Documento 26
Los Espíritus
Ministrantes del Universo Central
(285.1) 26:0.1 LOS supernafines son los espíritus ministrantes del Paraíso y del universo central; son la orden más elevada del grupo más bajo de los hijos del Espíritu Infinito —las huestes angélicas. Estos espíritus ministrantes han de encontrarse desde la Isla del Paraíso hasta los mundos del espacio y del tiempo. Ninguna porción importante de la creación organizada y habitada carece de sus servicios.
1. Los Espíritus
Ministrantes
(285.2) 26:1.1 Los ángeles son los asociados
espirituales ministrantes de las criaturas volitivas evolutivas y ascendentes
de todo el espacio; también son los colegas y asociados de trabajo de las
huestes más elevadas de las personalidades divinas de las esferas. Los ángeles
de todas las órdenes son personalidades definidas y altamente individualizadas.
Todos ellos tienen una amplia capacidad para la apreciación de las
ministraciones de los directores de reversión. Juntamente con las Huestes de
Mensajeros del Espacio, los espíritus ministrantes disfrutan de temporadas de
descanso y cambio; poseen naturalezas muy sociables y tienen una capacidad de
asociación que trasciende en mucho la de los seres humanos.
(285.3) 26:1.2 Los espíritus ministrantes del gran
universo se clasifican como sigue:
(285.4) 26:1.3 1. Supernafines.
(285.5) 26:1.4 2. Seconafines.
(285.6) 26:1.5 3. Terciafines.
(285.7) 26:1.6 4. Omniafines.
(285.8) 26:1.7 5. Serafines.
(285.9) 26:1.8 6. Querubines y Sanobines.
(285.10) 26:1.9 7. Seres Intermedios.
(285.5) 26:1.4 2. Seconafines.
(285.6) 26:1.5 3. Terciafines.
(285.7) 26:1.6 4. Omniafines.
(285.8) 26:1.7 5. Serafines.
(285.9) 26:1.8 6. Querubines y Sanobines.
(285.10) 26:1.9 7. Seres Intermedios.
(285.11) 26:1.10 Los miembros de las órdenes
angélicas no son completamente estacionarios en cuanto a su estado personal en
el universo. Los ángeles de ciertas órdenes pueden transformarse en Compañeros
Paradisiacos durante una temporada; algunos se tornan Registradores
Celestiales; otros ascienden a las filas de los Asesores Técnicos. Algunos de
entre los querubines pueden aspirar al estado y destino seráfico, mientras que
los serafines evolutivos pueden alcanzar los niveles espirituales de los Hijos
de Dios ascendentes.
(285.12) 26:1.11 Las siete órdenes de espíritus
ministrantes, según se revela, están agrupadas para su presentación de acuerdo
con sus funciones de mayor importancia para con las criaturas ascendentes:
(285.13) 26:1.12 8. Los
Espíritus Ministrantes del Universo Central. Las tres órdenes de supernafines sirven en el sistema Paraíso-Havona.
Los supernafines primarios o del Paraíso son creados por el Espíritu Infinito.
Las órdenes secundarias y terciarias, que sirven en Havona, son respectivamente
los vástagos de los Espíritus Rectores y de los Espíritus de los Circuitos.
(286.1) 26:1.13 9. Los
Espíritus Ministrantes de los Superuniversos: los seconafines, los terciafines y los
omniafines. Los seconafines, hijos de los Espíritus Reflexivos,
sirven de diversos modos en los siete superuniversos. Los terciafines, de origen en el Espíritu Infinito, se
dedican con el tiempo al servicio de enlace de los Hijos Creadores y los
Ancianos de los Días. Los omniafines son creados conjuntamente por el
Espíritu Infinito y los Siete Ejecutivos Supremos, y son los servidores
exclusivos de estos últimos. La discusión de estas tres órdenes es el tema de
una narrativa próxima en esta serie.
(286.2) 26:1.14 10. Los
Espíritus Ministrantes de los Universos Locales comprenden a los serafines y a sus asistentes, los querubines. Los mortales ascendentes tienen un
contacto inicial con estos vástagos de un Espíritu Materno Universal. Las criaturas
intermedias, de
natividad en los mundos habitados, no son en realidad órdenes angélicas
propiamente dichas, aunque frecuentemente se agrupan funcionalmente con los
espíritus ministrantes. Su historia, con un recuento de los serafines y
querubines, se presenta en aquellas narrativas que tratan de los asuntos de
vuestro universo local.
(286.3) 26:1.15 Todas las órdenes de las huestes
angélicas están dedicadas a los diversos servicios universales y ministran de
una manera u otra a las órdenes más elevadas de los seres celestiales; pero son
los supernafines, seconafines y serafines quienes, en grandes números, están
empleados en el fomento del esquema ascendente de la perfección progresiva para
los hijos del tiempo. Funcionando en el universo central, los superuniversos y
los universos locales, ellos forman esa cadena ininterrumpida de ministros
espirituales que el Espíritu Infinito ha provisto para la ayuda y guía de todos
los que buscan conseguir al Padre Universal a través del Hijo Eterno.
(286.4) 26:1.16 Los supernafines están limitados en
cuanto a «polaridad espiritual» tan sólo en una fase de acción, la con el Padre
Universal. Pueden trabajar a solas excepto cuando emplean directamente los
circuitos exclusivos del Padre. Cuando están en recepción de poder por
ministerio directo del Padre, los supernafines deben asociarse voluntariamente
en pares para poder funcionar. Los seconafines están limitados del mismo modo y
además deben trabajar en pares para sincronizar con los circuitos del Hijo
Eterno. Los serafines pueden trabajar a solas como personalidades discretas y
localizadas, pero tan sólo pueden estar en circuito cuando están polarizados
como pares de enlace. Cuando estos seres espirituales se asocian en pares, el
uno se considera complementario del otro. Las relaciones complementarias pueden
ser transitorias; no son necesariamente de naturaleza permanente.
(286.5) 26:1.17 Estas brillantes criaturas de luz
se sostienen directamente por la incorporación de la energía espiritual de los
circuitos primarios del universo. Los mortales de Urantia deben obtener energía
y luz a través de la encarnación vegetativa, pero las huestes angelicales
pueden tener acceso al circuito; tienen «alimento que vosotros no conocéis».
También comparten de las enseñanzas circulantes de los maravillosos Hijos
Instructores Trinitarios; tienen una recepción de conocimiento y una absorción
de sabiduría que se asemeja mucho a su técnica de asimilación de la energía
vital.
2. Los Poderosos
Supernafines
(286.6) 26:2.1 Los supernafines son ministros
peritos para todo tipo de ser que residen en el Paraíso y en el universo
central. Estos elevados ángeles son creados en tres órdenes principales:
primaria, secundaria y terciaria.
(287.1) 26:2.2 Los supernafines primarios son los vástagos exclusivos del
Creador Conjunto. Reparten su ministerio en forma casi igual entre ciertos
grupos de Ciudadanos del Paraíso y el cuerpo en constante aumento de los
peregrinos ascendentes. Estos ángeles de la Isla Eterna son altamente eficaces
en fomentar la capacitación esencial de ambos grupos de habitantes del Paraíso.
Contribuyen mucho de lo que es útil para la comprensión mutua de estas dos
órdenes singulares de criaturas del universo — siendo la una el tipo más
elevado de criatura volitiva divina y perfecta, y la otra, la evolución
perfeccionada del tipo más bajo de criatura volitiva en todo el universo de los
universos.
(287.2) 26:2.3 La tarea de los supernafines
primarios es tan singular y distintiva que se la considerará separadamente en
la narrativa siguiente.
(287.3) 26:2.4 Los supernafines secundarios son los directores de los asuntos
de los seres ascendentes en los siete circuitos de Havona. Se ocupan igualmente
de ministrar a la capacitación instruccional de las numerosas órdenes de
Ciudadanos del Paraíso que moran por largos períodos en los circuitos de los
mundos de la creación central, pero no podemos hablar de esta fase de su
servicio.
(287.4) 26:2.5 Hay siete tipos de estos ángeles
elevados, originándose cada uno en uno de los Siete Espíritus Rectores y de
naturaleza correspondientemente similar. Colectivamente, los Siete Espíritus
Rectores crean muchos grupos diferentes de seres y entidades únicos, y los
miembros individuales de cada orden son comparativamente uniformes en su
naturaleza. Pero cuando estos mismos Siete Espíritus crean individualmente, las
órdenes resultantes son siempre de naturaleza séptuple; los hijos de cada
Espíritu Rector comparten la naturaleza de su creador y consiguientemente son
distintos de los demás. Tal es el origen de los superafines secundarios, y los
ángeles de los siete tipos creados funcionan en todos los canales de actividad
abiertos a su entera orden, principalmente en los siete circuitos del divino
universo central.
(287.5) 26:2.6 Cada uno de los siete circuitos
planetarios de Havona está bajo la supervisión di-recta de uno de los siete
espíritus de los circuitos, siendo ellos mismos una creación colectiva —y por
lo tanto uniforme— de los Siete Espíritus Rectores. Aunque comparten la
naturaleza de la Tercera Fuente y Centro, estos siete Espíritus subsidiarios de
Havona no fueron parte del universo de modelo original. Entraron en función
después de la creación original (eterna) pero mucho antes de los tiempos de
Grandfanda. Indudablemente aparecieron como respuesta creativa de los Espíritus
Rectores al propósito emergente del Ser Supremo, y fueron descubiertos en
función cuando se organizó el gran universo. El Espíritu Infinito y todos sus
asociados creativos, como coordinadores universales, parecen abundar en la
capacidad de formular respuestas creativas adecuadas a los desarrollos
simultáneos en las Deidades experienciales y en los universos en evolución.
(287.6) 26:2.7 Los supernafines terciarios se originan en estos Siete
Espíritus de los Circuitos. A cada uno de ellos, en un circuito separado de
Havona, el Espíritu Infinito le ha dado poder para crear un número suficiente
de altos ministros superáficos de la orden terciaria como para satisfacer las
necesidades del universo central. Aunque los Espíritus del Circuito produjeron
comparativamente pocos de estos ministros angélicos antes de la llegada a
Havona de los peregrinos del tiempo, los Siete Espíritus Rectores no comenzaron
siquiera la creación de los supernafines secundarios hasta la llegada de
Grandfanda. Por lo tanto, se consideran aquí primero los supernafines
terciarios, siendo éstos los más antiguos de las dos órdenes.
3. Los
Supernafines Terciarios
(288.1) 26:3.1 Estos servidores de los Siete
Espíritus Rectores son los especialistas angélicos de los varios circuitos de
Havona, y su ministerio se extiende tanto a los peregrinos ascendentes del
tiempo como a los peregrinos descendentes de la eternidad. En los mil millones
de mundos de estudio de la perfecta creación central, vuestros asociados
superáficos de todas las órdenes os serán plenamente visibles. Allí todos
vosotros seréis, en el sentido más elevado, seres fraternales y comprensivos de
contacto y compasión mutua. También reconoceréis plenamente y fraternizaréis
exquisitamente con los peregrinos descendentes, los Ciudadanos del Paraíso, quienes
atraviesan estos círculos de dentro hacia afuera, entrando a Havona a través
del mundo piloto del primer circuito y procediendo hacia afuera hasta el
séptimo.
(288.2) 26:3.2 Los peregrinos ascendentes de los
siete superuniversos pasan a través de Havona en el sentido opuesto, entrando
por vía del mundo piloto del último círculo y procediendo hacia adentro. No hay
límite temporal establecido para el progreso de las criaturas ascendentes de
mundo en mundo y de circuito en circuito, así como tam-poco existe un período
fijo de tiempo asignado arbitrariamente a la residencia en los mundos
morontiales. Pero, aunque algunos individuos desarrollados en forma adecuada
pueden estar exentos de la estadía en uno o más de los mundos de capacitación
del universo local, ningún peregrino podrá evitar pasar a través de los siete
circuitos de Havona de espiritualización progresiva.
(288.3) 26:3.3 Ese cuerpo de supernafines
terciarios que está asignado principalmente al servicio de los peregrinos del
tiempo se clasifica como sigue:
(288.4) 26:3.4 1. Los
Supervisores de la Armonía. Es
evidente que algún tipo de influencia coordinadora es necesaria, aun en la
perfecta Havona, para mantener el sistema y asegurar la armonía en todo el
trabajo de preparación de los peregrinos del tiempo para sus subsiguientes
logros en el Paraíso. Tal es la misión real de los supervisores de la armonía
—mantener todo en progreso y sin obstáculos. Se originan en el primer circuito
y sirven en todo Havona, y su presencia en los circuitos significa que nada
puede sufrir deslices. Tienen una gran habilidad para coordinar una diversidad
de actividades que comprenden personalidades de distintas órdenes —aun de
niveles múltiples— permite a estos supernafines asistir donde quiera y cuando
quiera se los necesite. Contribuyen enormemente a la comprensión mutua de los
peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad.
(288.5) 26:3.5 2. Los
Registradores Principales. Estos
ángeles son creados en el segundo circuito pero operan en todos lados en el
universo central. Registran en triplicado, ejecutando expedientes para los
archivos literales de Havona, para los archivos espirituales de su orden, y
para los registros normales del Paraíso. Además transmiten automáticamente las
transacciones de importancia en cuanto al conocimiento verdadero a las
bibliotecas vivientes del Paraíso, los custodios del conocimiento de la orden
primaria de los supernafines.
(288.6) 26:3.6 3. Los
Locutores. Los Hijos
del tercer Espíritu de los Circuitos funcionan en toda Havona, aunque su
estación oficial está ubicada en el planeta número setenta en el círculo más
exterior. Estos técnicos decanos son los receptores y enviadores de
transmisiones de la creación central y los directores de los informes
espaciales de todos los fenómenos de la Deidad en el Paraíso. Pueden operar
todos los circuitos básicos del espacio.
(288.7) 26:3.7 4. Los
Mensajeros. Se
originan en el circuito número cuatro. Viajan por el sistema entero del
Paraíso-Havona como portadores de todo mensaje que requiere transmisión
personal. Sirven a sus semejantes, las personalidades celestiales, los
peregrinos del Paraíso, y aun a las almas ascendentes del tiempo.
(289.1) 26:3.8 5. Los
Coordinadores de la Información. Estos
supernafines terciarios, hijos del quinto Espíritu de los Circuitos, son
siempre los promotores sabios y compasivos de la asociación fraternal entre los
peregrinos ascendentes y los descendentes. Ministran a todos los habitantes de
Havona, y especialmente a los ascendentes, manteniéndolos informados sobre los
asuntos del universo de los universos. En virtud de los contactos personales
con los emisores y los reflectores, estos «periódicos vivientes» de Havona
conocen instantáneamente toda información que pasa por los vastos circuitos de
noticias del universo central. Obtienen la información mediante el método
gráfico de Havona, que les permite asimilar automáticamente, en una hora del
tiempo de Urantia, una cantidad de información que requeriría mil años para ser
registrada mediante vuestra técnica telegráfica más rápida.
(289.2) 26:3.9 6. Las
Personalidades de Transporte. Estos
seres, que se originan en el circuito número seis, generalmente operan a partir
del planeta número cuarenta en el circuito más exterior. Son quienes llevan a
los candidatos desalentados que fracasan transitoriamente en la aventura de la
Deidad. Se mantienen prontos para servir a todos los que deben venir e ir en el
servicio de Havona, y que no están atravesando el espacio.
(289.3) 26:3.10 7. El
Cuerpo de Reserva. Las
fluctuaciones en el caudal de trabajo con los seres ascendentes, los peregrinos
del Paraíso y otras órdenes de seres residentes en Havona, obligan a mantener
estas reservas de supernafines en el mundo piloto del séptimo círculo, en el
que se originan. Son creados sin designios especiales y son competentes para
hacerse cargo del servicio en las fases menos exigentes de cualquiera de los
deberes de los asociados superáficos de la orden terciaria.
4. Los
Supernafines Secundarios
(289.4) 26:4.1 Los supernafines secundarios son
ministros de los siete circuitos planetarios del universo central. Parte de
ellos se dedica al servicio de los peregrinos del tiempo y la mitad de toda la
orden es asignada a la capacitación de los peregrinos paradisiacos de la
eternidad. Los voluntarios del Cuerpo de los Mortales de la Finalidad también
ayudan a estos Ciudadanos del Paraíso en su peregrinaje a través de los
circuitos de Havona, un arreglo que se ha mantenido desde que se completó el
primer grupo de finalistas.
(289.5) 26:4.2 De acuerdo con sus asignaciones
periódicas al ministerio de los peregrinos ascendentes, los supernafines
secundarios trabajan en los siguientes siete grupos:
(289.6) 26:4.3 1. Ayudantes de los Peregrinos.
(289.7) 26:4.4 2. Guías de la Supremacía.
(289.8) 26:4.5 3. Guías de la Trinidad.
(289.9) 26:4.6 4. Los que Hallan al Hijo.
(289.10) 26:4.7 5. Guías del Padre.
(289.11) 26:4.8 6. Asesores y Consejeros.
(289.12) 26:4.9 7. Complementos del Reposo.
(289.7) 26:4.4 2. Guías de la Supremacía.
(289.8) 26:4.5 3. Guías de la Trinidad.
(289.9) 26:4.6 4. Los que Hallan al Hijo.
(289.10) 26:4.7 5. Guías del Padre.
(289.11) 26:4.8 6. Asesores y Consejeros.
(289.12) 26:4.9 7. Complementos del Reposo.
(289.13) 26:4.10 Cada uno de estos grupos de trabajo
contiene ángeles de los siete tipos creados, y un peregrino del espacio siempre
recibe la enseñanza de un supernafín secundario de origen en el Espíritu Rector
que preside el superuniverso en el que naciera ese peregrino. Cuando vosotros
los mortales de Urantia lleguéis a Havona, sin duda alguna seréis piloteados
por supernafines cuyas naturalezas creadas —como es vuestra propia naturaleza
evolutiva— se derivan del Espíritu Rector de Orvonton. Puesto que vuestros
tutores surgen del Espíritu Rector de vuestro propio superuniverso, están
particularmente calificados para comprenderos, consolaros y asistiros en todos
vuestros esfuerzos por obtener la perfección paradisiaca.
(290.1) 26:4.11 Las personalidades de transporte de
la orden primaria de los seconafines que ope-ran desde las sedes centrales de
los siete superuniversos transportan a los peregrinos del tiempo más allá de
los cuerpos oscuros de gravedad de Havona, al circuito planetario exterior. No
todos, pero la mayoría de los serafines de servicio planetario y en los
universos locales que han sido acreditados para la ascensión al Paraíso se
separará de sus asociados mortales antes del largo viaje a Havona y comenzarán
inmediatamente un prolongado período de intensa capacitación para la asignación
excelsa, anticipando lograr, como serafines, la perfección de existencia y la
supremacía de servicio. Esto lo hacen ellos, esperando volver a reunirse con
los peregrinos del tiempo, para contarse entre aquellos que por siempre siguen
el curso de dichos mortales que han logrado el Padre Universal y han recibido
asignación a un servicio no revelado del Cuerpo de la Finalidad.
(290.2) 26:4.12 El peregrino llega al planeta de
recepción de Havona, el mundo piloto del séptimo circuito, con una sola dote de
perfección, perfección de propósito. El Padre Universal ha decretado: «Sed
perfectos, así como yo soy perfecto». Ésa es la invitación-mandato asombrosa
transmitida a los hijos finitos de los mundos del espacio. La promulgación de
ese mandato ha estremecido a la creación entera en el esfuerzo cooperativo de
los seres celestiales para ayudar a conducir a su satisfacción y realización
ese extraordinario mando de la Primera Gran Fuente y Centro.
(290.3) 26:4.13 Cuando, mediante y a través del
ministerio de todas las huestes de ayudantes del esquema universal de
supervivencia, finalmente sois depositados sobre el mundo de recepción de
Havona, llegáis tan sólo con un tipo de perfección: perfección
de propósito. Vuestro
propósito se ha comprobado plenamente; vuestra fe ha sido probada. Se sabe que
estáis a prueba de desilusiones. Ni siquiera el fracaso de percibir al Padre
Universal podrá sacudir la fe ni alterar seriamente la confianza de un mortal
ascendente que ha pasado a través de la experiencia que todos deben atravesar
para lograr las esferas perfectas de Havona. Para cuando alcancéis Havona,
vuestra sinceridad se habrá vuelto sublime. La perfección de propósito y la
divinidad de deseo, con constancia de fe han asegurado vuestro ingreso en las
moradas establecidas de la eternidad; vuestra liberación de las incertidumbres
del tiempo es plena y completa; ahora debéis enfrentaros con los problemas de
Havona y las inmensidades del Paraíso, para encontraros con aquello para lo
cual por tanto tiempo os habéis estado capacitando en las épocas experienciales
del tiempo en los mundos escuela del espacio.
(290.4) 26:4.14 La fe ha hecho ganar al peregrino
ascendente el propósito de perfección que ad-mite a los hijos del tiempo hasta
las compuertas de la eternidad. Ahora los ayudantes de los peregrinos deben comenzar
su trabajo para desarrollar esa perfección de comprensión y esa técnica de
entendimiento que son tan indispensables para la perfección paradisiaca de la
personalidad.
(290.5) 26:4.15 La habilidad para comprender es el
pasaporte mortal al Paraíso. El
deseo de creer es la llave de Havona. La aceptación de la filiación, la
cooperación con el Ajustador residente, es el precio de la supervivencia
evolutiva.
5. Los Ayudantes
de los Peregrinos
(291.1) 26:5.1 El primero de los siete grupos de
supernafines secundarios que se encuentra es el de los ayudantes de los
peregrinos, esos seres de entendimiento rápido y amplia compasión que le dan la
bienvenida a los muy viajados ascendentes del espacio a los mundos
estabilizados y la economía estable del universo central. Simultáneamente
comienzan estos altos ministros su trabajo para los peregrinos del Paraíso de
la eternidad, el primero de los cuales llegó al mundo piloto del circuito
interno de Havona coincidencialmente con la llegada de Grandfanda en el mundo piloto
del circuito exterior. En aquellos lejanos días los peregrinos del Paraíso y
los peregrinos del tiempo se encontraban primero en el mundo de recepción del
circuito número cuatro.
(291.2) 26:5.2 Estos ayudantes de peregrinos, que
actúan en el séptimo círculo de los mundos de Havona, llevan a cabo su tarea
para los mortales ascendentes en tres divisiones principales: primero, la
comprensión suprema de la Trinidad del Paraíso; segundo, la comprensión
espiritual de la asociación Padre-Hijo; y tercero, el reconocimiento
intelectual del Espíritu Infinito. Cada una de estas fases de instrucción se
divide en siete ramas de doce divisiones menores de setenta grupos subsidiarios
y cada uno de estos setenta grupos subsidiarios de instrucción se presenta en
mil clasificaciones. Se proporciona una instrucción más detallada en los
círculos subsiguientes, pero los ayudantes de los peregrinos enseñan un
bosquejo de cada requisito del Paraíso.
(291.3) 26:5.3 Ése es pues el curso primario o
elemental que enfrenta a los peregrinos de fe comprobada y que tanto han
viajado en el espacio. Pero mucho antes de llegar a Havona, esos hijos
ascendentes del tiempo han aprendido a disfrutar de la incertidumbre,
alimentarse de la desilusión, entusiasmarse frente a la derrota aparente,
vigorizarse en presencia de dificultades, exhibir valor indomable frente a la
inmensidad, y ejercer una fe inconquistable al enfrentarse con los desafíos de
lo inexplicable. Por mucho tiempo, el grito de batalla de estos peregrinos ha
sido: «Juntamente con Dios, nada —absolutamente nada— es imposible».
(291.4) 26:5.4 Existen requisitos definidos para
los peregrinos del tiempo en cada uno de los círculos de Havona; y aunque cada
peregrino continúa bajo el tutelaje de los supernafines adaptados, por su naturaleza,
a ayudar a ese tipo particular de criatura ascendente, el curso que se debe
aprender ha de ser relativamente uniforme para todos los ascendentes que
alcanzan el universo central. Este curso de logro es cuantitativo, cualitativo
y experiencial —intelectual, espiritual y supremo.
(291.5) 26:5.5 El tiempo tiene poca consecuencia
en los círculos de Havona. De una forma limitada, entra en las posibilidades de
avance, pero el logro es la prueba final y suprema. El momento mismo en que
vuestro asociado superáfico considera que sois competente para pasar hacia
adentro al próximo círculo, seréis llevado ante los doce ayudantes del séptimo
Espíritu de Circuito. Aquí se os requerirá que paséis las pruebas del círculo,
determinadas por el superuniverso de vuestro origen y por el sistema de vuestra
natividad. El logro de la divinidad de este círculo tiene lugar en el mundo
piloto y consiste en el reconocimiento y realización espiritual del Espíritu
Rector del superuniverso correspondiente al peregrino ascendente.
(291.6) 26:5.6 Cuando el trabajo del círculo
exterior de Havona se completa y se pasa el curso presentado, los ayudantes de
los peregrinos llevan a sus sujetos al mundo piloto del próximo círculo y los
entregan a los cuidados de los guías de la supremacía. Los ayudantes de los
peregrinos siempre permanecen por una temporada para asegurarse de que la
transferencia es tanto agradable como beneficiosa.
6. Los Guías de
la Supremacía
(292.1) 26:6.1 Los ascendentes del espacio son
designados «graduados espirituales» cuando se los traslada del séptimo al sexto
círculo y se los coloca bajo la supervisión inmediata de los guías de la
supremacía. Estos guías no deben ser confundidos con los Guías de los Graduados
—que pertenecen a las Personalidades más Elevadas del Espíritu Infinito—
quienes, con sus asociados servitales, ministran en todos los círculos de
Havona tanto para los peregrinos ascendentes como para los descendentes. Los
guías de la supremacía funcionan tan sólo en el sexto círculo del universo
central.
(292.2) 26:6.2 Es en este círculo que los
ascendentes logran una nueva comprensión de la Divinidad Suprema. A lo largo de
sus largas carreras en los universos evolucionarios, los peregrinos del tiempo
han estado experimentando una conciencia creciente de la realidad de un
supercontrol todopoderoso de las creaciones espacio-temporales. Aquí, en este
circuito de Havona, se aproximan al encuentro con la fuente en el universo
central de la unidad espaciotemporal —a la realidad espiritual de Dios el
Supremo.
(292.3) 26:6.3 Estoy un tanto perdido en cuanto a
explicar lo que ocurre en este círculo. No existe una presencia personalizada
de la Supremacía que sea perceptible para los seres ascendentes. En ciertos
aspectos, nuevas relaciones con el Séptimo Espíritu Rector compensan esta falta
de contacto con el Ser Supremo. Pero aparte de nuestra incapacidad para
entender la técnica, cada criatura ascendente parece sufrir un crecimiento
transformador, una nueva integración de conciencia, una nueva espiritualización
de propósito, una nueva sensibilización para la divinidad, que casi no se
pueden explicar satisfactoriamente sin presuponer la actividad no revelada del
Ser Supremo. Para aquellos entre nosotros que han observado estas transacciones
misteriosas, parecería que Dios el Supremo estuviese otorgándose afectuosamente
a sus hijos experienciales, hasta los límites mismos de la capacidad
experiencial de ellos, esos enaltecimientos de la comprensión intelectual, el
discernimiento espiritual, y el alcance de la personalidad que tanto
necesitarán, en todos sus esfuerzos para penetrar el nivel de divinidad de la
Trinidad de la Supremacía, para lograr las Deidades eternas y existenciales del
Paraíso.
(292.4) 26:6.4 Cuando los guías de la supremacía
consideran que sus discípulos están maduros para el avance, los llevan ante la
comisión de setenta, un grupo mezclado que actúan como examinadores en el mundo
piloto del circuito número seis. Después de satisfacer a esta comisión en
cuanto a su comprensión del Ser Supremo y de la Trinidad de la Supremacía,
certifican a los peregrinos para su traslado al quinto circuito.
7. Los Guías de
la Trinidad
(292.5) 26:7.1 Los guías de la Trinidad son los
ministros incansables del quinto círculo de la capacitación en Havona de los
peregrinos en avance del tiempo y del espacio. Los graduados espirituales se
designan aquí «candidatos para la aventura de la Deidad» puesto que es en este
círculo, bajo la dirección de los guías de la Trinidad, donde los peregrinos
reciben instrucción avanzada sobre la Trinidad divina, en preparación para el
intento de lograr el reconocimiento de la personalidad del Espíritu Infinito.
Aquí los peregrinos ascendentes descubren lo que significa el verdadero estudio
y el real esfuerzo mental al comenzar a discernir la naturaleza del esfuerzo
espiritual más oneroso y aún más arduo que se requerirá para satisfacer las
demandas del elevado objetivo establecido para su logro en los mundos de este
circuito.
(292.6) 26:7.2 Altamente fieles y eficientes son
los guías de la Trinidad; y cada peregrino recibe la atención total, y disfruta
de todo el afecto, de un supernafín secundario perteneciente a esta orden. Un
peregrino del tiempo no encontraría jamás a la primera persona alcanzable de la
Trinidad del Paraíso si no fuese por la ayuda y asistencia de estos guías y de
las huestes de otros seres espirituales que se ocupan de instruir a los seres
ascendentes respecto de la naturaleza y técnica de la aventura venidera de la
Deidad.
(293.1) 26:7.3 Después de completar el curso de
capacitación en este circuito, los guías de la Trinidad llevan a sus discípulos
a su mundo piloto y los presentan ante una de las muchas comisiones triunas que
funcionan como examinadores y certificadores de los candidatos para la aventura
de la Deidad. Estas comisiones consisten en un semejante de los finalistas, uno
de los directores de conducta de la orden de los supernafines primarios, y un
Mensajero Solitario del espacio o un Hijo Trinidizado del Paraíso.
(293.2) 26:7.4 Cuando el alma ascendente en
realidad sale hacia el Paraíso, va acompañada tan sólo por un trío de tránsito:
el asociado superáfico del círculo, el Guía de los Graduados y el asociado
servital de este último, siempre presente. Estas excursiones de los círculos de
Havona al Paraíso son viajes de prueba; los ascendentes todavía no son de
estado paradisiaco. No logran estado de residente en el Paraíso hasta no haber
pasado a través del reposo final del tiempo, posteriormente al logro del Padre
Universal y el salvoconducto final por los circuitos de Havona. No es sino
hasta después del reposo divino cuando participan de la «esencia de la
divinidad» y del «espíritu de la supremacía» comenzando así realmente a
funcionar en el círculo de la eternidad y en la presencia de la Trinidad.
(293.3) 26:7.5 Los compañeros del ascendente en el
trío de tránsito no están obligados a capacitarlo para que ubique la presencia
geográfica de la luminosidad espiritual de la Trinidad, sino más bien a ofrecer
toda asistencia a un peregrino en su difícil tarea de reconocer, discernir y
comprender el Espíritu Infinito suficientemente como para que esta comprensión
confirme un reconocimiento de su personalidad. Todo peregrino ascendente en el
Paraíso puede discernir la presencia geográfica o la ubicación de la Trinidad,
la gran mayoría puede ponerse en contacto con la realidad intelectual de las
Deidades, especialmente la Tercera Persona, pero no todos pueden reconocer o
siquiera parcialmente comprender la realidad de la presencia espiritual del
Padre y del Hijo. Aún más difícil es la comprensión espiritual aun mínima del
Padre Universal.
(293.4) 26:7.6 Pocas veces deja de consumarse la
búsqueda del Espíritu Infinito, y cuando sus sujetos han triunfado en esta fase
de la aventura de la Deidad, los guías de la Trinidad se preparan para
transferirlos al ministerio de los que hallan al Hijo, en el cuarto círculo de
Havona.
8. Los Que
Hallan al Hijo
(293.5) 26:8.1 El cuarto circuito de Havona se
denomina a veces el «circuito de los Hijos». Desde los mundos de este circuito,
los peregrinos ascendentes van al Paraíso para alcanzar un contacto comprensivo
con el Hijo Eterno, mientras que en los mundos de este circuito los peregrinos
descendentes logran una nueva comprensión de la naturaleza y misión de los
Hijos Creadores del tiempo y del espacio. Existen siete mundos en este
circuito, en los cuales los cuerpos de reserva de los Micaeles del Paraíso
mantienen escuelas especiales de ministerio mutuo tanto para los peregrinos
ascendentes como para los descendentes; y es en estos mundos de los Hijos
Micael donde los peregrinos del tiempo y los peregrinos de la eternidad llegan
a su primera comprensión verdaderamente mutua unos de los otros. En muchos
aspectos, las experiencias de este circuito son las más fascinantes de la
entera estadía en Havona.
(294.1) 26:8.2 Los que hallan al Hijo son los
ministros superáficos de los mortales ascendentes del cuarto circuito. Además de
la tarea general de preparar a sus candidatos para la comprensión de las
relaciones del Hijo Eterno con la Trinidad, estos halladores del Hijo deben
instruir a sus sujetos tan plenamente como para asegurar que estos triunfen:
primero, en la comprensión espiritual adecuada del Hijo; segundo, en el
reconocimiento satisfactorio de la personalidad del Hijo; y tercero, en la
diferenciación apropiada del Hijo respecto de la personalidad del Espíritu
Infinito.
(294.2) 26:8.3 Después de lograr el Espíritu
Infinito, no se llevan a cabo más exámenes. Las pruebas de los círculos
interiores son las actuaciones de los candidatos peregrinos cuando se
encuentran en el abrazo del manto de las Deidades. El avance está determinado
puramente por la espiritualidad del individuo, y nadie sino los dioses presumen
juzgar esta posesión. En caso de fracaso, no se dan nunca razones, ni tampoco
se critica ni se regaña a los candidatos mismos ni a sus varios tutores y
guías. En el Paraíso, la desilusión no se considera nunca una derrota; el
postergamiento nunca se mira como una desgracia; los fracasos aparentes del
tiempo no se confunden jamás con los atrasos significativos de la eternidad.
(294.3) 26:8.4 No muchos peregrinos experimentan
el atraso del fracaso aparente en la aventura de la Deidad. Casi todos alcanzan
al Espíritu Infinito, aunque ocasionalmente un peregrino del superuniverso
número uno no consigue triunfar la primera vez. Los peregrinos que alcanzan al
espíritu raramente fracasan en hallar al Hijo; de los que fracasan en la
primera aventura, casi todos provienen de los superuniversos tres y cinco. La
gran mayoría de aquellos que fracasan en la primera aventura para obtener al
Padre, después de hallar tanto al Espíritu como al Hijo, provienen del
superuniverso número seis, aunque algunos de los números dos y tres pasan por
la misma experiencia de fracaso. Todo esto parece indicar claramente que hay
razón buena y suficiente para estos fracasos aparentes; en realidad,
sencillamente son éstos atrasos ineludibles.
(294.4) 26:8.5 Los candidatos derrotados de la
aventura de la Deidad se confían en la jurisdicción de los jefes de asignación,
un grupo de supernafines primarios, y se los envía de vuelta al trabajo de los
reinos del espacio por un período de no menos de un milenio. Nunca regresan al
superuniverso de su natalidad, siempre a esa supercreación más propicia para su
nueva capacitación en preparación para la segunda aventura de la Deidad.
Después de este servicio, por su propia voluntad, regresan al círculo exterior
de Havona, inmediatamente se los acompaña al círculo de su carrera interrumpida
y vuelven inmediatamente a reanudar sus preparaciones para la aventura de la
Deidad. Los supernafines secundarios siempre pilotean triunfalmente a sus
sujetos en el segundo intento y los mismos ministros superáficos y otros guías
siempre asisten a estos candidatos durante esta segunda aventura.
9. Los Guías del
Padre
(294.5) 26:9.1 Cuando el alma peregrinante alcanza
el tercer círculo de Havona, ingresa a la protección de los guías del Padre, o
sea, los ministros superáficos más antiguos, más altamente peritos, y más
expertos. En los mundos de este circuito, los Guías del Padre mantienen
escuelas de sabiduría y facultades de técnica en las que todos los seres que
habitan el universo central sirven como maestros. No se deja de lado nada de lo
que pueda servir a la criatura del tiempo en esta aventura trascendental de
logro de la eternidad.
(294.6) 26:9.2 El logro del Padre Universal es el
pasaporte para la eternidad, a pesar de los circuitos que aún quedan por
atravesar. Es por lo tanto una ocasión pletórica, en el mundo piloto del
círculo número tres, cuando el trío de tránsito anuncia que la última aventura
del tiempo está por comenzar; que otra criatura del espacio intenta ingresar al
Paraíso a través de las compuertas de la eternidad.
(295.1) 26:9.3 La prueba del tiempo está casi
concluida; la carrera de la eternidad se ha corrido casi por entero. Los días
de incertidumbre están terminando; la tentación de la duda se desvanece; el
mandato de ser perfecto ha sido obedecido. Desde el fondo
mismo de la existencia inteligente, la criatura del tiempo y personalidad
material ha ascendido las esferas evolucionarias del espacio, probando así la
posibilidad del plan de ascensión, mientras demuestra por siempre la justicia y
rectitud del mandato del Padre Universal a sus criaturas humildes de los
mundos: «Sed perfectos, así como yo soy perfecto».
(295.2) 26:9.4 Paso a paso, vida a vida, mundo a
mundo, la carrera ascendente ha sido conquistada, la meta de la Deidad se ha
logrado. La supervivencia es completa en perfección, y la perfección es
pletórica en la supremacía de la divinidad. El tiempo se pierde en la
eternidad; el espacio se hunde en la identidad y armonía adoradora con el Padre
Universal. Las transmisiones de Havona envían al espacio informes de gloria, la
buena nueva de que en verdad las criaturas conscientes de naturaleza animal y
origen material se han tornado, a través de la ascensión evolucionaria, en
realidad y eternamente en los hijos perfeccionados de Dios.
10. Los Asesores
y los Consejeros
(295.3) 26:10.1 Los asesores y consejeros
superáficos del segundo círculo son instructores de los hijos del tiempo sobre
la carrera de la eternidad. El logro del Paraíso comprende responsabilidades de
un orden nuevo y más elevado, y la estadía en el segundo círculo proporciona
amplia oportunidad para recibir el consejo útil de estos supernafines
dedicados.
(295.4) 26:10.2 Aquellos que no triunfan en el
primer esfuerzo del logro de la Deidad, avanzan del círculo que presenciara su
fracaso directamente al segundo círculo antes de ser enviados nuevamente al
servicio del superuniverso. De este modo, los asesores y consejeros también
sirven como consejeros y consoladores de estos peregrinos desalentados. Acaban
ellos de enfrentarse con su desilusión más grande, que no difiere de manera
alguna de la larga lista de tales experiencias por las que han trepado, como en
una escala, del caos a la gloria: excepto en su magnitud. Estos seres son
aquellos que han bebido de la copa experiencial hasta el fondo; y yo he
observado que ellos retornan transitoriamente a los servicios de los
superuniversos como el tipo más elevado de ministradores amantes para los hijos
del tiempo y las desilusiones temporales.
(295.5) 26:10.3 Después de una larga estadía en el
circuito número dos, los sujetos de la desilusión son examinados por un
concilio de perfección en el mundo piloto de este círculo y se les certifica
como habiendo pasado la prueba de Havona; y esto, en cuanto a lo que respecta
al estado no espiritual, les otorga la misma posición en los universos del
tiempo que tendrían si hubiesen tenido éxito en la aventura de la Deidad. El
espíritu de estos candidatos era totalmente aceptable; su fracaso era inherente
a alguna fase de la técnica de acercamiento o alguna porción de sus
antecedentes experienciales.
(295.6) 26:10.4 Luego, los asesores del círculo los
llevan ante los jefes de asignación en el Paraíso y son enviados de vuelta al
servicio del tiempo en los mundos del espacio; y salen con regocijo y alegría a
las tareas de días y edades anteriores. En otro momento volverán al círculo de
su mayor desilusión e intentarán nuevamente la aventura de la Deidad.
(296.1) 26:10.5 Para los peregrinos triunfantes, se
ha acabado en el segundo circuito el estímulo de la incertidumbre
evolucionaria, pero la aventura de la asignación eterna aún no ha comenzado; y
aunque la estadía en este círculo sea totalmente placentera y altamente
beneficiosa, carece de algo del entusiasmo motivado por la anticipación de los
círculos anteriores. Muchos son los peregrinos que, en estos momentos, echan
una mirada hacia atrás, hacia la larga, muy larga lucha pasada, con envidia
regocijada, deseando realmente poder de alguna manera regresar a los mundos del
tiempo y comenzar el viaje otra vez, así como vosotros los mortales, al
acercaros a la edad avanzada, a veces echáis una mirada hacia atrás, hacia las
luchas de la juventud y de los primeros años de la vida y verdaderamente
deseáis vivir otra vez vuestra vida.
(296.2) 26:10.6 Pero la travesía del círculo más
interior está frente a ellos, y poco más adelante terminará el último reposo de
tránsito, y comenzará la nueva aventura de la carrera eterna. Los asesores y
consejeros del segundo círculo comienzan la preparación de sus sujetos para
este reposo grande y final, el sueño inevitable que siempre sobreviene entre
las etapas de época de la carrera ascendente.
(296.3) 26:10.7 Cuando los peregrinos ascendentes
que han logrado al Padre Universal completan la experiencia del segundo
círculo, sus Guías de los Graduados siempre a su lado promulgan la orden que
los admite al círculo final. Estos guías conducen personalmente a sus sujetos
hasta el círculo interior y los confían allí a la custodia de los complementos
del reposo, la última de aquellas órdenes de supernafines secundarios asignada
al ministerio de los peregrinos del tiempo en los circuitos de los mundos de
Havona.
11. Los
Complementos del Reposo
(296.4) 26:11.1 Buena parte del tiempo de los seres
ascendentes en el último circuito se dedica a la continuación del estudio de
los problemas inminentes en la residencia en el Paraíso. Una vasta y diversa
hueste de seres, cuya mayoría no son revelados, son residentes permanentes y
transitorios en este anillo interior de los mundos de Havona. La interrelación
de estos múltiples tipos provee a los complementos superáficos del reposo con
un medio ambiente rico en situaciones que utilizan eficazmente para avanzar la
instrucción de los peregrinos ascendentes, especialmente en cuanto se refiere a
los problemas de ajuste de los muchos grupos de seres que pronto serán
encontrados en el Paraíso.
(296.5) 26:11.2 Entre aquellos que moran en este
círculo interior están los hijos trinidizados por las criaturas. Los supernafines
primarios y secundarios son los custodios generales de los cuerpos conjuntos de
estos hijos, incluyendo a los vástagos trinidizados por los finalistas mortales
y a progenies similares de los Ciudadanos del Paraíso. Algunos de estos hijos
son abrazados por la Trinidad y comisionados en los supergobiernos, otros
tienen asignaciones varias, pero la gran mayoría están siendo reunidos en el
cuerpo conjunto en los mundos de la perfección en el círculo interior de
Havona. Aquí se les prepara para una tarea futura, bajo la supervisión de los
supernafines, por un cuerpo especial e innominado de elevados Ciudadanos del
Paraíso que fueron, antes de los tiempos de Grandfanda, los primeros asistentes
ejecutivos de los Eternos de los Días. Existen muchas razones para conjeturar
que estos dos grupos singulares de seres trinidizados trabajarán juntos en un
futuro remoto; y una de estas razones es su destino común en las reservas del
Cuerpo Paradisiaco de los Finalistas Trinidizados.
(296.6) 26:11.3 En este circuito interior, los
peregrinos ascendentes y descendentes fraternizan entre sí y con los hijos
trinidizados por las criaturas. Como sus padres, estos hijos derivan grandes
beneficios de la interasociación, y es la misión especial de los supernafines
facilitar y asegurar la cofraternidad de los hijos trinidizados de los fina
listas mortales y de los hijos trinidizados de los Ciudadanos del Paraíso. Los
complementos del reposo superáficos no se ocupan tanto de la capacitación sino
de la promoción de una asociación comprensiva entre los diversos grupos.
(297.1) 26:11.4 Los mortales recibieron el mando
paradisiaco: «Sed perfectos, así como vuestro Padre en el Paraíso es perfecto».
A estos hijos trinidizados del cuerpo conjunto los supernafines supervisores no
cesan de proclamar: «Sed comprensivos de vuestros hermanos ascendentes, así
como los Hijos Creadores Paradisiacos los conocen y los aman».
(297.2) 26:11.5 La criatura mortal debe encontrar a
Dios. El Hijo Creador no se detiene hasta hallar al hombre —la criatura volitiva
más baja. Sin duda, los Hijos Creadores y sus hijos mortales se están
preparando para un servicio futuro desconocido en el universo. Ambos atraviesan
la gama del universo experiencial y de este modo son instruidos y capacitados
para su misión eterna. A lo largo de los universos ocurre esta combinación
singular de lo humano y lo divino, la interrelación de criatura y Creador. Los
mortales irreflexivos se han referido a la manifestación de la misericordia y
ternura divinas, especialmente hacia los débiles y en nombre de los
necesitados, como indicación de un Dios antropomorfo. ¡Qué error! Más bien,
deben tomar tales manifestaciones de misericordia y paciencia hacia los seres
humanos como prueba de que reside en el hombre mortal el espíritu del Dios viviente;
que la criatura está, después de todo, motivada por la divinidad.
(297.3) 26:11.6 Hacia el fin de la estadía en el
primer círculo, los peregrinos ascendentes se encuentran primero con los
instigadores del reposo de la orden primaria de los supernafines. Éstos son los
ángeles del Paraíso que salen para recibir a aquellos que están en el umbral de
la eternidad y completar su preparación para el sueño de transición de la
última resurrección. No eres realmente un hijo del Paraíso hasta que no hayas
atravesado el círculo interior y hayas experimentado la resurrección de la
eternidad del sueño terminal del tiempo. Los peregrinos perfeccionados
comienzan su reposo, se duermen, en el primer círculo de Havona, pero
despiertan en las orillas del Paraíso. De todos aquellos que ascienden a la
Isla eterna, sólo los que llegan de este modo son hijos de la eternidad; los
demás van como visitantes, como huéspedes sin estado de residentes.
(297.4) 26:11.7 Ahora, pues, en la culminación de
la carrera de Havona, al dormiros vosotros los mortales en el mundo piloto del
círculo interior, no estáis solos en vuestro reposo como lo estuvisteis en los
mundos de vuestro origen cuando cerrabais los ojos en el sueño natural del
fallecimiento mortal, ni como lo hicisteis cuando ingresasteis en el largo
trance de tránsito preparatorio para el viaje a Havona. Ahora, al prepararte
para el reposo de logro, se pone a tu lado tu asociado de mucho tiempo del
primer círculo, el majestuoso complemento de reposo, quien se prepara para
ingresar en el reposo como uno solo contigo, como la promesa de Havona de que
tu transición será completa y de que tú aguardas tan sólo los toques finales de
la perfección.
(297.5) 26:11.8 Tu primera transición fue,
efectivamente, muerte; la segunda, un sueño ideal, y ahora la tercera
metamorfosis es verdadero reposo, el descanso de las edades.
(297.6) 26:11.9 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría de Uversa.]
Documento 27
El Ministerio de
los Supernafines Primarios
(298.1) 27:0.1 LOS supernafines primarios son los servidores excelsos de las Deidades en la Isla eterna del Paraíso. No se ha oído jamás que se desvíen de los caminos de la luz y de la rectitud. Sus listas están completas; desde la eternidad no se ha perdido ni uno de estos magníficos ángeles. Estos elevados supernafines son seres perfectos, supremos en su perfección, pero no son absonitos, ni tampoco son ellos absolutos. Siendo de la esencia de la perfección, estos hijos del Espíritu Infinito trabajan en forma intercambiable y a voluntad en todas las fases de sus múltiples deberes. No funcionan extensamente fuera del Paraíso, aunque si participan en las varias reuniones de milenios y reuniones de grupo del universo central. También salen como mensajeros especiales de las Deidades, y en grandes números ascienden para volverse Asesores Técnicos.
(298.2) 27:0.2 Los supernafines primarios también
se ponen al mando de las huestes seráficas que ministran en los mundos aislados
debido a rebeliones. Cuando un hijo del Paraíso se otorga en dicho mundo,
completa su misión, asciende al Padre Universal, es aceptado y regresa como
redentor acreditado de este mundo aislado, los jefes de asignación siempre
designan un supernafín primario para asumir el mando de los espíritus
ministrantes que trabajan en la esfera recientemente reclamada. Los
supernafines en este servicio especial rotan periódicamente. En Urantia el
presente «Jefe de Serafines» es el segundo de esta orden en ser asignado desde
los tiempos del autootorgamiento de Cristo Micael.
(298.3) 27:0.3 Desde la eternidad los supernafines
primarios han servido en la Isla de la Luz y han salido en misiones de
liderazgo hacia los mundos del espacio, pero según la clasificación actual
funcionan sólo desde la llegada al Paraíso de los peregrinos del tiempo procedentes
de Havona. Presentemente estos altos ángeles ministran principalmente en las
siguientes siete órdenes de servicio:
(298.4) 27:0.4 1. Conductores de Adoración.
(298.5) 27:0.5 2. Maestros de Filosofía.
(298.6) 27:0.6 3. Custodios del Conocimiento.
(298.7) 27:0.7 4. Directores de Conducta.
(298.8) 27:0.8 5. Intérpretes de la Etica.
(298.9) 27:0.9 6. Jefes de Asignación.
(298.10) 27:0.10 7. Instigadores del Reposo.
(298.5) 27:0.5 2. Maestros de Filosofía.
(298.6) 27:0.6 3. Custodios del Conocimiento.
(298.7) 27:0.7 4. Directores de Conducta.
(298.8) 27:0.8 5. Intérpretes de la Etica.
(298.9) 27:0.9 6. Jefes de Asignación.
(298.10) 27:0.10 7. Instigadores del Reposo.
(298.11) 27:0.11 Los peregrinos ascendentes no
ingresan en la influencia directa de estos supernafines hasta alcanzar
residencia en el Paraíso, y luego pasan por una experiencia de capacitación
bajo la dirección de estos ángeles, en orden inverso al de su enumeración. O
sea, que entras en tu carrera en el Paraíso bajo la protección de los instigadores
del reposo y, después de sucesivas temporadas con las órdenes intermedias,
terminas este período de capacitación con los conductores de la adoración.
Entonces estás listo para comenzar la carrera interminable de un finalista.
1. Los
Instigadores del Reposo
(299.1) 27:1.1 Los instigadores del reposo son los
inspectores del Paraíso que salen de la Isla central hacia el circuito interior
de Havona, para colaborar allí con sus colegas, los complementos del reposo de
la orden secundaria de los supernafines. El elemento esencial para disfrutar en
el Paraíso es el reposo, el reposo divino; y estos instigadores del reposo son
los instructores finales que preparan a los peregrinos del tiempo para su
ingreso en la eternidad. Comienzan su tarea en el círculo final de logro del
universo central y la continúan cuando el peregrino se despierta del último
sueño de transición, el reposo que gradúa a una criatura del espacio al reino
de lo eterno.
(299.2) 27:1.2 El reposo es de naturaleza
séptuple: existe el reposo del sueño y de la recreación en las órdenes de vida
más bajas, el descubrimiento en los seres elevados y la adoración en los tipos
más elevados de personalidad espiritual. También existe el reposo normal de
recuperación de la energía, para que los seres vuelvan a cargarse de energía
física o espiritual. Luego existe el sueño de tránsito, el reposo inconsciente
cuando un ser está enserafinado, cuando está de paso de una esfera a la otra.
Enteramente distinto de todos éstos es el sueño profundo de la metamorfosis, el
reposo de transición de una etapa de ser a otra, de una vida a otra, de un
estado de existencia a otro, el sueño que por siempre acompaña la transición de
un estado universal real en contraste con la
evolución a través de varias etapas de un solo estado.
(299.3) 27:1.3 Pero el último sueño de
metamorfosis es más que aquellos reposos previos de transición que han marcado
los logros sucesivos de estado de la carrera ascendente; por ello las criaturas
del tiempo y del espacio atraviesan los límites más interiores de lo temporal y
lo espacial para lograr estado residencial en las moradas sin tiempo ni espacio
del Paraíso. Los instigadores y los complementos del reposo son tan esenciales
para esta metamorfosis trascendente como lo son los serafines y seres asociados
para la sobrevivencia de la muerte de la criatura mortal.
(299.4) 27:1.4 Ingresas en el reposo del circuito
final de Havona y resurges eternamente en el Paraíso. Y cuando te
repersonalizas espiritualmente allí, inmediatamente reconocerás al instigador
del reposo quien te da la bienvenida a las orillas eternas como el mismo
supernafín primario que produjo el sueño final en el circuito más interior de
Havona; y recordarás el último largo tramo de fe mientras se te prepara
nuevamente para encomendar tu identidad en las manos del Padre Universal.
(299.5) 27:1.5 El último reposo del tiempo ha sido
disfrutado; el último sueño de transición ha sido experimentado; ahora os
despertáis a la vida imperecedera en las orillas de la morada eterna. «Y ya no
habrá más sueño. La presencia de Dios y de su Hijo están ante vosotros y
vosotros sois eternamente sus servidores; habéis visto su rostro y su nombre es
vuestro espíritu. No habrá noche allí; y no necesitan de la luz del sol, porque
la Gran Fuente y Centro les da luz; vivirán por siempre y para siempre. Y
enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá
más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».
2. Los Jefes de
Asignación
(300.1) 27:2.1 Éste es el grupo designado de vez
en cuando por el supernafín en jefe, «el ángel modelo original», para presidir
la organización de las tres órdenes de estos ángeles: primaria, secundaria y
terciaria. Los supernafines, como cuerpo, son totalmente autogobernantes y
autoregulados excepto para las funciones de su jefe mutuo, el primer ángel del
Paraíso, quien preside por siempre sobre todas estas personalidades
espirituales.
(300.2) 27:2.2 Los ángeles de asignación tienen
mucho que ver con los residentes mortales glorificados del Paraíso antes de que
éstos sean admitidos al Cuerpo de la Finalidad. El estudio y la instrucción no
son las ocupaciones exclusivas de aquellos que llegan al Paraíso; el servicio
también juega un papel esencial en las experiencias de instrucción prefinalistas
en el Paraíso. He observado que, cuando los mortales ascendentes tienen
períodos de recreo, experimentan una predilección por fraternizar con los
cuerpos de reserva de los jefes de asignación superáficos.
(300.3) 27:2.3 Cuando vosotros los mortales ascendentes
lográis el Paraíso, vuestras relaciones sociales comprenden mucho más que el
contacto con una hueste de seres divinos excelsos y con una multitud familiar
de mortales glorificados vuestros semejantes. También debéis fraternizar con
más de tres mil órdenes diferentes de Ciudadanos del Paraíso, con los distintos
grupos de los Trascendentales, y con numerosos otros tipos de habitantes del
Paraíso, tanto permanentes como transitorios, los que no han sido revelados en
Urantia. Después de un contacto continuado con estos intelectos poderosos del
Paraíso, es muy refrescante visitar a los tipos de mente angelical; recuerdan a
los mortales el tiempo de los serafines, con los cuales tuvieron tan prolongado
contacto y tan refrescante asociación.
3. Los Intérpretes
de la Ética
(300.4) 27:3.1 Cuanto más alto ascendáis en la
escala de la vida, más atención debe prestarse a la ética universal. La
conciencia ética es simplemente el reconocimiento, por parte de un individuo,
de los derechos inherentes en la existencia de cualquiera y de todos los demás
individuos. Pero la ética espiritual trasciende en mucho al concepto mortal,
aun al concepto morontial de las relaciones personales y de grupo.
(300.5) 27:3.2 La ética ha sido debidamente
enseñada y adecuadamente aprendida por los peregrinos del tiempo durante su
largo ascenso a las glorias del Paraíso. A medida que esta carrera de ascensión
interior se ha desarrollado desde los mundos nativos del espacio, los
ascendentes han continuado agregando un grupo tras otro a su círculo en
constante ampliación de asociados universales. Cada nuevo grupo de colegas
encontrados agrega otro nivel de ética que debe reconocer y cumplir hasta que,
en el momento en que los mortales de ascensión alcanzan el Paraíso, realmente
necesitan a alguien que les proporcione consejo útil y amistoso relativo a las
interpretaciones éticas. No necesitan que se les enseñe la ética, pero sí
necesitan que lo que han aprendido tan laboriosamente sea apropiadamente interpretado para ellos al enfrentarse con la tarea
extraordinaria de contactar a tanto que es nuevo.
(300.6) 27:3.3 Los intérpretes de la ética son de
ayuda inestimable para los recién llegados al Paraíso pues los ayudan a
ajustarse a los numerosos grupos de seres majestuosos durante ese período
pletórico que va desde el logro de estado de residente hasta la inducción
formal en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. Ya los peregrinos
ascendentes han conocido a muchos de los numerosos tipos de Ciudadanos del
Paraíso en los siete circuitos de Havona. Los mortales glorificados también han
disfrutado de un contacto íntimo con los hijos trinidizados por las criaturas
del cuerpo conjunto en el círculo más interior de Havona, allí donde estos
seres están recibiendo gran parte de su instrucción. En otros circuitos, los
peregrinos ascendentes han conocido a numerosos residentes, no revelados, del
sistema Paraíso-Havona que se encuentran allí en grupos de capacitación para
prepararse para asignaciones futuras no reveladas.
(301.1) 27:3.4 Todas estas camaraderías
celestiales son invariablemente mutuas. Vosotros, como mortales ascendentes, no
sólo deriváis beneficios de estos sucesivos compañeros universales y de tan
numerosas órdenes de asociados cada vez más divinos, sino que vosotros también
impartís a cada uno de estos seres fraternales algo de vuestra propia
personalidad y experiencia, que por siempre hará a uno de ellos diferente y
mejor por haber estado asociado con un mortal ascendente proveniente de los
mundos evolucionarios del tiempo y del espacio.
4. Los
Directores de Conducta
(301.2) 27:4.1 Habiendo ya sido plenamente
instruidos en la ética de las relaciones paradisiacas —ni las formalidades sin
significado ni los dictados de castas artificiales sino más bien las
propiedades inherentes— los mortales ascendentes encuentran útil recibir el
asesoramiento de los directores superáficos de conducta, quienes instruyen a
los nuevos miembros de la sociedad del Paraíso en los usos de la conducta
perfecta de los seres elevados que residen en la Isla central de Luz y Vida.
(301.3) 27:4.2 La armonía es la clave del universo
central, y un orden detectable prevalece en el Paraíso. La conducta apropiada
es esencial para el progreso mediante el conocimiento, a través de la
filosofía, a las alturas espirituales de la adoración espontánea. Existe una
técnica divina de acercamiento a la Divinidad; y la adquisición de esta técnica
debe esperar hasta que los peregrinos lleguen al Paraíso. El espíritu de esta
técnica ha sido impartido en los círculos de Havona, pero no se pueden aplicar
los toques finales de la capacitación de los peregrinos del tiempo hasta
después de que logren realmente la Isla de Luz.
(301.4) 27:4.3 Toda conducta paradisiaca es
totalmente espontánea, en todo sentido natural y libre. Pero sigue habiendo una
forma apropiada y perfecta de hacer las cosas en la Isla eterna, y los
directores de conducta están siempre junto a los «extraños dentro de las
puertas» para instruirles y guiar sus pasos hasta ponerles perfectamente
acordes y al mismo tiempo capacitar a los peregrinos para que eviten la
confusión e incertidumbre que de otra manera sería inevitable. Sólo mediante
este arreglo es posible evitar una confusión sin fin; y la confusión no aparece
nunca en el Paraíso.
(301.5) 27:4.4 Estos directores de conducta
realmente sirven como maestros y guías glorificados. Se ocupan principalmente
de instruir a los nuevos residentes mortales acerca de una gama casi infinita
de nuevas situaciones y hábitos poco familiares. A pesar de la larga
preparación y del largo viaje hasta el Paraíso, éste es todavía
inexpresablemente extraño e inesperadamente nuevo para aquellos que finalmente
logran el estado de residente.
5. Los Custodios
del Conocimiento
(301.6) 27:5.1 Los custodios superáficos del
conocimiento son las «epístolas vivientes» más elevadas, conocidas y leídas por
todos los que moran en el Paraíso. Son los registros divinos de la verdad, los
libros vivientes del verdadero conocimiento. Habéis escuchado acerca de los
registros en el «libro de la vida». Los custodios del conocimiento son dichos
libros vivientes, registros de perfección impresos en las tablas eternas de la
vida divina y de la seguridad suprema. Son en realidad bibliotecas vivientes y
automáticas. Los hechos de los universos son inherentes en estos supernafines
primarios, están efectivamente registrados en estos ángeles; y es también
inherentemente imposible que algo que no sea verdad ocupe lugar en la mente de
estos repositorios perfectos y pletóricos de la verdad de la eternidad y de la
información del tiempo.
(302.1) 27:5.2 Estos custodios conducen cursos
informales de instrucción para los residentes de la Isla Eterna, pero su
función principal es la de referencia y verificación. Todo habitante del
Paraíso puede a voluntad tener junto a su lado el repositorio viviente del
hecho o verdad particular que desee conocer. En la extremidad norte de la Isla
están disponibles los halladores vivientes del conocimiento, que designarán al
director del grupo que contiene la información buscada, e inmediatamente aparecerán
los seres brillantes que son la cosa misma que vosotros deseáis conocer. Ya no
necesitáis bus-car esclarecimiento en un sinnúmero de páginas; ahora comunicáis
con la inteligencia viviente cara a cara. Así obtenéis el conocimiento supremo
de los seres vivientes queson sus custodios finales.
(302.2) 27:5.3 Cuando ubiquéis al supernafín que
es exactamente lo que vosotros deseáis verificar, encontraréis a vuestra
disposición todos los hechos conocidos de todos los
universos, porque estos custodios del conocimiento son el total final y
viviente de la vasta red de los ángeles registradores, que va desde los
serafines y seconafines de los universos locales y los superuniversos hasta los
registradores jefes de los supernafines terciarios en Havona. Y esta acumulación
viviente de conocimiento es distinta de los registros formales del Paraíso, el
resumen cumulativo de la historia universal.
(302.3) 27:5.4 La sabiduría de la verdad tiene
origen en la divinidad del universo central, pero el conocimiento, el conocimiento
experiencial, tiene sus comienzos en gran parte en los dominios del tiempo y
del espacio —de allí la necesidad del mantenimiento de vastas organizaciones
superuniversales de serafines y supernafines registradores, patrocinadas por
los Registradores Celestiales.
(302.4) 27:5.5 Estos supernafines primarios que
están inherentemente en posesión del conocimiento universal también son
responsables de su organización y clasificación. Al constituirse a sí mismos
como biblioteca viviente de referencia del universo de los universos, ellos han
clasificado el conocimiento en siete grandes órdenes, cada una con
aproximadamente un millón de subdivisiones. La facilidad con que los residentes
del Paraíso pueden consultar este vasto almacén de conocimiento se debe exclusivamente
a los esfuerzos voluntarios y sabios de los custodios del conocimiento. Los
custodios también son maestros excelsos del universo central, que dan
libremente de sus tesoros vivientes a todos los seres en cualquiera de los
circuitos de Havona, y son utilizados amplia aunque indirectamente por las
cortes de los Ancianos de los Días. Pero esta biblioteca viviente, que está
disponible en el universo central y los superuniversos, no es accesible a las
creaciones locales. Sólo indirectamente y reflexivamente obtienen los universos
locales los beneficios del conocimiento del Paraíso.
6. Los Maestros
de Filosofía
(302.5) 27:6.1 Juntamente con la suprema
satisfacción de la adoración, existe el regocijo de la filosofía. No llegaréis
nunca tan alto ni avanzaréis tan lejos como para que no queden miles de
misterios que requieran el empleo de la filosofía para intentar su solución.
(302.6) 27:6.2 Los maestros filósofos del Paraíso
se deleitan en conducir a la mente de sus habitantes, tanto nativos como ascendentes,
en la regocijante búsqueda de intentar solucionar los problemas del universo.
Estos maestros superáficos de filosofía son los «hombres sabios del cielo», los
seres de sabiduría que hacen uso de la verdad del conocimiento y de los hechos
de la experiencia en su esfuerzo por dominar lo desconocido. Con ellos el
conocimiento llega a la verdad y la experiencia asciende a la sabiduría. En el
Paraíso las personalidades ascendentes del espacio experimentan lo más alto del
ser: tienen conocimiento; conocen la verdad; pueden filosofar —pensar en la
verdad; aún pueden intentar abrazar los conceptos del Último e intentar
comprender las técnicas de los Absolutos.
(303.1) 27:6.3 En la extremidad sur del vasto
dominio del Paraíso los maestros de filosofía conducen elaborados cursos en las
setenta divisiones funcionales de sabiduría. Aquí discurren sobre los planes y
propósitos de la Infinidad e intentan coordinar las experiencias y componer el
conocimiento, de todos los que tienen acceso a su sabiduría. Han desarrollado
una actitud altamente especializada hacia distintos problemas del universo,
pero sus conclusiones finales están siempre en acuerdo uniforme.
(303.2) 27:6.4 Estos filósofos del Paraíso enseñan
por todo método posible de instrucción, incluyendo la técnica gráfica más
elevada de Havona y ciertos métodos del Paraíso de comunicar información. Todas
estas técnicas más elevadas de impartir el conocimiento y transmitir las ideas
están completamente más allá de la capacidad de comprensión aun de la mente
humana más altamente desarrollada. Una hora de instrucción en el Paraíso sería
equivalente a diez mil años de los métodos urantianos de palabra-memoria.
Vosotros no podéis entender estas técnicas de comunicación y sencillamente no
hay nada en la experiencia mortal con la cual se las pueda comparar, o nada a
que se asemejen.
(303.3) 27:6.5 Los maestros de filosofía tienen
placer supremo en impartir su interpretación del universo de los universos a
aquellos seres que han ascendido de los mundos del espacio. Y aunque la
filosofía no puede ser nunca tan firme en sus conclusiones como los hechos del
conocimiento y las verdades de la experiencia, sin embargo, cuando hayáis
escuchado a estos supernafines primarios discurrir sobre los problemas no
solucionados de la eternidad y las actuaciones de los Absolutos,
experimentaréis certera y duradera satisfacción en relación con estas preguntas
no dominadas.
(303.4) 27:6.6 No se emiten estas búsquedas
intelectuales del Paraíso; la filosofía de la perfección está disponible tan
sólo para aquellos que están presentes personalmente. Las creaciones que rodean
al Paraíso conocen de estas técnicas tan sólo por los que han pasado a través
de esta experiencia, y que posteriormente han llevado esta sabiduría a los
universos del espacio.
7. Los
Conductores de la Adoración
(303.5) 27:7.1 La adoración es el privilegio más
elevado y el primer deber de todas las inteligencias creadas. La adoración es
el acto consciente y regocijado de reconocer y aceptar la verdad y el hecho de
las relaciones íntimas y personales de los Creadores con sus criaturas. La
calidad de la adoración está determinada por la profundidad de la percepción de
la criatura; y a medida que progresa su conocimiento del carácter infinito de
los Dioses, la acción de la adoración se vuelve cada vez más amplia, hasta
finalmente llegar a la gloria del regocijo experiencial más elevado y del
placer más exquisito conocido para los seres creados.
(303.6) 27:7.2 Aunque en la Isla del Paraíso
existen ciertos lugares de adoración, ésta es más bien un vasto santuario de
servicio divino. La adoración es la primera y dominante pasión de todos los que
alcanzan sus orillas benditas —la ebullición espontánea de los seres que han
aprendido lo suficiente de Dios como para lograr su presencia. De círculo en
círculo durante el viaje hacia dentro a través de Havona, la adoración es una
pasión creciente hasta que en el Paraíso se hace necesario dirigirla y de otra
manera controlar su expresión.
(304.1) 27:7.3 Las explosiones periódicas, espontáneas,
de grupo y de otra índole de adoración suprema y alabanza espiritual
disfrutadas en el Paraíso se conducen bajo el liderazgo de un cuerpo especial
de supernafines primarios. Bajo la dirección de estos conductores de adoración,
este homenaje alcanza el objetivo de la criatura de placer supremo y llega a
las alturas de la perfección de la autoexpresión sublime y del regocijo
personal. Todos los supernafines primarios anhelan ser conductores de la
adoración; y todos los seres ascendentes querrían disfrutar por siempre de
mantenerse en la actitud de adoración si los jefes de asignación no dispersaran
periódicamente estas asambleas. Pero no se requiere que ningún ser ascendente
ingrese en las asignaciones de servicio eterno hasta tanto no haya logrado
plena satisfacción en la adoración.
(304.2) 27:7.4 Es tarea de los conductores de la
adoración enseñar a las criaturas ascendentes cómo adorar para que éstos puedan
ganar esta satisfacción de autoexpresión y al mismo tiempo ser capaces de
prestar atención a las actividades esenciales del régimen del Paraíso. Sin el
mejoramiento de la técnica de adoración, le llevaría cientos de años al mortal
promedio que llega al Paraíso alcanzar expresión plena y satisfactoria de sus
emociones de apreciación inteligente y gratitud ascendente. Los conductores de
adoración abren nuevas avenidas, hasta ese momento desconocidas, de expresión
para que estos maravillosos hijos del seno del espacio y de las tribulaciones
del tiempo puedan ganar las plenas satisfacciones de la adoración en mucho
menos tiempo.
(304.3) 27:7.5 Todas las artes de todos los seres
del entero universo que son capaces de intensificar y exaltar la habilidad de
la autoexpresión y la comunicación de la apreciación, se emplean al máximo en
la adoración de las Deidades del Paraíso. La adoración es el regocijo
más elevado de la existencia en el Paraíso; es el recreo refrescante del Paraíso.
Lo que la recreación hace para vuestra mente agobiada en la tierra, la
adoración hará para vuestras almas perfeccionadas en el Paraíso. El modo de
adoración en el Paraíso está completamente más allá de la comprensión mortal,
pero su espíritu vosotros podéis comenzar a apreciarlo aun aquí abajo en
Urantia, porque los espíritus de los Dioses aun ahora residen en vosotros, os envuelven
y os inspiran a la adoración verdadera.
(304.4) 27:7.6 Hay lugares y horarios
preestablecidos de adoración en el Paraíso, pero éstos no alcanzan para
satisfacer el caudal en constante aumento de las emociones espirituales de la
creciente comprensión y del reconocimiento en ampliación de la divinidad en los
seres brillantes de ascensión experiencial a la Isla eterna. Desde los tiempos
de Grandfanda, los supernafines no han sido capaces de acomodar plenamente el
espíritu de adoración en el Paraíso. Siempre existe un exceso de deseo de
adorar respecto a la preparación para la adoración. Y esto se debe a que las
personalidades de perfección inherente no pueden apreciar jamás plenamente las
extraordinarias reacciones de las emociones espirituales de los seres que se
han abierto camino lenta y laboriosamente hacia arriba, hasta la gloria del
Paraíso, desde las profundidades de la oscuridad espiritual de los mundos
inferiores del espacio y tiempo. Cuando estos ángeles y mortales del tiempo
logran la presencia de los Poderes del Paraíso, se desencadena la expresión de
las emociones acumuladas de las edades, un espectáculo sorprendente para los
ángeles del Paraíso y productor de supremo regocijo de satisfacción divina en
las Deidades del Paraíso.
(304.5) 27:7.7 A veces el Paraíso entero está
envuelto en una marea dominadora de expresión espiritual y de adoración.
Frecuentemente los conductores de la adoración no pueden controlar estos
fenómenos hasta la aparición de la fluctuación triple de la luz de la morada de
la Deidad, que manifiesta que el corazón divino de los Dioses ha sido plena y
completamente satisfecho por la adoración sincera de los residentes del
Paraíso, los ciudadanos perfectos de la gloria y las criaturas ascendentes del
tiempo. ¡Qué triunfo de técnica! ¡Qué florecimiento del plan y propósito eterno
de los Dioses, que el amor inteligente del hijo criatura dé plena satisfacción
al amor infinito del Padre Creador!
(305.1) 27:7.8 Después de lograr la satisfacción
suprema de la plenitud de la adoración, vosotros estáis calificados para ser
admitidos en el Cuerpo de la Finalidad. La carrera ascendente está casi
completa, y el séptimo jubileo se prepara para la celebración. El primer
jubileo marcó el acuerdo mortal con el Ajustador del Pensamiento cuando se
selló el propósito de sobrevivir; el segundo fue el despertar en la vida
morontial; el tercero, la fusión con el Ajustador del Pensamiento; el cuarto
fue el despertar en Havona; el quinto celebró el hallazgo del Padre Universal;
y el sexto jubileo fue la ocasión del despertar en el Paraíso, después del
sueño final de tránsito en el tiempo. El séptimo jubileo marca el ingreso en el
cuerpo de los finalistas mortales y el comienzo del servicio en la eternidad.
El logro de la séptima etapa de realización espiritual por parte de un
finalista señala probablemente la celebración del primero de los jubileos de la
eternidad.
(305.2) 27:7.9 Así pues termina la historia de los
supernafines del Paraíso, la orden más elevada de todos los espíritus
ministrantes, esos seres que, como clase universal, os asisten por siempre
desde el mundo de vuestro origen hasta que finalmente los conductores de la
adoración os dan la despedida cuando tomáis el juramento eterno de la Trinidad
y sois incorporados en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad.
(305.3) 27:7.10 El servicio interminable de la
Trinidad del Paraíso está por comenzar; ahora el finalista se encuentra frente
a frente con el desafío de Dios el Último.
(305.4) 27:7.11 [Presentado por un Perfeccionador de la Sabiduría de Uversa.]
Documento 28
Los Espíritus
Ministrantes de los Superuniversos
(306.1) 28:0.1 ASÍ como los supernafines son las huestes angélicas del universo central y los serafines las de los universos locales, del mismo modo los seconafines son los espíritus ministrantes de los superuniversos. En grado de divinidad y en potencial de supremacía, sin embargo, estos hijos de los Espíritus Reflexivos son mucho más parecidos a los supernafines que a los serafines. No sirven solos en las supercreaciones, y las transacciones patrocinadas por sus asociados no revelados son tan numerosas como fascinantes.
(306.2) 28:0.2 Tal como se presentan en estas
narrativas, los espíritus ministrantes de los superuniversos comprenden las
siguientes tres órdenes.
(306.3) 28:0.3 1. Los Seconafines.
(306.4) 28:0.4 2. Los Terciafines.
(306.5) 28:0.5 3. Los Omniafines.
(306.4) 28:0.4 2. Los Terciafines.
(306.5) 28:0.5 3. Los Omniafines.
(306.6) 28:0.6 Puesto que las últimas dos órdenes
no se ocupan directamente del esquema de ascensión de la progresión mortal, se
los tratará brevemente antes de considerar más a fondo a los seconafines.
Técnicamente, ni los terciafines ni los omniafines son espíritus ministrantes de los superuniversos, aunque ambos
sirven como ministros espirituales en estos dominios.
1. Los
Terciafines
(306.7) 28:1.1 Estos altos ángeles están
registrados en las sedes de los superuniversos, y a pesar de su servicio en las
creaciones locales, técnicamente son residentes de estas capitales
superuniversales, en cuanto no son oriundos de los universos locales. Los
terciafines son hijos del Espíritu Infinito y se los personaliza en el Paraíso
en grupos de mil. Estos seres excelsos de originalidad divina y versatilidad
casi suprema son el don del Espíritu Infinito a los Hijos Creadores de Dios.
(306.8) 28:1.2 Cuando un Hijo Micael se separa del
régimen paterno en el Paraíso y se prepara para salir a la aventura universal
del espacio, el Espíritu Infinito entrega un grupo de mil de estos espíritus
acompañantes. Y estos terciafines majestuosos acompañan al Hijo Creador, cuando
éste se embarca en la aventura de la organización de un universo.
(306.9) 28:1.3 Durante los tiempos primitivos de
la construcción de un universo, estos mil terciafines constituyen el único
séquito personal del Hijo Creador. Adquieren una experiencia enorme como
asistentes del Hijo durante estas épocas emocionantes de ensamblaje de un
universo y otras manipulaciones astronómicas. Sirven al lado del Hijo Creador
hasta el día de la personalización de la Brillante Estrella Matutina, el
primogénito de un universo local. En ese momento, los terciafines presentan su
dimisión formal y ésta es aceptada. Y con la aparición de las órdenes iniciales
de vida angélica nativa, se retiran del servicio activo en el universo local y
se tornan ministros de enlace entre el Hijo Creador al cual habían sido
previamente asignados y los Ancianos de los Días del superuniverso
correspondiente.
2. Los
Omniafines
(307.1) 28:2.1 Los omniafines son creados por el
Espíritu Infinito en enlace con los Siete Ejecutivos Supremos, y son los
servidores y mensajeros exclusivos de estos mismos Ejecutivos Supremos. Se
asignan los omniafines al gran universo, y en Orvonton su cuerpo mantiene su
sede central en la zona norte de Uversa, donde residen como colonia especial de
cortesía. No están registrados en Uversa, ni asignados a nuestra
administración. Tampoco se ocupan directamente del esquema ascendente de la
progresión mortal.
(307.2) 28:2.2 Los omniafines están totalmente
ocupados de la vigilancia de los superuniversos en beneficios de la
coordinación administrativa, desde el punto de vista de los Siete Ejecutivos
Supremos. Nuestra colonia de omniafines en Uversa recibe instrucciones
solamente del Ejecutivo Supremo de Orvonton y rinde informes al mismo, ubicado
en la esfera ejecutiva conjunta número siete del anillo exterior de los
satélites del Paraíso.
3. Los
Seconafines
(307.3) 28:3.1 Los siete Espíritus Reflexivos
asignados a la sede central de cada superuniverso producen las huestes
secoráficas. Existe una técnica definida de respuesta en el Paraíso, asociada
con la creación de estos ángeles en grupos de siete. En cada grupo de siete
siempre hay uno primario, tres secundarios y tres terciarios; siempre se
personalizan en esa proporción exacta. Cuando se crean siete seconafines
semejantes, uno, el primario, es asignado al servicio de los Ancianos de los
Días. Los tres ángeles secundarios se asocian con tres grupos de
administradores de origen en el Paraíso en los supergobiernos: los Consejeros
Divinos, los Perfeccionadores de la Sabiduría y los Censores Universales. Los
tres ángeles terciarios son asignados a los asociados trinidizados ascendentes
de los gobernantes del superuniverso: los Mensajeros Poderosos, Aquellos
Elevados en Autoridad, y Aquellos sin Nombre ni Número.
(307.4) 28:3.2 Estos seconafines de los superuniversos
son los vástagos de los Espíritus Reflexivos, y por consiguiente, la
reflexividad es inherente en su naturaleza. Reaccionan reflexivamente en todas
y cada una de las fases de cada una de las criaturas de origen en la Tercera
Fuente y Centro y de los Hijos Creadores Paradisiacos, pero no son directamente
reflexivos de las cosas y entidades, personales u otras, de origen único en la
Primera Fuente y Centro. Poseemos muchas pruebas de la realidad de los
circuitos universales de inteligencia del Espíritu Infinito, pero aunque no
tuvieramos otras pruebas, las actuaciones reflexivas de los seconafines serían
totalmente suficientes para demostrar la realidad de la presencia universal de
la mente infinita del Actor Conjunto.
4. Los
Seconafines Primarios
(307.5) 28:4.1 Los seconafines primarios,
asignados a los Ancianos de los Días, son espejos vivientes al servicio de
estos gobernantes triunos. Pensad qué significa, en la economía de un
superuniverso, poder recurrir, en efecto, a un espejo viviente y en él ver y
escuchar las respuestas certeras de otro ser a mil o cien mil años luz de
distancia y hacer todo esto instantánea e infaliblemente. Los registros son
esenciales para la conducción de los universos, las emisiones son útiles, el
trabajo de los Mensajeros Solitarios y de otros es muy útil, pero los Ancianos
de los Días, desde su posición a mitad de camino entre los mundos habitados y
el Paraíso —entre el hombre y Dios— pueden mirar instantáneamente hacia ambos
lados, escuchar hacia ambos lados yconocer ambos lados.
(308.1) 28:4.2 Esta habilidad —escuchar y ver, por
decirlo así, todas las cosas— puede ser perfectamente realizada en los
superuniversos sólo por los Ancianos de los Días y sólo en sus respectivos
mundos sede central. Aun allí hay limitaciones: desde Uversa, dicha
comunicación se limita a los mundos y universos de Orvonton, y aunque no esté
operante entre los superuniversos, esta misma técnica reflexiva mantiene a cada
uno de ellos en estrecho contacto con el universo central y con el Paraíso. Los
siete supergobiernos, aunque individualmente segregados, son de esta manera
perfectamente reflexivos de la autoridad de arriba y totalmente comprensivos,
así como también conocedores, de las necesidades de abajo.
(308.2) 28:4.3 Los seconafines primarios parecen
inclinarse por naturaleza inherente hacia siete tipos de servicio, y es
conveniente que las primeras series de esta orden tengan dotes que les permitan
interpretar inherentemente la mente del Espíritu para los Ancianos de los Días:
(308.3) 28:4.4 1. La
Voz del Actor Conjunto. En
cada superuniverso, el primer seconafín primario y cada séptimo de esa orden
posteriormente creado exhiben un alto grado de adaptabilidad para comprender e
interpretar la mente del Espíritu Infinito para los Ancianos de los Días y sus
asociados en los supergobiernos. Esto es de gran valor en las sedes de los
superuniversos porque, a diferencia de las creaciones locales con sus Ministras
Divinas, el asiento de un supergobierno no cuenta con una personalización
especializada del Espíritu Infinito. Por lo tanto, estas voces secoráficas son
las que más se aproximan a ser representantes personales de la Tercera Fuente y
Centro en tales esferas capitales. Es verdad que los siete Espíritus Reflexivos
se encuentran allí, pero estas madres de las huestes secoráficas son menos
exacta y automáticamente reflexivas del Actor Conjunto que de los Siete
Espíritus Rectores.
(308.4) 28:4.5 2. La
Voz de los Siete Espíritus Rectores. El segundo seconafín primario y cada
séptimo creado después de éste se inclinan a describir las naturalezas y
reacciones colectivas de los Siete Espíritus Rectores. Aunque cada Espíritu
Rector ya está representado en la capital de un superuniverso por uno de los
siete Espíritus Reflexivos de asignación, dicha representación es individual,
no colectiva. Colectivamente, están presentes tan sólo reflexivamente; por lo
tanto, los Espíritus Rectores aprecian el servicio de estos ángeles altamente
personales, la segunda serie de los seconafines primarios, que son tan competentes
para representarlos frente a los Ancianos de los Días.
(308.5) 28:4.6 3. La
Voz de los Hijos Creadores. El
Espíritu Infinito ha de tener algo que ver con la creación o la capacitación de
los Hijos Paradisiacos de la orden de Micael, porque el tercer seconafín
primario y cada séptimo seriado de allí en adelante posee el don notable de ser
reflexivo de la mente de estos Hijos Creadores. Si los Ancianos de los Días
quisieran saber —realmente saber— la actitud de Micael de Nebadon respecto de
algún asunto bajo consideración, no necesitan llamarlo a través de las líneas
del espacio; tan sólo necesitan llamar al Jefe de las Voces de Nebadon, quien,
si se le solicita, presentará al seconafín Micael de registro; y allí mismo y
en ese momento, los Ancianos de los Días percibirán la voz del Hijo Mayor de
Nebadon.
(309.1) 28:4.7 Ninguna otra orden de filiación es
«reflexible» de esta manera, y ninguna otra orden de ángeles puede funcionar de
esta manera. No comprendemos plenamente de qué manera se realiza esto, y dudo
mucho de que los Hijos Creadores lo comprendan plenamente. Pero con seguridad
sabemos que funciona, y que infaliblemente funciona aceptablemente también lo
sabemos, porque en toda la historia de Uversa, las voces secoráficas no han
errado jamás en sus presentaciones.
(309.2) 28:4.8 Aquí estáis comenzando a ver algo
de la manera en la cual la divinidad comprende el espacio del tiempo y domina
el tiempo del espacio. Aquí estáis comenzando a echar uno de los primeros
vistazos pasajeros a la técnica del ciclo de la eternidad, divergente por el
momento, para asistir a los hijos del tiempo en sus esfuerzos por superar las
arduas dificultades del espacio. Y estos fenómenos son adicionales a la técnica
universal establecida de los Espíritus Reflexivos.
(309.3) 28:4.9 Aunque aparentemente privados de la
presencia personal de los Espíritus Rectores de arriba y de los Hijos Creadores
de abajo, los Ancianos de los Días tienen a su disposición seres vivientes
sintonizados a los mecanismos cósmicos de la perfección reflexiva y de la
precisión última, gracias a los cuales pueden disfrutar de la presencia
reflexiva de todos aquellos seres excelsos cuya presencia personal se les
niega. Por medio y a través de estos mecanismos, y de otros que vosotros
desconocéis, Dios está potencialmente presente en las sedes de los
superuniversos.
(309.4) 28:4.10 Los Ancianos de los Días deducen
perfectamente la voluntad del Padre mediante el paralelismo de la transmisión
de la voz del Espíritu desde arriba y de la transmisión de la voz de Micael
desde abajo. De esta manera, pueden estar infaliblemente seguros al sopesar la
voluntad del Padre sobre los asuntos administrativos de los universos locales.
Pero para deducir la voluntad de uno de los Dioses del conocimiento de los
otros dos, los tres Ancianos de los Días deben actuar juntos; dos no serían
capaces de llegar a la respuesta. Por esta razón, aunque si no hubiesen otras,
tres Ancianos de los Días siempre presiden los superuniversos, y no uno ni
siquiera por dos.
(309.5) 28:4.11 4. La
Voz de las Huestes Angélicas. El
cuarto seconafín primario y cada séptimo seriado son ángeles peculiarmente
sensibles a los sentimientos de todas las órdenes de los ángeles, incluyendo a
los supernafines de arriba y a los serafines de abajo. Así, la actitud de cualquier
ángel de mando o de supervisión está inmediatamente disponible para la
consideración de cualquier concilio de los Ancianos de los Días. No pasa un día
en vuestro mundo, en que el jefe de los serafines en Urantia no tenga
conciencia del fenómeno de la transferencia reflexiva, de ser atraído desde
Uversa para algún propósito; pero a menos que algún Mensajero Solitario se lo
advierta por adelantado, permanece totalmente ignorante de lo que se busca y de
cómo se obtiene. Estos espíritus ministrantes del tiempo proveen constantemente
este tipo de testimonio inconsciente y ciertamente, por lo tanto, libre de
prejuicios sobre la colección interminable de asuntos que llaman la atención y
requieren las deliberaciones de los Ancianos de los Días y de sus asociados.
(309.6) 28:4.12 5. Los
Receptores de Emisiones. Existe
una clase especial de mensajes emitidos que tan sólo es recibida por estos
seconafines primarios. Aunque no son ellos los emisores regulares de Uversa,
funcionan en enlace con los ángeles de las voces reflexivas para el fin de
sincronizar la visión reflexiva de los Ancianos de los Días con ciertos
mensajes auténticos que provienen de los circuitos establecidos de la
comunicación universal. Los receptores de emisiones son de la quinta serie, el
quinto seconafín creado y cada séptimo después de él.
(310.1) 28:4.13 6. Las
Personalidades de Transporte. Éstos
son los seconafines que llevan a los peregrinos del tiempo de los mundos sede
central de los superuniversos al círculo exterior de Havona. Son el cuerpo de
transporte de los superuniversos, operan hacia adentro hasta el Paraíso, y
hacia afuera a los mundos de sus respectivos sectores. Este cuerpo está
compuesto por el sexto seconafín primario y cada séptimo de los creados
posteriormente.
(310.2) 28:4.14 7. El
Cuerpo de Reserva. Un
grupo muy grande de seconafines, los seriados primarios séptimos, se mantiene
en reserva para deberes no clasificados y para asignaciones de urgencia de los
reinos. Puesto que no son altamente especializados, pueden funcionar
relativamente bien en cualquiera de las capacidades de sus diversos asociados,
pero dicho trabajo especializado se realiza tan sólo en casos de urgencia. Sus
tareas usuales consisten en la realización de aquellos deberes generalizados de
un superuniverso que no caen dentro del alcance de los ángeles de asignación
específica.
5. Los
Seconafines Secundarios
(310.3) 28:5.1 Los seconafines de la orden
secundaria no son menos reflexivos que sus semejantes primarios. La
clasificación de primario, secundario y terciario no indica un diferencial de
estado ni de función en el caso de los seconafines; simplemente denota los
órdenes de procedimiento. Los tres grupos exhiben cualidades idénticas en sus
actividades.
(310.4) 28:5.2 Se asignan los siete tipos
reflexivos de los seconafines secundarios a los servicios de los asociados
coordinados de origen en la Trinidad de los Ancianos de los Días, como sigue:
(310.5) 28:5.3 Para los Perfeccionadores de la
Sabiduría —las Voces de la Sabiduría, las Almas de la Filosofía y las Uniones
de las Almas.
(310.6) 28:5.4 Para los Consejeros Divinos —los Corazones de Consejo, los Regocijos de Existencia y las Satisfacciones de Servicio.
(310.7) 28:5.5 Para los Censores Universales —los Discernidores de los Espíritus.
(310.6) 28:5.4 Para los Consejeros Divinos —los Corazones de Consejo, los Regocijos de Existencia y las Satisfacciones de Servicio.
(310.7) 28:5.5 Para los Censores Universales —los Discernidores de los Espíritus.
(310.8) 28:5.6 Al igual que la orden primaria,
este grupo es creado en forma seriada; o sea, que el primogénito fue una Voz de
Sabiduría y el séptimo de allí en adelante fue similar, y así sucesivamente con
los seis otros tipos de estos ángeles reflexivos.
(310.9) 28:5.7 1. La
Voz de la Sabiduría. Algunos
de estos seconafines están en enlace perpetuo con las bibliotecas vivientes del
Paraíso, los custodios del conocimiento que pertenecen a los supernafines
primarios. En el servicio reflexivo especializado, las Voces de la Sabiduría
son concentraciones y enfoques vivientes, actuales, pletóricas y completamente
confiables, de la sabiduría coordinada del universo de los universos. Para el
volumen casi infinito de información que circula en los circuitos maestros de
los superuniversos, estos seres extraordinarios son tan reflexivos y
selectivos, tan sensibles, como para poder segregar y recibir la esencia de la
sabiduría e infaliblemente transmitir estas joyas de mentación a sus
superiores, los Perfeccionadores de la Sabiduría. Y funcionan de tal modo que
los Perfeccionadores de la Sabiduría no solamente oyen las expresiones reales y
originales de esta sabiduría, sino que también ven reflexivamente a los seres
mismos, de origen elevado o bajo, que le dieron voz.
(310.10) 28:5.8 Está escrito: «Si un hombre carece
de sabiduría, que pregunte». En Uversa, cuando se hace necesario llegar a
decisiones sabias en las situaciones perplejas de los complejos asuntos del
gobierno del superuniverso, cuando se requieren tanto sabiduría de perfección
como sabiduría de practicabilidad, entonces los Perfeccionadores de la
Sabiduría convocan un batallón de Voces de Sabiduría y, mediante la pericia
consumada de su orden, sintonizan y direccionalizan a estos receptores
vivientes de la sabiduría contenida en las mentes y circulante en el universo
de los universos de modo tal que muy pronto, desde estas voces secoráficas,
fluye un caudal de sabiduría de la divinidad desde el universo arriba y una
inundación de sabiduría de practicabilidad desde las mentes más elevadas de los
universos abajo.
(311.1) 28:5.9 Si surge confusión sobre la
armonización de estas dos versiones de sabiduría, se apela inmediatamente a los
Consejeros Divinos, que de inmediato deciden la combinación apropiada de
procedimientos. Si existe alguna duda sobre la autenticidad de algo que
proviene de reinos en los que haya estallado una rebelión, se apela a los
Censores quienes, con sus Discernidores de Espíritu, son capaces de decidir
inmediatamente en cuanto a en «qué asunto del espíritu» actuó el consejero. De
este modo, la sabiduría de las edades y el intelecto del momento están siempre
presentes con los Ancianos de los Días, como un libro abierto ante su mirada
benéfica.
(311.2) 28:5.10 Vosotros apenas si podéis
comprender lo que todo esto significa para aquellos que son responsables de la
conducta de los gobiernos superuniversales. La inmensidad y amplitud de estas
transacciones están totalmente más allá de la concepción finita. Cuando os
encontréis, como yo repetidamente me he encontrado, en las cámaras especiales
de recepción del templo de la sabiduría en Uversa y veáis todo esto en
operación actual, seréis impulsados a la adoración por la perfección de la
complejidad, y por la seguridad del funcionamiento de las comunicaciones interplanetarias
de los universos. Homenajearéis a la sabiduría divina y a la bondad de los
Dioses, que planean y ejecutan con técnica tan extraordinaria. Estas cosas
realmente suceden tal como yo las he descrito.
(311.3) 28:5.11 2. El
Alma de la Filosofía. Estos
maravillosos maestros también se asignan a los Perfeccionadores de la Sabiduría
y, cuando no están dirigidos de otra manera, permanecen en sincronía focal con
los maestros de la filosofía en el Paraíso. Piensa en acercarte a un enorme
espejo viviente, en efecto, pero en vez de contemplar la imagen de tu yo
material y finito, de percibir un reflejo de la sabiduría de la divinidad y de
la filosofía del Paraíso. Mas si se hace deseable «encarnar» esta filosofía de
perfección, para diluirla y hacerla de este modo práctica para su aplicación y
asimilación por parte de los pueblos humildes de los mundos bajos, estos
espejos vivientes tan sólo necesitan dar vuelta el rostro hacia abajo, para
reflejar las normas y necesidades de otro mundo o universo.
(311.4) 28:5.12 Por estas mismas técnicas, los
Perfeccionadores de la Sabiduría adaptan decisiones y recomendaciones a las
necesidades reales y al estado auténtico de los pueblos y mundos bajo
consideración, y siempre actúan de acuerdo con los Consejeros Divinos y los
Censores Universales. Pero la plenitud sublime de estas transacciones está más
allá aún de mi capacidad de comprensión.
(311.5) 28:5.13 3. La
Unión de las Almas. Completando
el personal triuno asignado a los Perfeccionadores de la Sabiduría, están estos
reflectores de los ideales y estado de las relaciones éticas. De todos los
problemas en el universo que requieren el ejercicio de una sabiduría consumada
de experiencia y adaptabilidad, ninguno es más importante que los que surgen de
las relaciones y asociaciones de los seres inteligentes. Sea en las
asociaciones humanas de comercio y negocios, de amistad y matrimonio, o en los
enlaces de las huestes angélicas, siempre surgen fricciones mezquinas,
malentendidos menores, demasiado triviales como para llamar la atención de los
conciliadores, pero suficientemente irritantes y perturbadores como para
estorbar el mecanismo normal del universo, si se permite que se multipliquen y
continúen. Por lo tanto, los Perfeccionadores de la Sabiduría ponen a
disposición la experiencia sabia de su orden como «el aceite de la
reconciliación» de un entero superuniverso. En todo este trabajo, estos hombres
sabios de los superuniversos están secundados hábilmente por sus asociados
reflexivos, las Uniones de las Almas, que ponen a disposición la información
actual relativa al estado del universo y al mismo tiempo describen el ideal
paradisiaco, para el mejor ajuste de estos problemas que producen perplejidad.
Cuando no están dirigidos específicamente a otro lugar, estos seconafines permanecen
en enlace reflexivo con los intérpretes de la ética en el Paraíso.
(312.1) 28:5.14 Éstos son los ángeles que fomentan
y promueven el trabajo en equipo de todo Orvonton. Una de las lecciones más
importantes que debéis aprender durante vuestra carrera mortal consiste en trabajar
en equipo. Las
esferas de perfección tienen un personal que proviene de los que han dominado
este arte de trabajar con otros seres. En el universo pocos son los deberes
para el servidor solitario. Cuanto más alto ascendáis, más solitarios estaréis
al encontraros temporalmente sin asociación con vuestros semejantes.
(312.2) 28:5.15 4. El
Corazón de Consejo. Éste
es el primer grupo de estos genios reflexivos colocado bajo la supervisión de
los Consejeros Divinos. Los seconafines de este tipo están en posesión de los
hechos del espacio, siendo selectivos para estos datos en los circuitos del
tiempo. Especialmente son reflexivos de los coordinadores superáficos de
información, pero también son selectivamente reflexivos del parecer de todos
los seres, tanto de estado alto como de estado bajo. Toda vez que los
Consejeros Divinos son convocados para concilios o decisiones importantes,
solicitan inmediatamente un conjunto de Corazones de Consejo, y luego la
decisión emitida incorpora efectivamente la sabiduría y el consejo coordinados
de las mentes más competentes del entero superuniverso, todo lo cual ha sido
censurado y revisado a la luz del parecer de las mentes elevadas de Havona y
aún del Paraíso.
(312.3) 28:5.16 5. El
Regocijo de la Existencia. Por
naturaleza estos seres están reflexivamente sincronizados con los supervisores superáficos
de la armonía arriba y con ciertos serafines abajo, pero es difícil explicar
qué es precisamente lo que hacen en realidad los miembros de este interesante
grupo. Sus actividades principales están dirigidas a pro-mover reacciones de
regocijo entre las varias órdenes de las huestes angelicales y de las criaturas
volitivas inferiores. Los Consejeros Divinos, a quienes están agregados, pocas
veces los utilizan específicamente para detectar regocijo. En una forma más
general y en colaboración con los directores de reversión, funcionan como
conmutadores de regocijo, intentando aumentar las reacciones de placer de los
reinos y mejorar el gusto por el humor, para desarrollar entre mortales y
ángeles un super-humor. Intentan demostrar que existe un regocijo inherente en
una existencia con libre albedrío, independientemente de toda influencia
externa; y tienen razón, aunque encuentran grandes dificultades para inculcar
esta verdad en la mente de los hombres primitivos. Las personalidades
espirituales más elevadas y los ángeles responden más rápidamente a estos
esfuerzos de instrucción.
(312.4) 28:5.17 6. La
Satisfacción del Servicio. Estos
ángeles son altamente reflexivos de la actitud de los directores de conducta en
el Paraíso y funcionan en forma muy semejante a los Regocijos de Existencia,
intentando enaltecer el valor del servicio y aumentar las satisfacciones que de
él se puede derivar. Mucho han hecho para iluminar las recompensas pospuestas
inherentes en el servicio altruista, servicio para la ampliación del reino de
la verdad.
(312.5) 28:5.18 Los Consejeros Divinos, a quienes
está agregada esta orden, los utilizan para reflejar de un mundo a otro los
beneficios que se pueden extraer del servicio espiritual. Y utilizando así las
realizaciones de los mejores para inspirar y alentar a los mediocres, estos
seconafines contribuyen inmensamente a la calidad del servicio dedicado en los
superuniversos. Se usa con eficacia el espíritu competitivo fraternal,
circulando de un mundo a otro información sobre lo que se hace en los demás
mundos, particularmente en los mejores mundos. Se promueve así una rivalidad
refrescante y sincera aun entre las huestes seráficas.
(313.1) 28:5.19 7. Los
Discernidores de los Espíritus. Existe
un enlace especial entre los asesores y consejeros del segundo círculo de
Havona y estos ángeles reflexivos. Son los únicos seconafines agregados a los
Censores Universales, pero probablemente son más singularmente especializados
entre todos sus semejantes. Sea cual fuere la fuente o canal de la información,
aunque las pruebas disponibles sean muy escasas, cuando se las somete a su
escrutinio reflexivo, estos discernidores inmediatamente nos informarán sobre
el verdadero motivo, el propósito real y la auténtica naturaleza de su origen.
Me maravillo del funcionamiento extraordinario de estos ángeles, que tan
infaliblemente reflejan el carácter moral y espiritual auténtico de cualquier
individuo puesto bajo su exposición focal.
(313.2) 28:5.20 Los Discernidores de los Espíritus
llevan a cabo estos intrincados servicios por virtud de «discernimiento
espiritual» inherente, si es que puedo usar dichas palabras en un intento para
hacer comprender a la mente humana el pensamiento de que estos ángeles
reflexivos funcionan así intuitivamente, inherentemente e infaliblemente.
Cuando los Censores Universales contemplan estas presentaciones, están frente a
frente con el alma desnuda del individuo reflejado; esta misma certidumbre y
perfección de retrato explica en parte por qué los censores pueden funcionar siempre
como jueces tan justos y rectos. Los discernidores siempre acompañan a los
Censores en cualquier misión alejada de Uversa, y son igualmente eficaces en
los universos como lo son en su sede de Uversa.
(313.3) 28:5.21 Os aseguro que todas estas transacciones
del mundo espiritual son reales, que tienen lugar de acuerdo con las costumbres
establecidas y en armonía con las leyes inmutables de los dominios universales.
Los seres de cada nueva orden creada, inmediatamente después de recibir el
aliento de vida, son reflejados instantáneamente en las alturas; se emite un
retrato viviente de la naturaleza y potencial de la criatura a la sede central
del superuniverso. De esta manera, por medio de los discernidores, los Censores
entran en conocimiento pleno de exactamente «qué tipo de espíritu» ha nacido en
los mundos del espacio.
(313.4) 28:5.22 Esto ocurre con el hombre mortal:
el Espíritu Materno de Salvington os conoce plenamente, porque el Espíritu
Santo en vuestro mundo «investiga todas las cosas» y todo cuanto sepa el
Espíritu de vosotros está inmediatamente disponible a los discernidores secoráficos,
quienes reflejan con el Espíritu, lo que se refiere al conocimiento que tiene
de vosotros. Sin embargo, debemos mencionar que el conocimiento y planes de los
fragmentos del Padre no son reflejables. Los discernidores pueden reflejar, y
lo hacen, la presencia de los Ajustadores (y los Censores los declaran
divinos), pero no pueden descifrar el contenido de la mente de los Monitores
Misteriosos.
6. Los
Seconafines Terciarios
(313.5) 28:6.1 Del mismo modo que sus semejantes,
se crean estos ángeles en forma seriada y en siete tipos reflexivos, pero no se
asignan estos tipos individualmente a los servicios separados de los
administradores de los superuniversos. Todos los seconafines terciarios son
asignados colectivamente a los Hijos Trinidizados de Logro, y estos hijos
ascendentes los utilizan en forma intercambiable; o sea, los Mensajeros
Poderosos pueden utilizar a cualquiera de los tipos terciarios, y así lo hacen,
y también lo hacen sus coordinados, Aquellos Elevados en Autoridad y Aquellos
sin Nombre ni Número. Estos siete tipos de seconafines terciarios son:
(314.1) 28:6.2 1. El
Significado de los Orígenes. Los
Hijos Trinidizados ascendentes de un gobierno superuniversal tienen a su cargo
la responsabilidad de tratar con todos los asuntos que surgen del origen de
todo individuo, raza o mundo; y el significado del origen es la cuestión
fundamental en todos nuestros planes para el avance cósmico de las criaturas
vivientes del reino. Todas las relaciones y la aplicación de la ética surgen de
los hechos fundamentales del origen. El origen es la base de la reacción
relacional de los Dioses. Siempre el Actor Conjunto «toma nota del hombre, en
qué forma nació».
(314.2) 28:6.3 En el caso de los seres
descendentes más elevados, el origen es simplemente un hecho que debe de
cerciorarse; pero con los seres ascendentes, incluyendo las órdenes inferiores
de los ángeles, la naturaleza y circunstancias del origen no son siempre tan
claras, aunque son de importancia vital, prácticamente para cada vuelta de los
asuntos universales —de allí el valor de tener a nuestra disposición a una
serie de seconafines reflexivos que pueden ilustrar instantáneamente todo lo
necesario respecto del génesis de cualquier ser, tanto en el universo central
como en el entero reino de un superuniverso.
(314.3) 28:6.4 Los Significados de los Orígenes
son genealogías vivientes de referencia inmediata de las huestes enormes de
seres —hombres, ángeles y otros— que habitan los siete superuniversos. Están
siempre listos para proporcionar a sus superiores un cálculo actualizado,
pletórico y confiable de los factores ancestrales y del estado presente de
cualquier individuo en cualquier mundo de sus respectivos superuniversos; y su
cómputo de los hechos conocidos está siempre al minuto.
(314.4) 28:6.5 2. La
Memoria de la Misericordia. Estos
son los registros reales, plenos y pletóricos, y vivientes, de la misericordia
que ha sido extendida a individuos y razas por las administraciones tiernas de
las instrumentalidades del Espíritu Infinito, en la misión de adaptar la
justicia de la rectitud al estado de los reinos, tal como se revela en
descripciones del Significado de los Orígenes. La Memoria de la Misericordia
revela la deuda moral de los hijos de la misericordia —sus deudas espirituales—
que deben ser asentadas contra los bienes de la disposición salvadora
establecida por los Hijos de Dios. Al revelar la misericordia preexistente del
Padre, los Hijos de Dios establecen el crédito necesario para asegurar la
sobrevivencia de todos. Luego, de acuerdo con los hallazgos de los Significados
de Orígenes, se establece un crédito de misericordia para la sobrevivencia de
cada criatura racional, un crédito de proporciones generosas y de gracia
suficiente como para asegurar la sobrevivencia de toda alma que realmente desee
la ciudadanía divina.
(314.5) 28:6.6 La Memoria de la Misericordia es
una hoja de balance viviente, una declaración actualizada de vuestra cuenta con
las fuerzas sobrenaturales de los reinos. Estos son los registros vivientes de
la ministración de la misericordia que se leen en el testimonio de las cortes
de Uversa cuando se juzga el derecho de cada individuo a una vida sin fin,
cuando «se elevan los tronos y los Ancianos de los Días se sientan. Las
emisiones de Uversa se presentan ante ellos; miles y miles ministran a ellos, y
diez mil veces diez mil están frente a ellos. El juicio se establece, los
libros fueron abiertos». Los libros que son abiertos en tal ocasión pletórica
son los registros vivientes de los seconafines terciarios de los superuniversos.
Los registros formales están en los archivos para corroborar el testimonio de
las Memorias de la Misericordia si así se requiere.
(314.6) 28:6.7 La Memoria de la Misericordia debe
mostrar que el crédito salvador establecido por los Hijos de Dios se ha pagado
plena y fielmente en ministerio amante de las pacientes personalidades de la
Tercera Fuente y Centro. Pero cuando seagota la misericordia, cuando la
«memoria» de la misma atestigua su agotamiento, entonces prevalece la justicia
y la rectitud decreta. Puesto que la misericordia no ha de ser volcada sobre
aquellos que la desprecian, la misericordia no es un don que pueda ser
pisoteado por los rebeldes persistentes del tiempo. Sin embargo, aunque la
misericordia sea así de preciosa y tan amorosamente otorgada, tu crédito
individual está siempre muy en exceso de tu habilidad para agotar la reserva si
eres sincero en tu propósito y honesto en tu corazón.
(315.1) 28:6.8 Los reflectores de la misericordia,
con sus asociados terciarios, se ocupan de numerosos ministerios
superuniversales, incluyendo la enseñanza a las criaturas ascendentes. Entre
muchas otras cosas, los Significados de Orígenes enseñan a estos ascendentes
cómo aplicar la ética espiritual, y después de dicha capacitación, los Memorias
de la Misericordia les enseñan cómo ser verdaderamente misericordiosos. Aunque
las técnicas espirituales del ministerio de la misericordia están más allá de
tu concepción, aún ahora deberías comprender que la misericordia es una calidad
de crecimiento. Deberías darte cuenta de que hay una gran recompensa de
satisfacción personal en ser primero justo, luego recto, a continuación
paciente y finalmente comprensivo. Y luego, sobre esa base, si así lo eliges y
la encuentras en tu corazón, podrás tomar el paso próximo y mostrar
verdaderamente misericordia; pero no podrás exhibir misericordia por sí misma.
Hay que dar estos pasos; de otro modo no puede haber misericordia genuina.
Podrá haber patronaje, condescendencia, o caridad —aún lástima— pero no
misericordia. La verdadera misericordia viene sólo de la cúspide hermosa de
estos adjuntos precedentes a la comprensión de grupo, la apreciación mutua, el
compañerismo fraternal, la comunión espiritual y la armonía divina.
(315.2) 28:6.9 3. La
Importancia del Tiempo. El
tiempo es la dote universal de todas las criaturas volitivas; es el «talento»
confiado a todos los seres inteligentes. Todos vosotros tenéis tiempo para
asegurar vuestra sobrevivencia; el tiempo se desperdicia fatalmente sólo cuando
se lo entierra en la negligencia, cuando no lo utilizáis para aseguraros de la
sobrevivencia de vuestra alma. El fracaso en mejorar el propio tiempo hasta el
grado más alto posible no impone castigos fatales; meramente retarda al
peregrino del tiempo en su viaje de ascensión. Si se gana la sobrevivencia,
todas las demás pérdidas pueden ser reencontradas.
(315.3) 28:6.10 En la asignación de
responsabilidades el consejo de los Importancia del Tiempo es invaluable. El
tiempo es un factor vital en todo de este lado de Havona y del Paraíso. En el
juicio final ante los Ancianos de los Días, el tiempo es un elemento de prueba.
Los Importancia del Tiempo deben siempre proporcionar testimonio para mostrar
que cada individuo ha tenido amplio tiempo para hacer decisiones, alcanzar una
elección.
(315.4) 28:6.11 Estos evaluadores del tiempo
también son el secreto de la profecía; describen el elemento del tiempo
necesario para completar cualquier empresa, y son tan confiables como
indicadores como lo son los frandalanques y los cronoldeques de otras órdenes
vivientes. Los Dioses ven el futuro, por lo tanto, lo conocen por adelantado;
pero las autoridades ascendentes de los universos del tiempo deben consultar a
los Importancia del Tiempo para poder pronosticar los acontecimientos del
futuro.
(315.5) 28:6.12 Encontraréis a estos seres por
primera vez en los mundos de estancia; y allí os instruirán sobre el uso
ventajoso de aquello que vosotros llamáis «tiempo», tanto en su empleo
positivo, trabajo, como en su utilización negativa, reposo. Ambos usos del
tiempo son importantes.
(315.6) 28:6.13 4. La
Solemnidad de la Confianza. La
confianza es la prueba crucial de las criaturas volitivas. La confiabilidad es
la medida auténtica del autodominio, el carácter. Estos seconafines cumplen un
doble propósito en la economía de los superuniversos: ilustran para todas las
criaturas volitivas el sentido de la obligación, el carácter sagrado y la
solemnidad de la confianza. Al mismo tiempo, reflejan infaliblemente para las
autoridades gobernantes la confiabilidad exacta de todo candidato para
confianza o responsabilidad.
(316.1) 28:6.14 En Urantia, vosotros intentáis en
forma grotesca leer el carácter y estimar las habilidades específicas; pero en
Uversa hacemos estas cosas en perfección. Estos seconafines pesan la
confiabilidad en las balanzas vivientes de la evaluación infalible del
carácter, y una vez que os han mirado, tan sólo tenemos que mirarlos a ellos
para conocer las limitaciones de tu habilidad para cumplir con una
responsabilidad, llevar a cabo un encargo, y ejecutar las misiones. Tus activos
de confiabilidad se establecen claramente junto con tus pasivos de falla o
posible traición.
(316.2) 28:6.15 Es el plan de tus superiores
avanzarte mediante responsabilidades cada vez mayores tan rápido como se vaya desarrollando
suficientemente tu carácter como para soportar con gracia estas
responsabilidades agregadas, pero sobrecargar al individuo atrae únicamente el
desastre y asegura la desilusión. Y el error de colocar responsabilidad
prematuramente sobre el hombre o el ángel se puede evitar utilizando el
ministerio de estos estimadores infalibles de la capacidad de confianza de los
individuos espacio-temporales. Estos seconafines acompañan siempre a Aquellos
Elevados en Autoridad, y estos ejecutivos no hacen nunca asignaciones hasta
tanto haber sopesado a los candidatos en las hojas de balance secoráficas y
haberlos declarado «sin faltas».
(316.3) 28:6.16 5. La
Santidad del Servicio. El
privilegio del servicio inmediatamente sigue al descubrimiento de la confiabilidad.
Nada os separa de la oportunidad de mayor servicio excepto tu propia falta de
confiabilidad, tu falta de capacidad para la apreciación de la solemnidad de la
responsabilidad.
(316.4) 28:6.17 El servicio —el servicio con fin
determinado, no la esclavitud— produce la satisfacción más alta y es expresión
de la dignidad más divina. El servicio —más servicio, servicio aumentado,
servicio difícil, servicio venturoso, y por fin servicio divino y perfecto— es
la meta del tiempo y el destino del espacio. Pero por siempre los ciclos de
recreación del tiempo alternarán con los ciclos de servicio del progreso. Y
después del servicio del tiempo sigue el superservicio de la eternidad. Durante
la recreación temporal debes visualizar el trabajo de la eternidad, así como,
durante el servicio de la eternidad, recordarás el recreo del tiempo.
(316.5) 28:6.18 La economía universal se funda en
ingreso y salida; durante toda la carrera eterna no encontraréis jamás la
monotonía de la inacción o el estancamiento de la personalidad. El progreso
está posibilitado por el movimiento inherente, el avance crece de la capacidad
divina para la acción, y el logro es el hijo de la aventura imaginativa. Pero
inherente en esta capacidad para logro está la responsabilidad de la ética, la
necesidad de reconocer que el mundo y el universo están llenos de una multitud
de tipos diferentes de seres. Toda esta magnífica creación, incluyéndote
a ti mismo, no se
hizo sólo para ti. Este no es un universo egocéntrico. Los Dioses han
decretado: «Es más noble dar que recibir», y dijo vuestro Hijo Soberano: «El
que sea más grande entre vosotros, que sea el servidor de todos».
(316.6) 28:6.19 La verdadera naturaleza de todo
servicio, sea éste cumplido por el hombre o por el ángel, se revela plenamente
en los rostros de estos secoráficos indicadores de servicio, las Santidades de
Servicio. El análisis pleno de los motivos verdaderos y ocultos se muestra
claramente. Estos ángeles son en verdad lectores de la mente, investigadores
del corazón y reveladores del alma del universo. Los mortales pueden emplear
palabras para ocultar sus pensamientos, pero estos altos seconafines desnudan
los motivos profundos del corazón humano y de la mente angélica.
(317.1) 28:6.20 6 y 7. El
Secreto de la Grandeza y el Alma de la Bondad. Habiendo despertado los peregrinos
ascendentes a la importancia del tiempo, el camino está preparado para la
realización de la solemnidad de la responsabilidad y para la apreciación de la
santidad del servicio. Aunque estos son los elementos morales de la grandeza,
también hay secretos de la grandeza. Cuando se aplican las pruebas espirituales
de la grandeza los elementos morales no se desatienden, pero la calidad de
altruismo revelada en la labor desinteresada para el bienestar de los propios
semejantes terrenales, particularmente de los seres merecedores en necesidad y
en dolor, ésa es la verdadera medida de la grandeza planetaria. Y la manifestación de la grandeza en un mundo como
Urantia es la exhibición del autocontrol. El gran hombre no es el que
«conquista una ciudad» o «derrota a una nación», sino más bien «el que domina
su propia lengua».
(317.2) 28:6.21 La grandeza es sinónimo de
divinidad. Dios es supremamente grande y bueno. La
grandeza y la bondad sencillamente no se pueden divorciar. Son por siempre una sola cosa en Dios.
Esta verdad es literal y extraordinariamente ilustrada por la interdependencia
reflexiva del Secreto de Grandeza y del Alma de la Bondad, porque ninguno de
ellos puede funcionar sin el otro. Al reflejar otras cualidades de la
divinidad, los seconafines de los superuniversos pueden actuar por sí solos, y
así lo hacen, pero las estimaciones reflexivas de la grandeza y de la bondad
parecen ser inseparables. Por lo tanto, en cualquier mundo, en cualquier
universo, estos reflectores de la grandeza y de la bondad trabajan juntos,
mostrando siempre un informe dual y mutuamente dependiente de cada ser sobre el
que se enfocan. La grandeza no se puede estimar sin conocer el contenido de la
bondad, mientras que la bondad no se puede retratar sin exhibir su grandeza
inherente y divina.
(317.3) 28:6.22 La estimación de la grandeza varía
de esfera a esfera. Ser grande es ser semejante a Dios. Puesto que la cualidad
de grandeza está completamente determinada por el contenido de la bondad, se
deduce que, aún en tu estado humano presente, si puedes mediante la gracia
volverte bueno, estás volviéndote por ello grande. Cuanto más constantemente
contemplas y más persistentemente persigues los conceptos de la bondad divina,
más certeramente crecerás en grandeza, en verdadera magnitud de carácter
genuino de supervivencia.
7. El Ministerio
de los Seconafines
(317.4) 28:7.1 Los seconafines tienen su origen y
sede central en las capitales de los superuniversos, pero con sus semejantes de
enlace deambulan desde las orillas del Paraíso hasta los mundos evolucionarios
del espacio. Sirven como asistentes valiosos de los miembros de las asambleas
deliberantes de los supergobiernos y son de gran ayuda para las colonias de
cortesía de Uversa: los astrónomos, los turistas milenarios, los observadores
celestiales y una hueste de otros, incluyendo los seres ascendentes que
aguardan transporte para Havona. Los Ancianos de los Días disfrutan de asignar
a algunos de los seconafines primarios para que asistan a las criaturas
ascendentes domiciliadas en los cuatrocientos noventa mundos de estudio que
rodean a Uversa; aquí también sirven como maestros de las órdenes secundaria y
terciaria. Estos satélites de Uversa son las escuelas finales de los universos
del tiempo, que presentan el curso preparatorio para la universidad de siete
circuitos de Havona.
(317.5) 28:7.2 De las tres órdenes de seconafines,
el grupo terciario, agregado a las autoridades ascendentes, ministra más
ampliamente a las criaturas ascendentes del tiempo. Tendrás ocasión de
conocerlos poco después de tu partida de Urantia, aunque no harás uso
libremente de sus servicios hasta tanto no alcances los mundos de estadía de
Orvonton. Disfrutarás de su compañía cuando los conozcas plenamente durante tu
estadía en los mundos escuela de Uversa.
(318.1) 28:7.3 Estos seconafines terciarios son
ahorradores de tiempo, acortadores del espacio, detectores de errores, maestros
fieles y guías sempiternos —señales vivientes de la seguridad divina— colocados
en misericordia en las encrucijadas del tiempo, para guiar allí los pies de los
ansiosos peregrinos en momentos de gran perplejidad e incertidumbre espiritual.
Mucho antes de llegar a las compuertas de la perfección comenzarás a ganar
acceso a las herramientas de la divinidad y a hacer contacto con las técnicas
de la Deidad. Cada vez más, desde el momento en que llegues al primer mundo de
estancia hasta que cierres los ojos en el sueño de Havona, preparatorio para tu
tránsito al Paraíso, te aprovecharás de la ayuda de urgencia de estos seres
maravillosos, que tan plena y libremente reflejan el conocimiento certero y la
sabiduría segura de aquellos peregrinos seguros y confiables que te han
precedido en el largo viaje hasta los portales de la perfección.
(318.2) 28:7.4 Se nos niega el privilegio pleno de
utilizar a estos ángeles de la orden reflexiva en Urantia. Son visitantes
frecuentes en vuestro mundo, puesto que acompañan a las personalidades de
asignación, pero aquí no pueden funcionar libremente. Esta esfera está aún bajo
una cuarentena espiritual parcial, y algunos de los circuitos esenciales para
su servicio no funcionan en el presente. Cuando vuestro mundo sea nuevamente
restaurado a los circuitos reflexivos respectivos, mucho del trabajo de
comunicación interplanetaria e interuniversal será grandemente simplificado y
acelerado. Los trabajadores celestiales en Urantia encuentran muchas
dificultades debido a esta escasez funcional de sus asociados reflexivos. Pero
seguimos conduciendo alegremente nuestros asuntos con las instrumentalidades
disponibles, a pesar de que se nos ha privado localmente de muchos de los
servicios de estos seres maravillosos, los espejos vivientes del espacio y los
proyectores de presencia del tiempo.
(318.3) 28:7.5 [Patrocinado por un Mensajero Poderoso de Uversa]
Documento 29
Los Directores
del Poder Universal
(319.1) 29:0.1 DE TODAS las personalidades del universo que se ocupan de la reglamentación de los asuntos interplanetarios e interuniversales, los directores del poder y sus asociados son los menos comprendidos en Urantia. Aunque vuestras razas han sabido por largo tiempo de la existencia de los ángeles y de órdenes similares de seres celestiales, muy poca información se ha impartido jamás sobre los controladores y reguladores del dominio físico. Aun ahora, tan sólo se me permite divulgar plenamente la información acerca del último de los siguientes tres grupos de seres vivientes que tienen que ver con el control de la fuerza y la reglamentación de la energía en el universo maestro:
(319.2) 29:0.2 1. Organizadores de la Fuerza
Decanos Primarios Eventuados.
(319.3) 29:0.3 2. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(319.4) 29:0.4 3. Directores del Poder Universal.
(319.3) 29:0.3 2. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(319.4) 29:0.4 3. Directores del Poder Universal.
(319.5) 29:0.5 A pesar de que considero imposible
describir la individualidad de los varios grupos de directores, centros y
controladores del poder universal, espero poder explicar algo acerca del
dominio de sus actividades. Se trata de un grupo singular de seres vivientes
que tienen que ver con la reglamentación inteligente de la energía en todo el
gran universo. Incluyendo a los directores supremos, comprenden las siguientes
divisiones principales:
(319.6) 29:0.6 1. Los Siete Directores Supremos
del Poder.
(319.7) 29:0.7 2. Los Centros Supremos del Poder.
(319.8) 29:0.8 3. Los Controladores Físicos Decanos.
(319.9) 29:0.9 4. Los Supervisores del Poder Morontial.
(319.7) 29:0.7 2. Los Centros Supremos del Poder.
(319.8) 29:0.8 3. Los Controladores Físicos Decanos.
(319.9) 29:0.9 4. Los Supervisores del Poder Morontial.
(319.10) 29:0.10 Los Directores y Centros Supremos
del Poder han existido desde los tiempos cercanos a la eternidad, y por lo que
nosotros sabemos, no se han creado más seres de estas órdenes. A los Siete
Directores Supremos los personalizaron los Siete Espíritus Rectores, y luego
colaboraron con sus progenitores en la producción de más de diez mil millones
de asociados. Antes de los tiempos de los directores del poder, los circuitos
de energía del espacio fuera del universo central, estaban bajo la supervisión
inteligente de los Organizadores de la Fuerza Decanos del Paraíso.
(319.11) 29:0.11 Como tenéis conocimiento sobre las
criaturas materiales, por lo menos contáis con un concepto contrastante para
concebir los seres espirituales; pero es muy difícil para la mente mortal
visualizar a los directores del poder. En el esquema de la progresión
ascendente a los niveles más elevados de la existencia, vosotros no tenéis nada
que ver directamente ni con los directores supremos ni con los centros del
poder. En algunas raras ocasiones tendréis tratos con los controladores
físicos, y al llegar a los mundos de estancia trabajaréis libremente con los supervisores
del poder morontial. Estos Supervisores del Poder Morontial funcionan tan
exclusivamente en el régimen morontial de las creaciones locales que se
considera más aconsejable narrar sus actividades en la sección que trata del
universo local.
1. Los Siete
Directores Supremos del Poder
(320.1) 29:1.1 Los Siete Directores Supremos del
Poder son reguladores de la energía física del gran universo. Su creación por
parte de los Siete Espíritus Rectores es el primer caso registrado de una
derivación de progenie semimaterial a partir de antepasados de auténtico
espíritu. Cuando los Siete Espíritus Rectores crean individualmente, producen
personalidades altamente espirituales de la orden angélica; cuando crean
colectivamente, a veces producen estos tipos elevados de seres semimateriales.
Pero aun estos seres cuasifísicos son invisibles para la visión de corto
alcance de los mortales de Urantia.
(320.2) 29:1.2 Los Directores Supremos del Poder
son siete en su número, e idénticos en apariencia y función. No se puede
distinguir uno de los otros excepto por el Espíritu Rector con el cual cada uno
de ellos está en asociación inmediata, y cuando le sirve en completa obediencia
funcional. Cada uno de los Espíritus Rectores está de este modo en unión eterna
con uno de sus vástagos colectivos. El mismo director siempre está en
asociación con el mismo espíritu, y su relación de trabajo resulta en una
asociación singular de energías físicas y espirituales, de un ser semifísico y
una personalidad espiritual.
(320.3) 29:1.3 Los Siete Directores Supremos del
Poder están estacionados en el Paraíso periférico, en el cual sus presencias
giratorias lentas indican las andanzas de los centros de enfoque de la fuerza
de los Espíritus Rectores. Estos directores del poder funcionan individualmente
en la regulación del poder y de la energía de los superuniversos, pero en forma
colectiva, en la administración de la creación central. Operan desde el
Paraíso, pero se mantienen como centros efectivos de poder en todas las
divisiones del gran universo.
(320.4) 29:1.4 Estos seres poderosos son los
antepasados físicos de las vastas huestes de los centros del poder y, a través
de ellos, de los controladores físicos esparcidos en todos los siete universos.
Dichos organismos subordinados de control físico son básicamente uniformes,
idénticos excepto por el matiz diferencial de cada cuerpo superuniversal. Para
cambiar servicio superuniversal, bastaría con que regresaran al Paraíso para
volver a matizarse. La creación física es fundamentalmente uniforme en su
administración.
2. Los Centros
Supremos del Poder
(320.5) 29:2.1 Los Siete Directores Supremos del
Poder no pueden reproducirse individualmente, pero colectivamente, y en
asociación con los Siete Espíritus Rectores, si pueden reproducir —crear— a otros
seres semejantes a ellos, y lo hacen. Tal es el origen de los Centros Supremos
del Poder del gran universo, que funcionan en los siguientes siete grupos:
(320.6) 29:2.2 1. Los Supervisores Supremos del
Centro.
(320.7) 29:2.3 2. Los Centros de Havona.
(320.8) 29:2.4 3. Los Centros de los Superuniversos.
(320.9) 29:2.5 4. Los Centros de los Universos Locales.
(320.10) 29:2.6 5. Los Centros de las Constelaciones.
(320.11) 29:2.7 6. Los Centros de los Sistemas.
(320.12) 29:2.8 7. Centros no clasificados.
(320.7) 29:2.3 2. Los Centros de Havona.
(320.8) 29:2.4 3. Los Centros de los Superuniversos.
(320.9) 29:2.5 4. Los Centros de los Universos Locales.
(320.10) 29:2.6 5. Los Centros de las Constelaciones.
(320.11) 29:2.7 6. Los Centros de los Sistemas.
(320.12) 29:2.8 7. Centros no clasificados.
(321.1) 29:2.9 Estos centros del poder, juntamente
con los Directores Supremos del Poder, son seres de alta libertad y acción
volitiva. Todos están dotados de personalidad de la Tercera Fuente y presentan
una capacidad volitiva incuestionable de orden elevado. Estos centros de
dirección del sistema del poder del universo poseen una exquisita dote de
inteligencia; son el intelecto del sistema de poder del gran universo y el
secreto de la técnica del control mental de toda la gran red de las vastas
funciones de los Controladores Físicos Decanos y de los Supervisores del Poder
Morontial.
(321.2) 29:2.10 1. Supervisores
Supremos del Centro. Estos
Siete coordinados y asociados de los Directores Supremos del Poder son los
reguladores de los circuitos maestros de energía del gran universo. Cada
supervisor del centro está ubicado en uno de los mundos especiales de los Siete
Ejecutivos Supremos, y trabajan en asociación estrecha con estos coordinadores
de los asuntos universales generales.
(321.3) 29:2.11 2. Los Directores Supremos del
Poder y los Supervisores Supremos del Centro funcionan tanto como individuos y
conjuntamente respecto de todos los fenómenos cósmicos por debajo de los
niveles de la «energía gravitacionaria». Cuando actúan en enlace, estos catorce
seres son para el poder universal lo que los Siete Ejecutivos Supremos son para
los asuntos generales del universo, y lo que los Siete Espíritus Rectores son
para la mente cósmica.
(321.4) 29:2.12 3. Centros
de Havona. Antes de
la creación de los universos espacio-temporales, no se requerían centros del
poder en Havona, pero desde aquellos tiempos muy distantes, han actuado un
millón de ellos en la creación central, cada centro encargado de la supervisión
de mil mundos de Havona. Aquí, en el universo divino, hay perfección de control
de la energía, una condición que no existe en las demás partes. La perfección
de la regulación de la energía es el objetivo último de todos los centros del
poder y de los controladores físicos del espacio.
(321.5) 29:2.13 4. Centros
de los Superuniversos. Hay
mil centros del poder de la tercera orden que ocupan una área enorme en la
esfera capital de cada uno de los siete superuniversos. Tres corrientes de
energía primaria con diez segregaciones cada una ingresan a estos centros del poder,
pero siete circuitos de poder especializados y bien dirigidos, aunque
imperfectamente controlados, salen de sus sedes de acción unida. Esta es la
organización electrónica del poder universal.
(321.6) 29:2.14 Toda energía está en el circuito
que pertenece al ciclo del Paraíso, pero los Directores del Poder Universal dirigen las fuerza-energías y las energías del
Paraíso bajo, tal como se las encuentran modificadas en las funciones
espaciales del universo central y de los superuniversos, convirtiendo y
dirigiendo estas energías hacia canales de aplicación útil y constructiva.
Existe una diferencia entre la energía de Havona y las energías de los
superuniversos. La carga de poder de un superuniverso consiste en tres fases de
energía de diez segregaciones cada una. Esta triple carga de energía se
desparrama por el espacio del gran universo; es como un vasto océano de energía
en movimiento, que rodea y baña lo total de cada una de las siete
supercreaciones.
(321.7) 29:2.15 La organización electrónica del poder
universal funciona en siete fases y revela una respuesta variable a la gravedad
local o lineal. Este circuito séptuple procede de los centros superuniversales
de poder y penetra cada supercreación. Estas corrientes especializadas del
tiempo y del espacio son movimientos definidos y localizados de ener gía,
iniciados y dirigidos para propósitos específicos, en forma semejante a como la
Corriente del Golfo actúa como fenómeno circunscrito en el medio del Océano
Atlántico.
(321.8) 29:2.16 5. Centros
de los Universos Locales. En
la sede central de cada universo local existen cien centros del poder de la
cuarta orden. Funcionan para bajar y de otra manera modificar los siete
circuitos del poder que emanan de la sede central del superuniverso,
tornándolos así aplicables a los servicios de las constelaciones y los
sistemas. Las catástrofes locales astronómicas del espacio son de preocupación
pasajera para estos centros de fuerza; se ocupan del envío ordenado de energía
eficaz a las constelaciones y sistemas subsidiarios. Son de gran ayuda para los
Hijos Creadores durante los tiempos posteriores a la organización del universo
y la movilización de la energía. Estos centros son capaces de proveer canales
intensificados de energía, útiles para la comunicación interplanetaria entre
importantes puntos habitados. Tal canal o línea de energía, a veces también llamado
sendero de energía, es un circuito directo de energía de un centro del poder a
otro centro del poder o de un controlador físico a otro controlador. Es un caudal
individualizado de poder y contrasta con los movimientos libres en el espacio
de la energía no diferenciada.
(322.1) 29:2.17 6. Centros
de las Constelaciones. Diez
de estos centros vivientes del poder están estacionados en cada constelación, funcionando
como proyectores de la energía a los cien sistemas tributarios locales. De
estos seres salen las líneas de poder para la comunicación y transporte y para
la energización de aquellas criaturas vivientes que dependen de ciertas formas
de energía física para el mantenimiento de su vida. Pero ni los centros de
poder ni los controladores físicos subordinados se ocupan de esta manera de
vida como organización funcional.
(322.2) 29:2.18 7. Centros
de los Sistemas. Un
centro Supremo del Poder está asignado permanentemente a cada sistema local.
Estos centros de los sistemas envían los circuitos de poder a los mundos
habitados del tiempo y del espacio. Coordinan las actividades de los
controladores físicos subordinados y de otra manera funcionan para asegurar la
distribución satisfactoria del poder en el sistema local. El relé del circuito
entre los planetas depende de la coordinación perfecta de ciertas energías
materiales y de la regulación eficiente del poder físico.
(322.3) 29:2.19 8. Centros
no clasificados. Estos
son los centros que funcionan en situaciones locales específicas pero no en los
planetas habitados. Cada mundo está bajo la responsabilidad de los
Controladores Físicos Decanos y reciben las líneas de poder en circuito,
enviadas por el centro del poder de su sistema. Sólo aquellas esferas de las
relaciones más extraordinarias de energía tienen centros de poder de la orden
séptima, que actúan como ruedas de equilibrio universal o gobernantes de la
energía. En cada fase de actividad, estos centros del poder son plenamente
equivalentes a aquellos que funcionan en las unidades más elevadas de control,
pero ni un cuerpo espacial en un millón contiene tal organización de poder
viviente.
3. El Ámbito de
los Centros del Poder
(322.4) 29:3.1 Los Centros Supremos del Poder
distribuidos en todos los superuniversos, con sus asociados y subordinados,
llegan a más de diez mil millones. Y están todos en sincronización perfecta y
coordinación completa con sus progenitores en el Paraíso, los Siete Directores
Supremos del Poder. El control del poder del gran universo se confía de este
modo al cuidado y dirección de los Siete Espíritus Rectores, los creadores de
los Siete Directores Supremos del Poder.
(322.5) 29:3.2 Los Directores Supremos del Poder y
todos sus asociados, asistentes y subordinados están por siempre exentos de
arresto o interferencia por parte de todos los tribunales de todo el espacio;
tampoco están sujetos a la dirección administrativa del gobierno superuniversal
de los Ancianos de los Días, ni de la administración del universo local de los
Hijos Creadores.
(323.1) 29:3.3 Estos centros y directores del
poder llegan a la existencia por acción de los hijos del Espíritu Infinito. No
pertenecen a la administración de los Hijos de Dios, aunque se afilian con los
Hijos Creadores durante las épocas posteriores de la organización material de
un universo. Pero los centros del poder están en cierto modo estrechamente
asociados con el supercontrol cósmico del Ser Supremo.
(323.2) 29:3.4 Los centros del poder y los
controladores físicos no se capacitan; son, todos ellos, creados en perfección
y son inherentemente perfectos en la acción. Tampoco pasan de una función a
otra; sirven siempre según su asignación original. No hay evolución en sus
filas y así son las siete divisiones de ambas órdenes.
(323.3) 29:3.5 Puesto que no tienen un pasado
ascendente que recordar, los centros del poder y los controladores físicos no
juegan; son totalmente serios en todas sus acciones. Están siempre en función;
no hay disposiciones en el esquema universal para la interrupción de las líneas
físicas de energía. No pueden abandonar jamás, ni siquiera por una fracción de
segundo, la supervisión directa de los circuitos de la energía del tiempo y del
espacio.
(323.4) 29:3.6 Los directores, centros y
controladores del poder no tienen nada que ver con toda la creación, excepto
con el poder, la energía material o semifísica; no la originan, pero sí la
modifican, manipulan y direccionalizan. Tampoco tienen nada que ver con la
gravedad física, excepto para resistir su poder de atracción. Su relación con
la grave-dad es completamente negativa.
(323.5) 29:3.7 Los centros del poder utilizan
vastos mecanismos y coordinaciones del orden material en asociación con los
mecanismos vivientes de las varias concentraciones segregadas de energía. Cada
centro individual del poder está constituido de exactamente un millón de
unidades de control funcional, y estas unidades modificadoras de la energía no
son estacionarias como lo son los órganos vitales del cuerpo físico del hombre;
estos «órganos vitales» de la regulación del poder son móviles y verdaderamente
caleidoscópicos en sus posibilidades asociativas.
(323.6) 29:3.8 Está totalmente más allá de mi
capacidad explicar la manera en que estos seres vivientes llevan a cabo la
manipulación y regulación de los circuitos maestros de la energía universal.
Emprender la tarea de informaros ulteriormente sobre el tamaño y función de
estos gigantescos centros del poder casi perfectamente eficaces, tan sólo
aumentaría vuestra confusión y consternación. Son tanto vivientes como
«personales», pero están más allá de vuestra comprensión.
(323.7) 29:3.9 Fuera de Havona, los Centros
Supremos del Poder funcionan tan sólo en esferas especialmente construidas
(arquitectónicas) o en otros cuerpos espaciales debidamente constituidos. Los
mundos arquitectónicos se construyen de manera tal que los centros vivientes de
poder puedan actuar como interruptores selectivos para direccionalizar,
modificar y concentrar las energías del espacio al vertirlas sobre estas
esferas. No podrían funcionar en un sol o un planeta evolucionario común.
Ciertos grupos también se ocupan de las necesidades de calefacción y otras
necesidades materiales en estos mundos sede central especiales. Y aunque está más
allá del alcance del conocimiento urantiano, puedo declarar que estas órdenes
de personalidades vivientes de poder tienen mucho que ver con la distribución
de la luz que brilla sin calor. No producen este fenómeno, pero se ocupan de su
diseminación y direccionalización.
(323.8) 29:3.10 Los centros de la fuerza y sus
controladores subordinados son asignados a la operación de todas las energías
físicas del espacio organizado. Trabajan con tres corrientes básicas de diez
energías cada una. Ésa es la carga de energía del espacio organizado; y el
espacio organizado es su dominio. Los Directores del Poder Universal no tienen
nada que ver con aquellas tremendas acciones de fuerza que ahora ocurren fuera
de los límites de los siete superuniversos.
(324.1) 29:3.11 Los centros y controladores del
poder y ejercen un control perfecto sobre tan sólo siete de las diez formas de
energía contenidas en cada corriente básica universal; aquellas formas que
están parcial o totalmente exentas de su control deben representar los reinos
imprevisibles de la manifestación de la energía dominados por el Absoluto No
Cualificado. Si ejercen una influencia sobre las fuerzas primordiales de este
Absoluto, no conocemos tales funciones, aunque existe leve evidencia que
justificaría la opinión de que algunos de los controladores físicos, de vez en
cuando, reaccionan automáticamente a ciertos impulsos del Absoluto Universal.
(324.2) 29:3.12 Estos mecanismos vivientes del
poder no se relacionan conscientemente con el supercontrol de la energía en el
universo maestro ejercido por el Absoluto No Cualificado, pero suponemos que su
entero esquema casi perfecto de dirección del poder está subordinado de alguna
manera desconocida a esta presencia de supergravedad. En cualquier situación de
energía local, los centros y controladores ejercen casi la supremacía, pero
están siempre conscientes de la presencia de superenergía y de la actuación no
reconocible del Absoluto No Cualificado.
4. Los
Controladores Físicos Decanos
(324.3) 29:4.1 Estos seres son los subordinados
móviles de los Centros Supremos del Poder. Los controladores físicos están
dotados de capacidades de metamorfosis de la individualidad, de naturaleza tal
que pueden ocuparse de una notable variedad de autotransportes, siendo capaces
de atravesar el espacio local a velocidades que se asemejan a la velocidad de
los Mensajeros Solitarios. Pero como todos los demás atravesadores del espacio,
requieren la asistencia tanto de sus semejantes como de ciertos otros tipos de
seres para sobreponerse a la acción de la gravedad y a la resistencia de la
inercia al partir de una esfera material.
(324.4) 29:4.2 Los Controladores Físicos Decanos
sirven en todo el gran universo. Están gobernados directamente desde el Paraíso
por los Siete Directores Supremos del Poder en cuanto se refiere a las sedes
centrales de los superuniversos; desde aquí, ellos están dirigidos y
distribuidos por el Concilio del Equilibrio, los altos comisionados del poder
despachados por los Siete Espíritus Rectores desde las filas del personal de
los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados. Estos altos comisionados
están autorizados a interpretar las lecturas y registros de los frandalanques
decanos, esos instrumentos vivientes que indican la presión de la fuerza y la
carga de la energía de un superuniverso entero.
(324.5) 29:4.3 Aunque la presencia de las Deidades
del Paraíso rodea al gran universo y sobrecoge el círculo de la eternidad, la
influencia de cualquiera de los Siete Espíritus Rectores se limita a un solo
superuniverso. Existe una segregación clara de la energía y una separación de
los circuitos de poder entre cada una de las siete supercreaciones; de allí que
deban existir, como existen, métodos individualizados de control.
(324.6) 29:4.4 Los Controladores Físicos Decanos son
los vástagos directos de los Centros Supremos del Poder, y sus filas incluyen
los siguientes:
(324.7) 29:4.5 1. Los Directores Asociados del
Poder.
(324.8) 29:4.6 2. Los Controladores Mecánicos.
(324.9) 29:4.7 3. Los Transformadores de la Energía.
(325.1) 29:4.8 4. Los Transmisores de la Energía.
(325.2) 29:4.9 5. Los Asociadores Primarios.
(325.3) 29:4.10 6. Disociadores Secundarios.
(325.4) 29:4.11 7. Los Frandalanques y los Cronoldeques.
(324.8) 29:4.6 2. Los Controladores Mecánicos.
(324.9) 29:4.7 3. Los Transformadores de la Energía.
(325.1) 29:4.8 4. Los Transmisores de la Energía.
(325.2) 29:4.9 5. Los Asociadores Primarios.
(325.3) 29:4.10 6. Disociadores Secundarios.
(325.4) 29:4.11 7. Los Frandalanques y los Cronoldeques.
(325.5) 29:4.12 No todas estas órdenes son personas
en el sentido de poseer capacidad individual de selección. En especial, los
últimos cuatro parecerían totalmente automáticos y mecánicos en respuesta a los
impulsos de sus superiores y en reacción a las condiciones existentes de la
energía. Pero aunque dicha respuesta parezca totalmente mecánica, no lo es;
pueden parecer autómatas, pero todos ellos revelan una función diferencial de
la inteligencia.
(325.6) 29:4.13 La personalidad no es
necesariamente un concomitante de la mente. La mente puede pensar aun cuando se
la prive de toda capacidad de elección, así como ocurre en numerosos de los
tipos más bajos de animales y en algunos de estos controladores físicos
subordinados. Muchos de estos reguladores más automáticos del poder físico no
son personas en ningún sentido de la palabra. No están dotados de voluntad ni
de independencia de decisión, siendo totalmente subordinados a la perfección
mecánica de diseño de las tareas a ellos asignadas. Sin embargo, todos ellos
son seres altamente inteligentes.
(325.7) 29:4.14 Los controladores físicos se ocupan
principalmente del ajuste de las energías básicas no descubiertas en Urantia.
Estas energías desconocidas son muy esenciales para el sistema de transporte
interplanetario y para ciertas técnicas de comunicación. Cuando colocamos
líneas de energía para el propósito de llevar equivalentes del sonido o ampliar
la visión, estas formas no descubiertas de la energía son utilizadas por los
controladores físicos vivientes y sus asociados. Las criaturas intermedias
también utilizan estas mismas energías en varias ocasiones, en su tarea de
rutina.
(325.8) 29:4.15 1. Directores
Asociados del Poder. Estos
seres maravillosamente eficientes tienen a su cargo la asignación y despacho de
todas las órdenes de Controladores Físicos Decanos de acuerdo con las
necesidades constantemente cambiantes del estado energético que cambia
permanentemente en los reinos. Las vastas reservas de los controladores físicos
se mantienen en los mundos sede central de los sectores menores, y desde estos
puntos de concentración se los envía periódicamente por medio de los directores
asociados del poder a las sedes de los universos, constelaciones, sistemas y a
los planetas específicos. Cuando así están asignados, los controladores físicos
están provisionalmente sujetos a las órdenes de los ejecutivos divinos de las
comisiones conciliadoras, pero por otra parte están sujetos exclusivamente a
sus directores asociados y de los Centros Supremos del Poder.
(325.9) 29:4.16 Se asignan tres millones de
directores asociados del poder a cada uno de los sectores menores de Orvonton,
sumando así un total de tres mil millones de la cuota superuniversal de estos
sorprendentemente versátiles seres. Mantienen sus propias reservas en estos
mismos mundos de los sectores menores, en los cuales también sirven como
instructores para todos los que estudian las ciencias de las técnicas del
control y de la transmutación inteligente de la energía.
(325.10) 29:4.17 Estos directores alternan períodos
de servicio ejecutivo en los sectores menores con períodos equivalentes de
servicio de inspección en los reinos del espacio. Por lo menos un inspector
actuante está siempre presente en cada uno de los sistemas locales, con su sede
central en su esfera capital. Mantienen la totalidad del vasto agregado de
energía viviente en armoniosa sincronía.
(325.11) 29:4.18 2. Controladores
Mecánicos. Éstos son
los asistentes extraordinariamente versátiles y móviles de los directores
asociados del poder. Billones y billones de ellos están comisionados en Ensa, vuestro
sector menor. Estos seres se llaman controladores mecánicos porque están tan
completamente dominados por sus superiores, y están subordinados totalmente a
la voluntad de los directores asociados del poder. Sin embargo, son, por sí
mismos, muy inteligentes, y su trabajo, aunque mecánico y de tipo rutinario, se
realiza con habilidad.
(326.1) 29:4.19 De todos los Controladores Físicos
Decanos asignados a los mundos habitados, los controladores mecánicos son los
más poderosos. Cada controlador, teniendo la dote viviente de la antigravedad
en exceso a todos los demás seres, posee una resistencia a la gravedad igualada
tan sólo por esferas enormes que giran a velocidades extraordinarias. Diez de
estos controladores están estacionados ahora en Urantia, y una de sus
actividades planetarias más importantes consiste en facilitar la partida de los
transportes seráficos. En esta función, los diez controladores mecánicos actúan
al unísono, mientras que una batería de mil transmisores de energía provee el
impulso inicial para la partida seráfica.
(326.2) 29:4.20 Los controladores mecánicos son
competentes para direccionalizar el flujo de energía y para facilitar su
concentración en los circuitos o corrientes especializados. Estos poderosos
seres tienen mucho que ver con la segregación, direccionalización, e
intensificación de las energías físicas y con la igualización de las presiones
de los circuitos interplanetarios. Son expertos en la manipulación de veintiuna
de las treinta energías físicas del espacio, constituyendo la carga de poder de
un superuniverso. También son capaces de contribuir considerablemente en el
manejo y control de seis de las nueve formas más sutiles de la energía física.
Los directores asociados del poder, al colocar a estos controladores en relación
técnica apropiada entre sí y con algunos de los centros del poder, consiguen
llevar a cabo cambios increíbles en el ajuste del poder y el control de la
energía.
(326.3) 29:4.21 Los Controladores Físicos
Principales frecuentemente funcionan en baterías de cientos, miles y aún
millones, y variando sus posiciones y formaciones son capaces de controlar la
energía en una forma colectiva así como también en forma individual. A medida
que varían los requisitos, pueden aumentar y acelerar el volumen de energía y
movimiento o detener, condensar y retardar las corrientes de energía. Influyen
en las transformaciones de la energía y el poder, en cierto modo como los así
llamados agentes catalíticos aumentan las reacciones químicas. Funcionan por
habilidad inherente y en cooperación con los Centros Supremos del Poder.
(326.4) 29:4.22 3. Transformadores
de la Energía. El
número de estos seres en un superuniverso es increíble. En Satania solamente
hay casi un millón, y la cuota usual es de cien por cada mundo habitado.
(326.5) 29:4.23 Los transformadores de la energía
son la creación conjunta de los Siete Directores Supremos del Poder y los Siete
Supervisores Centrales. Están entre las órdenes más personales de controladores
físicos, y excepto en los casos en que se encuentra presente en un mundo
habitado un director asociado del poder, los transformadores están siempre a
cargo. Son los inspectores planetarios de todos los transportes seráficos que
se ausentan. Todas las clases de vida celestial pueden utilizar las órdenes
menos personales de los controladores físicos sólo por enlace con las órdenes
más personales de los directores asociados y de los transformadores de la
energía.
(326.6) 29:4.24 Estos transformadores son poderosos
y eficaces interruptores vivientes, siendo capaces de colocarse a favor o en
contra de una disposición o direccionalización del poder. También son hábiles
en sus esfuerzos en aislar a los planetas contra las poderosas corrientes de
energía que pasan entre gigantescos vecinos planetarios y estelares. Sus
atributos de transmutación de la energía los hacen sumamente útiles para la
tarea importante de mantener el equilibrio general de la energía, o equilibrio
del poder. A veces parecen consumir o almacenar la energía; en otros momentos,
parecen exudar o liberar la energía. Los transformadores son capaces de
aumentar o disminuir el potencial de «la batería» de las energías vivientes y
muertas en sus reinos respectivos. Pero tratan tan sólo con las energías
físicas y semimateriales, no funcionan directamente en el ámbito de vida, ni
tampoco cambian las formas de los seres vivientes.
(327.1) 29:4.25 En ciertos aspectos, los
transformadores de la energía son las más notables y misteriosas de todas las
criaturas vivientes semimateriales. De alguna manera desconocida, están
diferenciados físicamente, y mediante la variación de sus relaciones de enlace
son capaces de ejercer una influencia profunda sobre la energía que pasa a
través de sus presencias asociadas. El estado de los reinos físicos parece
sufrir una transformación bajo su manipulación perita. Pueden
cambiar la forma física de las energías del espacio, y lo hacen. Con la ayuda de sus compañeros
controladores, son efectivamente capaces de cambiar la forma y potencial de
veintisiete de las treinta energías físicas de la carga de poder
superuniversal. El hecho de que tres de estas energías están más allá de su
control prueba que no son instrumentalidades del Absoluto No Cualificado.
(327.2) 29:4.26 Los restantes cuatro grupos de
Controladores Físicos Decanos son difícilmente personas dentro de la definición
aceptable de esa palabra. Estos transmisores, asociadores, disociadores y
frandalanques son totalmente automáticos en sus reacciones; sin embargo, son,
en todo sentido, inteligentes. Nos encontramos grandemente limitados en nuestro
conocimiento de estas entidades maravillosas, porque no podemos comunicarnos
con ellas. Parecen comprender el lenguaje del reino, pero no pueden comunicarse
con nosotros. Parecen ser plenamente capaces de recibir nuestras comunicaciones,
pero no tienen poder para responder.
(327.3) 29:4.27 4. Transmisores
de la Energía. Estos
seres funcionan principalmente, aunque no totalmente, en una capacidad
interplanetaria. Son enviadores maravillosos de la energía tal como se la
manifiesta en los mundos individuales.
(327.4) 29:4.28 Cuando se envía energía a un nuevo
circuito, los transmisores se despliegan en una línea a lo largo del camino
deseado de la energía, y en virtud de sus atributos singulares de atracción de
la energía, pueden efectivamente inducir un aumento del flujo de energía hacia
la dirección deseada. Esto lo hacen tan literalmente como ciertos circuitos
metálicos direccionalizan el flujo de ciertas formas de energía eléctrica; y
son los superconductores vivientes para más de la mitad de las treinta formas
de energía física.
(327.5) 29:4.29 Los transmisores forman enlaces
hábiles que son eficaces para rehabilitar las corrientes debilitadas de energía
especializada que pasan de un planeta a otro y de una estación a otra en un
planeta específico. Ellos pueden detectar corrientes demasiado débiles para que
las reconozca cualquier otro tipo de ser vivo, y pueden aumentar estas energías
para que el mensaje acompañante se torne perfectamente inteligible. Sus
servicios son invaluables para los receptores de las transmisiones.
(327.6) 29:4.30 Los transmisores de la energía
pueden funcionar respecto de todas las formas de la percepción comunicable;
pueden hacer que una escena distante se torne «visible» así como un sonido
distante se torne «audible». Proveen las líneas de comunicación de urgencia en
los sistemas locales y en los planetas específicos. Prácticamente todas las
criaturas deben usar estos servicios para fines de communicación fuera de los
circuitos regularmente establecidos.
(327.7) 29:4.31 Estos seres, juntamente con los
transformadores de la energía, son indispensables para el mantenimiento de la
existencia mortal en los mundos que tienen una atmósfera empobrecida, y son
parte integral de la técnica de vida en los planetas de las razas no
respiradores.
(328.1) 29:4.32 5. Asociadores
Primarios. Estas
entidades interesantes e invaluables son extraordinarios conservadores y
custodios de la energía; algo así como una planta almacena luz solar, del mismo
modo estos organismos vivientes almacenan la energía durante los tiempos en que
sus manifestaciones son abundantes. Trabajan en una escala gigantesca,
convirtiendo las energías del espacio en un estado físico desconocido en
Urantia. También son capaces de llevar estas transformaciones al punto de
producir algunas de las unidades primitivas de la existencia material. Estos
seres actúan simplemente por su presencia. No se agotan ni se disminuyen de
ninguna manera por esta función; actúan como agentes catalíticos vivientes.
(328.2) 29:4.33 Durante las temporadas en que las
manifestaciones son menores, tienen la capacidad de liberar estas energías
acumuladas. Pero vuestro conocimiento de la energía y de la materia no es
suficientemente avanzado como para posibilitar una explicación de la técnica de
esta fase de su trabajo. Siempre laboran en cumplimiento de la ley universal,
manipulando y manejando átomos, electrones y ultimatones de una manera muy
semejante a la cual vosotros maniobráis los caracteres de la imprenta para
hacer que los mismos símbolos alfabéticos relaten cuentos vastamente distintos.
(328.3) 29:4.34 Los asociadores son el primer grupo
vivo que aparece en una esfera material en organización y pueden funcionar a
temperaturas físicas que vosotros consideraríais completamente incompatibles
con la existencia de seres vivientes. Representan una orden de vida que está
sencillamente más allá de la gama de la imaginación humana. Juntamente con sus
colaboradores, los disociadores, son los más serviles de todas las criaturas
inteligentes.
(328.4) 29:4.35 6. Disociadores
Secundarios. Comparados
con los asociadores primarios, estos seres enormemente dotados de antigravedad
son los trabajadores contrarios. No existe nunca peligro alguno de que las
formas especiales o modificadas de la energía física en los mundos locales o en
los sistemas locales se agoten, porque estas organizaciones vivientes están
dotadas del singular poder de evolucionar provisiones ilimitadas de energía. Se
ocupan principalmente de la evolución de una forma de energía que es casi
desconocida en Urantia, a partir de una forma de materia que se reconoce aún
menos. Son en verdad los alquimistas del espacio y los hacedores de maravillas
del tiempo. Pero de todas las maravillas que hacen, nunca traicionan los
mandatos de la Supremacía Cósmica.
(328.5) 29:4.36 7. Los
Frandalanques. Estos
seres son la creación conjunta de las tres órdenes de seres que controlan la
energía: los organizadores primarios y secundarios de la fuerza y los
directores del poder. Los frandalanques son los más numerosos de todos los
Controladores Físicos Decanos; solamente el número que funciona en Satania está
más allá de vuestra comprensión numérica. Están estacionados en todos los
mundos habitados y siempre están agregados a las órdenes más elevadas de los
controladores físicos. Funcionan en forma intercambiable en el universo
central, y en los superuniversos y en los dominios del espacio exterior.
(328.6) 29:4.37 Los frandalanques son creados en
treinta divisiones, una para cada forma de fuerza universal básica, y funcionan
exclusivamente como indicadores vivientes y automáticos de presencia, presión y
velocidad. Estos barómetros vivientes se ocupan exclusivamente del registro
automático e infalible del estado de todas las formas de la fuerza-energía.
Son, para el universo físico, lo que el vasto mecanismo de reflexividad es para
el universo de la mente. Los frandalanques que registran el tiempo además de la
presencia cuantitativa y cualitativa de la energía, se llaman cronoldeques.
(328.7) 29:4.38 Reconozco que los frandalanques son
inteligentes, pero no los puedo clasificar sino como máquinas vivientes.
Prácticamente la única forma en que os puedo ayudar a comprender estos
mecanismos vivientes consiste en compararlos con vuestros dispositivos mecánicos
que actúan con una precisión y exactitud casi inteligentes. Por lo tanto, si
deseáis concebir a estos seres, usad vuestra imaginación para reconocer que en
el gran universo contamos en realidad con mecanismos inteligentes y vivientes (entidades) que pueden realizar tareas
más complicadas que comprenden computaciones más extraordinarias, con
delicadeza de precisión aún mayor y con una precisión de ultimidad.
5. Los
Organizadores Decanos de la Fuerza
(329.1) 29:5.1 Los organizadores de la fuerza
residen en el Paraíso, pero funcionan en todo el universo maestro, más
particularmente en los dominios del espacio no organizado. Estos seres
extraordinarios no son ni creadores ni criaturas, y comprenden dos grandes
divisiones de servicio:
(329.2) 29:5.2 1. Los Organizadores de la Fuerza
Decanos Eventuados Primarios.
(329.3) 29:5.3 2. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(329.3) 29:5.3 2. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(329.4) 29:5.4 Estas dos poderosas órdenes de
manipuladores de la fuerza primordial trabajan exclusivamente bajo la
supervisión de los Arquitectos del Universo Maestro, y en este momento no
funcionan ampliamente dentro de los límites del gran universo.
(329.5) 29:5.5 Los Organizadores de la Fuerza
Decanos Primarios son los manipuladores de las fuerzas espaciales primordiales
o básicas del Absoluto No Cualificado; son creadores de nebulosas. Son los
instigadores vivientes de los ciclones de energía del espacio y los
organizadores primitivos y direccionalizadores de estas manifestaciones
gigantescas. Estos organizadores de la potencia transmutan la energía primordial (pre-energía que no responde a la
gravedad directa del Paraíso) en energía primaria o energía
poderosa, energía que
se transmuta de la atracción exclusiva del Absoluto No Cualificado a la
atracción de la gravedad de la Isla del Paraíso. De allí en adelante los
suceden los organizadores asociados de la fuerza, que continúan el proceso de
transmutación de la energía de la etapa primaria, a través de la etapa
secundaria o de gravedad-energía.
(329.6) 29:5.6 Cuando se completan los planes de
la creación de un universo local, señalado por la llegada de un Hijo Creador,
los Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados dejan el camino para las
órdenes de los directores del poder que actúan en el superuniverso de jurisdicción
astronómica. Pero en ausencia de dichos planes, los organizadores asociados de
la fuerza continúan indefinidamente a cargo de estas creaciones materiales, así
como ahora operan en el espacio exterior.
(329.7) 29:5.7 Los Organizadores Decanos de la Fuerza
resisten temperaturas y funcionan bajo condiciones físicas que serían
intolerables aún para los versátiles centros del poder y controladores físicos
de Orvonton. Los únicos otros tipos de seres revelados capaces de funcionar en
estos ámbitos del espacio exterior son los Mensajeros Solitarios y los
Espíritus Trinitarios Inspirados.
(329.8) 29:5.8 [Patrocinado por un Censor Universal que actúa por autoridad de los Ancianos de los Días en Uversa.]
Documento 30
Las Personalidades del Gran Universo
(330.1) 30:0.1 LAS personalidades y las entidades distintas a las personales que actualmente funcionan en el Paraíso y en el gran universo constituyen un número casi ilimitado de seres vivientes. Aún el número de las órdenes y tipos principales casi rebasaría la imaginación humana, sin contar los incontables subtipos y variaciones. Sin embargo, es deseable presentar alguna información de dos clasificaciones básicas de seres vivientes —una idea de la clasificación paradisiaca y una abreviación del Registro Uversano de Personalidades.
(330.2) 30:0.2 No
es posible formular clasificaciones completas y enteramente uniformes de las
personalidades del gran universo porque no todos los grupos
son revelados. Se requerirían numerosos documentos adicionales para cubrir la
revelación ulterior necesaria para clasificar sistemáticamente todos los
grupos. Dicha expansión conceptual difícilmente sería deseable porque privaría
a los mortales pensantes durante los próximos mil años de ese estímulo por la
especulación creadora que proporcionan estos conceptos parcialmente revelados.
Es mejor que el hombre no reciba una revelación demasiado amplia; eso ahogaría
la imaginación.
1. La Clasificación Paradisiaca de los Seres Vivientes
(330.3) 30:1.1 En
el Paraíso están clasificados los seres vivientes de acuerdo con la relación
inherente y lograda con las Deidades del Paraíso. Durante las grandes reuniones
del universo central y de los superuniversos, frecuentemente se agrupan
aquellos que están presentes de acuerdo con su origen: los de origen triuno, o
de logro de la Trinidad; los de origen dual; y los de origen singular. Es
difícil interpretar la clasificación paradisiaca de los seres vivientes para la
mente mortal, pero estamos autorizados para presentar lo que sigue:
(330.4) 30:1.2 I. SERES
DE ORIGEN TRIUNO. Los seres creados por las tres Deidades
Paradisiacas, sea como tales o como Trinidad, juntamente con el Cuerpo
Trinidizado, designación que se refiere a todos los grupos de seres
trinidizados, revelados y no revelados.
(330.5) 30:1.3 A. Los
Espíritus Supremos.
(330.6) 30:1.4 1.
Los Siete Espíritus Rectores.
(330.7) 30:1.5 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(330.8) 30:1.6 3. Las Siete Ordenes de Espíritus Reflexivos.
(330.7) 30:1.5 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(330.8) 30:1.6 3. Las Siete Ordenes de Espíritus Reflexivos.
(330.9) 30:1.7 B. Los
Hijos Trinitarios Estacionarios.
(330.10) 30:1.8 1.
Secretos Trinidizados de la Supremacía.
(330.11) 30:1.9 2. Eternos de los Días.
(330.12) 30:1.10 3. Ancianos de los Días.
(330.13) 30:1.11 4. Perfecciones de los Días.
(331.1) 30:1.12 5. Recientes de los Días.
(331.2) 30:1.13 6. Uniones de los Días.
(331.3) 30:1.14 7. Fieles de los Días.
(331.4) 30:1.15 8. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(331.5) 30:1.16 9. Consejeros Divinos.
(331.6) 30:1.17 10. Censores Universales.
(330.11) 30:1.9 2. Eternos de los Días.
(330.12) 30:1.10 3. Ancianos de los Días.
(330.13) 30:1.11 4. Perfecciones de los Días.
(331.1) 30:1.12 5. Recientes de los Días.
(331.2) 30:1.13 6. Uniones de los Días.
(331.3) 30:1.14 7. Fieles de los Días.
(331.4) 30:1.15 8. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(331.5) 30:1.16 9. Consejeros Divinos.
(331.6) 30:1.17 10. Censores Universales.
(331.7) 30:1.18 C. Seres
de Origen en la Trinidad y Seres Trinidizados.
(331.8) 30:1.19 1.
Hijos Instructores Trinitarios.
(331.9) 30:1.20 2. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(331.10) 30:1.21 3. Nativos de Havona.
(331.11) 30:1.22 4. Ciudadanos del Paraíso.
(331.12) 30:1.23 5. Seres No Revelados de Origen en la Trinidad.
(331.13) 30:1.24 6. Seres No Revelados Trinidizados por la Deidad.
(331.14) 30:1.25 7. Hijos Trinidizados de Logro.
(331.15) 30:1.26 8. Hijos Trinidizados de Selección.
(331.16) 30:1.27 9. Hijos Trinidizados de Perfección.
(331.17) 30:1.28 10. Hijos Trinidizados por las Criaturas.
(331.9) 30:1.20 2. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(331.10) 30:1.21 3. Nativos de Havona.
(331.11) 30:1.22 4. Ciudadanos del Paraíso.
(331.12) 30:1.23 5. Seres No Revelados de Origen en la Trinidad.
(331.13) 30:1.24 6. Seres No Revelados Trinidizados por la Deidad.
(331.14) 30:1.25 7. Hijos Trinidizados de Logro.
(331.15) 30:1.26 8. Hijos Trinidizados de Selección.
(331.16) 30:1.27 9. Hijos Trinidizados de Perfección.
(331.17) 30:1.28 10. Hijos Trinidizados por las Criaturas.
(331.18) 30:1.29 II. SERES
DE ORIGEN DUAL. Los que se originan en cualesquiera dos de las
Deidades Paradisiacas o son de alguna otra manera creados por dos seres
descendidos directa o indirectamente de las Deidades del Paraíso.
(331.19) 30:1.30 A. Las
Ordenes Descendentes.
(331.20) 30:1.31 1.
Hijos Creadores.
(331.21) 30:1.32 2. Hijos Magisteriales.
(331.22) 30:1.33 3. Estrellas Brillantes Matutinas.
(331.23) 30:1.34 4. Padres Melquisedek.
(331.24) 30:1.35 5. Los Melquisedek.
(331.25) 30:1.36 6. Los Vorondadek.
(331.26) 30:1.37 7. Los Lanonandek.
(331.27) 30:1.38 8. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(331.28) 30:1.39 9. Los Arcángeles.
(331.29) 30:1.40 10. Los Portadores de Vida.
(331.30) 30:1.41 11. Auxiliares Universales No Revelados.
(331.31) 30:1.42 12. Hijos de Dios No Revelados.
(331.21) 30:1.32 2. Hijos Magisteriales.
(331.22) 30:1.33 3. Estrellas Brillantes Matutinas.
(331.23) 30:1.34 4. Padres Melquisedek.
(331.24) 30:1.35 5. Los Melquisedek.
(331.25) 30:1.36 6. Los Vorondadek.
(331.26) 30:1.37 7. Los Lanonandek.
(331.27) 30:1.38 8. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(331.28) 30:1.39 9. Los Arcángeles.
(331.29) 30:1.40 10. Los Portadores de Vida.
(331.30) 30:1.41 11. Auxiliares Universales No Revelados.
(331.31) 30:1.42 12. Hijos de Dios No Revelados.
(331.32) 30:1.43 B. Las
Ordenes Estacionarias.
(331.33) 30:1.44 1.
Abandonteros.
(331.34) 30:1.45 2. Susatia.
(331.35) 30:1.46 3. Univitatia.
(331.36) 30:1.47 4. Espironga.
(331.37) 30:1.48 5. Seres No Revelados de Origen Dual.
(331.34) 30:1.45 2. Susatia.
(331.35) 30:1.46 3. Univitatia.
(331.36) 30:1.47 4. Espironga.
(331.37) 30:1.48 5. Seres No Revelados de Origen Dual.
(331.38) 30:1.49 C. Las
Ordenes Ascendentes.
(331.39) 30:1.50 1.
Mortales Fusionados con el Ajustador.
(331.40) 30:1.51 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(331.41) 30:1.52 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(331.42) 30:1.53 4. Seres Intermedios Trasladados.
(331.43) 30:1.54 5. Ascendentes No Revelados.
(331.40) 30:1.51 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(331.41) 30:1.52 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(331.42) 30:1.53 4. Seres Intermedios Trasladados.
(331.43) 30:1.54 5. Ascendentes No Revelados.
(332.1) 30:1.55 III. SERES
DE ORIGEN SINGULAR. Aquellos que se originan en una de las Deidades
del Paraíso o son de otra manera creados por un ser descendente directa o
indirectamente de las Deidades del Paraíso.
(332.2) 30:1.56 A. Los
Espíritus Supremos.
(332.3) 30:1.57 1.
Mensajeros de Gravedad.
(332.4) 30:1.58 2. Los Siete Espíritus de los Circuitos de Havona.
(332.5) 30:1.59 3. Los Doceveces Ayudantes del Circuito de Havona.
(332.6) 30:1.60 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(332.7) 30:1.61 5. Los Espíritus Maternos de los Universos.
(332.8) 30:1.62 6. Los Espíritus Ayudantes Séptuples de la Mente.
(332.9) 30:1.63 7. Seres No Revelados de Origen en la Deidad.
(332.4) 30:1.58 2. Los Siete Espíritus de los Circuitos de Havona.
(332.5) 30:1.59 3. Los Doceveces Ayudantes del Circuito de Havona.
(332.6) 30:1.60 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(332.7) 30:1.61 5. Los Espíritus Maternos de los Universos.
(332.8) 30:1.62 6. Los Espíritus Ayudantes Séptuples de la Mente.
(332.9) 30:1.63 7. Seres No Revelados de Origen en la Deidad.
(332.10) 30:1.64 B. Las
Ordenes Ascendentes.
(332.11) 30:1.65 1.
Ajustadores Personalizados.
(332.12) 30:1.66 2. Hijos Materiales Ascendentes.
(332.13) 30:1.67 3. Serafines Evolucionarios.
(332.14) 30:1.68 4. Querubines Evolucionarios.
(332.15) 30:1.69 5. Ascendentes No Revelados.
(332.12) 30:1.66 2. Hijos Materiales Ascendentes.
(332.13) 30:1.67 3. Serafines Evolucionarios.
(332.14) 30:1.68 4. Querubines Evolucionarios.
(332.15) 30:1.69 5. Ascendentes No Revelados.
(332.16) 30:1.70 C. La
Familia del Espíritu Infinito.
(332.17) 30:1.71 1.
Mensajeros Solitarios.
(332.18) 30:1.72 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(332.19) 30:1.73 3. Directores del Censo.
(332.20) 30:1.74 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(332.21) 30:1.75 5. Inspectores Asociados.
(332.22) 30:1.76 6. Centinelas Asignados.
(332.23) 30:1.77 7. Guías de los Graduados.
(332.24) 30:1.78 8. Servitales de Havona.
(332.25) 30:1.79 9. Conciliadores Universales.
(332.26) 30:1.80 10. Compañeros Morontiales.
(332.27) 30:1.81 11. Supernafines.
(332.28) 30:1.82 12. Seconafines.
(332.29) 30:1.83 13. Terciafines.
(332.30) 30:1.84 14. Omniafines.
(332.31) 30:1.85 15. Serafines.
(332.32) 30:1.86 16. Querubines y Sanobines.
(332.33) 30:1.87 17. Seres de Origen Espiritual No Revelados.
(332.34) 30:1.88 18. Los Siete Directores Supremos del Poder.
(332.35) 30:1.89 19. Los Centros Supremos del Poder.
(332.36) 30:1.90 20. Los Controladores Físicos Decanos.
(332.37) 30:1.91 21. Los Supervisores del Poder Morontial.
(332.18) 30:1.72 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(332.19) 30:1.73 3. Directores del Censo.
(332.20) 30:1.74 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(332.21) 30:1.75 5. Inspectores Asociados.
(332.22) 30:1.76 6. Centinelas Asignados.
(332.23) 30:1.77 7. Guías de los Graduados.
(332.24) 30:1.78 8. Servitales de Havona.
(332.25) 30:1.79 9. Conciliadores Universales.
(332.26) 30:1.80 10. Compañeros Morontiales.
(332.27) 30:1.81 11. Supernafines.
(332.28) 30:1.82 12. Seconafines.
(332.29) 30:1.83 13. Terciafines.
(332.30) 30:1.84 14. Omniafines.
(332.31) 30:1.85 15. Serafines.
(332.32) 30:1.86 16. Querubines y Sanobines.
(332.33) 30:1.87 17. Seres de Origen Espiritual No Revelados.
(332.34) 30:1.88 18. Los Siete Directores Supremos del Poder.
(332.35) 30:1.89 19. Los Centros Supremos del Poder.
(332.36) 30:1.90 20. Los Controladores Físicos Decanos.
(332.37) 30:1.91 21. Los Supervisores del Poder Morontial.
(332.38) 30:1.92 IV. SERES
TRASCENDENTALES EVENTUADOS. Se puede encontrar en el Paraíso una
hueste enorme de seres trascendentales cuyo origen ordinariamente no se revela
a los universos del tiempo y del espacio hasta que se establezcan en luz y
vida. Estos Trascendentales no son creadores ni criaturas; ellos son
hijos eventuados de la divinidad, la ultimidad y la eternidad.
Estos «eventuados» no son finitos ni infinitos, son absonitos; y
el absonitismo no es infinidad ni absolutez.
(333.1) 30:1.93 Estos
seres ni creadores ni creados son por siempre leales a la Trinidad del Paraíso
y obedientes al Último. Existen en cuatro niveles últimos de actividad de la
personalidad y funcionan en los siete niveles de lo absonito en doce grandes
divisiones que consisten de mil grupos principales de trabajo de siete clases
cada uno. Estos seres eventuados incluyen las siguientes órdenes:
(333.2) 30:1.94 1.
Los Arquitectos del Universo Maestro.
(333.3) 30:1.95 2. Los Registradores Trascendentales.
(333.4) 30:1.96 3. Otros Trascendentales.
(333.5) 30:1.97 4. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios Eventuados.
(333.6) 30:1.98 5. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(333.3) 30:1.95 2. Los Registradores Trascendentales.
(333.4) 30:1.96 3. Otros Trascendentales.
(333.5) 30:1.97 4. Los Organizadores de la Fuerza Decanos Primarios Eventuados.
(333.6) 30:1.98 5. Organizadores de la Fuerza Decanos Asociados Trascendentales.
(333.7) 30:1.99 Dios,
como superpersona, eventúa; Dios, como persona, crea; Dios, como prepersona,
fragmenta; y el fragmento de Dios que es el Ajustador evoluciona el alma
espiritual en la mente material y mortal de acuerdo con la selección por libre
albedrío de la personalidad que se ha donado a dicha criatura mortal por el
acto paternal de Dios como Padre.
(333.8) 30:1.100 V. ENTIDADES
FRAGMENTADAS DE LA DEIDAD. Esta orden de existencia viviente, que se
origina en el Padre Universal, se manifiesta más claramente en los Ajustadores
del Pensamiento, aunque estas entidades no son de manera alguna las únicas
fragmentaciones de la realidad prepersonal de la Primera Fuente y Centro. Son
múltiples y poco conocidas las funciones de los fragmentos distintos a los
Ajustadores. La fusión con un Ajustador o con otro fragmento de este tipo
constituye a la criatura en un ser fusionado con el Padre.
(333.9) 30:1.101 Debe
mencionarse aquí que las fragmentaciones del espíritu premente de la Tercera
Fuente y Centro, aunque en realidad no son comparables con los fragmentos del
Padre difieren muy grandemente de los Ajustadores; no residen en Spiritington
como tales, tampoco atraviesan los circuitos de la gravedadmente; tampoco
habitan las criaturas mortales durante su vida en la carne. No son
prepersonales en el sentido en que lo son los Ajustadores, pero dichos
fragmentos de espíritu premente se otorgan a algunos de los mortales
sobrevivientes, y la fusión con ellos los constituye enmortales fusionados
con el Espíritu, en contradistinción con los mortales fusionados con el
Ajustador.
(333.10) 30:1.102 Aún
más difícil de describir es el espíritu individualizado de un Hijo Creador, la
unión con el cual constituye a la criatura en un mortal fusionado con
el Hijo. Existen aún otras fragmentaciones de la Deidad.
(333.11) 30:1.103 VI. SERES
SUPERPERSONALES. Hay vastas huestes de seres de origen divino
distintos a los seres personales cuyos servicios son múltiples en el universo
de los universos. Algunos de estos seres residen en los mundos del Paraíso del
Hijo; otros, como los representantes superpersonales del Hijo Eterno, se
encuentran en otros lugares. En su mayor parte no se los menciona en estas
narrativas y sería totalmente inútil intentar describirlos a las
criaturas personales.
(333.12) 30:1.104 VII. ÓRDENES
NO CLASIFICADAS Y NO REVELADAS. Durante la presente edad universal no
sería posible colocar a todos los seres, tanto personales como de otra índole,
dentro de clasificaciones pertenecientes a la presente era universal; tampoco
han sido reveladas todas estas categorías en estas narrativas; de aquí que
muchas órdenes se han omitido de estas listas. Considerad las siguientes:
(333.13) 30:1.105 El
Consumador del Destino Universal.
(333.14) 30:1.106 Los Vicerregentes Cualificados del Último.
(334.1) 30:1.107 Los Supervisores No Cualificados del Supremo.
(334.2) 30:1.108 Las Agencias Creadoras No Reveladas de los Ancianos de los Días.
(334.3) 30:1.109 Majeston del Paraíso.
(334.4) 30:1.110 Los Enlaces Reflexivadores Innominados de Majeston.
(334.5) 30:1.111 Las Ordenes Midsonitas de los Universos Locales.
(333.14) 30:1.106 Los Vicerregentes Cualificados del Último.
(334.1) 30:1.107 Los Supervisores No Cualificados del Supremo.
(334.2) 30:1.108 Las Agencias Creadoras No Reveladas de los Ancianos de los Días.
(334.3) 30:1.109 Majeston del Paraíso.
(334.4) 30:1.110 Los Enlaces Reflexivadores Innominados de Majeston.
(334.5) 30:1.111 Las Ordenes Midsonitas de los Universos Locales.
(334.6) 30:1.112 No
es necesario asignar un significado especial al hecho de que estas órdenes se
enumeren conjuntamente, excepto que ninguna de ellas aparece en la
clasificación paradisiaca tal como se la revela aquí. Éstos son los pocos no
clasificados; aún tenéis que aprender de los muchos no revelados.
(334.7) 30:1.113 Existen
espíritus: entidades de espíritu, presencias espirituales, espíritus
personales, espíritus prepersonales, espíritus superpersonales, existencias de
espíritu, personalidades de espíritu —pero ni el lenguaje mortal ni el
intelecto mortal son adecuados. Sin embargo, podemos declarar que no existen
personalidades de «mente pura»; ninguna entidad tiene personalidad a menos que
esté dotada de ella por Dios, quien es espíritu. Cualquier entidad mental que
no esté asociada con la energía espiritual o física no es una personalidad.
Pero en el mismo sentido en que existen personalidades espirituales que tienen
mente, existen personalidades mentales que tienen espíritu. Majeston y sus
asociados son ilustraciones bastante buenas de seres dominados por la mente,
pero existen ilustraciones mejores de este tipo de personalidad, desconocidas
para vosotros. También existen órdenes enteras no reveladas de dichas personalidades
de mente, pero están siempre asociadas con el espíritu. Algunas otras
criaturas no reveladas son lo que podría denominarse personalidades de
energía mental y física. Este tipo de ser no responde a la gravedad
espiritual, pero sin embargo es una verdadera personalidad —está dentro del
circuito del Padre.
(334.8) 30:1.114 Estas
narrativas ni siquiera empiezan —no podrían— a agotar la historia de las
criaturas, creadores, eventuadas y aún otros seres vivientes que existen de
otra manera, que viven y adoran y sirven en los pululantes universos del tiempo
y en el universo central de la eternidad. Vosotros, los mortales, sois
personas; de aquí que podamos describir a los seres que son personalizados, pero
¿cómo podría explicárseos un ser absonidizado?
2. El Registro Uversano de Personalidades
(334.9) 30:2.1 La
familia de seres vivientes está registrada en Uversa en siete grandes
divisiones:
(334.10) 30:2.2 1.
Las Deidades del Paraíso.
(334.11) 30:2.3 2. Los Espíritus Supremos.
(334.12) 30:2.4 3. Los Seres de Origen en la Trinidad.
(334.13) 30:2.5 4. Los Hijos de Dios.
(334.14) 30:2.6 5. Las Personalidades del Espíritu Infinito.
(334.15) 30:2.7 6. Los Directores del Poder Universal.
(334.16) 30:2.8 7. El Cuerpo de Ciudadanos Permanentes.
(334.11) 30:2.3 2. Los Espíritus Supremos.
(334.12) 30:2.4 3. Los Seres de Origen en la Trinidad.
(334.13) 30:2.5 4. Los Hijos de Dios.
(334.14) 30:2.6 5. Las Personalidades del Espíritu Infinito.
(334.15) 30:2.7 6. Los Directores del Poder Universal.
(334.16) 30:2.8 7. El Cuerpo de Ciudadanos Permanentes.
(334.17) 30:2.9 Estos
grupos de criaturas volitivas se dividen en numerosas clases y subdivisiones
menores. La presentación de esta clasificación de las personalidades del gran
universo se ocupa sin embargo principalmente de establecer aquellas órdenes de
seres inteligentes que se han revelado en estas narrativas, la mayoría de las
cuales serán encontradas en la experiencia ascendente de los mortales del
tiempo al ascender progresivamente hacia el Paraíso. Las siguientes
enumeraciones no mencionan vastas órdenes de seres universales que llevan a
cabo su tarea aparte del esquema de ascensión mortal.
(335.1) 30:2.10 I. LAS
DEIDADES DEL PARAÍSO.
(335.2) 30:2.11 1.
El Padre Universal.
(335.3) 30:2.12 2. El Hijo Eterno.
(335.4) 30:2.13 3. El Espíritu Infinito.
(335.3) 30:2.12 2. El Hijo Eterno.
(335.4) 30:2.13 3. El Espíritu Infinito.
(335.5) 30:2.14 II. LOS
ESPÍRITUS SUPREMOS.
(335.6) 30:2.15 1.
Los Siete Espíritus Rectores.
(335.7) 30:2.16 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(335.8) 30:2.17 3. Los Siete Grupos de Espíritus Reflexivos.
(335.9) 30:2.18 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(335.10) 30:2.19 5. Los Siete Espíritus de los Circuitos.
(335.11) 30:2.20 6. Los Espíritus Creativos de los Universos Locales.
(335.12) 30:2.21 7. Los Espíritus Ayudantes de la Mente.
(335.7) 30:2.16 2. Los Siete Ejecutivos Supremos.
(335.8) 30:2.17 3. Los Siete Grupos de Espíritus Reflexivos.
(335.9) 30:2.18 4. Los Auxiliares Reflexivos de Imagen.
(335.10) 30:2.19 5. Los Siete Espíritus de los Circuitos.
(335.11) 30:2.20 6. Los Espíritus Creativos de los Universos Locales.
(335.12) 30:2.21 7. Los Espíritus Ayudantes de la Mente.
(335.13) 30:2.22 III. LOS
SERES DE ORIGEN EN LA TRINIDAD.
(335.14) 30:2.23 1.
Secretos Trinidizados de la Supremacía.
(335.15) 30:2.24 2. Eternos de los Días.
(335.16) 30:2.25 3. Ancianos de los Días.
(335.17) 30:2.26 4. Perfecciones de los Días.
(335.18) 30:2.27 5. Recientes de los Días.
(335.19) 30:2.28 6. Uniones de los Días.
(335.20) 30:2.29 7. Fieles de los Días.
(335.21) 30:2.30 8. Hijos Instructores Trinitarios.
(335.22) 30:2.31 9. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(335.23) 30:2.32 10. Consejeros Divinos.
(335.24) 30:2.33 11. Censores Universales.
(335.25) 30:2.34 12. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(335.26) 30:2.35 13. Nativos de Havona.
(335.27) 30:2.36 14. Ciudadanos del Paraíso.
(335.15) 30:2.24 2. Eternos de los Días.
(335.16) 30:2.25 3. Ancianos de los Días.
(335.17) 30:2.26 4. Perfecciones de los Días.
(335.18) 30:2.27 5. Recientes de los Días.
(335.19) 30:2.28 6. Uniones de los Días.
(335.20) 30:2.29 7. Fieles de los Días.
(335.21) 30:2.30 8. Hijos Instructores Trinitarios.
(335.22) 30:2.31 9. Perfeccionadores de la Sabiduría.
(335.23) 30:2.32 10. Consejeros Divinos.
(335.24) 30:2.33 11. Censores Universales.
(335.25) 30:2.34 12. Espíritus Trinitarios Inspirados.
(335.26) 30:2.35 13. Nativos de Havona.
(335.27) 30:2.36 14. Ciudadanos del Paraíso.
(335.28) 30:2.37 IV. LOS
HIJOS DE DIOS.
(335.29) 30:2.38 A. Hijos
Descendentes.
(335.30) 30:2.39 15.
Hijos Creadores —Micaeles.
(335.31) 30:2.40 16. Hijos Magisteriales —Avonales.
(335.32) 30:2.41 17. Hijos Instructores Trinitarios —Dainales.
(335.33) 30:2.42 18. Hijos Melquisedek.
(335.34) 30:2.43 19. Hijos Vorondadek.
(335.35) 30:2.44 20. Hijos Lanonandek.
(335.36) 30:2.45 21. Hijos Portadores de Vida.
(335.31) 30:2.40 16. Hijos Magisteriales —Avonales.
(335.32) 30:2.41 17. Hijos Instructores Trinitarios —Dainales.
(335.33) 30:2.42 18. Hijos Melquisedek.
(335.34) 30:2.43 19. Hijos Vorondadek.
(335.35) 30:2.44 20. Hijos Lanonandek.
(335.36) 30:2.45 21. Hijos Portadores de Vida.
(335.37) 30:2.46 B. Hijos
Ascendentes.
(335.38) 30:2.47 1.
Mortales Fusionados con el Padre.
(335.39) 30:2.48 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(335.40) 30:2.49 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(335.41) 30:2.50 4. Serafines Evolucionarios.
(335.42) 30:2.51 5. Hijos Materiales Ascendentes.
(335.43) 30:2.52 6. Seres Intermedios Trasladados.
(335.44) 30:2.53 7. Ajustadores Personalizados.
(335.39) 30:2.48 2. Mortales Fusionados con el Hijo.
(335.40) 30:2.49 3. Mortales Fusionados con el Espíritu.
(335.41) 30:2.50 4. Serafines Evolucionarios.
(335.42) 30:2.51 5. Hijos Materiales Ascendentes.
(335.43) 30:2.52 6. Seres Intermedios Trasladados.
(335.44) 30:2.53 7. Ajustadores Personalizados.
(336.1) 30:2.54 C. Hijos
Trinidizados.
(336.2) 30:2.55 1.
Mensajeros Poderosos.
(336.3) 30:2.56 2. Aquellos Elevados en Autoridad.
(336.4) 30:2.57 3. Aquellos sin Nombre ni Número.
(336.5) 30:2.58 4. Custodios Trinidizados.
(336.6) 30:2.59 5. Embajadores Trinidizados.
(336.7) 30:2.60 6. Guardianes Celestiales.
(336.8) 30:2.61 7. Asistentes de los Hijos Elevados.
(336.9) 30:2.62 8. Hijos Trinidizados por los Ascendentes.
(336.10) 30:2.63 9. Hijos Trinidizados por Paraíso-Havona.
(336.11) 30:2.64 10. Hijos Trinidizados de Destino.
(336.3) 30:2.56 2. Aquellos Elevados en Autoridad.
(336.4) 30:2.57 3. Aquellos sin Nombre ni Número.
(336.5) 30:2.58 4. Custodios Trinidizados.
(336.6) 30:2.59 5. Embajadores Trinidizados.
(336.7) 30:2.60 6. Guardianes Celestiales.
(336.8) 30:2.61 7. Asistentes de los Hijos Elevados.
(336.9) 30:2.62 8. Hijos Trinidizados por los Ascendentes.
(336.10) 30:2.63 9. Hijos Trinidizados por Paraíso-Havona.
(336.11) 30:2.64 10. Hijos Trinidizados de Destino.
(336.12) 30:2.65 V. PERSONALIDADES
DEL ESPÍRITU INFINITO.
(336.13) 30:2.66 A. Personalidades
Más Elevadas del Espíritu Infinito.
(336.14) 30:2.67 1.
Mensajeros Solitarios.
(336.15) 30:2.68 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(336.16) 30:2.69 3. Directores de Censo.
(336.17) 30:2.70 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(336.18) 30:2.71 5. Inspectores Asociados.
(336.19) 30:2.72 6. Centinelas Asignados.
(336.20) 30:2.73 7. Guías de los Graduados.
(336.15) 30:2.68 2. Supervisores de los Circuitos del Universo.
(336.16) 30:2.69 3. Directores de Censo.
(336.17) 30:2.70 4. Auxiliares Personales del Espíritu Infinito.
(336.18) 30:2.71 5. Inspectores Asociados.
(336.19) 30:2.72 6. Centinelas Asignados.
(336.20) 30:2.73 7. Guías de los Graduados.
(336.21) 30:2.74 B. Las
Huestes Mensajeras del Espacio.
(336.22) 30:2.75 1.
Servitales de Havona.
(336.23) 30:2.76 2. Conciliadores Universales.
(336.24) 30:2.77 3. Consejeros Técnicos.
(336.25) 30:2.78 4. C ustodios de los Registros en el Paraíso.
(336.26) 30:2.79 5. Registradores Celestiales.
(336.27) 30:2.80 6. Compañeros Morontiales.
(336.28) 30:2.81 7. Compañeros Paradisiacos.
(336.23) 30:2.76 2. Conciliadores Universales.
(336.24) 30:2.77 3. Consejeros Técnicos.
(336.25) 30:2.78 4. C ustodios de los Registros en el Paraíso.
(336.26) 30:2.79 5. Registradores Celestiales.
(336.27) 30:2.80 6. Compañeros Morontiales.
(336.28) 30:2.81 7. Compañeros Paradisiacos.
(336.29) 30:2.82 C. Los
Espíritus Ministrantes.
(336.30) 30:2.83 1.
Supernafines.
(336.31) 30:2.84 2. Seconafines.
(336.32) 30:2.85 3. Terciafines.
(336.33) 30:2.86 4. Omniafines.
(336.34) 30:2.87 5. Serafines.
(336.35) 30:2.88 6. Querubines y Sanobines.
(336.36) 30:2.89 7. Seres Intermedios.
(336.31) 30:2.84 2. Seconafines.
(336.32) 30:2.85 3. Terciafines.
(336.33) 30:2.86 4. Omniafines.
(336.34) 30:2.87 5. Serafines.
(336.35) 30:2.88 6. Querubines y Sanobines.
(336.36) 30:2.89 7. Seres Intermedios.
(336.37) 30:2.90 VI. LOS
DIRECTORES DEL PODER UNIVERSAL.
(336.38) 30:2.91 A. Los
Siete Directores Supremos del Poder.
(336.39) 30:2.92 B. Los
Centros Supremos del Poder.
(336.40) 30:2.93 1.
Supervisores Supremos del Centro.
(336.41) 30:2.94 2. Centros de Havona.
(336.42) 30:2.95 3. Centros de los Superuniversos.
(336.43) 30:2.96 4. Centros de los Universos Locales.
(336.44) 30:2.97 5. Centros de las Constelaciones.
(336.45) 30:2.98 6. Centros de los Sistemas.
(336.46) 30:2.99 7. Centros No Clasificados.
(336.41) 30:2.94 2. Centros de Havona.
(336.42) 30:2.95 3. Centros de los Superuniversos.
(336.43) 30:2.96 4. Centros de los Universos Locales.
(336.44) 30:2.97 5. Centros de las Constelaciones.
(336.45) 30:2.98 6. Centros de los Sistemas.
(336.46) 30:2.99 7. Centros No Clasificados.
(337.1) 30:2.100 C. Controladores
Físicos Decanos.
(337.2) 30:2.101 1.
Directores Asociados del Poder.
(337.3) 30:2.102 2. Controladores Mecánicos.
(337.4) 30:2.103 3. Transformadores de la Energía.
(337.5) 30:2.104 4. Transmisores de la Energía.
(337.6) 30:2.105 5. Asociadores Primarios.
(337.7) 30:2.106 6. Disociadores Secundarios.
(337.8) 30:2.107 7. Frandalanques y Cronoldeques.
(337.3) 30:2.102 2. Controladores Mecánicos.
(337.4) 30:2.103 3. Transformadores de la Energía.
(337.5) 30:2.104 4. Transmisores de la Energía.
(337.6) 30:2.105 5. Asociadores Primarios.
(337.7) 30:2.106 6. Disociadores Secundarios.
(337.8) 30:2.107 7. Frandalanques y Cronoldeques.
(337.9) 30:2.108 D. Supervisores
del Poder Morontial.
(337.10) 30:2.109 1.
Reguladores de los Circuitos.
(337.11) 30:2.110 2. Coordinadores de los Sistemas.
(337.12) 30:2.111 3. Custodios Planetarios.
(337.13) 30:2.112 4. Controladores Combinados.
(337.14) 30:2.113 5. Estabilizadores de Enlace.
(337.15) 30:2.114 6. Clasificadores Selectivos.
(337.16) 30:2.115 7. Registradores Asociados.
(337.11) 30:2.110 2. Coordinadores de los Sistemas.
(337.12) 30:2.111 3. Custodios Planetarios.
(337.13) 30:2.112 4. Controladores Combinados.
(337.14) 30:2.113 5. Estabilizadores de Enlace.
(337.15) 30:2.114 6. Clasificadores Selectivos.
(337.16) 30:2.115 7. Registradores Asociados.
(337.17) 30:2.116 VII. EL
CUERPO DE CIUDADANOS PERMANENTES.
(337.18) 30:2.117 1.
Los Seres Intermedios Planetarios.
(337.19) 30:2.118 2. Los Hijos Adánicos de los Sistemas.
(337.20) 30:2.119 3. Los Univitatia de las Constelaciones.
(337.21) 30:2.120 4. Los Susatia de los Universos Locales.
(337.22) 30:2.121 5. Los Mortales de los Universos Locales Fusionados con el Espíritu
(337.23) 30:2.122 6. Los Abandonteros del Superuniverso.
(337.24) 30:2.123 7. Los Mortales de los Superuniversos Fusionados con el Hijo.
(337.25) 30:2.124 8. Los Nativos de Havona.
(337.26) 30:2.125 9. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Espíritu.
(337.27) 30:2.126 10. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Padre.
(337.28) 30:2.127 11. Los Ciudadanos Creados del Paraíso.
(337.29) 30:2.128 12. Los Mortales Ciudadanos del Paraíso Fusionadoscon el Ajustador.
(337.19) 30:2.118 2. Los Hijos Adánicos de los Sistemas.
(337.20) 30:2.119 3. Los Univitatia de las Constelaciones.
(337.21) 30:2.120 4. Los Susatia de los Universos Locales.
(337.22) 30:2.121 5. Los Mortales de los Universos Locales Fusionados con el Espíritu
(337.23) 30:2.122 6. Los Abandonteros del Superuniverso.
(337.24) 30:2.123 7. Los Mortales de los Superuniversos Fusionados con el Hijo.
(337.25) 30:2.124 8. Los Nativos de Havona.
(337.26) 30:2.125 9. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Espíritu.
(337.27) 30:2.126 10. Los Nativos de las Esferas Paradisiacas del Padre.
(337.28) 30:2.127 11. Los Ciudadanos Creados del Paraíso.
(337.29) 30:2.128 12. Los Mortales Ciudadanos del Paraíso Fusionadoscon el Ajustador.
(337.30) 30:2.129 Ésta
es una clasificación de trabajo de las personalidades de los universos tal como
están registradas en la sede central de Uversa.
(337.31) 30:2.130 GRUPOS
DE PERSONALIDADES COMPUESTAS. Existen en Uversa los registros de
numerosos grupos adicionales de seres inteligentes, seres que también se
relacionan estrechamente con la organización y administración del gran
universo. Entre dichas órdenes están los siguientes tres grupos de
personalidades compuestas:
(337.32) 30:2.131 A. El
Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad.
(337.33) 30:2.132 1.
El Cuerpo de Finalistas Mortales.
(337.34) 30:2.133 2. El Cuerpo de Finalistas del Paraíso.
(337.35) 30:2.134 3. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados.
(337.36) 30:2.135 4. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados Conjuntos.
(337.37) 30:2.136 5. El Cuerpo de Finalistas de Havona.
(337.38) 30:2.137 6. El Cuerpo de Finalistas Trascendentales.
(337.39) 30:2.138 7. El Cuerpo de Hijos de Destino No Revelados.
(337.34) 30:2.133 2. El Cuerpo de Finalistas del Paraíso.
(337.35) 30:2.134 3. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados.
(337.36) 30:2.135 4. El Cuerpo de Finalistas Trinidizados Conjuntos.
(337.37) 30:2.136 5. El Cuerpo de Finalistas de Havona.
(337.38) 30:2.137 6. El Cuerpo de Finalistas Trascendentales.
(337.39) 30:2.138 7. El Cuerpo de Hijos de Destino No Revelados.
(337.40) 30:2.139 El
Cuerpo Mortal de la Finalidad se trata en la narrativa próxima, que es la
última de esta serie.
(338.1) 30:2.140 B. Los
Auxiliares Universales.
(338.2) 30:2.141 1.
Estrellas Brillantes Matutinas.
(338.3) 30:2.142 2. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(338.4) 30:2.143 3. Arcángeles.
(338.5) 30:2.144 4. Asistentes Altísimos.
(338.6) 30:2.145 5. Altos Comisionados
(338.7) 30:2.146 6. Supervisores Celestiales.
(338.8) 30:2.147 7. Maestros de los Mundos de Estancia.
(338.3) 30:2.142 2. Estrellas Brillantes Vespertinas.
(338.4) 30:2.143 3. Arcángeles.
(338.5) 30:2.144 4. Asistentes Altísimos.
(338.6) 30:2.145 5. Altos Comisionados
(338.7) 30:2.146 6. Supervisores Celestiales.
(338.8) 30:2.147 7. Maestros de los Mundos de Estancia.
(338.9) 30:2.148 En
todos los mundos sede central, tanto de los universos locales como de los
superuniversos, se atienden a las necesidades de estos seres, que se ocupan de
misiones específicas en nombre de los Hijos Creadores, los gobernantes de los
universos locales. Estos Auxiliares Universalesson bienvenidos en
Uversa, pero no tenemos jurisdicción sobre ellos. Estos emisarios llevan a cabo
su tarea y sus observaciones bajo la autoridad de los Hijos Creadores. Sus
actividades se describen más plenamente en la narrativa correspondiente a
vuestro universo local.
(338.10) 30:2.149 C. Las
Siete Colonias de Cortesía.
(338.11) 30:2.150 1.
Estudiantes Estelares.
(338.12) 30:2.151 2. Artesanos Celestiales.
(338.13) 30:2.152 3. Directores de Reversión.
(338.14) 30:2.153 4. Instructores de las Facultades de Extensión.
(338.15) 30:2.154 5. Los Distintos Cuerpos de Reserva.
(338.16) 30:2.155 6. Estudiantes Visitantes.
(338.17) 30:2.156 7. Peregrinos Ascendentes.
(338.12) 30:2.151 2. Artesanos Celestiales.
(338.13) 30:2.152 3. Directores de Reversión.
(338.14) 30:2.153 4. Instructores de las Facultades de Extensión.
(338.15) 30:2.154 5. Los Distintos Cuerpos de Reserva.
(338.16) 30:2.155 6. Estudiantes Visitantes.
(338.17) 30:2.156 7. Peregrinos Ascendentes.
(338.18) 30:2.157 Estos
siete grupos de seres se encontrarán así organizados y gobernados en todos los
mundos sede central, desde los sistemas locales hasta las capitales de los
superuniversos, particularmente en estas últimas. Las capitales de los siete
superuniversos son los sitios de reunión de casi todas las clases y órdenes de
seres inteligentes. Con excepción de numerosos grupos de Paraíso-Havoneros,
aquí se pueden observar y estudiar las criaturas volitivas de todas las fases
de la existencia.
3. Las Colonias de Cortesía
(338.19) 30:3.1 Las
siete colonias de cortesía permanecen en las esferas arquitectónicas durante
períodos más o menos prolongados mientras se ocupan de completar sus misiones y
de realizar asignaciones especiales. Se puede describir su trabajo como sigue:
(338.20) 30:3.2 1. Los
Estudiantes Estelares, los astrónomos celestiales, eligen trabajar en
esferas tales como Uversa porque estos mundos construidos en forma especial son
particularmente favorables para sus observaciones y cálculos. Uversa está
favorablemente ubicada para el trabajo de esta colonia, no sólo por su
ubicación central, sino también porque no existen soles gigantescos cercanos ni
vivos ni muertos que podrían alterar las corrientes de energía. Estos investigadores
no se conectan de ninguna manera orgánicamente con los asuntos del
superuniverso; son meramente huéspedes.
(338.21) 30:3.3 La
colonia uversana de astronomía contiene individuos que provienen de muchos de
los reinos cercanos, del universo central y aun de Norlatiadek. Todo ser de
cualquier mundo de cualquier sistema de cualquier universo puede convertirse en
un estudiante estelar, puede aspirar a unirse a un cuerpo de astrónomos
celestiales. Los únicos requisitos son: vida continuada y conocimientos suficientes
de los mundos del espacio, especialmente de sus leyes físicas de evolución y
control. No se exige de los estudiantes estelares que sirvan eternamente en
este cuerpo; pero nadie que haya sido admitido a este grupo puede retirarse en
menos de un milenio del tiempo de Uversa.
(339.1) 30:3.4 La
colonia de observadores estelares de Uversa cuenta ahora con más de un millón
de seres. Estos astrónomos van y vienen, aunque algunos se quedan durante
períodos comparativamente prolongados. Llevan a cabo su tarea con la ayuda de
una multitud de instrumentos mecánicos y dispositivos físicos; también están
grandemente asistidos por los Mensajeros Solitarios y otros exploradores
espirituales. Estos astrónomos celestiales hacen uso constante de los
transformadores y transmisores vivientes de la energía, así como también de las
personalidades reflexivas, en su trabajo de estudio estelar e investigación
espacial. Estudian todas las formas y fases de la materia del espacio y de las
manifestaciones de energía, y están igualmente interesados en la función de la
fuerza y en los fenómenos estelares; nada escapa a su escrutinio en todo el
espacio.
(339.2) 30:3.5 Se
encuentran colonias semejantes de astrónomos en los mundos sede central de los
sectores del superuniverso, así como también en las capitales arquitectónicas
de los universos locales y en sus subdivisiones administrativas. A excepción
del Paraíso, el conocimiento no es inherente; comprender el universo físico
depende grandemente de la observación e investigación.
(339.3) 30:3.6 2. Los
Artesanos Celestiales sirven en todas partes de los siete
superuniversos. Los mortales ascendentes tienen su contacto inicial con estos
grupos en la carrera morontial del universo local, en relación con el cual
estos artesanos se tratarán más plenamente.
(339.4) 30:3.7 3. Los
Directores de Reversión son los promotores del descanso y del humor —
la reversión a recuerdos pasados. Son de gran utilidad en la operación práctica
del esquema ascendente de la progresión mortal, especialmente durante las
primeras fases de la transición morontial y de la experiencia espiritual. Su
historia pertenece a la narrativa de la carrera mortal en el universo local.
(339.5) 30:3.8 4. Los
Instructores de las Facultades de Extensión. El mundo residencial correspondiente
al peldaño siguiente en la carrera ascendente siempre mantiene un robusto
cuerpo de maestros en el mundo que está directamente por debajo, un tipo de
escuela preparatoria para los residentes en progreso de esa esfera; ésta es una
fase del esquema ascendente para los peregrinos del tiempo en avance. Estas
facultades, sus métodos de instrucción y exámenes, son totalmente distintas de
lo que tratáis experimentar en Urantia.
(339.6) 30:3.9 Todo
el plan ascendente de la progresión mortal está caracterizado por la práctica
de transmitir a otros seres la nueva verdad y la experiencia, tan pronto como
son adquiridas. Vosotros os abrís camino a través de la prolongada escuela de
logro del Paraíso, sirviendo como maestros para aquellos estudiantes que están
directamente por debajo de vosotros en la escala de progresión.
(339.7) 30:3.10 5. Los
Distintos Cuerpos de Reserva. Se movilizan en Uversa vastas reservas
de seres que no están bajo nuestra supervisión inmediata como colonia de cuerpo
de reserva. En Uversa hay setenta divisiones primarias de estas colonias; pasar
una temporada con estas extraordinarias personalidades constituye una verdadera
educación liberal. En Salvington y en otras capitales de los universos se
mantienen reservas generales similares; éstas se envían al servicio activo por
requisición de sus respectivos directores de grupo.
(339.8) 30:3.11 6. Los
Estudiantes Visitantes. De todas partes del universo fluye un caudal
constante de visitantes celestiales hacia los varios mundos sede central. Como
individuos y como clases estos varios tipos de seres convergen sobre nosotros
como observadores, estudiantes de intercambio y ayudantes de los estudiantes.
En Uversa, presentemente, hay más de mil millones de personas en esta colonia
de cortesía. Algunos de estos visitantes pueden quedarse un día, otros, un año,
todo depende de la naturaleza de su misión. Esta colonia contiene prácticamente
todas las clases de seres universales excepto las personalidades Creadoras y
los mortales morontiales.
(340.1) 30:3.12 Los
mortales morontiales son estudiantes visitantes sólo dentro de los confines del
universo local de su origen. Pueden visitar en calidad superuniversal sólo
después de haber logrado el estado de espíritu. Una plena mitad de nuestro
grupo de visitantes consiste en «paradas intermedias», seres que están en
camino a otro lado y se detienen para visitar la capital de Orvonton. Estas
personalidades pueden estar realizando una asignación universal o estar
disfrutando un período de recreación —libertad de asignaciones. El privilegio
del viaje y de la observación intrauniversal es parte de la carrera de todos
los seres ascendentes. El deseo humano de viajar y observar nuevos pueblos y
mundos será plenamente gratificado durante el largo período de ascensión
pletórica al Paraíso, a través del universo local, los superuniversos y el
universo central.
(340.2) 30:3.13 7. Los
Peregrinos Ascendentes. A los peregrinos ascendentes se les asigna a
servicios distintos en relación con su progresión hacia el Paraíso, y se los
domicilia como colonia de cortesía en las distintas esferas sede central. Al
funcionar aquí y allá en todo un superuniverso, estos grupos son en gran parte
autogobernados. Son un grupo en constante cambio que abraza todas las órdenes
de los mortales evolucionarios y de sus asociados ascendentes.
4. Los Mortales Ascendentes
(340.3) 30:4.1 Aunque
los mortales sobrevivientes del tiempo y del espacio se denominan peregrinos
ascendentes cuando se los acredita para la ascensión progresiva al
Paraíso, estas criaturas evolucionarias ocupan un lugar tan importante en estas
narrativas que deseamos aquí presentar una sinopsis de las siguientes siete
etapas de la carrera ascendente universal:
(340.4) 30:4.2 1.
Mortales Planetarios.
(340.5) 30:4.3 2. Sobrevivientes Adormecidos.
(340.6) 30:4.4 3. Estudiantes en los Mundos de Estancia.
(340.7) 30:4.5 4. Progresistas de Morontia.
(340.8) 30:4.6 5. Pupilos de los Superuniversos.
(340.9) 30:4.7 6. Peregrinos de Havona.
(340.10) 30:4.8 7. Aquellos que Llegan al Paraíso.
(340.5) 30:4.3 2. Sobrevivientes Adormecidos.
(340.6) 30:4.4 3. Estudiantes en los Mundos de Estancia.
(340.7) 30:4.5 4. Progresistas de Morontia.
(340.8) 30:4.6 5. Pupilos de los Superuniversos.
(340.9) 30:4.7 6. Peregrinos de Havona.
(340.10) 30:4.8 7. Aquellos que Llegan al Paraíso.
(340.11) 30:4.9 La
narrativa siguiente presenta la carrera universal de un mortal morado por un
Ajustador. Los mortales fusionados con el Hijo o con el Espíritu comparten
porciones de esta carrera, pero hemos elegido contar esta historia en cuanto se
refiere a los mortales fusionados con el Ajustador, porque ése es el destino
que pueden anticipar todas las razas humanas de Urantia.
(340.12) 30:4.10 1. Mortales
Planetarios. Los mortales son todos seres evolucionarios de origen
animal, con potencial ascendente. En origen, naturaleza y destino estos
distintos grupos de seres humanos son mucho como los pueblos de Urantia. Las
razas humanas de cada mundo reciben el mismo ministerio de los Hijos de Dios y
disfrutan de la presencia de los espíritus ministrantes del tiempo. Después de
la muerte natural, todos los tipos de ascendentes fraternizan como una sola
familia morontial en los mundos de estancia.
(341.1) 30:4.11 2. Sobrevivientes
Adormecidos. Todos los mortales de estado de sobrevivencia, bajo la custodia
de los guardianes personales del destino, pasan por las compuertas de la muerte
natural y, en el tercer período, se personalizan en los mundos de estancia.
Aquellos seres acreditados que, por cualquier razón, han sido incapaces de
lograr ese nivel de dominio de la inteligencia y dote de espiritualidad que les
permitiría con-tar con guardianes personales, no pueden por lo tanto ir directa
e inmediatamente a los mundos de estancia. Dichas almas sobrevivientes deben
descansar en un sueño inconsciente hasta el día del juicio de una nueva época,
una nueva dispensación, la llegada de un Hijo de Dios para pasar lista a la
edad y adjudicar el reino, y ésta es la práctica general en todo Nebadon. Se
dijo de Cristo Micael que, cuando ascendió a las alturas al fin de su labor en
la tierra: «Condujo a una gran multitud de cautivos». Y estos cautivos eran los
sobrevivientes adormecidos desde los días de Adán hasta el día de la
resurrección del Maestro en Urantia.
(341.2) 30:4.12 El
paso del tiempo no es de importancia para los mortales adormecidos; están
totalmente inconscientes y desapercibidos de la longitud de su reposo. Al
reensamblarse la personalidad al fin de una época, aquellos que han dormido
cinco mil años no reaccionan diferentemente de los que tan sólo han descansado
cinco días. Aparte de este atraso en el tiempo, estos sobrevivientes pasan a
través del régimen de ascensión en forma idéntica a la de aquellos que evitan
el sueño más largo o más corto de la muerte.
(341.3) 30:4.13 Se
utilizan estas clases dispensacionales de peregrinos de los mundos para las
actividades morontiales de grupo en las tareas de los universos locales. Existe
una gran ventaja en la movilización de grupos tan enormes; de este modo se los
mantiene juntos por largos períodos de servicio eficaz.
(341.4) 30:4.14 3. Estudiantes
de los Mundos de Estancia. Todos los mortales sobrevivientes que
despiertan en los mundos de estancia pertenecen a esta clase.
(341.5) 30:4.15 El
cuerpo físico de la carne mortal no es parte del reensamblaje del sobreviviente
adormecido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín de asignación
patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para
el alma in-mortal y para recibir al Ajustador que ha retornado. El Ajustador es
el custodio de las transcripciones espirituales de la mente del sobreviviente
adormecido. El serafín de asignación es el que mantiene la identidad
sobreviviente —el alma inmortal— hasta donde haya evolucionado. Y cuando estos
dos, el Ajustador y el serafín, reúnen sus fideicomisos de personalidad, el
nuevo individuo constituye la resurrección de la antigua personalidad, la
supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Dicha reasociación
de alma y Ajustador se denomina en forma totalmente apropiada, una
resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero aún esto
no explica enteramente la reaparición de la personalidad sobreviviente.
Aunque tal vez vosotros no comprendáis jamás el hecho de dicha transacción
inexplicable, alguna vez conoceréis experiencialmente la verdad de esto si no
rechazáis el plan de la sobrevivencia mortal.
(341.6) 30:4.16 El
plan de detención mortal inicial en los siete mundos de capacitación progresiva
es casi universal en Orvonton. En cada sistema local de aproximadamente mil
planetas habitados, hay siete mundos de estancia, generalmente satélites o
subsatélites de la capital del sistema. Son los mundos de recepción para la
mayoría de los mortales ascendentes.
(341.7) 30:4.17 A
veces todos los mundos de capacitación de residencia mortal se denominan
«estancias» del universo, y fue a estas esferas a las que Jesús aludió cuando
dijo: «En la casa de mi Padre muchas moradas hay». De aquí en adelante, dentro
de un grupo dado de esferas tales como los mundos de estancia, los ascendistas
progresarán individualmente de una esfera a la otra y de una fase de la vida a
la otra, pero siempre avanzarán de una etapa de estudio universal a otra en
formación de clases colectivas.
(342.1) 30:4.18 4. Progresistas
Morontiales. Desde los mundos de estancia hacia arriba a través de las
esferas del sistema, la constelación y el universo, los mortales se clasifican
como progresistas morontiales; están atravesando las esferas de transición de
la ascensión mortal. A medida que los mortales ascendentes progresan de los
mundos morontiales más bajos a los más elevados, sirven en incontables
asignaciones en asociación con sus maestros y en compañía de sus hermanos
decanos más avanzados.
(342.2) 30:4.19 La
progresión morontial pertenece al avance continuado de la forma del intelecto,
el espíritu y la personalidad. Los sobrevivientes siguen siendo seres de
naturaleza triple. A lo largo de la entera experiencia morontial ellos son los
pupilos del universo local. El régimen del superuniverso no funciona hasta que
no comienza la carrera espiritual.
(342.3) 30:4.20 Los
mortales adquieren auténtica identidad espiritual justo antes de abandonar la
sede del universo local para los mundos de recepción de los sectores menores
del superuniverso. El pasaje de la etapa morontial final a la primera o más
baja condición espiritual no es sino una ligera transición. La mente, la
personalidad y el carácter son inalterados por dicho avance; tan sólo la forma
sufre modificaciones. Pero la forma del espíritu es tan real como el cuerpo
morontial y es igualmente discernible.
(342.4) 30:4.21 Antes
de partir de sus universos locales nativos hacia los mundos de recepción del
superuniverso, los mortales del tiempo reciben la confirmación espiritual del
Hijo Creador y del Espíritu Materno del universo local. Desde este punto en
adelante, se establece el estado del mortal ascendente para siempre. No ha
ocurrido nunca que los pupilos del superuniverso se descarrien. Los serafines
ascendentes también avanzan en su estado angélico al tiempo de su partida de
los universos locales.
(342.5) 30:4.22 5. Pupilos
del Superuniverso. Todos los seres ascendentes que llegan a los mundos
de capacitación de los superuniversos se tornan pupilos de los Ancianos de los
Días; han atravesado la vida morontial del universo local y ahora son espíritus
acreditados. Como jóvenes espíritus, comienzan la ascensión del sistema
superuniversal de capacitación y cultura, que se extiende desde las esferas de
recepción de su sector menor hacia adentro a través de los mundos de estudio de
los diez sectores mayores y hacia las esferas culturales más elevadas de las
sedes centrales del superuniverso.
(342.6) 30:4.23 Existen
tres órdenes de espíritus estudiosos de acuerdo con su estadía en el sector
menor, los sectores mayores y los mundos sede central del superuniverso de
progresión espiritual. Así como los seres ascendentes morontiales estudiaron y
trabajaron en los mundos del universo local, del mismo modo los seres
ascendentes espirituales van dominando nuevos mundos, a la vez que siguen
impartiendo a otros aquello que han bebido de las fuentes experienciales de la
sabiduría. Pero ir a la escuela como ser espiritual en la carrera
superuniversal es muy distinto de cualquier cosa que jamás haya penetrado los
reinos de la imaginación de la mente material del hombre.
(342.7) 30:4.24 Antes
de abandonar el superuniverso en dirección a Havona, estos espíritus
ascendentes reciben el mismo curso intensivo de manejo superuniversal que han
recibido durante la experiencia morontial relativo a la supervisión del
universo local. Antes de que los mortales espirituales alcancen Havona, su
estudio principal —pero no su ocupación exclusiva— es el dominio de la
administración del universo local y del superuniverso. La razón de tanta
experiencia no es totalmente clara en estos momentos, pero sin duda dicho
entrenamiento es sabio y necesario en vista de su posible destino futuro como
miembros del Cuerpo de Finalistas.
(342.8) 30:4.25 El
régimen superuniversal no es el mismo para todos los mortales ascendentes.
Reciben la misma instrucción general, pero hay grupos y clases especiales que
se someten a cursos especiales de instrucción y cursos específicos de
capacitación.
(343.1) 30:4.26 6. Peregrinos
de Havona. Cuando el desarrollo del espíritu es completo, aunque no
pletórico, el mortal sobreviviente se prepara para el largo viaje a Havona, el
refugio de los espíritus evolucionarios. En la tierra, eras una criatura de
carne y hueso; a través del universo local, eras un ser morontial; a través del
superuniverso, eras un espíritu en evolución; con tu llegada a los mundos de
recepción de Havona, comienza intensa y realmente tu instrucción espiritual; tu
aparición final en el Paraíso será como espíritu perfeccionado.
(343.2) 30:4.27 El
viaje desde la sede central del superuniverso hasta las esferas de recepción de
Havona siempre se hace a solas. De aquí en adelante ya no habrá más instrucción
en clases o en grupos. Has completado la capacitación técnica y administrativa
de los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio. Ahora comienza tu educación
personal, la capacitación individual espiritual. Del principio al fin,
a lo largo de todo Havona, la instrucción es personal y de naturaleza triple:
intelectual, espiritual y experiencial.
(343.3) 30:4.28 La
primera acción de tu carrera en Havona será reconocer y agradecer a tu
seconafín de transporte el viaje largo y certero. Luego se te presentará a
aquellos seres que patrocinarán tus primeras actividades en Havona. A
continuación registrarás tu llegada y prepararás tu mensaje de acción de
gracias y adoración para despachar al Hijo Creador de tu universo local, el
Padre de tu universo, que hizo posible tu carrera de filiación. Esto concluye
las formalidades de la llegada a Havona; de allí en adelante, se te otorgará un
largo período de recreación para la observación libre, y esto te ofrece la
oportunidad de buscar a tus amigos, compañeros y asociados en la larga
experiencia de ascensión. También podrás consultar las transmisiones para
asegurarte de cuáles entre tus semejantes peregrinos han partido hacia Havona
desde el momento en que abandonaste Uversa.
(343.4) 30:4.29 El
hecho de tu llegada a los mundos de recepción de Havona se transmitirá
debidamente a la sede de tu universo local y personalmente se informará a tu
guardián seráfico, dondequiera que este serafín se encuentre.
(343.5) 30:4.30 Los
mortales ascendentes han sido completamente capacitados en los asuntos de los
mundos evolucionarios del espacio; ahora comienza su contacto prolongado y beneficioso
con las esferas creadas de la perfección. ¡Qué preparación para algún futuro
trabajo se ofrece mediante esta experiencia combinada, singular y
extraordinaria! Pero no puedo deciros nada sobre Havona; debéis ver estos
mundos para apreciar su gloria y comprender su grandeza.
(343.6) 30:4.31 7. Los
que llegan al Paraíso. Al llegar al Paraíso con estado de residente,
tú comienzas el curso progresivo en divinidad y absonidad. Tu residencia en el
Paraíso significa que has encontrado a Dios y que has sido incorporado al
Cuerpo Mortal de la Finalidad. De todas las criaturas del gran universo, sólo
los que están fusionados con el Padre se incorporan al Cuerpo Mortal de la
Finalidad. Sólo esos individuos toman el juramento del finalista. Otros seres
de perfección paradisiaca o de logro pueden ser agregados temporalmente a este
cuerpo de la finalidad, pero no son de asignación eterna a la misión
desconocida y no revelada de estas huestes de seres veteranos y perfeccionados
evolucionarios del tiempo y del espacio que se están congregando.
(343.7) 30:4.32 Los
que llegan al Paraíso tienen la gracia de un período de libertad, después del
cual comienzan sus asociaciones con los siete grupos de los supernafines
primarios. Se los designa diplomados paradisiacos una vez que han completado su
curso con los conductores de la adoración y luego, como finalistas, se los
asigna al servicio de observación y cooperativo hasta los confines de la vasta
creación. Hasta ahora no parece haber un empleo específico o establecido para
el Cuerpo Mortal de los Finalistas, aunque sirven en muchas posiciones en los
mundos establecidos en función de luz y vida.
(344.1) 30:4.33 Si
no hubiese un destino futuro o no revelado para el Cuerpo Mortal de la
Finalidad, la asignación presente de estos seres ascendentes ya sería
totalmente adecuada y gloriosa. Su destino presente justifica plenamente el
plan universal de ascensión evolucionaria. Pero las futuras épocas de la
evolución de las esferas del espacio exterior indudablemente elaborarán ulteriormente,
y con más plenitud iluminarán divinamente, la sabiduría, el amor y la ternura
de los Dioses en la ejecución de su plan divino de sobrevivencia humana y
ascensión mortal.
(344.2) 30:4.34 Esta
narrativa, juntamente con lo que se os ha revelado y con lo que podáis adquirir
con relación a la instrucción sobre vuestro propio mundo, presenta un bosquejo
de la carrera de un mortal ascendente. La historia varía considerablemente en
los diferentes superuniversos, pero este recital permite un vistazo del plan
promedio de progresión mortal, tal como opera en el universo local de Nebadon y
en el séptimo segmento del gran universo, el superuniverso de Orvonton.
(344.3) 30:4.35 [Patrocinado por un Mensajero Poderoso proveniente de Uversa. ]
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