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12 de junio de 2016

Documento 26 - 31 Los Espíritus Ministrantes del Universo Central

Documento 26

Los Espíritus Ministrantes del Universo Central


(285.1) 26:0.1 LOS supernafines son los espíritus ministrantes del Paraíso y del universo central; son la orden más elevada del grupo más bajo de los hijos del Espíritu Infinito —las huestes angélicas. Estos espíritus ministrantes han de encontrarse desde la Isla del Paraíso hasta los mundos del espacio y del tiempo. Ninguna porción importante de la creación organizada y habitada carece de sus servicios.

1. Los Espíritus Ministrantes

(285.2) 26:1.1 Los ángeles son los asociados espirituales ministrantes de las criaturas volitivas evolutivas y ascendentes de todo el espacio; también son los colegas y asociados de trabajo de las huestes más elevadas de las personalidades divinas de las esferas. Los ángeles de todas las órdenes son personalidades definidas y altamente individualizadas. Todos ellos tienen una amplia capacidad para la apreciación de las ministraciones de los directores de reversión. Juntamente con las Huestes de Mensajeros del Espacio, los espíritus ministrantes disfrutan de temporadas de descanso y cambio; poseen naturalezas muy sociables y tienen una capacidad de asociación que trasciende en mucho la de los seres humanos.
(285.3) 26:1.2 Los espíritus ministrantes del gran universo se clasifican como sigue:
(285.4) 26:1.3 1. Supernafines.
(285.5) 26:1.4 2. Seconafines.
(285.6) 26:1.5 3. Terciafines.
(285.7) 26:1.6 4. Omniafines.
(285.8) 26:1.7 5. Serafines.
(285.9) 26:1.8 6. Querubines y Sanobines.
(285.10) 26:1.9 7. Seres Intermedios.
(285.11) 26:1.10 Los miembros de las órdenes angélicas no son completamente estacionarios en cuanto a su estado personal en el universo. Los ángeles de ciertas órdenes pueden transformarse en Compañeros Paradisiacos durante una temporada; algunos se tornan Registradores Celestiales; otros ascienden a las filas de los Asesores Técnicos. Algunos de entre los querubines pueden aspirar al estado y destino seráfico, mientras que los serafines evolutivos pueden alcanzar los niveles espirituales de los Hijos de Dios ascendentes.
(285.12) 26:1.11 Las siete órdenes de espíritus ministrantes, según se revela, están agrupadas para su presentación de acuerdo con sus funciones de mayor importancia para con las criaturas ascendentes:
(285.13) 26:1.12 8. Los Espíritus Ministrantes del Universo Central. Las tres órdenes de supernafines sirven en el sistema Paraíso-Havona. Los supernafines primarios o del Paraíso son creados por el Espíritu Infinito. Las órdenes secundarias y terciarias, que sirven en Havona, son respectivamente los vástagos de los Espíritus Rectores y de los Espíritus de los Circuitos.
(286.1) 26:1.13 9. Los Espíritus Ministrantes de los Superuniversos: los seconafines, los terciafines y los omniafines. Los seconafines, hijos de los Espíritus Reflexivos, sirven de diversos modos en los siete superuniversos. Los terciafines, de origen en el Espíritu Infinito, se dedican con el tiempo al servicio de enlace de los Hijos Creadores y los Ancianos de los Días. Los omniafines son creados conjuntamente por el Espíritu Infinito y los Siete Ejecutivos Supremos, y son los servidores exclusivos de estos últimos. La discusión de estas tres órdenes es el tema de una narrativa próxima en esta serie.
(286.2) 26:1.14 10. Los Espíritus Ministrantes de los Universos Locales comprenden a los serafines y a sus asistentes, los querubines. Los mortales ascendentes tienen un contacto inicial con estos vástagos de un Espíritu Materno Universal. Las criaturas intermedias, de natividad en los mundos habitados, no son en realidad órdenes angélicas propiamente dichas, aunque frecuentemente se agrupan funcionalmente con los espíritus ministrantes. Su historia, con un recuento de los serafines y querubines, se presenta en aquellas narrativas que tratan de los asuntos de vuestro universo local.
(286.3) 26:1.15 Todas las órdenes de las huestes angélicas están dedicadas a los diversos servicios universales y ministran de una manera u otra a las órdenes más elevadas de los seres celestiales; pero son los supernafines, seconafines y serafines quienes, en grandes números, están empleados en el fomento del esquema ascendente de la perfección progresiva para los hijos del tiempo. Funcionando en el universo central, los superuniversos y los universos locales, ellos forman esa cadena ininterrumpida de ministros espirituales que el Espíritu Infinito ha provisto para la ayuda y guía de todos los que buscan conseguir al Padre Universal a través del Hijo Eterno.
(286.4) 26:1.16 Los supernafines están limitados en cuanto a «polaridad espiritual» tan sólo en una fase de acción, la con el Padre Universal. Pueden trabajar a solas excepto cuando emplean directamente los circuitos exclusivos del Padre. Cuando están en recepción de poder por ministerio directo del Padre, los supernafines deben asociarse voluntariamente en pares para poder funcionar. Los seconafines están limitados del mismo modo y además deben trabajar en pares para sincronizar con los circuitos del Hijo Eterno. Los serafines pueden trabajar a solas como personalidades discretas y localizadas, pero tan sólo pueden estar en circuito cuando están polarizados como pares de enlace. Cuando estos seres espirituales se asocian en pares, el uno se considera complementario del otro. Las relaciones complementarias pueden ser transitorias; no son necesariamente de naturaleza permanente.
(286.5) 26:1.17 Estas brillantes criaturas de luz se sostienen directamente por la incorporación de la energía espiritual de los circuitos primarios del universo. Los mortales de Urantia deben obtener energía y luz a través de la encarnación vegetativa, pero las huestes angelicales pueden tener acceso al circuito; tienen «alimento que vosotros no conocéis». También comparten de las enseñanzas circulantes de los maravillosos Hijos Instructores Trinitarios; tienen una recepción de conocimiento y una absorción de sabiduría que se asemeja mucho a su técnica de asimilación de la energía vital.

2. Los Poderosos Supernafines

(286.6) 26:2.1 Los supernafines son ministros peritos para todo tipo de ser que residen en el Paraíso y en el universo central. Estos elevados ángeles son creados en tres órdenes principales: primaria, secundaria y terciaria.
(287.1) 26:2.2 Los supernafines primarios son los vástagos exclusivos del Creador Conjunto. Reparten su ministerio en forma casi igual entre ciertos grupos de Ciudadanos del Paraíso y el cuerpo en constante aumento de los peregrinos ascendentes. Estos ángeles de la Isla Eterna son altamente eficaces en fomentar la capacitación esencial de ambos grupos de habitantes del Paraíso. Contribuyen mucho de lo que es útil para la comprensión mutua de estas dos órdenes singulares de criaturas del universo — siendo la una el tipo más elevado de criatura volitiva divina y perfecta, y la otra, la evolución perfeccionada del tipo más bajo de criatura volitiva en todo el universo de los universos.
(287.2) 26:2.3 La tarea de los supernafines primarios es tan singular y distintiva que se la considerará separadamente en la narrativa siguiente.
(287.3) 26:2.4 Los supernafines secundarios son los directores de los asuntos de los seres ascendentes en los siete circuitos de Havona. Se ocupan igualmente de ministrar a la capacitación instruccional de las numerosas órdenes de Ciudadanos del Paraíso que moran por largos períodos en los circuitos de los mundos de la creación central, pero no podemos hablar de esta fase de su servicio.
(287.4) 26:2.5 Hay siete tipos de estos ángeles elevados, originándose cada uno en uno de los Siete Espíritus Rectores y de naturaleza correspondientemente similar. Colectivamente, los Siete Espíritus Rectores crean muchos grupos diferentes de seres y entidades únicos, y los miembros individuales de cada orden son comparativamente uniformes en su naturaleza. Pero cuando estos mismos Siete Espíritus crean individualmente, las órdenes resultantes son siempre de naturaleza séptuple; los hijos de cada Espíritu Rector comparten la naturaleza de su creador y consiguientemente son distintos de los demás. Tal es el origen de los superafines secundarios, y los ángeles de los siete tipos creados funcionan en todos los canales de actividad abiertos a su entera orden, principalmente en los siete circuitos del divino universo central.
(287.5) 26:2.6 Cada uno de los siete circuitos planetarios de Havona está bajo la supervisión di-recta de uno de los siete espíritus de los circuitos, siendo ellos mismos una creación colectiva —y por lo tanto uniforme— de los Siete Espíritus Rectores. Aunque comparten la naturaleza de la Tercera Fuente y Centro, estos siete Espíritus subsidiarios de Havona no fueron parte del universo de modelo original. Entraron en función después de la creación original (eterna) pero mucho antes de los tiempos de Grandfanda. Indudablemente aparecieron como respuesta creativa de los Espíritus Rectores al propósito emergente del Ser Supremo, y fueron descubiertos en función cuando se organizó el gran universo. El Espíritu Infinito y todos sus asociados creativos, como coordinadores universales, parecen abundar en la capacidad de formular respuestas creativas adecuadas a los desarrollos simultáneos en las Deidades experienciales y en los universos en evolución.
(287.6) 26:2.7 Los supernafines terciarios se originan en estos Siete Espíritus de los Circuitos. A cada uno de ellos, en un circuito separado de Havona, el Espíritu Infinito le ha dado poder para crear un número suficiente de altos ministros superáficos de la orden terciaria como para satisfacer las necesidades del universo central. Aunque los Espíritus del Circuito produjeron comparativamente pocos de estos ministros angélicos antes de la llegada a Havona de los peregrinos del tiempo, los Siete Espíritus Rectores no comenzaron siquiera la creación de los supernafines secundarios hasta la llegada de Grandfanda. Por lo tanto, se consideran aquí primero los supernafines terciarios, siendo éstos los más antiguos de las dos órdenes.

3. Los Supernafines Terciarios

(288.1) 26:3.1 Estos servidores de los Siete Espíritus Rectores son los especialistas angélicos de los varios circuitos de Havona, y su ministerio se extiende tanto a los peregrinos ascendentes del tiempo como a los peregrinos descendentes de la eternidad. En los mil millones de mundos de estudio de la perfecta creación central, vuestros asociados superáficos de todas las órdenes os serán plenamente visibles. Allí todos vosotros seréis, en el sentido más elevado, seres fraternales y comprensivos de contacto y compasión mutua. También reconoceréis plenamente y fraternizaréis exquisitamente con los peregrinos descendentes, los Ciudadanos del Paraíso, quienes atraviesan estos círculos de dentro hacia afuera, entrando a Havona a través del mundo piloto del primer circuito y procediendo hacia afuera hasta el séptimo.
(288.2) 26:3.2 Los peregrinos ascendentes de los siete superuniversos pasan a través de Havona en el sentido opuesto, entrando por vía del mundo piloto del último círculo y procediendo hacia adentro. No hay límite temporal establecido para el progreso de las criaturas ascendentes de mundo en mundo y de circuito en circuito, así como tam-poco existe un período fijo de tiempo asignado arbitrariamente a la residencia en los mundos morontiales. Pero, aunque algunos individuos desarrollados en forma adecuada pueden estar exentos de la estadía en uno o más de los mundos de capacitación del universo local, ningún peregrino podrá evitar pasar a través de los siete circuitos de Havona de espiritualización progresiva.
(288.3) 26:3.3 Ese cuerpo de supernafines terciarios que está asignado principalmente al servicio de los peregrinos del tiempo se clasifica como sigue:
(288.4) 26:3.4 1. Los Supervisores de la Armonía. Es evidente que algún tipo de influencia coordinadora es necesaria, aun en la perfecta Havona, para mantener el sistema y asegurar la armonía en todo el trabajo de preparación de los peregrinos del tiempo para sus subsiguientes logros en el Paraíso. Tal es la misión real de los supervisores de la armonía —mantener todo en progreso y sin obstáculos. Se originan en el primer circuito y sirven en todo Havona, y su presencia en los circuitos significa que nada puede sufrir deslices. Tienen una gran habilidad para coordinar una diversidad de actividades que comprenden personalidades de distintas órdenes —aun de niveles múltiples— permite a estos supernafines asistir donde quiera y cuando quiera se los necesite. Contribuyen enormemente a la comprensión mutua de los peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad.
(288.5) 26:3.5 2. Los Registradores Principales. Estos ángeles son creados en el segundo circuito pero operan en todos lados en el universo central. Registran en triplicado, ejecutando expedientes para los archivos literales de Havona, para los archivos espirituales de su orden, y para los registros normales del Paraíso. Además transmiten automáticamente las transacciones de importancia en cuanto al conocimiento verdadero a las bibliotecas vivientes del Paraíso, los custodios del conocimiento de la orden primaria de los supernafines.
(288.6) 26:3.6 3. Los Locutores. Los Hijos del tercer Espíritu de los Circuitos funcionan en toda Havona, aunque su estación oficial está ubicada en el planeta número setenta en el círculo más exterior. Estos técnicos decanos son los receptores y enviadores de transmisiones de la creación central y los directores de los informes espaciales de todos los fenómenos de la Deidad en el Paraíso. Pueden operar todos los circuitos básicos del espacio.
(288.7) 26:3.7 4. Los Mensajeros. Se originan en el circuito número cuatro. Viajan por el sistema entero del Paraíso-Havona como portadores de todo mensaje que requiere transmisión personal. Sirven a sus semejantes, las personalidades celestiales, los peregrinos del Paraíso, y aun a las almas ascendentes del tiempo.
(289.1) 26:3.8 5. Los Coordinadores de la Información. Estos supernafines terciarios, hijos del quinto Espíritu de los Circuitos, son siempre los promotores sabios y compasivos de la asociación fraternal entre los peregrinos ascendentes y los descendentes. Ministran a todos los habitantes de Havona, y especialmente a los ascendentes, manteniéndolos informados sobre los asuntos del universo de los universos. En virtud de los contactos personales con los emisores y los reflectores, estos «periódicos vivientes» de Havona conocen instantáneamente toda información que pasa por los vastos circuitos de noticias del universo central. Obtienen la información mediante el método gráfico de Havona, que les permite asimilar automáticamente, en una hora del tiempo de Urantia, una cantidad de información que requeriría mil años para ser registrada mediante vuestra técnica telegráfica más rápida.
(289.2) 26:3.9 6. Las Personalidades de Transporte. Estos seres, que se originan en el circuito número seis, generalmente operan a partir del planeta número cuarenta en el circuito más exterior. Son quienes llevan a los candidatos desalentados que fracasan transitoriamente en la aventura de la Deidad. Se mantienen prontos para servir a todos los que deben venir e ir en el servicio de Havona, y que no están atravesando el espacio.
(289.3) 26:3.10 7. El Cuerpo de Reserva. Las fluctuaciones en el caudal de trabajo con los seres ascendentes, los peregrinos del Paraíso y otras órdenes de seres residentes en Havona, obligan a mantener estas reservas de supernafines en el mundo piloto del séptimo círculo, en el que se originan. Son creados sin designios especiales y son competentes para hacerse cargo del servicio en las fases menos exigentes de cualquiera de los deberes de los asociados superáficos de la orden terciaria.

4. Los Supernafines Secundarios

(289.4) 26:4.1 Los supernafines secundarios son ministros de los siete circuitos planetarios del universo central. Parte de ellos se dedica al servicio de los peregrinos del tiempo y la mitad de toda la orden es asignada a la capacitación de los peregrinos paradisiacos de la eternidad. Los voluntarios del Cuerpo de los Mortales de la Finalidad también ayudan a estos Ciudadanos del Paraíso en su peregrinaje a través de los circuitos de Havona, un arreglo que se ha mantenido desde que se completó el primer grupo de finalistas.
(289.5) 26:4.2 De acuerdo con sus asignaciones periódicas al ministerio de los peregrinos ascendentes, los supernafines secundarios trabajan en los siguientes siete grupos:
(289.6) 26:4.3 1. Ayudantes de los Peregrinos.
(289.7) 26:4.4 2. Guías de la Supremacía.
(289.8) 26:4.5 3. Guías de la Trinidad.
(289.9) 26:4.6 4. Los que Hallan al Hijo.
(289.10) 26:4.7 5. Guías del Padre.
(289.11) 26:4.8 6. Asesores y Consejeros.
(289.12) 26:4.9 7. Complementos del Reposo.
(289.13) 26:4.10 Cada uno de estos grupos de trabajo contiene ángeles de los siete tipos creados, y un peregrino del espacio siempre recibe la enseñanza de un supernafín secundario de origen en el Espíritu Rector que preside el superuniverso en el que naciera ese peregrino. Cuando vosotros los mortales de Urantia lleguéis a Havona, sin duda alguna seréis piloteados por supernafines cuyas naturalezas creadas —como es vuestra propia naturaleza evolutiva— se derivan del Espíritu Rector de Orvonton. Puesto que vuestros tutores surgen del Espíritu Rector de vuestro propio superuniverso, están particularmente calificados para comprenderos, consolaros y asistiros en todos vuestros esfuerzos por obtener la perfección paradisiaca.
(290.1) 26:4.11 Las personalidades de transporte de la orden primaria de los seconafines que ope-ran desde las sedes centrales de los siete superuniversos transportan a los peregrinos del tiempo más allá de los cuerpos oscuros de gravedad de Havona, al circuito planetario exterior. No todos, pero la mayoría de los serafines de servicio planetario y en los universos locales que han sido acreditados para la ascensión al Paraíso se separará de sus asociados mortales antes del largo viaje a Havona y comenzarán inmediatamente un prolongado período de intensa capacitación para la asignación excelsa, anticipando lograr, como serafines, la perfección de existencia y la supremacía de servicio. Esto lo hacen ellos, esperando volver a reunirse con los peregrinos del tiempo, para contarse entre aquellos que por siempre siguen el curso de dichos mortales que han logrado el Padre Universal y han recibido asignación a un servicio no revelado del Cuerpo de la Finalidad.
(290.2) 26:4.12 El peregrino llega al planeta de recepción de Havona, el mundo piloto del séptimo circuito, con una sola dote de perfección, perfección de propósito. El Padre Universal ha decretado: «Sed perfectos, así como yo soy perfecto». Ésa es la invitación-mandato asombrosa transmitida a los hijos finitos de los mundos del espacio. La promulgación de ese mandato ha estremecido a la creación entera en el esfuerzo cooperativo de los seres celestiales para ayudar a conducir a su satisfacción y realización ese extraordinario mando de la Primera Gran Fuente y Centro.
(290.3) 26:4.13 Cuando, mediante y a través del ministerio de todas las huestes de ayudantes del esquema universal de supervivencia, finalmente sois depositados sobre el mundo de recepción de Havona, llegáis tan sólo con un tipo de perfección: perfección de propósito. Vuestro propósito se ha comprobado plenamente; vuestra fe ha sido probada. Se sabe que estáis a prueba de desilusiones. Ni siquiera el fracaso de percibir al Padre Universal podrá sacudir la fe ni alterar seriamente la confianza de un mortal ascendente que ha pasado a través de la experiencia que todos deben atravesar para lograr las esferas perfectas de Havona. Para cuando alcancéis Havona, vuestra sinceridad se habrá vuelto sublime. La perfección de propósito y la divinidad de deseo, con constancia de fe han asegurado vuestro ingreso en las moradas establecidas de la eternidad; vuestra liberación de las incertidumbres del tiempo es plena y completa; ahora debéis enfrentaros con los problemas de Havona y las inmensidades del Paraíso, para encontraros con aquello para lo cual por tanto tiempo os habéis estado capacitando en las épocas experienciales del tiempo en los mundos escuela del espacio.
(290.4) 26:4.14 La fe ha hecho ganar al peregrino ascendente el propósito de perfección que ad-mite a los hijos del tiempo hasta las compuertas de la eternidad. Ahora los ayudantes de los peregrinos deben comenzar su trabajo para desarrollar esa perfección de comprensión y esa técnica de entendimiento que son tan indispensables para la perfección paradisiaca de la personalidad.
(290.5) 26:4.15 La habilidad para comprender es el pasaporte mortal al Paraíso. El deseo de creer es la llave de Havona. La aceptación de la filiación, la cooperación con el Ajustador residente, es el precio de la supervivencia evolutiva.

5. Los Ayudantes de los Peregrinos

(291.1) 26:5.1 El primero de los siete grupos de supernafines secundarios que se encuentra es el de los ayudantes de los peregrinos, esos seres de entendimiento rápido y amplia compasión que le dan la bienvenida a los muy viajados ascendentes del espacio a los mundos estabilizados y la economía estable del universo central. Simultáneamente comienzan estos altos ministros su trabajo para los peregrinos del Paraíso de la eternidad, el primero de los cuales llegó al mundo piloto del circuito interno de Havona coincidencialmente con la llegada de Grandfanda en el mundo piloto del circuito exterior. En aquellos lejanos días los peregrinos del Paraíso y los peregrinos del tiempo se encontraban primero en el mundo de recepción del circuito número cuatro.
(291.2) 26:5.2 Estos ayudantes de peregrinos, que actúan en el séptimo círculo de los mundos de Havona, llevan a cabo su tarea para los mortales ascendentes en tres divisiones principales: primero, la comprensión suprema de la Trinidad del Paraíso; segundo, la comprensión espiritual de la asociación Padre-Hijo; y tercero, el reconocimiento intelectual del Espíritu Infinito. Cada una de estas fases de instrucción se divide en siete ramas de doce divisiones menores de setenta grupos subsidiarios y cada uno de estos setenta grupos subsidiarios de instrucción se presenta en mil clasificaciones. Se proporciona una instrucción más detallada en los círculos subsiguientes, pero los ayudantes de los peregrinos enseñan un bosquejo de cada requisito del Paraíso.
(291.3) 26:5.3 Ése es pues el curso primario o elemental que enfrenta a los peregrinos de fe comprobada y que tanto han viajado en el espacio. Pero mucho antes de llegar a Havona, esos hijos ascendentes del tiempo han aprendido a disfrutar de la incertidumbre, alimentarse de la desilusión, entusiasmarse frente a la derrota aparente, vigorizarse en presencia de dificultades, exhibir valor indomable frente a la inmensidad, y ejercer una fe inconquistable al enfrentarse con los desafíos de lo inexplicable. Por mucho tiempo, el grito de batalla de estos peregrinos ha sido: «Juntamente con Dios, nada —absolutamente nada— es imposible».
(291.4) 26:5.4 Existen requisitos definidos para los peregrinos del tiempo en cada uno de los círculos de Havona; y aunque cada peregrino continúa bajo el tutelaje de los supernafines adaptados, por su naturaleza, a ayudar a ese tipo particular de criatura ascendente, el curso que se debe aprender ha de ser relativamente uniforme para todos los ascendentes que alcanzan el universo central. Este curso de logro es cuantitativo, cualitativo y experiencial —intelectual, espiritual y supremo.
(291.5) 26:5.5 El tiempo tiene poca consecuencia en los círculos de Havona. De una forma limitada, entra en las posibilidades de avance, pero el logro es la prueba final y suprema. El momento mismo en que vuestro asociado superáfico considera que sois competente para pasar hacia adentro al próximo círculo, seréis llevado ante los doce ayudantes del séptimo Espíritu de Circuito. Aquí se os requerirá que paséis las pruebas del círculo, determinadas por el superuniverso de vuestro origen y por el sistema de vuestra natividad. El logro de la divinidad de este círculo tiene lugar en el mundo piloto y consiste en el reconocimiento y realización espiritual del Espíritu Rector del superuniverso correspondiente al peregrino ascendente.
(291.6) 26:5.6 Cuando el trabajo del círculo exterior de Havona se completa y se pasa el curso presentado, los ayudantes de los peregrinos llevan a sus sujetos al mundo piloto del próximo círculo y los entregan a los cuidados de los guías de la supremacía. Los ayudantes de los peregrinos siempre permanecen por una temporada para asegurarse de que la transferencia es tanto agradable como beneficiosa.

6. Los Guías de la Supremacía

(292.1) 26:6.1 Los ascendentes del espacio son designados «graduados espirituales» cuando se los traslada del séptimo al sexto círculo y se los coloca bajo la supervisión inmediata de los guías de la supremacía. Estos guías no deben ser confundidos con los Guías de los Graduados —que pertenecen a las Personalidades más Elevadas del Espíritu Infinito— quienes, con sus asociados servitales, ministran en todos los círculos de Havona tanto para los peregrinos ascendentes como para los descendentes. Los guías de la supremacía funcionan tan sólo en el sexto círculo del universo central.
(292.2) 26:6.2 Es en este círculo que los ascendentes logran una nueva comprensión de la Divinidad Suprema. A lo largo de sus largas carreras en los universos evolucionarios, los peregrinos del tiempo han estado experimentando una conciencia creciente de la realidad de un supercontrol todopoderoso de las creaciones espacio-temporales. Aquí, en este circuito de Havona, se aproximan al encuentro con la fuente en el universo central de la unidad espaciotemporal —a la realidad espiritual de Dios el Supremo.
(292.3) 26:6.3 Estoy un tanto perdido en cuanto a explicar lo que ocurre en este círculo. No existe una presencia personalizada de la Supremacía que sea perceptible para los seres ascendentes. En ciertos aspectos, nuevas relaciones con el Séptimo Espíritu Rector compensan esta falta de contacto con el Ser Supremo. Pero aparte de nuestra incapacidad para entender la técnica, cada criatura ascendente parece sufrir un crecimiento transformador, una nueva integración de conciencia, una nueva espiritualización de propósito, una nueva sensibilización para la divinidad, que casi no se pueden explicar satisfactoriamente sin presuponer la actividad no revelada del Ser Supremo. Para aquellos entre nosotros que han observado estas transacciones misteriosas, parecería que Dios el Supremo estuviese otorgándose afectuosamente a sus hijos experienciales, hasta los límites mismos de la capacidad experiencial de ellos, esos enaltecimientos de la comprensión intelectual, el discernimiento espiritual, y el alcance de la personalidad que tanto necesitarán, en todos sus esfuerzos para penetrar el nivel de divinidad de la Trinidad de la Supremacía, para lograr las Deidades eternas y existenciales del Paraíso.
(292.4) 26:6.4 Cuando los guías de la supremacía consideran que sus discípulos están maduros para el avance, los llevan ante la comisión de setenta, un grupo mezclado que actúan como examinadores en el mundo piloto del circuito número seis. Después de satisfacer a esta comisión en cuanto a su comprensión del Ser Supremo y de la Trinidad de la Supremacía, certifican a los peregrinos para su traslado al quinto circuito.

7. Los Guías de la Trinidad

(292.5) 26:7.1 Los guías de la Trinidad son los ministros incansables del quinto círculo de la capacitación en Havona de los peregrinos en avance del tiempo y del espacio. Los graduados espirituales se designan aquí «candidatos para la aventura de la Deidad» puesto que es en este círculo, bajo la dirección de los guías de la Trinidad, donde los peregrinos reciben instrucción avanzada sobre la Trinidad divina, en preparación para el intento de lograr el reconocimiento de la personalidad del Espíritu Infinito. Aquí los peregrinos ascendentes descubren lo que significa el verdadero estudio y el real esfuerzo mental al comenzar a discernir la naturaleza del esfuerzo espiritual más oneroso y aún más arduo que se requerirá para satisfacer las demandas del elevado objetivo establecido para su logro en los mundos de este circuito.
(292.6) 26:7.2 Altamente fieles y eficientes son los guías de la Trinidad; y cada peregrino recibe la atención total, y disfruta de todo el afecto, de un supernafín secundario perteneciente a esta orden. Un peregrino del tiempo no encontraría jamás a la primera persona alcanzable de la Trinidad del Paraíso si no fuese por la ayuda y asistencia de estos guías y de las huestes de otros seres espirituales que se ocupan de instruir a los seres ascendentes respecto de la naturaleza y técnica de la aventura venidera de la Deidad.
(293.1) 26:7.3 Después de completar el curso de capacitación en este circuito, los guías de la Trinidad llevan a sus discípulos a su mundo piloto y los presentan ante una de las muchas comisiones triunas que funcionan como examinadores y certificadores de los candidatos para la aventura de la Deidad. Estas comisiones consisten en un semejante de los finalistas, uno de los directores de conducta de la orden de los supernafines primarios, y un Mensajero Solitario del espacio o un Hijo Trinidizado del Paraíso.
(293.2) 26:7.4 Cuando el alma ascendente en realidad sale hacia el Paraíso, va acompañada tan sólo por un trío de tránsito: el asociado superáfico del círculo, el Guía de los Graduados y el asociado servital de este último, siempre presente. Estas excursiones de los círculos de Havona al Paraíso son viajes de prueba; los ascendentes todavía no son de estado paradisiaco. No logran estado de residente en el Paraíso hasta no haber pasado a través del reposo final del tiempo, posteriormente al logro del Padre Universal y el salvoconducto final por los circuitos de Havona. No es sino hasta después del reposo divino cuando participan de la «esencia de la divinidad» y del «espíritu de la supremacía» comenzando así realmente a funcionar en el círculo de la eternidad y en la presencia de la Trinidad.
(293.3) 26:7.5 Los compañeros del ascendente en el trío de tránsito no están obligados a capacitarlo para que ubique la presencia geográfica de la luminosidad espiritual de la Trinidad, sino más bien a ofrecer toda asistencia a un peregrino en su difícil tarea de reconocer, discernir y comprender el Espíritu Infinito suficientemente como para que esta comprensión confirme un reconocimiento de su personalidad. Todo peregrino ascendente en el Paraíso puede discernir la presencia geográfica o la ubicación de la Trinidad, la gran mayoría puede ponerse en contacto con la realidad intelectual de las Deidades, especialmente la Tercera Persona, pero no todos pueden reconocer o siquiera parcialmente comprender la realidad de la presencia espiritual del Padre y del Hijo. Aún más difícil es la comprensión espiritual aun mínima del Padre Universal.
(293.4) 26:7.6 Pocas veces deja de consumarse la búsqueda del Espíritu Infinito, y cuando sus sujetos han triunfado en esta fase de la aventura de la Deidad, los guías de la Trinidad se preparan para transferirlos al ministerio de los que hallan al Hijo, en el cuarto círculo de Havona.

8. Los Que Hallan al Hijo

(293.5) 26:8.1 El cuarto circuito de Havona se denomina a veces el «circuito de los Hijos». Desde los mundos de este circuito, los peregrinos ascendentes van al Paraíso para alcanzar un contacto comprensivo con el Hijo Eterno, mientras que en los mundos de este circuito los peregrinos descendentes logran una nueva comprensión de la naturaleza y misión de los Hijos Creadores del tiempo y del espacio. Existen siete mundos en este circuito, en los cuales los cuerpos de reserva de los Micaeles del Paraíso mantienen escuelas especiales de ministerio mutuo tanto para los peregrinos ascendentes como para los descendentes; y es en estos mundos de los Hijos Micael donde los peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad llegan a su primera comprensión verdaderamente mutua unos de los otros. En muchos aspectos, las experiencias de este circuito son las más fascinantes de la entera estadía en Havona.
(294.1) 26:8.2 Los que hallan al Hijo son los ministros superáficos de los mortales ascendentes del cuarto circuito. Además de la tarea general de preparar a sus candidatos para la comprensión de las relaciones del Hijo Eterno con la Trinidad, estos halladores del Hijo deben instruir a sus sujetos tan plenamente como para asegurar que estos triunfen: primero, en la comprensión espiritual adecuada del Hijo; segundo, en el reconocimiento satisfactorio de la personalidad del Hijo; y tercero, en la diferenciación apropiada del Hijo respecto de la personalidad del Espíritu Infinito.
(294.2) 26:8.3 Después de lograr el Espíritu Infinito, no se llevan a cabo más exámenes. Las pruebas de los círculos interiores son las actuaciones de los candidatos peregrinos cuando se encuentran en el abrazo del manto de las Deidades. El avance está determinado puramente por la espiritualidad del individuo, y nadie sino los dioses presumen juzgar esta posesión. En caso de fracaso, no se dan nunca razones, ni tampoco se critica ni se regaña a los candidatos mismos ni a sus varios tutores y guías. En el Paraíso, la desilusión no se considera nunca una derrota; el postergamiento nunca se mira como una desgracia; los fracasos aparentes del tiempo no se confunden jamás con los atrasos significativos de la eternidad.
(294.3) 26:8.4 No muchos peregrinos experimentan el atraso del fracaso aparente en la aventura de la Deidad. Casi todos alcanzan al Espíritu Infinito, aunque ocasionalmente un peregrino del superuniverso número uno no consigue triunfar la primera vez. Los peregrinos que alcanzan al espíritu raramente fracasan en hallar al Hijo; de los que fracasan en la primera aventura, casi todos provienen de los superuniversos tres y cinco. La gran mayoría de aquellos que fracasan en la primera aventura para obtener al Padre, después de hallar tanto al Espíritu como al Hijo, provienen del superuniverso número seis, aunque algunos de los números dos y tres pasan por la misma experiencia de fracaso. Todo esto parece indicar claramente que hay razón buena y suficiente para estos fracasos aparentes; en realidad, sencillamente son éstos atrasos ineludibles.
(294.4) 26:8.5 Los candidatos derrotados de la aventura de la Deidad se confían en la jurisdicción de los jefes de asignación, un grupo de supernafines primarios, y se los envía de vuelta al trabajo de los reinos del espacio por un período de no menos de un milenio. Nunca regresan al superuniverso de su natalidad, siempre a esa supercreación más propicia para su nueva capacitación en preparación para la segunda aventura de la Deidad. Después de este servicio, por su propia voluntad, regresan al círculo exterior de Havona, inmediatamente se los acompaña al círculo de su carrera interrumpida y vuelven inmediatamente a reanudar sus preparaciones para la aventura de la Deidad. Los supernafines secundarios siempre pilotean triunfalmente a sus sujetos en el segundo intento y los mismos ministros superáficos y otros guías siempre asisten a estos candidatos durante esta segunda aventura.

9. Los Guías del Padre

(294.5) 26:9.1 Cuando el alma peregrinante alcanza el tercer círculo de Havona, ingresa a la protección de los guías del Padre, o sea, los ministros superáficos más antiguos, más altamente peritos, y más expertos. En los mundos de este circuito, los Guías del Padre mantienen escuelas de sabiduría y facultades de técnica en las que todos los seres que habitan el universo central sirven como maestros. No se deja de lado nada de lo que pueda servir a la criatura del tiempo en esta aventura trascendental de logro de la eternidad.
(294.6) 26:9.2 El logro del Padre Universal es el pasaporte para la eternidad, a pesar de los circuitos que aún quedan por atravesar. Es por lo tanto una ocasión pletórica, en el mundo piloto del círculo número tres, cuando el trío de tránsito anuncia que la última aventura del tiempo está por comenzar; que otra criatura del espacio intenta ingresar al Paraíso a través de las compuertas de la eternidad.
(295.1) 26:9.3 La prueba del tiempo está casi concluida; la carrera de la eternidad se ha corrido casi por entero. Los días de incertidumbre están terminando; la tentación de la duda se desvanece; el mandato de ser perfecto ha sido obedecido. Desde el fondo mismo de la existencia inteligente, la criatura del tiempo y personalidad material ha ascendido las esferas evolucionarias del espacio, probando así la posibilidad del plan de ascensión, mientras demuestra por siempre la justicia y rectitud del mandato del Padre Universal a sus criaturas humildes de los mundos: «Sed perfectos, así como yo soy perfecto».
(295.2) 26:9.4 Paso a paso, vida a vida, mundo a mundo, la carrera ascendente ha sido conquistada, la meta de la Deidad se ha logrado. La supervivencia es completa en perfección, y la perfección es pletórica en la supremacía de la divinidad. El tiempo se pierde en la eternidad; el espacio se hunde en la identidad y armonía adoradora con el Padre Universal. Las transmisiones de Havona envían al espacio informes de gloria, la buena nueva de que en verdad las criaturas conscientes de naturaleza animal y origen material se han tornado, a través de la ascensión evolucionaria, en realidad y eternamente en los hijos perfeccionados de Dios.

10. Los Asesores y los Consejeros

(295.3) 26:10.1 Los asesores y consejeros superáficos del segundo círculo son instructores de los hijos del tiempo sobre la carrera de la eternidad. El logro del Paraíso comprende responsabilidades de un orden nuevo y más elevado, y la estadía en el segundo círculo proporciona amplia oportunidad para recibir el consejo útil de estos supernafines dedicados.
(295.4) 26:10.2 Aquellos que no triunfan en el primer esfuerzo del logro de la Deidad, avanzan del círculo que presenciara su fracaso directamente al segundo círculo antes de ser enviados nuevamente al servicio del superuniverso. De este modo, los asesores y consejeros también sirven como consejeros y consoladores de estos peregrinos desalentados. Acaban ellos de enfrentarse con su desilusión más grande, que no difiere de manera alguna de la larga lista de tales experiencias por las que han trepado, como en una escala, del caos a la gloria: excepto en su magnitud. Estos seres son aquellos que han bebido de la copa experiencial hasta el fondo; y yo he observado que ellos retornan transitoriamente a los servicios de los superuniversos como el tipo más elevado de ministradores amantes para los hijos del tiempo y las desilusiones temporales.
(295.5) 26:10.3 Después de una larga estadía en el circuito número dos, los sujetos de la desilusión son examinados por un concilio de perfección en el mundo piloto de este círculo y se les certifica como habiendo pasado la prueba de Havona; y esto, en cuanto a lo que respecta al estado no espiritual, les otorga la misma posición en los universos del tiempo que tendrían si hubiesen tenido éxito en la aventura de la Deidad. El espíritu de estos candidatos era totalmente aceptable; su fracaso era inherente a alguna fase de la técnica de acercamiento o alguna porción de sus antecedentes experienciales.
(295.6) 26:10.4 Luego, los asesores del círculo los llevan ante los jefes de asignación en el Paraíso y son enviados de vuelta al servicio del tiempo en los mundos del espacio; y salen con regocijo y alegría a las tareas de días y edades anteriores. En otro momento volverán al círculo de su mayor desilusión e intentarán nuevamente la aventura de la Deidad.
(296.1) 26:10.5 Para los peregrinos triunfantes, se ha acabado en el segundo circuito el estímulo de la incertidumbre evolucionaria, pero la aventura de la asignación eterna aún no ha comenzado; y aunque la estadía en este círculo sea totalmente placentera y altamente beneficiosa, carece de algo del entusiasmo motivado por la anticipación de los círculos anteriores. Muchos son los peregrinos que, en estos momentos, echan una mirada hacia atrás, hacia la larga, muy larga lucha pasada, con envidia regocijada, deseando realmente poder de alguna manera regresar a los mundos del tiempo y comenzar el viaje otra vez, así como vosotros los mortales, al acercaros a la edad avanzada, a veces echáis una mirada hacia atrás, hacia las luchas de la juventud y de los primeros años de la vida y verdaderamente deseáis vivir otra vez vuestra vida.
(296.2) 26:10.6 Pero la travesía del círculo más interior está frente a ellos, y poco más adelante terminará el último reposo de tránsito, y comenzará la nueva aventura de la carrera eterna. Los asesores y consejeros del segundo círculo comienzan la preparación de sus sujetos para este reposo grande y final, el sueño inevitable que siempre sobreviene entre las etapas de época de la carrera ascendente.
(296.3) 26:10.7 Cuando los peregrinos ascendentes que han logrado al Padre Universal completan la experiencia del segundo círculo, sus Guías de los Graduados siempre a su lado promulgan la orden que los admite al círculo final. Estos guías conducen personalmente a sus sujetos hasta el círculo interior y los confían allí a la custodia de los complementos del reposo, la última de aquellas órdenes de supernafines secundarios asignada al ministerio de los peregrinos del tiempo en los circuitos de los mundos de Havona.

11. Los Complementos del Reposo

(296.4) 26:11.1 Buena parte del tiempo de los seres ascendentes en el último circuito se dedica a la continuación del estudio de los problemas inminentes en la residencia en el Paraíso. Una vasta y diversa hueste de seres, cuya mayoría no son revelados, son residentes permanentes y transitorios en este anillo interior de los mundos de Havona. La interrelación de estos múltiples tipos provee a los complementos superáficos del reposo con un medio ambiente rico en situaciones que utilizan eficazmente para avanzar la instrucción de los peregrinos ascendentes, especialmente en cuanto se refiere a los problemas de ajuste de los muchos grupos de seres que pronto serán encontrados en el Paraíso.
(296.5) 26:11.2 Entre aquellos que moran en este círculo interior están los hijos trinidizados por las criaturas. Los supernafines primarios y secundarios son los custodios generales de los cuerpos conjuntos de estos hijos, incluyendo a los vástagos trinidizados por los finalistas mortales y a progenies similares de los Ciudadanos del Paraíso. Algunos de estos hijos son abrazados por la Trinidad y comisionados en los supergobiernos, otros tienen asignaciones varias, pero la gran mayoría están siendo reunidos en el cuerpo conjunto en los mundos de la perfección en el círculo interior de Havona. Aquí se les prepara para una tarea futura, bajo la supervisión de los supernafines, por un cuerpo especial e innominado de elevados Ciudadanos del Paraíso que fueron, antes de los tiempos de Grandfanda, los primeros asistentes ejecutivos de los Eternos de los Días. Existen muchas razones para conjeturar que estos dos grupos singulares de seres trinidizados trabajarán juntos en un futuro remoto; y una de estas razones es su destino común en las reservas del Cuerpo Paradisiaco de los Finalistas Trinidizados.
(296.6) 26:11.3 En este circuito interior, los peregrinos ascendentes y descendentes fraternizan entre sí y con los hijos trinidizados por las criaturas. Como sus padres, estos hijos derivan grandes beneficios de la interasociación, y es la misión especial de los supernafines facilitar y asegurar la cofraternidad de los hijos trinidizados de los fina listas mortales y de los hijos trinidizados de los Ciudadanos del Paraíso. Los complementos del reposo superáficos no se ocupan tanto de la capacitación sino de la promoción de una asociación comprensiva entre los diversos grupos.
(297.1) 26:11.4 Los mortales recibieron el mando paradisiaco: «Sed perfectos, así como vuestro Padre en el Paraíso es perfecto». A estos hijos trinidizados del cuerpo conjunto los supernafines supervisores no cesan de proclamar: «Sed comprensivos de vuestros hermanos ascendentes, así como los Hijos Creadores Paradisiacos los conocen y los aman».
(297.2) 26:11.5 La criatura mortal debe encontrar a Dios. El Hijo Creador no se detiene hasta hallar al hombre —la criatura volitiva más baja. Sin duda, los Hijos Creadores y sus hijos mortales se están preparando para un servicio futuro desconocido en el universo. Ambos atraviesan la gama del universo experiencial y de este modo son instruidos y capacitados para su misión eterna. A lo largo de los universos ocurre esta combinación singular de lo humano y lo divino, la interrelación de criatura y Creador. Los mortales irreflexivos se han referido a la manifestación de la misericordia y ternura divinas, especialmente hacia los débiles y en nombre de los necesitados, como indicación de un Dios antropomorfo. ¡Qué error! Más bien, deben tomar tales manifestaciones de misericordia y paciencia hacia los seres humanos como prueba de que reside en el hombre mortal el espíritu del Dios viviente; que la criatura está, después de todo, motivada por la divinidad.
(297.3) 26:11.6 Hacia el fin de la estadía en el primer círculo, los peregrinos ascendentes se encuentran primero con los instigadores del reposo de la orden primaria de los supernafines. Éstos son los ángeles del Paraíso que salen para recibir a aquellos que están en el umbral de la eternidad y completar su preparación para el sueño de transición de la última resurrección. No eres realmente un hijo del Paraíso hasta que no hayas atravesado el círculo interior y hayas experimentado la resurrección de la eternidad del sueño terminal del tiempo. Los peregrinos perfeccionados comienzan su reposo, se duermen, en el primer círculo de Havona, pero despiertan en las orillas del Paraíso. De todos aquellos que ascienden a la Isla eterna, sólo los que llegan de este modo son hijos de la eternidad; los demás van como visitantes, como huéspedes sin estado de residentes.
(297.4) 26:11.7 Ahora, pues, en la culminación de la carrera de Havona, al dormiros vosotros los mortales en el mundo piloto del círculo interior, no estáis solos en vuestro reposo como lo estuvisteis en los mundos de vuestro origen cuando cerrabais los ojos en el sueño natural del fallecimiento mortal, ni como lo hicisteis cuando ingresasteis en el largo trance de tránsito preparatorio para el viaje a Havona. Ahora, al prepararte para el reposo de logro, se pone a tu lado tu asociado de mucho tiempo del primer círculo, el majestuoso complemento de reposo, quien se prepara para ingresar en el reposo como uno solo contigo, como la promesa de Havona de que tu transición será completa y de que tú aguardas tan sólo los toques finales de la perfección.
(297.5) 26:11.8 Tu primera transición fue, efectivamente, muerte; la segunda, un sueño ideal, y ahora la tercera metamorfosis es verdadero reposo, el descanso de las edades.

(297.6) 26:11.9 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría de Uversa.]

Documento 27

El Ministerio de los Supernafines Primarios


(298.1) 27:0.1 LOS supernafines primarios son los servidores excelsos de las Deidades en la Isla eterna del Paraíso. No se ha oído jamás que se desvíen de los caminos de la luz y de la rectitud. Sus listas están completas; desde la eternidad no se ha perdido ni uno de estos magníficos ángeles. Estos elevados supernafines son seres perfectos, supremos en su perfección, pero no son absonitos, ni tampoco son ellos absolutos. Siendo de la esencia de la perfección, estos hijos del Espíritu Infinito trabajan en forma intercambiable y a voluntad en todas las fases de sus múltiples deberes. No funcionan extensamente fuera del Paraíso, aunque si participan en las varias reuniones de milenios y reuniones de grupo del universo central. También salen como mensajeros especiales de las Deidades, y en grandes números ascienden para volverse Asesores Técnicos.
(298.2) 27:0.2 Los supernafines primarios también se ponen al mando de las huestes seráficas que ministran en los mundos aislados debido a rebeliones. Cuando un hijo del Paraíso se otorga en dicho mundo, completa su misión, asciende al Padre Universal, es aceptado y regresa como redentor acreditado de este mundo aislado, los jefes de asignación siempre designan un supernafín primario para asumir el mando de los espíritus ministrantes que trabajan en la esfera recientemente reclamada. Los supernafines en este servicio especial rotan periódicamente. En Urantia el presente «Jefe de Serafines» es el segundo de esta orden en ser asignado desde los tiempos del autootorgamiento de Cristo Micael.
(298.3) 27:0.3 Desde la eternidad los supernafines primarios han servido en la Isla de la Luz y han salido en misiones de liderazgo hacia los mundos del espacio, pero según la clasificación actual funcionan sólo desde la llegada al Paraíso de los peregrinos del tiempo procedentes de Havona. Presentemente estos altos ángeles ministran principalmente en las siguientes siete órdenes de servicio:
(298.4) 27:0.4 1. Conductores de Adoración.
(298.5) 27:0.5 2. Maestros de Filosofía.
(298.6) 27:0.6 3. Custodios del Conocimiento.
(298.7) 27:0.7 4. Directores de Conducta.
(298.8) 27:0.8 5. Intérpretes de la Etica.
(298.9) 27:0.9 6. Jefes de Asignación.
(298.10) 27:0.10 7. Instigadores del Reposo.
(298.11) 27:0.11 Los peregrinos ascendentes no ingresan en la influencia directa de estos supernafines hasta alcanzar residencia en el Paraíso, y luego pasan por una experiencia de capacitación bajo la dirección de estos ángeles, en orden inverso al de su enumeración. O sea, que entras en tu carrera en el Paraíso bajo la protección de los instigadores del reposo y, después de sucesivas temporadas con las órdenes intermedias, terminas este período de capacitación con los conductores de la adoración. Entonces estás listo para comenzar la carrera interminable de un finalista.

1. Los Instigadores del Reposo

(299.1) 27:1.1 Los instigadores del reposo son los inspectores del Paraíso que salen de la Isla central hacia el circuito interior de Havona, para colaborar allí con sus colegas, los complementos del reposo de la orden secundaria de los supernafines. El elemento esencial para disfrutar en el Paraíso es el reposo, el reposo divino; y estos instigadores del reposo son los instructores finales que preparan a los peregrinos del tiempo para su ingreso en la eternidad. Comienzan su tarea en el círculo final de logro del universo central y la continúan cuando el peregrino se despierta del último sueño de transición, el reposo que gradúa a una criatura del espacio al reino de lo eterno.
(299.2) 27:1.2 El reposo es de naturaleza séptuple: existe el reposo del sueño y de la recreación en las órdenes de vida más bajas, el descubrimiento en los seres elevados y la adoración en los tipos más elevados de personalidad espiritual. También existe el reposo normal de recuperación de la energía, para que los seres vuelvan a cargarse de energía física o espiritual. Luego existe el sueño de tránsito, el reposo inconsciente cuando un ser está enserafinado, cuando está de paso de una esfera a la otra. Enteramente distinto de todos éstos es el sueño profundo de la metamorfosis, el reposo de transición de una etapa de ser a otra, de una vida a otra, de un estado de existencia a otro, el sueño que por siempre acompaña la transición de un estado universal real en contraste con la evolución a través de varias etapas de un solo estado.
(299.3) 27:1.3 Pero el último sueño de metamorfosis es más que aquellos reposos previos de transición que han marcado los logros sucesivos de estado de la carrera ascendente; por ello las criaturas del tiempo y del espacio atraviesan los límites más interiores de lo temporal y lo espacial para lograr estado residencial en las moradas sin tiempo ni espacio del Paraíso. Los instigadores y los complementos del reposo son tan esenciales para esta metamorfosis trascendente como lo son los serafines y seres asociados para la sobrevivencia de la muerte de la criatura mortal.
(299.4) 27:1.4 Ingresas en el reposo del circuito final de Havona y resurges eternamente en el Paraíso. Y cuando te repersonalizas espiritualmente allí, inmediatamente reconocerás al instigador del reposo quien te da la bienvenida a las orillas eternas como el mismo supernafín primario que produjo el sueño final en el circuito más interior de Havona; y recordarás el último largo tramo de fe mientras se te prepara nuevamente para encomendar tu identidad en las manos del Padre Universal.
(299.5) 27:1.5 El último reposo del tiempo ha sido disfrutado; el último sueño de transición ha sido experimentado; ahora os despertáis a la vida imperecedera en las orillas de la morada eterna. «Y ya no habrá más sueño. La presencia de Dios y de su Hijo están ante vosotros y vosotros sois eternamente sus servidores; habéis visto su rostro y su nombre es vuestro espíritu. No habrá noche allí; y no necesitan de la luz del sol, porque la Gran Fuente y Centro les da luz; vivirán por siempre y para siempre. Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».

2. Los Jefes de Asignación

(300.1) 27:2.1 Éste es el grupo designado de vez en cuando por el supernafín en jefe, «el ángel modelo original», para presidir la organización de las tres órdenes de estos ángeles: primaria, secundaria y terciaria. Los supernafines, como cuerpo, son totalmente autogobernantes y autoregulados excepto para las funciones de su jefe mutuo, el primer ángel del Paraíso, quien preside por siempre sobre todas estas personalidades espirituales.
(300.2) 27:2.2 Los ángeles de asignación tienen mucho que ver con los residentes mortales glorificados del Paraíso antes de que éstos sean admitidos al Cuerpo de la Finalidad. El estudio y la instrucción no son las ocupaciones exclusivas de aquellos que llegan al Paraíso; el servicio también juega un papel esencial en las experiencias de instrucción prefinalistas en el Paraíso. He observado que, cuando los mortales ascendentes tienen períodos de recreo, experimentan una predilección por fraternizar con los cuerpos de reserva de los jefes de asignación superáficos.
(300.3) 27:2.3 Cuando vosotros los mortales ascendentes lográis el Paraíso, vuestras relaciones sociales comprenden mucho más que el contacto con una hueste de seres divinos excelsos y con una multitud familiar de mortales glorificados vuestros semejantes. También debéis fraternizar con más de tres mil órdenes diferentes de Ciudadanos del Paraíso, con los distintos grupos de los Trascendentales, y con numerosos otros tipos de habitantes del Paraíso, tanto permanentes como transitorios, los que no han sido revelados en Urantia. Después de un contacto continuado con estos intelectos poderosos del Paraíso, es muy refrescante visitar a los tipos de mente angelical; recuerdan a los mortales el tiempo de los serafines, con los cuales tuvieron tan prolongado contacto y tan refrescante asociación.

3. Los Intérpretes de la Ética

(300.4) 27:3.1 Cuanto más alto ascendáis en la escala de la vida, más atención debe prestarse a la ética universal. La conciencia ética es simplemente el reconocimiento, por parte de un individuo, de los derechos inherentes en la existencia de cualquiera y de todos los demás individuos. Pero la ética espiritual trasciende en mucho al concepto mortal, aun al concepto morontial de las relaciones personales y de grupo.
(300.5) 27:3.2 La ética ha sido debidamente enseñada y adecuadamente aprendida por los peregrinos del tiempo durante su largo ascenso a las glorias del Paraíso. A medida que esta carrera de ascensión interior se ha desarrollado desde los mundos nativos del espacio, los ascendentes han continuado agregando un grupo tras otro a su círculo en constante ampliación de asociados universales. Cada nuevo grupo de colegas encontrados agrega otro nivel de ética que debe reconocer y cumplir hasta que, en el momento en que los mortales de ascensión alcanzan el Paraíso, realmente necesitan a alguien que les proporcione consejo útil y amistoso relativo a las interpretaciones éticas. No necesitan que se les enseñe la ética, pero sí necesitan que lo que han aprendido tan laboriosamente sea apropiadamente interpretado para ellos al enfrentarse con la tarea extraordinaria de contactar a tanto que es nuevo.
(300.6) 27:3.3 Los intérpretes de la ética son de ayuda inestimable para los recién llegados al Paraíso pues los ayudan a ajustarse a los numerosos grupos de seres majestuosos durante ese período pletórico que va desde el logro de estado de residente hasta la inducción formal en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. Ya los peregrinos ascendentes han conocido a muchos de los numerosos tipos de Ciudadanos del Paraíso en los siete circuitos de Havona. Los mortales glorificados también han disfrutado de un contacto íntimo con los hijos trinidizados por las criaturas del cuerpo conjunto en el círculo más interior de Havona, allí donde estos seres están recibiendo gran parte de su instrucción. En otros circuitos, los peregrinos ascendentes han conocido a numerosos residentes, no revelados, del sistema Paraíso-Havona que se encuentran allí en grupos de capacitación para prepararse para asignaciones futuras no reveladas.
(301.1) 27:3.4 Todas estas camaraderías celestiales son invariablemente mutuas. Vosotros, como mortales ascendentes, no sólo deriváis beneficios de estos sucesivos compañeros universales y de tan numerosas órdenes de asociados cada vez más divinos, sino que vosotros también impartís a cada uno de estos seres fraternales algo de vuestra propia personalidad y experiencia, que por siempre hará a uno de ellos diferente y mejor por haber estado asociado con un mortal ascendente proveniente de los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio.

4. Los Directores de Conducta

(301.2) 27:4.1 Habiendo ya sido plenamente instruidos en la ética de las relaciones paradisiacas —ni las formalidades sin significado ni los dictados de castas artificiales sino más bien las propiedades inherentes— los mortales ascendentes encuentran útil recibir el asesoramiento de los directores superáficos de conducta, quienes instruyen a los nuevos miembros de la sociedad del Paraíso en los usos de la conducta perfecta de los seres elevados que residen en la Isla central de Luz y Vida.
(301.3) 27:4.2 La armonía es la clave del universo central, y un orden detectable prevalece en el Paraíso. La conducta apropiada es esencial para el progreso mediante el conocimiento, a través de la filosofía, a las alturas espirituales de la adoración espontánea. Existe una técnica divina de acercamiento a la Divinidad; y la adquisición de esta técnica debe esperar hasta que los peregrinos lleguen al Paraíso. El espíritu de esta técnica ha sido impartido en los círculos de Havona, pero no se pueden aplicar los toques finales de la capacitación de los peregrinos del tiempo hasta después de que logren realmente la Isla de Luz.
(301.4) 27:4.3 Toda conducta paradisiaca es totalmente espontánea, en todo sentido natural y libre. Pero sigue habiendo una forma apropiada y perfecta de hacer las cosas en la Isla eterna, y los directores de conducta están siempre junto a los «extraños dentro de las puertas» para instruirles y guiar sus pasos hasta ponerles perfectamente acordes y al mismo tiempo capacitar a los peregrinos para que eviten la confusión e incertidumbre que de otra manera sería inevitable. Sólo mediante este arreglo es posible evitar una confusión sin fin; y la confusión no aparece nunca en el Paraíso.
(301.5) 27:4.4 Estos directores de conducta realmente sirven como maestros y guías glorificados. Se ocupan principalmente de instruir a los nuevos residentes mortales acerca de una gama casi infinita de nuevas situaciones y hábitos poco familiares. A pesar de la larga preparación y del largo viaje hasta el Paraíso, éste es todavía inexpresablemente extraño e inesperadamente nuevo para aquellos que finalmente logran el estado de residente.

5. Los Custodios del Conocimiento

(301.6) 27:5.1 Los custodios superáficos del conocimiento son las «epístolas vivientes» más elevadas, conocidas y leídas por todos los que moran en el Paraíso. Son los registros divinos de la verdad, los libros vivientes del verdadero conocimiento. Habéis escuchado acerca de los registros en el «libro de la vida». Los custodios del conocimiento son dichos libros vivientes, registros de perfección impresos en las tablas eternas de la vida divina y de la seguridad suprema. Son en realidad bibliotecas vivientes y automáticas. Los hechos de los universos son inherentes en estos supernafines primarios, están efectivamente registrados en estos ángeles; y es también inherentemente imposible que algo que no sea verdad ocupe lugar en la mente de estos repositorios perfectos y pletóricos de la verdad de la eternidad y de la información del tiempo.
(302.1) 27:5.2 Estos custodios conducen cursos informales de instrucción para los residentes de la Isla Eterna, pero su función principal es la de referencia y verificación. Todo habitante del Paraíso puede a voluntad tener junto a su lado el repositorio viviente del hecho o verdad particular que desee conocer. En la extremidad norte de la Isla están disponibles los halladores vivientes del conocimiento, que designarán al director del grupo que contiene la información buscada, e inmediatamente aparecerán los seres brillantes que son la cosa misma que vosotros deseáis conocer. Ya no necesitáis bus-car esclarecimiento en un sinnúmero de páginas; ahora comunicáis con la inteligencia viviente cara a cara. Así obtenéis el conocimiento supremo de los seres vivientes queson sus custodios finales.
(302.2) 27:5.3 Cuando ubiquéis al supernafín que es exactamente lo que vosotros deseáis verificar, encontraréis a vuestra disposición todos los hechos conocidos de todos los universos, porque estos custodios del conocimiento son el total final y viviente de la vasta red de los ángeles registradores, que va desde los serafines y seconafines de los universos locales y los superuniversos hasta los registradores jefes de los supernafines terciarios en Havona. Y esta acumulación viviente de conocimiento es distinta de los registros formales del Paraíso, el resumen cumulativo de la historia universal.
(302.3) 27:5.4 La sabiduría de la verdad tiene origen en la divinidad del universo central, pero el conocimiento, el conocimiento experiencial, tiene sus comienzos en gran parte en los dominios del tiempo y del espacio —de allí la necesidad del mantenimiento de vastas organizaciones superuniversales de serafines y supernafines registradores, patrocinadas por los Registradores Celestiales.
(302.4) 27:5.5 Estos supernafines primarios que están inherentemente en posesión del conocimiento universal también son responsables de su organización y clasificación. Al constituirse a sí mismos como biblioteca viviente de referencia del universo de los universos, ellos han clasificado el conocimiento en siete grandes órdenes, cada una con aproximadamente un millón de subdivisiones. La facilidad con que los residentes del Paraíso pueden consultar este vasto almacén de conocimiento se debe exclusivamente a los esfuerzos voluntarios y sabios de los custodios del conocimiento. Los custodios también son maestros excelsos del universo central, que dan libremente de sus tesoros vivientes a todos los seres en cualquiera de los circuitos de Havona, y son utilizados amplia aunque indirectamente por las cortes de los Ancianos de los Días. Pero esta biblioteca viviente, que está disponible en el universo central y los superuniversos, no es accesible a las creaciones locales. Sólo indirectamente y reflexivamente obtienen los universos locales los beneficios del conocimiento del Paraíso.

6. Los Maestros de Filosofía

(302.5) 27:6.1 Juntamente con la suprema satisfacción de la adoración, existe el regocijo de la filosofía. No llegaréis nunca tan alto ni avanzaréis tan lejos como para que no queden miles de misterios que requieran el empleo de la filosofía para intentar su solución.
(302.6) 27:6.2 Los maestros filósofos del Paraíso se deleitan en conducir a la mente de sus habitantes, tanto nativos como ascendentes, en la regocijante búsqueda de intentar solucionar los problemas del universo. Estos maestros superáficos de filosofía son los «hombres sabios del cielo», los seres de sabiduría que hacen uso de la verdad del conocimiento y de los hechos de la experiencia en su esfuerzo por dominar lo desconocido. Con ellos el conocimiento llega a la verdad y la experiencia asciende a la sabiduría. En el Paraíso las personalidades ascendentes del espacio experimentan lo más alto del ser: tienen conocimiento; conocen la verdad; pueden filosofar —pensar en la verdad; aún pueden intentar abrazar los conceptos del Último e intentar comprender las técnicas de los Absolutos.
(303.1) 27:6.3 En la extremidad sur del vasto dominio del Paraíso los maestros de filosofía conducen elaborados cursos en las setenta divisiones funcionales de sabiduría. Aquí discurren sobre los planes y propósitos de la Infinidad e intentan coordinar las experiencias y componer el conocimiento, de todos los que tienen acceso a su sabiduría. Han desarrollado una actitud altamente especializada hacia distintos problemas del universo, pero sus conclusiones finales están siempre en acuerdo uniforme.
(303.2) 27:6.4 Estos filósofos del Paraíso enseñan por todo método posible de instrucción, incluyendo la técnica gráfica más elevada de Havona y ciertos métodos del Paraíso de comunicar información. Todas estas técnicas más elevadas de impartir el conocimiento y transmitir las ideas están completamente más allá de la capacidad de comprensión aun de la mente humana más altamente desarrollada. Una hora de instrucción en el Paraíso sería equivalente a diez mil años de los métodos urantianos de palabra-memoria. Vosotros no podéis entender estas técnicas de comunicación y sencillamente no hay nada en la experiencia mortal con la cual se las pueda comparar, o nada a que se asemejen.
(303.3) 27:6.5 Los maestros de filosofía tienen placer supremo en impartir su interpretación del universo de los universos a aquellos seres que han ascendido de los mundos del espacio. Y aunque la filosofía no puede ser nunca tan firme en sus conclusiones como los hechos del conocimiento y las verdades de la experiencia, sin embargo, cuando hayáis escuchado a estos supernafines primarios discurrir sobre los problemas no solucionados de la eternidad y las actuaciones de los Absolutos, experimentaréis certera y duradera satisfacción en relación con estas preguntas no dominadas.
(303.4) 27:6.6 No se emiten estas búsquedas intelectuales del Paraíso; la filosofía de la perfección está disponible tan sólo para aquellos que están presentes personalmente. Las creaciones que rodean al Paraíso conocen de estas técnicas tan sólo por los que han pasado a través de esta experiencia, y que posteriormente han llevado esta sabiduría a los universos del espacio.

7. Los Conductores de la Adoración

(303.5) 27:7.1 La adoración es el privilegio más elevado y el primer deber de todas las inteligencias creadas. La adoración es el acto consciente y regocijado de reconocer y aceptar la verdad y el hecho de las relaciones íntimas y personales de los Creadores con sus criaturas. La calidad de la adoración está determinada por la profundidad de la percepción de la criatura; y a medida que progresa su conocimiento del carácter infinito de los Dioses, la acción de la adoración se vuelve cada vez más amplia, hasta finalmente llegar a la gloria del regocijo experiencial más elevado y del placer más exquisito conocido para los seres creados.
(303.6) 27:7.2 Aunque en la Isla del Paraíso existen ciertos lugares de adoración, ésta es más bien un vasto santuario de servicio divino. La adoración es la primera y dominante pasión de todos los que alcanzan sus orillas benditas —la ebullición espontánea de los seres que han aprendido lo suficiente de Dios como para lograr su presencia. De círculo en círculo durante el viaje hacia dentro a través de Havona, la adoración es una pasión creciente hasta que en el Paraíso se hace necesario dirigirla y de otra manera controlar su expresión.
(304.1) 27:7.3 Las explosiones periódicas, espontáneas, de grupo y de otra índole de adoración suprema y alabanza espiritual disfrutadas en el Paraíso se conducen bajo el liderazgo de un cuerpo especial de supernafines primarios. Bajo la dirección de estos conductores de adoración, este homenaje alcanza el objetivo de la criatura de placer supremo y llega a las alturas de la perfección de la autoexpresión sublime y del regocijo personal. Todos los supernafines primarios anhelan ser conductores de la adoración; y todos los seres ascendentes querrían disfrutar por siempre de mantenerse en la actitud de adoración si los jefes de asignación no dispersaran periódicamente estas asambleas. Pero no se requiere que ningún ser ascendente ingrese en las asignaciones de servicio eterno hasta tanto no haya logrado plena satisfacción en la adoración.
(304.2) 27:7.4 Es tarea de los conductores de la adoración enseñar a las criaturas ascendentes cómo adorar para que éstos puedan ganar esta satisfacción de autoexpresión y al mismo tiempo ser capaces de prestar atención a las actividades esenciales del régimen del Paraíso. Sin el mejoramiento de la técnica de adoración, le llevaría cientos de años al mortal promedio que llega al Paraíso alcanzar expresión plena y satisfactoria de sus emociones de apreciación inteligente y gratitud ascendente. Los conductores de adoración abren nuevas avenidas, hasta ese momento desconocidas, de expresión para que estos maravillosos hijos del seno del espacio y de las tribulaciones del tiempo puedan ganar las plenas satisfacciones de la adoración en mucho menos tiempo.
(304.3) 27:7.5 Todas las artes de todos los seres del entero universo que son capaces de intensificar y exaltar la habilidad de la autoexpresión y la comunicación de la apreciación, se emplean al máximo en la adoración de las Deidades del Paraíso. La adoración es el regocijo más elevado de la existencia en el Paraíso; es el recreo refrescante del Paraíso. Lo que la recreación hace para vuestra mente agobiada en la tierra, la adoración hará para vuestras almas perfeccionadas en el Paraíso. El modo de adoración en el Paraíso está completamente más allá de la comprensión mortal, pero su espíritu vosotros podéis comenzar a apreciarlo aun aquí abajo en Urantia, porque los espíritus de los Dioses aun ahora residen en vosotros, os envuelven y os inspiran a la adoración verdadera.
(304.4) 27:7.6 Hay lugares y horarios preestablecidos de adoración en el Paraíso, pero éstos no alcanzan para satisfacer el caudal en constante aumento de las emociones espirituales de la creciente comprensión y del reconocimiento en ampliación de la divinidad en los seres brillantes de ascensión experiencial a la Isla eterna. Desde los tiempos de Grandfanda, los supernafines no han sido capaces de acomodar plenamente el espíritu de adoración en el Paraíso. Siempre existe un exceso de deseo de adorar respecto a la preparación para la adoración. Y esto se debe a que las personalidades de perfección inherente no pueden apreciar jamás plenamente las extraordinarias reacciones de las emociones espirituales de los seres que se han abierto camino lenta y laboriosamente hacia arriba, hasta la gloria del Paraíso, desde las profundidades de la oscuridad espiritual de los mundos inferiores del espacio y tiempo. Cuando estos ángeles y mortales del tiempo logran la presencia de los Poderes del Paraíso, se desencadena la expresión de las emociones acumuladas de las edades, un espectáculo sorprendente para los ángeles del Paraíso y productor de supremo regocijo de satisfacción divina en las Deidades del Paraíso.
(304.5) 27:7.7 A veces el Paraíso entero está envuelto en una marea dominadora de expresión espiritual y de adoración. Frecuentemente los conductores de la adoración no pueden controlar estos fenómenos hasta la aparición de la fluctuación triple de la luz de la morada de la Deidad, que manifiesta que el corazón divino de los Dioses ha sido plena y completamente satisfecho por la adoración sincera de los residentes del Paraíso, los ciudadanos perfectos de la gloria y las criaturas ascendentes del tiempo. ¡Qué triunfo de técnica! ¡Qué florecimiento del plan y propósito eterno de los Dioses, que el amor inteligente del hijo criatura dé plena satisfacción al amor infinito del Padre Creador!
(305.1) 27:7.8 Después de lograr la satisfacción suprema de la plenitud de la adoración, vosotros estáis calificados para ser admitidos en el Cuerpo de la Finalidad. La carrera ascendente está casi completa, y el séptimo jubileo se prepara para la celebración. El primer jubileo marcó el acuerdo mortal con el Ajustador del Pensamiento cuando se selló el propósito de sobrevivir; el segundo fue el despertar en la vida morontial; el tercero, la fusión con el Ajustador del Pensamiento; el cuarto fue el despertar en Havona; el quinto celebró el hallazgo del Padre Universal; y el sexto jubileo fue la ocasión del despertar en el Paraíso, después del sueño final de tránsito en el tiempo. El séptimo jubileo marca el ingreso en el cuerpo de los finalistas mortales y el comienzo del servicio en la eternidad. El logro de la séptima etapa de realización espiritual por parte de un finalista señala probablemente la celebración del primero de los jubileos de la eternidad.
(305.2) 27:7.9 Así pues termina la historia de los supernafines del Paraíso, la orden más elevada de todos los espíritus ministrantes, esos seres que, como clase universal, os asisten por siempre desde el mundo de vuestro origen hasta que finalmente los conductores de la adoración os dan la despedida cuando tomáis el juramento eterno de la Trinidad y sois incorporados en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad.
(305.3) 27:7.10 El servicio interminable de la Trinidad del Paraíso está por comenzar; ahora el finalista se encuentra frente a frente con el desafío de Dios el Último.

(305.4) 27:7.11 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría de Uversa.]

Documento 28

Los Espíritus Ministrantes de los Superuniversos


(306.1) 28:0.1 ASÍ como los supernafines son las huestes angélicas del universo central y los serafines las de los universos locales, del mismo modo los seconafines son los espíritus ministrantes de los superuniversos. En grado de divinidad y en potencial de supremacía, sin embargo, estos hijos de los Espíritus Reflexivos son mucho más parecidos a los supernafines que a los serafines. No sirven solos en las supercreaciones, y las transacciones patrocinadas por sus asociados no revelados son tan numerosas como fascinantes.
(306.2) 28:0.2 Tal como se presentan en estas narrativas, los espíritus ministrantes de los superuniversos comprenden las siguientes tres órdenes.
(306.3) 28:0.3 1. Los Seconafines.
(306.4) 28:0.4 2. Los Terciafines.
(306.5) 28:0.5 3. Los Omniafines.
(306.6) 28:0.6 Puesto que las últimas dos órdenes no se ocupan directamente del esquema de ascensión de la progresión mortal, se los tratará brevemente antes de considerar más a fondo a los seconafines. Técnicamente, ni los terciafines ni los omniafines son espíritus ministrantes de los superuniversos, aunque ambos sirven como ministros espirituales en estos dominios.

1. Los Terciafines

(306.7) 28:1.1 Estos altos ángeles están registrados en las sedes de los superuniversos, y a pesar de su servicio en las creaciones locales, técnicamente son residentes de estas capitales superuniversales, en cuanto no son oriundos de los universos locales. Los terciafines son hijos del Espíritu Infinito y se los personaliza en el Paraíso en grupos de mil. Estos seres excelsos de originalidad divina y versatilidad casi suprema son el don del Espíritu Infinito a los Hijos Creadores de Dios.
(306.8) 28:1.2 Cuando un Hijo Micael se separa del régimen paterno en el Paraíso y se prepara para salir a la aventura universal del espacio, el Espíritu Infinito entrega un grupo de mil de estos espíritus acompañantes. Y estos terciafines majestuosos acompañan al Hijo Creador, cuando éste se embarca en la aventura de la organización de un universo.
(306.9) 28:1.3 Durante los tiempos primitivos de la construcción de un universo, estos mil terciafines constituyen el único séquito personal del Hijo Creador. Adquieren una experiencia enorme como asistentes del Hijo durante estas épocas emocionantes de ensamblaje de un universo y otras manipulaciones astronómicas. Sirven al lado del Hijo Creador hasta el día de la personalización de la Brillante Estrella Matutina, el primogénito de un universo local. En ese momento, los terciafines presentan su dimisión formal y ésta es aceptada. Y con la aparición de las órdenes iniciales de vida angélica nativa, se retiran del servicio activo en el universo local y se tornan ministros de enlace entre el Hijo Creador al cual habían sido previamente asignados y los Ancianos de los Días del superuniverso correspondiente.

2. Los Omniafines

(307.1) 28:2.1 Los omniafines son creados por el Espíritu Infinito en enlace con los Siete Ejecutivos Supremos, y son los servidores y mensajeros exclusivos de estos mismos Ejecutivos Supremos. Se asignan los omniafines al gran universo, y en Orvonton su cuerpo mantiene su sede central en la zona norte de Uversa, donde residen como colonia especial de cortesía. No están registrados en Uversa, ni asignados a nuestra administración. Tampoco se ocupan directamente del esquema ascendente de la progresión mortal.
(307.2) 28:2.2 Los omniafines están totalmente ocupados de la vigilancia de los superuniversos en beneficios de la coordinación administrativa, desde el punto de vista de los Siete Ejecutivos Supremos. Nuestra colonia de omniafines en Uversa recibe instrucciones solamente del Ejecutivo Supremo de Orvonton y rinde informes al mismo, ubicado en la esfera ejecutiva conjunta número siete del anillo exterior de los satélites del Paraíso.

3. Los Seconafines

(307.3) 28:3.1 Los siete Espíritus Reflexivos asignados a la sede central de cada superuniverso producen las huestes secoráficas. Existe una técnica definida de respuesta en el Paraíso, asociada con la creación de estos ángeles en grupos de siete. En cada grupo de siete siempre hay uno primario, tres secundarios y tres terciarios; siempre se personalizan en esa proporción exacta. Cuando se crean siete seconafines semejantes, uno, el primario, es asignado al servicio de los Ancianos de los Días. Los tres ángeles secundarios se asocian con tres grupos de administradores de origen en el Paraíso en los supergobiernos: los Consejeros Divinos, los Perfeccionadores de la Sabiduría y los Censores Universales. Los tres ángeles terciarios son asignados a los asociados trinidizados ascendentes de los gobernantes del superuniverso: los Mensajeros Poderosos, Aquellos Elevados en Autoridad, y Aquellos sin Nombre ni Número.
(307.4) 28:3.2 Estos seconafines de los superuniversos son los vástagos de los Espíritus Reflexivos, y por consiguiente, la reflexividad es inherente en su naturaleza. Reaccionan reflexivamente en todas y cada una de las fases de cada una de las criaturas de origen en la Tercera Fuente y Centro y de los Hijos Creadores Paradisiacos, pero no son directamente reflexivos de las cosas y entidades, personales u otras, de origen único en la Primera Fuente y Centro. Poseemos muchas pruebas de la realidad de los circuitos universales de inteligencia del Espíritu Infinito, pero aunque no tuvieramos otras pruebas, las actuaciones reflexivas de los seconafines serían totalmente suficientes para demostrar la realidad de la presencia universal de la mente infinita del Actor Conjunto.

4. Los Seconafines Primarios

(307.5) 28:4.1 Los seconafines primarios, asignados a los Ancianos de los Días, son espejos vivientes al servicio de estos gobernantes triunos. Pensad qué significa, en la economía de un superuniverso, poder recurrir, en efecto, a un espejo viviente y en él ver y escuchar las respuestas certeras de otro ser a mil o cien mil años luz de distancia y hacer todo esto instantánea e infaliblemente. Los registros son esenciales para la conducción de los universos, las emisiones son útiles, el trabajo de los Mensajeros Solitarios y de otros es muy útil, pero los Ancianos de los Días, desde su posición a mitad de camino entre los mundos habitados y el Paraíso —entre el hombre y Dios— pueden mirar instantáneamente hacia ambos lados, escuchar hacia ambos lados yconocer ambos lados.
(308.1) 28:4.2 Esta habilidad —escuchar y ver, por decirlo así, todas las cosas— puede ser perfectamente realizada en los superuniversos sólo por los Ancianos de los Días y sólo en sus respectivos mundos sede central. Aun allí hay limitaciones: desde Uversa, dicha comunicación se limita a los mundos y universos de Orvonton, y aunque no esté operante entre los superuniversos, esta misma técnica reflexiva mantiene a cada uno de ellos en estrecho contacto con el universo central y con el Paraíso. Los siete supergobiernos, aunque individualmente segregados, son de esta manera perfectamente reflexivos de la autoridad de arriba y totalmente comprensivos, así como también conocedores, de las necesidades de abajo.
(308.2) 28:4.3 Los seconafines primarios parecen inclinarse por naturaleza inherente hacia siete tipos de servicio, y es conveniente que las primeras series de esta orden tengan dotes que les permitan interpretar inherentemente la mente del Espíritu para los Ancianos de los Días:
(308.3) 28:4.4 1. La Voz del Actor Conjunto. En cada superuniverso, el primer seconafín primario y cada séptimo de esa orden posteriormente creado exhiben un alto grado de adaptabilidad para comprender e interpretar la mente del Espíritu Infinito para los Ancianos de los Días y sus asociados en los supergobiernos. Esto es de gran valor en las sedes de los superuniversos porque, a diferencia de las creaciones locales con sus Ministras Divinas, el asiento de un supergobierno no cuenta con una personalización especializada del Espíritu Infinito. Por lo tanto, estas voces secoráficas son las que más se aproximan a ser representantes personales de la Tercera Fuente y Centro en tales esferas capitales. Es verdad que los siete Espíritus Reflexivos se encuentran allí, pero estas madres de las huestes secoráficas son menos exacta y automáticamente reflexivas del Actor Conjunto que de los Siete Espíritus Rectores.
(308.4) 28:4.5 2. La Voz de los Siete Espíritus Rectores. El segundo seconafín primario y cada séptimo creado después de éste se inclinan a describir las naturalezas y reacciones colectivas de los Siete Espíritus Rectores. Aunque cada Espíritu Rector ya está representado en la capital de un superuniverso por uno de los siete Espíritus Reflexivos de asignación, dicha representación es individual, no colectiva. Colectivamente, están presentes tan sólo reflexivamente; por lo tanto, los Espíritus Rectores aprecian el servicio de estos ángeles altamente personales, la segunda serie de los seconafines primarios, que son tan competentes para representarlos frente a los Ancianos de los Días.
(308.5) 28:4.6 3. La Voz de los Hijos Creadores. El Espíritu Infinito ha de tener algo que ver con la creación o la capacitación de los Hijos Paradisiacos de la orden de Micael, porque el tercer seconafín primario y cada séptimo seriado de allí en adelante posee el don notable de ser reflexivo de la mente de estos Hijos Creadores. Si los Ancianos de los Días quisieran saber —realmente saber— la actitud de Micael de Nebadon respecto de algún asunto bajo consideración, no necesitan llamarlo a través de las líneas del espacio; tan sólo necesitan llamar al Jefe de las Voces de Nebadon, quien, si se le solicita, presentará al seconafín Micael de registro; y allí mismo y en ese momento, los Ancianos de los Días percibirán la voz del Hijo Mayor de Nebadon.
(309.1) 28:4.7 Ninguna otra orden de filiación es «reflexible» de esta manera, y ninguna otra orden de ángeles puede funcionar de esta manera. No comprendemos plenamente de qué manera se realiza esto, y dudo mucho de que los Hijos Creadores lo comprendan plenamente. Pero con seguridad sabemos que funciona, y que infaliblemente funciona aceptablemente también lo sabemos, porque en toda la historia de Uversa, las voces secoráficas no han errado jamás en sus presentaciones.
(309.2) 28:4.8 Aquí estáis comenzando a ver algo de la manera en la cual la divinidad comprende el espacio del tiempo y domina el tiempo del espacio. Aquí estáis comenzando a echar uno de los primeros vistazos pasajeros a la técnica del ciclo de la eternidad, divergente por el momento, para asistir a los hijos del tiempo en sus esfuerzos por superar las arduas dificultades del espacio. Y estos fenómenos son adicionales a la técnica universal establecida de los Espíritus Reflexivos.
(309.3) 28:4.9 Aunque aparentemente privados de la presencia personal de los Espíritus Rectores de arriba y de los Hijos Creadores de abajo, los Ancianos de los Días tienen a su disposición seres vivientes sintonizados a los mecanismos cósmicos de la perfección reflexiva y de la precisión última, gracias a los cuales pueden disfrutar de la presencia reflexiva de todos aquellos seres excelsos cuya presencia personal se les niega. Por medio y a través de estos mecanismos, y de otros que vosotros desconocéis, Dios está potencialmente presente en las sedes de los superuniversos.
(309.4) 28:4.10 Los Ancianos de los Días deducen perfectamente la voluntad del Padre mediante el paralelismo de la transmisión de la voz del Espíritu desde arriba y de la transmisión de la voz de Micael desde abajo. De esta manera, pueden estar infaliblemente seguros al sopesar la voluntad del Padre sobre los asuntos administrativos de los universos locales. Pero para deducir la voluntad de uno de los Dioses del conocimiento de los otros dos, los tres Ancianos de los Días deben actuar juntos; dos no serían capaces de llegar a la respuesta. Por esta razón, aunque si no hubiesen otras, tres Ancianos de los Días siempre presiden los superuniversos, y no uno ni siquiera por dos.
(309.5) 28:4.11 4. La Voz de las Huestes Angélicas. El cuarto seconafín primario y cada séptimo seriado son ángeles peculiarmente sensibles a los sentimientos de todas las órdenes de los ángeles, incluyendo a los supernafines de arriba y a los serafines de abajo. Así, la actitud de cualquier ángel de mando o de supervisión está inmediatamente disponible para la consideración de cualquier concilio de los Ancianos de los Días. No pasa un día en vuestro mundo, en que el jefe de los serafines en Urantia no tenga conciencia del fenómeno de la transferencia reflexiva, de ser atraído desde Uversa para algún propósito; pero a menos que algún Mensajero Solitario se lo advierta por adelantado, permanece totalmente ignorante de lo que se busca y de cómo se obtiene. Estos espíritus ministrantes del tiempo proveen constantemente este tipo de testimonio inconsciente y ciertamente, por lo tanto, libre de prejuicios sobre la colección interminable de asuntos que llaman la atención y requieren las deliberaciones de los Ancianos de los Días y de sus asociados.
(309.6) 28:4.12 5. Los Receptores de Emisiones. Existe una clase especial de mensajes emitidos que tan sólo es recibida por estos seconafines primarios. Aunque no son ellos los emisores regulares de Uversa, funcionan en enlace con los ángeles de las voces reflexivas para el fin de sincronizar la visión reflexiva de los Ancianos de los Días con ciertos mensajes auténticos que provienen de los circuitos establecidos de la comunicación universal. Los receptores de emisiones son de la quinta serie, el quinto seconafín creado y cada séptimo después de él.
(310.1) 28:4.13 6. Las Personalidades de Transporte. Éstos son los seconafines que llevan a los peregrinos del tiempo de los mundos sede central de los superuniversos al círculo exterior de Havona. Son el cuerpo de transporte de los superuniversos, operan hacia adentro hasta el Paraíso, y hacia afuera a los mundos de sus respectivos sectores. Este cuerpo está compuesto por el sexto seconafín primario y cada séptimo de los creados posteriormente.
(310.2) 28:4.14 7. El Cuerpo de Reserva. Un grupo muy grande de seconafines, los seriados primarios séptimos, se mantiene en reserva para deberes no clasificados y para asignaciones de urgencia de los reinos. Puesto que no son altamente especializados, pueden funcionar relativamente bien en cualquiera de las capacidades de sus diversos asociados, pero dicho trabajo especializado se realiza tan sólo en casos de urgencia. Sus tareas usuales consisten en la realización de aquellos deberes generalizados de un superuniverso que no caen dentro del alcance de los ángeles de asignación específica.

5. Los Seconafines Secundarios

(310.3) 28:5.1 Los seconafines de la orden secundaria no son menos reflexivos que sus semejantes primarios. La clasificación de primario, secundario y terciario no indica un diferencial de estado ni de función en el caso de los seconafines; simplemente denota los órdenes de procedimiento. Los tres grupos exhiben cualidades idénticas en sus actividades.
(310.4) 28:5.2 Se asignan los siete tipos reflexivos de los seconafines secundarios a los servicios de los asociados coordinados de origen en la Trinidad de los Ancianos de los Días, como sigue:
(310.5) 28:5.3 Para los Perfeccionadores de la Sabiduría —las Voces de la Sabiduría, las Almas de la Filosofía y las Uniones de las Almas.
(310.6) 28:5.4 Para los Consejeros Divinos —los Corazones de Consejo, los Regocijos de Existencia y las Satisfacciones de Servicio.
(310.7) 28:5.5 Para los Censores Universales —los Discernidores de los Espíritus.
(310.8) 28:5.6 Al igual que la orden primaria, este grupo es creado en forma seriada; o sea, que el primogénito fue una Voz de Sabiduría y el séptimo de allí en adelante fue similar, y así sucesivamente con los seis otros tipos de estos ángeles reflexivos.
(310.9) 28:5.7 1. La Voz de la Sabiduría. Algunos de estos seconafines están en enlace perpetuo con las bibliotecas vivientes del Paraíso, los custodios del conocimiento que pertenecen a los supernafines primarios. En el servicio reflexivo especializado, las Voces de la Sabiduría son concentraciones y enfoques vivientes, actuales, pletóricas y completamente confiables, de la sabiduría coordinada del universo de los universos. Para el volumen casi infinito de información que circula en los circuitos maestros de los superuniversos, estos seres extraordinarios son tan reflexivos y selectivos, tan sensibles, como para poder segregar y recibir la esencia de la sabiduría e infaliblemente transmitir estas joyas de mentación a sus superiores, los Perfeccionadores de la Sabiduría. Y funcionan de tal modo que los Perfeccionadores de la Sabiduría no solamente oyen las expresiones reales y originales de esta sabiduría, sino que también ven reflexivamente a los seres mismos, de origen elevado o bajo, que le dieron voz.
(310.10) 28:5.8 Está escrito: «Si un hombre carece de sabiduría, que pregunte». En Uversa, cuando se hace necesario llegar a decisiones sabias en las situaciones perplejas de los complejos asuntos del gobierno del superuniverso, cuando se requieren tanto sabiduría de perfección como sabiduría de practicabilidad, entonces los Perfeccionadores de la Sabiduría convocan un batallón de Voces de Sabiduría y, mediante la pericia consumada de su orden, sintonizan y direccionalizan a estos receptores vivientes de la sabiduría contenida en las mentes y circulante en el universo de los universos de modo tal que muy pronto, desde estas voces secoráficas, fluye un caudal de sabiduría de la divinidad desde el universo arriba y una inundación de sabiduría de practicabilidad desde las mentes más elevadas de los universos abajo.
(311.1) 28:5.9 Si surge confusión sobre la armonización de estas dos versiones de sabiduría, se apela inmediatamente a los Consejeros Divinos, que de inmediato deciden la combinación apropiada de procedimientos. Si existe alguna duda sobre la autenticidad de algo que proviene de reinos en los que haya estallado una rebelión, se apela a los Censores quienes, con sus Discernidores de Espíritu, son capaces de decidir inmediatamente en cuanto a en «qué asunto del espíritu» actuó el consejero. De este modo, la sabiduría de las edades y el intelecto del momento están siempre presentes con los Ancianos de los Días, como un libro abierto ante su mirada benéfica.
(311.2) 28:5.10 Vosotros apenas si podéis comprender lo que todo esto significa para aquellos que son responsables de la conducta de los gobiernos superuniversales. La inmensidad y amplitud de estas transacciones están totalmente más allá de la concepción finita. Cuando os encontréis, como yo repetidamente me he encontrado, en las cámaras especiales de recepción del templo de la sabiduría en Uversa y veáis todo esto en operación actual, seréis impulsados a la adoración por la perfección de la complejidad, y por la seguridad del funcionamiento de las comunicaciones interplanetarias de los universos. Homenajearéis a la sabiduría divina y a la bondad de los Dioses, que planean y ejecutan con técnica tan extraordinaria. Estas cosas realmente suceden tal como yo las he descrito.
(311.3) 28:5.11 2. El Alma de la Filosofía. Estos maravillosos maestros también se asignan a los Perfeccionadores de la Sabiduría y, cuando no están dirigidos de otra manera, permanecen en sincronía focal con los maestros de la filosofía en el Paraíso. Piensa en acercarte a un enorme espejo viviente, en efecto, pero en vez de contemplar la imagen de tu yo material y finito, de percibir un reflejo de la sabiduría de la divinidad y de la filosofía del Paraíso. Mas si se hace deseable «encarnar» esta filosofía de perfección, para diluirla y hacerla de este modo práctica para su aplicación y asimilación por parte de los pueblos humildes de los mundos bajos, estos espejos vivientes tan sólo necesitan dar vuelta el rostro hacia abajo, para reflejar las normas y necesidades de otro mundo o universo.
(311.4) 28:5.12 Por estas mismas técnicas, los Perfeccionadores de la Sabiduría adaptan decisiones y recomendaciones a las necesidades reales y al estado auténtico de los pueblos y mundos bajo consideración, y siempre actúan de acuerdo con los Consejeros Divinos y los Censores Universales. Pero la plenitud sublime de estas transacciones está más allá aún de mi capacidad de comprensión.
(311.5) 28:5.13 3. La Unión de las Almas. Completando el personal triuno asignado a los Perfeccionadores de la Sabiduría, están estos reflectores de los ideales y estado de las relaciones éticas. De todos los problemas en el universo que requieren el ejercicio de una sabiduría consumada de experiencia y adaptabilidad, ninguno es más importante que los que surgen de las relaciones y asociaciones de los seres inteligentes. Sea en las asociaciones humanas de comercio y negocios, de amistad y matrimonio, o en los enlaces de las huestes angélicas, siempre surgen fricciones mezquinas, malentendidos menores, demasiado triviales como para llamar la atención de los conciliadores, pero suficientemente irritantes y perturbadores como para estorbar el mecanismo normal del universo, si se permite que se multipliquen y continúen. Por lo tanto, los Perfeccionadores de la Sabiduría ponen a disposición la experiencia sabia de su orden como «el aceite de la reconciliación» de un entero superuniverso. En todo este trabajo, estos hombres sabios de los superuniversos están secundados hábilmente por sus asociados reflexivos, las Uniones de las Almas, que ponen a disposición la información actual relativa al estado del universo y al mismo tiempo describen el ideal paradisiaco, para el mejor ajuste de estos problemas que producen perplejidad. Cuando no están dirigidos específicamente a otro lugar, estos seconafines permanecen en enlace reflexivo con los intérpretes de la ética en el Paraíso.
(312.1) 28:5.14 Éstos son los ángeles que fomentan y promueven el trabajo en equipo de todo Orvonton. Una de las lecciones más importantes que debéis aprender durante vuestra carrera mortal consiste en trabajar en equipo. Las esferas de perfección tienen un personal que proviene de los que han dominado este arte de trabajar con otros seres. En el universo pocos son los deberes para el servidor solitario. Cuanto más alto ascendáis, más solitarios estaréis al encontraros temporalmente sin asociación con vuestros semejantes.
(312.2) 28:5.15 4. El Corazón de Consejo. Éste es el primer grupo de estos genios reflexivos colocado bajo la supervisión de los Consejeros Divinos. Los seconafines de este tipo están en posesión de los hechos del espacio, siendo selectivos para estos datos en los circuitos del tiempo. Especialmente son reflexivos de los coordinadores superáficos de información, pero también son selectivamente reflexivos del parecer de todos los seres, tanto de estado alto como de estado bajo. Toda vez que los Consejeros Divinos son convocados para concilios o decisiones importantes, solicitan inmediatamente un conjunto de Corazones de Consejo, y luego la decisión emitida incorpora efectivamente la sabiduría y el consejo coordinados de las mentes más competentes del entero superuniverso, todo lo cual ha sido censurado y revisado a la luz del parecer de las mentes elevadas de Havona y aún del Paraíso.
(312.3) 28:5.16 5. El Regocijo de la Existencia. Por naturaleza estos seres están reflexivamente sincronizados con los supervisores superáficos de la armonía arriba y con ciertos serafines abajo, pero es difícil explicar qué es precisamente lo que hacen en realidad los miembros de este interesante grupo. Sus actividades principales están dirigidas a pro-mover reacciones de regocijo entre las varias órdenes de las huestes angelicales y de las criaturas volitivas inferiores. Los Consejeros Divinos, a quienes están agregados, pocas veces los utilizan específicamente para detectar regocijo. En una forma más general y en colaboración con los directores de reversión, funcionan como conmutadores de regocijo, intentando aumentar las reacciones de placer de los reinos y mejorar el gusto por el humor, para desarrollar entre mortales y ángeles un super-humor. Intentan demostrar que existe un regocijo inherente en una existencia con libre albedrío, independientemente de toda influencia externa; y tienen razón, aunque encuentran grandes dificultades para inculcar esta verdad en la mente de los hombres primitivos. Las personalidades espirituales más elevadas y los ángeles responden más rápidamente a estos esfuerzos de instrucción.
(312.4) 28:5.17 6. La Satisfacción del Servicio. Estos ángeles son altamente reflexivos de la actitud de los directores de conducta en el Paraíso y funcionan en forma muy semejante a los Regocijos de Existencia, intentando enaltecer el valor del servicio y aumentar las satisfacciones que de él se puede derivar. Mucho han hecho para iluminar las recompensas pospuestas inherentes en el servicio altruista, servicio para la ampliación del reino de la verdad.
(312.5) 28:5.18 Los Consejeros Divinos, a quienes está agregada esta orden, los utilizan para reflejar de un mundo a otro los beneficios que se pueden extraer del servicio espiritual. Y utilizando así las realizaciones de los mejores para inspirar y alentar a los mediocres, estos seconafines contribuyen inmensamente a la calidad del servicio dedicado en los superuniversos. Se usa con eficacia el espíritu competitivo fraternal, circulando de un mundo a otro información sobre lo que se hace en los demás mundos, particularmente en los mejores mundos. Se promueve así una rivalidad refrescante y sincera aun entre las huestes seráficas.
(313.1) 28:5.19 7. Los Discernidores de los Espíritus. Existe un enlace especial entre los asesores y consejeros del segundo círculo de Havona y estos ángeles reflexivos. Son los únicos seconafines agregados a los Censores Universales, pero probablemente son más singularmente especializados entre todos sus semejantes. Sea cual fuere la fuente o canal de la información, aunque las pruebas disponibles sean muy escasas, cuando se las somete a su escrutinio reflexivo, estos discernidores inmediatamente nos informarán sobre el verdadero motivo, el propósito real y la auténtica naturaleza de su origen. Me maravillo del funcionamiento extraordinario de estos ángeles, que tan infaliblemente reflejan el carácter moral y espiritual auténtico de cualquier individuo puesto bajo su exposición focal.
(313.2) 28:5.20 Los Discernidores de los Espíritus llevan a cabo estos intrincados servicios por virtud de «discernimiento espiritual» inherente, si es que puedo usar dichas palabras en un intento para hacer comprender a la mente humana el pensamiento de que estos ángeles reflexivos funcionan así intuitivamente, inherentemente e infaliblemente. Cuando los Censores Universales contemplan estas presentaciones, están frente a frente con el alma desnuda del individuo reflejado; esta misma certidumbre y perfección de retrato explica en parte por qué los censores pueden funcionar siempre como jueces tan justos y rectos. Los discernidores siempre acompañan a los Censores en cualquier misión alejada de Uversa, y son igualmente eficaces en los universos como lo son en su sede de Uversa.
(313.3) 28:5.21 Os aseguro que todas estas transacciones del mundo espiritual son reales, que tienen lugar de acuerdo con las costumbres establecidas y en armonía con las leyes inmutables de los dominios universales. Los seres de cada nueva orden creada, inmediatamente después de recibir el aliento de vida, son reflejados instantáneamente en las alturas; se emite un retrato viviente de la naturaleza y potencial de la criatura a la sede central del superuniverso. De esta manera, por medio de los discernidores, los Censores entran en conocimiento pleno de exactamente «qué tipo de espíritu» ha nacido en los mundos del espacio.
(313.4) 28:5.22 Esto ocurre con el hombre mortal: el Espíritu Materno de Salvington os conoce plenamente, porque el Espíritu Santo en vuestro mundo «investiga todas las cosas» y todo cuanto sepa el Espíritu de vosotros está inmediatamente disponible a los discernidores secoráficos, quienes reflejan con el Espíritu, lo que se refiere al conocimiento que tiene de vosotros. Sin embargo, debemos mencionar que el conocimiento y planes de los fragmentos del Padre no son reflejables. Los discernidores pueden reflejar, y lo hacen, la presencia de los Ajustadores (y los Censores los declaran divinos), pero no pueden descifrar el contenido de la mente de los Monitores Misteriosos.

6. Los Seconafines Terciarios

(313.5) 28:6.1 Del mismo modo que sus semejantes, se crean estos ángeles en forma seriada y en siete tipos reflexivos, pero no se asignan estos tipos individualmente a los servicios separados de los administradores de los superuniversos. Todos los seconafines terciarios son asignados colectivamente a los Hijos Trinidizados de Logro, y estos hijos ascendentes los utilizan en forma intercambiable; o sea, los Mensajeros Poderosos pueden utilizar a cualquiera de los tipos terciarios, y así lo hacen, y también lo hacen sus coordinados, Aquellos Elevados en Autoridad y Aquellos sin Nombre ni Número. Estos siete tipos de seconafines terciarios son:
(314.1) 28:6.2 1. El Significado de los Orígenes. Los Hijos Trinidizados ascendentes de un gobierno superuniversal tienen a su cargo la responsabilidad de tratar con todos los asuntos que surgen del origen de todo individuo, raza o mundo; y el significado del origen es la cuestión fundamental en todos nuestros planes para el avance cósmico de las criaturas vivientes del reino. Todas las relaciones y la aplicación de la ética surgen de los hechos fundamentales del origen. El origen es la base de la reacción relacional de los Dioses. Siempre el Actor Conjunto «toma nota del hombre, en qué forma nació».
(314.2) 28:6.3 En el caso de los seres descendentes más elevados, el origen es simplemente un hecho que debe de cerciorarse; pero con los seres ascendentes, incluyendo las órdenes inferiores de los ángeles, la naturaleza y circunstancias del origen no son siempre tan claras, aunque son de importancia vital, prácticamente para cada vuelta de los asuntos universales —de allí el valor de tener a nuestra disposición a una serie de seconafines reflexivos que pueden ilustrar instantáneamente todo lo necesario respecto del génesis de cualquier ser, tanto en el universo central como en el entero reino de un superuniverso.
(314.3) 28:6.4 Los Significados de los Orígenes son genealogías vivientes de referencia inmediata de las huestes enormes de seres —hombres, ángeles y otros— que habitan los siete superuniversos. Están siempre listos para proporcionar a sus superiores un cálculo actualizado, pletórico y confiable de los factores ancestrales y del estado presente de cualquier individuo en cualquier mundo de sus respectivos superuniversos; y su cómputo de los hechos conocidos está siempre al minuto.
(314.4) 28:6.5 2. La Memoria de la Misericordia. Estos son los registros reales, plenos y pletóricos, y vivientes, de la misericordia que ha sido extendida a individuos y razas por las administraciones tiernas de las instrumentalidades del Espíritu Infinito, en la misión de adaptar la justicia de la rectitud al estado de los reinos, tal como se revela en descripciones del Significado de los Orígenes. La Memoria de la Misericordia revela la deuda moral de los hijos de la misericordia —sus deudas espirituales— que deben ser asentadas contra los bienes de la disposición salvadora establecida por los Hijos de Dios. Al revelar la misericordia preexistente del Padre, los Hijos de Dios establecen el crédito necesario para asegurar la sobrevivencia de todos. Luego, de acuerdo con los hallazgos de los Significados de Orígenes, se establece un crédito de misericordia para la sobrevivencia de cada criatura racional, un crédito de proporciones generosas y de gracia suficiente como para asegurar la sobrevivencia de toda alma que realmente desee la ciudadanía divina.
(314.5) 28:6.6 La Memoria de la Misericordia es una hoja de balance viviente, una declaración actualizada de vuestra cuenta con las fuerzas sobrenaturales de los reinos. Estos son los registros vivientes de la ministración de la misericordia que se leen en el testimonio de las cortes de Uversa cuando se juzga el derecho de cada individuo a una vida sin fin, cuando «se elevan los tronos y los Ancianos de los Días se sientan. Las emisiones de Uversa se presentan ante ellos; miles y miles ministran a ellos, y diez mil veces diez mil están frente a ellos. El juicio se establece, los libros fueron abiertos». Los libros que son abiertos en tal ocasión pletórica son los registros vivientes de los seconafines terciarios de los superuniversos. Los registros formales están en los archivos para corroborar el testimonio de las Memorias de la Misericordia si así se requiere.
(314.6) 28:6.7 La Memoria de la Misericordia debe mostrar que el crédito salvador establecido por los Hijos de Dios se ha pagado plena y fielmente en ministerio amante de las pacientes personalidades de la Tercera Fuente y Centro. Pero cuando seagota la misericordia, cuando la «memoria» de la misma atestigua su agotamiento, entonces prevalece la justicia y la rectitud decreta. Puesto que la misericordia no ha de ser volcada sobre aquellos que la desprecian, la misericordia no es un don que pueda ser pisoteado por los rebeldes persistentes del tiempo. Sin embargo, aunque la misericordia sea así de preciosa y tan amorosamente otorgada, tu crédito individual está siempre muy en exceso de tu habilidad para agotar la reserva si eres sincero en tu propósito y honesto en tu corazón.
(315.1) 28:6.8 Los reflectores de la misericordia, con sus asociados terciarios, se ocupan de numerosos ministerios superuniversales, incluyendo la enseñanza a las criaturas ascendentes. Entre muchas otras cosas, los Significados de Orígenes enseñan a estos ascendentes cómo aplicar la ética espiritual, y después de dicha capacitación, los Memorias de la Misericordia les enseñan cómo ser verdaderamente misericordiosos. Aunque las técnicas espirituales del ministerio de la misericordia están más allá de tu concepción, aún ahora deberías comprender que la misericordia es una calidad de crecimiento. Deberías darte cuenta de que hay una gran recompensa de satisfacción personal en ser primero justo, luego recto, a continuación paciente y finalmente comprensivo. Y luego, sobre esa base, si así lo eliges y la encuentras en tu corazón, podrás tomar el paso próximo y mostrar verdaderamente misericordia; pero no podrás exhibir misericordia por sí misma. Hay que dar estos pasos; de otro modo no puede haber misericordia genuina. Podrá haber patronaje, condescendencia, o caridad —aún lástima— pero no misericordia. La verdadera misericordia viene sólo de la cúspide hermosa de estos adjuntos precedentes a la comprensión de grupo, la apreciación mutua, el compañerismo fraternal, la comunión espiritual y la armonía divina.
(315.2) 28:6.9 3. La Importancia del Tiempo. El tiempo es la dote universal de todas las criaturas volitivas; es el «talento» confiado a todos los seres inteligentes. Todos vosotros tenéis tiempo para asegurar vuestra sobrevivencia; el tiempo se desperdicia fatalmente sólo cuando se lo entierra en la negligencia, cuando no lo utilizáis para aseguraros de la sobrevivencia de vuestra alma. El fracaso en mejorar el propio tiempo hasta el grado más alto posible no impone castigos fatales; meramente retarda al peregrino del tiempo en su viaje de ascensión. Si se gana la sobrevivencia, todas las demás pérdidas pueden ser reencontradas.
(315.3) 28:6.10 En la asignación de responsabilidades el consejo de los Importancia del Tiempo es invaluable. El tiempo es un factor vital en todo de este lado de Havona y del Paraíso. En el juicio final ante los Ancianos de los Días, el tiempo es un elemento de prueba. Los Importancia del Tiempo deben siempre proporcionar testimonio para mostrar que cada individuo ha tenido amplio tiempo para hacer decisiones, alcanzar una elección.
(315.4) 28:6.11 Estos evaluadores del tiempo también son el secreto de la profecía; describen el elemento del tiempo necesario para completar cualquier empresa, y son tan confiables como indicadores como lo son los frandalanques y los cronoldeques de otras órdenes vivientes. Los Dioses ven el futuro, por lo tanto, lo conocen por adelantado; pero las autoridades ascendentes de los universos del tiempo deben consultar a los Importancia del Tiempo para poder pronosticar los acontecimientos del futuro.
(315.5) 28:6.12 Encontraréis a estos seres por primera vez en los mundos de estancia; y allí os instruirán sobre el uso ventajoso de aquello que vosotros llamáis «tiempo», tanto en su empleo positivo, trabajo, como en su utilización negativa, reposo. Ambos usos del tiempo son importantes.
(315.6) 28:6.13 4. La Solemnidad de la Confianza. La confianza es la prueba crucial de las criaturas volitivas. La confiabilidad es la medida auténtica del autodominio, el carácter. Estos seconafines cumplen un doble propósito en la economía de los superuniversos: ilustran para todas las criaturas volitivas el sentido de la obligación, el carácter sagrado y la solemnidad de la confianza. Al mismo tiempo, reflejan infaliblemente para las autoridades gobernantes la confiabilidad exacta de todo candidato para confianza o responsabilidad.
(316.1) 28:6.14 En Urantia, vosotros intentáis en forma grotesca leer el carácter y estimar las habilidades específicas; pero en Uversa hacemos estas cosas en perfección. Estos seconafines pesan la confiabilidad en las balanzas vivientes de la evaluación infalible del carácter, y una vez que os han mirado, tan sólo tenemos que mirarlos a ellos para conocer las limitaciones de tu habilidad para cumplir con una responsabilidad, llevar a cabo un encargo, y ejecutar las misiones. Tus activos de confiabilidad se establecen claramente junto con tus pasivos de falla o posible traición.
(316.2) 28:6.15 Es el plan de tus superiores avanzarte mediante responsabilidades cada vez mayores tan rápido como se vaya desarrollando suficientemente tu carácter como para soportar con gracia estas responsabilidades agregadas, pero sobrecargar al individuo atrae únicamente el desastre y asegura la desilusión. Y el error de colocar responsabilidad prematuramente sobre el hombre o el ángel se puede evitar utilizando el ministerio de estos estimadores infalibles de la capacidad de confianza de los individuos espacio-temporales. Estos seconafines acompañan siempre a Aquellos Elevados en Autoridad, y estos ejecutivos no hacen nunca asignaciones hasta tanto haber sopesado a los candidatos en las hojas de balance secoráficas y haberlos declarado «sin faltas».
(316.3) 28:6.16 5. La Santidad del Servicio. El privilegio del servicio inmediatamente sigue al descubrimiento de la confiabilidad. Nada os separa de la oportunidad de mayor servicio excepto tu propia falta de confiabilidad, tu falta de capacidad para la apreciación de la solemnidad de la responsabilidad.
(316.4) 28:6.17 El servicio —el servicio con fin determinado, no la esclavitud— produce la satisfacción más alta y es expresión de la dignidad más divina. El servicio —más servicio, servicio aumentado, servicio difícil, servicio venturoso, y por fin servicio divino y perfecto— es la meta del tiempo y el destino del espacio. Pero por siempre los ciclos de recreación del tiempo alternarán con los ciclos de servicio del progreso. Y después del servicio del tiempo sigue el superservicio de la eternidad. Durante la recreación temporal debes visualizar el trabajo de la eternidad, así como, durante el servicio de la eternidad, recordarás el recreo del tiempo.
(316.5) 28:6.18 La economía universal se funda en ingreso y salida; durante toda la carrera eterna no encontraréis jamás la monotonía de la inacción o el estancamiento de la personalidad. El progreso está posibilitado por el movimiento inherente, el avance crece de la capacidad divina para la acción, y el logro es el hijo de la aventura imaginativa. Pero inherente en esta capacidad para logro está la responsabilidad de la ética, la necesidad de reconocer que el mundo y el universo están llenos de una multitud de tipos diferentes de seres. Toda esta magnífica creación, incluyéndote a ti mismo, no se hizo sólo para ti. Este no es un universo egocéntrico. Los Dioses han decretado: «Es más noble dar que recibir», y dijo vuestro Hijo Soberano: «El que sea más grande entre vosotros, que sea el servidor de todos».
(316.6) 28:6.19 La verdadera naturaleza de todo servicio, sea éste cumplido por el hombre o por el ángel, se revela plenamente en los rostros de estos secoráficos indicadores de servicio, las Santidades de Servicio. El análisis pleno de los motivos verdaderos y ocultos se muestra claramente. Estos ángeles son en verdad lectores de la mente, investigadores del corazón y reveladores del alma del universo. Los mortales pueden emplear palabras para ocultar sus pensamientos, pero estos altos seconafines desnudan los motivos profundos del corazón humano y de la mente angélica.
(317.1) 28:6.20 6 y 7. El Secreto de la Grandeza y el Alma de la Bondad. Habiendo despertado los peregrinos ascendentes a la importancia del tiempo, el camino está preparado para la realización de la solemnidad de la responsabilidad y para la apreciación de la santidad del servicio. Aunque estos son los elementos morales de la grandeza, también hay secretos de la grandeza. Cuando se aplican las pruebas espirituales de la grandeza los elementos morales no se desatienden, pero la calidad de altruismo revelada en la labor desinteresada para el bienestar de los propios semejantes terrenales, particularmente de los seres merecedores en necesidad y en dolor, ésa es la verdadera medida de la grandeza planetaria. Y la manifestación de la grandeza en un mundo como Urantia es la exhibición del autocontrol. El gran hombre no es el que «conquista una ciudad» o «derrota a una nación», sino más bien «el que domina su propia lengua».
(317.2) 28:6.21 La grandeza es sinónimo de divinidad. Dios es supremamente grande y bueno. La grandeza y la bondad sencillamente no se pueden divorciar. Son por siempre una sola cosa en Dios. Esta verdad es literal y extraordinariamente ilustrada por la interdependencia reflexiva del Secreto de Grandeza y del Alma de la Bondad, porque ninguno de ellos puede funcionar sin el otro. Al reflejar otras cualidades de la divinidad, los seconafines de los superuniversos pueden actuar por sí solos, y así lo hacen, pero las estimaciones reflexivas de la grandeza y de la bondad parecen ser inseparables. Por lo tanto, en cualquier mundo, en cualquier universo, estos reflectores de la grandeza y de la bondad trabajan juntos, mostrando siempre un informe dual y mutuamente dependiente de cada ser sobre el que se enfocan. La grandeza no se puede estimar sin conocer el contenido de la bondad, mientras que la bondad no se puede retratar sin exhibir su grandeza inherente y divina.
(317.3) 28:6.22 La estimación de la grandeza varía de esfera a esfera. Ser grande es ser semejante a Dios. Puesto que la cualidad de grandeza está completamente determinada por el contenido de la bondad, se deduce que, aún en tu estado humano presente, si puedes mediante la gracia volverte bueno, estás volviéndote por ello grande. Cuanto más constantemente contemplas y más persistentemente persigues los conceptos de la bondad divina, más certeramente crecerás en grandeza, en verdadera magnitud de carácter genuino de supervivencia.

7. El Ministerio de los Seconafines

(317.4) 28:7.1 Los seconafines tienen su origen y sede central en las capitales de los superuniversos, pero con sus semejantes de enlace deambulan desde las orillas del Paraíso hasta los mundos evolucionarios del espacio. Sirven como asistentes valiosos de los miembros de las asambleas deliberantes de los supergobiernos y son de gran ayuda para las colonias de cortesía de Uversa: los astrónomos, los turistas milenarios, los observadores celestiales y una hueste de otros, incluyendo los seres ascendentes que aguardan transporte para Havona. Los Ancianos de los Días disfrutan de asignar a algunos de los seconafines primarios para que asistan a las criaturas ascendentes domiciliadas en los cuatrocientos noventa mundos de estudio que rodean a Uversa; aquí también sirven como maestros de las órdenes secundaria y terciaria. Estos satélites de Uversa son las escuelas finales de los universos del tiempo, que presentan el curso preparatorio para la universidad de siete circuitos de Havona.
(317.5) 28:7.2 De las tres órdenes de seconafines, el grupo terciario, agregado a las autoridades ascendentes, ministra más ampliamente a las criaturas ascendentes del tiempo. Tendrás ocasión de conocerlos poco después de tu partida de Urantia, aunque no harás uso libremente de sus servicios hasta tanto no alcances los mundos de estadía de Orvonton. Disfrutarás de su compañía cuando los conozcas plenamente durante tu estadía en los mundos escuela de Uversa.
(318.1) 28:7.3 Estos seconafines terciarios son ahorradores de tiempo, acortadores del espacio, detectores de errores, maestros fieles y guías sempiternos —señales vivientes de la seguridad divina— colocados en misericordia en las encrucijadas del tiempo, para guiar allí los pies de los ansiosos peregrinos en momentos de gran perplejidad e incertidumbre espiritual. Mucho antes de llegar a las compuertas de la perfección comenzarás a ganar acceso a las herramientas de la divinidad y a hacer contacto con las técnicas de la Deidad. Cada vez más, desde el momento en que llegues al primer mundo de estancia hasta que cierres los ojos en el sueño de Havona, preparatorio para tu tránsito al Paraíso, te aprovecharás de la ayuda de urgencia de estos seres maravillosos, que tan plena y libremente reflejan el conocimiento certero y la sabiduría segura de aquellos peregrinos seguros y confiables que te han precedido en el largo viaje hasta los portales de la perfección.
(318.2) 28:7.4 Se nos niega el privilegio pleno de utilizar a estos ángeles de la orden reflexiva en Urantia. Son visitantes frecuentes en vuestro mundo, puesto que acompañan a las personalidades de asignación, pero aquí no pueden funcionar libremente. Esta esfera está aún bajo una cuarentena espiritual parcial, y algunos de los circuitos esenciales para su servicio no funcionan en el presente. Cuando vuestro mundo sea nuevamente restaurado a los circuitos reflexivos respectivos, mucho del trabajo de comunicación interplanetaria e interuniversal será grandemente simplificado y acelerado. Los trabajadores celestiales en Urantia encuentran muchas dificultades debido a esta escasez funcional de sus asociados reflexivos. Pero seguimos conduciendo alegremente nuestros asuntos con las instrumentalidades disponibles, a pesar de que se nos ha privado localmente de muchos de los servicios de estos seres maravillosos, los espejos vivientes del espacio y los proyectores de presencia del tiempo.

(318.3) 28:7.5 [Patrocinado por un Mensajero Poderoso de Uversa]

Documento 29

Los Directores del Poder Universal


(319.1) 29:0.1 DE TODAS las personalidades del universo que se ocupan de la reglamentación de los asuntos interplanetarios e interuniversales, los directores del poder y sus asociados son los menos comprendidos en Urantia. Aunque vuestras razas han sabido por largo tiempo de la existencia de los ángeles y de órdenes similares de seres celestiales, muy poca información se ha impartido jamás sobre los controladores y reguladores del dominio físico. Aun ahora, tan sólo se me permite divulgar plenamente la información acerca del último de los siguientes tres grupos de seres vivientes que tienen que ver con el control de la fuerza y la reglamentación de la energía en el universo maestro:
(319.2) 29:0.2 1. Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios Eventuados.
(319.3) 29:0.3 2. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(319.4) 29:0.4 3. Directores del Poder Universal.
(319.5) 29:0.5 A pesar de que considero imposible describir la individualidad de los varios grupos de directores, centros y controladores del poder universal, espero poder explicar algo acerca del dominio de sus actividades. Se trata de un grupo singular de seres vivientes que tienen que ver con la reglamentación inteligente de la energía en todo el gran universo. Incluyendo a los directores supremos, comprenden las siguientes divisiones principales:
(319.6) 29:0.6 1. Los Siete Directores Supremos del Poder.
(319.7) 29:0.7 2. Los Centros Supremos del Poder.
(319.8) 29:0.8 3. Los Controladores Físicos Decanos.
(319.9) 29:0.9 4. Los Supervisores del Poder Morontial.
(319.10) 29:0.10 Los Directores y Centros Supremos del Poder han existido desde los tiempos cercanos a la eternidad, y por lo que nosotros sabemos, no se han creado más seres de estas órdenes. A los Siete Directores Supremos los personalizaron los Siete Espíritus Rectores, y luego colaboraron con sus progenitores en la producción de más de diez mil millones de asociados. Antes de los tiempos de los directores del poder, los circuitos de energía del espacio fuera del universo central, estaban bajo la supervisión inteligente de los Organizadores de la Fuerza Decanos del Paraíso.
(319.11) 29:0.11 Como tenéis conocimiento sobre las criaturas materiales, por lo menos contáis con un concepto contrastante para concebir los seres espirituales; pero es muy difícil para la mente mortal visualizar a los directores del poder. En el esquema de la progresión ascendente a los niveles más elevados de la existencia, vosotros no tenéis nada que ver directamente ni con los directores supremos ni con los centros del poder. En algunas raras ocasiones tendréis tratos con los controladores físicos, y al llegar a los mundos de estancia trabajaréis libremente con los supervisores del poder morontial. Estos Supervisores del Poder Morontial funcionan tan exclusivamente en el régimen morontial de las creaciones locales que se considera más aconsejable narrar sus actividades en la sección que trata del universo local.

1. Los Siete Directores Supremos del Poder

(320.1) 29:1.1 Los Siete Directores Supremos del Poder son reguladores de la energía física del gran universo. Su creación por parte de los Siete Espíritus Rectores es el primer caso registrado de una derivación de progenie semimaterial a partir de antepasados de auténtico espíritu. Cuando los Siete Espíritus Rectores crean individualmente, producen personalidades altamente espirituales de la orden angélica; cuando crean colectivamente, a veces producen estos tipos elevados de seres semimateriales. Pero aun estos seres cuasifísicos son invisibles para la visión de corto alcance de los mortales de Urantia.
(320.2) 29:1.2 Los Directores Supremos del Poder son siete en su número, e idénticos en apariencia y función. No se puede distinguir uno de los otros excepto por el Espíritu Rector con el cual cada uno de ellos está en asociación inmediata, y cuando le sirve en completa obediencia funcional. Cada uno de los Espíritus Rectores está de este modo en unión eterna con uno de sus vástagos colectivos. El mismo director siempre está en asociación con el mismo espíritu, y su relación de trabajo resulta en una asociación singular de energías físicas y espirituales, de un ser semifísico y una personalidad espiritual.
(320.3) 29:1.3 Los Siete Directores Supremos del Poder están estacionados en el Paraíso periférico, en el cual sus presencias giratorias lentas indican las andanzas de los centros de enfoque de la fuerza de los Espíritus Rectores. Estos directores del poder funcionan individualmente en la regulación del poder y de la energía de los superuniversos, pero en forma colectiva, en la administración de la creación central. Operan desde el Paraíso, pero se mantienen como centros efectivos de poder en todas las divisiones del gran universo.
(320.4) 29:1.4 Estos seres poderosos son los antepasados físicos de las vastas huestes de los centros del poder y, a través de ellos, de los controladores físicos esparcidos en todos los siete universos. Dichos organismos subordinados de control físico son básicamente uniformes, idénticos excepto por el matiz diferencial de cada cuerpo superuniversal. Para cambiar servicio superuniversal, bastaría con que regresaran al Paraíso para volver a matizarse. La creación física es fundamentalmente uniforme en su administración.

2. Los Centros Supremos del Poder

(320.5) 29:2.1 Los Siete Directores Supremos del Poder no pueden reproducirse individualmente, pero colectivamente, y en asociación con los Siete Espíritus Rectores, si pueden reproducir —crear— a otros seres semejantes a ellos, y lo hacen. Tal es el origen de los Centros Supremos del Poder del gran universo, que funcionan en los siguientes siete grupos:
(320.6) 29:2.2 1. Los Supervisores Supremos del Centro.
(320.7) 29:2.3 2. Los Centros de Havona.
(320.8) 29:2.4 3. Los Centros de los Superuniversos.
(320.9) 29:2.5 4. Los Centros de los Universos Locales.
(320.10) 29:2.6 5. Los Centros de las Constelaciones.
(320.11) 29:2.7 6. Los Centros de los Sistemas.
(320.12) 29:2.8 7. Centros no clasificados.
(321.1) 29:2.9 Estos centros del poder, juntamente con los Directores Supremos del Poder, son seres de alta libertad y acción volitiva. Todos están dotados de personalidad de la Tercera Fuente y presentan una capacidad volitiva incuestionable de orden elevado. Estos centros de dirección del sistema del poder del universo poseen una exquisita dote de inteligencia; son el intelecto del sistema de poder del gran universo y el secreto de la técnica del control mental de toda la gran red de las vastas funciones de los Controladores Físicos Decanos y de los Supervisores del Poder Morontial.
(321.2) 29:2.10 1. Supervisores Supremos del Centro. Estos Siete coordinados y asociados de los Directores Supremos del Poder son los reguladores de los circuitos maestros de energía del gran universo. Cada supervisor del centro está ubicado en uno de los mundos especiales de los Siete Ejecutivos Supremos, y trabajan en asociación estrecha con estos coordinadores de los asuntos universales generales.
(321.3) 29:2.11 2. Los Directores Supremos del Poder y los Supervisores Supremos del Centro funcionan tanto como individuos y conjuntamente respecto de todos los fenómenos cósmicos por debajo de los niveles de la «energía gravitacionaria». Cuando actúan en enlace, estos catorce seres son para el poder universal lo que los Siete Ejecutivos Supremos son para los asuntos generales del universo, y lo que los Siete Espíritus Rectores son para la mente cósmica.
(321.4) 29:2.12 3. Centros de Havona. Antes de la creación de los universos espacio-temporales, no se requerían centros del poder en Havona, pero desde aquellos tiempos muy distantes, han actuado un millón de ellos en la creación central, cada centro encargado de la supervisión de mil mundos de Havona. Aquí, en el universo divino, hay perfección de control de la energía, una condición que no existe en las demás partes. La perfección de la regulación de la energía es el objetivo último de todos los centros del poder y de los controladores físicos del espacio.
(321.5) 29:2.13 4. Centros de los Superuniversos. Hay mil centros del poder de la tercera orden que ocupan una área enorme en la esfera capital de cada uno de los siete superuniversos. Tres corrientes de energía primaria con diez segregaciones cada una ingresan a estos centros del poder, pero siete circuitos de poder especializados y bien dirigidos, aunque imperfectamente controlados, salen de sus sedes de acción unida. Esta es la organización electrónica del poder universal.
(321.6) 29:2.14 Toda energía está en el circuito que pertenece al ciclo del Paraíso, pero los Directores del Poder Universal dirigen las fuerza-energías y las energías del Paraíso bajo, tal como se las encuentran modificadas en las funciones espaciales del universo central y de los superuniversos, convirtiendo y dirigiendo estas energías hacia canales de aplicación útil y constructiva. Existe una diferencia entre la energía de Havona y las energías de los superuniversos. La carga de poder de un superuniverso consiste en tres fases de energía de diez segregaciones cada una. Esta triple carga de energía se desparrama por el espacio del gran universo; es como un vasto océano de energía en movimiento, que rodea y baña lo total de cada una de las siete supercreaciones.
(321.7) 29:2.15 La organización electrónica del poder universal funciona en siete fases y revela una respuesta variable a la gravedad local o lineal. Este circuito séptuple procede de los centros superuniversales de poder y penetra cada supercreación. Estas corrientes especializadas del tiempo y del espacio son movimientos definidos y localizados de ener gía, iniciados y dirigidos para propósitos específicos, en forma semejante a como la Corriente del Golfo actúa como fenómeno circunscrito en el medio del Océano Atlántico.
(321.8) 29:2.16 5. Centros de los Universos Locales. En la sede central de cada universo local existen cien centros del poder de la cuarta orden. Funcionan para bajar y de otra manera modificar los siete circuitos del poder que emanan de la sede central del superuniverso, tornándolos así aplicables a los servicios de las constelaciones y los sistemas. Las catástrofes locales astronómicas del espacio son de preocupación pasajera para estos centros de fuerza; se ocupan del envío ordenado de energía eficaz a las constelaciones y sistemas subsidiarios. Son de gran ayuda para los Hijos Creadores durante los tiempos posteriores a la organización del universo y la movilización de la energía. Estos centros son capaces de proveer canales intensificados de energía, útiles para la comunicación interplanetaria entre importantes puntos habitados. Tal canal o línea de energía, a veces también llamado sendero de energía, es un circuito directo de energía de un centro del poder a otro centro del poder o de un controlador físico a otro controlador. Es un caudal individualizado de poder y contrasta con los movimientos libres en el espacio de la energía no diferenciada.
(322.1) 29:2.17 6. Centros de las Constelaciones. Diez de estos centros vivientes del poder están estacionados en cada constelación, funcionando como proyectores de la energía a los cien sistemas tributarios locales. De estos seres salen las líneas de poder para la comunicación y transporte y para la energización de aquellas criaturas vivientes que dependen de ciertas formas de energía física para el mantenimiento de su vida. Pero ni los centros de poder ni los controladores físicos subordinados se ocupan de esta manera de vida como organización funcional.
(322.2) 29:2.18 7. Centros de los Sistemas. Un centro Supremo del Poder está asignado permanentemente a cada sistema local. Estos centros de los sistemas envían los circuitos de poder a los mundos habitados del tiempo y del espacio. Coordinan las actividades de los controladores físicos subordinados y de otra manera funcionan para asegurar la distribución satisfactoria del poder en el sistema local. El relé del circuito entre los planetas depende de la coordinación perfecta de ciertas energías materiales y de la regulación eficiente del poder físico.
(322.3) 29:2.19 8. Centros no clasificados. Estos son los centros que funcionan en situaciones locales específicas pero no en los planetas habitados. Cada mundo está bajo la responsabilidad de los Controladores Físicos Decanos y reciben las líneas de poder en circuito, enviadas por el centro del poder de su sistema. Sólo aquellas esferas de las relaciones más extraordinarias de energía tienen centros de poder de la orden séptima, que actúan como ruedas de equilibrio universal o gobernantes de la energía. En cada fase de actividad, estos centros del poder son plenamente equivalentes a aquellos que funcionan en las unidades más elevadas de control, pero ni un cuerpo espacial en un millón contiene tal organización de poder viviente.

3. El Ámbito de los Centros del Poder

(322.4) 29:3.1 Los Centros Supremos del Poder distribuidos en todos los superuniversos, con sus asociados y subordinados, llegan a más de diez mil millones. Y están todos en sincronización perfecta y coordinación completa con sus progenitores en el Paraíso, los Siete Directores Supremos del Poder. El control del poder del gran universo se confía de este modo al cuidado y dirección de los Siete Espíritus Rectores, los creadores de los Siete Directores Supremos del Poder.
(322.5) 29:3.2 Los Directores Supremos del Poder y todos sus asociados, asistentes y subordinados están por siempre exentos de arresto o interferencia por parte de todos los tribunales de todo el espacio; tampoco están sujetos a la dirección administrativa del gobierno superuniversal de los Ancianos de los Días, ni de la administración del universo local de los Hijos Creadores.
(323.1) 29:3.3 Estos centros y directores del poder llegan a la existencia por acción de los hijos del Espíritu Infinito. No pertenecen a la administración de los Hijos de Dios, aunque se afilian con los Hijos Creadores durante las épocas posteriores de la organización material de un universo. Pero los centros del poder están en cierto modo estrechamente asociados con el supercontrol cósmico del Ser Supremo.
(323.2) 29:3.4 Los centros del poder y los controladores físicos no se capacitan; son, todos ellos, creados en perfección y son inherentemente perfectos en la acción. Tampoco pasan de una función a otra; sirven siempre según su asignación original. No hay evolución en sus filas y así son las siete divisiones de ambas órdenes.
(323.3) 29:3.5 Puesto que no tienen un pasado ascendente que recordar, los centros del poder y los controladores físicos no juegan; son totalmente serios en todas sus acciones. Están siempre en función; no hay disposiciones en el esquema universal para la interrupción de las líneas físicas de energía. No pueden abandonar jamás, ni siquiera por una fracción de segundo, la supervisión directa de los circuitos de la energía del tiempo y del espacio.
(323.4) 29:3.6 Los directores, centros y controladores del poder no tienen nada que ver con toda la creación, excepto con el poder, la energía material o semifísica; no la originan, pero sí la modifican, manipulan y direccionalizan. Tampoco tienen nada que ver con la gravedad física, excepto para resistir su poder de atracción. Su relación con la grave-dad es completamente negativa.
(323.5) 29:3.7 Los centros del poder utilizan vastos mecanismos y coordinaciones del orden material en asociación con los mecanismos vivientes de las varias concentraciones segregadas de energía. Cada centro individual del poder está constituido de exactamente un millón de unidades de control funcional, y estas unidades modificadoras de la energía no son estacionarias como lo son los órganos vitales del cuerpo físico del hombre; estos «órganos vitales» de la regulación del poder son móviles y verdaderamente caleidoscópicos en sus posibilidades asociativas.
(323.6) 29:3.8 Está totalmente más allá de mi capacidad explicar la manera en que estos seres vivientes llevan a cabo la manipulación y regulación de los circuitos maestros de la energía universal. Emprender la tarea de informaros ulteriormente sobre el tamaño y función de estos gigantescos centros del poder casi perfectamente eficaces, tan sólo aumentaría vuestra confusión y consternación. Son tanto vivientes como «personales», pero están más allá de vuestra comprensión.
(323.7) 29:3.9 Fuera de Havona, los Centros Supremos del Poder funcionan tan sólo en esferas especialmente construidas (arquitectónicas) o en otros cuerpos espaciales debidamente constituidos. Los mundos arquitectónicos se construyen de manera tal que los centros vivientes de poder puedan actuar como interruptores selectivos para direccionalizar, modificar y concentrar las energías del espacio al vertirlas sobre estas esferas. No podrían funcionar en un sol o un planeta evolucionario común. Ciertos grupos también se ocupan de las necesidades de calefacción y otras necesidades materiales en estos mundos sede central especiales. Y aunque está más allá del alcance del conocimiento urantiano, puedo declarar que estas órdenes de personalidades vivientes de poder tienen mucho que ver con la distribución de la luz que brilla sin calor. No producen este fenómeno, pero se ocupan de su diseminación y direccionalización.
(323.8) 29:3.10 Los centros de la fuerza y sus controladores subordinados son asignados a la operación de todas las energías físicas del espacio organizado. Trabajan con tres corrientes básicas de diez energías cada una. Ésa es la carga de energía del espacio organizado; y el espacio organizado es su dominio. Los Directores del Poder Universal no tienen nada que ver con aquellas tremendas acciones de fuerza que ahora ocurren fuera de los límites de los siete superuniversos.
(324.1) 29:3.11 Los centros y controladores del poder y ejercen un control perfecto sobre tan sólo siete de las diez formas de energía contenidas en cada corriente básica universal; aquellas formas que están parcial o totalmente exentas de su control deben representar los reinos imprevisibles de la manifestación de la energía dominados por el Absoluto No Cualificado. Si ejercen una influencia sobre las fuerzas primordiales de este Absoluto, no conocemos tales funciones, aunque existe leve evidencia que justificaría la opinión de que algunos de los controladores físicos, de vez en cuando, reaccionan automáticamente a ciertos impulsos del Absoluto Universal.
(324.2) 29:3.12 Estos mecanismos vivientes del poder no se relacionan conscientemente con el supercontrol de la energía en el universo maestro ejercido por el Absoluto No Cualificado, pero suponemos que su entero esquema casi perfecto de dirección del poder está subordinado de alguna manera desconocida a esta presencia de supergravedad. En cualquier situación de energía local, los centros y controladores ejercen casi la supremacía, pero están siempre conscientes de la presencia de superenergía y de la actuación no reconocible del Absoluto No Cualificado.

4. Los Controladores Físicos Decanos

(324.3) 29:4.1 Estos seres son los subordinados móviles de los Centros Supremos del Poder. Los controladores físicos están dotados de capacidades de metamorfosis de la individualidad, de naturaleza tal que pueden ocuparse de una notable variedad de autotransportes, siendo capaces de atravesar el espacio local a velocidades que se asemejan a la velocidad de los Mensajeros Solitarios. Pero como todos los demás atravesadores del espacio, requieren la asistencia tanto de sus semejantes como de ciertos otros tipos de seres para sobreponerse a la acción de la gravedad y a la resistencia de la inercia al partir de una esfera material.
(324.4) 29:4.2 Los Controladores Físicos Decanos sirven en todo el gran universo. Están gobernados directamente desde el Paraíso por los Siete Directores Supremos del Poder en cuanto se refiere a las sedes centrales de los superuniversos; desde aquí, ellos están dirigidos y distribuidos por el Concilio del Equilibrio, los altos comisionados del poder despachados por los Siete Espíritus Rectores desde las filas del personal de los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados. Estos altos comisionados están autorizados a interpretar las lecturas y registros de los frandalanques decanos, esos instrumentos vivientes que indican la presión de la fuerza y la carga de la energía de un superuniverso entero.
(324.5) 29:4.3 Aunque la presencia de las Deidades del Paraíso rodea al gran universo y sobrecoge el círculo de la eternidad, la influencia de cualquiera de los Siete Espíritus Rectores se limita a un solo superuniverso. Existe una segregación clara de la energía y una separación de los circuitos de poder entre cada una de las siete supercreaciones; de allí que deban existir, como existen, métodos individualizados de control.
(324.6) 29:4.4 Los Controladores Físicos Decanos son los vástagos directos de los Centros Supremos del Poder, y sus filas incluyen los siguientes:
(324.7) 29:4.5 1. Los Directores Asociados del Poder.
(324.8) 29:4.6 2. Los Controladores Mecánicos.
(324.9) 29:4.7 3. Los Transformadores de la Energía.
(325.1) 29:4.8 4. Los Transmisores de la Energía.
(325.2) 29:4.9 5. Los Asociadores Primarios.
(325.3) 29:4.10 6. Disociadores Secundarios.
(325.4) 29:4.11 7. Los Frandalanques y los Cronoldeques.
(325.5) 29:4.12 No todas estas órdenes son personas en el sentido de poseer capacidad individual de selección. En especial, los últimos cuatro parecerían totalmente automáticos y mecánicos en respuesta a los impulsos de sus superiores y en reacción a las condiciones existentes de la energía. Pero aunque dicha respuesta parezca totalmente mecánica, no lo es; pueden parecer autómatas, pero todos ellos revelan una función diferencial de la inteligencia.
(325.6) 29:4.13 La personalidad no es necesariamente un concomitante de la mente. La mente puede pensar aun cuando se la prive de toda capacidad de elección, así como ocurre en numerosos de los tipos más bajos de animales y en algunos de estos controladores físicos subordinados. Muchos de estos reguladores más automáticos del poder físico no son personas en ningún sentido de la palabra. No están dotados de voluntad ni de independencia de decisión, siendo totalmente subordinados a la perfección mecánica de diseño de las tareas a ellos asignadas. Sin embargo, todos ellos son seres altamente inteligentes.
(325.7) 29:4.14 Los controladores físicos se ocupan principalmente del ajuste de las energías básicas no descubiertas en Urantia. Estas energías desconocidas son muy esenciales para el sistema de transporte interplanetario y para ciertas técnicas de comunicación. Cuando colocamos líneas de energía para el propósito de llevar equivalentes del sonido o ampliar la visión, estas formas no descubiertas de la energía son utilizadas por los controladores físicos vivientes y sus asociados. Las criaturas intermedias también utilizan estas mismas energías en varias ocasiones, en su tarea de rutina.
(325.8) 29:4.15 1. Directores Asociados del Poder. Estos seres maravillosamente eficientes tienen a su cargo la asignación y despacho de todas las órdenes de Controladores Físicos Decanos de acuerdo con las necesidades constantemente cambiantes del estado energético que cambia permanentemente en los reinos. Las vastas reservas de los controladores físicos se mantienen en los mundos sede central de los sectores menores, y desde estos puntos de concentración se los envía periódicamente por medio de los directores asociados del poder a las sedes de los universos, constelaciones, sistemas y a los planetas específicos. Cuando así están asignados, los controladores físicos están provisionalmente sujetos a las órdenes de los ejecutivos divinos de las comisiones conciliadoras, pero por otra parte están sujetos exclusivamente a sus directores asociados y de los Centros Supremos del Poder.
(325.9) 29:4.16 Se asignan tres millones de directores asociados del poder a cada uno de los sectores menores de Orvonton, sumando así un total de tres mil millones de la cuota superuniversal de estos sorprendentemente versátiles seres. Mantienen sus propias reservas en estos mismos mundos de los sectores menores, en los cuales también sirven como instructores para todos los que estudian las ciencias de las técnicas del control y de la transmutación inteligente de la energía.
(325.10) 29:4.17 Estos directores alternan períodos de servicio ejecutivo en los sectores menores con períodos equivalentes de servicio de inspección en los reinos del espacio. Por lo menos un inspector actuante está siempre presente en cada uno de los sistemas locales, con su sede central en su esfera capital. Mantienen la totalidad del vasto agregado de energía viviente en armoniosa sincronía.
(325.11) 29:4.18 2. Controladores Mecánicos. Éstos son los asistentes extraordinariamente versátiles y móviles de los directores asociados del poder. Billones y billones de ellos están comisionados en Ensa, vuestro sector menor. Estos seres se llaman controladores mecánicos porque están tan completamente dominados por sus superiores, y están subordinados totalmente a la voluntad de los directores asociados del poder. Sin embargo, son, por sí mismos, muy inteligentes, y su trabajo, aunque mecánico y de tipo rutinario, se realiza con habilidad.
(326.1) 29:4.19 De todos los Controladores Físicos Decanos asignados a los mundos habitados, los controladores mecánicos son los más poderosos. Cada controlador, teniendo la dote viviente de la antigravedad en exceso a todos los demás seres, posee una resistencia a la gravedad igualada tan sólo por esferas enormes que giran a velocidades extraordinarias. Diez de estos controladores están estacionados ahora en Urantia, y una de sus actividades planetarias más importantes consiste en facilitar la partida de los transportes seráficos. En esta función, los diez controladores mecánicos actúan al unísono, mientras que una batería de mil transmisores de energía provee el impulso inicial para la partida seráfica.
(326.2) 29:4.20 Los controladores mecánicos son competentes para direccionalizar el flujo de energía y para facilitar su concentración en los circuitos o corrientes especializados. Estos poderosos seres tienen mucho que ver con la segregación, direccionalización, e intensificación de las energías físicas y con la igualización de las presiones de los circuitos interplanetarios. Son expertos en la manipulación de veintiuna de las treinta energías físicas del espacio, constituyendo la carga de poder de un superuniverso. También son capaces de contribuir considerablemente en el manejo y control de seis de las nueve formas más sutiles de la energía física. Los directores asociados del poder, al colocar a estos controladores en relación técnica apropiada entre sí y con algunos de los centros del poder, consiguen llevar a cabo cambios increíbles en el ajuste del poder y el control de la energía.
(326.3) 29:4.21 Los Controladores Físicos Principales frecuentemente funcionan en baterías de cientos, miles y aún millones, y variando sus posiciones y formaciones son capaces de controlar la energía en una forma colectiva así como también en forma individual. A medida que varían los requisitos, pueden aumentar y acelerar el volumen de energía y movimiento o detener, condensar y retardar las corrientes de energía. Influyen en las transformaciones de la energía y el poder, en cierto modo como los así llamados agentes catalíticos aumentan las reacciones químicas. Funcionan por habilidad inherente y en cooperación con los Centros Supremos del Poder.
(326.4) 29:4.22 3. Transformadores de la Energía. El número de estos seres en un superuniverso es increíble. En Satania solamente hay casi un millón, y la cuota usual es de cien por cada mundo habitado.
(326.5) 29:4.23 Los transformadores de la energía son la creación conjunta de los Siete Directores Supremos del Poder y los Siete Supervisores Centrales. Están entre las órdenes más personales de controladores físicos, y excepto en los casos en que se encuentra presente en un mundo habitado un director asociado del poder, los transformadores están siempre a cargo. Son los inspectores planetarios de todos los transportes seráficos que se ausentan. Todas las clases de vida celestial pueden utilizar las órdenes menos personales de los controladores físicos sólo por enlace con las órdenes más personales de los directores asociados y de los transformadores de la energía.
(326.6) 29:4.24 Estos transformadores son poderosos y eficaces interruptores vivientes, siendo capaces de colocarse a favor o en contra de una disposición o direccionalización del poder. También son hábiles en sus esfuerzos en aislar a los planetas contra las poderosas corrientes de energía que pasan entre gigantescos vecinos planetarios y estelares. Sus atributos de transmutación de la energía los hacen sumamente útiles para la tarea importante de mantener el equilibrio general de la energía, o equilibrio del poder. A veces parecen consumir o almacenar la energía; en otros momentos, parecen exudar o liberar la energía. Los transformadores son capaces de aumentar o disminuir el potencial de «la batería» de las energías vivientes y muertas en sus reinos respectivos. Pero tratan tan sólo con las energías físicas y semimateriales, no funcionan directamente en el ámbito de vida, ni tampoco cambian las formas de los seres vivientes.
(327.1) 29:4.25 En ciertos aspectos, los transformadores de la energía son las más notables y misteriosas de todas las criaturas vivientes semimateriales. De alguna manera desconocida, están diferenciados físicamente, y mediante la variación de sus relaciones de enlace son capaces de ejercer una influencia profunda sobre la energía que pasa a través de sus presencias asociadas. El estado de los reinos físicos parece sufrir una transformación bajo su manipulación perita. Pueden cambiar la forma física de las energías del espacio, y lo hacen. Con la ayuda de sus compañeros controladores, son efectivamente capaces de cambiar la forma y potencial de veintisiete de las treinta energías físicas de la carga de poder superuniversal. El hecho de que tres de estas energías están más allá de su control prueba que no son instrumentalidades del Absoluto No Cualificado.
(327.2) 29:4.26 Los restantes cuatro grupos de Controladores Físicos Decanos son difícilmente personas dentro de la definición aceptable de esa palabra. Estos transmisores, asociadores, disociadores y frandalanques son totalmente automáticos en sus reacciones; sin embargo, son, en todo sentido, inteligentes. Nos encontramos grandemente limitados en nuestro conocimiento de estas entidades maravillosas, porque no podemos comunicarnos con ellas. Parecen comprender el lenguaje del reino, pero no pueden comunicarse con nosotros. Parecen ser plenamente capaces de recibir nuestras comunicaciones, pero no tienen poder para responder.
(327.3) 29:4.27 4. Transmisores de la Energía. Estos seres funcionan principalmente, aunque no totalmente, en una capacidad interplanetaria. Son enviadores maravillosos de la energía tal como se la manifiesta en los mundos individuales.
(327.4) 29:4.28 Cuando se envía energía a un nuevo circuito, los transmisores se despliegan en una línea a lo largo del camino deseado de la energía, y en virtud de sus atributos singulares de atracción de la energía, pueden efectivamente inducir un aumento del flujo de energía hacia la dirección deseada. Esto lo hacen tan literalmente como ciertos circuitos metálicos direccionalizan el flujo de ciertas formas de energía eléctrica; y son los superconductores vivientes para más de la mitad de las treinta formas de energía física.
(327.5) 29:4.29 Los transmisores forman enlaces hábiles que son eficaces para rehabilitar las corrientes debilitadas de energía especializada que pasan de un planeta a otro y de una estación a otra en un planeta específico. Ellos pueden detectar corrientes demasiado débiles para que las reconozca cualquier otro tipo de ser vivo, y pueden aumentar estas energías para que el mensaje acompañante se torne perfectamente inteligible. Sus servicios son invaluables para los receptores de las transmisiones.
(327.6) 29:4.30 Los transmisores de la energía pueden funcionar respecto de todas las formas de la percepción comunicable; pueden hacer que una escena distante se torne «visible» así como un sonido distante se torne «audible». Proveen las líneas de comunicación de urgencia en los sistemas locales y en los planetas específicos. Prácticamente todas las criaturas deben usar estos servicios para fines de communicación fuera de los circuitos regularmente establecidos.
(327.7) 29:4.31 Estos seres, juntamente con los transformadores de la energía, son indispensables para el mantenimiento de la existencia mortal en los mundos que tienen una atmósfera empobrecida, y son parte integral de la técnica de vida en los planetas de las razas no respiradores.
(328.1) 29:4.32 5. Asociadores Primarios. Estas entidades interesantes e invaluables son extraordinarios conservadores y custodios de la energía; algo así como una planta almacena luz solar, del mismo modo estos organismos vivientes almacenan la energía durante los tiempos en que sus manifestaciones son abundantes. Trabajan en una escala gigantesca, convirtiendo las energías del espacio en un estado físico desconocido en Urantia. También son capaces de llevar estas transformaciones al punto de producir algunas de las unidades primitivas de la existencia material. Estos seres actúan simplemente por su presencia. No se agotan ni se disminuyen de ninguna manera por esta función; actúan como agentes catalíticos vivientes.
(328.2) 29:4.33 Durante las temporadas en que las manifestaciones son menores, tienen la capacidad de liberar estas energías acumuladas. Pero vuestro conocimiento de la energía y de la materia no es suficientemente avanzado como para posibilitar una explicación de la técnica de esta fase de su trabajo. Siempre laboran en cumplimiento de la ley universal, manipulando y manejando átomos, electrones y ultimatones de una manera muy semejante a la cual vosotros maniobráis los caracteres de la imprenta para hacer que los mismos símbolos alfabéticos relaten cuentos vastamente distintos.
(328.3) 29:4.34 Los asociadores son el primer grupo vivo que aparece en una esfera material en organización y pueden funcionar a temperaturas físicas que vosotros consideraríais completamente incompatibles con la existencia de seres vivientes. Representan una orden de vida que está sencillamente más allá de la gama de la imaginación humana. Juntamente con sus colaboradores, los disociadores, son los más serviles de todas las criaturas inteligentes.
(328.4) 29:4.35 6. Disociadores Secundarios. Comparados con los asociadores primarios, estos seres enormemente dotados de antigravedad son los trabajadores contrarios. No existe nunca peligro alguno de que las formas especiales o modificadas de la energía física en los mundos locales o en los sistemas locales se agoten, porque estas organizaciones vivientes están dotadas del singular poder de evolucionar provisiones ilimitadas de energía. Se ocupan principalmente de la evolución de una forma de energía que es casi desconocida en Urantia, a partir de una forma de materia que se reconoce aún menos. Son en verdad los alquimistas del espacio y los hacedores de maravillas del tiempo. Pero de todas las maravillas que hacen, nunca traicionan los mandatos de la Supremacía Cósmica.
(328.5) 29:4.36 7. Los Frandalanques. Estos seres son la creación conjunta de las tres órdenes de seres que controlan la energía: los organizadores primarios y secundarios de la fuerza y los directores del poder. Los frandalanques son los más numerosos de todos los Controladores Físicos Decanos; solamente el número que funciona en Satania está más allá de vuestra comprensión numérica. Están estacionados en todos los mundos habitados y siempre están agregados a las órdenes más elevadas de los controladores físicos. Funcionan en forma intercambiable en el universo central, y en los superuniversos y en los dominios del espacio exterior.
(328.6) 29:4.37 Los frandalanques son creados en treinta divisiones, una para cada forma de fuerza universal básica, y funcionan exclusivamente como indicadores vivientes y automáticos de presencia, presión y velocidad. Estos barómetros vivientes se ocupan exclusivamente del registro automático e infalible del estado de todas las formas de la fuerza-energía. Son, para el universo físico, lo que el vasto mecanismo de reflexividad es para el universo de la mente. Los frandalanques que registran el tiempo además de la presencia cuantitativa y cualitativa de la energía, se llaman cronoldeques.
(328.7) 29:4.38 Reconozco que los frandalanques son inteligentes, pero no los puedo clasificar sino como máquinas vivientes. Prácticamente la única forma en que os puedo ayudar a comprender estos mecanismos vivientes consiste en compararlos con vuestros dispositivos mecánicos que actúan con una precisión y exactitud casi inteligentes. Por lo tanto, si deseáis concebir a estos seres, usad vuestra imaginación para reconocer que en el gran universo contamos en realidad con mecanismos inteligentes y vivientes (entidades) que pueden realizar tareas más complicadas que comprenden computaciones más extraordinarias, con delicadeza de precisión aún mayor y con una precisión de ultimidad.

5. Los Organizadores Decanos de la Fuerza

(329.1) 29:5.1 Los organizadores de la fuerza residen en el Paraíso, pero funcionan en todo el universo maestro, más particularmente en los dominios del espacio no organizado. Estos seres extraordinarios no son ni creadores ni criaturas, y comprenden dos grandes divisiones de servicio:
(329.2) 29:5.2 1. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Eventuados Primarios.
(329.3) 29:5.3 2. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(329.4) 29:5.4 Estas dos poderosas órdenes de manipuladores de la fuerza primordial trabajan exclusivamente bajo la supervisión de los Arquitectos del Universo Maestro, y en este momento no funcionan ampliamente dentro de los límites del gran universo.
(329.5) 29:5.5 Los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios son los manipuladores de las fuerzas espaciales primordiales o básicas del Absoluto No Cualificado; son creadores de nebulosas. Son los instigadores vivientes de los ciclones de energía del espacio y los organizadores primitivos y direccionalizadores de estas manifestaciones gigantescas. Estos organizadores de la potencia transmutan la energía primordial (pre-energía que no responde a la gravedad directa del Paraíso) en energía primaria o energía poderosa, energía que se transmuta de la atracción exclusiva del Absoluto No Cualificado a la atracción de la gravedad de la Isla del Paraíso. De allí en adelante los suceden los organizadores asociados de la fuerza, que continúan el proceso de transmutación de la energía de la etapa primaria, a través de la etapa secundaria o de gravedad-energía.
(329.6) 29:5.6 Cuando se completan los planes de la creación de un universo local, señalado por la llegada de un Hijo Creador, los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados dejan el camino para las órdenes de los directores del poder que actúan en el superuniverso de jurisdicción astronómica. Pero en ausencia de dichos planes, los organizadores asociados de la fuerza continúan indefinidamente a cargo de estas creaciones materiales, así como ahora operan en el espacio exterior.
(329.7) 29:5.7 Los Organizadores Decanos de la Fuerza resisten temperaturas y funcionan bajo condiciones físicas que serían intolerables aún para los versátiles centros del poder y controladores físicos de Orvonton. Los únicos otros tipos de seres revelados capaces de funcionar en estos ámbitos del espacio exterior son los Mensajeros Solitarios y los Espíritus Trinitarios Inspirados.

(329.8) 29:5.8 [Patrocinado por un Censor Universal que actúa por autoridad de los Ancianos de los Días en Uversa.]
Documento 30
Las Personalidades del Gran Universo

(330.1) 30:0.1 LAS personalidades y las entidades distintas a las personales que actualmente funcionan en el Paraíso y en el gran universo constituyen un número casi ilimitado de seres vivientes. Aún el número de las órdenes y tipos principales casi rebasaría la imaginación humana, sin contar los incontables subtipos y variaciones. Sin embargo, es deseable presentar alguna información de dos clasificaciones básicas de seres vivientes —una idea de la clasificación paradisiaca y una abreviación del Registro Uversano de Personalidades.
(330.2) 30:0.2 No es posible formular clasificaciones completas y enteramente uniformes de las personalidades del gran universo porque no todos los grupos son revelados. Se requerirían numerosos documentos adicionales para cubrir la revelación ulterior necesaria para clasificar sistemáticamente todos los grupos. Dicha expansión conceptual difícilmente sería deseable porque privaría a los mortales pensantes durante los próximos mil años de ese estímulo por la especulación creadora que proporcionan estos conceptos parcialmente revelados. Es mejor que el hombre no reciba una revelación demasiado amplia; eso ahogaría la imaginación.
1. La Clasificación Paradisiaca de los Seres Vivientes
(330.3) 30:1.1 En el Paraíso están clasificados los seres vivientes de acuerdo con la relación inherente y lograda con las Deidades del Paraíso. Durante las grandes reuniones del universo central y de los superuniversos, frecuentemente se agrupan aquellos que están presentes de acuerdo con su origen: los de origen triuno, o de logro de la Trinidad; los de origen dual; y los de origen singular. Es difícil interpretar la clasificación paradisiaca de los seres vivientes para la mente mortal, pero estamos autorizados para presentar lo que sigue:
(330.4) 30:1.2 I. SERES DE ORIGEN TRIUNO. Los seres creados por las tres Deidades Paradisiacas, sea como tales o como Trinidad, juntamente con el Cuerpo Trinidizado, designación que se refiere a todos los grupos de seres trinidizados, revelados y no revelados.
(330.5) 30:1.3 A. Los Espíritus Supremos.
(330.6) 30:1.4 1. Los Siete Espíritus Rectores.
(330.7) 30:1.5 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(330.8) 30:1.6 3. Las Siete Ordenes de Espíritus Reflexivos.
(330.9) 30:1.7 B. Los Hijos Trinitarios Estacionarios.
(330.10) 30:1.8 1. Secretos Trinidizados de la Supremacía.
(330.11) 30:1.9 2. Eternos de los Días.
(330.12) 30:1.10 3. Ancianos de los Días.
(330.13) 30:1.11 4. Perfecciones de los Días.
(331.1) 30:1.12 5. Recientes de los Días.
(331.2) 30:1.13 6. Uniones de los Días.
(331.3) 30:1.14 7. Fieles de los Días.
(331.4) 30:1.15 8. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(331.5) 30:1.16 9. Consejeros Divinos.
(331.6) 30:1.17 10. Censores Universales.
(331.7) 30:1.18 C. Seres de Origen en la Trinidad y Seres Trinidizados.
(331.8) 30:1.19 1. Hijos Instructores Trinitarios.
(331.9) 30:1.20 2. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(331.10) 30:1.21 3. Nativos de Havona.
(331.11) 30:1.22 4. Ciudadanos del Paraíso.
(331.12) 30:1.23 5. Seres No Revelados de Origen en la Trinidad.
(331.13) 30:1.24 6. Seres No Revelados Trinidizados por la Deidad.
(331.14) 30:1.25 7. Hijos Trinidizados de Logro.
(331.15) 30:1.26 8. Hijos Trinidizados de Selección.
(331.16) 30:1.27 9. Hijos Trinidizados de Perfección.
(331.17) 30:1.28 10. Hijos Trinidizados por las Criaturas.
(331.18) 30:1.29 II. SERES DE ORIGEN DUAL. Los que se originan en cualesquiera dos de las Deidades Paradisiacas o son de alguna otra manera creados por dos seres descendidos directa o indirectamente de las Deidades del Paraíso.
(331.19) 30:1.30 A. Las Ordenes Descendentes.
(331.20) 30:1.31 1. Hijos Creadores.
(331.21) 30:1.32 2. Hijos Magisteriales.
(331.22) 30:1.33 3. Estrellas Brillantes Matutinas.
(331.23) 30:1.34 4. Padres Melquisedek.
(331.24) 30:1.35 5. Los Melquisedek.
(331.25) 30:1.36 6. Los Vorondadek.
(331.26) 30:1.37 7. Los Lanonandek.
(331.27) 30:1.38 8. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(331.28) 30:1.39 9. Los Arcángeles.
(331.29) 30:1.40 10. Los Portadores de Vida.
(331.30) 30:1.41 11. Auxiliares Universales No Revelados.
(331.31) 30:1.42 12. Hijos de Dios No Revelados.
(331.32) 30:1.43 B. Las Ordenes Estacionarias.
(331.33) 30:1.44 1. Abandonteros.
(331.34) 30:1.45 2. Susatia.
(331.35) 30:1.46 3. Univitatia.
(331.36) 30:1.47 4. Espironga.
(331.37) 30:1.48 5. Seres No Revelados de Origen Dual.
(331.38) 30:1.49 C. Las Ordenes Ascendentes.
(331.39) 30:1.50 1. Mortales Fusionados con el Ajustador.
(331.40) 30:1.51 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(331.41) 30:1.52 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(331.42) 30:1.53 4. Seres Intermedios Trasladados.
(331.43) 30:1.54 5. Ascendentes No Revelados.
(332.1) 30:1.55 III. SERES DE ORIGEN SINGULAR. Aquellos que se originan en una de las Deidades del Paraíso o son de otra manera creados por un ser descendente directa o indirectamente de las Deidades del Paraíso.
(332.2) 30:1.56 A. Los Espíritus Supremos.
(332.3) 30:1.57 1. Mensajeros de Gravedad.
(332.4) 30:1.58 2. Los Siete Espíritus de los Circuitos de Havona.
(332.5) 30:1.59 3. Los Doceveces Ayudantes del Circuito de Havona.
(332.6) 30:1.60 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(332.7) 30:1.61 5. Los Espíritus Maternos de los Universos.
(332.8) 30:1.62 6. Los Espíritus Ayudantes Séptuples de la Mente.
(332.9) 30:1.63 7. Seres No Revelados de Origen en la Deidad.
(332.10) 30:1.64 B. Las Ordenes Ascendentes.
(332.11) 30:1.65 1. Ajustadores Personalizados.
(332.12) 30:1.66 2. Hijos Materiales Ascendentes.
(332.13) 30:1.67 3. Serafines Evolucionarios.
(332.14) 30:1.68 4. Querubines Evolucionarios.
(332.15) 30:1.69 5. Ascendentes No Revelados.
(332.16) 30:1.70 C. La Familia del Espíritu Infinito.
(332.17) 30:1.71 1. Mensajeros Solitarios.
(332.18) 30:1.72 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(332.19) 30:1.73 3. Directores del Censo.
(332.20) 30:1.74 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(332.21) 30:1.75 5. Inspectores Asociados.
(332.22) 30:1.76 6. Centinelas Asignados.
(332.23) 30:1.77 7. Guías de los Graduados.
(332.24) 30:1.78 8. Servitales de Havona.
(332.25) 30:1.79 9. Conciliadores Universales.
(332.26) 30:1.80 10. Compañeros Morontiales.
(332.27) 30:1.81 11. Supernafines.
(332.28) 30:1.82 12. Seconafines.
(332.29) 30:1.83 13. Terciafines.
(332.30) 30:1.84 14. Omniafines.
(332.31) 30:1.85 15. Serafines.
(332.32) 30:1.86 16. Querubines y Sanobines.
(332.33) 30:1.87 17. Seres de Origen Espiritual No Revelados.
(332.34) 30:1.88 18. Los Siete Directores Supremos del Poder.
(332.35) 30:1.89 19. Los Centros Supremos del Poder.
(332.36) 30:1.90 20. Los Controladores Físicos Decanos.
(332.37) 30:1.91 21. Los Supervisores del Poder Morontial.
(332.38) 30:1.92 IV. SERES TRASCENDENTALES EVENTUADOS. Se puede encontrar en el Paraíso una hueste enorme de seres trascendentales cuyo origen ordinariamente no se revela a los universos del tiempo y del espacio hasta que se establezcan en luz y vida. Estos Trascendentales no son creadores ni criaturas; ellos son hijos eventuados de la divinidad, la ultimidad y la eternidad. Estos «eventuados» no son finitos ni infinitos, son absonitos; y el absonitismo no es infinidad ni absolutez.
(333.1) 30:1.93 Estos seres ni creadores ni creados son por siempre leales a la Trinidad del Paraíso y obedientes al Último. Existen en cuatro niveles últimos de actividad de la personalidad y funcionan en los siete niveles de lo absonito en doce grandes divisiones que consisten de mil grupos principales de trabajo de siete clases cada uno. Estos seres eventuados incluyen las siguientes órdenes:
(333.2) 30:1.94 1. Los Arquitectos del Universo Maestro.
(333.3) 30:1.95 2. Los Registradores Trascendentales.
(333.4) 30:1.96 3. Otros Trascendentales.
(333.5) 30:1.97 4. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios Eventuados.
(333.6) 30:1.98 5. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(333.7) 30:1.99 Dios, como superpersona, eventúa; Dios, como persona, crea; Dios, como prepersona, fragmenta; y el fragmento de Dios que es el Ajustador evoluciona el alma espiritual en la mente material y mortal de acuerdo con la selección por libre albedrío de la personalidad que se ha donado a dicha criatura mortal por el acto paternal de Dios como Padre.
(333.8) 30:1.100 V. ENTIDADES FRAGMENTADAS DE LA DEIDAD. Esta orden de existencia viviente, que se origina en el Padre Universal, se manifiesta más claramente en los Ajustadores del Pensamiento, aunque estas entidades no son de manera alguna las únicas fragmentaciones de la realidad prepersonal de la Primera Fuente y Centro. Son múltiples y poco conocidas las funciones de los fragmentos distintos a los Ajustadores. La fusión con un Ajustador o con otro fragmento de este tipo constituye a la criatura en un ser fusionado con el Padre.
(333.9) 30:1.101 Debe mencionarse aquí que las fragmentaciones del espíritu premente de la Tercera Fuente y Centro, aunque en realidad no son comparables con los fragmentos del Padre difieren muy grandemente de los Ajustadores; no residen en Spiritington como tales, tampoco atraviesan los circuitos de la gravedadmente; tampoco habitan las criaturas mortales durante su vida en la carne. No son prepersonales en el sentido en que lo son los Ajustadores, pero dichos fragmentos de espíritu premente se otorgan a algunos de los mortales sobrevivientes, y la fusión con ellos los constituye enmortales fusionados con el Espíritu, en contradistinción con los mortales fusionados con el Ajustador.
(333.10) 30:1.102 Aún más difícil de describir es el espíritu individualizado de un Hijo Creador, la unión con el cual constituye a la criatura en un mortal fusionado con el Hijo. Existen aún otras fragmentaciones de la Deidad.
(333.11) 30:1.103 VI. SERES SUPERPERSONALES. Hay vastas huestes de seres de origen divino distintos a los seres personales cuyos servicios son múltiples en el universo de los universos. Algunos de estos seres residen en los mundos del Paraíso del Hijo; otros, como los representantes superpersonales del Hijo Eterno, se encuentran en otros lugares. En su mayor parte no se los menciona en estas narrativas y sería totalmente inútil intentar describirlos a las criaturas personales.
(333.12) 30:1.104 VII. ÓRDENES NO CLASIFICADAS Y NO REVELADAS. Durante la presente edad universal no sería posible colocar a todos los seres, tanto personales como de otra índole, dentro de clasificaciones pertenecientes a la presente era universal; tampoco han sido reveladas todas estas categorías en estas narrativas; de aquí que muchas órdenes se han omitido de estas listas. Considerad las siguientes:
(333.13) 30:1.105 El Consumador del Destino Universal.
(333.14) 30:1.106 Los Vicerregentes Cualificados del Último.
(334.1) 30:1.107 Los Supervisores No Cualificados del Supremo.
(334.2) 30:1.108 Las Agencias Creadoras No Reveladas de los Ancianos de los Días.
(334.3) 30:1.109 Majeston del Paraíso.
(334.4) 30:1.110 Los Enlaces Reflexivadores Innominados de Majeston.
(334.5) 30:1.111 Las Ordenes Midsonitas de los Universos Locales.
(334.6) 30:1.112 No es necesario asignar un significado especial al hecho de que estas órdenes se enumeren conjuntamente, excepto que ninguna de ellas aparece en la clasificación paradisiaca tal como se la revela aquí. Éstos son los pocos no clasificados; aún tenéis que aprender de los muchos no revelados.
(334.7) 30:1.113 Existen espíritus: entidades de espíritu, presencias espirituales, espíritus personales, espíritus prepersonales, espíritus superpersonales, existencias de espíritu, personalidades de espíritu —pero ni el lenguaje mortal ni el intelecto mortal son adecuados. Sin embargo, podemos declarar que no existen personalidades de «mente pura»; ninguna entidad tiene personalidad a menos que esté dotada de ella por Dios, quien es espíritu. Cualquier entidad mental que no esté asociada con la energía espiritual o física no es una personalidad. Pero en el mismo sentido en que existen personalidades espirituales que tienen mente, existen personalidades mentales que tienen espíritu. Majeston y sus asociados son ilustraciones bastante buenas de seres dominados por la mente, pero existen ilustraciones mejores de este tipo de personalidad, desconocidas para vosotros. También existen órdenes enteras no reveladas de dichas personalidades de mente, pero están siempre asociadas con el espíritu. Algunas otras criaturas no reveladas son lo que podría denominarse personalidades de energía mental y física. Este tipo de ser no responde a la gravedad espiritual, pero sin embargo es una verdadera personalidad —está dentro del circuito del Padre.
(334.8) 30:1.114 Estas narrativas ni siquiera empiezan —no podrían— a agotar la historia de las criaturas, creadores, eventuadas y aún otros seres vivientes que existen de otra manera, que viven y adoran y sirven en los pululantes universos del tiempo y en el universo central de la eternidad. Vosotros, los mortales, sois personas; de aquí que podamos describir a los seres que son personalizados, pero ¿cómo podría explicárseos un ser absonidizado?
2. El Registro Uversano de Personalidades
(334.9) 30:2.1 La familia de seres vivientes está registrada en Uversa en siete grandes divisiones:
(334.10) 30:2.2 1. Las Deidades del Paraíso.
(334.11) 30:2.3 2. Los Espíritus Supremos.
(334.12) 30:2.4 3. Los Seres de Origen en la Trinidad.
(334.13) 30:2.5 4. Los Hijos de Dios.
(334.14) 30:2.6 5. Las Personalidades del Espíritu Infinito.
(334.15) 30:2.7 6. Los Directores del Poder Universal.
(334.16) 30:2.8 7. El Cuerpo de Ciudadanos Permanentes.
(334.17) 30:2.9 Estos grupos de criaturas volitivas se dividen en numerosas clases y subdivisiones menores. La presentación de esta clasificación de las personalidades del gran universo se ocupa sin embargo principalmente de establecer aquellas órdenes de seres inteligentes que se han revelado en estas narrativas, la mayoría de las cuales serán encontradas en la experiencia ascendente de los mortales del tiempo al ascender progresivamente hacia el Paraíso. Las siguientes enumeraciones no mencionan vastas órdenes de seres universales que llevan a cabo su tarea aparte del esquema de ascensión mortal.
(335.1) 30:2.10 I. LAS DEIDADES DEL PARAÍSO.
(335.2) 30:2.11 1. El Padre Universal.
(335.3) 30:2.12 2. El Hijo Eterno.
(335.4) 30:2.13 3. El Espíritu Infinito.
(335.5) 30:2.14 II. LOS ESPÍRITUS SUPREMOS.
(335.6) 30:2.15 1. Los Siete Espíritus Rectores.
(335.7) 30:2.16 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(335.8) 30:2.17 3. Los Siete Grupos de Espíritus Reflexivos.
(335.9) 30:2.18 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(335.10) 30:2.19 5. Los Siete Espíritus de los Circuitos.
(335.11) 30:2.20 6. Los Espíritus Creativos de los Universos Locales.
(335.12) 30:2.21 7. Los Espíritus Ayudantes de la Mente.
(335.13) 30:2.22 III. LOS SERES DE ORIGEN EN LA TRINIDAD.
(335.14) 30:2.23 1. Secretos Trinidizados de la Supremacía.
(335.15) 30:2.24 2. Eternos de los Días.
(335.16) 30:2.25 3. Ancianos de los Días.
(335.17) 30:2.26 4. Perfecciones de los Días.
(335.18) 30:2.27 5. Recientes de los Días.
(335.19) 30:2.28 6. Uniones de los Días.
(335.20) 30:2.29 7. Fieles de los Días.
(335.21) 30:2.30 8. Hijos Instructores Trinitarios.
(335.22) 30:2.31 9. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(335.23) 30:2.32 10. Consejeros Divinos.
(335.24) 30:2.33 11. Censores Universales.
(335.25) 30:2.34 12. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(335.26) 30:2.35 13. Nativos de Havona.
(335.27) 30:2.36 14. Ciudadanos del Paraíso.
(335.28) 30:2.37 IV. LOS HIJOS DE DIOS.
(335.29) 30:2.38 A. Hijos Descendentes.
(335.30) 30:2.39 15. Hijos Creadores —Micaeles.
(335.31) 30:2.40 16. Hijos Magisteriales —Avonales.
(335.32) 30:2.41 17. Hijos Instructores Trinitarios —Dainales.
(335.33) 30:2.42 18. Hijos Melquisedek.
(335.34) 30:2.43 19. Hijos Vorondadek.
(335.35) 30:2.44 20. Hijos Lanonandek.
(335.36) 30:2.45 21. Hijos Portadores de Vida.
(335.37) 30:2.46 B. Hijos Ascendentes.
(335.38) 30:2.47 1. Mortales Fusionados con el Padre.
(335.39) 30:2.48 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(335.40) 30:2.49 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(335.41) 30:2.50 4. Serafines Evolucionarios.
(335.42) 30:2.51 5. Hijos Materiales Ascendentes.
(335.43) 30:2.52 6. Seres Intermedios Trasladados.
(335.44) 30:2.53 7. Ajustadores Personalizados.
(336.1) 30:2.54 C. Hijos Trinidizados.
(336.2) 30:2.55 1. Mensajeros Poderosos.
(336.3) 30:2.56 2. Aquellos Elevados en Autoridad.
(336.4) 30:2.57 3. Aquellos sin Nombre ni Número.
(336.5) 30:2.58 4. Custodios Trinidizados.
(336.6) 30:2.59 5. Embajadores Trinidizados.
(336.7) 30:2.60 6. Guardianes Celestiales.
(336.8) 30:2.61 7. Asistentes de los Hijos Elevados.
(336.9) 30:2.62 8. Hijos Trinidizados por los Ascendentes.
(336.10) 30:2.63 9. Hijos Trinidizados por Paraíso-Havona.
(336.11) 30:2.64 10. Hijos Trinidizados de Destino.
(336.12) 30:2.65 V. PERSONALIDADES DEL ESPÍRITU INFINITO.
(336.13) 30:2.66 A. Personalidades Más Elevadas del Espíritu Infinito.
(336.14) 30:2.67 1. Mensajeros Solitarios.
(336.15) 30:2.68 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(336.16) 30:2.69 3. Directores de Censo.
(336.17) 30:2.70 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(336.18) 30:2.71 5. Inspectores Asociados.
(336.19) 30:2.72 6. Centinelas Asignados.
(336.20) 30:2.73 7. Guías de los Graduados.
(336.21) 30:2.74 B. Las Huestes Mensajeras del Espacio.
(336.22) 30:2.75 1. Servitales de Havona.
(336.23) 30:2.76 2. Conciliadores Universales.
(336.24) 30:2.77 3. Consejeros Técnicos.
(336.25) 30:2.78 4. C ustodios de los Registros en el Paraíso.
(336.26) 30:2.79 5. Registradores Celestiales.
(336.27) 30:2.80 6. Compañeros Morontiales.
(336.28) 30:2.81 7. Compañeros Paradisiacos.
(336.29) 30:2.82 C. Los Espíritus Ministrantes.
(336.30) 30:2.83 1. Supernafines.
(336.31) 30:2.84 2. Seconafines.
(336.32) 30:2.85 3. Terciafines.
(336.33) 30:2.86 4. Omniafines.
(336.34) 30:2.87 5. Serafines.
(336.35) 30:2.88 6. Querubines y Sanobines.
(336.36) 30:2.89 7. Seres Intermedios.
(336.37) 30:2.90 VI. LOS DIRECTORES DEL PODER UNIVERSAL.
(336.38) 30:2.91 A. Los Siete Directores Supremos del Poder.
(336.39) 30:2.92 B. Los Centros Supremos del Poder.
(336.40) 30:2.93 1. Supervisores Supremos del Centro.
(336.41) 30:2.94 2. Centros de Havona.
(336.42) 30:2.95 3. Centros de los Superuniversos.
(336.43) 30:2.96 4. Centros de los Universos Locales.
(336.44) 30:2.97 5. Centros de las Constelaciones.
(336.45) 30:2.98 6. Centros de los Sistemas.
(336.46) 30:2.99 7. Centros No Clasificados.
(337.1) 30:2.100 C. Controladores Físicos Decanos.
(337.2) 30:2.101 1. Directores Asociados del Poder.
(337.3) 30:2.102 2. Controladores Mecánicos.
(337.4) 30:2.103 3. Transformadores de la Energía.
(337.5) 30:2.104 4. Transmisores de la Energía.
(337.6) 30:2.105 5. Asociadores Primarios.
(337.7) 30:2.106 6. Disociadores Secundarios.
(337.8) 30:2.107 7. Frandalanques y Cronoldeques.
(337.9) 30:2.108 D. Supervisores del Poder Morontial.
(337.10) 30:2.109 1. Reguladores de los Circuitos.
(337.11) 30:2.110 2. Coordinadores de los Sistemas.
(337.12) 30:2.111 3. Custodios Planetarios.
(337.13) 30:2.112 4. Controladores Combinados.
(337.14) 30:2.113 5. Estabilizadores de Enlace.
(337.15) 30:2.114 6. Clasificadores Selectivos.
(337.16) 30:2.115 7. Registradores Asociados.
(337.17) 30:2.116 VII. EL CUERPO DE CIUDADANOS PERMANENTES.
(337.18) 30:2.117 1. Los Seres Intermedios Planetarios.
(337.19) 30:2.118 2. Los Hijos Adánicos de los Sistemas.
(337.20) 30:2.119 3. Los Univitatia de las Constelaciones.
(337.21) 30:2.120 4. Los Susatia de los Universos Locales.
(337.22) 30:2.121 5. Los Mortales de los Universos Locales Fusionados con el Espíritu
(337.23) 30:2.122 6. Los Abandonteros del Superuniverso.
(337.24) 30:2.123 7. Los Mortales de los Superuniversos Fusionados con el Hijo.
(337.25) 30:2.124 8. Los Nativos de Havona.
(337.26) 30:2.125 9. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Espíritu.
(337.27) 30:2.126 10. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Padre.
(337.28) 30:2.127 11. Los Ciudadanos Creados del Paraíso.
(337.29) 30:2.128 12. Los Mortales Ciudadanos del Paraíso Fusionadoscon el Ajustador.
(337.30) 30:2.129 Ésta es una clasificación de trabajo de las personalidades de los universos tal como están registradas en la sede central de Uversa.
(337.31) 30:2.130 GRUPOS DE PERSONALIDADES COMPUESTAS. Existen en Uversa los registros de numerosos grupos adicionales de seres inteligentes, seres que también se relacionan estrechamente con la organización y administración del gran universo. Entre dichas órdenes están los siguientes tres grupos de personalidades compuestas:
(337.32) 30:2.131 A. El Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad.
(337.33) 30:2.132 1. El Cuerpo de Finalistas Mortales.
(337.34) 30:2.133 2. El Cuerpo de Finalistas del Paraíso.
(337.35) 30:2.134 3. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados.
(337.36) 30:2.135 4. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados Conjuntos.
(337.37) 30:2.136 5. El Cuerpo de Finalistas de Havona.
(337.38) 30:2.137 6. El Cuerpo de Finalistas Trascendentales.
(337.39) 30:2.138 7. El Cuerpo de Hijos de Destino No Revelados.
(337.40) 30:2.139 El Cuerpo Mortal de la Finalidad se trata en la narrativa próxima, que es la última de esta serie.
(338.1) 30:2.140 B. Los Auxiliares Universales.
(338.2) 30:2.141 1. Estrellas Brillantes Matutinas.
(338.3) 30:2.142 2. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(338.4) 30:2.143 3. Arcángeles.
(338.5) 30:2.144 4. Asistentes Altísimos.
(338.6) 30:2.145 5. Altos Comisionados
(338.7) 30:2.146 6. Supervisores Celestiales.
(338.8) 30:2.147 7. Maestros de los Mundos de Estancia.
(338.9) 30:2.148 En todos los mundos sede central, tanto de los universos locales como de los superuniversos, se atienden a las necesidades de estos seres, que se ocupan de misiones específicas en nombre de los Hijos Creadores, los gobernantes de los universos locales. Estos Auxiliares Universalesson bienvenidos en Uversa, pero no tenemos jurisdicción sobre ellos. Estos emisarios llevan a cabo su tarea y sus observaciones bajo la autoridad de los Hijos Creadores. Sus actividades se describen más plenamente en la narrativa correspondiente a vuestro universo local.
(338.10) 30:2.149 C. Las Siete Colonias de Cortesía.
(338.11) 30:2.150 1. Estudiantes Estelares.
(338.12) 30:2.151 2. Artesanos Celestiales.
(338.13) 30:2.152 3. Directores de Reversión.
(338.14) 30:2.153 4. Instructores de las Facultades de Extensión.
(338.15) 30:2.154 5. Los Distintos Cuerpos de Reserva.
(338.16) 30:2.155 6. Estudiantes Visitantes.
(338.17) 30:2.156 7. Peregrinos Ascendentes.
(338.18) 30:2.157 Estos siete grupos de seres se encontrarán así organizados y gobernados en todos los mundos sede central, desde los sistemas locales hasta las capitales de los superuniversos, particularmente en estas últimas. Las capitales de los siete superuniversos son los sitios de reunión de casi todas las clases y órdenes de seres inteligentes. Con excepción de numerosos grupos de Paraíso-Havoneros, aquí se pueden observar y estudiar las criaturas volitivas de todas las fases de la existencia.
3. Las Colonias de Cortesía
(338.19) 30:3.1 Las siete colonias de cortesía permanecen en las esferas arquitectónicas durante períodos más o menos prolongados mientras se ocupan de completar sus misiones y de realizar asignaciones especiales. Se puede describir su trabajo como sigue:
(338.20) 30:3.2 1. Los Estudiantes Estelares, los astrónomos celestiales, eligen trabajar en esferas tales como Uversa porque estos mundos construidos en forma especial son particularmente favorables para sus observaciones y cálculos. Uversa está favorablemente ubicada para el trabajo de esta colonia, no sólo por su ubicación central, sino también porque no existen soles gigantescos cercanos ni vivos ni muertos que podrían alterar las corrientes de energía. Estos investigadores no se conectan de ninguna manera orgánicamente con los asuntos del superuniverso; son meramente huéspedes.
(338.21) 30:3.3 La colonia uversana de astronomía contiene individuos que provienen de muchos de los reinos cercanos, del universo central y aun de Norlatiadek. Todo ser de cualquier mundo de cualquier sistema de cualquier universo puede convertirse en un estudiante estelar, puede aspirar a unirse a un cuerpo de astrónomos celestiales. Los únicos requisitos son: vida continuada y conocimientos suficientes de los mundos del espacio, especialmente de sus leyes físicas de evolución y control. No se exige de los estudiantes estelares que sirvan eternamente en este cuerpo; pero nadie que haya sido admitido a este grupo puede retirarse en menos de un milenio del tiempo de Uversa.
(339.1) 30:3.4 La colonia de observadores estelares de Uversa cuenta ahora con más de un millón de seres. Estos astrónomos van y vienen, aunque algunos se quedan durante períodos comparativamente prolongados. Llevan a cabo su tarea con la ayuda de una multitud de instrumentos mecánicos y dispositivos físicos; también están grandemente asistidos por los Mensajeros Solitarios y otros exploradores espirituales. Estos astrónomos celestiales hacen uso constante de los transformadores y transmisores vivientes de la energía, así como también de las personalidades reflexivas, en su trabajo de estudio estelar e investigación espacial. Estudian todas las formas y fases de la materia del espacio y de las manifestaciones de energía, y están igualmente interesados en la función de la fuerza y en los fenómenos estelares; nada escapa a su escrutinio en todo el espacio.
(339.2) 30:3.5 Se encuentran colonias semejantes de astrónomos en los mundos sede central de los sectores del superuniverso, así como también en las capitales arquitectónicas de los universos locales y en sus subdivisiones administrativas. A excepción del Paraíso, el conocimiento no es inherente; comprender el universo físico depende grandemente de la observación e investigación.
(339.3) 30:3.6 2. Los Artesanos Celestiales sirven en todas partes de los siete superuniversos. Los mortales ascendentes tienen su contacto inicial con estos grupos en la carrera morontial del universo local, en relación con el cual estos artesanos se tratarán más plenamente.
(339.4) 30:3.7 3. Los Directores de Reversión son los promotores del descanso y del humor — la reversión a recuerdos pasados. Son de gran utilidad en la operación práctica del esquema ascendente de la progresión mortal, especialmente durante las primeras fases de la transición morontial y de la experiencia espiritual. Su historia pertenece a la narrativa de la carrera mortal en el universo local.
(339.5) 30:3.8 4. Los Instructores de las Facultades de Extensión. El mundo residencial correspondiente al peldaño siguiente en la carrera ascendente siempre mantiene un robusto cuerpo de maestros en el mundo que está directamente por debajo, un tipo de escuela preparatoria para los residentes en progreso de esa esfera; ésta es una fase del esquema ascendente para los peregrinos del tiempo en avance. Estas facultades, sus métodos de instrucción y exámenes, son totalmente distintas de lo que tratáis experimentar en Urantia.
(339.6) 30:3.9 Todo el plan ascendente de la progresión mortal está caracterizado por la práctica de transmitir a otros seres la nueva verdad y la experiencia, tan pronto como son adquiridas. Vosotros os abrís camino a través de la prolongada escuela de logro del Paraíso, sirviendo como maestros para aquellos estudiantes que están directamente por debajo de vosotros en la escala de progresión.
(339.7) 30:3.10 5. Los Distintos Cuerpos de Reserva. Se movilizan en Uversa vastas reservas de seres que no están bajo nuestra supervisión inmediata como colonia de cuerpo de reserva. En Uversa hay setenta divisiones primarias de estas colonias; pasar una temporada con estas extraordinarias personalidades constituye una verdadera educación liberal. En Salvington y en otras capitales de los universos se mantienen reservas generales similares; éstas se envían al servicio activo por requisición de sus respectivos directores de grupo.
(339.8) 30:3.11 6. Los Estudiantes Visitantes. De todas partes del universo fluye un caudal constante de visitantes celestiales hacia los varios mundos sede central. Como individuos y como clases estos varios tipos de seres convergen sobre nosotros como observadores, estudiantes de intercambio y ayudantes de los estudiantes. En Uversa, presentemente, hay más de mil millones de personas en esta colonia de cortesía. Algunos de estos visitantes pueden quedarse un día, otros, un año, todo depende de la naturaleza de su misión. Esta colonia contiene prácticamente todas las clases de seres universales excepto las personalidades Creadoras y los mortales morontiales.
(340.1) 30:3.12 Los mortales morontiales son estudiantes visitantes sólo dentro de los confines del universo local de su origen. Pueden visitar en calidad superuniversal sólo después de haber logrado el estado de espíritu. Una plena mitad de nuestro grupo de visitantes consiste en «paradas intermedias», seres que están en camino a otro lado y se detienen para visitar la capital de Orvonton. Estas personalidades pueden estar realizando una asignación universal o estar disfrutando un período de recreación —libertad de asignaciones. El privilegio del viaje y de la observación intrauniversal es parte de la carrera de todos los seres ascendentes. El deseo humano de viajar y observar nuevos pueblos y mundos será plenamente gratificado durante el largo período de ascensión pletórica al Paraíso, a través del universo local, los superuniversos y el universo central.
(340.2) 30:3.13 7. Los Peregrinos Ascendentes. A los peregrinos ascendentes se les asigna a servicios distintos en relación con su progresión hacia el Paraíso, y se los domicilia como colonia de cortesía en las distintas esferas sede central. Al funcionar aquí y allá en todo un superuniverso, estos grupos son en gran parte autogobernados. Son un grupo en constante cambio que abraza todas las órdenes de los mortales evolucionarios y de sus asociados ascendentes.
4. Los Mortales Ascendentes
(340.3) 30:4.1 Aunque los mortales sobrevivientes del tiempo y del espacio se denominan peregrinos ascendentes cuando se los acredita para la ascensión progresiva al Paraíso, estas criaturas evolucionarias ocupan un lugar tan importante en estas narrativas que deseamos aquí presentar una sinopsis de las siguientes siete etapas de la carrera ascendente universal:
(340.4) 30:4.2 1. Mortales Planetarios.
(340.5) 30:4.3 2. Sobrevivientes Adormecidos.
(340.6) 30:4.4 3. Estudiantes en los Mundos de Estancia.
(340.7) 30:4.5 4. Progresistas de Morontia.
(340.8) 30:4.6 5. Pupilos de los Superuniversos.
(340.9) 30:4.7 6. Peregrinos de Havona.
(340.10) 30:4.8 7. Aquellos que Llegan al Paraíso.
(340.11) 30:4.9 La narrativa siguiente presenta la carrera universal de un mortal morado por un Ajustador. Los mortales fusionados con el Hijo o con el Espíritu comparten porciones de esta carrera, pero hemos elegido contar esta historia en cuanto se refiere a los mortales fusionados con el Ajustador, porque ése es el destino que pueden anticipar todas las razas humanas de Urantia.
(340.12) 30:4.10 1. Mortales Planetarios. Los mortales son todos seres evolucionarios de origen animal, con potencial ascendente. En origen, naturaleza y destino estos distintos grupos de seres humanos son mucho como los pueblos de Urantia. Las razas humanas de cada mundo reciben el mismo ministerio de los Hijos de Dios y disfrutan de la presencia de los espíritus ministrantes del tiempo. Después de la muerte natural, todos los tipos de ascendentes fraternizan como una sola familia morontial en los mundos de estancia.
(341.1) 30:4.11 2. Sobrevivientes Adormecidos. Todos los mortales de estado de sobrevivencia, bajo la custodia de los guardianes personales del destino, pasan por las compuertas de la muerte natural y, en el tercer período, se personalizan en los mundos de estancia. Aquellos seres acreditados que, por cualquier razón, han sido incapaces de lograr ese nivel de dominio de la inteligencia y dote de espiritualidad que les permitiría con-tar con guardianes personales, no pueden por lo tanto ir directa e inmediatamente a los mundos de estancia. Dichas almas sobrevivientes deben descansar en un sueño inconsciente hasta el día del juicio de una nueva época, una nueva dispensación, la llegada de un Hijo de Dios para pasar lista a la edad y adjudicar el reino, y ésta es la práctica general en todo Nebadon. Se dijo de Cristo Micael que, cuando ascendió a las alturas al fin de su labor en la tierra: «Condujo a una gran multitud de cautivos». Y estos cautivos eran los sobrevivientes adormecidos desde los días de Adán hasta el día de la resurrección del Maestro en Urantia.
(341.2) 30:4.12 El paso del tiempo no es de importancia para los mortales adormecidos; están totalmente inconscientes y desapercibidos de la longitud de su reposo. Al reensamblarse la personalidad al fin de una época, aquellos que han dormido cinco mil años no reaccionan diferentemente de los que tan sólo han descansado cinco días. Aparte de este atraso en el tiempo, estos sobrevivientes pasan a través del régimen de ascensión en forma idéntica a la de aquellos que evitan el sueño más largo o más corto de la muerte.
(341.3) 30:4.13 Se utilizan estas clases dispensacionales de peregrinos de los mundos para las actividades morontiales de grupo en las tareas de los universos locales. Existe una gran ventaja en la movilización de grupos tan enormes; de este modo se los mantiene juntos por largos períodos de servicio eficaz.
(341.4) 30:4.14 3. Estudiantes de los Mundos de Estancia. Todos los mortales sobrevivientes que despiertan en los mundos de estancia pertenecen a esta clase.
(341.5) 30:4.15 El cuerpo físico de la carne mortal no es parte del reensamblaje del sobreviviente adormecido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín de asignación patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma in-mortal y para recibir al Ajustador que ha retornado. El Ajustador es el custodio de las transcripciones espirituales de la mente del sobreviviente adormecido. El serafín de asignación es el que mantiene la identidad sobreviviente —el alma inmortal— hasta donde haya evolucionado. Y cuando estos dos, el Ajustador y el serafín, reúnen sus fideicomisos de personalidad, el nuevo individuo constituye la resurrección de la antigua personalidad, la supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Dicha reasociación de alma y Ajustador se denomina en forma totalmente apropiada, una resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero aún esto no explica enteramente la reaparición de la personalidad sobreviviente. Aunque tal vez vosotros no comprendáis jamás el hecho de dicha transacción inexplicable, alguna vez conoceréis experiencialmente la verdad de esto si no rechazáis el plan de la sobrevivencia mortal.
(341.6) 30:4.16 El plan de detención mortal inicial en los siete mundos de capacitación progresiva es casi universal en Orvonton. En cada sistema local de aproximadamente mil planetas habitados, hay siete mundos de estancia, generalmente satélites o subsatélites de la capital del sistema. Son los mundos de recepción para la mayoría de los mortales ascendentes.
(341.7) 30:4.17 A veces todos los mundos de capacitación de residencia mortal se denominan «estancias» del universo, y fue a estas esferas a las que Jesús aludió cuando dijo: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay». De aquí en adelante, dentro de un grupo dado de esferas tales como los mundos de estancia, los ascendistas progresarán individualmente de una esfera a la otra y de una fase de la vida a la otra, pero siempre avanzarán de una etapa de estudio universal a otra en formación de clases colectivas.
(342.1) 30:4.18 4. Progresistas Morontiales. Desde los mundos de estancia hacia arriba a través de las esferas del sistema, la constelación y el universo, los mortales se clasifican como progresistas morontiales; están atravesando las esferas de transición de la ascensión mortal. A medida que los mortales ascendentes progresan de los mundos morontiales más bajos a los más elevados, sirven en incontables asignaciones en asociación con sus maestros y en compañía de sus hermanos decanos más avanzados.
(342.2) 30:4.19 La progresión morontial pertenece al avance continuado de la forma del intelecto, el espíritu y la personalidad. Los sobrevivientes siguen siendo seres de naturaleza triple. A lo largo de la entera experiencia morontial ellos son los pupilos del universo local. El régimen del superuniverso no funciona hasta que no comienza la carrera espiritual.
(342.3) 30:4.20 Los mortales adquieren auténtica identidad espiritual justo antes de abandonar la sede del universo local para los mundos de recepción de los sectores menores del superuniverso. El pasaje de la etapa morontial final a la primera o más baja condición espiritual no es sino una ligera transición. La mente, la personalidad y el carácter son inalterados por dicho avance; tan sólo la forma sufre modificaciones. Pero la forma del espíritu es tan real como el cuerpo morontial y es igualmente discernible.
(342.4) 30:4.21 Antes de partir de sus universos locales nativos hacia los mundos de recepción del superuniverso, los mortales del tiempo reciben la confirmación espiritual del Hijo Creador y del Espíritu Materno del universo local. Desde este punto en adelante, se establece el estado del mortal ascendente para siempre. No ha ocurrido nunca que los pupilos del superuniverso se descarrien. Los serafines ascendentes también avanzan en su estado angélico al tiempo de su partida de los universos locales.
(342.5) 30:4.22 5. Pupilos del Superuniverso. Todos los seres ascendentes que llegan a los mundos de capacitación de los superuniversos se tornan pupilos de los Ancianos de los Días; han atravesado la vida morontial del universo local y ahora son espíritus acreditados. Como jóvenes espíritus, comienzan la ascensión del sistema superuniversal de capacitación y cultura, que se extiende desde las esferas de recepción de su sector menor hacia adentro a través de los mundos de estudio de los diez sectores mayores y hacia las esferas culturales más elevadas de las sedes centrales del superuniverso.
(342.6) 30:4.23 Existen tres órdenes de espíritus estudiosos de acuerdo con su estadía en el sector menor, los sectores mayores y los mundos sede central del superuniverso de progresión espiritual. Así como los seres ascendentes morontiales estudiaron y trabajaron en los mundos del universo local, del mismo modo los seres ascendentes espirituales van dominando nuevos mundos, a la vez que siguen impartiendo a otros aquello que han bebido de las fuentes experienciales de la sabiduría. Pero ir a la escuela como ser espiritual en la carrera superuniversal es muy distinto de cualquier cosa que jamás haya penetrado los reinos de la imaginación de la mente material del hombre.
(342.7) 30:4.24 Antes de abandonar el superuniverso en dirección a Havona, estos espíritus ascendentes reciben el mismo curso intensivo de manejo superuniversal que han recibido durante la experiencia morontial relativo a la supervisión del universo local. Antes de que los mortales espirituales alcancen Havona, su estudio principal —pero no su ocupación exclusiva— es el dominio de la administración del universo local y del superuniverso. La razón de tanta experiencia no es totalmente clara en estos momentos, pero sin duda dicho entrenamiento es sabio y necesario en vista de su posible destino futuro como miembros del Cuerpo de Finalistas.
(342.8) 30:4.25 El régimen superuniversal no es el mismo para todos los mortales ascendentes. Reciben la misma instrucción general, pero hay grupos y clases especiales que se someten a cursos especiales de instrucción y cursos específicos de capacitación.
(343.1) 30:4.26 6. Peregrinos de Havona. Cuando el desarrollo del espíritu es completo, aunque no pletórico, el mortal sobreviviente se prepara para el largo viaje a Havona, el refugio de los espíritus evolucionarios. En la tierra, eras una criatura de carne y hueso; a través del universo local, eras un ser morontial; a través del superuniverso, eras un espíritu en evolución; con tu llegada a los mundos de recepción de Havona, comienza intensa y realmente tu instrucción espiritual; tu aparición final en el Paraíso será como espíritu perfeccionado.
(343.2) 30:4.27 El viaje desde la sede central del superuniverso hasta las esferas de recepción de Havona siempre se hace a solas. De aquí en adelante ya no habrá más instrucción en clases o en grupos. Has completado la capacitación técnica y administrativa de los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio. Ahora comienza tu educación personal, la capacitación individual espiritual. Del principio al fin, a lo largo de todo Havona, la instrucción es personal y de naturaleza triple: intelectual, espiritual y experiencial.
(343.3) 30:4.28 La primera acción de tu carrera en Havona será reconocer y agradecer a tu seconafín de transporte el viaje largo y certero. Luego se te presentará a aquellos seres que patrocinarán tus primeras actividades en Havona. A continuación registrarás tu llegada y prepararás tu mensaje de acción de gracias y adoración para despachar al Hijo Creador de tu universo local, el Padre de tu universo, que hizo posible tu carrera de filiación. Esto concluye las formalidades de la llegada a Havona; de allí en adelante, se te otorgará un largo período de recreación para la observación libre, y esto te ofrece la oportunidad de buscar a tus amigos, compañeros y asociados en la larga experiencia de ascensión. También podrás consultar las transmisiones para asegurarte de cuáles entre tus semejantes peregrinos han partido hacia Havona desde el momento en que abandonaste Uversa.
(343.4) 30:4.29 El hecho de tu llegada a los mundos de recepción de Havona se transmitirá debidamente a la sede de tu universo local y personalmente se informará a tu guardián seráfico, dondequiera que este serafín se encuentre.
(343.5) 30:4.30 Los mortales ascendentes han sido completamente capacitados en los asuntos de los mundos evolucionarios del espacio; ahora comienza su contacto prolongado y beneficioso con las esferas creadas de la perfección. ¡Qué preparación para algún futuro trabajo se ofrece mediante esta experiencia combinada, singular y extraordinaria! Pero no puedo deciros nada sobre Havona; debéis ver estos mundos para apreciar su gloria y comprender su grandeza.
(343.6) 30:4.31 7. Los que llegan al Paraíso. Al llegar al Paraíso con estado de residente, tú comienzas el curso progresivo en divinidad y absonidad. Tu residencia en el Paraíso significa que has encontrado a Dios y que has sido incorporado al Cuerpo Mortal de la Finalidad. De todas las criaturas del gran universo, sólo los que están fusionados con el Padre se incorporan al Cuerpo Mortal de la Finalidad. Sólo esos individuos toman el juramento del finalista. Otros seres de perfección paradisiaca o de logro pueden ser agregados temporalmente a este cuerpo de la finalidad, pero no son de asignación eterna a la misión desconocida y no revelada de estas huestes de seres veteranos y perfeccionados evolucionarios del tiempo y del espacio que se están congregando.
(343.7) 30:4.32 Los que llegan al Paraíso tienen la gracia de un período de libertad, después del cual comienzan sus asociaciones con los siete grupos de los supernafines primarios. Se los designa diplomados paradisiacos una vez que han completado su curso con los conductores de la adoración y luego, como finalistas, se los asigna al servicio de observación y cooperativo hasta los confines de la vasta creación. Hasta ahora no parece haber un empleo específico o establecido para el Cuerpo Mortal de los Finalistas, aunque sirven en muchas posiciones en los mundos establecidos en función de luz y vida.
(344.1) 30:4.33 Si no hubiese un destino futuro o no revelado para el Cuerpo Mortal de la Finalidad, la asignación presente de estos seres ascendentes ya sería totalmente adecuada y gloriosa. Su destino presente justifica plenamente el plan universal de ascensión evolucionaria. Pero las futuras épocas de la evolución de las esferas del espacio exterior indudablemente elaborarán ulteriormente, y con más plenitud iluminarán divinamente, la sabiduría, el amor y la ternura de los Dioses en la ejecución de su plan divino de sobrevivencia humana y ascensión mortal.
(344.2) 30:4.34 Esta narrativa, juntamente con lo que se os ha revelado y con lo que podáis adquirir con relación a la instrucción sobre vuestro propio mundo, presenta un bosquejo de la carrera de un mortal ascendente. La historia varía considerablemente en los diferentes superuniversos, pero este recital permite un vistazo del plan promedio de progresión mortal, tal como opera en el universo local de Nebadon y en el séptimo segmento del gran universo, el superuniverso de Orvonton.

(344.3) 30:4.35 [Patrocinado por un Mensajero Poderoso proveniente de Uversa. ]

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