El peligro es el rumor. La sospecha. El miedo. Las mentiras sembradas.

 El peligro es el rumor. La sospecha. El miedo. Las mentiras sembradas.

Mi hijo llegó de la escuela y me dijo:

"Mamá, no vas a creer lo que pasó hoy en la clase de historia".

Su profesor les dijo a todos que iban a jugar a un juego.

Caminó por el aula y les susurró a cada niño si eran brujas o personas normales. Luego dio las instrucciones:

"Formen el grupo más grande que puedan sin brujas. Si su grupo tiene una sola, todos suspenden".

Dijo que la sala se llenó de sospechas al instante.
Todos empezaron a preguntarse: "¿Eres una bruja? ¿Cómo sabemos que no mientes?".

Algunos niños se aferraban a un grupo grande, pero la mayoría se dividía en grupos más pequeños y exclusivos. Rechazaban a cualquiera que pareciera inseguro, nervioso o diera la más mínima señal de culpa.

La energía cambió rápidamente. De repente, todos sospechaban de todos.

Susurros. Señales. Miradas de reojo. La confianza se disolvió en minutos.  Finalmente, cuando todos los grupos estuvieron formados, la maestra dijo:
“Muy bien, hora de averiguar quién falla. Brujas, levanten la mano”.

Y ninguna mano la levantó.

Toda la clase le reclamó. “¡Espera! ¡Arruinaste el juego!”.

Y entonces la maestra soltó la bomba:
“¿En serio? ¿Había brujas de verdad en Salem, o todos simplemente creían lo que les decían?”.

Mi hijo dijo que la sala se quedó en silencio sepulcral.

Fue entonces cuando lo entendieron. Nunca se necesitó una bruja para que ocurriera el daño. El miedo ya había hecho su trabajo. La sospecha por sí sola dividió a toda la clase, convirtiendo la comunidad en un caos.

¿Y no es eso exactamente lo que estamos viendo hoy?
Diferentes palabras, misma estrategia.
En lugar de “bruja”, es liberal, conservador, vacunado, no vacunado, pro-esto, anti-aquello.
Las etiquetas cambian, pero la táctica es la misma.

Asustar a la gente. Hacer que sospechen. Dividirlos.  Entonces quédate sentado mientras la confianza se desmorona.

El peligro nunca fue la bruja.
El peligro es el rumor. La sospecha. El miedo. Las mentiras sembradas.

Rechaza el rumor. No sigas el juego. Porque en cuanto empecemos a cazar "brujas", ya habremos perdido.

Créditos a su autor