El Corte Inglés se rompe, parte 2

El Corte Inglés. Marta Álvarez Guil ofrece a los Areces la vuelta al Consejo a cambio de la cabeza de Dimas Gimeno









El objetivo de las hermanas Guil sigue siendo el mismo: sumar un 39%, más que la fundación Areces, entre IASA, Ceslar y Paloma García.
Y acabar con el presidente. Así se lo hizo costar a Javier Areces, quien sustituiría a Carlota en el máximo órgano de representación.
A pesar de la derrota legal de Ceslar, Marta Álvarez quiere contar con los sobrinos de Ramón Areces.
Y el inquietante Fernández Cernuda juega a dos bandas: a Florencio Lasaga y a las Hermanas Guil.
Eso sí, el consejero Juan Hermoso asegura a Hispanidad que las hijas de Isidoro están con Dimas Gimeno.
Ceslar: derrotada en la vía penal. El martes se ve la demanda mercantil: escasas posibilidades de éxito.



Juan Hermoso, consejero de El Corte Inglés asegura a Hispanidad que las hijas adoptivas deIsidoro Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil, apoyan a Dimas Gimeno y no quieren cesarle de la Presidencia. Hermoso asegura a Hispanidad que así se lo habría asegurado Marta Álvarez, la más agresiva de las dos hermanas.

Puede ser pero lo cierto es que el miércoles de la pasada semana, Marta Álvarez Guil (en la imagen) almorzó con Javier Areces, el menor de los hermanos Areces, para ofrecerle que Ceslar(en la patrimonial de la familia Areces) regresara al Consejo de El Corte Inglés. Eso sí, a cambio deberían apoyarle para echar al presidente Dimas Gimeno, una auténtica temeridad porque ahora mismo, ¿quién puede sacar adelante El Corte Inglés sino es Dimas?

Repetimos: las hijas adoptivas de Isidoro están metidas en una operación de propietarios contra gestores. Quieren unir a Paloma García (7%), a los Areces-Ceslar (9%) e Isidoro Álvarez, IASA (22,5%) para sumar casi el 39% del capital, más que la propia Fundación Ramón Areces, cuyo patronato preside Florencio Lasaga.

Eso sí, echando a un propietario (poco más del 1% e introducido en IASA, es decir, que depende de las Guil), a la sazón presidente de la compañía, Dimas Gimeno.

Enfrente, el precitado Juan Hermoso, defensor de Gimeno, y Florencio Lasaga, presidente de la Fundación Ramón Areces, presunto representante de las hermanas Guil… quien ahora se da cuenta de que sus representadas le quieren tan fuera de El Corte Inglés como a Gimeno.

Y en medio de todo y de todos, el inquietante jefe de seguridad de El Corte Inglés, omnipresenteJuan Carlos Fernández Cernuda que, miren ustedes por dónde, ahora defiende a las Guil al tiempo que, en teoría, sigue defendiendo a Lasaga. O sea, que recuerda aquello de Pío Cabanillas (Padre, no hijo) en jornada electoral: “Todavía no sé quién pero seguro que hemos ganado”.

Sí, los Areces han visto cómo se desechaba su querella penal por hacer expulsado a su representante, Carlota Areces, del Consejo. De hecho, lo que Marta ofrece es que vuelva Javier, no Carlota. Increíble decisión, una juez de refuerzo que ni tan siquiera admite a trámite una querella penal por administración desleal: recuerden que Carlota Areces acusaba a los grandes almacenes de haber formado con un jeque catarí un contrato verdaderamente draconiano. Y tenía razón.

Queda la demanda mercantil que, en principio, con permiso de toda la influencia judicial de El Corte Inglés, quedará en nada. La importante era la otra que ni tan siquiera ha sido admitida a trámite.

Dicho esto, lo ideal es que se imponga el sentido común y que los accionistas vuelvan a unirse y potencien, en lugar de fastidiar, la figura de Dimas Gimeno, una persona joven al que hay que dejar trabajar… o El Corte Inglés se hunde.

Y que, de paso, se vaya rejuveneciendo la cúpula de El Corte Inglés, que ya toca.

Eulogio López