En total, más de 80 publicaciones han escrito editoriales proclamando su apoyo a Clinton y pidiendo el voto para ella.
“Algunos de los periódicos, incluyendo 'The Desert Sun' y 'The Houston Chronicle', rara vez apoyan a los demócratas, pero 2016 no es un ciclo electoral normal”, dice un artículo del 'Business Insider'que analiza esta cuestión.
En comparación, apenas 8 medios han publicado editoriales a favor de Donald Trump (9, si se incluye al periódico oficial del Ku Klux Klan), a muy poca distancia del candidato libertario Gary Johnson, que cuenta con el apoyo de 6 periódicos. Sólo 1 ha considerado a Evan McMullin como la mejor opción posible.
'El Cruzado' abre su último número con un artículo sobre el lema de campaña del magnate, 'Make America Great Again', y lo que esto significa para el grupo
“Una comparación [entre los dos candidatos de 2016] sería un ejercicio vacío en una carrera donde un candidato -nuestra elección, Hillary Clinton- tiene un pasado de servicio público y un conjunto de ideas pragmáticas, y el otro, Donald Trump, no muestra nada concreto sobre sí mismo o sus planes, mientras promete la luna y ofrece las estrellas a plazos”, escribe el equipo editorial de 'The New York Times', que asegura que su propósito es tratar de convencer a los votantes indecisos que se resisten a apoyar a los demócratas.
“Degradar al otro no será suficiente. El mejor argumento a favor de Hillary Clinton no puede ser, y de hecho no es, que ella no es Donald Trump”, añade.
En el mismo sentido se expresa el 'Miami Herald':
“Dejemos claro de qué no van las elecciones presidenciales de 2016. No van de elegir entre un mal candidato y otro peor.
La narrativa de que Hillary Clinton es el menor de dos males es manifiestamente incorrecta.
La Sra. Clinton es una mujer pragmática y fuerte de convicción política, que ha conseguido grandes cosas y demostrado un gran manejo de la política. Tiene defectos políticos.
En cambio, Donald Trump es un ser humano trastornado”, escriben.
“Hillary Clinton es de lejos la mejor persona en esta competición para llevarnos a una posición de la que podamos orgullecernos. Ella protegerá los mejores intereses de esta nación, su lugar en el mundo e incluso la propia democracia”.
Además de sus aciertos, diarios tradicionalmente republicanos, como el 'Providence Journal', no se han privado de señalar los problemas de Clinton.
“El acuerdo con Irán fue muy malo, en nuestra opinión. Su propuesta de campaña de estudios universitarios universales pagados con impuestos públicos no es negociable ni práctica, especialmente dada la deuda nacional.
Hemos expresado desde hace mucho tiempo nuestra preocupación con sus problemas con la transparencia y la responsabilidad legal, notablemente al operar un servidor privado de correos que le permitió borrar registros que no quería que el público viese.
(Ha sido transparente con sus registros fiscales, por otra parte)”.
Sin embargo, admiten que “Clinton es la mejor candidata este año”.
"El candidato peor cualificado de la historia"
Pero el presunto desastre que supondría Trump como presidente es lo que ha condicionado las decisiones de otros medios.
Esa es la razón de que, por tercera vez en su historia, la veterana publicación'The Atlantic'ha optado por apoyar claramente a un candidato frente a otro: lo hizo en 1860 con Abraham Lincoln, y en 1964 con Lyndon Johnson. “Hoy, nuestra posición es similar a aquella en la que los editores de 'The Atlantic' se encontraron en 1964.
Estamos impresionados por muchas de las cualidades del candidato del Partido Demócrata, al tiempo que estamos exasperados por otras, pero sobre todo nos preocupa el candidato del Partido Republicano, Donald J. Trump, que puede ser el candidato de un gran partido claramente peor cualificado en los 227 años de historia de la presidencia estadounidense”.
Y, tras resumir las características positivas de Clinton de manera similar a las apuntadas arriba en otros medios, prosigue:
“Donald Trump no tiene experiencia de servicio público ni está cualificado para un cargo público.
Su capacidad emocional es la de un vendedor de infocomerciales; se recrea en teorías de la conspiración e invectivas racistas; es chocantemente sexista; es errático, misterioso y xenófobo; expresa admiración por líderes autoritarios, y él mismo expresa tendencias autoritarias.
Se le provoca con facilidad, una pobre característica para alguien que quiere el control del arsenal nuclear de EEUU. Es un enemigo del discurso basado en los hechos; ignora la Constitución, y le es indiferente; y es alguien que no lee”.
Más revelador aún es el hecho de que la veterana 'Foreign Policy', que jamás ha tomado partido, lo haga en esta ocasión:
“En el casi medio siglo de historia de Foreign Policy, los editores de esta publicación nunca han apoyado a un solo candidato para un cargo público.
Nos enorgullecemos y protegemos con fiereza la independencia de esta publicación y su reputación de objetividad, y valoramos profundamente nuestra relación con todos nuestros lectores, sin tener en cuenta una orientación política.
Pero es por todas esas razones que los editores de FP rompen ahora con la tradición para apoyar a Hillary Clinton como próxima presidenta de los Estados Unidos”, señalan.
El profesor Allan J. Lichtman ha desarrollado un sistema de premisas, a calificar de 'verdaderas' o 'falsas'. Si seis o más son falsas, el partido en el poder perderá la Casa Blanca, y ese es el caso
“Los peligros que presenta Trump como presidente van más allá de los EEUU hacia la economía internacional, la seguridad global, los aliados de Estados Unidos, así como a incontables inocentes en todas partes que se convertirían en víctimas de su inexperiencia, sus perversas ideas políticas, y un temperamento que le imposibilita ocupar el cargo al que aspira”, dice la publicación, antes de detallar una serie de cuestiones en las que las posiciones del magnate horrorizan a los editores:
desde la defensa de la anexión rusa de Crimea al apoyo del uso de la tortura, pasando por sus insultos a México y otros países o su voluntad de utilizar el armamento nuclear estadounidense.
En definitiva, palabras durísimas contra Trump, un actor que muchos estadounidenses sienten que ha pervertido el sistema electoral de su país, alguien tan fuera de los márgenes que, creen, no debería haber sido tomado nunca en serio como candidato.
Aún es posible que, el próximo martes, los votantes elijan a Donald Trump como 45º presidente de los Estados Unidos de América.
Pero sus principales medios de prensa habrán hecho todo lo posible -legal y moralmente- por evitarlo.