivo, como estaba contemplado en el Plan
Cósmico.
Aunque hay quienes creen haber recibido información de que esto
habría ocurrido hace un millón de años, otros hablan de 60 millones de años. E
incluso, la información recibida por Talmir, sugiere que esto ocurrió, no
durante la Era Terciaria, sino a finales de la Secundaria: hace 65 millones de
años, o más.
(Según fuentes científicas,
a finales de la Era Secundaria, ya existía el Purgatorius Ceratops, los más
antiguos primates conocidos – llamados así por ser contemporáneos del
triceratops).
Así, fruto del
experimento, los Elohim consiguieron una variedad de andróginos y hermafroditas;
es decir, seres que poseían ambos sexos. Sin embargo, esta nueva raza no estaba
correctamente adaptada para soportar las condiciones de la Tierra en ese
momento.
La inestabilidad del
planeta, manifestada en continuas y violentas erupciones volcánicas, sumadas a
la irrespirable atmósfera sulfurosa y aguas ácidas, impidieron que estos
frágiles seres —carentes, además, del muy necesario sentido de supervivencia,
debido a la apacible vida que llevaban dentro de la Nave Laboratorio— pudieran
prosperar al ser llevados a la superficie.
Por esta razón debieron
ser reacondicionados, separando los sexos mediante alta cirugía, y modificando
nuevamente su genética para tornarlos más resistentes.
LA TRAICIÓN DE GADREEL
Una vez creada la base
de la primera Humanidad Terrestre, los 7 Ingenieros Genéticos se reunieron con
los grupos de Lemurianos en la Nave Laboratorio —no olvidemos que el gigantesco
vehículo extraterrestre funcionaba como invernadero—, y les dijeron:
—De toda planta, de todo fruto o semilla podréis comer
sin que ello os contamine, pero por ningún motivo probaréis de las plantas que
se encuentran en el Área Reservada, porque aquellas especies de vegetales son
Plantas Alucinógenas. Y éstas podrían provocar a ustedes visiones y
percepciones para las que no están preparados aún, e impedirían que en un
futuro cercano, desarrollaran las facultades que les corresponden para dominar
y controlar, aquello que va más allá de vuestros sentidos físicos.
»Además,
consumir estas Plantas traería consigo el deterioro de sus neuronas, iniciando
un proceso irreversible de muerte y destrucción celular, que ni aún nosotros
podríamos detener. Sus Auras serían igualmente afectadas al quedar rasgadas y
estarían a merced de Entidades que siempre están al acecho…».
Los primeros Lemurianos
aceptaron muy disciplinadamente la recomendación de no acercarse a estas
plantas dañinas. Pero uno de los Ingenieros Genéticos, un médico
extraterrestre llamado Gadriel o Gadreel, se había unido en secreto a Luzbel, y
siéndole fiel a sus intereses, buscó la forma de boicotear el programa,
induciendo a los primeros seres humanos a usar estas plantas prohibidas.
Se
reunió aparte con nuestros antepasados y les dijo:
—Probad
de aquellas plantas, de las que se os recomendó guardar reserva. No hagáis caso
a mis compañeros que son temerosos de que rápidamente podáis conseguir poder y
conocimiento. Además, ¿Cómo avanzaría la Ciencia sin la Experimentación?
Los
avaló a escondidas, auspiciando la primera experiencia de consumo de drogas por
parte de la Humanidad.
Los primeros Lemurianos
la pasaron muy mal: se les bajó la presión, sintieron frío, y cuando los
demás Ingenieros se dieron cuenta del problema, pensaron que definitivamente
los humanos eran seres impredecibles, que la curiosidad de ellos era muy peligrosa
y que inclusive podía poner en peligro la seguridad de ellos mismos.
Así,
deciden abortar por segunda vez el Proyecto Tierra y se marcharon en su
gigantesca Nave.
LA CREACIÓN DE LOS SUNKIES
Tiempo después,
cuando el resto de los Ingenieros Genéticos se entera de lo que había hecho,
Gadreel es abandonado en nuestro mundo, en una especie de prisión subterránea
en Talampaya, de la cual no saldría hasta que sus compañeros volviesen por él,
al ver que comprendió su error. Y
así fue.
Durante este período, Gadreel,
con la intención de enmendar su equivocación, crea una raza de criaturas
humanoides, los Sunkies, como iniciativa paralela a la humana, siendo ellos los
principales moradores del Mundo Subterráneo.
Los Sunkies, son seres
pequeños de aspecto humanoide, de apenas un metro de estatura. No poseen
cabello, y sus grandes ojos negros, oblicuos, resaltan en un rostro redondeado
que no muestra nariz, orejas, ni labios, sino una suerte de orificios en su
lugar. El color de su piel luce como un gris-terra cotta.
Estos seres de su
creación, seguirían cumpliendo con inducir al ser humano al consumo de toda
clase de plantas prohibidas de consumo directo, como supuesta y a la vez
engañosa vía de protección, a toda clase de acechanzas, y para facilitar su contacto
con estos seres y lograr de ellos sus favores, los cuales serían siempre
cobrados a muy alto precio: el pago finalmente sería la dependencia, el bloqueo
natural de las facultades y la gradual autodestrucción del propio ser humano.
Pero no todas estas entidades tienen una tendencia hacia el mal.
Siendo nuestro mundo parte de un Universo donde prima la Dualidad, existe la
tendencia hacia ambas direcciones de la Polaridad en todos los seres. Por ello
hay seres también benéficos refugiados en el Mundo Intraterrestre.
DESORIENTACIÓN DIMENSIONAL
Una vez que se
consideró que el Proyecto Tierra había fracasado, el Planeta fue abandonado a
su suerte, siendo el primero de los 8 Planetas seleccionados, que fue
descartado del Plan Cósmico.
Al poco tiempo del abandono
y del olvido al que fue sumido el Planeta, llegaron Naves a nuestro hábitat,
declarándolo «Tierra de Nadie», lo cual les permitiría extraer una variedad de
metales, entre ellos Oro.
Pero
el Oro de la Tierra no era de la calidad y refinamiento que se necesitaba para
crear 12 Discos a manera de espejos metálicos, de un Oro casi traslúcido, que
conectados entre sí, a través de un treceavo más grande, y que los ensambla a
todos, debían ser ubicados en puntos estratégicos, para que pudieran plasmar un
rumbo de conexión con la Puerta Cósmica de regreso al Real Tiempo del Universo,
así como facilitar una energía portadora capaz de abrir puertas entre las
Dimensiones.
Para
la confección de dichos Discos se requirió de la combinación de 7 metales, en
un proceso alquímico. Pero no era suficiente la mera aleación de los metales,
se requería que en su fabricación interviniera la combinación de voces y
sonidos, mentes y corazones del Planeta y de éste Tiempo Alternativo. Al
ingresar al Tiempo Alternativo de la Tierra, los Interventores iban dejando
atrás una Puerta que rápidamente abrió otras, convirtiéndose en 7 en el Cosmos,
y no menos de 12 en la Tierra, confundiéndolos en el proceso de retorno y
arriesgándolos a perderse en el caso de escoger el portal equivocado. Porque
sólo una es la correcta para volver a su tiempo y momento.
Los 24 Ancianos de la Galaxia y los 9 de Andrómeda, que son el
Gobierno de nuestra Galaxia y
del conjunto o Grupo Local, sabían lo que significaba enviar a los
experimentadores a ésta otra realidad, y a propósito lo previeron para que
quienes llegaran a los Planetas de Intervención no pudieran echarse atrás,
impidiéndoseles volver de inmediato sin completar antes su tarea, obligándoles
así a que tuvieran el debido interés de que el Proyecto alcanzara el éxito.
Por
ello los Sembradores, los Guardianes y Vigilantes, y los Instructores, seres de
Nivel 4.4, pagaron el precio del ingreso, con un trauma de olvido parcial, que
llamaríamos DESORIENTACIÓN.
Los Mayores y Mentores
que son de un Nivel 6.6, no tienen corporeidad física, y se proyectan al Tiempo
Alternativo, pero no están en él.
Las 7
Puertas son como los 7 Sellos, para
ubicar a la Puerta correcta había que usar a la Humanidad o dejarse guiar por
ella de regreso a casa, acompañando su despertar. Pero esto vendrían a
entenderlo mucho tiempo después los Interventores.
Originalmente no se usó
a los seres humanos de la Tierra para el trabajo de las minas, pero
posteriormente algunos grupos humanos primitivos fueron empleados, o más bien
diríamos: esclavizados para esas funciones, sin ningún remordimiento.
(Esto se asemeja a los
relatos sumerios sobre la esclavización de los primeros humanos, por parte de
los Anunnaki de Nibiru hace 300.000 años, para la búsqueda de Oro. Sin embargo,
cabe la posibilidad de que la utilización de homínidos para la extracción de
Oro u otros minerales, haya ocurrido más de una vez, y por parte de más de una
Raza Extraterrestre, en la Historia de la Tierra).
EVOLUCIÓN LEMURIANA
Posteriormente a todo
esto, la Humanidad —en contacto con los Sunkies y con los Elementales—, avanzó
de una manera desordenada, conectando fácilmente con distintas esferas y
planos. Y llegó el momento en que la Raza Lemuriana empezó a refinarse y
destacar.
(Normalmente los
Misioneros Rahma consideran que esto ocurrió hace 80.000 años, pero según la
versión de Talmir, aún nos encontraríamos a finales de la Era Secundaria).
En aquel entonces los humanos se conocían a si
mismos, y se entendían entre ellos telepáticamente. También se comunicaban
usando el Lenguaje de las Aves, e imitando sus cantos y sonidos a manera de
silbidos. Todo esto, puso en alerta a quienes dirigían el Plan Cósmico.
Se había logrado el
avance de la Humanidad, al margen de la observación, supervisión, control y
guía de los interventores, y todo ello era inaceptable. El Proyecto había sido dispuesto
para que fuese una enseñanza y significara un aprendizaje para los
Extraterrestres, y no podía o debía resultar exitoso sin la presencia,
seguimiento y observación cercana de los Interventores.
Además, porque se corría el riesgo que sólo la
Humanidad de la Tierra diera el salto y se quedaran los Extraterrestres
atrapados en aquella otra realidad. En tal sentido hubieran pasado los
terrestres, pero no ellos. Por tanto se decidió bloquear la posibilidad de
lograr un éxito inmediato, haciéndole olvidar al Ser Humano el conocimiento y
recuerdo de sus facultades, produciendo en él un terrible adormecimiento y
retroceso.
El siguiente paso
fue retomar la Tierra como parte activa del Proyecto, porque de los otros 7
Planetas escogidos, 3 se habían destruido totalmente, y 4 se habían estancado
por el exceso de cuidados y dependencias. El único Planeta en el cual los
experimentadores habían perdido el control sobre el experimento, y las
posibilidades estaban dadas para lograr un buen resultado, era la Tierra.
CIVILIZACIÓN LEMURIANA
Entonces, bajo la
tutela permanente de los Pleyadianos —quienes aún debían usar escafandras,
según el relato de Talmir—, los Lemurianos comenzaron a organizarse en pequeñas
comunidades, como aldeas familiares.
Allí recibían
instrucción directa de sus tutores: al principio conocimientos de agricultura,
así como también a domesticar ciertos seres que había por aquel entonces: los
dinosaurios… y éstos de todo tipo y tamaño.
Por ejemplo, una
especie de triceratops —más grande que el común, con la piel de un color algo
rosada y con manchas—, era usada como animal de carga.
Con el tiempo
aprenderían también ciencias como Matemáticas, Astronomía y Astrología, las que
les permitieran tener un gran avance y desarrollo en poco tiempo.
(El Dr. Javier Cabrera
Darquea, estudioso de las misteriosas Piedras de Ica en el Perú, defendió hasta
su muerte la existencia de una Humanidad y Civilización anteriores a las
nuestras, que habrían existido hace 75 millones de años).
Las comunidades iban
creciendo en número y tamaño, no sólo a lo ancho, sino también hacia lo
profundo de la Tierra, como una forma de defensa ante aquellos animales
indomables y a los desastres naturales. Construyendo túneles y galerías
subterráneas, encontraron otras que ya existían y que se encontraban habitadas
por los Sunkies, creando una estrecha y fraterna relación entre ellos.
Por esto, los
Pleyadianos comenzaron a darles más independencia, dejándolos solos y
visitándolos cada breves períodos, que luego se espaciaban cada vez más.
Su tecnología alcanzó
un nivel tal, que eran capaces de crear Portales Dimensionales. También habían
logrado un importante desarrollo y manejo de sus capacidades psíquicas.
Ya para ese entonces,
los Pleyadianos se habían retirado de la Tierra, dejando que sus pupilos
continuaran desarrollándose solos, o casi solos…
LA CAMPAÑA DE LUZBEL
Pero llegó el momento
en que la Sede del Consejo de los 14 de Orión recibió la visita de un extraño. Un
ser altísimo, espigado, vestido con un traje rojo que parecía estar hecho de un
grueso plástico. Llevaba una suerte de capa y un sombrero alargado sobre la
cabeza, similar a la Corona Atef de los Faraones de Egipto.
Aquel visitante que
irrumpía sin previo aviso en el Consejo de Orión, disfrazaba hábilmente su
secreto origen. Se trataba de
Luzbel, que había logrado materializarse en Orión —algo que no es difícil para
un «Padre Creador»— para influir directamente en el Consejo, y llevar
nuevamente a los Orionitas a una Guerra. Una Guerra que buscaba destruir a «Los Hijos
Prohibidos de Orión»: la Humanidad de la Tierra.
El punto de conexión
con la llegada de Luzbel a Orión fue una gigantesca Puerta Estelar, emanada
desde la Estrella Mintaka: una grieta de luz que comunica los Universos, un
fenómeno que sólo se da en el núcleo de algunas Galaxias y Estrellas.
(Muchas fuentes indican
que en Orión se encuentra uno de los 13 Portales Mayores de la Galaxia. Pero,
como hemos visto, es posible que el Portal de Orión se trate, en realidad, de
la Estrella Alnitak, y Nordac se haya equivocado al identificarla con Mintaka).
El Consejo de Orión
supo mantenerse ajeno a las oscuras intenciones del visitante. Esto llevó a que
Luzbel buscara continuamente apoyo en las diferentes Constelaciones, tratando siempre
de convencer de que todo lo implantado por las Confederaciones era un engaño
para que en el futuro todas las Civilizaciones Cósmicas terminaran siendo
esclavizadas por seres primitivos. Estas ideas iban ganando terreno y
simpatizantes.
LA CONVERSIÓN DE
SATANEL
El individuo que más
podía verse influenciado por Luzbel era sin duda su discípulo más directo,
Satanel, que ahora se hallaba embarcado en una empresa diferente: difundir el
Llamado de Paz en el Universo.
Nordac dice haber
tenido una visión de Satanel en esta etapa de la Saga del Plan Cósmico. Pero lo
describe como un humano: alto y esbelto, de tez blanca, largos cabellos negros,
y ojos claros, profundos y penetrantes. ¿Por qué, si se supone que Satanel era
un Hombre-Serpiente?
Es posible que Satanel
hubiese cambiado temporalmente su cuerpo reptiliano por uno humano, en una de
aquellas Expediciones de los Emisarios de la Paz. Acaso como una señal de Buena
Voluntad, para presentarse ante una Civilización que seguramente también era
humana.
No obstante a ello,
aquel importante miembro del Consejo de los 33, caería en las tinieblas para
transformarse en el principal seguidor de la causa de Luzbel.
«RAH» fue nuevamente el punto importante de la discusión entre la
corporización de Luzbel y Satanel, demostrándose que la lección pasada —el
origen de la Guerra Antigua—, en realidad, no había terminado de ser aprendida.
Los ojos de Satanel se
tornaron oscuros como el espacio. Luzbel había logrado llenar su corazón de
odio hacia los humanos de la Tierra, pues estos eran «Hijos Prohibidos» de
«RAH».
Sin embargo, el ser
«hijos» de Orión no era lo más terrible, sino el estar dotados de algo que los
mismos Orionitas no poseían: el Libre Albedrío.
Luzbel, hábilmente,
logró convencer a Satanel que la Humanidad de la Tierra debía ser destruida. Y
por si fuera poco, llegó hasta afirmarle que constituíamos un peligro para los
mismísimos Orionitas, por cuanto en un futuro, tarde o temprano, les
destruiríamos al convertirnos en una Civilización más poderosa.
Todo esto era un golpe
muy estudiado, pues, si el Resplandeciente lograba polarizar a Satanel, sabía
que el antiguo General de Vigilantes y ahora Maestro representante de todo
Orión, contaría con miríadas de seguidores. Y así fue.
De esta manera, poco a
poco comenzaron a tensionarse las relaciones entre la Confederación y los
Orionitas, ya que se habían convertido en los principales detractores de las
decisiones de los Mayores, y todo esto amparado por la influencia directa de un
Resplandeciente.
LA REBELIÓN DE SATANEL
En primera instancia,
el propio Satanel intentó convencer al mismísimo Consejo de los 14 para enviar
una Avanzada de Aniquilamiento a la Tierra. Y al igual que Luzbel, no tuvo
éxito.
Los Sabios Maestros
comprendían que la propia existencia de la Humanidad era parte del Plan
Cósmico, una estrategia que buscaba que nuevas formas de vida, pero con los
mismos inconvenientes que ellos —como la tendencia guerrera y colonizadora—
pudiese encontrar el Eslabón Perdido que permitiría restituir el orden
quebrantado y por consecuencia alcanzar Grados Superiores de Evolución.
Empero, Satanel no
comprendía. Estaba lleno de odio. Había sido polarizado. Entonces, poseído de
ira, e impotente de convencer al Consejo de destruir la Tierra, levantó su
larga y extraña arma. Y de este aparato disparó espantosas energías —como si
fuese un fuego eléctrico— hacia los miembros del Consejo. Les destruyó a todos.
Fue entonces como de
una oposición teórica y manifestada en opiniones divergentes, se pasó a una
acción radical violenta. Era el inicio de la Rebelión de Satanel, a la que se
plegaron Planetas de Orión y de otras Civilizaciones, como la de Zeta Retículi.
(De acuerdo al
Contactado colombiano Solraser, fueron 36 las Civilizaciones que se enfrentaron
a la Confederación: Civilizaciones de Orión como las de Alnilam, Bellatrix,
Betelgeus y Rigel, secundadas por otras como las de Barnard, Draco, Eridane,
Lira, Marcab, Zeta Retículi, Zeta Tucane, y Zeta Zilón).
Y los ecos de aquella
disidencia, que llegó a tener alcances de una verdadera Guerra de las Galaxias,
aún resuenan en el Cosmos.
Urlasa —uno de los 24
Mayores de la Galaxia—, planteó la necesidad de terminar pronto con este
conflicto bélico que ya estaba poniendo en crisis al Universo, llegando al
punto de confundir a otras Confederaciones en lo que correspondía a su propio
actuar.
El planteamiento fue
aceptado, y se decidió por una ofensiva total que tomó por sorpresa a las
legiones de Satanel y Luzbel, reduciéndolas y dominándolas por completo.
LA BATALLA FINAL EN
TALAMPAYA
En la Tierra, la Base
Científica de Orión en Talampaya, que también era una Base Militar, pasó a
formar parte de las Fuerzas de Satanel. Dentro de ella no existía un total
consenso de ello, y hubo quienes desde el principio tomaron una posición
ambigua. Principalmente entre los jefes no había una completa convicción a la
Rebelión, pero muchos de ellos fueron sometidos por la influencia satánica.
Fue cuando la
Confederación de Mundos envió a un contingente de Naves a retomar la Base y
fueron atacados. Entonces se produjeron grandes batallas, muchas armas fueron
usadas, y finalmente una gran explosión destruyó todas las instalaciones de
superficie. Pero no así lo que preventivamente se había reubicado tiempo antes
en el interior del gran Monte Negro de Talampaya, protegido por un Escudo de
Energía.
Fueron muchos los
muertos, tantos que cayeron 24.000 en el perímetro cercano a la Base, y dentro
de ella, finalmente se desató una rebelión a los mandos que respondían a
Satanel. Hubo una gran lucha cuerpo a cuerpo que posibilitó finalmente que la
Confederación retomara el control.
En aquel lugar quedó un
gran Valle de los Caídos, donde aún hoy se encuentran los 24.000 seres muertos
en la Gran Batalla Final. Como así también los 12 Jerarcas Orionitas retenidos
dentro de Cristales.
Además quedaron los
equipos del Laboratorio y sus resultados, todo bajo la custodia de la Gran
Hermandad Blanca, que fundaría allí mismo la Ciudad de Ankar, que significa
«Luz de los Tiempos».
(Tradicionalmente, los
Misioneros Rahma han situado estos hechos hace unos 25.000 años, aunque Talmir
los sitúa a finales de la Era Secundaria).