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22 de junio de 2018

EEUU: Este es tu último presidente


Trump será el último presidente de los EEUU y estas son las razones para afirmar tal cosa

Descubre los motivos para la destrucción económica de los Estados Unidos de América


Donald Trump sin duda es un presidente muy diferente a todos los anteriores que han gobernado Estados Unidos, o al menos a todos los de tiempos recientes. Desde el primer momento que inició la precampaña para acceder a la Casa blanca se ha visto que este sujeto no se ajusta al estereotipo de lo que debe ser un presidente, tanto en su discurso como en sus acciones.

Así, tenemos que este hombre es el primero que se decide a reconocer a la ciudad de Jerusalén como capital del estado hebreo; también es el primero que dice lo que realmente piensa, aunque eso ofenda o hiera los sentimientos de terceros países. Así, no se calla la boca cuando denuncia supuestas aptitudes injustas que los demás países tienen para con su nación, de esta manera denuncia presuntas prácticas comerciales desleales que perjudican a su país en el intercambio comercial con prácticamente todo el resto del mundo.

Trump afirma que China realiza practicas injustas y proteccionistas que le dan ventaja a sus empresas frente a las empresas estadounidenses y que, por lo tanto, China mantiene un enorme superávit en la balanza comercial con respecto a Estados unidos.

Entonces, él afirma que no es que las empresas estadounidenses sean obsoletas en sus métodos industriales y comerciales, sino que le hecha toda la culpa de la situación a supuestas prácticas deleznables del gobierno chino, prácticas que consisten en el Dumping; esto es, la subvención de los costos de producción para los empresarios chinos para que estos puedan vender más baratos sus productos y así eliminar la competencia estadounidense, pero, sin embargo, muchas empresas estadounidenses, como la misma Apple, trasladan su producción al país asiático para así aprovechar los bajos salarios y la enorme oferta de personal cualificado, para de esta manera abaratar sus productos y de esa forma eliminar la competencia china, situación de la que se le acusa precisamente al gobierno chino.

Pero Trump no habla de la subvención a los costos de producción que implica que empresas norteamericanas trasladen la producción a China (o México, por ejemplo), pues ellos no pagan la capacitación de esos trabajadores, ni su formación académica; esos costos los absorbe el gobierno chino al ser precisamente ciudadanos chinos los empleados de esas empresas norteamericanas. Trump solo habla parcialmente y no dice toda la verdad, solo dice una parte de la película, pero oculta lo que no le conviene

A ver: ¿Qué pasaría si empresas como Apple, Tesla, Google, etcétera, tuvieran que producir solamente en Estados unidos? Pues lo que pasaría es que perderían toda competitividad, lo que los llevaría directamente a la quiebra al no poder competir contra las empresas coreanas, chinas o europeas. Sin embargo, Trump dice que la culpa de todos los males de Estados Unidos es de los demás países, pero no considera que es gracias a las demás naciones del mundo que Estados Unidos, y sus empresas, pueden sobrevivir, pues explotan la mano de obra barata y cualificada de terceros países sin tener que pagar por esa capacitación y formación académica; entre esos países podemos contar a México, China, Brasil, Argentina, la India, etcétera. Así que, contrario a todo lo que vocifera Trump, la bonanza económica de Estados unidos es gracias a los demás y no a sus propios méritos.

Pero, a ver, ¿qué pasaría si el plan económico que trae Trump se cumple a como él lo quiere? Pues simplemente que todas las ventajas que les da el libre comercio, y la globalización, las perderían de la noche a la mañana y, con ello, toda bonanza económica, lo que llevaría a Estados unidos a una depresión económica profunda y a una enorme crisis social.

Así es, si Estados unidos es lo que es actualmente es gracias a todos los demás países del mundo; gracias a países sumisos y vasallos que hasta ahorita han hecho todo lo que Washington les ha ordenado. Así, tenemos que los países que componen hoy la unión europea han estado desde hace muchos años bajo las ordenes de Washington, sumisos como fieles siervos a las órdenes de su amo.

De esta manera tenemos que, si EEUU ordenaba sanciones económicas contra tal o cual país, inmediatamente la unión europea seguía el ejemplo, y ya no digamos de muchos países latinoamericanos como México, Chile, Colombia, etcétera; todos ellos sumisos como perros fieles. Pero todas esas acciones por parte de la Casa blanca, como aplicar sanciones económicas o sanciones diplomáticas, tenían (y tienen) como único objetivo mantener la hegemonía del dólar.

Así es, Washington aplica sanciones a diestra y siniestra contra todos aquellos países que se atreven a salirse de su esfera de influencia; o contra todos aquellos que se atreven a cuestionar el modelo económico dominado por el dólar y por las instituciones financieras que representa.

De esta manera tenemos que países como Rusia, Irán, Venezuela, etcétera, se han visto sometido a sanciones económicas por parte de Estados unidos y, por consiguiente, de todos sus vasallos, vasallos como la unión europea, Japón o corea del sur; sanciones que tienen como único objetivo destruir la economía de esas naciones para así acabar con la posible amenaza al sistema del dólar; sistema que ayuda a perpetuar el expolio yankee de los recursos naturales de los demás países, básicamente de los así llamados países tercermundistas, pues a cambio de sus recursos naturales les da dólares, dólares que no valen nada, que no significan nada, pero que sin embargo se mantienen vigentes gracias a la presión ejercida por Washington para que nadie se salga del sistema del dólar y los acepten como medio de pago, con lo que se perpetua el círculo vicioso y así Estados Unidos mantiene su nivel de vida y extiende el robo a los demás.

Pero, ¿qué pasaría si de repente el sistema financiero controlado por el dólar comenzara a desmoronarse?; pues simplemente que el mundo se daría cuenta que pueden vivir sin él y que solo fueron atracados en despoblado sin que se dieran cuenta.


Inmediatamente el mundo comenzaría a rechazar la moneda norteamericana y optarían por otros instrumentos de pago, como lo son el oro o las criptomonedas; claro, unas criptomonedas muy diferentes a las presentes, criptomonedas que serían emitidas y controladas por un banco central y sin consumir tanta energía para su creación como las actuales, pues si fueran como las actuales ello significaría la completa destrucción del ecosistema del planeta, pues la energía eléctrica que hoy se puede producir sería insuficiente para crear todas las monedas que serían necesarias para mantener ese esquema monetario. Esquema monetario que sustituiría por completo al dinero fiat (dinero papel, dinero fiduciario que se basa en la emisión de deuda), lo que llevaría a una depredación descontrolada de los recursos energéticos del planeta y, por consiguiente, a la destrucción de su ecosistema.

Pero otra consecuencia directa del abandono del sistema del petrodólar sería la inmediata destrucción de la economía estadounidense, pues toda su bonanza la basa en la emisión de deuda, deuda que nadie cobra por que les siguen pagando con papelitos verdes, papelitos sin ningún valor real, lo que lleva a un circulo vicioso; circulo que seguirá creciendo mientras la economía global aumente.

Pero si de repente el mundo deja de aceptar dólares como medio de pago a cambio de la deuda emitida por Estados unidos, deuda representada por la emisión de bonos soberanos del tesoro estadounidense (o lo que es lo mismo, a través de la emisión de más dólares), inmediatamente todo el sistema se derrumbará y entonces estados unidos ya no podrá emitir más deuda; lo que les llevaría a una recesión profunda de su economía y a una inmediata moratoria de pagos de la deuda externa soberana, lo que a su vez generaría un derrumbe total del dólar estadounidense, lo que llevaría a conflictos sociales sin precedentes en todo estados unidos, lo que con toda probabilidad llevaría a una balcanización del país norteamericano.

Como dato curioso, Estados Unidos no tiene reservas internacionales, es decir, no mantiene ninguna reserva monetaria pues ellos tienen la maquinita de hacer dólares, así que cuando se les acaban simplemente imprimen más pues cualquiera se los va a aceptar como medio de pago. ¿Pero qué pasaría sí nadie más aceptara más dólares?, pues simplemente que no tendrían dinero con que pagar la deuda, o dinero con que comprar productos, servicios o cualquier otra cosa. Es decir, Estados Unidos vive de prestado, esto es, de la deuda, pero la deuda no puede aumentar por siempre sin pagar las consecuencias.

Sin embargo, Trump continúa hablando pavadas afirmando que el mundo entero tiene la culpa de todos los males de Estados unidos cuando es todo lo contrario.

Pero Trump no solo se queda en acusaciones, no, él también realiza acciones, acciones orientadas a “castigar” a todos los que él considera responsables del declive estadounidense.

Así, tenemos que el presidente norteamericano ha comenzado una guerra comercial abierta y total contra sus principales rivales; pero no solo la ha emprendido contra los rivales, también la ha emprendido contra sus propios socios comerciales, socios que por décadas han servido mansamente a los intereses estadounidenses.

De esta manera tenemos que Trump no solo ha iniciado una guerra comercial contra china (principal rival comercial de EEUU), sino también contra sus principales socios, socios como lo son los otros dos integrantes del acuerdo de libre comercio de Norteamérica, es decir, contra Canadá y México; pero, así mismo, ha iniciado una guerra comercial contra la unión europea, unión europea que representa el principal soporte, aparte de arabia saudí y las monarquías del golfo pérsico, del esquema del petrodólar.

Así es, Trump ha comenzado una ofensiva comercial contra sus principales socios comerciales, socios que son los principales soportes del actual esquema financiero internacional, esquema basado en el dólar y en las instituciones financieras internacionales controladas por Washington, instituciones como lo son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Por lo tanto, podemos entender que, si Trump ataca los principales pilares del esquema financiero internacional actual, esquema sobre el cual se soporta toda la economía estadounidense, economía basada en el dinero deuda, lo lógico es que el colapso de ese esquema termine colapsando a los mismos Estados Unidos.

Pero eso no lo entiende Trump, su cabecita no le da para más; no entiende que si ataca a sus principales socios estos terminarán por salirse de ese esquema controlado por el dólar y se irán con el enemigo, esto es, con Rusia y China. Y eso es exactamente lo que está pasando: la Unión Europea le guiña el ojo a Rusia y a China y ya están hablando de abandonar el uso del dólar para sustituirlo por el Euro, Yuan o Rublo.

No olvidemos que hace escasos meses China inauguró el nuevo patrón oro (y el nuevo patrón petrolero) al lanzar los contratos de futuro de petróleo denominados en yuanes y directamente convertibles en oro en la bolsa de oro de Shanghái.

Con esta jugada maestra china ha comenzado el proceso que terminará por destruir al dólar; proceso al que ahora se quieren montar los que hasta hace solo unos días eran socios incondicionales de Washington, es decir, la unión europea.

No olvidemos que en la pasada cumbre del G7 Trump terminó por reventarla al no firmar la declaración conjunta final. Inmediatamente los líderes europeos (y Japón) hablaron de la posible disolución del grupo para sustituirlo por un G5, esto es, solamente Japón, Alemania, Francia, Italia e Inglaterra.

Así es, la unión europea ha comenzado pláticas con Moscú y Pekín para realizar todas sus transacciones comerciales solo en monedas locales, es decir, en Rublos, Yuanes o Euros.

Tampoco perdamos de vista que Rusia es uno de los principales productores de petróleo y gas a nivel global, así que sí Europa quiere abandonar definitivamente a su exsocio tendrá asegurado el suministro de materiales y recursos naturales, como el petróleo y gas, de parte de Rusia, con lo que la sentencia de muerte para el dólar habrá sido decretada. No olvidemos que ya todo el petróleo y gas que vende Rusia a china se paga solo en Yuanes o Rublos.

Otro que desde hace años había abandonado el uso del dólar es la república de Irán; Irán paga actualmente sus compras solo en euros o yuanes; es por eso que la salida de EEUU del acuerdo nuclear con Irán ha molestado tanto a la unión europea, pues el país persa es un fuerte soporte para la moneda común europea, pero EEUU quiere que sus “socios” europeos sigan su ejemplo, es decir, que aíslen comercialmente a Irán, cosa que no están dispuestos a aceptar pues tendrían muchas perdidas si lo hicieran porque tienen hechas importantes inversiones en el país persa; además, como acabo de mencionar, Irán se ha convertido en un pilar para el Euro, digamos, en un pilar para el Petroeuro.

Así que, sumado a la reciente guerra comercial lanzada por Trump contra la unión europea, se entiende por que Europa desea abandonar el orden financiero establecido por el dólar.

No olvidemos que Europa no es un actor menor, no, Europa en su conjunto tiene un producto interno bruto similar, sino que superior, al estadounidense. Además, las instituciones financieras europeas están muy desarrolladas, así que no les será difícil abandonar el sistema financiero controlado por Washington, y por su moneda, para comenzar hacer uso del propio.

Ante todos estos argumentos no queda más que aceptar que la política económica proteccionista (y equivocadamente nacionalista) de Trump va a llevar a la ruina a la economía estadounidense y se convertirá en la némesis del dólar.

Antes de que Trump se lanzara a la carrera por la presidencia estadounidense advertí que él sería el próximo presidente, pero también advertí que él sería el último presidente norteamericano, pues a consecuencia de sus malas decisiones destruiría el esquema financiero internacional controlado por el dólar, sistema que tantos años le costó a Washington crear.

Pero como entonces predije, y hoy afirmo, Trump terminará por arruinar la economía estadounidense, lo que llevará a una balcanización del país; entonces realmente Trump se convertirá en el último presidente de Estados Unidos.

Pero hay más cosas que parecen indicar que así será; ahí tenemos la novela del escritor Sinclair Lewis, autor de un curioso libro donde describe la vida de un candidato a la presidencia machista, xenófobo y populista que prometía una nueva grandeza para EEUU. El nombre de la novela se llama, “eso no puede pasar aquí”, y fue escrita 11 años antes de que Trump naciera.

Pero también hay otro escritor que hace mas de 100 años escribió una serie de curiosos libros con títulos tan sugerentes como:

“El maravilloso viaje subterráneo del barón Trump”

“El pequeño barón Trump y su maravilloso perro Bulgar”

"El Ultimo Presidente"

Estos libros hablan del maravilloso viaje de un niño llamado barón Trump a Rusia; ¿curioso? No olvidemos que a Trump se le acusa de haber recibido la ayuda de Moscú para alcanzar la presidencia de los EEUU; ayuda sin la cual su presidencia habría sido imposible.

Tampoco olvidemos que el hijo de Trump se llama precisamente Barón Trump.

El libro “el ultimo presidente” habla precisamente de ello, del ultimo presidente, y curiosamente el libro afirma que la revuelta social que acaba con Estados Unidos comienza exactamente en el mismo lugar donde hoy se levanta la torre Trump.

En fin, muchas coincidencias; pero de lo que no hay duda es que si Trump continúa por el sendero hoy iniciado sin duda se convertirá efectivamente en el último presidente de la Unión Americana.

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