Las Llamas Gemelas
Al anhelar este amor especial, lo más importante es conocer que la búsqueda comienza en nuestro interior.
La relación de las llamas gemelas es eterna. Siempre existirá. No hay que buscarla externamente, sino que hay que sintonizarse con ella interiormente. Si lo haces, la conexión y el reconocimiento exterior te lo dice. De lo contrario, puedes estar justo al lado de tu llama gemela y no darte cuenta jamás.
Es en nuestro interior que reconocemos a la llama gemela, es un conocimiento del alma. Los sentidos exteriores no lo dicen, ni se puede saber si dos personas son llamas gemelas por su apariencia, o sus intereses comunes. Las llamas gemelas no tienen por qué parecerse físicamente. Pueden tener costumbres y personalidades muy distintas, con divergencias en sus intereses o aspectos astrológicos “incompatibles”.
Tampoco podemos reconocer a la llama gemela por los sentimientos de atracción que tengamos. A veces, al conocerse, puede ocurrir que ni siquiera se gusten. Durante las vidas que vivieron juntas, la discordia generada entre ellas puede haber creado mucho karma y un resentimiento que aún permanece. En las vidas que han vivido separadas pueden haber evolucionado de formas distintas.
El karma las separa
Los maestros ascendidos enseñan que al final, lo que separa a las llamas gemelas y hace que no se reconozcan es el karma. Explican que éste se puede disolver mediante el trabajo espiritual, saldando el karma y esforzándose en el sendero espiritual para que el amor pueda salir a la Luz.
La historia dice que hace eones de tiempo, junto con nuestra llama gemela, estuvimos ante el Dios Padre-Madre y nos ofrecimos a encarnar con el fin de llevar el amor de Dios a la Tierra. El plan consistía en vivir una serie de encarnaciones en la Tierra para después regresar al corazón de Dios.
Sin embargo, durante la estancia en la Tierra, caímos desde el estado de perfección por usar mal la Luz de Dios, generamos karma. Nos separamos en vibración de nuestro Yo Superior y por ende de nuestra llama gemela y así hemos permanecido separados en vidas, debido a la desarmonía, el miedo y la desconfianza.
Tanto tú como tu llama gemela tienen el mismo patrón original de identidad. Es tu otra mitad, tu media naranja. Creados juntos al principio, tu y tú llama gemela son las dos únicas almas que partidas en dos, comparten los mismos componentes. Eso significa que de acuerdo con la ley de atracción, toda energía que emita una de las llamas gemelas también se dirigirá hacia la otra, ya sea para dificultar, o para ayudarla a elevar su conciencia.
Cuando envíes amor o esperanza, esas cualidades levantarán a tu llama gemela. Si sientes una carga de frustración u odio, tu llama gemela también sentirá el peso de esos sentimientos negativos.
A veces, las alegrías o depresiones inexplicables que sentimos son estados de ánimo pertenecientes a tu otra mitad que se graban en tu conciencia.
Independientemente de lo grande que sea la separación en el tiempo y el espacio, siempre estaremos conectados con nuestra llama gemela en lo más profundo de nuestro ser.
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