A continuación traducimos un artículo de Brandon Smith para la web Alt-Market.com.
Como ya advertimos muchas veces, el Robot Pescador reproduce artículos como este, no porque esté necesariamente de acuerdo con su contenido, sino porque ofrecen puntos de vista interesantes, generalmente, por que se salen de la norma impuesta por las corrientes mayoritarias.
Uno puede estar en desacuerdo con muchas de las cosas que dice Brandon Smith, pero eso no significa que lo que expone no sea interesante y no invite a pensar.
En este caso concreto, cabe tener en cuenta, a modo de contexto, que Brandon Smith pertenece al Movimiento Libertario norteamericano, una corriente de pensamiento alejada de los movimientos libertarios de extrema izquierda que podemos encontrar en Europa, por poner un ejemplo.
El Movimiento Libertario norteamericano, básicamente promueve la libertad individual y quiere minimizar al máximo el poder del gobierno. Estos libertarios apoyan la libertad máxima en asuntos personales y económicos. Abogan por un gobierno mucho más pequeño; Uno que se limita a proteger a los individuos de la coerción y la violencia. Los libertarios norteamericanos tienden a abrazar la responsabilidad individual, a oponerse a la burocracia gubernamental y a los impuestos, a promover la caridad privada, y sobretodo, apoyan el libre mercado y defienden las libertades civiles de su Constitución.
En muchos casos, adquieren la forma de libertarios ultra-conservadores en muchos de sus postulados, que para un europeo, pueden resultar muy chocantes.
Visto el contexto de pensamiento de Brandon Smith, reproducimos su artículo, recordando a los lectores, que los comentarios en primera persona que se ofrecen a partir de ahora, no pertenecen a reflexiones del Robot Pescador, sino a reflexiones de Brandon Smith…
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL COMENZARÁ CON ALEMANIA Y CHINA
En numerosos artículos a lo largo de los años he esbozado en detalle la agenda de un futuro sistema económico y gubernamental mundial dirigido principalmente por las elites bancarias y los globalistas; Un programa al que a veces se refieren como el “Nuevo Orden Mundial” (NWO).
El término ha ganado tal exposición pública y notoriedad recientemente que los globalistas han vuelto a utilizar una terminología diferente. Algunos de ellos, como Christine Lagarde, del Fondo Monetario Internacional, se refieren a ella como el “reset económico global”. Otros lo llaman el “nuevo multilateralismo”. Otros lo llaman “el fin del orden unipolar”, refiriéndose a la lenta muerte de la economía estadounidense como el pilar central de la economía global.
Christine Lagarde
Cualquiera que sea el rótulo que decidan utilizar, todos ellos señalan una desestabilización del espectro completo del sistema financiero y geopolítico del “viejo mundo” y el ascenso de un edificio mundialmente controlado, dominado abiertamente por centros de poder global como el FMI y el Banco de Pagos Internacionales.
Demasiadas personas, incluso en el movimiento libertario (de EEUU), tienden a examinar sólo el aspecto de esta agenda. Algunos se han engañado a sí mismos pensando que los EE.UU. y el dólar son en realidad el núcleo del NWO y, por lo tanto, son indispensables para los globalistas.
Como he mostrado una y otra vez, la Reserva Federal está ahora recorriendo una vía rápida para completar su sabotaje de la economía de los Estados Unidos; No estarían instigando la inestabilidad y la crisis para desinflar las burbujas fiscales masivas que han creado a menos que Estados Unidos fuera al menos parcialmente prescindible.
Algunos creen que el NWO es una construcción puramente “occidental” y que las naciones orientales se están defendiendo de un imperio globalista invasor.
También he demostrado que esto es una tontería, y que las naciones orientales trabajan en estrecha colaboración con los mismos globalistas con los que supuestamente están en guerra.
Esto incluye a Vladimir Putin en Rusia, una figura a menudo elogiada de forma ignorante por activistas libertarios selectos.
Lo que vemos representado en la corriente principal de los medios del mainstream es un conflicto, sí; Pero es un conflicto teatralizado.
Al final de la jornada, los líderes orientales complacen a altos sacerdotes globalistas en el FMI y el Banco de Pagos Internacionales y almuerzan con iconos del NWO como Henry Kissinger, así como los jefes del Partido Republicano e incluso la familia de Donald Trump salen de fiesta con estrategas demócratas y George Soros.
Es todo un juego. Todo el mundo es un escenario.
Por lo tanto, la pregunta sigue siendo, ya que el NWO y su sistema económico global es una amenaza real que se está proyectando, tal y como muestran las propias declaraiones de los más destacados globalistas, ¿cómo va a empezar el asunto?
Si los Estados Unidos son meramente una rama que los globalistas están dispuestos a cortar, con el objetivo de obtener una centralización del poder aún mayor, ¿dónde se fundará realmente el NWO?
Como se ha señalado, tanto las naciones orientales como las occidentales están a disposición de los financieros internacionales, por lo que no debería sorprendernos que el NWO aparentemente esté tomando forma alrededor de la relación entre dos naciones; una a cada lado.
Como Bloomberg anuncia con aparente júbilo en un artículo titulado “China y Alemania dan un paso adelante a medida que EE.UU. se retira del liderazgo mundial”, Donald Trump se está arriesgando a “unir a los aliados de la guerra fría y a los enemigos, todos por igual contra él”.
En otras palabras, el futuro es el socialismo extremo. Los populistas son una raza peligrosa y moribunda y la globalización avanza sin ellos. La narración está siendo claramente establecida.
La relación entre China y Alemania puede parecer extraña, pero los dos países son mucho más parecidos de lo que muchas personas creen.
Alemania es la pieza central industrial y económica de la Unión Europea. China es el pilar económico e industrial de Asia. China se vende como una sociedad comunista con pasiones capitalistas. Alemania se vende como una sociedad capitalista que integra programas socialistas y mantras de justicia social.
En realidad, ambas naciones son percances colectivistas, pero este es exactamente el tipo de modelo que los globalistas quieren para el mundo entero.
Alemania ha preparado el escenario para el modelo autoflagelante de “multiculturalismo”.
Angela Merkel se muestra obsesiva en su búsqueda del ideal, y esto tiene sentido desde una perspectiva globalista.
El multiculturalismo requiere un movimiento absolutamente desinhibido de ideologías y poblaciones a través de las fronteras, haciendo las fronteras esencialmente obsoletas.
Los ideólogos izquierdistas idiotizados y engañados por mil y una fantasías de “convivencia”, han sido explotados por los globalistas como una herramienta para empujar el mundo hacia el fin de las soberanías nacionales. La Alemania de Merkel ha estado a la vanguardia de este movimiento en Europa y ahora aparentemente está siendo preparada como una antítesis a Trump.
Alemania también ha sido durante muchos años, una especie de paraíso socialista, con más del 25% de su PIB derivado en programas de garantía de derechos tan generalizados, que ha hecho posible que muchos ciudadanos alemanes (mujeres en particular) vivieran la mayor parte de sus vidas sin tener que trabajar. Fue este flujo constante de dólares de los impuestos hacia los programas de bienestar, lo que atrajo a un gran número de los llamados “refugiados”, que fluyeron desde los países musulmanes hacia la UE, prácticamente aplastando el sistema de derecho y obligando a Alemania a poner restricciones a los nuevos ciudadanos.
China ha servido al modelo del NWO, más como un campo de pruebas económico opresivo.
El bienestar y el seguro de salud universal está en la vanguardia del último programa quinquenal del gobierno chino. Por supuesto, con cientos de millones de chinos que viven con menos de un dólar por día, la población no tiene más remedio que confiar en la generosidad del estado.
Esto ha moldeado una economía que es apenas tolerable para muchos, pero lo suficientemente tolerable como para impedir una revolución. Es una dinámica que las élites quisieran aplicar en cada nación.
El gobierno chino supervisa todos los aspectos de las redes corporativas que conforman su economía. Un negocio chino es en la mayoría de los casos, un negocio del gobierno chino.
No existe tal cosa como la libre empresa en China. La relación de China con las instituciones globalistas es bien conocida. Son una de las primeras naciones en pedir abiertamente un nuevo sistema monetario mundial encabezado por el FMI y basado en la canasta de los Derechos Especiales de Giro (DEG).
China también ha sido recientemente incorporada a la canasta del DEG por el FMI, mostrando que el rascado de espalda es mutuo.
Esta estrategia de elevar la canasta del DEG y reemplazar la condición de reserva mundial del dólar como un precursor de una moneda global, ha sido planteada una y otra vez por los globalistas. Por ejemplo, recientemente, podíamos leer a Mohamad El-Erian, ex CEO de PIMCO, en un artículo titulado “¿Podría la moneda mundial del FMI ayudar a fomentar la unidad mundial?”. Tenga en cuenta que El-Erian sugiere el cambio hacia un sistema monetario global como una forma de luchar contra el reciente “aumento del populismo”.
Para que se lance un plan de este tipo, debe haber cierta estabilidad en algún lugar del mundo.
Mientras muchas naciones enfrentan crisis financieras en una escala no vista desde la Gran Depresión, los globalistas todavía necesitan tener lugares para consolidar los capitales y establecer una cabeza de playa para el próximo asalto a la soberanía. Esta cabeza de playa puede venir en forma de una unión económica entre Alemania y China, los dos favoritos del NWO.
China es el mayor socio comercial de Alemania y Alemania ha sido el primer lugar para la inversión china en Europa.
El mes pasado, Merkel y el primer ministro chino Li Keqiang se reunieron con la intención de “profundizar los lazos” ante el “proteccionismo” promovido por Donald Trump.
Merkel declaró que “China se ha convertido en un socio estratégico. Vivimos en tiempos de incertidumbre global y vemos nuestra responsabilidad de expandir nuestra asociación en todas las áreas y de impulsar un orden mundial basado en la ley”
El embajador de Alemania en Pekín, en una reciente sesión de información con los periodistas en el G20 declaró:
“La dinámica económica y política desde una perspectiva alemana se está moviendo hacia el este. Los Estados Unidos han dejado un vacío en la región al abandonar el acuerdo de libre comercio de la Asociación Transpacífica compuesto por 12 naciones”.
Como he argumentado desde antes de las elecciones de 2016, la misión de Donald Trump, es ejercer de catalizador de los múltiples programas globalistas que han estado en marcha desde hace décadas.
Trump ahora es la excusa para todo. El Trump y el populismo son la excusa para un “multilateralismo” renovado, la excusa para la cooperación alemana y china, la excusa para un nuevo sistema monetario mundial y, muy probablemente, el chivo expiatorio para la inevitable etapa final de nuestro actual colapso económico.
Mientras se supone que Trump representa el viejo orden mundial y su “barbarie“, Alemania y China obviamente están siendo presentados ante el mundo, como el símbolo de algo nuevo; Un Nuevo Orden Mundial en el que la cooperación y la interdependencia son las grandes virtudes de nuestra época.
Es mi sospecha que, junto con Rusia y China, Alemania será una de las primeras naciones en desprenderse completamente del dólar de los EEUU como moneda de reserva mundial, cuando llegue el momento de pasarse al Derecho Especial de Giro (DEG).
Y, ese momento se está acercando rápidamente.
También sospecho que los globalistas buscan una base de poder económico desde la cual proyectar su NWO, y Alemania y China encajan perfectamente.
Sugiero que los analistas alternativos observen la relación entre estos dos países muy de cerca.
Sus comportamientos pueden indicar muchos cambios y la aparición de muchos peligros.
No sabemos hasta qué punto tiene razón Brandon Smith en sus reflexiones y previsiones, pero siempre da que pensar.
Recordemos que en su momento, ya avanzó la victoria de Donald Trump cuando todo el mundo anticipaba lo contrario, y ya le otorgaba entonces el papel adjudicado por esas élites globalistas, del habla en este artículo.
El tiempo nos dirá si Smith tiene razón o no en sus previsiones…