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3 de junio de 2016

Multinacionales - Demasiado poderosas como para seguir mirando para otro lado y no hacer nada

Multinacionales - Demasiado poderosas como para seguir mirando para otro lado y no hacer nada



Las multinacionales

Se denomina empresas multinacionales a aquéllas empresas que no sólo operan y tienen presencia en su país de origen, sino que también se encuentran en otros países. Están en más de una nación(multi-nacional). 


Aunque el concepto lingüístico es sencillo, la dinámica y el funcionamiento de este tipo de empresas es muy complejo y merece ser analizado.
Las multinacionales expanden operaciones como la producción o la administración alrededor del mundo, y movilizan plantas industriales de un país a otro. Tienen una visión global de la economía y de su ámbito de trabajo. 
Operan para todo el mundo, y sus clientes son los mercados, países, empresas, organizaciones, de todo el planeta. Al ser multinacionales, conciben al mundo entero como su mercado potencial, y sobre él actúan y se mueven.
El término multinacional ha de ser entendido como descripción del ámbito de actuación, no de la naturaleza de la compañía. Una empresa multinacional no es una empresa cuyo origen esté en muchas naciones, sino que opera y actúa en un gran número de ellas. 
Por ejemplo The Coca-Cola Company es una empresa de Estados Unidos (es una empresa nacional estadounidense) que está presente en todo el mundo (es una empresa multinacional a nivel global). 
The Coca-Cola Company es una empresa estadounidense, no una empresa multinacional, en tanto en cuanto no es una empresa de varias naciones. 
Debido a la posibilidad de caer en un error, algunos autores prefieren referirse a este tipo de corporaciones que operan en varios países como empresas transnacionales.

La globalización va de la mano de las multinacionales

Las multinacionales son los principales agentes del proceso de globalización. Junto a su expansión por el mundo se difunde la economía, la política e incluso la cultura.
Las multinacionales expanden la economía por el planeta porque trasladan sus actividades (económicas) a otros países, de forma que la inversión, los beneficios o las pérdidas afectan no sólo al país de origen de la empresa, sino también a los nuevos países en los que la empresa se ha instalado. 
Toyota (multinacional japonesa), cuando se instala en Tailandia, afecta a la economía de Japón pero también a la de Tailandia.
Por otro lado, las multinacionales difunden las políticas porque, en el fondo, la política va estrechamente ligada a la economía. 
Los gobiernos de los países se preocupan por la economía, y no hay mayor entidad económica que una gran multinacional. 
La voluntad de las empresas se ve muchas veces plasmada en las políticas que adoptan los Estados y los organismos internacionales.
Finalmente, las multinacionales también propulsan la difusión de la cultura por todo el mundo. 
Casi siempre son multinacionales occidentales, así que es la cultura occidental la que triunfa en su expansión global. 
Por ejemplo, cuando una empresa como Adidas (multinacional alemana) llega hasta Indonesia, los jóvenes indonesios comienzan a vestir como los alemanes. 
Así, la forma de vestir, la música que se escucha, los refrescos que se beben y las películas que se ven son las mismas en todo el mundo, porque han llegado a todos los países gracias a las empresas multinacionales, que han extendido sus productos por todo el planeta. Este fenómeno es lo que se puede llamar ‘globalización cultural’.
Así pues, dentro del proceso de globalización, podemos distinguir varios tipos:
-Globalización económica. 
La globalización se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales en una economía de mercado mundial, donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria, cobrando mayor importancia el papel de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales, junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo.
-Globalización política. 
Este tipo de globalización consiste en la creciente integración de las distintas políticas nacionales en una única política mundial. 
A través de organismos internacionales, y bajo la constante presión de las empresas multinacionales, las decisiones políticas de importancia mundial están siendo fomentadas y extendidas por todo el planeta para que afecten a todos los países del mundo. 
Aunque no sólo son políticas económicas, también se han ‘globalizado’ políticas medioambientales (ONGs) , políticas de defensa (OTAN), políticas de cultura (UNESCO), políticas sociales (ONU)…
-Globalización cultural. 
En la que las prendas, música, modas, formas de actuar, pensamiento, etc. adquieren dimensiones y presencia globales. 
Las tendencias occidentales se difunden por todo el mundo, y se adoptan en países como Brasil, Egipto, Malasia, Bolivia o la India. 
Hoy en día se pueden ver camisetas de fútbol de equipos europeos en cualquier país del mundo, así como zapatillas de Nike o películas de Hollywood.
En estos tres tipos de globalización están muy presentes las empresas multinacionales. 
De hecho, son ellas quienes ayudan a que cualquier aspecto de la vida cotidiana (política, cultura, economía…) adquiera dimensiones globales. 
Las multinacionales están siendo el principal conducto por el cual la globalización se está desarrollando y, a su vez, ésta está promoviendo el rápido desarrollo de las empresas multinacionales (es decir, que las empresas se transnacionalicen o que las que ya han acometido ese proceso crezcan aun más, fusionándose con otras o ampliando sus mercados). 
Así pues, globalización y multinacionales van de la mano y se autoalimentan, reforzándose mutuamente.
Pero, si la globalización fomenta el crecimiento de las multinacionales, cabe preguntarse hasta dónde puede llegar el tamaño de estas empresas. 
Adam Smith decía que el tamaño de las empresas estaba relacionado con el tamaño del mercado. 
Siguiendo esta hipótesis se puede decir que la globalización, ampliando los mercados para las empresas, por un lado, y aumentando la competencia, por otro, crea unas enormes oportunidades para el desarrollo de las empresas y de los países donde están ubicadas.
José Luis Sampedro decía que la tan celebrada globalización no era mas que un proceso en el que se transfería el poder de los Estados a las multinacionales. 
Efectivamente, con el proceso de globalización son las empresas y no los gobiernos y los Estados los que toman la iniciativa y el protagonismo en la economía mundial, si bien es cierto que estos últimos tienen todavía en sus manos los instrumentos de regulación para asegurar un mundo más competitivo y más justo (económica y socialmente). 
En el fondo, la globalización consiste en que el poder pase desde la política a la economía.
VER ARTÍCULO: La globalización

Multinacionales con demasiado poder

Ya lo adelantó J.K Galbraith en El nuevo estado industrial (1967), cuando dijo que las grandes corporaciones se convertirían en la unidad económica estratégica de mayor significado y entidad en el mundo. 
Se ha cumplido. Hemos llegado a un punto en la historia en el que encontramos empresas cuyo tamaño las hace más fuertes económicamente que incluso países enteros. 
Por ejemplo ExxonMobil tiene más dinero que Malasia, Perú o Ucrania.
Este poder económico conlleva a un aumento del poder de decisión, mediante la presión a la política. 
Aunque no sea de forma directa, muchas veces las multinacionales de sectores estratégicos controlan la política en todos los niveles geográficos: local, nacional, regional y mundial. 
Los casos más conocidos son los de las multinacionales petroleras, del gas, financieras, informáticas… etc. Grandes empresas que controlan sectores muy importantes para el desarrollo de la vida de las personas y de los países.
INTERESANTE: Análisis sobre Gazprom, la multinacional rusa líder del sector del gas a nivel mundial. Una empresa muy criticada por su excesiva influencia en la política de Rusia y de varios estados del Este de Europa, a los que ha llegado a doblegar cortándoles el suministro de gas.
En el siguiente ranking se combinan países y empresas, de forma que, comparando producto interior bruto (PIB) e ingresos (revenues)
La propia Gazprom, por ejemplo, tiene más dinero que Bangladesh o Irak. 
Esta lista está elaborada con datos de 2011, y no deja de ser sorprendente que entonces, de las 100 mayores economías del mundo, 60 fueran países y 40 empresas.
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Los procesos de fusión y las alianzas entre grandes empresas les permiten alcanzar un enorme tamaño, a la vez que crecen su poder e influencia en la economía mundial. Mediante estas prácticas han conseguido formarse grandes corporaciones que superan el volumen económico de muchos países y, por lo tanto, tienen más poder de decisión a nivel internacional.
En su libro El mercado y la globalización (2002), José Luis Sampedro habla así de las empresas multinacionales: 
“La técnica moderna, con actividades que exigen instalaciones industriales muy costosas y complicadas, junto con las ventajas económicas de la producción en gran escala, entre otras, fomentan y a veces imponen la creación de grandes empresas, con las cuales es muy difícil lanzarse a competir. 
Con frecuencia las encontramos dominando los mercados dentro y fuera del país (empresas multinacionales o transnacionales) y aliándose con otras afines o complementarias o absorbiendo empresas rivales. 
Gracias a sus excepcionales medios técnicos y financieros dominantes consiguen créditos y concesiones públicas privilegiadas, influyendo en países cuyos gobiernos tienen menos poder que ellas mismas y presionando incluso a las autoridades de las naciones más fuertes.”
Además de ser más poderosas e influyentes que naciones enteras, el poder de las grandes empresas mundiales está concentrado en manos de unas pocas. 
Un interesante estudio sobre la red global que forman las empresas multinacionales realizado en 2011 ponía de manifiesto que apenas 140 empresas controlan el 40% del valor de todas las multinacionales del mundo. 
La mayor parte de estas multinacionales poderosas son entidades financieras y bancarias.
INTERESANTE: The Network of Global Corporate Control (Vitali S, Glattfelder JB, Battiston S, 2011)
Arrojando más datos sobre la mesa, puede no sorprendernos que actualmente las empresas multinacionales controlen dos terceras partes del comercio mundial de bienes y servicios. 
Es decir, que el comercio exterior lo realizan mayoritariamente empresas, no países. 
De este comercio que realizan las multinacionales, alrededor de un tercio se realiza entre establecimientos de una misma multinacional, es un comercio intraempresa, pero que atraviesa fronteras.
Este exceso de poder por parte de entidades de carácter privado, no sujetas a regulación por parte de organismos públicos, pone de manifiesto que las multinacionales se mueven por el mundo controlando la economía (y en ocasiones la política) sin ser realmente entidades democráticas ni con objetivos sociales. 
¿Es oportuno que estos gigantes económicos que se alimentan de dinero decidan el destino de un mundo formado por personas físicas y humanas?
Porque el poder de las multinacionales traspasa la dimensión económica y abarca también la política, el medio ambiente, los ámbitos sociales y militares… etc. 
El hecho de tener objetivos puramente económicos no implica estar al margen de todo lo demás. 
Muchas veces se han de manejar bien la política y la sociedad para conseguir esos ansiados números positivos con muchos ceros en las cuentas de la empresa.
Por eso mismo, para asegurar sus ganancias y aprovechando su posición de fuerza, las grandes empresas multinacionales ejercen una enorme presión sobre la política mundial. 
Como dice Laurent Carroué para LeMonde Diplomatique: “Desde hace décadas y en un marco cada vez más liberal, las multinacionales occidentales han presionado ampliamente, en su propio beneficio, sobre las reglas organizativas de la gobernanza económica mundial a escala a la vez nacionales, continentales y mundiales por medio de un incesante lobbying, en particular en el FMI, la OMC, el Banco Mundial o la OCDE.”
MÁS INFORMACIÓN: 
El poder de las multinacionales (Arturo Van den Eynde)

Denuncia contra el poder de las multinacionales

El presidente chileno Salvador Allende, en una intervención en la Asamblea General de la ONU en 1972, denunció el poder que habían adquirido algunas empresas multinacionales y la falta de control sobre éstas, que ponía en peligro la autoridad de los propios estados. Estas fueron sus palabras:
“Estamos frente a un verdadero conflicto frontal entre las grandes corporaciones transnacionales y los estados. 
Éstos  son interferidos en sus decisiones fundamentales (políticas, económicas, militares), por organizaciones globales que no dependen de ningún Estado y que no responden ni están fiscalizadas por ningún Parlamento, por ninguna institución representativa del interés colectivo. 
En una palabra: es toda la estructura política del mundo la que está siendo socavada. 
Las grandes empresas transnacionales no sólo atentan contra los intereses genuinos de los países en desarrollo, sino que su acción avasalladora e incontrolada se da también en los países industrializados donde se asientan.”

Multinacionales occidentales 

y multinacionales emergentes

Los países desarrollados controlan el 81% de las empresas y el 83% de las ventas de las 500 multinacionales más grandes del mundo. 
Aun así, el crecimiento de los grandes países emergentes y la crisis estructural de los países desarrollados están provocando un nuevo orden económico mundial, notablemente más multipolar. 
En este “nuevo orden” están apareciendo grandes empresas que podemos denominar “multinacionales emergentes”, como los países de los que proceden.
Laurent Carroué, geógrafo y director de investigación del Instituto Francés de Geopolítica de París-VIII, recuerda que:
“Entre 2006 y 2010, el número de empresas de los países del Sur pasó de 61 a 94 (+54%), en particular a causa de la escalada de China, cuyas multinacionales aumentaron de 20 a 46. En cambio, el capitalismo anglosajón sufrió de lleno la crisis: Estados Unidos ha retrocedido de 170 a 139 unidades, y el Reino Unido de 38 a 29. 
La brasileña Vale, la india Tata, la rusa Gazprom, las chinas CNPC, Sinochem y CNOO en el sector energético, Lenovo en el informático o China Minmetals, aceleran sus inversiones en Rusia y en Asia Central, en África o en Latinoamérica.” (fuente: LeMonde Diplomatique)
Se están multiplicando los flujos y los acuerdos políticos y económicos Sur-Sur, aumentando así el comercio y la actividad económica entre países que hace un par de décadas estaban al margen de la economía mundial. 
Los números y el volumen de estos movimientos está llegando a superar al de los flujos económicos que se dan en Occidente, con grandes potencias como Brasil, China o India encabezando el crecimiento del Sur.
La sintonía política de este nuevo ‘bloque’ de países hace que las grandes empresas de dichos países encuentren grandes oportunidades de negocio y beneficios mucho mayores que en socios tradicionales de Europa, Norteamérica o Japón. 
La crisis económica y financiera de Occidente y el auge de los países emergentes fomenta que sean empresas multinacionales de países en desarrollo las que amenazan con arrebatar el poder a las grandes empresas occidentales.
Pero estas buenas noticias para las naciones emergentes traen consigo una serie de inconvenientes para las poblaciones de estos países en desarrollo: explotación laboral, daños al medio ambiente, más poder que los débiles gobiernos nacionales… 
Además, “la creciente movilidad mundial de las grandes empresas hace difícil que los países en desarrollo, carentes de mecanismos de supervisión, puedan responsabilizar a esas compañías por violaciones a los derechos humanos y ambientales” recuerda Daniel Mittler, de Amigos de la Tierra.
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Las multinacionales también tienen problemas

Pero, aunque son poderosas y controlan el destino del mundo, las empresas multinacionales tienen que enfrentarse a algunos problemas. 
En este S.XXI las grandes empresas se encuentran con resistencias como la opinión pública, la acción de las ONG, o el ascenso de los países emergentes. 
En estos tres casos, las multinacionales tienen que buscar estrategias para sobreponerse de las críticas, denuncias y peticiones de cambio.
Los países emergentes se perfilan como enemigos de las multinacionales occidentales en escenarios como el de la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde las economías en desarrollo esperan tomar el mando
Los objetivos de los gobiernos de los países emergentes choca frontalmente con los de las grandes multinacionales.
La OMC, aunque lleva unos años viviendo un problema de relevancia internacional (ha perdido el estatus y la importancia que tuvo en otros tiempos), es mucho más “democrática” que otras instituciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial. 
En la OMC se sigue el principio de “un país, un voto”. Así, los países del Sur se han podido oponer a las lógicas económicas que querrían imponer las potencias occidentales.
Este enfrentamiento entre los países occidentales y los países del Sur ha llevado a que las negociaciones para liberalizar el comercio mundial, conocidas como la Ronda de Doha (que comenzaron en 2001) estén estancadas desde hace casi un lustro, lo que ha erosionado considerablemente la credibilidad de la entidad, acabando con la paciencia de los países occidentales y evidenciando que, por primera vez en la historia, el destino de la economía y el comercio mundial depende de los países en desarrollo.
Otros de los frentes con los que las multinacionales tienen que combatir son la opinión pública, los movimientos sociales y las ONG. Estos factores de “presión moral” actúan como vigilantes y correctores de la actividad empresarial.
La acción de las ONG ayuda a que las multinacionales recuerden que no son todopoderosas y que están sometidas a poderes que (en un principio) están por encima de ellas: poder político, poder judicial, poder social… 
Se puede decir que las ONG se encargan de supervisar que los empresarios se guían por unos códigos éticos y morales a la hora de realizar sus movimientos empresariales y de que, por supuesto, se respeten los Derechos Humanos y Ambientales.
Ante un delito medioambiental o una injusticia laboral, siempre están ahí las ONG para denunciar a las grandes multinacionales y defender los derechos de los trabajadores y para recordar lo importante que es cuidar el medio ambiente. 
En cierta manera, sin la acción de muchas ONG las empresas podrían pasearse por el mundo sin barreras morales para hacer cualquier tipo de actividad de cualquier forma. Y, en muchos casos, eso es precisamente lo que ocurre con las multinacionales.
Finalmente, la opinión pública determina la forma de proceder de las multinacionales. Si bien es cierto que muchas de ellas esperan a que estalle un escándalo para corregir malas prácticas, cuando esto ocurre no dudan en limpiar su imagen aplicando nuevas políticas. 
Por ejemplo, fue sonado el caso de la empresa Foxconn, el mayor fabricante de componentes electrónicos del mundo, que sobreexplotaba a 300.000 trabajadores en la ciudad china de Shenzhen para la fabricación de teléfonos móviles para Apple, Sony y Nokia. 
Después del suicidio en masa de parte de los trabajadores, Foxconn aumentó el salario de sus empleados. Este terrible suceso conmocionó a la opinión pública y dio muy mala imagen a la empresa y a las multinacionales occidentales que subcontrataban sus servicios.
Otro caso famoso relacionado con las multinacionales y la opinión pública fue el de la petrolera inglesa BP en el Golfo de México. 
Sucedió el 10 de abril de 2010, cuando una explosión en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon hizo que ésta se hundiera. 
Murieron once trabajadores y se vertieron 779.000 toneladas de crudo, siendo el mayor vertido de petróleo de la historia.
Se formó un derrame petrolífero no controlado de 6.500 km2 de extensión, que amenazó a las costas de varios estados norteamericanos. 
La opinión pública señaló a la multinacional inglesa. 
El gobierno de Estados Unidos declaró a BP responsable del suceso y tuvo que costear todos los procesos de limpieza y la reparación de todos los daños. 
La empresa no lo dudó y se declaró culpable. No podía perder más prestigio.
De esta forma, vemos que las empresas multinacionales no son inmunes al poder político y social. 
Puede que no se guíen por códigos éticos o tengan una verdadera conciencia medioambiental o social, pero harán lo que sea para vender sus productos y mantener una buena imagen. Una empresa con mala imagen está destinada a fracasar. Las multinacionales no fracasan. Siempre ganan. 
Aunque a veces se equivocan, y arreglan el error como mejor saben hacerlo: con dinero. Mucho dinero.
INTERESANTE: 

Las grandes empresas se van a otro sitio

Las multinacionales, que se mueven por la búsqueda del máximo beneficio, se han dado cuenta de que una de las mejores formas de conseguir su objetivo es reducir los costes de producción. 
¿Cómo se pueden reducir esos costes? 
Trasladando la producción a otro lugar, donde sea más barato producir. Es sencillo.
VER ARTÍCULO: La deslocalización de las multinacionales
En el siguiente mapa podemos ver representado el fenómeno de la deslocalización, que consiste en trasladar ciertas actividades o procesos de una empresa a otras zonas, buscando una mayor rentabilidad para dichas tareas. 
Se pueden deslocalizar actividades que requieren de alta cualificación, como procesos informáticos, ingeniería o servicios avanzados, pero lo más normal es que se deslocalicen las tareas más sencillas y por las que se puede pagar un menor salario.
MUY INTERESANTE: ‘Bueno, bonito y barato’ Los inconvenientes de producir en países menos desarrollados
La dinámica más repetida en los procesos de deslocalización consiste en trasladar fábricas de empresas de los países occidentales a espacios de la periferia (Sudamérica, Sudeste Asiático, China, India, África…).
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El tema de la deslocalización se analiza en profundidad en el siguiente post: La deslocalización

Infografía sobre las grandes multinacionales

A continuación se presenta una interesante infografía realizada por la gente de TNI.org(Transnational Institute) en la que se muestran algunos datos y números interesantes, que ayudan a comprender el poder que las empresas multinacionales tienen en el mundo actual.
El primer dibujo que aparece deja muy clara una idea: el dinero va por un camino distinto al de las personas. 
Lo económico sigue una senda y lo social otra. 
En un mundo liderado por grandes multinacionales, ¿en qué dirección vamos?
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Rusia planea construir 12 “monstruosos” buques de guerra

EEUU PREOCUPADO POR LOS “MONSTRUOSOS” BUQUES DE GUERRA QUE PLANEA CONSTRUIR RUSIA


Rusia planea construir 12 “monstruosos” buques de guerra del proyecto 23560 Líder, equipados con 200 misiles cada uno, afirma Dave Majumdar en su artículo para ‘The National Interest’.
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La Corporación Unida de Construcción Naviera rusa se prepara para firmar un contrato con el Kremlin para la construcción de los buques una vez que esté completado su diseño, lo que ocurrirá este mismo año.
De acuerdo con el analista, se trata de un buque clasificado como destructor, con un desplazamiento de 17.500 toneladas, cuyo tamaño sería de 200 metros de largo y 20 metros de ancho. La publicación destaca que de tal modo el Líder se convertiría en el segundo mayor buque de combate moderno de superficie después de los cruceros pesados de propulsión nuclear del proyecto 1144 Orlán.
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El nuevo buque de guerra ruso estará equipado con capacidades antibalísticas, antiaéreas, antisuperficiales y antisubmarinas. Asimismo, contará con una“significativa capacidad de ataque a tierra” por medio de misiles de crucero de largo alcance como el Kalibr-NK.
Se espera que los buques de esta clase estén equipados con al menos 200 misiles, entre ellos 60 misiles de crucero antibuque, 128 misiles guiados antiaéreos y 16 misiles guiados antibuque. Y aunque aún no se conoce con exactitud, el autor del artículo estima que los sistemas de defensa aérea del Líder se basarían en los S-400 o S-500, mientras que algunas de sus armas antibuque probablemente serían una variante del misil hipersónico Zircon.
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Aparte de estas características, expertos sugieren que el buque sería propulsado por energía nuclear y alcanzaría una velocidad de 30 nudos. El Líder sería capaz de permanecer hasta 90 días en el mar sin apoyo.
En el caso de que Rusia construya estos buques de guerra masivos, concluye Majumdar, los mismos “superarían en poder a los mayores buques de combate de superficie de la Marina estadounidense“. Es más, el sistema de propulsión nuclear de la clase Líder permitiría a los buques “realizar salidas por todo el mundo sin necesidad de recargas auxiliares o de visitar puertos”.
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GUÍA PARA DESENMASCARAR A LAS FALSAS IZQUIERDAS

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Artículo escrito por Pedro Bustamante

Ante la avalancha de ideas, iniciativas, activismos, plataformas, movimientos, ONGs, partidos, etc., que se presentan como progresistas o de izquierdas, pero que en la práctica contribuyen, por activa o por pasiva, consciente o inconscientemente, a la dominación hollycapitalista, proponemos la siguiente guía, que esperamos contribuya a desenmascararlos.
En primer lugar, bajo el epígrafe MÁSCARAS, trataremos de mostrar que muchos de los temas que nos presentan como positivos esconden un aspecto negativo que es el más importante. Esto es, que detrás de la máscara del pretendido progresismo, izquierdismo, humanitarismo, ecologismo, etc., se esconde a menudo la agenda de dominación del gran capital. En segundo lugar, bajo el epígrafe ELUSIONES señalaremos una serie de temas que tienden a ser directamente ignorados, eludidos o censurados por estos movimientos, en la medida en que no pueden ser tan fácilmente manipulados o tergiversados como los primeros. En la práctica ambos grupos de temas, MÁSCARAS y ELUSIONES, operan de manera combinada. Las ELUSIONES son los más importantes para comprender en todo su alcance cómo se ejerce la dominación global hollycapitalista hoy. De ahí que tiendan a ser eludidos en los movimientos pretendidamente izquierdistas. Pero si esto es posible es en buena medida porque las MÁSCARAS, como indica el término, no solo enmascaran su la verdadera intención, sino que también crean cortinas de humo para que no se trate de los temas importantes.
En todo caso es importante comprender que muchos de los temas de los que nos vamos a ocupar tienden a cambiar radicalmente de sentido en función de la escala a la que se implementen. Esto es, a menudo las iniciativas, ideas, movimientos, activismos, etc., no son positivos o negativos de manera absoluta por su contenido, sino por el tamaño de sus estructuras y la manera en que las grandes estructuras son recuperadas, infiltradas y manipuladas por el poder.
MÁSCARAS
01. El anti-capitalismo. Una de las claves para desenmascar estos movimientos es que critican el capitalismo, el neoliberalismo, a las élites, a la “casta”, a los bancos, al sistema de deuda, etc., pero lo hacen superficialmente. Es verdad que han actualizado en parte su discurso y en lugar de confrontar capitalista-trabajador ahora presentan oposiciones tales como acreedor-deudor, élites-ciudadanía, etc. Pero en general siguen en el marco del pensamiento marxista que pretende explicar y reformar el sistema en términos de estructura. Con ello eluden el fondo de la cuestión, que es que la dominación capitalista fundamental, y especialmente la hollycapitalista de hoy, se ejerce en última instancia al margen de la estructura económica, en el ámbito de la guerra, la inteligencia, la criminalidad, la impunidad, el secretismo y la conspiración.
02. El globalismo. Todo lo que lleve el adjetivo “global” debe despertar nuestras sospechas. Toda una serie de iniciativas “globales” que se presentan como humanitarias, ecológicas, justas, redistributivas, fiscalizadoras, etc., son máscaras que esconden una lógica muy simple, que es que cuanto mayor sea el alcance de las estructuras de poder mayor será su capacidad para imponerse de manera violenta sobre todos aquellos que se opongan a ellas. El globalismo es un eufemismo de imperialismo, y no hay nada que haga pensar que el imperio global de hoy sea distinto del resto de imperios históricos. Solo ha desarrollado mecanismos más sutiles para enmascararse.
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03. El soberanismo. Hoy el pulso fundamental se está manteniendo entre los estados-nación, en particular los BRICS, y las estructuras globalistas. Esto significa que todo lo que debilite a los estados-nación tenderá a reforzar las estructuras globales. El poder es una hidra con numerosas cabezas. Opera empujando alternativamente los dos platos de la balanza para desestabilizarla y aprovecharse de ello transformando las estructuras de dominación. Las transferencias de soberanía de los estados-nación al Nuevo Orden Mundial se están produciendo por arriba y por abajo, por la derecha y por la izquierda, desde los estados-nación hacia las estructuras transnacionales y hacia las regionales.
04. La transparencia y la corrupción. Muchos de estos movimientos pretenden luchar por una sociedad más transparente, aparentan combatir la corrupción en las estructuras de poder. El problema es que, de nuevo, tienden a poner el acento en la transparencia y en la corrupción de los políticos y de los estados-nación, y no en el complejo entramado que está por encima de ellos. De esta manera estas iniciativas contribuyen en última instancia a debilitar las estructuras estatales y con ello a reforzar la opacidad y la corrupción de las estructuras transnacionales.
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05. La horizontalidad. Es necesario comprender que las estructuras horizontales no se oponen a la verticales, como nos pretenden hacer creer. Las estructuras horizontales encubren también mecanismos de dominación verticales y centralizados, solo que más sofisticados y más sutiles que los tradicionales. En el fondo la lógica es similar a la del intercambio mercantil, que aparenta ser horizontal, libre, regulado espontáneamente por la oferta y la demanda, cuando en la práctica está tensada permanentemente por la asimetría del poder, basada en la apropiación de recursos naturales, energéticos, en la creación de dinero fiduciario, de información, etc. La horizontalidad también es una apariencia en la medida en que el poder infiltra agentes o colaboradores en la estructura aparentemente. Tanto más fácilmente cuanto más horizontal es la estructura. Wikipedia es el mejor ejemplo de esta falsa horizontalidad, como una iniciativa solo en parte horizontal, colaborativa, etc., pero en la que la información más sensible es manipulada, tergiversada y censurada desde los centros de poder globales.
06. La participación. Este tema está estrechamente vinculado al anterior. Los movimientos participativos, colaborativos, asamblearios, voluntarios, no mercantiles, etc., pueden ser enriquecedores a un cierto nivel, pero pueden servir también como dispositivos de amortiguación y recuperación que mantienen ocupados a los participantes y evitan que se impliquen en los temas fundamentales. Pretenden ser movimientos autónomos pero en la práctica siguen dependiendo de las estructuras de dominación globales. La clave para valorar estas iniciativas es hasta qué punto contribuyen, aunque sea indirectamente, a la dominación hollycapitalista, hasta qué punto, tras las máscaras de la cooperación, lo común, lo libre, etc., lo que está en juego es la apropiación del trabajo, las ideas y las energías de la ciudadanía por parte del gran capital.
07. La sostenibilidad. La sostenibilidad, el ecologismo, lo verde, lo biológico, etc., pueden ser iniciativas loables siempre que actúen a la escala local o regional, que desafíen verdaderamente a las estructuras de dominación global. Como decíamos, hay que valorarlas en función de la escala y el verdadero impacto que tienen en otras escalas del sistema. La sostenibilidad y el ecologismo considerados a gran escala encubren la desindustrialización de los centros, la dependencia de estructuras de producción y distribución globales, la implementación de mecanismos de control de las periferias desde los centros. En última instancia, la sostenibilidad a la escala global encubre la agenda eugenésica de las élites hollycapitalistas.
08. El humanitarismo y el antirazismo. De nuevo estos temas suelen ser utilizados por el sistema como caballos de Troya. El humanitarismo está siendo utilizado sistemáticamente para legitimar guerras, en el colmo de la hipocresía hollycapitalista, según la cual los cazas de combate y las bombas protegen a los seres humanos. El antirazismo es otra coartada para que las masas acepten y contribuyan a las dinámicas de destrucción de las tradiciones, de las identidades, de las idiosincrasias, de las particularidades, de las diferentes culturas, razas, naciones y religiones. La mezcla racial, cultural y religiosa está siendo uno de los mecanismos fundamentales utilizados por las élites globalistas para desestructurar profundamente y destruir el alma colectiva de los pueblos, y con ello su capacidad de resistencia. La mezcla social, ingenierizada al más alto nivel, crea el caldo de cultivo para, en el momento necesario, canalizar el descontento de las mayorías a través de las minorías, para catalizar procesos de desestabilización, para instigar guerras civiles.
09. El transgenerismo. Se trata de una estrategia similar a la anterior, que encubre la desestructuración de las sociedades tradicionales y la destrucción de formas de vida moderadas, virtuosas, equilibradas, naturales, fértiles. Tras la máscara de la relaciones homosexuales, bisexuales y transexuales se esconde algo tan crucial como es el socavamiento de la moral y del sentido común, la desintegración del complejo erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. Como en el caso del humanitarismo y del antirazismo mal entendidos, la ideología transgénero es el caballo de Troya para la destrucción de las estructuras sociales más fundamentales, que son las que mejor pueden hacer frente a la agenda distópica globalista. En última instancia se trata de una forma de eugenesia encubierta de la que los propios ciudadanos son víctimas, en el momento en que optan “voluntariamente” a renunciar a conformar seres sociales a un tiempo naturales y culturales. El movimiento LGBT, a pesar de ser relativamente minoritario, desempeña un papel fundamental en el conjunto de las sociedades hollycapitalistas, como vanguardia “transgresora” que sirve de referencia para el resto de las “opciones” sexuales.
10. El feminismo y la violencia de género. Como el movimiento transgénero, el feminismo y las campañas hollycapitalistas de violencia de género operan como vanguardias sociales, generando un gran efecto en el conjunto de la ciudadanía. Su impacto es especialmente marcado en los niños y los jóvenes, minando las bases morales de las sociedades a largo plazo. Suelen ser considerados formas de ingeniería social, pero lo cierto es que se basan en mecánicas propiamente religiosas y rituales, lo que refuerza aún más su capacidad para transformar profundamente a la sociedad. Como el movimiento LGBT, con el que se producen importantes intercambios, el feminismo y la violencia de género contribuyen de manera encubierta a la desestructuración de las sociedades tradicionales, la familia, la pareja, e, insistimos, la desintegración del complejo erotismo-amor-sexualidad-fertilidad-crianza. En última instancia contribuyen a la agenda hollycapitalista de mercantilización y apropiación de la fertilidad humana, a la transformación del ser humano en ganado-mercancía.
11. La cultura. La llamada “cultura”, esto es, la industria del espectáculo, es uno de los elementos de dominación centrales en el hollycapitalismo. De hay que hayamos acuñado este término de hollycapitalismo, que creemos más apropiado que los de capitalismo tardío o cognitivo. Con él nos referimos no solo a Hollywood en particular, sino a la dimensión hollywoodense que atraviesa todo el sistema. Esta dimensión hollywoodense es también crucial para comprender los movimientos pretendidamente izquierdistas, pues remite a la misma mecánica de fondo de generar mucho ruido y mucho espectáculo pero eludir los temas importantes.
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12. El estilo. Vinculado con el tema anterior, las falsas izquierdas suelen recurrir a todo tipo de estrategias de estilo para aparentar lo que no son, que abarcan el aspecto, la forma de vestir, el peinado, la forma de hablar, el tipo de lenguaje o términos utilizados, que tenderán a distanciarse lo más posible de los códigos conservadores o de derechas. Los medios de desinformación explotan estas aparentes contradicciones, presentando las rastas o las camisas de cuadros de unos en contraposición a los trajes y las corbatas de otros, mientras los temas fundamentales que transformarían el statu quo se eluden. La combatividad aparente forma parte de esta estrategia de estilo.
ELUSIONES
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13. El dinero fiduciario. Esta es una de las claves de bóveda de la dominación imperial hollycapitalista. De nuevo hay que hablar de hollycapitalismo porque el dinero es la mayor de las ficciones del sistema. Comprender los mecanismos de creación de dinero fiduciario por parte de los bancos centrales, la deuda soberana y el sistema de reserva fraccionaria, en sus vinculaciones con la geopolítica global, el control de los recursos energéticos y las guerras de divisas, es fundamental para comprender el funcionamiento del sistema. Así como el hecho de que toda esta mecánica escapa por completo al poder de la mayoría de los estados y es de hecho uno de los mecanismos a través de los cuales estos son controlados por los grandes capitales.
14. El reseteo monetario. Como correlato de la falta de comprensión, debate y denuncia del sistema monetario fiduciario, las falsas izquierdas eluden tratar de la situación crítica de bancarrota en que hoy nos encontramos, del hecho de que esta situación nos llevará tarde o temprano a un reseteo monetario global o a una tercera guerra mundial. Junto a ello las falsas izquierdas tenderán a eludir todo lo relacionado con los metales preciosos y su utilización milenaria como respaldo de monedas. Sobre todo teniendo en cuenta que este es el modelo que defienden los BRICS y que está siendo motivo de confrontación feroz al más alto nivel.
15. La tercera guerra mundial. Según muchos analistas estamos ya inmersos en los prolegómenos de una tercera mundial, que se está librando ya entre el imperio atlantista-sionista y los BRICS en forma de guerra de divisas, devaluación del petroleo, sanciones, pretendidos accidentes industriales y de aviación, guerra de propaganda y otras formas de guerra no convencional. En la práctica las grandes potencias están enfrentándose indirectamente a través de fuerzas de terceros países o de ejércitos proxy. Este tema tiende a ser eludido por las falsas izquierdas, así como el papel que los diversos estados desempeñan en el entramado global de alianzas, convenios y ejercicios militares, de manera que en el caso más que probable de una escalada del conflicto global los posicionamientos de cada estado serán ya difícilmente modificables.
16. El terrorismo. Como una de las formas fundamentales de guerra no convencional, el verdadero alcance del terrorismo internacional es otra de las piedras de toque de las falsas izquierdas. Estas tienden a adoptar la narrativa oficial según la cual los estados occidentales son los “buenos” y los terroristas son los “malos”. Como mucho reconocerán el papel que estados totalitarios aliados de Occidente como Israel, Arabia Saudí y Turquía juegan en esta guerra proxy. Pero pocos movimientos de izquierda llegarán a comprender, reconocer y denunciar que el terrorismo internacional es hoy uno de los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales, controlado de diversas maneras por las agencias de inteligencia occidentales (CIA, MI6, Mossad y otras), y utilizado en un amplio rango de operaciones que van desde la presión política y geopolítica, la desestabilización a la guerra civil, así como en atentados de bandera falsa en los propios estados que controlan el terrorismo para legitimar la implementación de estados policiales, dictaduras y en general la agenda globalista.
17. Las crisis ingenierizadas. Junto al terrorismo de estado encubierto toda una serie de fenómenos que hoy padecemos son en su mayor parte crisis híbridas, en parte espontáneas y en parte ingenierizadas. Tras la segunda guerra mundial, las guerras convencionales (hasta la de tercera generación) tienden a desaparecen y a ser sustituidas por guerras no convencionales, híbridas o asimétricas (de cuarta y quinta generación) enmascaradas detrás de estas crisis ingenierizadas de todo tipo: revoluciones de color, crisis migratorias ingenierizadas, golpes de estado encubiertos, “accidentes” tecnológicos y de transportes provocados, pandemias de laboratorio, manipulaciones climáticas, catástrofes “naturales” geoingenierizadas, etc. Lo que se echa en falta sistemáticamente en las pretendidas izquierdas es comprender y denunciar el papel que estas crisis ingenierizadas están desempeñando y seguirán haciéndolo en las próximas décadas en los mecanismos de dominación global y en la implementación del Nuevo Orden Mundial.
18. Los transgénicos. Se pueden considerar también una forma de guerra de cuarta y quinta generación, en la medida en que persiguen no solo la conquista del mercado global de alimentos, sino también la destrucción encubierta de la agricultura y la ganadería tradicionales. Pero lo que está en el trasfondo de los transgénicos es mucho más crucial, y pocos movimientos de izquierda están llegando tan lejos como para comprenderlo o reconocerlo. Y es que lo que se enmascara detrás de los organismos genéticamente modificados es la manipulación encubierta de la especie humana y, en última instancia, su transformación en ganado-mercancía.
19. El transhumanismo. Vinculado al anterior, el transhumanismo es otro de los caballos de Troya del sometimiento total del ser humano y su transformación en mercancía, en el marco de redes de inteligencia artificial y cibernéticas. La estrategia fundamental en este caso es presentarnos el transhumanismo como un “progreso” beneficioso para el hombre, en particular en el ámbito de la medicina o la asistencia en diversas actividades, pero utilizando esto como una cortina de humo para encubrir el proyecto de domesticación y control total de los cuerpos y de las mentes que esta agenda implica, mediante el uso de diversos dispositivos tales como microchips implantables y nanoparticulas inteligentes que ya invaden, controlan y manipulan nuestros órganos de manera encubierta.
20. La geoingeniería. Vinculada al resto de los temas, la geoingeniería es uno de los fenómenos más ausentes en los movimientos de falsa izquierda, y más importantes para la agenda de implementación del Nuevo Orden Mundial. Consiste en la fumigación generalizada de sustancias químicas, sintéticas y orgánicas, mediante estelas químicas o chemtrails, que generan las condiciones para proyectar ondas electromagnéticas desde estaciones tipo HAARP. Con ello puede manipularse el clima, generar sequías, inundaciones, huracanes, terremotos y maremotos, y modificar globalmente el clima. El cambio climático es un gran montaje hollycapitalista, creado en parte mediante geoingeniería, para el avance en la agenda globalista. Como decíamos, la geoingeniería permite también el control y la manipulación de las poblaciones mediante técnicas psicotrónicas, usando nanoparticulas inteligentes que invaden los cuerpos, afectan a funciones biológicas y neurológicas específicas, y contribuyen a domesticar o a instigar movimientos de masas.
21. La ingeniería social. Aunque ya hemos hablado de este tema al tratar sobre el transgenerismo, el feminismo y la violencia de género, merece la pena insistir en que la ingeniería social es uno de los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales. El frente fundamental de estas estrategias de transformación social son los medios de masas, las películas, las series, las redes sociales, pero también las instituciones culturales y educativas en las que esta agenda de manipulación y destrucción de las formas de vida tradicionales se presenta como “teoría”. Las formas de vida alternativas deben ser respetadas. Pero eso es una cosa y otra muy distinta hacer de la anomalía el paradigma.
22. El gobierno en la sombra. Las falsas izquierdas tienden a pasar por alto el papel central que las sociedades secretas, los gobiernos en la sombra, los estados profundos, las agencias de inteligencia, etc., desempeñan en la dominación global. El grado de infiltración de estas estructuras de poder en los estados, las instituciones, las iglesias, y en general las distintas organizaciones sociales, es fundamental para comprender como funciona el mundo. Como decíamos, pocos movimientos pretendidamente de izquierdas comprenden o quieren comprender que los mecanismos de dominación y de transformación hollycapitalistas dependen de estas estructuras ocultas, que operan detrás de las estructuras visibles del sistema, desde el secretismo, la amoralidad, la alegalidad, la impunidad y la criminalidad, al servicio del proyecto globalista.
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23. El Nuevo Orden Mundial. Esta es otra de las piedras de toque para reconocer los falsos movimientos de izquierda. El Nuevo Orden Mundial es el objetivo en el que confluyen las distintas agendas de los distintos ámbitos y a las distintas escalas. Se trata de un proceso de largo alcance, que se remonta al menos a la Ilustración, y que supone la instauración progresiva y continua, pero también escalonada, de este gobierno mundial, mediante la instigación de revoluciones de un signo y de otro, de guerras, el control de mecanismos mercantiles, financieros y monetarios, la ingenierización de shocks de todo tipo, etc.
24. El comunismo. En relación con la agenda secular del Nuevo Orden Mundial, como es evidente las falsas izquierdas no sabrán o no reconocerán que el comunismo ha sido en parte un fenómeno instigado por las sociedades secretas atlantistas-sionistas para catalizar conflictos mundiales, justificar la carrera armamentística, destruir culturas tradicionales milenarias como la rusa y la china, homogeneizar su nivel de desarrollo con el occidental. De hecho todo el izquierdismo en general puede ser interpretado como un fenómeno de disidencia controlada y de recuperación por parte de estas élites.
25. El nazismo y el antisemitismo. La demonización del nazismo es otra de las estrategias del imperio hollycapitalista para, asociándola a él, descalificar cualquier iniciativa de soberanía nacional que suponga una alternativa real al globalismo, basada en valores verdaderamente anti-hollycapitalistas, esto es, valores tradicionales, identitarios, raciales, espirituales, religiosos, es suma, valores propios de seres colectivos encarnados. Pocos movimientos de izquierda reconocerán que las élites atlantistas-sionistas instigaron tanto la revolución bolchevique como el nazismo alemán para desencadenar la segunda guerra mundial y resolver la crisis de 1929. La victimización de los judíos, las manipulaciones históricas y mediáticas de su genocidio, el abuso del concepto de antisemitismo, las leyes de excepción que los protegen, el poder desmedido de los grupos de presión sionistas, la proporción desmedida de sionistas en la política, la economía, la cultura y el espectáculo, el papel central de Israel en la geopolítica mundial, etc., son todos elementos fundamentales para comprender cómo funciona el imperio atlantista-sionista y elusiones habituales en los falsos movimientos de izquierda, a menudo financiados por entidades sionistas.
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26. La religiosidad. Ya hemos avanzado que que el hollycapitalismo no es solo un sistema económico o político sino también una religión en toda regla, pero que se enmascara detrás de un supuesto secularismo. Los mecanismos de dominación hollycapitalistas fundamentales, los atentados terroristas de bandera falsa, las catástrofes “naturales” geoingenierizadas, las pandemias de laboratorio, las campañas mediáticas de ingeniería social, los mecanismos de manipulación hollywoodense en todos los ámbitos, no pueden comprenderse en todo su alcance si no es como rituales religiosos hierogámicos y sacrificiales orquestados por las sociedades secretas atlantistas-sionistas que atesoran este conocimiento desde hace milenios, al margen de los mecanismos de adoctrinamiento de las instituciones oficiales.
27. La exopolítica. Por último, el tema más tabú, más desconocido, más resbaladizo, en el que pocos se atreven a adentrarse, es el de la interacción de la raza humana con otras razas o entidades alienígenas o extraterrestres. El tema es más político de lo que parece a primera vista en la medida en que estas entidades alienígenas o extraterrestres estarían influyendo decididamente en los desarrollos humanos. Este tema podría ser utilizado también como una coartada para crear un evento de bandera falsa de gran alcance que sirviese para manipular a las masas de cara a la implementación del Nuevo Orden Mundial.
Referencias: Juan Aguilar, Malco Arija, Jane Burgermeister, La Caja de Pandora, José Luis Camacho, Luis Carlos Campos, Miguel Celades, Michel Chossudovsky, Jacob Cohen, William Cooper, Paul Craig Roberts, Manlio Dinucci, William Engdahl, Eladio Fernández, Benjamin Fulford, Manuel Freytas, Manuel Galiana, Jesús García Blanca, José Alfonso Hernando, Pierre Hillard, David Icke, Alfredo Jalife-Rahme, Thierry Meyssan, Rafael Palacios, Josep Pàmies, María del Prado Esteban, Jon Rappoport, El Robot Pescador, Félix Rodrigo Mora, Enrique Romero, Adrián Salbuchi, Alain Soral, Fritz Springmeier, Webster Tarpley, Pedro Varela, etc.
Pedro Bustamante es investigador independiente, arquitecto y artista. Su obra El imperio de la ficción: Capitalismo y sacrificios hollywoodensesha sido publicada recientemente en Ediciones Libertarias.http://deliriousheterotopias.blogspot.com/

Otra vaciada de la caja de las pensiones

Mariano Rajoy ordena retirar otros 3.750 millones más de la hucha de las pensiones Por tercer año consecutivo, el Gobierno del PP retira 3.750 millones más de la hucha de las pensiones para poder abonar la paga extraordinaria del mes de julio. El anterior Presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en 2011 había dejado la hucha de las pensiones con 66.814 millones de euros y en tres años Mariano Rajoy la ha reducido a 39.520 millones, es decir ha sacado 27.294 millones de euros. Cuando el empleo que se crea es tan inestable y tiene unos salarios tan miserables, el resultado es enriquecimiento de las empresas y empobrecimiento para el resto de la sociedad y desaparición paulatina de servicios sociales: sanidad, educación, pensiones, dependencia... ecorepublicano.es

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