Como decíamos en la primera parte del artículo, la sobreabundancia de información en la sociedad actual nos sumerge en un estado de caos informativo que se ha convertido en una eficiente herramienta de manipulación social.
En la primera parte del artículo hablábamos de la necesidad de comprender que en el mundo de la información actual no existen ya ni las“izquierdas” ni las “derechas” y que todos estamos inmersos en un caos informativo e ideológico que no permite posicionarse en el espectro ideológico siguiendo los parámetros tradicionales.También destacábamos que nadie en su sano juicio puede creer que ninguno de los bandos en conflicto (en cualquiera de los múltiples conflictos que hay en todo el mundo), es el portador de la “verdad absoluta”, pues en esta guerra informativa global, todos los bandos mienten y manipulan sistemáticamente, y que en todo caso, cuando alguien revela “verdades” sobre el bando “enemigo”, lo hace por puro interés.Así pues, concluímos que la mejor manera de abordar este caos informativo, era tratar de tomar una posición lo más neutral posible ante todos los conflictos y tratar de no tomar partido por nadie.Sin embargo, no debemos engañarnos: por más neutrales que nos mantengamos y por más analíticos que seamos con el sesgo ideológico de la información recibida, el problema principal sigue sin poder resolverse.Y es que el problema es mucho más complejo que todo eso…DOS MECANISMOS QUE UTILIZAN LA INFORMACIÓN PARA CONVERTIRNOS EN ESCLAVOSPara comprender la magnitud del problema al que nos enfrentamos como individuos en la actual sociedad sobreinformada, debemos tomar conciencia de que sobre nosotros actúan dos mecanismos diferentes, que combinados se convierten en una “pinza mortal” para nuestras mentes.El primero surge de una necesidad psicológica que todos llevamos en nuestro interior y el segundo procede de la configuración del entorno informativo en el que estamos inmersos.1-LA NECESIDAD DE UNA VERDAD DE REFERENCIAPor más librepensantes e independientes que queramos ser, nuestra mente alberga una tendencia muy difícil de contrarrestar y que podríamos definir como una “incapacidad para convivir con la incertidumbre y la duda”; una incapacidad que siempre desemboca en la necesidad de abrazar verdades incontestables que actúen como puntos de referencia fijos e inviolables.Todo el mundo tiende por naturaleza a buscar una creencia, una ideología o una doctrina que pueda abrazar y que se convierta en un punto de referencia inalterable para interpretar la realidad; y es que cuando abrazamos una creencia, una ideología, o una doctrina, lo que realmente estamos haciendo es instalar en nuestra mente un “software psicológico” que reprograma nuestra percepción de la realidad y nos garantiza unos puntos de referencia pre-fijados y pre-diseñados para navegar por la vida con la comodidad de no tener que analizar por nosotros mismos y según nuestro propio criterio mutable y cambiante, cada una de las situaciones que se nos presentan.Aceptamos la instalación de esta programación mental en nuestra cabeza para que sea ella la que decida, según valores prefijados, lo que está“bien” o lo que está “mal”, cuáles son los “buenos” de la película y cuáles los “malos”, cuáles son los “aliados” y cuales los “enemigos”.La mayoría de gente cree que es ella misma la que está juzgando su entorno, siguiendo las creencias o valores que ha abrazado…cuando en realidad, el que juzga el entorno es el programa ideológico instalado en su mente, que utiliza como instrumento a la propia persona para manifestarse en el entorno físico.Si usted, por ejemplo, “es” un comunista convencido y actúa sobre su entorno social “como un comunista”, NO es usted el que toma la decisión de actúar “como un comunista”, sino que es el programa mental llamado “comunismo” instalado en su cabeza el que le utiliza a usted para actuar sobre el entorno social.Y podemos sustituir el término “comunista” por cualquier otra etiqueta que se nos ocurra: socialista, fascista, conservador, católico, protestante, chiíta, sunnita, feminista, culé, merengue, hipster, punk, anti-sistema, etc, etc…Esta es una idea que a mucha gente quizás le cueste de comprender, pero es así y si no empezamos a tomar concienca de esta extrañísima realidad, no conseguiremos jamás liberarnos de nuestras cadenas.Existen mil y un programas mentales que nos permiten integrarnos en grupos afines de personas programadas con la misma creencia, ideología o doctrina que nosotros y con ello satisfacemos nuestra necesidad de vivir en sociedad y formar parte de un grupo.Todos estos mecanismos de programación mental para interpretar nuestro entorno que todos más o menos abrazamos, provienen de nuestra incapacidad existencial para convivir con la incertidumbre y la duda constantes.Lo peor del asunto es que, por regla general, estos mecanismos de programación social, vienen acompañados del concepto dañino de “líder”o “ídolo”, al que debemos seguir como un rebaño para formar parte del grupo y que tanto daño ha hecho a lo largo de la historia.Es algo que vemos constantemente a nuestro alrededor: para la mayoría de gente, lo más fácil es esperar a la llegada de un “mesías” o un“líder” que les traiga la “verdad” en bandeja de plata; todos buscamos alguien en quien confiar ciegamente, para no tener que afrontar la durísima tarea de cuestionarlo todo a cada momento, para no vernos forzados a hacernos preguntas constantemente y para no vernos abocados a ser suspicaces con las personas que nos rodean.De hecho, la sociedad, siguiendo estos principios internos, nos ha educado para eso: para esperar que la verdad “esté ahí fuera” y que nos la ofrezca algún extraño, bajo la representación de una autoridad política, académica, moral o ideológica a la que obedecer y seguir ciegamente.Todos queremos hallar una doctrina única de referencia que contenga todas las instrucciones que necesitamos para ser felices y que responda de una vez por todas a todos los problemas sociales, económicos y políticos, así como a todas aquellas cuestiones abismales y amedrantadoras que nos acechan desde que nacemos hasta que exhalamos el último aliento.Por esa razón la sociedad ha configurado nuestra mente para que podamos abrazar cualquier tipo de “respuesta” que nos resulte conveniente en un momento determinado, como quien se abraza a un salvavidas enmedio del océano.Nos han programado para temer, por encima de todo, a la duda.Y ese miedo a la duda, a la falta de respuestas concluyentes y definitvas a las que podamos llamar “la verdad”, es el que al final nos convierte en unos cobardes existenciales y en esclavos y servidores de nuestras propias creencias, que son finalmente instrumentalizadas por líderes y élites sin escrúpulos en su propio beneficio.No hay frase más desalentadora que escuchar a alguien decir: “¡Esto no puede ser! ¡Las cosas tienen que cambiar! ¡Necesitamos que aparezca un líder que lo cambie todo!”Escuchar a alguien expresarse en estos términos, es exasperante.Es como escuchar a una oveja perdida, que bala desesperada mientras espera la aparición de un pastor que le indique el camino, en lugar de levantar la mirada hacia los inmensos prados y montañas que se extienden ante ella y que puede explorar como le de la gana.Así pues, este es el primer mecanismo que nos convierte en esclavos en la sociedad de la sobreinformación: el principio atávico que llevamos enterrado en lo más profundo de nuestras mentes y que genera la necesidad de creer y seguir “una verdad” fija e inmutable que nos garantice que todo “tiene un sentido”.Por último podemos añadir un principio físico más básico que nos hace aún más difícil liberarnos de este mecanismo esclavizante: la conservación de la energía.Y es que se gasta mucha menos energía psíquica obedeciendo una doctrina pre-escrita o un conjunto de reglamentaciones pre-establecidas, que pensando por uno mismo y analizando y juzgando de forma crítica cada aspecto de la realidad por separado.2-SATURACIÓN PSICOLÓGICA POR SOBREINFORMACIÓNEl factor interno que hemos descrito antes parece muy difícil de combatir, pero cuando lo combinamos con el factor externo que nos aporta la sociedad actual, el efecto sobre los individuos es devastador.Y este factor es el incesante bombardeo de información fragmentada que sufrimos constantemente, especialmente desde la llegada de Internet y la eclosión de las redes sociales.Nuestras mentes están sometidas a un flujo constante y totalmente inabarcable de información; información que además muta continuamente a nuestro alrededor y que provoca en nosotros un estado de aturdimiento vital que acaba derivando en un estado generalizado próximo a la hipnosis, el pasotismo, la indolencia y el conformismo ante las injusticias y los atropellos recibidos.Ya hablamos de este fenómeno en el artículo POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN.Pero el aspecto más problemático de este bombardeo incesante de información, es la imposibilidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso, entre lo legítimo y lo ilegítimo, así como distinguir la intencionalidad final de quién nos suministra dicha información.Para visualizar gráficamente el efecto que este fenómeno de sobreinformación puede tener sobre nosotros, vamos a imaginar una situación metafórica.Imaginemos por un momento, que todos nosotros, miles y miles de personas, estamos enmedio de una inmensa plaza y que desde el cielo llueven continuamente y sin cesar cientos de miles de octavillas de colores repletas de lemas, avisos, proclamas, propaganda, escritos y manifiestos; esas octavillas de papel contienen toda la información que necesitamos para interpretar lo que sucede en el mundo, pero tenemos un grave problema: cada vez que nos agachamos a recoger alguno de estos papeles para leerlo, a nuestro alrededor ya han llovido 10000 más.No solo somos incapaces de leer el contenido de todas las octavillas, sino que además no sabemos cuáles dicen la verdad y cuales mienten, ni tampoco conocemos qué intención tenían los que imprimieron sus mensajes en ellas.A base de leer gran cantidad de estos papeles que se acumulan sin cesar por todas partes, vamos deduciendo que podemos clasificarlos por colores, para determinar una misma procedencia; pero también nos vamos dando cuenta de que se pueden clasificar por su tipografía, por su idioma y si somos más metódicos, por su contenido.El gran problema es que las informaciones en las octavillas de un color, contradicen parcial o totalmente, los mensajes que nos ofrecen las octavillas de otros colores, lo que nos lleva a confundirnos.Enmedio de este caos, además, tenemos a miles de personas que nos rodean y que intercambian octavillas entre sí y con nosotros mismos, hablando, gritando y discutiendo sin parar e invitándonos a leerlas mientras nos dicen:“¡Mira que dice esta, aquí está la verdad!”“¡Deja de leer las octavillas moradas, todas mienten! ¡Las buenas son las verdes!”Mientras otros les espetan: “¡Qué dices loco! ¿Es que no habéis visto que las que dicen la verdad son las amarillas?”Además, por si todo este caos fuera poca cosa, entre la multitud creciente de octavillas, llueven de tanto en tanto extraños ejemplares mucho más difíciles de encontrar que ofrecen mensajes contradictorios entre sí y con la mayoría de las otras octavillas. Algunos de estos pasquines están escritos con tipografías extrañas y otros incluso están escritos a mano y nos advierten de que todos los demás mensajes son falsos y de que la lluvia de papeles es una conspiracion; muchas de esas octavillas contienen además extraños símbolos y dibujos intrigantes, que provocan que algunos sujetos aislados, que murmuran para sí y miran de reojo a los demás con recelo, los busquen con ahínco para reunirlos, convencidos de que podrán desentrañar los supuestos misterios que contienen y la verdad sobre lo que sucede en el mundo.¿Esta imagen no se parece mucho a la de un inmenso manicomio?Pues bien, la “sociedad de la información” actual se parece bastante a esta locura masiva.Y llegados aquí, la pregunta que todos más o menos nos hacemos es: ¿Qué podemos hacer para desentrañar la verdad en una situación tan caótica como esta?Si seguimos con la imagen metafórica de la lluvia de octavillas en la plaza, veremos que podemos actuar de diferentes maneras:-podemos aceptar como veraces y legítimas las octavillas de un determinado color, tipografía o idioma, aquellas que nos parezcan más fiables-podemos intentar deducir la verdad leyendo el máximo de octavillas posibles y contrastando sus mensajes, buscando la parte de verdad que contienen todas-podemos renunciar a las octavillas que la mayoria de gente lee y confiar solamente en esas octavillas extrañas con mensajes enigmáticos que van contracorriente-podemos integrarnos a cualquiera de los múltiples grupos de discusión que se forman por doquier, en los que gente diversa discute sobre el contenido de las octavillas-podemos buscar a los más sabios lectores e interpretadores de octavillas y seguir sus consejos-podemos sentarnos en un rincón y tratar de abstraernos del entorno como si nada de eso estuviera pasando-e incluso podemos tratar de provocar un incendio en la montaña de octavillas que van acumulándose, para que se queme todo de una vez, con el consiguiente peligro de que todos acabemos asfixiados o calcinados.Así pues, ¿Cuál de estas maneras de actuar es la mejor para alcanzar la verdad?¿Cuál eligirías tú?¿Te has fijado en que a pesar de parecer muy diferentes, todas estas opciones tienen una misma cosa en común?Todas y cada una de ellas son una respuesta a la lluvia incesante de octavillas, incluída la opción de los que deciden abstraerse de su entorno; en ninguna de estas opciones se pone en discusión la naturaleza misma de la situación.Nadie que elija alguna de estas posibles actitudes se pregunta: “¿De donde proceden todas estas octavillas?” “¿Quién las arroja y por qué las arroja?” “¿Por qué tengo que creerme que en ellas esta escrita la verdad?” “¿Para qué las necesito?”Y sobretodo, nadie va al fondo del asunto y se hace la pregunta más importante de todas:“¿Tiene sentido que me pase la vida en una plaza rodeado de locos recogiendo octavillas que llueven del cielo?” “¿Qué hago yo en esta plaza?” “¿Por dónde se sale de aquí?”Y es que aquí es donde está la clave del asunto: para llegar a hacerse estas preguntas y acabar saliendo de la plaza, los individuos tienen que dejar de fijarse en las puñeteras octavillas y centrar la atención en sí mismos…y eso es precisamente lo que la apabullante lluvia de octavillas trata de impedir a toda costa.Por lo tanto, podemos deducir que lo realmente importante no es lo que digan las octavillas, ni la posible veracidad o falsedad de su contenido, sino que todo gira alrededor de que estemos en la plaza hipnotizados por el espectáculo.En realidad, poco importa quiénes sean los que arrojen estos miles de papeles y poco importa lo que digan: lo único que parecen pretender es que todos estemos distraídos, juntos y perfectamente controlados.Así pues, de nada sirve discutir sobre la veracidad o la falsedad de los pasquines rojos o de los azules, como tampoco sirve de nada teorizar o conjeturar quién escribe las octavillas ni qué intención final tiene cada uno de los mensajes escritos.Ahora el Sistema nos inunda con una incesante lluvia de papeles y mensajes para tenernos distraídos, pero quizás en el futuro nos arrojará confetti, billetes, caramelos o llenará el cielo de fuegos artificiales.El Sistema hará lo que sea con tal de distraernos y que no nos cuestionemos la posibilidad que más le aterroriza: que dejemos de distraernos con la lluvia de papelitos, empecemos a escucharnos a nosotros mismos y decidamos marcharnos de la plaza de una vez por todas…fuente: GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
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3 de mayo de 2016
POR QUÉ NO ESTALLA UNA REVOLUCIÓN. MANIPULACIÓN POR CAOS INFORMATIVO (2ª parte)
AGITACIÓN CIVIL Y DISTURBIOS
PREOCUPANTE: LA POLICÍA MILITAR DE LA UE SE ENTRENA PARA AFRONTAR AGITACIÓN CIVIL Y DISTURBIOS
La policía militar de la Unión Europea ha llevado a cabo unos preocupantes ejercicios de formación para enfrentar posibles crisis de agitación civil y grandes disturbios.
Una unidad de la policía militar ha llevado a cabo un entrenamiento especial financiado por la Unión Europea, lista para ser desplegada en caso de disturbios civiles o guerras.
La formación, que tuvo lugar en la provincia alemana de Renania-Westfalia fue diseñada para preparar a las tropas militares como parte del Lowlands Gendarmerie de la UE. Al ejercicio asistieron 600 miembros de varias policías europeas y fuerzas militares, en un intento por preparar a las tropas de una Fuerza de Gendarmería Europea Unificada.
El grupo de esta policía militarizada proviene de siete países europeos, entre ellos España, Rumania, Polonia y Alemania, y su objetivo es afrontar escenarios de post-conflicto dentro de los estados miembros de la UE.
El sitio web del grupo informó de que: “El objetivo de estos ejercicios es la capacitación de policías y gendarmes que participarán en misiones de estabilización internacionales y misiones que tengan un componente policíal”
Se pasó a describir los ejercicios realizados, entre una especial “prestación a todas las técnicas policiales, incluyendo policía de proximidad y patrullas sociales, antidisturbios, equipos de SWAT y investigación forense”.
El portavoz de Asuntos Europeos del gobierno alemán Andrej Hunko pidió asistir, pero le fue impedido acercarse al lugar de los ejercicios.
Hunko afirmó que esta fuerza militar se preparaba para cerrar “meetings políticos” y enfrentar “protestas”.
Hunko argumentó que la “militarización de la policía” es “extremadamente preocupante y contraria a los principios legales alemanes de separación entre la policía y los militares”.
Andrej Hunko Esto se suma a los temores ya existentes de que la Unión Europea esté formando su propio ejército, con un ex comandante de las tropas británicas en Afganistán afirmando que podría socavar los intereses de la OTAN y del ejército del Reino Unido.
El coronel Richard Kemp afirmó que el “plan final” de Bruselas era unir a los ejércitos nacionales de los 28 estados miembros en un solo ejército. Este proyecto de creación de un ejército europeo unificado había recibido fuertes críticas, hasta que recibió un nuevo impulso, cuando el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió la creación de una fuerza internacional, algo que recibió la oposición de los políticos del Reino Unido.
Así pues, las maniobras que se están viendo en los EEUU, donde la policia está cada vez más militarizada, también están llegando a la Unión Europea.
Los ataques terroristas que sufre Europa, propios de la nueva Operación Gladio que estamos viviendo y que son achacados al terrorismo islamista, son la excusa perfecta para crear estos nuevos organismos propios de una dictadura militar distópica.
Países como Francia, donde ya se ha acostumbrado a la población a ver al ejército patrullando por la calle como si fuera la cosa más normal, son el ejemplo de lo que será en el futuro “este maravilloso proyecto europeo”, que cada vez tiene menos de democrático. No es extraño pues, que la Unión Europea mantenga relaciones tan amistosas con el régimen dictatorial de Erdogan en Turquía, donde se persigue y se encierra en la cárcel a los periodistas molestos y donde se bombardea a la población civil con artillería, bajo el pretexto de “luchar contra los terroristas Kurdos”. Esto es la Unión Europea: Erdogan nos ha mostrado el camino…
Fuente: http://www.express.co.uk/news/world/665870/eu-military-police-carry-out-extremely-worrying-civil-unrest-crisis-training www.veteranstoday.com/2016/05/01/eu-military-police-carry-out-extremely-worrying-civil-unrest-crisis-training/
diseño estratégico de migraciones como arma de guerra
Primer Ministro de Hungría acusa a Soros de fomentar ola de refugiados para debilitar Europa
El diseño estratégico de migraciones como arma de guerra
Después de leer el título, se podría pensar que está describiendo el fenómeno al que Europa se enfrenta últimamente: los cientos de miles de refugiados, víctimas tanto de las penurias de guerras civiles como de los oportunistas, que están invadiendo los Balcanes por tierra y por mar y luego siguiendo su camino más allá, tratando de llegar a los países más ricos como Alemania, Francia y Escandinavia, por cualquier medio posible.
Parecería que esta corriente de refugiados tiene razones objetivas: los conflictos armados y las guerras que han tenido lugar Libia, Siria e Irak durante muchos años, mientras que la situación también es turbulenta en Palestina y Afganistán.
En Túnez y Egipto, donde ambos países experimentaron la primavera árabe, la situación también deja mucho que desear.
Casi nadie se está dando cuenta de Bahrein, donde las protestas de la oposición han sido brutalmente reprimida desde hace años, mientras que en Yemen se llevan a cabo ataques aéreos incluso durante la celebración festiva de las bodas.
La ubicación de estos dos estados no es muy conveniente, sin embargo - simplemente no hay lugar para huir. También hay otro detalle importante: se están construyendo campos de refugiados musulmanes en Arabia Saudita, pero por alguna razón nadie va para ir allí. Como último recurso se quedan en Jordania y Turquía.
¿Habrá alguna razón general para este frenético deseo de huir tan lejos de su patria? ¿Tal vez que parientes ricos ya se hayan establecido en la Unión Europea?
¿O las noticias sobre las prestaciones sociales con las que se podría vivir cómodamente? Después de todo, para hacer un viaje así se tiene que pagar muy bien a los servicios de contrabandistas.
Según algunos informes, estos contrabandistas se llevan entre 4.000$ y 10.000$ [USD] para el transporte de un solo refugiado desde Siria o Libia a Europa.
Incluso si esa persona tiene parientes ricos en el extranjero el dinero, recibir dinero a través de transferencia bancaria es imposible en la Siria devastada. Organizar el transporte a crédito implica claramente ciertas garantías, sobre todo teniendo en cuenta que muchas veces los barcos se hunden en el Mediterráneo.
¿Quién está proporcionando garantías que alientan a cientos de miles de personas a correr de otros continentes a Europa y por qué?
Los investigadores han descubierto un hecho muy interesante relacionado con el uso de las redes sociales. Han salido a la luz llamadas en Twitter, para que los refugiados viajen a Alemania [NE1].
El tiempo dedicado a la práctica en otros países no fue en vano - de Irán durante las elecciones presidenciales de 2009, a Egipto y Túnez, donde el papel de las redes sociales en la movilización de la población fue considerable.
Lo que estamos viendo ahora es la aplicación práctica de cálculos teóricos de carácter estratégico. Estas estrategias han estado en desarrollado durante mucho tiempo.
Uno de ellos es un estudio del Centro Belfer para la Ciencia y Asuntos Internacionales en la Universidad de Harvard, denominado "Diseño estratégico de la migración como arma de guerra" (), título que también utiliza el autor de este artículo que usted está leyendo.
El estudio fue publicado por primera vez en 2008 en la revista Guerras Civiles (Civil Wars). Usando una combinación de datos estadísticos y análisis de estudios de caso, el autor de la obra, Kelly Greenhill, proporciona respuestas a las siguientes preguntas:
•¿Los refugiados pueden ser un tipo específico de arma?
•Esta arma, ¿puede ser utilizada sólo en tiempo de guerra o también en tiempo de paz?
•¿Qué grado de éxito puede alcanzar su utilización?
En general, Greenhill responde a estas preguntas de forma afirmativa.
De hecho, los investigadores del Centro Belfer, junto con investigadores de otros departamentos de la Universidad de Harvard, han estado trabajando en el diseño de estrategias para la gestión de conflictos en el contexto de cuestiones más amplias de política exterior durante muchos años.
El director del Centro Belfer, Graham Allison, fue subsecretario de Defensa en el gobierno de Clinton. Además, el Centro Belfer también financia la investigación de un grupo de trabajo especial dedicado a Rusia.
EE.UU. sólo está fingiendo solidarizarse con Europa, que está siendo duramente golpeado por la ola migratoria.
organización globalistaCouncil on Foreign Relations [NE2], que se ocupa entre otras cosas de los asuntos europeos, el uso de la palabra "gestión" en relación con la crisis migratoria en la Unión Europea, no fue un accidente.
Saboreando los problemas que se enfrenta Europa, como resultado de la afluencia de refugiados, Haass señala que los EE.UU. tienen tanto la obligación de ayudar a la Unión Europea como un interés estratégico para Alemania y Europa en su conjunto.
A pesar de esta "obligación de ayudar," sin embargo, no ha habido ayuda de Estados Unidos, ya sea en el control de la infiltración ilegal en los países europeos o en términos de asentamientos temporales para los refugiados.
También hay otro hecho interesante. El 15 de septiembre, Barack Obama firmó una orden ejecutiva sobre el uso de técnicas de las ciencias del comportamiento en la administración pública.
La derivación más reciente de este campo del behaviorismo, conocido como "Nudge", no es más que el medio más actualizado de cómo manipular a las personas.
La mano de Cass Sunstein, que trabajó previamente en la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios para el gobierno de Obama, se puede ver claramente aquí. Junto con un colega británico, fue co-autor del libro : mejorar las decisiones sobre salud, riqueza y felicidad), donde las técnicas de manipulación psicológica en el contexto de la vida cotidiana se esconden detrás de palabras bonitas. (Por cierto, a la esposa de Sunstein es Samantha Power, embajadora de Estados Unidos ante la ONU.)
No hay duda de que la técnica "Nudge" será utilizada mucho más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Sin embargo, el arma más eficaz, tanto metafórica como literalmente, puede ser esos emigrantes capaces de establecer un pequeño grupo guerrillero para llevar a cabo actos terroristas subversivos en el nuevo territorio.
No deja de ser interesante que EE.UU. no es solamente el anfitrión de los que parecen más "prometedores" para esto, sino que también lo es la concesión del estatus de residente a estos refugiados, así como la protección oficial del gobierno estadounidense.
Por lo que se puede juzgar por un documento interno filtrado recientemente -un informe especial al Congreso de Estados Unidos para el ejercicio 2014 en el tema de la migración, preparado por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos-, en él se afirma que en 2014 los Servicios de Ciudadanía e Inmigración aplicaron 1.519 exenciones a los solicitantes individuales de concesión del estatuto de refugiado, la condición de residente y la protección oficial del gobierno. Y lo más interesante es que, de una u otra manera, todas estas personas tienen vínculos con grupos terroristas y vasta experiencia de actividades subversivas.
La lista incluye a viejos aliados de Washington, de entre los exiliados cubanos, los militantes del Ejército de Liberación de Kosovo que por alguna razón no puede vivir bien en su propio estado creado artificialmente, y muchos otros aliados encubiertos y abiertos de EE.UU.
Hay miembros de la Alianza Nacionalista Republicana de Salvador, muy probablemente los que dispararon contra los opositores políticos durante la guerra fría y ahora se esconden de la Justicia.
Hay combatientes del Movimiento Democrático para la Liberación de Eritrea Kunama - etnoseparatistas que se oponían al gobierno de Eritrea. Hay Popular Frente de Liberación de Tigray Etiopía y el Frente de Liberación Oromo del mismo país.
Hay también del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray de Etiopía y el Frente de Liberación Oromo del mismo país.
La lista también incluye a los activistas del Frente Nacional Chin de Birmania y su ala militar, el Ejército Nacional Chin, que son miembros de la llamada Organización de Naciones y Pueblos No Representados, UNPO (Unrepresented Nations and Peoples Organization).
Miembros de la Unión Nacional Karen, entre ellos militantes del Ejército de Liberación Nacional Karen (un grupo étnico en Birmania y Tailandia) también recibieron permiso inmediato para vivir en EE.UU.
El estatuto de refugiado se otorgó a 49 ex ciudadanos iraquíes del Partido Democrático de Irak, el Partido Democrático Kurdo y la Unión Patriótica del Kurdistán. El listado de «1.519 exenciones" también incluye a miembros de otras organizaciones que durante muchos años han estado implicados en conflictos armados.
Uno sólo puede especular sobre el tipo de guerras futuras que EE.UU. tiene en mente si planea utilizar dichos migrantes como arma.
Leonid Savin es Editor-jefe de la revista y sitio web . Es un analista de política internacional y es colaborador habitual en diferentes medios internacionales, sobre todo delJournal of Eurasian affairs y del portal especializado en temas de gepolítica
Más allá del grado de acuerdo o desacuerdo que cada cual puede mostrar con Leonid Savin, no cabe duda de que es otro punto de vista alternativo al que nos tienen acostumbrados los medios sistémicos, lo cual siempre incentiva la reflexión.
En castellano encontraréis bastantes cosas suyas. Os ofrecemos algunas a través de estos enlaces:
NE (Notas de Edición del blog):
NE1. Se refiere en concreto a los resultados de un análisis cuya versión resumida de divulgación fue dada a conocer en un articulo de Oriental Review. .
El estudio está realizado con el software Scai4Twi (del proyecto ruso Skai), para el análisis de contenido en redes sociales como Twitter, por parte de sociólogos, psicólogos, periodistas, etc.
En dicho estudio se analizaron unos 19.000 tuits originales relacionados con los refugiados. En la gran mayoría de ellos se hace mención positiva a Alemania, que es presentada como un país que está esperando a los refugiados con los brazos abiertos. El 93% de todos los tuits dedicados a Alemania contenía referencias positivas a la hospitalidad alemana y a su política de refugiados.
En uno de los apartados se muestra dónde se originó, por ejemplo, el hastag #RefugeesWelcome + Alemania: casi la mitad de los tuits vienen de Reino Unido, EE.UU. y Australia.
Este bombardeo en redes sociales, invitando a viajar a una Alemania presentada como idílica, fue respaldado también por medios sistémicos como el Washington Post, o por organizaciones sospechosas como Human Rights Watch (surgida de la colaboración de George Soros con el Departamento de Estado de EE.UU. y acusado de tener en su plantilla a numerosos ex-agentes de la CIA).
En el artículo se menciona que toda una legión de Netbots ha actuado al unísono desde EE.UU., RU y Australia, para tratar de fijar Alemania en la mente de los refugiados.
Para los autores del artículo, la lógica detrás de esta campaña es deteriorar la situación social en Alemania y socavar su desarrollo económico, ya que el flujo desborda completamente la capacidad de acogida.
Otro objetivo sería la propia estructura social de la sociedad alemana. Indirectamente también se contribuye a instigar los sentimientos de la ultraderecha dentro de la población alemana y los enfrentamientos entre los migrantes y estos grupos radicales. Concluyen los autores que estos procesos se traducirían en una Alemania más debilitada y en una UE más disminuida.
Podéis leer el artículo entero en
Polémico, discutible quizás... todo lo que queráis, pero no cabe duda de que hay "hilos" manejando y dirigiendo este actual flujo migratorio.
NE2. El Council on Foreign Relations, dedicado a la política exterior, es la organización estadounidense privada más poderosa por la influencia que ejerce sobre la política exterior de EE.UU.
Entre sus miembros hay político del más alto nivel, secretarios de Estado, directores y otros cargos de la CIA, banqueros, abogados, académicos, etc. El CFR promueve la globalización, el libre comercio, la reducción de las regulaciones financieras en empresas transnacionales, el impulso a tratados regionales (como el actual TTIP que se está negociando), etc.
Para que nos hagamos una idea por dónde va el CFR, durante la guerra fría entre el 40% y el 60% (según cada momento) de los altos funcionarios americanos, eran miembros de esta organización que viene a ser casi una especie de "gobierno" en la sombra en temas internacionales.
Nombres como el de Kissinger, David Rockefeller, etc., han estado estrechamente vinculados al CFR. Este último fue presidente de la organización durante años.
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complots,
CONSPIRACIONES- El club Bilderberg,
economia
2 de mayo de 2016
without water in 2050
Reveal the date on which drinking water will end on Earth
. A recent secret report leaked by Wikileaks reveals that unless we change our eating habits soon we will be left without drinking water Before 2050 human being could deplete all the resources of drinking water on the planet. This was revealed in an article published by Inquisitr based on a secret report leaked by WikiLeaks.
The report was written by Nestle executives, aware of the danger it posed this problem to the interests of the company the world's largest food. According to the secret report, a third of the world population would have problems of water scarcity by 2025, while the situation would become catastrophic in 2050. The reason The report, secretly obtained by officers from the United States, detailing how diet centered in meat that is still largely in the West it is running with drinking water.
This is because to feed livestock is necessary to cultivate tons of corn and soybeans, which in turn requires large amounts of the precious liquid. Instead, if humans directly consume these vegetables, much less water is wasted.
Currently, Americans are the largest consumers of meat worldwide, but this indicator grows in countries like India and China. If everyone on the planet had the same eating habits that the average American, drinking water would have already finished the 2000, when the planet reached 6,000 million.
An alternative solution would embrace vegetarianism colonize another planet to save humanity. And crazy enough, and there are proposals of this type.
Actulidad.rt.com © Autonomous Nonprofit Organization
USA EU blackmailed
A leak reveals how US blackmailed the EU in the negotiations on the TTIP
Posted: 2 May 2016 11:00 GMT During the secret negotiations, Washington pressured Brussels to open its market to US food ecologically considered risky, blocking the import of their cars Several German media they have had access to documents of secret negotiations between the US and the EU on the proposed treaty transatlantic trade and investment partnership (TTIP, for its acronym in English), filtered by Greenpeace, reports Deutsche Welle. What is? According to these documents, Brussels would have been under pressure by the US, specifically by blocking the easing of exports of European cars. That way, Washington would have pressed the European Union to open its market for US food, ecologically considered riskier by the Community authorities said the middle. An activist march in Brussels against the Transatlantic Trade Association and investment, austerity and poverty. "the TPP and TTIP can generate a violent revolution throughout the West" Unlike the US, which allows the sale of all foods as their harmfulness is not established in the EU It applies the precautionary principle, according to which only sold food whose safety has been certified. For that reason, the EU restricts imports of certain genetically engineered foods Americans and treated with hormones. In addition, the leaked documents show that US It would have been blocking the EU requirement to publish the arbitration between corporations that Washington demands that are private. The negotiations on the TTIP took off in 2013 and have not yet beencompleted. The agreement enjoys little popularity in several European countries, including Germany. What is TTIP? The essence of the transatlantic partnership is the elimination of customs, ecological or social barriers to the free movement of goods and services in the territory of EE .S. and the EU. Its proponents argue that the agreement would be beneficial to the economic growth of European countries, encourage job creation and increase economic freedom. However, those who protest against the agreement argue that the treaty wouldincrease the power of big business while levels of social and environmental protection would be reduced. In this context, the Spanish economist Felix Moreno said that the TTIP is not a bilateral free trade, but an agreement regulating. actulidad.rt.com © Autonomous Nonprofit Organization
Neoliberalism and poverty
Neoliberalism: the ideological root of all our problems
neoliberalism Imagine that citizens of the Soviet Union had not heard of communism. Well, most people areunaware of the name of the ideology that dominates our lives. If mentioned in a conversation, a shrug will win;and although his party has heard the term before, you have trouble defining it . You know what is neoliberalism?Your anonymity is cause and effect of their power. It has been featured in crisis as varied: the financial collapse of 2007 and 2008, outsourcing of money and power to tax havens (the "roles of Panama" are just the tip of the iceberg), the slow destruction of the education and public health, the resurgence of child poverty, loneliness epidemic, the collapse of ecosystems and to the rise of Donald Trump. However, these crises seem isolated elements unrelated. We are not aware that they are all direct or indirect product of the same factor: a philosophy that has a name; or rather, he had it . And what gives more power to act incognito? Neoliberalism is so ubiquitous that even recognize it as ideology. Apparently, we have assumed the ideal of their ancient faith like a natural force; a kind of biological law, as the theory of evolution of Darwin. But he was born with the deliberate intention to remodel human life and shift the center of power. For neoliberalism, competition is the fundamental characteristic of social relations. He states that "the market" produce benefits that could not be achieved by planning, and turns citizens into consumers whose democratic choices are reduced as much to buy and sell, aprocess that supposedly merit rewards and punishes inefficiency. All that limit competition is, from their point of view, contrary to freedom. We must lower taxes, reduce controls and privatize public services. Labor organizations and collective bargaining are nothing more than market distortions that hinder the creation of a natural hierarchy of winners and losers. Inequality is a virtue: a reward for effort and a generator of wealth that benefits everyone. The attempt to create a more equitable society is counterproductive and morally corrosive.The market ensures that everyone gets what they deserve. We assume and reproduce their creed. The rich are rich convinced that its own merits, without privileges (educational, economic, class) have had nothing to do. The poor blame their failure, but can not do much to change the circumstances that determine its existence.¿Structural unemployment? If you are unemployed, it is because he lacks initiative. ¿Housing exorbitant prices?If your account is in the red, it is for incompetence and lack of foresight. What is it that their children's school no longer has physical education facilities? If fatten, it's your fault. In a world ruled by competition, falling become losers to society and to themselves. The epidemic of self - harm, eating disorders, depression, isolation, anxiety and social phobia is one of the consequences of this process, which Paul Verhaeghe documented in his book What About me ?. Not surprisingly, Britain, the country where the neoliberal ideology has been applied more rigorously, is the European capital of solitude. Now, we are all neoliberals. The term was coined neoliberalism in Paris, at a meeting in 1938. Its ideological definition is the daughter of Ludwig von Mises and Friedrich Hayek, two Austrian exiles who rejected social democracy (represented by the New Deal of Franklin Roosevelt and the gradual development of the British welfare state) because they considered it a collectivist expression at the height of communism and the Nazi movement. in the Road to serfdom (1944), Hayek says that state planning crushes individualism and inevitably leads to totalitarianism. His book, which was so successful as Mises Bureaucracy, became eyes of certain rich who saw their ideology an opportunity to get rid of taxes and regulations. In 1947, when Hayek founded the first organization in charge of extending his doctrine (the Mont Perelin Society), received financial support from many millionaires and their foundations. Thanks to them, Hayek began to create what Daniel Stedman Jones described in Masters of the Universe as "a kind of Neoliberal International , " a interatlántica network of academics, businessmen, journalists and activists. In addition, its rich promoters financed a number of committees of experts whose task was to improve and promote the creed;including the American Enterprise Institute, the Heritage Foundation, the Cato Institute, the Institute of Economic Affairs, the Centre for Policy Studies and the Adam Smith Institute. They also funded departments and academic positions at many universities, especially Chicago and Virginia. The more growing neoliberalism was more strident. Hayek the idea that governments should regulate competition gave way to prevent monopolies from their US apostles like Milton Friedman the idea that monopolies came to be a prize for effectiveness. But that evolution had another consequence: the movement lost the name. In 1951, Friedman was defined neoliberal without subterfuge. Shortly after the term began to disappear. And if that was not strange enough in an increasingly sharp ideology and an increasingly coherent movement, did not seek a substitute for the lost name.Ideology in the shade Despite its bountiful funding, neoliberalism remained at first in the shadow. The postwar consensus was practically universal: the economic prescriptions of John Maynard Keynes applied in many parts of the world; full employment and reducing poverty were common objectives of the United States and most of Western Europe; capital taxes were high and governments not ashamed to seek social objectives through new and new networks to support public services. But in the 1970s, when the economic crisis hit both sides of the Atlantic and Keynesianism began collapse, neoliberal principles began to make way into mainstream culture. In the words of Friedman, "a change is needed (...) and already had a ready alternative." With the help of journalists and political advisers adherents to the cause, they got the Governments of Jimmy Carter and Jim Callaghan implement elements of neoliberalism (especially monetary policy) in the United States and Britain, respectively.The rest of the package arrived immediately after the electoral victories of Margaret Thatcher and Ronald Reagan: massive tax cuts for the rich, destruction of unionism, deregulation, privatization and outsourcing and subcontracting of public services. The neoliberal doctrine prevailed in most of the world - and often without any class- democratic consensus through the IMF, the World Bank, the Treaty of Maastricht and the World Trade Organization. Even parties that had belonged to the left adopted its principles; for example, the Labour and Democratic. As Stedman Jones says, "cuesta find another utopia that has come true so completely." It may seem strange that a creed that promised freedom and decision making should be promoted with the slogan: "There isno alternative". But as Hayek said during a visit to Chile of Pinochet (one of the first countries that implemented the program exhaustively), "I feel closer to a neoliberal dictatorship democratic government without liberalism."Freedom of neoliberal that sounds so good when expressed in general terms, it is freedom for the big fish, not the small. Get rid of unions and collective bargaining means freedom to reduce wages. Free from state regulations means freedom to pollute rivers, endangering workers, impose iniquitous interest rates and designing exotic financial instruments. Free of taxes means freedom of redistributive policies that take people out of poverty. In The Shock Doctrine, Naomi Klein shows that neoliberal theorists advocated the use of the crisis to impose unpopular policies, taking advantage of the confusion of the people; for example, after the Pinochet coup, the Iraq war and Hurricane Katrina, which Friedman described as "an opportunity to radically reform the education system" New Orleans. When they can not impose their principles in a country, they imposed through treaties international including "instruments of arbitration between investors and states", ie external courts where corporations can push for social protections are eliminated and environmental . Whenever a Parliament vote to freeze the price of light, to prevent pharmaceutical swindle the state to protect aquifers in danger because of mining or restrict the sale of snuff, corporations denounce and, often they win. Thus, democracy is reduced to theater. The assertion that universal jurisdiction depends on a process of quantification and universal comparison is another of the paradoxes of neoliberalism. Causes workers, job seekers and public services themselves are subjected to an oppressive regime monitoring and evaluation, designed to identify the winners and losers punish.According to Von Mises, his doctrine would liberate us from the bureaucratic nightmare of central planning; and instead of liberating us from a nightmare, he created another. Less unionism and more privatizations Parents of neoliberalism were not conceived as scam a few, but quickly became that. Economic growth in the neoliberal era (since 1980 in the UK and the US) is significantly lower than that of previous decades; except with regard to the richest. Inequalities of wealth and income, which had been reduced over 60 years, soared thanks to the demolition of unionism, tax cuts, rising housing prices and rent, privatization and deregulation fundamentalism .The privatization all or part of the power utilities, water, trains, health, education, roads and prisons allowed large companies establish tolls on basic resources and rents charged for their use to citizens or governments. The term also refers to income revenues that are not the result of work. When someone pays a price inflated by a train ticket, only a portion of that price is intended to compensate operators for the money spent on fuel, wages and materials, among other items; the rest is the realization that corporations have citizens against the wall. The owners and managers of privatized or semi - privatized public services in Britain earn huge fortunes through the process of investing little and charge a lot. In Russia and India, the oligarchs acquire state assets in liquidations by fire. In Mexico, Carlos Slim gained control of almost the entire network of fixed and mobile telephony and became the richest man in the world. Andrew Sayer says in Why We Can not Afford the Rich that financialization has had similar consequences " as with income, interest is (...) a cumulative income that requires no effort ". The more the poor get poorer and the rich get richer, have more control over another asset seconds crucial: money.The interests are, above all, a transfer of money from the poor to the rich. The prices of the properties and the refusal of States to provide funding condemn people to charge debt (think of what happened in Britain when scholarships for school credits were changed), and banks and their executives make . August Sayer argues that the last four decades have been characterized by a transfer of wealth that is not only from poor to rich, but also about others rich: those who earn money by producing goods or services that make money by controlling existing assets and taking profits income, interest or capital. The result earned income have been replaced by income that does not depend on this. The market collapse has neoliberalism in a difficult situation. As if that were not enough banks too big to drop them, corporations are now seen in the position to provide public services. As Tony Judt noted in Ill Fares the Land, Hayek forgot that you can not allow national services essential character sink, which means that competition is annulled. Companies bring the benefits and the State bears the cost. A major failure of an ideology, more extremism in its application. Neoliberal governments use the crisis as an excuse and opportunity to cut taxes, privatize public services that have not yet been privatized, opening holes in the social safety net, deregulate corporations and return to regular citizens. The State hating himself is dedicated to sink their teeth into all public sector bodies. From economic crisis to political crisis is possible that the most dangerous consequence of neoliberalism is not the economic crisis that has caused, but the political crisis. As the power of the state is reduced, it also reduces our ability to change things by voting. According to neoliberal theory, people exercise their freedom through spending; but some may spend more than others and, in the great democracy of consumers or shareholders, the votes are not distributed equitably. The result is a loss of power of the lower and middle classes. And, as the parties of the right and left of the old neoliberal policies adopted similar, the loss of power becomes loss of rights. More and more people who see themselves driven out of politics. Chris Hedges points out that "no fascist movements found their base in the politically active, but inactive; in the 'losers' who had the feeling, often correctly, that they had no voice and space in the political system. " When politics fails to address the citizens, there are people who change by slogans, symbols and feelings. As an example, fans of Trump seem to believe that the facts and arguments are irrelevant. Judt said that if the dense mesh of interactions between the state and citizens is reduced to little more than authority and obedience, will only be a force that unites us: the power of the State. Normally, totalitarianism feared Hayek arises when governments lose the moral authority derived from the provision of public services and limited to "cajole, threaten and finally to coerce people to obey." Neoliberalism is a god he failed, as real socialism; but unlike this, his doctrine has become a zombie go ahead, staggering. And one reason is their anonymity. Or, more accurately, a cluster of anonymities. The invisible doctrine of the invisible hand is invisible promoters. Slowly, slowly, we have started to discover the names of some. We learned that the Institute of Economic Affairs, which manifested itself strongly in the media against increased regulation of the industry snuff, received funds from British American Tobacco since 1963. We learned that Charles and David Koch, two of the richest men in the world, founded the institute emerged the Tea Party. We heard what you said Charles Kock to create one of its laboratories of ideas. "To avoid undesirable criticism, we must refrain from doing too much publicity the operation and management system of our organization , " The words used neoliberalism tend more to obscure than to clarify . "The market" sounds like a natural system that is imposed equally, like gravity or atmospheric pressure, but is loaded with power relations. "What the market wants" it is usually what corporations and their owners want. The term investment means two very different things, as Sayer observes: one is the financing of productive and socially useful activities; another, the purchase of existing services to squeeze them and get income, interest, dividends and capital gains. Use the same word for two very different activities serves to "conceal the sources of wealth" and push to confuse their extraction creation. Franchising, tax havens and tax breaks a century ago, the rich who had inherited their fortunes despised the nouveau riche ; to the extent that entrepreneurs seeking social acceptance by the process of impersonating rentiers. Today, the relationship is reversed: the rentiers and heirs masquerading as entrepreneurs and claim that their riches are the result of work. Anonymity and confusions of neoliberalism are mixed with the absence of name and relocation of modern capitalism: franchise models that ensure that workers do not know who they work; registered networks so complex and secret tax havens that neither the police can find their own businesses; tax relief systems that confuse the governments themselves and financial products that no one understands. Neoliberalism jealously guards his anonymity. The followers of Hayek, Mises and Friedman tend to reject the term , arguing, not without reason, that currently only used pejoratively. Some are described as classical or even libertarians, but are descriptions as misleading as curiously modest, because they imply that there is nothing innovative in The Road to Serfdom, Bureaucracy or Capitalism and Freedom, the classic Friedman. Nevertheless, the project neoliberal had something admirable; at least in its early days: it was a set of new ideas promoted by a coherent network of thinkers and activists with a clear strategy. He was patient and persistent. The Road to Serfdom became a road to power. The triumph of neoliberalism is also a reflection of the failure of the left. When the economic policies of laissez-faire led to the catastrophe of 1929, Keynes developed a complete economic theory to replace them . When Keynesianism ran aground in the 1970s, and there was a ready alternative. But in 2008, when neoliberalism failed, there was nothing. That is why the zombie go ahead. The left has not produced any new economic framework general for eighty years. Any appeal to Lord Keynes is an implicit acknowledgment of failure. Keynesian propose solutions century crisis is to ignore three obvious problems: to mobilize people with old ideas is very difficult; that defects which came to light in the 1970s have not disappeared and, above all, they have nothing to say about the worst of our predicaments, ecological crisis. Keynesianism works by stimulating consumption and promoting economic growth, but consumption and economic growth are the drivers of environmental destruction. The history of Keynesianism and neoliberalism shows that is not enough to oppose a broken system. We must propose a coherent alternative. Labor, the Democrats and the entire left should focus on developing an economic program Apollo; a conscious attempt to design a new system, tailored to the demands of the XXI century. George Monbiot | The Guardian
¿Cómo ve Japón a los europeos? Un mapa que se ha hecho viral descubre sus curiosos estereotipos
Según las sugerencias de autocompletado de búsqueda en Google, para los japoneses los españoles son "buenos jugando al fútbol", Rusia es "inmensa", en Francia "no hay gordos" e Italia es sinónimo de "mafia".
Nick Kapur, un profesor de historia de Asia y Japón en la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, ha creado un mapa con los estereotipos que los japoneses tienen respecto a Europa, basándose en las sugerencias de autocompletado en las búsquedas de Google del país nipón. Kapur difundió el mapa en Twitter y este no ha tardado en hacerse viral en las redes.
Algunos de los estereotipos catalogan a los españoles como "buenos en el futbol", Irlanda figura como "muy verde", Rusia como "inmensa", Austria es sinónimo de "música clásica" y en Francia "no hay gordos".
También predominan algunos estereotipos ofensivos como los que afirman que en Alemania "asesinan judíos", que en Italia hay "mafia", que los polacos "son estúpidos", que en Inglaterra hay "mala comida" o el que asocia a Grecia con "el colapso financiero".
Nick Kapur cuenta que, en un primer momento, se limitó a buscar en Google para ver lo que salía y que ni siquiera pensó en hacer un mapa. "Solo tenía curiosidad de ver cómo serían los resultados", explica. "Sin embargo, muchos de ellos resultaron ser tan interesantes que sentí que tenía que compartir estos hallazgos de alguna manera", añade.
neoliberalismo y pobreza
Neoliberalismo: la raíz ideológica de todos nuestros problemas
neoliberalismo
Imaginen que los ciudadanos de la Unión Soviética no hubieran oído hablar del comunismo. Pues bien, la mayoría de la población desconoce el nombre de la ideología que domina nuestras vidas. Si la mencionan en una conversación, se ganarán un encogimiento de hombros; y, aunque su interlocutor haya oído el término con anterioridad, tendrá problemas para definirlo. ¿Saben qué es el neoliberalismo?
Su anonimato es causa y efecto de su poder. Ha sido protagonista en crisis de lo más variadas: el colapso financiero de los años 2007 y 2008, la externalización de dinero y poder a los paraísos fiscales (los “papeles de Panamá” son solo la punta del iceberg), la lenta destrucción de la educación y la sanidad públicas, el resurgimiento de la pobreza infantil, la epidemia de soledad, el colapso de los ecosistemas y hasta el ascenso de Donald Trump. Sin embargo, esas crisis nos parecen elementos aislados, que no guardan relación. No somos conscientes de que todas ellas son producto directo o indirecto del mismo factor: una filosofía que tiene un nombre; o, más bien, que lo tenía. ¿Y qué da más poder que actuar de incógnito?
El neoliberalismo es tan ubicuo que ni siquiera lo reconocemos como ideología. Aparentemente, hemos asumido el ideal de su fe milenaria como si fuera una fuerza natural; una especie de ley biológica, como la teoría de la evolución de Darwin. Pero nació con la intención deliberada de remodelar la vida humana y cambiar el centro del poder.
Para el neoliberalismo, la competencia es la característica fundamental de las relaciones sociales. Afirma que “el mercado” produce beneficios que no se podrían conseguir mediante la planificación, y convierte a los ciudadanos en consumidores cuyas opciones democráticas se reducen como mucho a comprar y vender, proceso que supuestamente premia el mérito y castiga la ineficacia. Todo lo que limite la competencia es, desde su punto de vista, contrario a la libertad. Hay que bajar los impuestos, reducir los controles y privatizar los servicios públicos. Las organizaciones obreras y la negociación colectiva no son más que distorsiones del mercado que dificultan la creación de una jerarquía natural de triunfadores y perdedores. La desigualdad es una virtud: una recompensa al esfuerzo y un generador de riqueza que beneficia a todos. La pretensión de crear una sociedad más equitativa es contraproducente y moralmente corrosiva. El mercado se asegura de que todos reciban lo que merecen.
Asumimos y reproducimos su credo. Los ricos se convencen de que son ricos por méritos propios, sin que sus privilegios (educativos, patrimoniales, de clase) hayan tenido nada que ver. Los pobres se culpan de su fracaso, aunque no puedan hacer gran cosa por cambiar las circunstancias que determinan su existencia. ¿Desempleo estructural? Si usted no tiene empleo, es porque carece de iniciativa. ¿Viviendas de precios desorbitados? Si su cuenta está en números rojos, es por su incompetencia y falta de previsión. ¿Qué es eso de que el colegio de sus hijos ya no tiene instalaciones de educación física? Si engordan, es culpa suya. En un mundo gobernado por la competencia, los que caen pasan a ser perdedores ante la sociedad y ante sí mismos.
La epidemia de autolesiones, desórdenes alimentarios, depresión, incomunicación, ansiedad y fobia social es una de las consecuencias de ese proceso, que Paul Verhaeghe documenta en su libro What About Me?. No es sorprendente que Gran Bretaña, el país donde la ideología neoliberal se ha aplicado con más rigor, sea la capital europea de la soledad. Ahora, todos somos neoliberales.
El término neoliberalismo se acuñó en París, en una reunión celebrada en 1938. Su definición ideológica es hija de Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, dos exiliados austríacos que rechazaban la democracia social (representada por el New Deal de Franklin Roosevelt y el desarrollo gradual del Estado del bienestar británico) porque la consideraban una expresión colectivista a la altura del comunismo y del movimiento nazi.
En Camino de servidumbre (1944), Hayek afirma que la planificación estatal aplasta el individualismo y conduce inevitablemente al totalitarismo. Su libro, que tuvo tanto éxito como La burocracia de Mises, llegó a ojos de determinados ricos que vieron en su ideología una oportunidad de librarse de los impuestos y las regulaciones. En 1947, cuando Hayek fundó la primera organización encargada de extender su doctrina (la Mont Perelin Society), obtuvo apoyo económico de muchos millonarios y de sus fundaciones.
Gracias a ellos, Hayek empezó a crear lo que Daniel Stedman Jones describe en Amos del universo como “una especie de Internacional Neoliberal”, una red interatlántica de académicos, empresarios, periodistas y activistas. Además, sus ricos promotores financiaron una serie de comités de expertos cuya labor consistía en perfeccionar y promover el credo; entre ellas, el American Enterprise Institute, la Heritage Foundation, el Cato Institute, el Institute of Economic Affairs, el Centre for Policy Studies y el Adam Smith Institute. También financiaron departamentos y puestos académicos en muchas universidades, sobre todo de Chicago y Virginia.
Cuanto más crecía el neoliberalismo, más estridente era. La idea de Hayek de que los Gobiernos debían regular la competencia para impedir monopolios dio paso entre sus apóstoles estadounidenses −como Milton Friedman− a la idea de que los monopolios venían a ser un premio a la eficacia. Pero aquella evolución tuvo otra consecuencia: que el movimiento perdió el nombre. En 1951, Friedman se definía neoliberal sin tapujo alguno. Poco después, el término empezó a desaparecer. Y por si eso no fuera suficientemente extraño en una ideología cada vez más tajante y en un movimiento cada vez más coherente, no buscaron sustituto para el nombre perdido.
Ideología en la sombra
A pesar de su dadivosa financiación, el neoliberalismo permaneció al principio en la sombra. El consenso de posguerra era prácticamente universal: las recetas económicas de John Maynard Keynes se aplicaban en muchos lugares del planeta; el pleno empleo y la reducción de la pobreza eran objetivos comunes de los Estados Unidos y de casi toda Europa occidental; los impuestos al capital eran altos y los Gobiernos no se avergonzaban de buscar objetivos sociales mediante servicios públicos nuevos y nuevas redes de apoyo.
Pero, en la década de 1970, cuando la crisis económica sacudió las dos orillas del Atlántico y el keynesianismo se empezó a derrumbar, los principios neoliberales se empezaron a abrir paso en la cultura dominante. En palabras de Friedman, “se necesitaba un cambio (…) y ya había una alternativa preparada”. Con ayuda de periodistas y consejeros políticos adeptos a la causa, consiguieron que los Gobiernos de Jimmy Carter y Jim Callaghan aplicaran elementos del neoliberalismo (sobre todo en materia de política monetaria) en los Estados Unidos y Gran Bretaña, respectivamente.
El resto del paquete llegó enseguida, tras los triunfos electorales de Margaret Thatcher y Ronald Reagan: reducciones masivas de los impuestos de los ricos, destrucción del sindicalismo, desregulación, privatización y tercerización y subcontratación de los servicios públicos. La doctrina neoliberal se impuso en casi todo el mundo −y, frecuentemente, sin consenso democrático de ninguna clase− a través del FMI, el Banco Mundial, el Tratado de Maastricht y la Organización Mundial del Comercio. Hasta partidos que habían pertenecido a la izquierda adoptaron sus principios; por ejemplo, el Laborista y el Demócrata. Como afirma Stedman Jones, “cuesta encontrar otra utopía que se haya hecho realidad de un modo tan absoluto”.
Puede parecer extraño que un credo que prometía libertad y capacidad de decisión se promoviera con este lema: “No hay alternativa”. Pero, como dijo Hayek durante una visita al Chile de Pinochet (uno de los primeros países que aplicaron el programa de forma exhaustiva), “me siento más cerca de una dictadura neoliberal que de un gobierno democrático sin liberalismo”.
La libertad de los neoliberales, que suena tan bien cuando se expresa en términos generales, es libertad para el pez grande, no para el pequeño. Liberarse de los sindicatos y la negociación colectiva significa libertad para reducir los salarios. Liberarse de las regulaciones estatales significa libertad para contaminar los ríos, poner en peligro a los trabajadores, imponer tipos de interés inicuos y diseñar exóticos instrumentos financieros. Liberarse de los impuestos significa liberarse de las políticas redistributivas que sacan a la gente de la pobreza.
En La doctrina del shock, Naomi Klein demuestra que los teóricos neoliberales propugnan el uso de las crisis para imponer políticas impopulares, aprovechando el desconcierto de la gente; por ejemplo, tras el golpe de Pinochet, la guerra de Irak y el huracán Katrina, que Friedman describió como “una oportunidad para reformar radicalmente el sistema educativo” de Nueva Orleans. Cuando no pueden imponer sus principios en un país, los imponen a través de tratados de carácter internacional que incluyen “instrumentos de arbitraje entre inversores y Estados”, es decir, tribunales externos donde las corporaciones pueden presionar para que se eliminen las protecciones sociales y medioambientales. Cada vez que un Parlamento vota a favor de congelar el precio de la luz, de impedir que las farmacéuticas estafen al Estado, de proteger acuíferos en peligro por culpa de explotaciones mineras o de restringir la venta de tabaco, las corporaciones lo denuncian y, con frecuencia, ganan. Así, la democracia queda reducida a teatro.
La afirmación de que la competencia universal depende de un proceso de cuantificación y comparación universales es otra de las paradojas del neoliberalismo. Provoca que los trabajadores, las personas que buscan empleo y los propios servicios públicos se vean sometidos a un régimen opresivo de evaluación y seguimiento, pensado para identificar a los triunfadores y castigar a los perdedores. Según Von Mises, su doctrina nos iba a liberar de la pesadilla burocrática de la planificación central; y, en lugar de liberarnos de una pesadilla, creó otra.
Menos sindicalismo y más privatizaciones
Los padres del neoliberalismo no lo concibieron como chanchullo de unos pocos, pero se convirtió rápidamente en eso. El crecimiento económico de la era neoliberal (desde 1980 en GB y EEUU) es notablemente más bajo que el de las décadas anteriores; salvo en lo tocante a los más ricos. Las desigualdades de riqueza e ingresos, que se habían reducido a lo largo de 60 años, se dispararon gracias a la demolición del sindicalismo, las reducciones de impuestos, el aumento de los precios de vivienda y alquiler, las privatizaciones y las desregularizaciones.
La privatización total o parcial de los servicios públicos de energía, agua, trenes, salud, educación, carreteras y prisiones permitió que las grandes empresas establecieran peajes en recursos básicos y cobraran rentas por su uso a los ciudadanos o a los Gobiernos. El término renta también se refiere a los ingresos que no son fruto del trabajo. Cuando alguien paga un precio exagerado por un billete de tren, sólo una parte de dicho precio se destina a compensar a los operadores por el dinero gastado en combustible, salarios y materiales, entre otras partidas; el resto es la constatación de que las corporaciones tienen a los ciudadanos contra la pared.
Los dueños y directivos de los servicios públicos privatizados o semiprivatizados de Gran Bretaña ganan fortunas gigantescas mediante el procedimiento de invertir poco y cobrar mucho. En Rusia y la India, los oligarcas adquieren bienes estatales en liquidaciones por incendios. En México, Carlos Slim obtuvo el control de casi toda la red de telefonía fija y móvil y se convirtió en el hombre más rico del mundo.
Andrew Sayer afirma en Why We Can’t Afford the Rich que la financiarización ha tenido consecuencias parecidas: “Como sucede con la renta, los intereses son (…) un ingreso acumulativo que no exige de esfuerzo alguno”. Cuanto más se empobrecen los pobres y más se enriquecen los ricos, más control tienen los segundos sobre otro bien crucial: el dinero. Los intereses son, sobre todo, una transferencia de dinero de los pobres a los ricos. Los precios de las propiedades y la negativa de los Estados a ofrecer financiación condenan a la gente a cargarse de deudas (piensen en lo que pasó en Gran Bretaña cuando se cambiaron las becas escolares por créditos escolares), y los bancos y sus ejecutivos hacen el agosto.
Sayer sostiene que las cuatro últimas décadas se han caracterizado por una transferencia de riqueza que no es sólo de pobres a ricos, sino también de unos ricos a otros: de los que ganan dinero produciendo bienes o servicios a los que ganan dinero controlando los activos existentes y recogiendo beneficios de renta, intereses o capital. Los ingresos fruto del trabajo se han visto sustituidos por ingresos que no dependen de este.
El hundimiento de los mercados ha puesto al neoliberalismo en una situación difícil. Por si no fuera suficiente con los bancos demasiado grandes para dejarlos caer, las corporaciones se ven ahora en la tesitura de ofrecer servicios públicos. Como observó Tony Judt en Ill Fares the Land, Hayek olvidó que no se puede permitir que los servicios nacionales de carácter esencial se hundan, lo cual implica que la competencia queda anulada. Las empresas se llevan los beneficios y el Estado corre con los gastos.
A mayor fracaso de una ideología, mayor extremismo en su aplicación. Los Gobiernos utilizan las crisis neoliberales como excusa y oportunidad para reducir impuestos, privatizar los servicios públicos que aún no se habían privatizado, abrir agujeros en la red de protección social, desregularizar a las corporaciones y volver a regular a los ciudadanos. El Estado que se odia a sí mismo se dedica a hundir sus dientes en todos los órganos del sector público.
De la crisis económica a la crisis política
Es posible que la consecuencia más peligrosa del neoliberalismo no sea la crisis económica que ha causado, sino la crisis política. A medida que se reduce el poder del Estado, también se reduce nuestra capacidad para cambiar las cosas mediante el voto. Según la teoría neoliberal, la gente ejerce su libertad a través del gasto; pero algunos pueden gastar más que otros y, en la gran democracia de consumidores o accionistas, los votos no se distribuyen de forma equitativa. El resultado es una pérdida de poder de las clases baja y media. Y, como los partidos de la derecha y de la antigua izquierda adoptan políticas neoliberales parecidas, la pérdida de poder se transforma en pérdida de derechos. Cada vez hay más gente que se ve expulsada de la política.
Chris Hedges puntualiza que “los movimientos fascistas no encontraron su base en las personas políticamente activas, sino en las inactivas; en los ‘perdedores’ que tenían la sensación, frecuentemente correcta, de que carecían de voz y espacio en el sistema político”. Cuando la política deja de dirigirse a los ciudadanos, hay gente que la cambia por consignas, símbolos y sentimientos. Por poner un ejemplo, los admiradores de Trump parecen creer que los hechos y los argumentos son irrelevantes.
Judt explicó que, si la tupida malla de interacciones entre el Estado y los ciudadanos queda reducida a poco más que autoridad y obediencia, sólo quedará una fuerza que nos una: el poder del propio Estado. Normalmente, el totalitarismo que temía Hayek surge cuando los gobiernos pierden la autoridad ética derivada de la prestación de servicios públicos y se limitan a “engatusar, amenazar y, finalmente, a coaccionar a la gente para que obedezca”.
El neoliberalismo es un dios que fracasó, como el socialismo real; pero, a diferencia de este, su doctrina se ha convertido en un zombie que sigue adelante, tambaleándose. Y uno de los motivos es su anonimato. O, más exactamente, un racimo de anonimatos.
La doctrina invisible de la mano invisible tiene promotores invisibles. Poco a poco, lentamente, hemos empezado a descubrir los nombres de algunos. Supimos que el Institute of Economic Affairs, que se manifestó rotundamente en los medios contra el aumento de las regulaciones de la industria del tabaco, recibía fondos de British American Tobacco desde 1963. Supimos que Charles y David Koch, dos de los hombres más ricos del mundo, fundaron el instituto del que surgió el Tea Party. Supimos lo que dijo Charles Kock al crear uno de sus laboratorios de ideas: “para evitar críticas indeseables, debemos abstenernos de hacer demasiada publicidad del funcionamiento y sistema directivo de nuestra organización”.
Las palabras que usa el neoliberalismo tienden más a ocultar que a esclarecer. “El mercado” suena a sistema natural que se nos impone de forma igualitaria, como la gravedad o la presión atmosférica, pero está cargado de relaciones de poder. “Lo que el mercado quiere” suele ser lo que las corporaciones y sus dueños quieren. La palabra inversión significa dos cosas muy diferentes, como observa Sayer: una es la financiación de actividades productivas y socialmente útiles; otra, la compra de servicios existentes para exprimirlos y obtener rentas, intereses, dividendos y plusvalías. Usar la misma palabra para dos actividades tan distintas sirve para “camuflar las fuentes de riqueza” y empujarnos a confundir su extracción con su creación.
Franquicias, paraísos fiscales y desgravaciones
Hace un siglo, los ricos que habían heredado sus fortunas despreciaban a los nouveau riche; hasta el punto de que los empresarios buscaban aceptación social mediante el procedimiento de hacerse pasar por rentistas. En la actualidad, la relación se ha invertido: los rentistas y herederos se hacen pasar por emprendedores y afirman que sus riquezas son fruto del trabajo.
El anonimato y las confusiones del neoliberalismo se mezclan con la ausencia de nombre y la deslocalización del capitalismo moderno: Modelos de franquicias que aseguran que los trabajadores no sepan para quién trabajan; empresas registradas en redes de paraísos fiscales tan complejas y secretas que ni la policía puede encontrar a sus propietarios; sistemas de desgravación fiscal que confunden a los propios Gobiernos y productos financieros que no entiende nadie.
El neoliberalismo guarda celosamente su anonimato. Los seguidores de Hayek, Mises y Friedman tienden a rechazar el término con el argumento, no exento de razón, de que en la actualidad sólo se usa de forma peyorativa. Algunos se describen como liberales clásicos o incluso libertarios, pero son descripciones tan engañosas como curiosamente modestas, porque implican que no hay nada innovador en Camino de servidumbre, La burocracia o Capitalismo y libertad, el clásico de Friedman.
A pesar de todo, el proyecto neoliberal tuvo algo admirable; al menos, en su primera época: fue un conjunto de ideas novedosas promovido por una red coherente de pensadores y activistas con una estrategia clara. Fue paciente y persistente. El Camino de servidumbre se convirtió en camino al poder.
El triunfo del neoliberalismo también es un reflejo del fracaso de la izquierda. Cuando las políticas económicas de laissez-faire llevaron a la catástrofe de 1929, Keynes desarrolló una teoría económica completa para sustituirlas. Cuando el keynesianismo encalló en la década de 1970, ya había una alternativa preparada. Pero, en el año 2008, cuando el neoliberalismo fracasó, no había nada. Ese es el motivo de que el zombie siga adelante. La izquierda no ha producido ningún marco económico nuevo de carácter general desde hace ochenta años.
Toda apelación a lord Keynes es un reconocimiento implícito de fracaso. Proponer soluciones keynesianas para crisis del siglo XXI es hacer caso omiso de tres problemas obvios: que movilizar a la gente con ideas viejas es muy difícil; que los defectos que salieron a la luz en la década de 1970 no han desaparecido y, sobre todo, que no tienen nada que decir sobre el peor de nuestros aprietos, la crisis ecológica. El keynesianismo funciona estimulando el consumo y promoviendo el crecimiento económico, pero el consumo y el crecimiento económico son los motores de la destrucción ambiental.
La historia del keynesianismo y el neoliberalismo demuestra que no basta con oponerse a un sistema roto. Hay que proponer una alternativa congruente. Los laboristas, los demócratas y el conjunto de la izquierda se deberían concentrar en el desarrollo de un programa económico Apollo; un intento consciente de diseñar un sistema nuevo, a medida de las exigencias del siglo XXI.
George Monbiot | The Guardian
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