Translate

2 de noviembre de 2016

La destrucción de la enseñanza pública

1.- La destrucción de la enseñanza pública



En 1983, una de las prioridades socialistas fue hacerse con el control de la enseñanza pública como elemento esencial de adoctrinamiento. Bajo la excusa del “progresismo y la igualdad”, el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente, que era ciertamente modélico. Y lo primero fue expulsar de las universidades públicas a los mejores catedráticos y profesores con la excusa de la “dedicación exclusiva”. O se enseñaba o se trabajaba en el mundo real. Las dos cosas eran excluyentes. Lo segundo fue sustituir el conocimiento por el carnet de izquierdas para enseñar. Y lo tercero doblar el número de universidades con un nivel de enseñanza tan ínfimo que son solo fábricas de parados. Sería más barato pagar a los estudiantes de muchas universidades de nueva planta para estudiar en Harvard que tenerlas abiertas.



Bajo la excusa del 'progresismo y la igualdad',
el trío Maravall-Solana-Rubalcaba empezó
a desmantelar todo el sistema de enseñanza precedente



Recuerdo una comida mantenida a raíz de este disparate histórico en el restaurante La Dorada, en Madrid, en la que entre otros estuvieron presentes Enrique Fuentes Quintana, Ángel Rojo, el director de Puerta de Hierro –que era catedrático de Medicina–, y otros catedráticos con puestos de alta responsabilidad en grandes empresas. El tema era muy sencillo: si eras el jefe del Servicio de Estudios del Banco de España no podías enseñar a la vez Teoría Económica. Si eras cirujano y operabas, no podías enseñar Cirugía. Si habías construido la siderúrgica de Avilés, no podías enseñar Siderurgia. Si eras un penalista de primer nivel, no podías enseñar Derecho Penal, etc., etc. Era tal la barbarie que le pedí a Fuentes Quintana que hablara con Felipe González para evitar la ruina de la universidad pública. No estaba por la labor, y le dije: “Pero, Enrique, ¿qué pueden hacernos peor que esto?”. Su respuesta fue: “Roberto, eres un ingenuo, ni te imaginas lo que pueden hacer”.
Y tenía razón. Destruyeron la industria pesada y alimentaria para entrar en la CEE. Lo único que les importaba era el reconocimiento político europeo, el precio daba igual. Proclamaron e implantaron la cultura del pelotazo de la que Carlos Solchaga sería su gran apóstol. Y en la universidad, lo siguiente fue suprimir las oposiciones a cátedra –“puro fascismo”–. Para ser catedrático bastaban unos requisitos mínimos que reunían cientos de personas, y entre ellas elegir a los izquierdistas de partido. Los grandes catedráticos pasaron a las universidades privadas, y la universidad pública quedó devastada. Aunque todavía quedan excelentes profesores e investigadores en nuestras universidades, su número va siendo cada vez más marginal. Un 85% es pura mediocridad, cuando no incompetencia absoluta. Es la razón de que no haya ni una sola universidad española entre las 200 mejores del mundo, aunque a partir de 200 ya no se hacen diferencias. “Las universidades españolas están entre las peores”, según Time Higher Education en 2013.
Pero es peor aún: los buenos profesores están cada vez más acorralados por los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo no tanto a enseñar, sino a hacerse con el poder en las universidades, empezando por las “jefaturas de departamento”, casi invariablemente ocupadas por “profesores” de carnet, lo que a su vez les permite contratar a más correligionarios y hacerse con todos los cargos de poder. La mayoría de los rectores son de obediencia o simpatía izquierdista. Y ya la puntilla: al transferirse por Aznar las competencias de educación a las autonomías, las universidades han crecido como hongos, sin plantillas idóneas para una enseñanza seria, y en lugar de fábricas de licenciados son fábricas de parados: a día de hoy el 70% de sus licenciados en el paro o trabajando como seiscientoseuristas. Si los españoles se dieran cuenta del daño que el PSOE, por acción, y el PP, por omisión, han perpetrado contra sus hijos y nietos, estos desaparecerían para siempre.



Los buenos profesores están cada vez más acorralados por
los mediocres con filiación política, que dedican su tiempo
no tanto a enseñar sino a hacerse con las universidades



Para España, como país, el tema es superable. Varias universidades privadas que en otro tiempo eran poco menos que academias de “piso” han adquirido una calidad realmente internacional. Un número creciente de chicos y chicas estudia en EEUU y Reino Unido. En este tema las universidades de los jesuitas han prestado y siguen prestando un servicio impagable a España y a los españoles. Pero el drama es que la esperanza que la enseñanza pública representaba para millones de españoles sin recursos para mejorar significativamente sus vidas a base de estudio y sacrificio ha desaparecido. Lo ha hecho por culpa del sectarismo y la incompetencia de la izquierda de partidos, y de la inacción de la derecha de partidos. Esta última, preocupada solo de su enriquecimiento personal, no ha tenido el menor interés de poner coto a la politización y el envilecimiento del sistema educativo cuando ha gobernado.
Y en cuanto al bachillerato público solo era superado por Francia, y en la enseñanza superior solo nos aventajaban Francia y Reino Unido, y estábamos al mismo nivel que Alemania, Suecia o Dinamarca. Hoy nos superan hasta los países del Este, y ocupamos el lugar 35/40 a nivel mundial. Es el resumen dramático del hundimiento de unas de las mejores enseñanzas públicas de Europa. Aquellos hijos de guardias civiles, de trabajadores, de profesionales modestos que se sentaban a mi lado en las aulas del Instituto Nacional de Enseñanza Media Fray Luis de León de Salamanca, y que hoy son médicos famosos, abogados de prestigio, ingenieros, ya no podrán conseguir en la España del futuro lo que consiguieron sus padres y abuelos. Aquel gigantesco ascensor social que existía en España antes de la infausta Transición ha sido destruido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta

Entrada destacada

PROYECTO EVACUACIÓN MUNDIAL POR EL COMANDO ASHTAR

SOY IBA OLODUMARE, CONOCIDO POR VOSOTROS COMO VUESTRO DIOS  Os digo hijos míos que el final de estos tiempos se aproximan.  Ningú...