¡TODO SALE A LA LUZ!
- Los Clinton construyeron un imperio global de tráfico de personas mediante zonas de guerra, ONG falsas y la maquinaria de chantaje de Epstein. El 9 y el 14 de octubre de 2025, se verán obligados a prestar juramento mientras el equipo de Trump desmantela toda su red.
Fuentes clandestinas confirman lo que muchos temían: no se trataba solo de tráfico de personas. Se trataba de un programa de inteligencia multinacional para tender trampas a líderes mundiales y magnates tecnológicos mediante abusos rituales, control mental y manipulación bioquímica. La isla de Epstein contaba con escáneres neurológicos, sistemas de inyección de hormonas y salas de trauma basadas en sonido para fracturar mentes y crear activos programables.
Los planos recuperados de la casa de Epstein lo demuestran. La orden de Trump de 2025 de revelar los activos del Proyecto MONARCA desencadenó una ola de desclasificación que confirmó la existencia del programa.
Hace tres semanas, la CID del Ejército y el JAG volvieron a irrumpir en Little St. James. Bajo el templo: tres niveles subterráneos, algunos llenos de agua, repletos de lugares rituales. Las bóvedas selladas contra riesgos biológicos contenían dispositivos de retención infantil, ropa manchada de sangre y tejido fetal. Cajas de titanio contenían "libros de visitas" con las firmas de miembros de la realeza, diplomáticos y, sí, Bill Clinton, verificadas mediante escáneres de retina de un viaje de 2012.
Un nuevo denunciante de Stratfor confirmó el papel directo de Hillary en la obtención de niños de zonas de guerra como Haití, Libia, Siria y Ucrania. Los niños fueron canalizados a través de los frentes de ayuda de la Fundación Clinton y entregados a los contactos de Epstein. Los archivos de Stratfor titulados "Protocolos de Envío de Clientes" llevan la firma de aprobación de Hillary Clinton. Estos archivos están ahora en manos del Congreso y se espera su divulgación parcial tras la declaración de octubre.
Los datos del satélite espacial SpaceForce Q-Sat muestran túneles que conectan Little St. James con islas cercanas, incluyendo uno vinculado a la empresa fantasma de Rothschild, Astoria Labs. Los registros de tráfico marítimo prueban que la actividad continuó hasta 2023 utilizando buques camuflados. Alguien la mantuvo en funcionamiento, y los Clinton lo sabían.
Los libros de contabilidad encriptados de Maxwell fueron entregados a tribunales militares, exponiendo la "Cadena de la Orden Azul", un sistema de control que nombra a las élites que dirigían las operaciones. Hillary Clinton aparece como "BLUE 7", lo que le otorga autoridad para anular los protocolos de chantaje. Entre ellos se encuentran miembros de la realeza, directores ejecutivos de empresas tecnológicas, un cardenal del Vaticano e incluso un juez de la Corte Suprema de Estados Unidos.
La Ley de Revelación y Divulgación Militar de Trump ahora obliga a que esta evidencia salga a la luz. Los Clinton se han quedado sin protección legal. Sin privilegios. Sin demora.
Esto ya no es un rumor. Los archivos están abiertos. Los túneles son reales. Se están rastreando los linajes.
La caída de la camarilla ha llegado, y Trump está al volante.
Tic. Tac.
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