Una noticia publicada por el Economista Digital el pasado mes de abril no dejaba lugar a dudas: «Puigdemont se lanza en brazos de ultraliberales y anticastristas en Estados Unidos», añadiendo que «El presidente «se reúne con la influyente AEI, cuyo líder defiende que Cataluña pueda ser el Hong-Kong de Europa»:
“El presidente catalán Carles Puigdemont se entrevistará este miércoles en Washington con el presidente del adalid del ultraliberalismo en Estados Unidos, Arthur Brooks, que está al frente del American Entreprise Institute, (AEI), el gran think tank ideológico que nutre durante décadas al Partido Republicano . Horas más tarde, reservado en la agenda del presidente, Puigdemont se reunirá con tres congresistas republicanos anticastristas, de la línea dura del Partido Republicano , partidarios de reforzar al ejército norteamericano. Se trata de los congresistas por Florida, Mario Diaz-Balart, Lleana Ros-Lehtinen y Carlos Curbelo. Y lo hará en un domicilio privado de uno de los tres congresistas.”
(…)
“El presidente catalán come este miércoles con Arthur Brooks, que se casó con una catalana, y que tocó en una orquesta en Barcelona. Con Brooks, Puigdemont quiere analizar el futuro encaje de una Cataluña independiente en Europa . En algunas entrevistas, el presidente de la AEI, influenciado por las lecturas de un economista que para él es una referencia – el liberal independentista Xavier Sala-Martín- ha asegurado que “Cataluña podría ser la capital financiera y comercial de Europa, podría ser el Hong Kong de Europa” . Es decir, podría cumplir el sueño de los ultraliberales catalanes, al convertir Cataluña en una especie de paraíso fiscal, o de nueva Irlanda, con bajos impuestos para atraer a inversores internacionales. Todo eso no parece ser el programa que defiende ERC, ni la CUP, ni el propio Pdecat socialdemócrata que dirige ahora Marta Pascal.”
El artículo hace referencia a la gira por Estados Unidos que este pasado mes de abril realizaron los miembros de una delegación de la Generalitat encabezada por Carles Puigdemont y Raül Romeva, y cuyo objetivo expreso era el de recavar apoyos internacionales de cara al proceso soberanista.
Y desde luego, el artículo de investigación que mejor explica la importancia real de esta “gira americana” (y sus sorprendentes resultados) es el publicado por Julio Cebrián para el portal De Verdad Digital titulado «Los extraños compañeros del indepentismo catalán», en donde se constata lo siguiente:
En la búsqueda de relaciones internacionales y de centros de poder que puedan apadrinar la ‘independencia’ de Cataluña y un futuro ‘Estat catalá’, EEUU se ha convertido en la prioridad.”
Además, apunta de manera muy precisa lo siguiente:
“Desde los rotativos españoles se ha querido quitar importancia a la gira de Puigdemont y Romeva por EEUU, dando a entender que no les ha recibido nadie influyente. La realidad es justamente la contraria. Han tenido audiencia con importantes representantes del establishment político norteamericano.”
Allí Puigdemont, Romeva y el resto de miembros la delegación catalana consiguieron el apoyo de diversos congresistas, siendo el más destacado el del republicano Dana Rohrabacher. Pero lejos de caer en la tentación de remover sus supuestos vínculos con Rusia (tal y como efectivamente ha hecho el 99% de la prensa corporativa), el autor prefiere resaltar el amplio historial que Rohrabacher ha cosechado al servicio de la agenda Imperialista y de la OTAN:
“La promoción del independentismo potenciado por Washington es una constante en la carrera de Rohrabacher. En la guerra de los Balcanes de 1998 fue un activo defensor de que EEUU financiara y armara al Ejército de Liberación de Kosovo. La ‘independencia’ de este pequeño país de la mano estadounidense lo ha convertido en una gran base norteamericana, un portaaviones de la OTAN en medio de los Balcanes. También se conoce una carta escrita por Rohrabacher al Departamento de Estado en 2012 recomendando el patrocinio de los movimientos separatistas en Irán como forma de intervención en este país.”
A continuación, Julio Cebrián destapa el oscuro pasado de Eliot Engel, otro de los congresistas que mostró su respaldo a los planes del independentismo catalán:
“Además se entrevistaron con Eliot Engel, líder demócrata en el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso. Otro encendido defensor de la conveniente independencia de Kosovo a finales de los 90. Es amigo de Gerry Adams, líder del Sinn Fein irlandés. De religión judía, tiene fuertes vínculos con el lobby israelí estadounidense -siendo un firme partidario de declarar Jerusalén como capital de Israel- y se ha opuesto a Obama en temas como el acuerdo nuclear con Irán. También ha trabajado en las estrategias de intervención norteamericanas en América Latina y el Caribe.”
Por último, el articulista pone su atención en la ya mencionada reunión que mantuvo la delegación liderada por Puigdemont con Arthur Brooks, el presidente del AEI:
“Otro en recibirlos fue Arthur C. Brooks, presidente del American Enterprise Institute (AEI), uno de los más importantes think tanks (laboratorios de ideas) republicanos, fuertemente ligado al neoconservadurismo. Brooks, con familia política en Cataluña, ha mantenido contactos contacto con Artur Mas, pero también con Aznar. Es un conocido teórico del llamado “conservadurismo compasivo”, una doctrina que ha sustentado los postulados ‘neocon’ de los gobiernos de Ronald Reagan o George W.Bush. De hecho, miembros destacados de la AEI han sido Dick Cheney (vicepresidente de Bush hijo, y considerado por muchos el verdadero presidente de aquel gobierno) y otros halcones de esa administración como Paul Wolfwowitz (subsecretario de Defensa) o John Bolton (embajador ante la ONU). En política exterior y defensa, el AEI siempre se ha destacado por ser defensores de la linea dura con respecto a cualquier amenaza para EEUU, impulsando decididamente las intervenciones militares (Irak o Afganistán) o las operaciones encubiertas de desestabilización (América Latina, Siria, Irán), así como el endurecimiento de la postura ante China.“
En “El sueño americano del soberanismo“, el diario El País relata así la visita de Puigdemont al AEI:
“Valor añadido del viaje de Puigdemont ha sido su recepción en el American Enterprise Institute (AEI), el más importante think tank (laboratorio de ideas) republicano. El presidente del AEI, Arthur Brooks, con familia política en Cataluña, mantiene contacto con Mas. Brooks también mantiene una relación con el expresidente José María Aznar, de quien dijo en 2010 a La Vanguardia que “es extremadamente inteligente”. “Ojalá tuviésemos en Estados Unidos más políticos como él”, declaró. En Nueva York, Puigdemont también se reunió brevemente con James Carville, exasesor del expresidente Bill Clinton. Carville, que no quiso valorar el proceso soberanista ante los medios, se hizo célebre en su día por acuñar la cita “es la economía, estúpido”, que acabó por convertirse en el lema de campaña de Clinton en 1992: es decir, la mejora económica es más importante que cualquier otra promesa política.”
Aunque esto no aparece en el artículo de Julio Cebrián, Puigdemont y compañía redondearon su gira por Estados Unidos reuniéndose con el ex-presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, uno de los impulsores (junto a su inseparable consejero Zbigniew Brzezinski) de la Operación Ciclón contra la URSS en Afganistán. El encuentro fue auspiciado y anunciado a bombo y platillo por el Diplocat.
En vista de lo ya expuesto, quizá sea el momento de hacernos la siguiente pregunta: ¿Por qué los grandes medios corporativos han preferido resaltar los supuestos (e indirectos) vínculos de los líderes soberanistas con Rusia, en detrimento de los mucho más intensos que mantienen con la flor y nata del “Estado profundo” norteamericano?
Quizá empezemos a atisbar una respuesta en los siguientes capítulos.