La reunión de las almas

La reunión de las almas

Fuente: Judith Kusel

Hay ahora una profunda agitación dentro de las almas que las palabras no pueden expresar.

Está mucho más allá de las limitaciones primitivas del lenguaje, de la mente, de la encarnación, en los reinos del alma y del UNO infinito.

No se puede nombrar
No se puede llamar.

Sin embargo, nos eleva a un nuevo espacio inexplorado donde nuestra alma se ilumina plenamente con el fuego sagrado de la Shekinah. Su símbolo es la paloma blanca pura que desciende a nuestros chakras superiores, la coronilla y luego a nuestro corazón sagrado, activando plenamente la cámara interna de nuestro Corazón Superior, coincidiendo con la fusión con los corazones cósmicos de Venus y Andrómeda.

Estos dos cuerpos solares y galácticos harán palpable su presencia y energía en aquellos que estén dispuestos a recibir esta bendición de bendiciones.

La Shekinah trae consigo la verdadera iluminación, iluminando literalmente nuestra alma, al tiempo que el alma se fusiona plenamente con la mónada, y las mónadas con las mónadas cósmicas, anclando plenamente los aspectos superiores de la gnosis y la iluminación. Con ella, una inmensa efusión de los fuegos cósmicos, los Santos Fuegos Sagrados, las letras de fuego, los símbolos de fuego y mucho más.

A veces sentirás como si este fuego interior ardiese con tanta intensidad que te iluminara, tan profundo e intenso, que no pudieras compartirlo ni expresarlo. Así es como debe ser. Estos fuegos resucitan. De hecho, queman lo mortal y se anclan en lo inmortal.

Esto es necesario ahora porque estamos cambiando todos los cuerpos y campos a los cuerpos de la Séptima Raza Raíz para la Nueva Era Dorada.

Sólo deja tiempo para más descanso, más silencio, quietud.

Esta es la reunión de las almas y de las comunidades sagradas de luz. Sin embargo, es silenciosa.

Centros del corazón que se comunican directamente con otros corazones, almas con otras almas. Sin necesidad de palabras. Sin presencia física.

Sólo alma.

ALMAS.

Surge la nueva humanidad, los nuevos hijos de los Soles interiores