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21 de enero de 2017

Facebook ha sido 'hackeada' en 3 simples pasos


Publicado: 21 ene 2017 07:07 GMT
Dentro de la página de Facebook el usuario encontrará las formas de proteger su cuenta ante los ataques de piratas informáticos.
Cómo saber si su cuenta de Facebook ha sido 'hackeada' en 3 simples pasos
www.globallookpress.com

Una cuenta en la red social Facebook puede ser vulnerada fácilmente por un pirata informático, si el usuario no tiene los cuidados necesarios.
Las razones por las cuales son 'hackeadas' este tipo de cuentas varían, pero un artículo del diario 'El Comercio' detalla que "la intención casi siempre es obtener información de contactos para masificar algún sitio de Internet" o en otros casos "para acceder a información personal en beneficio de actos de acoso o robo de identidad".

Tres simples pasos

Para prevenir o más bien "detener estos ataques" se recomienda un procedimiento bastante simple.
Dirigirse a la flecha que abre el menú de la esquina superior derecha de la página de Facebook. Una vez allí, seleccionar Configuración, luego Seguridad y finalmente Dónde  iniciaste sesión.
El menú de Facebook mostrará un listado que indica "en cuántos dispositivos la cuenta está abierta y sus ubicaciones".
Si usted no reconoce alguno de los datos allí descritos, "es muy que probable que el perfil fuera 'hackeado'".
Para solucionar esta situación basta con hacer clic en el botón Finalizar  actividad que aparece en el lado derecho de la pantalla, y de esa forma el intruso será desconectado, pero el usuario debe cambiar la contraseña para mayor seguridad y "hacer este ejercicio de verificación de forma periódica".

Otras formas

El usuario también puede saber si su cuenta ha sido 'hackeada', cuando por ejemplo, la información personal aparece adulterada, "si se envió solicitudes de amistad a desconocidos, se enviaron mensajes desde la cuenta que no reconoce o si aparecen actualizaciones en el perfil que no se publicaron".
Por último, agrega el rotativo, Facebook cuenta con un centro de ayuda que tiene la opción 'Creo que mi cuenta fue 'hackeada' o alguien la está utilizando sin mi permiso', allí el usuario interesado debe hacer clic en Protegerla y el sistema lo enviará a una página donde podrá registrar sus datos y proteger el perfil.

La Unión Europea a inicios de 2017: desafíos y oportunidades





La crisis económica que de 2008 a 2016 [2] atravesó la Unión Europea (UE) puso de manifiesto sus defectos como una entidad todavía en construcción, con carencias fundamentales a la hora de diseñar una estrategia para afrontar los retos impuestos por el elevado desempleo, la deuda, la inmigración o el auge de partidos políticos populistas y de extrema derecha. Cada una de estas problemáticas, en su interrelación, demuestra —contrariamente a lo que difunde la prensa internacional en el Viejo Continente—, que Europa, en el 2016, aún no había salido de la crisis sistémica capitalista que se expresa no solo en lo económico y lo político; sino también en lo social, moral e institucional.
Los líderes europeos no han logrado un objetivo común o una meta que evite el euroescepticismo de vastos sectores sociales,[3] alimentado por la destrucción, cada año, de casi un millón de empleos. Desde el 2013, los medios de prensa e instituciones europeas presentan el criterio que Europa comenzó su salida de la crisis económica, pero en los meses de octubre y noviembre de ese mismo año, a las puertas del 2014, las tasas de crecimiento económico fueron tan débiles que no consiguieron ocultar la cifra de 26 872 000 desempleados, en el conjunto de los países miembros de la UE, y de 19 447 000 en la eurozona; en ambos casos, unos 60 000 más que en septiembre 2013.
Pero si comparamos esos datos con el desempleo que existía en 2012, encontramos que la UE sumó 978 000 desocupados, mientras que la eurozona añadió 996 000. Solo en la población joven había 5 584 000 menores de veinticinco años desempleados, lo que constituye una tasa de 23,5%, siendo los casos más graves España y Grecia, con 56,5% y 57,3% respectivamente. [4]
En el 2016, el panorama común de la UE, en cuanto al desempleo, reflejaba en términos estadísticos, una tendencia decreciente y más europeos encontraban trabajo con respecto al 2013, revelando cierta reversión de los indicadores de paro más espeluznantes, aunque con la incertidumbre de que esos guarismos podrían repuntar nuevamente en la próxima década. [5] Aun así, en febrero de 2016, Eurostat calculó que en los veintiocho países que conforman la UE existían, en abril de 2016, más de 21 millones de trabajadores sin empleo, una cifra que se reduce a 16,6 millones en los países donde circula el euro. [6]
El desempleo juvenil, en esa misma fecha, afectó más a los países del sur de Europa. En España, casi uno de cada dos trabajadores menores de 25 años, el 45,3 % del total, permaneció sin empleo. Por lo que concierne a la ocupación desglosada por género, la brecha entre hombres y mujeres siguió siendo diferente entre norte y sur de Europa.
Si en Alemania, Irlanda, Francia o Suecia, por ejemplo, los hombres sufren niveles de desempleo mayores que las mujeres; en países como España, Italia o Grecia esta proporción se invierte. En España, en particular, el 22 % de las mujeres trabajadoras se encontraba sin empleo, mientras que entre los hombres el porcentaje era de 18, 9 %. En Alemania, por el contrario, el paro entre hombres era del 4,5 % mientras que el de las mujeres un 4 %. Los datos demuestran que para Europa el principal desafío corresponde al área económica, concretamente en el plano laboral y al crecimiento económico, aún insuficiente para lograr una recuperación sostenida del empleo y validar el criterio de que Europa ha salido de la crisis económica. [7]
Estas altas estadísticas siguen cuestionando los vaticinios optimistas sobre la terminación de la crisis económica o el comienzo de la recuperación. Tales pronósticos surgieron porque, en el segundo trimestre de 2013, el Producto Interno Bruto (PIB) de la zona euro experimentó un crecimiento de 0,3% respecto a los tres meses anteriores, lo que supuso el fin de seis trimestres consecutivos de contracción.
Esa tendencia continuó durante el 2014 y algunos indicadores económicos de los países comunitarios permitieron hacer una lectura menos pesimista sobre la crisis económica en el 2015, permitiendo que algunos analistas comenzaran a ver una supuesta luz al final del túnel, por lo que el 2016 marca solamente un punto de inflexión, confirmando la posibilidad de ligeros crecimientos económicos en los distintos estados de la Unión, algo que no se observó en años anteriores, con recaídas y débiles picos de crecimiento. [8]
Este mínimo cambio diagnosticado en el 2016 podría proseguir hasta el 2018 mediante la aplicación de un programa de alivio cuantitativo -impresión de dinero para comprar deuda pública- lo que contribuiría al incremento del Producto Interno Bruto de la Eurozona en alrededor de 1,5 %, hasta ese año, y como resultado de un auge de las exportaciones y de los apenas perceptibles ajustes aplicados al modelo de austeridad neoliberal, a partir de la reducción de los costos de producción y el incremento de las exportaciones en varios países de la Unión. [9]
Así se evidenció que un crecimiento sólido y sostenible siguió siendo una ilusión de la clase dominante, y que lo predominante es la incertidumbre sobre la evolución de las economías europeas, pues los países de la periferia pobre más afectados siguen sufriendo la pérdida de sus derechos laborales, la abolición de facto de los convenios colectivos de trabajo, el despido o traslado forzoso de funcionarios, mayor desempleo, como resultado de la privatización de empresas públicas, el aumento de los impuestos e incremento de los precios que conlleva a la disminución del poder adquisitivo.
Por consiguiente, la ruptura norte-sur seguirá vigente en la Unión. Aunque la zona mediterránea, que estructuralmente soporta mayores cifras de desempleo, tendría importantes reducciones en los que se encuentran en paro, creando la “ilusión” de que se crean cuantitativamente muchos puestos de trabajo, aun cuando las cifras totales de desempleo, comparativamente respecto a otros países, la media comunitaria y los estándares aceptables, permaneció muy alta con respecto a la situación social existente antes de 2008 y para países que se consideran desarrollados.
En el norte las condiciones no son muy diferentes, el aumento a cifras del siete o el diez por ciento pueden ser consideradas como auténticas catástrofes laborales en muchos estados comunitarios, generando un profundo malestar social y político. Cualquiera que sea el signo político del análisis de la coyuntura económica de la UE y de la eurozona, la salida de esta crisis requerirá de un cierto grado de intervención regulatoria estatal sobre los procesos económicos, y un sostenido crecimiento de las economías que facilite resolver la problemática de la deuda y la progresión de las antagónicas contradicciones sociales.
Por lo tanto, un escenario de recuperación de las economías europeas hacia 2016, y más allá, implicaría reestructurar la deuda y reconsiderar los estrictos criterios de déficit público blandidos por el Banco Central Europeo (BCE) —institución que ha contribuido a quebrantar la confianza de los ciudadanos en los organismos de la Unión. Los europeos siguen sin entender por qué hay que salvar a los bancos con dinero público, en vez de proteger a las personas; de ahí, la necesidad inaplazable del bloque integracionista de avanzar en la dimensión social de la Unión Monetaria y Económica.
En ese contexto, Italia comenzó el 2016 con un 13 % de endeudamiento sobre el PIB – únicamente Grecia superaba esa cifra – y su sistema bancario contaba considerables fisuras. Así, el camino del saneamiento de las entidades italiana pasó inmediatamente por los bancos de Frankfurt, en Alemania, para recapitalizar cerca de 200 000 millones de euros expuestos en préstamos de dudosa calidad, que prácticamente pueden calificarse de activos tóxicos.
Estos procesos, que dibujan tendencias hacia indicadores de recuperación y reajustes económicos, tienen lugar en un entorno internacional que se expresa favorable coyunturalmente a la UE porque las economías emergentes deceleran e incluso decrecen, permitiendo una tregua a la competitividad europea; la caída de los precios de las materias primas se produjo por el descenso de la demanda en las potencias emergentes y los bajos precios del petróleo provocó que los costos de productividad sean muchos más bajos que en años anteriores.
Esta sumatoria de factores externos ha permitido, junto con políticas económicas expansivas del Banco Central Europeo, las devaluaciones competitivas en materia de salarios y los fuertes programas de austeridad, una inflación enormemente baja, generando deflación y permitiendo el alza del crecimiento en un escenario, que de haber sido más competitivo, no lo hubiera permitido. Habría que prestar atención, si en los próximos años, esas cifras de crecimiento se mantienen y si, al mismo tiempo, el precio del petróleo despega hacia valores superiores como resultado de acuerdos entre países productores cuyas economías se encuentran perjudicadas.
Asociado a lo anterior, se encuentra el auge de la inmigración procedente de África del norte y la subsahariana y del Medio Oriente, que con frecuencia se estigmatiza como «culpable» —especie de «chivo expiatorio»— de una crisis económica que tiene sus causas más profundas en la naturaleza del capitalismo globalizado contemporáneo.
Esta situación ha llegado a un punto en el que el Consejo de Europa reconoció la existencia de un populismo y un extremismo en ascenso que afecta a casi toda la geografía europea, con su carga de racismo, intolerancia, violencia contra los extranjeros —en particular los gitanos y musulmanes—, el crecimiento de agrupaciones políticas xenófobas, que no aceptan una identidad europea cada vez más multicultural.
Las tendencias autoritarias – o potencialmente autoritarias –instaladas en los gobiernos comunitarios y la ineficiente gestión por parte de muchos países en la cuestión de los refugiados solo sirvió para promover el antieuropeismo y la “Fortaleza Europa”. Así, las acciones emprendidas por Hungría o Eslovenia que blindaron sus fronteras, al tiempo que algunos estados, como Polonia, endurecieron su postura respecto a los valores “humanistas” que se creyeron arraigados en el continente, constituyendo un serio reto para la Comisión Europea y la cohesión comunitaria en general.
La resurrección de esas fuerzas populistas y de extrema derecha ha sido el resultado de la crisis económica, de la descomposición y pérdida de los beneficios sociales que, durante décadas, había garantizado el llamado «Estado de bienestar» impulsado por los socialdemócratas, la indiferencia de la clase política hacia los reclamos de los ciudadanos y la ausencia de una estrategia humanista que enfrente el empuje de la inmigración en el contexto de la crisis económica sistémica del capitalismo globalizado.
En ese contexto también se exacerbó el militarismo y la guerra en las relaciones internacionales, liderado por los Estados Unidos y secundado por las principales potencias de la UE, provocando la oleada de inmigrantes económicos y refugiados de los conflictos y la inseguridad reinante en Iraq, Siria, Libia, Yemen, entre otros.
El conjunto de los factores enumerados advierten que una construcción europea irreversible constituye una percepción falsa, pues la historia ha demostrado que cualquier proceso social puede ser revertido, y debe reconocerse que los partidos políticos no han sabido ofrecer respuestas creíbles a las problemáticas mencionadas, ni a los temores de los ciudadanos por la pérdida de riqueza material y, como consecuencia, de las libertades individuales relacionadas con el consumo y el nivel de vida, la igualdad de género, laicidad o, al menos, preeminencia del Estado sobre la religión, entre otros temas no menos importantes.
En este panorama, es la socialdemocracia la que más ha perdido en la batalla electoral, al practicar una política casi idéntica a la de sus rivales de derecha o conservadores, los que, a su vez, se han aproximado al populismo y a la demagogia política típica del discurso y la práctica de las fuerzas de extrema derecha o neofascistas.
Todas estas son condiciones peligrosas y desafiantes para el futuro de la construcción europea, ya que tales fuerzas buscan ascender al poder en cada país y a nivel de las instituciones europeas, con su rechazo al proceso de integración, a la moneda única (euro), a la justicia social y al gran capital —aunque, históricamente, se subordinan a este último y acaban sirviéndolo.
Nos enfrentamos, entonces, a una cultura política europea también en crisis y amenazada por el apogeo de la extrema derecha, cuyos partidos neofascistas llevan años siendo noticia en países como Hungría, Finlandia, Reino Unido, Holanda, Austria o la propia Francia y han estado empujando a los partidos conservadores hacia posiciones más derechistas, a fin de recuperar electorado o evitar un drenaje mayor en sus formaciones políticas. Todo ello repercutirá en la toma de decisiones de los organismos de la UE, fundamentalmente en el Parlamento Europeo (PE).
De hecho, las elecciones para el PE, celebradas entre el 22 y el 25 de mayo de 2014, reflejaron esa realidad, sin precedentes, de escepticismo y desconfianza en el proyecto europeo, que manifiesta la pérdida de legitimidad de la institución ante los ciudadanos. Dicho esto, los resultados generales hicieron que el grupo del Partido Popular Europeo (PPE, conservadores) prolongara su predominio en el PE, seguido por los socialdemócratas. El grupo de la Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE-NGL) aumentó ligeramente su representatividad, pero con niveles de fraccionamiento significativos que restringieron su influencia y ascenso político.
En los comicios de mayo de 2014 se ratificó la tendencia, expresada en las elecciones europeas de 2009 y en otras de tipo nacional en los últimos cinco años, del establecimiento y expansión de partidos xenófobos y ultraderechistas por toda Europa. Estas fuerzas extremistas han llegado a alcanzar cerca de 25% del electorado, abarcando a países especialmente afectados por la crisis multidimensional y las medidas de austeridad, como Grecia, donde el partido Amanecer Dorado es ahora una fuerza que moviliza electores, y a Gran Bretaña, Dinamarca y Austria, que han atravesado la crisis en mejores condiciones económicas, pero sin conseguir esquivar el auge electoral de las fuerzas populistas y de extrema derecha, las que, de cara al futuro inmediato, podrían obtener relativos niveles de influencia en distintos ámbitos del Parlamento Europeo.
Esta tendencia se mantuvo en las elecciones regionales celebradas en diciembre de 2015. Ante el claro desgaste de los socialistas galos, se visualiza que la extrema derecha francesa es un actor a tener en cuenta por sus capacidades de proyección a la hora de capitalizar las múltiples crisis que afectan a Francia y, en su conjunto, Europa, aunque el llamado voto republicano pueda condicionar su derrota, como ha sucedido en repetidas ocasiones en la historia reciente. Pero, sin dudas, ha sido la victoria obtenida por el Frente Nacional, conducido por Marine Le Pen, en Francia, el corolario que más impacto ha tenido, por lo que ahora, al ser el partido más votado, es el punto de referencia de toda la extrema derecha en Europa.
Existen justificados temores sobre las posibilidades de que las posiciones xenófobas y ultranacionalistas continúen propagándose. Sobre el papel que pueden desempeñar los partidos euroescépticos, algunos dirigentes del Consejo de Europa han considerado «preocupante» que quieran aprovechar el creciente alejamiento de los ciudadanos respecto a las instituciones europeas, si bien «no es una razón para entrar en pánico [...] Los partidos euroescépticos van a menospreciar el proyecto europeo con sus palabras, pero, quizás en contra de sus propias intenciones, lo desarrollarán mediante sus acciones», pues si los euroescépticos se organizan en torno a Europa fortalecerán, en una gran «paradoja», su esfera pública,[10] propagándose, principalmente en el norte comunitario y en el este de Europa, donde muchos gobiernos conservadores se han escorado en la derecha para afianzarse en el poder.
En ese sentido, hay que razonar sobre la evolución de la creciente ola islamofóbica en Alemania, materializada en las llamadas Pegida [11] y en aumento tras la crisis de los que buscan refugio entrando a Europa a través de los Balcanes. Al mismo tiempo que crecen los partidos racistas y xenófobos, los organismos especializados advierten que Europa necesitará sumar 50 millones de trabajadores hasta el 2050 si quiere mantener su sistema social debido al envejecimiento de la población. La única forma de lograrlo es admitir mano de obra extracomunitaria.
Es por eso que Alemania, al tener la edad media más alta del mundo, en el 2015, decidió recibir más de un millón de inmigrantes. En realidad, es casi toda Europa la que se debate entre la necesidad de atraer e integrar inmigrantes a su mercado laboral y la prédica derechista que reclama una “nación pura” libre de inmigrantes de otras culturas.
En estas circunstancias, también se observan las debilidades de la izquierda. Las elecciones al Parlamento Europeo tuvieron un irrisorio significado para ella; solo mejoraron el escenario Grecia, por el éxito de Syriza (Coalición de Izquierda), y España, dado el progreso de Izquierda Unida (IU) y la irrupción de Podemos, como partido representante del movimiento 15-M —todavía llamado «Movimiento de los Indignados»[12], quienes en mayo de 2011 protagonizaron, en la madrileña Puerta del Sol, durante varios días consecutivos por miles de personas, una protesta contra el sistema político y financiero español asomando así una de las primeras grietas de lo que pocos años más tarde se ha convertido en una revuelta abierta contra los partidos políticos tradicionales en numerosos países de Europa, especialmente aquellos de la periferia que con más rigor han sufrido la crisis económica.
Socialdemócratas y demócratas cristianos habían gobernado Europa en la etapa previa a la crisis y durante los primeros años con total holgura, a veces apoyándose en formaciones liberales, verdes o regionalistas, que hasta entonces eran los partidos minoritarios en los circuitos parlamentarios europeos. Sin embargo, a partir de 2014 ocurre la progresión de partidos de diversa índole, política o ideológica, los cuales han cobrado fuerza en prácticamente todos los países del continente, y lo que es más, están forzando a los partidos tradicionales a abandonar sus cómodas posiciones centristas bajo la amenaza de arrebatarles sus electores.
Se pueden encontrar dos tendencias sociopolíticas diferenciadas, que electoralmente se traducen en el refuerzo de distintos partidos. En la periferia europea, especialmente en los PIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia, España), los partidos de izquierda han ganado terreno, sobre todo a costa de los partidos socialistas clásicos.
Eso se puede visualizar en Grecia donde Syriza dejó al PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) al borde de la desaparición; en España, donde Podemos se ha posicionado como tercera fuerza política, no muy lejos de los votos del Partido Socialista, afectando, como lo hace el centro-derecha Ciudadanos, el tradicional bipartidismo; en Irlanda, donde el Sinn Fein tiende a consolidarse ante el declive del Partido Laborista, socio de gobierno de los conservadores del Fine Gael. Además, a finales de 2015 una coalición de socialistas y comunistas desplazó del gobierno al conservador de Passos Coelho, en Portugal, al que prácticamente se le daba como presidente ante el aparente abismo existente entre las dos formaciones de izquierda.
Ese posicionamiento a la izquierda, en buena parte del electorado de la periferia o de la llamada área exterior comunitaria, ha dejado profundamente afectado a los partidos socialistas continentales, convirtiéndose en los grandes perdedores de los últimos años en las urnas. El único partido de esta ideología con menos afectaciones ha sido el laborista británico, aunque también sufrió un descalabro en el ámbito legislativo. El surgimiento posterior de Jeremy Corbyn, como líder del partido, ha hecho que los laboristas se corran a la izquierda, un giro en correspondencia con las motivaciones del electorado, pero en una formación política minada por las luchas y discrepancias internas.
Posibles estrategias nacionales, regionales e internacionales
Con tantos retos y escepticismos que enfrentar, los dirigentes de los países europeos podrían terminar replegándose hacia sus prioridades nacionales, y precipitar el choque o contradicción entre dos tendencias principales: integración europea versus nacionalismo, en donde sobresale la preocupación por una Europa germana. Al parecer, sus líderes asisten a la última oportunidad de reformar la UE, [13] si se quiere que el bloque tenga un futuro en las relaciones internacionales, caracterizadas por la innovación, la competitividad y la creación de empleo, en los sectores en los cuales los europeos se destacan: aeronáutica, biotecnología y nanotecnología —las que determinarán el poderío y lugar de cada actor en el juego de la política internacional del siglo xxi.
Una UE sin una estrategia de futuro será un factor de inestabilidad para el sistema de relaciones internacionales, pues, en rigor, la construcción del bloque constituyó una ambición extraordinaria, tanto desde el punto de vista histórico como geopolítico: en el contexto de la “guerra fría” fue un componente esencial de la estrategia estadounidense de contención del comunismo y, al mismo tiempo, sus promotores se propusieron construir una potencia económica comparable o superior a los Estados Unidos y China.
Para lograr esto, la UE deberá superar todas las crisis que la frenan y paralizan. Habrá de valerse de una estrategia —y calendario preciso hacia el año 2050—, que plantee armonizar los factores económicos, políticos y sociales, para dejar atrás el neoliberalismo que obstaculiza la reconstrucción —tal vez con un nuevo tratado sería posible— de las capacidades de cohesión interna de la Unión y de los paradigmas económicos y políticos, ahora extraviados, que un día hicieron de la región un conglomerado de países con gran influencia y prestigio en la política internacional.
Es precisamente el factor económico el que ha causado la acentuación de las divisiones políticas en el seno de la UE y, también, una disminución de su capacidad para responder a nuevos desafíos en el ámbito regional y global. Un desafío importante es el asunto de la salida de Gran Bretaña (Brexit) de la UE. En esta problemática del Brexit, en noviembre de 2015, David Cameron, primer ministro británico, impuso una serie de condiciones a la UE para hacer campaña a favor de la permanencia de Gran Bretaña, pero, el 23 de junio de 2016, perdió ese referendo histórico, cuyo resultado puede interpretarse como una amenaza al proceso de la integración europea, porque la UE sin Gran Bretaña podría convertirse en un socio comercial menos atractivo a nivel mundial. Sin embargo, también la UE sin Gran Bretaña podría beneficiarse con una mayor integración política, ya que Reino Unido es uno de los miembros que se oponen con más fuerza a una mayor unificación del bloque y a una política exterior más coherente. La UE posiblemente prefiera negociar con Gran Bretaña, primando la separación británica a cambio de no frenar la integración europea entre los estados miembros realmente interesados.
El Brexit abre una nueva oportunidad para que la UE comience un proceso de consultas y negociaciones que conduzcan a su reconfiguración, para la adopción consensuada de otro tratado. Entre los temas que la UE debería debatir con urgencia se encuentran los siguientes: el mejoramiento de la colaboración en seguridad y defensa; una nueva política de inversiones; una real armonización fiscal y el fortalecimiento de la eurozona con una gobernanza democrática; la creación de un parlamento de la eurozona; la elaboración de políticas comunes en el terreno digital y el de la transición energética y la denominada Europa de la Defensa, que había tenido la abierta oposición británica.
Por otra parte, ante el cambio de los contornos de la seguridad europea actual y del propio concepto de multilateralismo, se necesita una nueva estrategia continental, con alcance global, que integre su acción en los terrenos diplomático, económico, de la seguridad y la defensa. [14]
En ese sentido, desde hace una década, los líderes europeos aprobaron la primera Estrategia de Seguridad Europea , bajo la premisa de que «Europa nunca ha sido tan próspera, tan segura, tan libre». Pero, desde 2003, año en que se aprobó, Europa y el sistema internacional en su conjunto han cambiado sustancialmente. Si bien Europa continúa siendo uno de los centros principales de poder global, hoy ya no es vista como un paradigma que seguir o copiar y, por lo tanto, suscita menos esperanzas y optimismo para el resto de las naciones —como sucedió después de las dos guerras mundiales, en la primera mitad del siglo xxi.
En el ámbito económico, una cuestión que alcanza carácter estratégico para la UE es el TTIP (Trasatlantic Trade and Investment Partnership). Este tratado euro-estadounidense negociado a espalda de la opinión pública nacional e internacional, tendrá nuevas rondas negociadoras para intentar cerrar uno de los acuerdos comerciales más controvertidos de la historia contemporánea.
La opacidad en las negociaciones y la finalidad geoeconómica del TTIP, enormemente favorable a los Estados Unidos y alejado de toda conveniencia para la UE, marcarán el debate ante el rechazo cada vez más conflictual por parte de los grupos y partidos de izquierda en numerosos países comunitarios, que ven en este acuerdo una subordinación de las instituciones europeas y los países miembros a los intereses de los Estados Unidos y sus poderosas transnacionales, como ha ocurrido en Francia, sumándose también, a esta línea de pensamiento, el Partido Socialista en el poder.
Sin embargo, ya muchos analistas dan por liquidado el TTIP porque durante su campaña electoral, Donald Trump se mostró crítico hacia el libre comercio. Solo diré que dar marcha atrás al libre comercio y recuperar empleos será una tarea lenta, y quizás imposible. Forzar el cambio en cadenas de suministros mundiales y modelos de negocios complejos podría resultar aún más difícil, especialmente si las empresas transnacionales estadounidenses tienen voz en el asunto.
En el plano de la seguridad, el Estado Islámico (Daesh) será sin duda la mayor amenaza para los estados europeos. El grupo terrorista, en el 2015, causó 130 muertos en Paris y mantuvo en vilo a Baviera durante el fin de ese año, sus atentados se expandieron a Bruselas, en marzo de 2016, y lo cierto es que el nivel de la amenaza se mantendrá e incluso podría aumentar. El Estado Islámico ha amenazado con atentar en ciudades europeas y, en el futuro, es probable que ocurra, mientras pierdan capacidades operativas en el Oriente Próximo, tratando de ganar visibilidad propagandística y aumentar el desprestigio de los estados occidentales en su intervención en Siria e Iraq, si no es que sea derrotado por una acción conjunta de varios países juntos a Estados Unidos y Rusia. O por la acción de algunos de estos actores por separado.
Sin embargo, es casi seguro que las múltiples crisis seguirán generando un escenario interno favorable al auge del terrorismo por los propios connacionales radicalizados. En los últimos años esta ha sido claramente la tendencia, especialmente en Francia o Reino Unidos. Además de Rusia, con grandes comunidades musulmanas en la zona del Cáucaso, son las principales potencias europeas: Alemania, Francia, Reino Unido, los que más estuvieron expuestos a un atentado terrorista, pues Europa participó activamente en apoyo al intervencionismo militar de la OTAN en el Medio Oriente y en su territorio existen amplias comunidades musulmanas que padecen la discriminación étnica y social en precarias condiciones de vida.
Resulta prácticamente indiscutible que los Estados Unidos han tenido y seguirán desempeñando un papel esencial en el proceso de la integración y la seguridad europeas , en particular por medio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esta organización militarista es el yugo que les fue colocado a los europeos después de la segunda guerra mundial.
O sea, la OTAN es la forma que representa la pérdida de soberanía y el sometimiento de Europa por los Estados Unidos. Es por lo que actualmente la UE con respecto a los Estados Unidos está obligada a cumplir un papel servicial, como se ha visto desde el fin de la confrontación soviético-norteamericana que dejó al poderío estadounidense en una posición dominante, como única superpotencia mundial en el orden militar, pero que ha necesitado, en lo político y diplomático, de una estrecha alianza con la UE para materializar los intereses y objetivos estratégicos del bloque Norte-Oeste en las relaciones internacionales.
En este polo, la UE, como entidad supranacional de veintiocho Estados miembros y con una población superior a quinientos millones de personas, se erige inevitablemente en uno de los protagonistas de la agenda política mundial. Su gran reto está relacionado con las responsabilidades que deberá asumir en materia de seguridad mundial y en la evolución de un sistema internacional que se torna más complejo por su configuración multipolar, donde se vislumbra un grado mayor de tensión, desavenencias y rivalidad en el ámbito de las relaciones ruso-estadounidenses —a partir de la recuperación de Rusia como gran potencia mundial—, y el ascenso económico, financiero y tecnológico de China e India.
Ello ha provocado que la región Asia-Pacífico ocupe un lugar privilegiado en la estrategia de los Estados Unidos. Por consiguiente, su orientación futura respecto a ella podría ser un factor de cambio en la relación transatlántica; lo que quiere decir que, a partir de este momento, la U E será la responsable de resolver los problemas que la atañen — salvo que la nación norteña vea en ella una mayor disposición de asignar más recursos económicos y militares a la OTAN.
Contrario al contexto internacional que posibilitó la estrategia de 2003, la UE tiene serias dificultades para la promoción de una efectiva política de influencia internacional basada en el S oft Power (Poder Blando) europeo. Tiende a incrementarse la percepción de que amplios sectores sociales en todo el planeta se sienten menos atraídos por el modo de vida del Viejo Continente. Es una realidad la pérdida del impacto de la ayuda europea y la asistencia económica cuando se mantienen el derroche y la corrupción en el seno de las principales potencias capitalistas desarrolladas; y cuando el intervencionismo económico europeo resulta más evasivo, en una época de políticas de austeridad y de relativa reducción de los gastos de defensa.
Para darles una mayor efectividad y enfrentarse a los desafíos actuales, la UE trabaja en la reconstrucción de sus capacidades a fin de lograr un mayor protagonismo en la geopolítica internacional, mediante el reforzamiento del papel de actor global en un sistema que se perfila multipolar. Para ello, las instituciones europeas, que nacieron para evitar la guerra o promover la paz entre sus miembros, tendrán que enfrentar las nuevas situaciones y dar estabilidad al proyecto integracionista, lo que les permitiría remozar sus capacidades y dar una imagen real de cohesión interna.
Desde esta perspectiva, millones de personas en el mundo esperan el día en que la Unión Europea sea un polo de progreso, humanismo y paz en las relaciones internacionales. Pero, por ahora, participa junto a los Estados Unidos en una dura lucha por el poder global, y lo más probable es que, mientras persistan las múltiples crisis que perturban su construcción, crecientes sectores sociales, procedentes de diversas tradiciones o signos políticos e ideológicos, pero empujados hacia la derecha extrema, seguirán apostando por su caída o destrucción.
Basta con recordar que ya hay un Brexit, pero se habla de un posible Frexit y todavía de un Grexit, en relación con Francia y Grecia, entre otros exit no menos probables, que aunque suenen especulativos, como la propia vida, nuevas sorpresas nos puede dar la política internacional en el 2017.

Notas:
[1] Blog Visiones de Política Internacional
[2] Aunque normalmente se nos presenta que la crisis culminó en el 2013, la visión crítica de este artículo la rechaza, sin obviar los matices expuestos, extendiendo las múltiples crisis hasta la actualidad porque, como afirmo, las principales causas y manifestaciones persisten.
[3] Ruiz Rico, Manuel. (12 de marzo de 2014). ¿Qué está en juego en las elecciones europeas? Esglobal. Recuperado de http://www.esglobal.org/que-esta-en-juego-en-las-elecciones-europeas/
[4] Ídem.
[5] Esta situación es el resultado de las medidas de austeridad ejecutadas por la mayoría de gobiernos europeos «socavan los derechos humanos de los más vulnerables, principalmente los sociales y económicos». Salvaguardando los derechos humanos en tiempo de crisis. (2013). Recuperado de
https://wcd.coe.int/com.instranet.InstraServlet?command=com.instranet.Cm.... Véase también, Medidas de austeridad en Europa “dinamitan” los derechos humanos. (4 de diciembre de 2013) EuroXpress. Recuperado de http://www.euroxpress.es/noticias/medidas-de-austeridad-en-europa-dinamitan-los-derechos-humanos
[6] Costantine, Luca. (4 de abril de 2016). El paro de la eurozona en febrero baja hasta el 10,3 %, el nivel de 2011”. El País. Recuperado de http://economia.elpais.com/economia/2016/04/04/actualidad/1459771416_011680.html;
Farrés, Cristina. (4 de abril de 2016). La recuperación española pierde ímpetu. Crónica Global. Recuperado de http://cronicaglobal.elespanol.com/business/la-recuperacion-espanola-pierde-impetu_36050_102.html
[7] Ídem.
[8] Arancón, Fernando. (8 de enero de 2016). Europa en 2016: la Periferia contraataca. El orden mundial en el siglo XXI. Recuperado de http://elordenmundial.com/2016/01/europa-en-2016-la-periferia-contraataca/
[9] Economía mundial ante un futuro incierto, según BCE. (7 abril de 2016). Prensa Latina. Recuperado de https://elcomunista.net/economia/economia-mundial-ante-un-futuro-incierto-segun-bce/
[10] Alto cargo del Consejo Europeo cree que la UE sabrá prevenir otra crisis. (2 de diciembre de 2013) El Diario Montañés. Recuperado de
http://www.eldiariomontanes.es/agencias/20131202/mas-actualidad/nacional/alto-c....
[11] Así se denomina al grupo Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida, por sus siglas en alemán). Pegida, el movimiento antiislámico que divide a Alemania. (5 de enero de 2015). BBC Mundo. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2015/01/150105_ultnot_alemania_colonia_manifestacion_fp
[12] Morgade, Donato Claudia. Los indignados: ¿revolución o reforma? (15 de febrero de 2012) Visiones de Política Internacional. Recuperado de http://leyderodriguez.blogspot.com/2012/02/los-indignados-revolucion-o-r...
[13] Schulz, Martin. (2013). Europa: la última oportunidad. Barcelona, Editorial RBA.
[14] Con motivo de la publicación del informe del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores “Why Europe Needs a New Global Strategy?” y la aprobación de una revisión estratégica global para el 2015, la Oficina en Madrid de dicho consejo y la representación en España de la Comisión Europea, organizaron un nuevo debate que contiene las prioridades estratégicas principales de la Unión Europea. Hacia una estrategia global europea. (S.F). Dontknow.net. Recuperado de https://www.dontknow.net/debate/hacia-estrategia-global-europea


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El futuro es orgánico


Anna Park, una yerba mate orgánica y agroecológica
El futuro es orgánico

Greenpeace


Anna Park es una yerba mate orgánica y agroecológica. Siembran, cosechan y siguen de cerca todo el proceso (hasta el envasado) y comercialización. Críticas a la falta de políticas de Estado y necesidad de articular con otros productores.Papel color madera, letras negras y verdes. Es el paquete de la yerba Anna Park, que se define como “orgánica y ecológica”. Vende más de 22.000 kilos al año, en todo el país, mantienen una reserva ecológica en Misiones, son muy detallistas en cada etapa del proceso productivo y cuestionan la falta de políticas estatales. No utilizan agrotóxicos (herbicidas, plaguicidas) ni abonos químicos. Explican que ambos “contaminan los suelos y el agua, en consecuencia afectan la salud humana, animal y vegetal”.
“El futuro es orgánico”, es uno de lo lemas de la yerba mate Anna Park. Destacan que es elaborada de forma artesanal, con métodos implementados por el Pueblo Guaraní en épocas de la evangelización forzosa. La llamaban “caá”, la consumían con pequeñas bombillas de caña tacuara y también mascaban sus hojas crudas. Remarcan que la principal diferencia con otras yerbas es el proceso de secado y el “estacionamiento”.
Eric Barney recuerda que el precio de la yerba era relativamente bueno hasta la década del 60, cuando comenzó un proceso en el que los grandes molinos (y algunos grandes productores) compraron las pequeñas y medianas charcas. Todo empeoró en los 90, cuando dejó de existir el mercado concentrador (que fijaba precios de referencia) y se dejó la producción librada al mercado. “Con Menem fue tierra de nadie. Entregabas la yerba a consignación y ni sabías cuánto te iban a pagar”, recuerda Eric Barney y afirma que algunos males de esos tiempos aún perduran: el precio para el productor nunca se recuperó. “Una yerba de buena calidad siempre estuvo lo mismo que un kilo de carne. Hoy hemos quedado muy atrás”, sostiene y aclara que el 30 por ciento del costo del paquete se va en impuestos.
Y los bancos no dan créditos sostenibles para los más pequeños. Ofrecen préstamos con hasta 40 por ciento de interés anual. Imposible para los productores familiares.
En Anna Park cuestionan el monocultivo industrial de yerba mate, que utiliza agroquímicos y empobrecimiento de suelos. En la producción convencional de yerba se utiliza mucho herbicida (glifosato) y fertilizante (urea). También suele aplicarse cal y magnesio. Y venenos para controlar el “rulo” (plaga que retrasa o reduce la brotación). “Es muy fuerte los venenos, se mueren hasta los pájaros” , señala Barney.  En la chacra están experimentando con árboles que den sombra al yerbal. “Es todo prueba y error”, afirma María Rosa Fogeler. Como todo experiencia agroecológica, explican que se trata de probar opciones, implementar formas nuevas e intercambiar con otros. Señala que el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, espacio de referencia en algunos sectores) tampoco saben de técnicas para producir yerba sin químicos. Han estudiado y tenido contacto con productores biodinámicos (agricultura ecológica que busca el equilibrio e interrelación entre suelos, plantas y animales, que rechaza el uso de pesticidas y que tiene en cuenta el movimiento de los astros, la luna y los planetas). Algunas cuestiones comparten, otras no tanto. Sí coinciden en que los productores por fuera del agronegocios deben intercambiar saberes, articular acciones, coordinar luchas. Y tiene una certeza: “La agroecología no es para una élite”.
En Anna Park se controlan las plantas no deseadas (llamadas “malezas” por el discurso del agronegocios) con machete y motoguadaña. Y la cubierta verde también ayuda a combatirlas. Probaron con el llamado “pasto elefante”, pero no están convencidos, también les resultó muy invasivo.
Cuestionan que, en vez de promover la yerba agroecológica, desde el gobierno provincial se impulsa el maíz transgénico , que incluso es repartido (con agroquímicos incluidos) por los mismos punteros del oficialismo. Y en Misiones también se impulsa el modelo forestal, con plantas de celulosa y sus consecuencias ambientales y sanitarias. “El sistema capitalista no puede seguir sin importarle el medio ambiente, sin importarle las personas. Solo le importa la ganancia y eso no puede seguir así” , advierte Eric Barney .
Paso a paso
Todo el proceso de la yerba Anna Park está bajo la supervisión de María Rosa Fogeler y Eric Barney.
El comienzo no es nada sencillo. La semilla “es muy dura”. Debe dejarse en agua hasta “pudrirse”. De ahí a la tierra y le lleva seis meses germinar. Luego de dos años de crecer en almácigos se traslada a campo. Entre las plantas de yerba se siembra la “cubierta verde”, plantas que enriquecen la tierra, mantienen la humedad y protegen (a la yerba) de las altas temperaturas. “ Gracias a la cubierta verde evitamos el uso de herbicidas y otros agrotóxicos dañinos para la salud” , explican.
Recién cuatro años después de plantado el yerbal se inicia la primera poda y la cosecha (más conocida como “tarefa”). En Anna Park la cosecha se realiza cada dos años, para que las hojas estén maduras y no se debiliten las plantas.
Luego es el turno del “sapecado”, hacer pasar la yerba por aire caliente o fuego durante unos segundos a una temperatura aproximada de 900 grados centígrados. “La yerba nuestra es oreada, el oxígeno la fermenta, le da el sabor, el aroma”, detalla Barney. A continuación se transporta a un tambor horizontal giratorio donde continúa secándose, a menor temperatura, alrededor de veinte minutos. Así la yerba pierde el 30 por ciento de la humedad. Sobreviene el “barbacuá”, horno donde se termina de secar muy lentamente. Ese proceso tarda entre quince y veinte horas.
Le sigue el “canchado”, que es la molienda gruesa. Y la “zaranda”, donde se tamiza para eliminar los palos gruesos que hayan quedado. Después se guarda en bolsas de arpillera de 50 kilos.
Otro momento clave es el “estacionamiento”. Las bolsas de yerba se guardan por dos años en un galpón a oscuras llamado “noque”. Permite que la yerba pierda la clorofila o se “amarille” (obtiene su tonalidad más clara). La yerba con poco estacionamiento es más oscura y puede provocar trastornos digestivos (por ejemplo, acidez). El estacionamiento industrial rápido es de quince a 30 días (en condiciones controladas de humedad y temperatura para acelerar un proceso que debiera ser mucho más extenso). “Tenemos clientes que nos cuentan que habían dejado de tomar mate, por la acidez, pero ahora ya pueden volver a tomar. Nuestra yerba les garantiza calidad y que no le hará mal”, destaca María Rosa Fogeler. Sobre los dichos de que es una yerba más cara, lo relativiza. “Una gaseosa cuesta más de 20 pesos pesos y te dura media hora. No hay comparación con el placer y duración de unos mates”, compara. Y aporta otro dato. Afirma que la yerba de grandes marcas se lava a los diez minutos. Anna Park aguanta más de 25 mates.
El anteúltimo momento es la molienda final, cuando se separa la hoja del palo y se muelen en dos molinos diferentes para evitar el exceso de polvo y regular la calidad de la molienda. Otra vez sirve la comparación. Anna Park no permite más de trece por ciento de palo (contra hasta el 50 por ciento de las grandes marcas comerciales).
Una vez molidos se mezclan nuevamente. Y luego llega el envasado, cuando la yerba se deja caer en una balanza vibratoria que la acomoda en el paquete sin presionarla.
“Al ser un pequeño establecimiento podemos garantizar nuestra calidad superior, ya que supervisamos cada el detalle. Anna Park es una yerba rendidora, que no se lava fácilmente y mantiene su sabor”, afirman sus productores.
“El cuidado de los yerbales y del medio ambiente es el respeto por la vida. Cuando usted disfruta del sabor de Anna Park está, además, protegiendo la naturaleza”, afirman Eric Barney y María Rosa Fogeler. Refiere a que cuentan también con una reserva ecológica, 36 hectáreas de monte nativo ubicadas en Campo Ramón (departamento de Oberá). “Allí protegemos especies nativas de animales y vegetales. Y el cultivo de la yerba mate es una alternativa de desarrollo autosustentable que nos permite mantener la reserva” , explican.
Leé más sobre este tema: Agricultura ecológica. Caso Misiones: La cuna de la yerba mate.
Darío Aranda es periodista especializado en extractivismo (petróleo, minería, agronegocios y forestales). Trabaja en el diario Página/12, la cooperativa de comunicación La Vaca y las radios FM Kalewche (Esquel), la Cooperativa La Brújula (Rosario) y Los Ludditas (FM La Tribu). Escribe sobre pueblos indígenas, organizaciones campesinas y asambleas socioambientales. Además es autor de “Argentina originaria: genocidios, saqueos y resistencias” y “Tierra Arrasada. Petróleo, soja, pasteras y megaminería.”
En el marco de la campaña de Agroecología, escribió una serie de artículos vinculados a la temática de la agricultura ecológica. Todos los jueves publicaremos en nuestro blog una nota contando diferentes aspectos y testimonios sobre este tema. No te pierdas este especial sobre el futuro de los alimentos en la Argentina. 
Fuente: http://www.greenpeace.org.ar/blog/especial-de-agroecologia-la-agroecologia-no-es-para-una-elite/17952/

La desigualdad y la explotación condena a la humanidad y al propio planeta Tierra


La desigualdad y la explotación condena a la humanidad y al propio planeta Tierra
Davos atiende la agenda de la riqueza con preocupación por la desigualdad



Desde 1971 que se reúne el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, como ámbito de encuentro del poder económico y político mundial para discutir los problemas y el rumbo de la economía mundial. [1]
No es casual que sea desde entonces un tiempo coincidente con la brutal ofensiva del capital para modificar la orientación del sistema mundial que tenía para entonces a las/os trabajadoras/es y los pueblos en la ofensiva recortando las ganancias empresarias.
A comienzos de los 70 se procesa la mayor acumulación de poder popular de las/os trabajadoras/es en el mundo; no solo medido en salarios o ingresos populares, sino en la disputa de la renta y en la construcción de un imaginario civilizatorio no capitalista. Es el momento de la bipolaridad y el auge de la solidaridad mundial con Vietnam; la expectativa del triunfo de Salvador Allende y su Unidad Popular en Chile, entre los más destacados episodios de la ofensiva popular de entonces.
La destrucción de esa acumulación es lo que se comenzó a pergeñar en la nevada Davos a comienzos de los 70´, convergente con la Comisión Trilateral y otras iniciativas similares. De allí surge una recurrencia de cónclaves anuales para identificar los rumbos de acción. Ahora se proponen como el ámbito de la cooperación público-privada, el nombre que se asigna a la privatización en los tiempos que corren.
El capital ya no le teme al Estado construido entre 1930 y 1980, habiendo ganado la batalla ideológica sustentada desde el neoliberalismo y el Consenso de Washington contra el gasto estatal y a favor de la iniciativa privada.
De aquel proceso deslegitimador se avanza a una nueva legitimación del Estado capitalista al servicio del régimen del capital. Se fue de la crítica al papel del Estado a la absorción de una nueva reformulación del papel del Estado para sostener al capitalismo.
Hace algunos años, OXFAM presenta en el FEM su informe sobre desigualdad. [2] La versión 2017 señala que “Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper concentración de riqueza sigue imparable.”
Es curioso que en ese ámbito del poder mundial se expliciten estos datos del oprobio construido en la sociedad capitalista, cuyo eje es la ganancia, la acumulación y la dominación; y no la satisfacción de las más amplias necesidades sociales como aspira a conmover el Informe OXFAM.
Un límite serio del importante estudio de OXFAM es que no supera la descripción del fenómeno de la pobreza, la desigualdad y la concentración de riqueza. Aun cuando califica al capitalismo como “cortoplacista: el dividendo manda”, o “clientelar al servicio de las élites”, el problema de fondo es el “capitalismo” en sí mismo, su lógica por la explotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de los bienes comunes.
Aun cuando se informan sobre la pobreza, la verdadera discusión del FEM es la riqueza, ahora en 2017 bajo el lema “Liderazgo responsable y receptivo”, precisamente cuando la realidad exacerba la desigualdad y la explotación condenando a la humanidad y al propio planeta Tierra.
Gobierno Macri en Davos
Hacia el FEM marcharon 4 ministros argentinos: Hacienda, Producción, Educación, Relaciones Exteriores, y el titular del BCRA; para ofrecer “oportunidades de negocios” a los inversores externos.
Estos, los inversores potenciales, demandan “control social y sindical” para asegurarse el retorno de sus inversiones.
Por eso, la principal preocupación del gobierno pasa por disciplinar al movimiento obrero y cooptar a una parte de la dirigencia sindical al objetivo estratégico de disminuir el costo salarial y laboral.
Es política y economía. Sin control político del conflicto no pueden avanzar en cambios institucionales, laborales, para incidir en la ecuación de rentabilidad de la inversión.
Por ahí viene el sendero de los acuerdos laborales y de productividad en Vaca Muerta y el chantaje de la patronal en Artes Gráficas Rioplatenses S.A., AGR, y en variados otros casos, como próximamente en la carne.
La argumentación pasa siempre por transferir el costo de oportunidad de la inversión y el crecimiento económico a las/os trabajadoras/es.
Resulta de interés el tipo de respuesta que genere el movimiento social, fragmentado en varias centrales sindicales y con debate entre sí y en el interior de ellas sobre los modos y las formas de la confrontación con el poder.
La ofensiva gubernamental pretende inaugurar un nuevo tiempo político y económico en el país, en sintonía con nuevos procesos en la región y el mundo a partir de la deslegitimación de los partidos políticos tradicionales.
Es la primera vez que bajo imperio constitucional no hay un radical o un peronista en el gobierno. Es algo que puede consolidarse en las elecciones de medio turno en octubre próximo y disputar un nuevo periodo en 1919.
Por eso es tan importante la pulseada que se juega en la unidad de acción del conflicto social, amenazado por concepciones aislacionistas que privilegian las diferencias sectoriales de la confrontación o la adhesión a tal o cual parcialidad de la respuesta política, mediado por las opciones electorales.
En simultáneo al cónclave del poder en Davos, la Argentina tomó nueva deuda pública por 7.000 millones de dólares, exponiendo en la vidriera suiza las posibilidades de fáciles ganancias que se logran en el país.
La tasa pagada por la colocación de esos títulos (6,3% promedio) es menor que la que se venía asumiendo, pero sigue estando por encima de lo que paga Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia o Chile, por solo mencionar países vecinos.
En Suiza, los funcionarios de Macri señalan que este año Argentina superará la recesión del 2016, aun cuando no existen datos oficiales al respecto y solo se confirman las pérdidas de puestos de trabajo en el sector privado y estatal, o se verifica una inflación superior al ajuste de ingresos de trabajadores regulares, en situación irregular, o pasivos.
La caída industrial del año 2016 supera el 5%, la recesión económica está por encima del 3%; la inflación superior al 40% y una proyección cercana al 25% para el 2017 impiden bajar las tasas de interés que paga el BCRA por las LEBAC (24,75%) exacerbando la especulación financiera.
Más allá de los discursos fronteras afuera, en el terreno local se avanza con disposiciones ejecutivas, sea avanzando sobre las reformas al régimen de ART más allá del debate pendiente en el Parlamento, o sustituyendo funcionarios para “homogeneizar” la política oficial de cara al proceso electoral.
Hay afinidad entre el gobierno Macri y el sentido esencial que se expresa en el FEM en Davos. En ambos discursos se habla de la pobreza y se consolida un rumbo por la riqueza y la mayor concentración económica y del poder.
Adecuarse al nuevo tiempo
El libreto del gobierno es clarísimo y apunta al crecimiento económico del capitalismo local, lo que requiere de capitales externos, vía inversión directa o préstamos, al costo más bajo posible, aun cuando sea mayor al que soportan otros países en la región.
Por las dudas señalamos que crecimiento no significa necesariamente resolver los problemas de la pobreza o la desigualdad, si los de la concentración de la riqueza.
El propósito gubernamental se procesa en el marco de un nuevo ciclo de gobierno en EEUU, con un Donald Trump “nacionalista” que ofreció en su discurso inaugural continuar privilegiando el interés de su país antes que el de cualquier otro.
¿Cuál será la novedad en la formulación? Desde Washington siempre se privilegia el interés nacional por sobre cualquier otro interés, nacional, social, o humanitario.
No hay novedad y sí, se consolida un enfoque restringido de beneficiarios futuros de la política en la mayor potencia del sistema mundial.
Pese a todo existen expectativas del bloque en el poder en Argentina en la nueva etapa, y por eso se anuncian conversaciones por inversiones en áreas estratégicas, por ejemplo en energía.
Hay que destacar que el nuevo Secretario de Estado en la era Trump es Rex Tillerson, un EXXON Mobil (ex Standar Oil) y principal motor de la fractura hidráulica (fracking) para explotar yacimientos de hidrocarburos no convencionales, los que definen al yacimiento Vaca Muerta y sus reservas de gas y petróleo.
En el gabinete de Trump existen varios hombres de negocios, del petróleo y la banca, con quienes podrán entenderse los gobernantes locales con historia y trayecto en el mundo de las empresas.
La imagen no solo fue la asunción de Trump como gobernante, sino también las protestas, anticipando las dificultades de la estabilización de una política asumida desde un lenguaje racista y de discriminación, sustentando por uno de los grandes beneficiarios del capitalismo global.
En EEUU como en nuestro país o cualquier territorio no solo existe la voluntad de los gobernantes, sino que los pueblos también tienen vos y pueden ser parte de la articulación de proyectos sociales, económicos y políticos que definan procesos civilizatorios de carácter alternativo.
Notas:
[1] El Foro empezó como Foro Europeo de Gestión y en 1987 asumió su nombre actual como FEM. Dicen: “En 2015, el Foro fue reconocido formalmente como una organización internacional. Es ahora en la siguiente fase de su viaje como la plataforma mundial para la cooperación pública-privada”. https://www.weforum.org/about/history 

[2] 
OXFAM. Una economía para el 99%. Es hora de construir una economía más humana y justa al servicio de las personas, en: https://www.oxfam.org/es/informes/una-economia-para-el-99
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Apuntes sobre documentales

Apuntes sobre documentales (y una aproximación de interés al régimen político pujolista)



Para los compañeros asesinados en Atocha. In memoriam, 40 años después.

Si el éxito del independentismo catalán consiste en vender que debemos administrarnos nosotros mismos para hacerlo “mejor” (más escuelas, más hospitales, más calidad en los servicios sociales), nadie entenderá una política restrictiva de gasto en época de crisis. Bueno, de hecho, nadie entiende por qué unos presupuestos autonómicos son condición sine qua non para llegar a la independencia. Nadie comprende que, una vez dispuestos al desafío al Gobierno central con el referéndum, se precisen unos presupuestos autonómicos que no revierten los recortes y cuyo gasto social está un 11% por debajo de los presupuestado en 2010 [...] Hay convergentes conservadores que ven una quimera la desconexión y el referéndum unilateral. Entretanto, Hércules deberá afrontar nuevos trabajos. Quizás el más difícil de todos ellos se halle en esas 55 sesiones del juicio del caso Palau. En los 60.784 folios de la causa, en los que, además de Fèlix Millet y Jordi Montull, aparece imputado Daniel Osácar, ex tesorero del CDC. La propia Convergència es señalada por lucrarse con dinero público y privado con el cobro de presuntas comisiones por obras como la Línea 9 del metro o la Ciutat de la Justícia de Barcelona, donde se celebrará la vista. La opaca crisálida convergente, según el juez, contiene en su interior 5,1 millones de euros en comisiones de Ferrovial. Mucha metamorfosis y mucho trabajo para Hércules.
Francesc Valls (2017)
 
Una sola cita que se justifica por sí misma
IF YOU FEEL BARCELONA F.C., YOU FEEL CATALUNYA. ¡Qué cosas que se escriben y se airean hasta que hay protestas! If you feeReal Madrid F.C you feel Madrid and Spain. ¿Se imaginan que se diría aquí, en .Cat?
Afortunadamente se escriben otras cosas. Esta, por ejemplo, es del historiador José Luis Martín Ramos. De una comunicación personal, a propósito del uso, del extendido e inadmisible uso de Cataluña y el “Estado español”, sobre la discordancia, son palabras suyas, “lingüística y conceptual, de hablar de Cataluña y del Estado español”.
El nacionalismo de estado en las sociedades multinacionales niega la condición de nación a quien no está constituido políticamente como estado, negando la realidad compleja de las identidades nacionales; de ello nos quejamos en Cataluña. Para mí con razón. Ahora bien, los nacionalismos sin estado niegan al estado al que pertenecen la condición que para sí consideran como su propia razón de ser y de futuro: la de nación. Hemos tenido en Europa un ejemplo trágico: el nacionalismo croata negó la razón de ser de una nación yugoslava, que estaba en proceso de construcción desde la resistencia al fascismo y la ocupación alemana; ya hemos visto cuáles han sido las consecuencias. Para el nacionalismo catalán hay nación catalana pero en esa discordancia Cataluña/Estado español no se considera que haya nación española; existe para él Cataluña -como estado: un territorio, una cultura, un pueblo, en la primera mitad del siglo XX se decía también una raza- pero no España, que sólo es un artefacto estatal y como tal un artefacto de opresión (en la versión más reduccionista del estado que pueda hacerse y que no se aplica para el futuro estado catalán, que en la imagen que se nos ofrece no oprimirá a nadie, por definición). Que en el nacionalismo se utilice ese doble lenguaje, esa forma diferente (y antagónica), una para sí y otra para el otro no es extraño y es lo habitual. Que los que no son nacionalistas -tan catalanes, españoles, como los demás- también lo utilice es una clara manifestación de subordinación al nacionalismo, a la ideología nacionalista, a su relato a su discurso (y no es excusa que pueda tratarse al propio tiempo de una muestra de pereza intelectual). El reconocimiento de la multinacionalidad -algo que yo sostengo sin ninguna duda- no justifica la negación del carácter de España como nación, en particular como nación política como la defendieron los federales. También Yugoslavia era multinacional, pero la izquierda, los no nacionalistas que lucharon y vencieron al fascismo, la consideraron y la construyeron como nación frente a los ustachis o los chetniks
(Matiz y entre paréntesis: “...la realidad compleja de las identidades nacionales; de ello nos quejamos en Cataluña, para mí con razón”. Aunque aquí, en .Cat, tampoco se tiene en cuenta que la propia identidad nacional también está lejos de ser uniforme. Por lo demás, y como es evidente, el nacionalismo de Estado no es España).
En síntesis y volviendo al texto del gran historiador de la UAB: haría bien la izquierda no secesionista (perdón por el pleonasmo) y la izquierda española en general en usar “Madrid” para hablar de Madrid; “España” para hablar de España, y “Estado español” para hablar del Estado español. Los nacionalistas de aquí siguen con lo suyo: Madrid = Estado español = Pseudopaís de fachas, zafios y burros. ¿Cómo vamos a reflexionar con pensamiento propio si hablamos como ellos? ¿El lenguaje no empuja al pensamiento en determinada dirección? (Un ejemplo reciente: “Hasta el pasado año, Coop57 ha gestionado un total de 285 préstamos por un valor de 8.442.047 euros. De hecho, ya cuentan con un total de 759 entidades socias de servicios -49 de ellas en Aragón- y 3.635 personas socias colaboradoras -440 en Aragón- entre todas las secciones territoriales en el Estado español”. De nuevo el Estado. España es palabra prohibida, incluso entre cooperativistas de izquierda).
Tampoco, hablando de expresiones y palabras, tienen desperdicio estas que les copio a continuación . Son de una entrevista a Antonio Baños, el que fuera cabeza de lista de la CUP en las últimas elecciones autonómicas, las del 27S, el de”Súmate”. Son estas:
"P. Tenemos proceso para rato? A.B: El proceso se termina este año; es “impepinable” A menos que se adelanten las elecciones, tal como pide En Común Podemos, y acabe gobernando Xavier Domènech. Entonces tenemos proceso para años, hasta que él se jubile, aproximadamente. Si depende de ellos, el “processisme” puede durar una generación y media más. No tienen ninguna prisa.
[…] P. ¿Esto quiere decir que, aunque sea por contraposición, te gusta como lo está haciendo Junts pel Sí? A.B.: Están dentro del 'timing' y hacen lo que pueden. El mandato de las urnas no puede ser más explícito [SLA: ¡recuerden que él mismo admitió que el independentismo había perdido las elecciones del 27S la noche electoral!] y no tengo ningún motivo para pensar que no ponen la mayor de las determinaciones.
P: Así, ¿no eres crítico con ellos? A.B.: ¡Es que están gobernando una Administración regional intervenida! No tienen posibilidades reales de hacer política. En Cataluña, las leyes están sometidas a una peregrinación judicial insólita. En este contexto es ridículo utilizar parámetros de juicio del tipo de buen o mal Gobierno. La situación que vivimos es tan excepcional que no resulta evaluable en la práctica. Y que conste que, diciendo esto, no les estoy exculpando de nada ni tampoco quiero hacer victimismo. Resumiendo: todo tiembla, pero a la vez todo sigue en pie”.
La referencia: http://www.elcritic.cat/entrevistes/antonio-banos-el-proces-sacaba-aquest-any-es-impepinable-12850 Yo me he limitado a traducir.
También estas -que me ha señalado un compañero colomense- del manifiesto de la autodenominada nueva izquierda catalana 3.0. (http://unpaisencomu.cat/manifest) tienen desperdicio: “Perquè venim de lluny. Recollim el llegat de totes aquelles i tots aquells que van ser pioners en la conquesta dels drets dels treballadors i treballadores; de tots aquells i aquelles que van pensar i construir una república catalana fraterna amb la resta de pobles de l’Estat a l’alçada de les seves gents; dels qui no es van rendir en la negra nit franquista i van lluitar fins recuperar les llibertats; i, també, dels qui sabien que no hi ha democràcia si no es construeix sempre més enllà dels límits que li són imposats.” (Porque venimos de lejos recogemos el legado de todas aquellas y de todos aquellos que fueron pioneros en la conquista de los derechos de los trabajadores y trabajadoras; de todos aquellos y aquellas que pensaron y construyeron una república catalana fraterna con el resto de pueblos del Estado a la altura de sus gentes; de los que no se rindieron en la negra noche franquista y lucharon hasta recuperar las libertades; y, también, de los que sabían que no hay democracia si no se construye siempre más allá de los límites que le son impuestos). Dejando aparte el cansino, exagerado y llachista “venim de lluny” (algunos de muy cerca) y el “nosotros y nosotras”, “aquellos y aquellas”, ¿quiénes han pensado y luchado en términos de una República catalana aparte de sectores del secesionismo catalán? ¿Cuándo, dónde, quiénes? He estado militando seis o siete años en la UCR y nunca jamás hemos hablado y pensado de esa forma. Nunca. Es pura y seguramente calculada invención de la tradición emancipatoria en Cataluña.
Cambio de tercio. Según parece Cataluña es la comunidad española con más procesados por corrupción entre el 1 de julio de 2015 y el 30 de se ptiembre de 2016. ¿Un ataque de Madrid, de España, del Estado colonialista, de la injusticia española? Por supuesto. ¿Nos tenemos que preocupar? Nada, sin importancia. Con la República, catalana, molt catalana, de los abrazos y los besos todo queda arreglado.
Pero el tema no eran las palabras sino de los documentales. Veamos.
¿Es justo hacer documentales sobre la política de inmigración del gobierno español? Por supuesto, por supuesto.
¿Hay que ser críticos, máximamente críticos, con los nudos más antihumanistas y represivos de esa política? Sin ninguna duda. Los buenos documentales pueden ayudar a ello.
¿Cabe criticar las actuaciones criminales de las fuerzas represivas del Estado? ¿Quién puede dudar de ello? Tampoco los documentales son una mala opción para ello y para concienciarnos
¿Alguien puede considerar a Jorge Fernández Díaz un político de referencia? Tal vez el Opus Dei y sistemas político-ideológicos afines. Nadie más. Todo documental sobre él, documentado y bien construido, debe ser, será bienvenido.
¿Hay nudos oscuros y criminales en los hechos de 2014 en Tarajal? Los hay. Han sido criticados y denunciados y merecen ser criticados y denunciados.
¿Cinco y más veces? Cinco y más veces.
¿Cabe extraer de un documental de denuncia a esos hechos alguna inferencia sobre España y los españoles? No, nada de eso. Sobre todo cuando en el documental que se pasó en el Canal33 de la televisión catalana el pasado sábado 14 de enero, eran varias las voces de ciudadanos españoles que se pronunciaban de forma clara y rotunda contra lo sucedido. Sin miedo en el decir.
¿Se montó el documental para unir en una misma idea la política represiva del gobierno PP y, por así decir, los símbolos españoles y España? Desde mi punto de vista, sin ninguna duda y en varios momentos.
¿Cabe preguntarse las razones por las que la Open Society de George Soros, entre otras fundaciones, ayudó a la realización del documental? Cabe, desde luego que cabe, sin que eso implique ninguna descalificación del trabajo realizado.
¿Tiene méritos políticos, culturales, críticos, cinematográficos, el documental Ta rajal: Desmuntant la impunitat de la frontera sud, dirigido por Xavier Artigas y Xapo Ortega? Desde luego, claro que sí, sería absurdo negarlos. No hay ninguna duda.
¿Formular determinadas críticas es sinónimo de ser un facha y un españolista de mierda? Parece poco razonable. ¿Sólo debe quedar el silencio y el aplauso entusiasta?
Pero no es todo. Caben más preguntas.
¿Cabe inferir de lo sucedido y denunciado, como se ha hecho, antes y después de la emisión del documental, que hay, “que tenemos más motivos para la independencia”? Perdón, perdón... ¿Qué tiene que ver el concierto para violín n.º 21 de Mozart con la conjetura de Goldbach?
¿Cabe poner en la picota, sin más matices, al estado español y todas sus instituciones?
¿Cabe poner en las nubes y altares la futura República catalana de besos y abrazos donde esto, por supuestísimo, jamás sucedería?
¿Cómo interpretar los mensajes que llegaron desde babor y estribor antes de la emisión y por centenares poniendo énfasis en lo indicado y sin entrar en ningún análisis sobre lo que representa el conflicto de la inmigración en el Mediterráneo que parece que, en el fondo, a nadie importa?
¿Se hace política secesionista con las personas muertas?
¿Cabe poner todas las actuaciones de la Guardia Civil en el mismo paquete? ¿Todas sin excepción?
¿Cabe pensar en la Guardia Civil como un organismo autónomo que obra independientemente del gobierno?
Puestos a preguntar y girando el foco: ¿qué tal un documental sobre el millar de casos de corrupción, una tercera parte del total, que han ocurrido en .Cat en el último año y medio? ¿Para cuando un documental e investigación sobre la corrupción en Cataluña?
¿Y sobre las actuaciones de los Mossos d’Esquadra durante el 15M y los meses posteriores?
¿Y sobre Félix Puig? ¿No da juego, no hay materia?
¿Y sobre don Jordi Pujol y su saga? ¿No tiene interés para el “país petit”?
¿Y qué tal sobre el caso Fèlix Millet y Convergència?
¿Y los affaires del conseller Pomés, que tuvo que dimitir hasta el embargo de la sede de su partido?
¿Y sobre la contaminación de Barcelona y los miles de muertes prematuras?
¿No interesan tampoco la s chorizadas de "Luigi", de Bustos?
¿Qué tal un documental sobre Catalunya bajo el régimen pujolista? ¿No hay sustancia aquí?
¿Y sobre la inexistencia de una ley electoral propia?
¿Y sobre lo que significa que un Parlamento con mayoría sececionista no se corresponda proporcionalmente con la votación ciudadana del 27S? ¿UN proceso no democrático que tacha a los otros de no ser demócratas?
¿Y qué tal otro documental sobre el sexo, las cintas de vídeo y las mentiras que permanentemente se generan y extienden desde los medios de incomunicación e intoxicación, públicos y privados, de TV3 y medios afines?
Podemos seguir, no diré hasta el infinito pero sí mucho más. ¿Nos miraremos el ombligo alguna vez sin que ello implique, por supuesto, dejar de mirar otros ombligos y otras barbaridades? ¿Colegiremos del caso Pujol, del caso Millet, del caso Bustos de decenas de casos más que Cataluña, “la terra” como dicen algunos, es un país de chorizos y sinvergüenzas? No, por supuesto que no. Luego entonces, ¿por qué obramos, pensamos, insinuamos con otra lógica y alimentados el humus secesionista cuando reflexionamos sobre “hechos españoles”?
Queda la caracterización del régimen político pujolista. Ferran Toutain, en “El ogro del Presidente” (El País, Quadern, 12/ 1/2017, p. 6), lo hace así y lo hace muy bien en mi opinión. Son tres puntos. El primero, con conocimiento directo de causa
“Ya había decidido que no escribiría una sola línea sobre el caso inaudito de Alfons Quintà, cuando ciertos artículos aparecidos en la prensa con motivo del espantoso desenlace con que se coronó una vida llena de absurdas maldades me han inclinado a dar mi punto de vista sobre un hombre a las órdenes del que trabajé en los inicios de TV-3, y de quien recibí, con prolongada insistencia, toda clase de insultos y amenazas de muerte por haber defendido una aspirante a locutora que él acababa de despedir con falsas justificaciones. Pero lo que quiero poner de manifiesto en esta columna no es una experiencia personal, sino las circunstancias en que Alfons Quintà ejerció el poder que le confiaba y le protegía la presidencia de la Generalitat.
El segundo, un recuerdo sobre donde habita el olvido interesado: “Como el lector no debe ignorar, Quintà fue nombrado director de TV-3 poco después de haber publicado en este diario una serie de crónicas políticas en las que atacaba el gobierno de CiU y aludía a las presuntas irregularidades cometidas en la gestión de Banca Catalana, la entidad financiera fundada y presidida por la familia Pujol, y la bancarrota de la cual costó al Estado 345.000 millones de pesetas. El episodio tuvo sus puntos fuertes en la presentación de una querella contra el presidente de la Generalitat, la retirada posterior de esta querella y la adhesión de una multitud enorme de catalanes a un presidente en quien el fantasma de la nación catalana ya se había encarnado de forma solemne y duradera. La oposición no se interesó nunca por los motivos que condujeron Jordi Pujol a confiar su principal aparato de propaganda al hombre que, cuatro días antes, era su enemigo número uno”. Oposición aquí, para ser justos, no debería englobar a toda la oposición.
El tercer punto, sobre el mando y el mandatario: “Habiendo tomado posesión del despacho, Quintà, con la indiferencia o el concurso de otros cargos directivos, no tardaría en humillar y acosar sin tregua sus atemorizados subordinados. Por la manera que tenía de mirar y gesticular, por sus cambios constantes de humor y sus comentarios despectivos, procaces, intimidadores, ya comprendías enseguida que te encontrabas ante una mente perturbada. Y cuando no te tocaba más remedio que comer con él, ya sabías que toda esta personalidad del escenificaría con la boca llena de comida que, directamente con los dedos, iría tomando de tu plato. Que era un psicópata, no lo dudaba casi nadie, pero todo el mundo procuraba disimularlo. Lo advertí a un alto cargo de los medios de comunicación de la Generalitat -actualmente imputado en un caso de corrupción- y, en el más puro estilo convergente, me contestó que me haría el favor de hacer ver que no me había sentido. Nombrándolo director de TV-3, Pujol compró el silencio de Quintà y, por el mismo precio, adquirió un ogro a su servicio. Ahora, los que durante años hicieron del pujolismo su unidad de destino se preguntan cómo puede ser que todo esto no lo denunciara nadie”.
Excelente pregunta. Podemos finalizar con ella… La próxima semana, seguiremos hablando del gobierno. Por supuesto.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

La banca endurecerá las condiciones de las hipotecas


El sector espera que los criterios de aprobación de préstamos para adquirir viviendas sean más restrictivos a raíz de las sentencias judiciales.
La banca española prevé un "cierto endurecimiento del crédito dedicado a la adquisición de viviendas" en el primer trimestre de 2017, según recoge la encuesta sobre préstamos bancarios publicada ayer por el Banco de España. Se trata del único segmento en el que las entidades esperan criterios más restrictivos, pues no esperan cambios en lo que respecta a la concesión de préstamos a empresas ni hogares para la modalidad de consumo y otros fines.

"Dada la elevada competencia existente y las favorables condiciones de financiación a través de las medidas

expansivas del Banco Central Europeo (BCE), es de esperar que las condiciones de préstamo bancario sigan siendo de las más favorables de Europa", señala José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca.
Campuzano indica que "es evidente que un cambio en las condiciones de los contratos hipotecarios puede llevar a cambios en las condiciones de financiación". Estos cambios se producirían a raíz de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha desatado una avalancha de demandas contra cláusulas hipotecarias.
La banca española espera aumentos en las solicitudes de financiación, tanto para empresas como para hogares, en todos los segmentos.
La encuesta realizada por el Banco de España muestra que, en el último trimestre de 2016, las condiciones de aprobación de préstamos se mantuvieron prácticamente inalterables para las empresas, en línea con lo esperado en la anterior encuesta realizada. Por el contrario, se han relajado en lo relativo a los créditos a hogares para consumo y otros fines.
"Los bancos españoles se mueven entre factores contrapuestos: entre los que llevan a un endurecimiento de las condiciones de oferta están las garantías solicitadas, la tolerancia al riesgo y la situación y perspectivas económicas generales. Por otro lado, entre los que contribuyen a relajar las exigencias para la concesión de nuevos créditos, destacan la situación de liquidez, la mayor competencia y la mejoría en la solvencia de ciertos sectores y empresas. Estos últimos factores han pesado más que los primeros", explica Campuzano.

Subastas de liquidez

El BCE es a todas luces el gran instigador de unas condiciones de aprobación de créditos más laxa. Al margen de los tipos de interés, situados en el 0% desde marzo del pasado año, las operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO, por sus siglas en inglés) son señaladas por las entidades como determinantes.
El 30% de las entidades españolas acudió a la tercera macrosubasta de liquidez y los fondos captados se destinaron a reemplazar otras vías de financiación y a la concesión de créditos al sector privado. De cara a las macrosubastas que se realizarán en 2017, un 60% de las entidades mostró su intención de acudir, según el Banco de España.
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