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14 de marzo de 2017

El Donbass se aleja de la agonizante Ucrania

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Los cambios tectónicos siguen ocurriendo en el panorama político de Ucrania. 
La semana pasada, tras la imposición de un bloqueo total contra Novorrusia por los Ukronazis, Rusia declaró que reconocerá a partir de ahora los documentos oficiales emitidos por las autoridades de la RND y de la RNL. 
Esta semana, las autoridades de Novorrusia han nacionalizado todas las fábricas clave del Donbass. 
Por otra parte, los novorrusos han declarado que ya que las autoridades ucranianas no están dispuestas a comprar su carbón y antracita, de ahora en adelante los exportarán a Rusia. 
Y sólo para asegurarse de que cubren todas sus bases, los novorrusos también han declarado que a partir de ahora solo el Rublo ruso circulará en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Para no quedarse atrás, los Ukronazis también han dado un paso muy significativo: 
el Primer Ministro de Ucrania ha declarado que considera que las fuerzas irregulares que actualmente imponen el bloqueo deben ser consideradas guardias fronterizos oficiales ( estos futuros “guardias fronterizos” han declarado que para su principal puesto fronterizo utilizarán el nombre “ruiseñor” en honor del batallón Nachtigall de la Abwehr nazi).
Vamos a resumir todo esto:
1.- Los Urkonazis cierran completamente la frontera no oficial con Novorussia 
2.- Rusia reconoce documentos oficiales de Novarussia 
3.- Las RND y RNL nacionalizan toda la industria ucraniana en el Donbass 
4.- Los Ukronazis declaran que la línea de contacto debe ser considerada como una frontera 
5.- Los novorevinos declaran que el rublo ruso es la única moneda legal en Novorussia 
6.- Los novorrusos ahora exportarán toda su producción de carbón / antracita a Rusia 
7.- Todas las fábricas en Novorrusia ya no pagarán impuestos a Kiev
No sé lo que piensen ustedes – pero para mí esto de seguro parece como si las RND y RNL estuvieran cortando sus últimos lazos con Ucrania y la junta en Kiev parece aprobar este plan.
En realidad, todo esto es mucho más complicado. 
Hay una guerra encubierta que se está encendiendo entre los oligarcas ucranianos Rinat Akhmetov, Igor Kolomoiskii y el presidente Poroshensko y hay también una guerra no tan secreta que ocurre entre la oposición Ukronazi y Poroshenko. 
También quedan muchas preguntas sin respuesta, incluyendo cómo y si los novorrusos venden su producción de carbón y antracita a Rusia (lo que Rusia realmente no necesita) o si será a través de Rusia (posiblemente ocultando su origen real). 
Esta situación también plantea la cuestión de lo que los bancos rusos serán capaces y estén dispuestos a hacer para ayudar a los novorrusos.
Las sumas de dinero involucradas son enormes y hay muchos intereses, a menudo mutuamente excluyentes, que compiten entre sí. Pero no me detengo en ese nivel en este momento – lo que es más importante para mí es el panorama general y que la perspectiva clama “adiós Ucrania”.
Uno puede juzgar la seriedad de estos acontecimientos por los esfuerzos verdaderamente hercúleos de ignorarlos hechos por los medios corporativos occidentales . 
Incluso el secretario de Estado británico para Asuntos Exteriores, Boris Johnson, que se encontraba ayer en Kiev, se centró exclusivamente en la próxima competición de Eurovisión y no en los dramáticos acontecimientos que tienen lugar en el sureste.
En el contexto ucraniano, la expresión “nunca digas nunca” es probablemente aún más importante de lo habitual, pero diré que si lo que creo que está ocurriendo realmente está sucediendo, es decir, si el Donbass ahora está cortando de facto sus últimos lazos con Ucrania e integrándose a Rusia política y económicamente, y si la junta de Kiev fue incapaz de impedir que los voluntarios nazis desencadenen esta crisis con su bloqueo, esto significa potencialmente dos cosas muy importantes:
1.- Los ukronazis han renunciado al concepto de la reconquista de Novorrusia. 
2.- La ruptura de la grupa-Ucrania ha comenzado. 
El bloqueo del Donbass fue decidido por un pequeño grupo de líderes nacionalistas que nunca pidieron o recibieron ninguna autorización para sus acciones de la junta en Kiev. 
Además, la junta de Kiev nunca oficialmente respaldó o incluso apoyó ese movimiento. 
Pero lo más asombroso, la junta nunca envió ningún tipo de policía / militar / fuerza de seguridad oficial para recuperar el control de la situación. 
Había un grupo de hombres que, armados con palos y bates de béisbol, trataron de sacar a los locos Ukronazis de las vías, pero fueron rápidamente derrotados. 
Tenga en cuenta que hay decenas de miles de soldados y policías desplegados en las inmediaciones de estas unidades de voluntariado, pero nadie, absolutamente nadie ha hecho un movimiento para restaurar la ley y el orden.
Por supuesto, la noción misma de “ley y orden” carece en gran medida de sentido en un país ocupado por un régimen que es totalmente ilegal. 
Además, “la ley y el orden” también carecen de sentido en un país donde el poder – por lo general usando el poder de convencimiento de una banda de matones con Kalashnikovs – da la razón. Olvidemos “Europa central” – pensemos mejor en “Somalia” y estaremos mucho más cerca de la verdad.
Ucrania es un Estado fracasado, política y económicamente. 
Y como un estado fallido, Ucrania tiene un montón de bandas armadas e incluso fuerzas armadas oficiales, pero nada como del tipo de militares modernos y civilizados que se necesita para enfrentar a los novorrusos que, lejos de ser un estado fallido, son un estado joven que acaba de completar la modernización de sus fuerzas armadas. 
La diferencia entre las fuerzas armadas ucranianas y las fuerzas armadas de novorrusas no son sólo resultado de la ayuda rusa, aunque claramente han desempeñado un papel importante, pero el hecho de que los novorrusos tengan una fuerza capaz de combatir ha sido una cuestión de supervivencia desde el día 1, sin embargo para la junta esto nunca ha sido una prioridad simplemente porque nunca hubo una amenaza militar al poder de la junta. 
Los contadores de arvejas me dirán que las fuerzas ucranianas son alrededor de 2 a 3 veces  más grandes, lo cual es bastante cierto.
 También es irrelevante. Lo que importa es si acaso pueden montar armas modernas y combinadas, y eso es algo que los militares ucranianos no parecen ser capaces de hacer.
Lo que estamos viendo hoy no es sólo un ejército ucraniano que parece haber renunciado a la idea de reconquistar a Novorrusia, es también uno que parece estar renunciando a la noción de mantener el país unido. 
En este momento, esto sólo afecta al Donbass, pero muy pronto otras regiones probablemente lo harán, especialmente el sur (Odessa, Nikolaev, Mariupol), que por sí mismas podría ser ricas y prósperas y que no tienen ninguna necesidad de Neo- Nazis. 
Incluso hay algunos movimientos separatistas en el oeste de Ucrania que quieren deshacerse de todo el “lastre” pseudo-ucraniano  y construir un estado “ucraniano” puro en el único lugar donde tal estado tiene raíces históricas reales: en la frontera con Polonia .
Todo esto plantea la cuestión del futuro de Poroshenko y aquí su suposición es tan buena como la mía. 
Lo único que lo mantuvo en el poder durante tanto tiempo es el apoyo de Estados Unidos y la UE, pero con las crisis (plural) que rodean a la administración Trump y la incertidumbre política en Europa, es limitado el tiempo que Poroshenko puede usar a sus mentores occidentales como la base de su poder. 
Tarde o temprano, alguien en algún lugar de Ucrania (mi suposición está en Odessa) se dará cuenta de que la configuración de poder local es mucho más importante para él / ella que lo que los políticos occidentales tengan que decir. 
Una vez más, Somalia es el ejemplo a tener en cuenta: por un tiempo las potencias occidentales también tuvieron mucha influencia allí, pero sólo hasta que el poder fue desafiado con éxito y luego todos declararon la victoria y huyeron.
Huelga decir que los Acuerdos de Minsk están tan lejos de ser implementados como siempre. 
Para los anglo-sionistas es mas que suficiente para que haya una justificación para seguir culpando a Rusia por todo. 
Eso continuará hasta que Ucrania finalmente implosione, en cuyo punto la verdadera negociación será “¿quién pagará todo el lío?”, momento en el que Rusia probablemente declarará que se hace responsable por el Donbass y le deje el resto del lío a los europeos que , a diferencia de los estadounidenses, no tendrán más remedio que pagar. 
Pero eso todavía está lejos en el futuro. 
En este momento la pregunta es ¿cuánto tiempo puede durar la agonía del régimen nazi ucraniano?
Alexander Zakharchenko predijo ayer que el estado ucraniano se derrumbaría en 60 días. Tal vez. Mi intuición personal es que esto podría tomar un poco más, especialmente teniendo en cuenta el impulso de un país tan grande. 
Tampoco debemos descartar nunca un posible ataque Ukronazi a gran escala contra Novorrusia por ninguna otra razón que una expresión de odio ciego y mudo. En caso de que eso suceda, el objetivo de los novorrusos será liberar las partes de las regiones de Lugansk y Donetsk que todavía están bajo ocupación nazi. 
Esto podría ser difícil – los ucranianos han estado fortificando sus defensas desde hace muchos meses – pero espero que finalmente tengan éxito. En dado momento, Occidente volverá a culpar a Rusia (¿qué otra cosa es de esperar?).
Independientemente de la duración de esta agonía, no hay duda en mi mente de que ha comenzado y que es irreversible. 
Es realmente bastante notable que tomó tanto tiempo para llevarse a cabo esta última fase. 
Durante muchos meses ya teníamos muchos indicadores y señales menores de que las cosas no iban bien, pero con la separación de hecho del Donbass y su integración gradual en la economía rusa, estamos asistiendo a una fase cualitativamente nueva en el proceso de desintegración de Ucrania .
El Saker
PS: 
Hoy Alexander Zakharchenko ha anunciado un bloqueo total de Ucrania por el Donbass. El resultado práctico de eso será que Novorrusia cesará completamente de pagar impuestos a la Ucrania ocupada por los nazis.

Exclusiva: el document que demostra les pressions de l’estat espanyol per rebaixar les crítiques de la Comissió Venècia


Els representants espanyols van intentar canviar paràgrafs sencers, tal i com demostra el document amb els canvis proposats, que publica VilaWeb


L’Estat espanyol va pressionar el cap de setmana els integrants de la Comissió Venècia per intentar rebaixar les dures crítiques que l’informe fa a la reforma del Tribunal Constitucional. VilaWeb ha aconseguit el document de cinc pàgines que els representants de l’estat espanyol van proposar als integrants de la Comissió i on queden reflectits els canvis que voldrien fer a l’esborrany original. El document (podeu consultar l’original al final d’aquest article) demostra tant les inusitades pressions espanyoles com la resistència de la Comissió Venècia a acceptar els canvis més escandalosos.

Així és especialment significatiu que els representants de l’estat espanyol reclamin en tres paràgrafs diferents eliminar qualsevol referència al fet que la Comissió Venècia entén que el tribunal constitucional actua en noms dels propis interessos institucionals, com a part i no com a àrbitre. Això és així en el paràgraf 41, 71 i 75 (que abans estaven numerats com a 43, 73 i 77). Espanya exigeix retirar (ratllat) o modificar (subratllat) les frases següents :

41. Per assegurar que el Tribunal és vist com un àrbitre neutral i evitar la impressió que el Tribunal actua en benefici dels seus propis interessos institucionals

71. Cal reconsiderar l’atribució directa i completa al Tribunal Constitucional de l’execució de les seves decisions, per promoure la percepció que el Tribunal Constitucional només actua com vist que això pot portar a la percepció –justificada o no– entre la població que el Tribunal Constitucional persegueix els seus propis interessos interessos institucionals darrere una decisió particular en comptes de ser un àrbitre neutral, com a jutge de les lleis.

75. Per tal de remarcar la percepció del Tribunal Constitucional com un àrbitre neutral impedir la impressió que el Tribunal actua a favor dels seus propis interessos

Amb aquestes demandes els representants de l’estat espanyol pretenia diluir la crítica a base d’aconseguir suavitzar el llenguatge. En aquest sentit Espanya va demanar també eliminar per complet el paràgraf 35 on l’esborrany original criticava la manca de claredat respecte dels efectes de convertir el Tribunal Constitucional en executor de les seves pròpies decisions.
La resistència de la Comissió a aigualir les crítiques
De l’anàlisi del document aconseguit per VilaWeb destaca com la Comissió Venècia, malgrat les pressions espanyoles, es resisteix a eliminar les crítiques i troba la manera d’expressar-les’.

Així, per exemple, en el paràgraf 46 (antic 48) la comissió es veu forçada a un redactat final de compromís però deixa clar al mateix temps que ‘la Comissió de Venècia no dubta que el Tribunal Constitucional aplicaria aquestes provisions de manera proporcionada però examina les esmenes des d’un punt de vista abstracte’.

Un altre cas clar es dóna quan la Comissió esmenta en el paràgraf 48 l’opinió del propi Tribunal Constitucional en el sentit que les sancions no tenen caràcter penal però immediatament després, en el paràgraf 49 desautoritza aquesta afirmació de forma contundent, tot afirmant que d’acord amb l’article sis del Conveni Europeu dels Drets Humans aquestes sancions que Espanya diu que no tenen caràcter penal han de ser considerades de caràcter penal.
Moldàvia, com a exemple
Finalment resulta especialment clarificador l’intent per part de l’estat espanyol de trobar exemples d’altres països amb pràctiques comparables a les del Tribunal Constitucional que critica la Comissió Venècia.

L’informe de la Comissió Venècia diu que el cas espanyol és una excepció mentre que els representants del govern espanyol insisteixen en diverses ocasions en presentar Moldàvia com a exemple comparable.  Com que el Consell d’Europa acull al seu si estats amb diversos nivells de democràcia aquesta comparació vergonyant és la que permet a l’estat espanyol insistir en la tesi de que no hi ha un estàndard europeu.

D’aquesta manera intenta defugir la crítica que, emperò, quedarà finalment ben clara en el paràgraf 71 (antic 73). En aquest paràgraf l’informe afirma que ‘la responsabilitat de contribuir a la execució de les pròpies decisions [del TC] és una excepció’  [a Europa].












http://www.vilaweb.cat/noticies/exclusiva-el-document-que-demostra-les-pressions-de-lestat-espanyol-per-rebaixar-les-critiques-de-la-comissio-venecia/

L’independentisme es prepara per respondre al bloqueig de l’Estat


JxSí preveu una DUI si Madrid interfereix en la sobirania del Govern o del Parlament. La CUP s’hi suma, però dubta si prèviament cal ratificar la majoria social en un referèndum


per Gemma Aguilera13/03/2017
JxSí contempla una DUI si l'Estat intervé l'autonomia de Catalunya | PARLAMENT DE CATALUNYA 

El procés ha rebut el primer cop judicial de gran abast i de conseqüències tangibles, més enllà de la llarga llista de sentències del Tribunal Constitucional anul·lant lleis catalanes i resolucions del Parlament, algunes de les quals estrictament simbòliques i sense efectes jurídics. El TSJC ha inhabilitat l’expresident Artur Mas durant dos anys per a exercir qualsevol càrrec públic, l’exconsellera Joana Ortega afronta un any i nou mesos, i l’exconsellera Irene Rigau, un any i 6 mesos, pel delicte de desobediència al TC. A més, els condemna a pagar multes econòmiques de 36.000, 30.000 i 24.000 euros respectivament, però els absol del delicte de prevaricació. Si bé les penes han estat inferiors a les sol·licitades inicialment per la fiscalia, l’efecte de la sentència és el mateix, cap dels tres polítics independentistes no podran ser candidats ni ostentar cap càrrec a l’administració pública en la recta final del procés. 

“La sentència no ha estat cap sorpresa, però ens apropa a gran velocitat al xoc final. Les darreres setmanes l’Estat ha accelerat el xoc amenaçant d’aplicar l’estat d’excepció si posem les urnes, i ens consta que Madrid ja estudia les fórmules que li permetrien atacar directament la sobirania del Parlament”, assenyalen fonts independentistes a El Món. De fet, els diputats de JxSí i de la CUP donen per fet que els seus 72 escons i aquesta institució seran el focus de pressió política i judicial en els propers mesos. 
 
Junts pel Sí i la CUP preparen la seva resposta en cas que l'Estat bloquegi el procés | JORDI BORRÀS

LEstat busca un delicte flagrant
“Des de Madrid ens arriba que els serveis jurídics de l’Estat estudien si votar al Parlament la llei de transitorietat jurídica es pot considerar un delicte flagrant de sedició. Perquè als diputats, que compten amb immunitat, només se’ls pot detenir per delicte flagrant”, assenyalen a aquest diari fonts independentistes de la cambra catalana. Precisament perquè l’Estat té la llei de la desconnexió legal en el punt de mira, l’independentisme “té pensades diverses accions per impedir aquest setge”, tenint clar que “en tot moment hauríem de comptar amb una mobilització ciutadana potent per frenar l’Estat”. Sobre els mecanismes legals que estarien treballant al Parlament i des del Govern per garantir "el normal desenvolupament del full de ruta", que contempla la celebració del referèndum vinculant, consideren necessària "la total discreció per tal de no donar cap pista a l'Estat, que juga amb moltes més armes que nosaltres", sentencien. Però deixen clar que "estarem preparats". De fet, la reforma del reglament del Parlament, que si tira endavant permetrà que la llei de transitorietat jurídica es pugui aprovar per lectura única amb majoria absoluta en un ple, va clarament en aquesta línia. 
 
Madrid estudia vies legals per bloquejar l'activitat del Parlament | ACN

JxSí contempla la DUI
Però si Madrid impedeix el desenvolupament democràtic del full de ruta, ja sigui amb una acció contundent contra els diputats que votessin la llei de transitorietat al Parlament, ja sigui impedint físicament la celebració del referèndum, quina resposta caldria donar des de l’independentisme? Fonts de JxSí consultades per aquest diari remeten al programa electoral de la coalició, que si bé no incloïa la via del referèndum –afegida després de la qüestió de confiança al president Puigdemont-, sí que preveia un escenari de xoc de sobiranies: En el cas que l’Estat espanyol, mitjançant decisions polítiques i/o jurídiques, bloquegi l’autogovern de Catalunya, el Govern i el Parlament procediran a la proclamació de la independència i a l’aprovació de la Llei de transitorietat jurídica”.

El carrer legitimaria la DUI?
Sobre la possibilitat que l’Estat espanyol bloquegi la sobirania del Parlament amb mesures polítiques o legals, la CUP té clar que “els diputats vindrien de forma ordinària al Parlament per seguir amb la seva feina, sense reconèixer en cap cas la legitimitat d’una intervenció de l’Estat”. Però si JxSí té en el seu programa electoral la declaració de la independència si es produeix aquest supòsit, l’esquerra independentista és partidària de comprovar la reacció del carrer per tal de mesurar "fins a quin punt el Parlament estaria legitimat per executar una DUI, o si per contra, seria més adient fer un referèndum previ que validés la majoria social favorable a la independència". “És un escenari que encara no hem valorat formalment, però que en tot cas estaria determinat pel carrer i pel debat en el si de l’esquerra independentista”, assenyalen fonts de la CUP a El Món.

Per altra banda, fonts dels serveis jurídics del Parlament consultades per El Món assenyalen que “amb la legalitat espanyola, el Parlament no es pot tancar, però sí es poden bloquejar determinades funcions per la via de l’article 155, que farien que allò que legislés el Parlament no es pogués aplicar". En tot cas, insisteixen, l'aplicació del 155 té un procediment legal concret, "que en cap cas no autoritza a la suspensió global de l’autonomia”.


http://elmon.cat/noticia/191254/lindependentisme-es-prepara-per-respondre-al-bloqueig-de-lestat

L'ANC proposa acampades indefinides o l'ocupació d'infraestructures per lluitar contra les ingerències de l'estat espanyol




Notícia

L'ANC proposa acampades indefinides o l'ocupació d'infraestructures per lluitar contra les ingerències de l'estat espanyol

Un document intern de l'organització sobiranista assegura que 's'hauran d'assumir sacrificis' durant el procés sobiranista

L'Assemblea Nacional Catalana (ANC) proposarà mesures de resposta a les eventuals accions que el govern espanyol pogués fer per aturar el procés sobiranista. L'organització sobiranista planteja diferents opcions, com "grans manifestacions, acampades indefinides o l'ocupació d'infraestructures".

Segons publica La Vanguardia, l'ANC hauria redactat aquests escenaris en la documentació del consell d'assemblees territorials, sectorials i d'exteriors que es va celebrar el passat mes de novembre a Cervera.

Concretament, l'organització sobiranista, presidida per Jordi Sànchez, destaca en el text que "s'hauran d'assumir sacrificis". De fet, l'informe classifica els escenaris hipotètics entre "greus i menys greus".

Per posar un exemple, l'ANC considera com un escenari "greu" la possible inhabilitació de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, o del president de la Generalitat, Carles Puigdemont. En el cas d'un "tancament" de la Generalitat, l'organització també contempla reunir l'Assemblea de Càrrec Electes per substituir els diputats.

Andalucía soberana: La lucha por la tierra en Andalucía

La lucha por la tierra en Andalucía

Saltamos


Mientras la dictadura franquista llegaba a su fin, el campo andaluz vivía una nueva primavera. Renacía la lucha secular de quien trabaja la tierra por su dignidad.
Los Corrales, 1969. El recién ordenado sacerdote Diamantino García se hace cargo de la parroquia de este municipio sevillano. Compañeros de equipo pastoral toman una responsabilidad similar en localidades cercanas como Pedrera o Gilena. Sin su llegada, la historia de Andalucía del último medio siglo se habría escrito con muchos párrafos diferentes.
Manuel Velasco Haro tiene once años y es uno de los tres monaguillos que hay en la parroquia de Los Corrales cuando llega Diamantino García. Así, Manuel entra en contacto con las ideas de la teología de la liberación, del papado de Juan XXIII y las Hermandades Obreras de Acción Católica.
Estos sacerdotes, que habitan en pueblos donde un alto porcentaje de la población activa es jornalera, se identifican con la vida de sus parroquianos, renuncian a su salario y comienzan a trabajar en el campo en las temporadas que había faena.
Durante los últimos años del franquismo, este movimiento clandestino se extiende, de forma paralela, por otros pueblos de la Vega y el Bajo Guadalquivir, la campiña cordobesa y la Sierra de Cádiz, donde van surgiendo otros núcleos, algunos con influencia del PCE y otros más autónomos.
En 1974, en las primeras comisiones de jornaleros, van haciéndose conocidos nombres que liderarán la lucha sindical, como Diego Cañamero en El Coronil, Paco Casero en el norte de Cádiz, Paco Ortiz en Baena, Gonzalo Sánchez El Bizco Patota en Lebrija y el propio Diamantino García junto a otros líderes y curas obreros. “De esta época son los primeros documentos propagandísticos y las primeras protestas puntuales en cortijos”, apunta Manuel.
Por estas fechas, la población jornalera en Andalucía supera el 25%; en algunos municipios, supone más del 65%. En el conjunto del Estado es del 10%. La temporalidad en el empleo y la emigración son habituales en este colectivo.
PolitizaciónAntequera, 1976. El centro geográfico de Andalucía acoge la primera asamblea de un sindicato campesino. Sus exigencias se agrupan en torno a la reforma agraria, la repoblación forestal y los mecanismos para reducir las tasas de emigración y analfabetismo. Las influencias de este movimiento son el marxismo y el cristianismo de base.
Ya por estas fechas aparece el Partido del Trabajo de Andalucía (PTA) y su ala de la Joven Guardia Roja, de tendencia maoísta, señala Manuel Velasco Haro, hoy presidente la asociación Guerra, Exilio y Memoria Histórica de Andalucía.
El secretario general del PTA era Isidoro Moreno, quien ha dedicado gran parte de sus estudios a la identidad sociocultural andaluza, además de participar en la firma del Pacto de Antequera de 1978. Esta formación política introduce los planteamientos del nacionalismo andaluz en las organizaciones obreras.
Durante 1977, el movimiento autonomista se vuelve más activo y se extiende a todas las capas sociales, rurales y urbanas. Ciudades y pueblos andaluces se visten de arbonaidas y el movimiento jornalero recoge también estas reivindicaciones. Los días 1, 2 y 3 de septiembre se celebra el primer congreso del Sindicato de Obreros del Campo en el municipio sevillano de Morón de la Frontera.
El 4 de diciembre se celebran las grandes manifestaciones por la autonomía andaluza. Millones de andaluzas y andaluces salen a la calle pidiendo autonomía y Manuel José García Caparrós es asesinado en Málaga con 19 años.
En un contexto de reivindicación autonomista y nacionalista que aumenta en los diferentes territorios, en Andalucía esta demanda va alcanzando cierta efervescencia y su cénit llega con el reconocimiento legal de la autonomía andaluza por la vía rápida de la Constitución.
OcupacionesLos planes de empleo comunitario, surgidos en 1971, son insuficientes para un territorio donde la mitad de las tierras está en manos de un 2% de propietarios. A la escasez de trabajo, que se convierte en ausencia total en verano, se le añaden los coletazos de la crisis energética de 1973. Además, en junio de 1977 se celebran las elecciones constituyentes. La calle es un hervidero y en el campo andaluz la situación se hace insostenible.
En febrero de 1978 comienzan las primeras ocupaciones de tierras, recuerda Manuel, en pueblos de la Sierra de Cádiz, como Bornos, Villamartín, Puerto Serrano o Arcos de la Frontera. Estas ocupaciones, además de exigencias económicas, tenían otras de índole política: “Eran una reivindicación contra la propiedad privada”, dice. Las ocupaciones de tierras ya no cesarán.
Entonces, el Gobierno de UCD ofrece a los “pueblos revoltosos” la creación de cooperativas. Según Manuel, el resultado fue desigual: “Si bien redujo la emigración, también disminuyó la lucha. Además, se crearon más cooperativas de construcción que agrícolas, ya que estas requerían la propiedad de una tierra”.
DeterminaciónMarinaleda, 1980. Es verano y la noticia de que 700 habitantes de esta localidad se encuentran en huelga de hambre da la vuelta al mundo. Juan Manuel Sánchez Gordillo, su alcalde y adscrito al SOC, es el portavoz de esta protesta y denuncia: “Lo que está pasando en nuestro pueblo, como en tantos de Andalucía, es un auténtico holocausto social”.
Seis días después de su inicio, la protesta se extiende a otros pueblos de la provincia de Sevilla. En diferentes localidades, grupos de jornaleras y jornaleros se ponen en huelga de hambre tras cortar carreteras. En Morón, un grupo de cristianos de base se encierra en una iglesia e inicia también una huelga de hambre.
Estas movilizaciones nacen por la escasez de fondos para cubrir las necesidades derivadas de las altas tasas de desempleo. Concluye, como señala Manuel, con “el acuerdo de que todos días del año, de lunes a jueves, tenía que haber empleo comunitario”. Otra consecuencia es que Marinaleda se convierte así en un símbolo.
El acuerdo alcanzado para finalizar la huelga de hambre no supuso un freno en las aspiraciones del campesinado sin tierra. La ocupación del pantano de La Cordobilla en 1984, con el objetivo de pedir agua para riego de unas tierras que entonces pertenecían al duque del Infantado, tendría más tarde una importancia clave. La legislación contemplaba que si una tierra de secano se ponía en regadío gracias a agua pública, una parte de la finca podía ser expropiada.
En 1991, con este precedente y tras años de sucesivas ocupaciones de tierras, que llegaron a durar hasta tres meses, el entonces consejero de Agricultura, Leocadio Marín, hizo efectiva la expropiación y cesión al Ayuntamiento de Marinaleda de 1.200 hectáreas de la finca Los Humosos.
Entonces, el municipio colectivizó las tierras y se crearon cooperativas para su gestión y explotación agroindustrial, además de promover políticas sociales que han servido de colchón para amortiguar la crisis económica de los últimos años.
La respuesta institucional“La sociedad andaluza se ha caracterizado históricamente por una estructura social muy marcada, y que ha tenido en la posesión de la tierra su línea divisoria”. Con esta exposición de motivos, en 1984 se aprueba la Ley Andaluza de Reforma Agraria y la creación del instituto homónimo. De las tierras expropiadas, aproximadamente la mitad pasa a ser gestionada por cooperativas y la otra mitad por EGMASA, una agencia pública.
Pero los resultados no fueron los esperados. “No se expropió casi nada y no solían ser buenas tierras”, señala Manuel. Las altas cifras de desempleo comenzaban a ser habituales, no solo en zonas agrícolas marcadas por la temporalidad sino que aumentaron también de forma drástica en las zonas industriales afectadas por la reconversión.
Otra respuesta dada por los organismos estatales a esta situación estructural tomó el nombre de Plan de Empleo Rural, apoyado en tres pilares. Uno de ellos era el dinero destinado a obras públicas y gestionado por los ayuntamientos.
Mientras algunos municipios lo aplicaban de forma rotativa, en otros “sirvió para que algunos alcaldes consolidaran su poder gracias a la política de contrataciones”. Otro pilar del PER era el subsidio de desempleo, un sistema de peonadas que se mantiene con el Plan de Fomento del Empleo Agrario. Como tercer pilar estaban los cursos de formación.
En la actualidadLa última Encuesta de Población Activa indica que el número de personas que se dedica a la agricultura en Andalucía está en torno a las 260.000 personas, menos del 10%. Según el último Censo Agrario elaborado por el INE en el año 2009, el 3,5% de explotaciones agrarias concentran el 55% de la superficie agrícola.
En relación a los demandas de reforma agraria y la explotación de tierra pública a través de cooperativas, la Junta de Andalucía ha puesto recientemente sobre la mesa la venta de 10.000 ha que posee, incluida la parte ya gestionada por cooperativas o ayuntamientos.
Entre otros objetivos, los planes de empleo agrario se concibieron como freno a la emigración constante desde el campo andaluz. Sin embargo, la progresiva tecnificación en las labores agrícolas unida a la crisis económica ha demostrado la debilidad de estos planes.
La población andaluza, que había aumentado en más de un millón de personas entre 2001 y 2011, ha experimentado un crecimiento prácticamente nulo desde entonces. Como en las década de 1950 y 1960, que es el rango histórico que muestra un patrón más similar, gran parte de esta nueva emigración andaluza procede del medio rural.
El Sindicato Andaluz de Trabajadores ha tomado el relevo del histórico SOC y las acciones reivindicativas continúan, como demuestran ocupaciones como la de Somonte o su apoyo a las Marchas de la Dignidad.
El portavoz nacional del sindicato, Óscar Reina, pide la independencia y la organización era una de las treinta que convocaban a miles de personas el pasado 4 de diciembre en Sevilla en la marcha por una Andalucía soberana.
Fuente: http://saltamos.net/lucha-tierra-andalucia/

Europa, más mercado que protección


14-03-2017 



Europa, más mercado que protección

Joan Subirats
Espacio público




La integración europea generó, como sabemos, una notable asimetría entre las políticas que promovían la eficiencia del mercado (que siempre fueron el motor del proceso integrador) y las políticas que querían promover protección y equidad. A medida que el proceso de integración económica se aceleró y se quiso acompañar esa dinámica con mayores cuotas de integración social y política, surgieron graves inconvenientes. Por un lado, los estados de bienestar de cada estado miembro fueron sufriendo los efectos de los procesos de liberalización y de aumento de la competitividad, mientras que los esfuerzos para generalizar las políticas sociales chocaban con la diversidad de modelos y de prácticas, y con los temores de quiénes veían en esa potencial integración e igualación amenazas a las prestaciones conseguidas.
 La cosa venía de antiguo. En efecto, en 1956, el entonces ministro socialista Guy Mollet propuso la armonización previa de las legislaciones sociales y fiscales como condición anterior a la integración en los mercados. Un informe, elaborado por un grupo de economistas dirigido por Bertil Ohlin, defendió la tesis contraria: la igualación de las políticas sociales no era necesaria, ya que el mercado único provocaría tal aumento de la productividad, que revertiría automáticamente en una elevación progresiva e igualitaria del nivel de vida. Así lo recogió el Comité Spaak y se fundó la CEE en 1957. Tenemos ahora mercado único, moneda común, pero una creciente desigualdad a espuertas, y cada vez hay más empresas que eluden o evitan el pagar sus impuestos. En estos últimos años, la capacidad de protección por parte de la Unión Europea ha perdido mucho fuelle, mientras no ha dejado de profundizarse en la lógica de mercado único y de defensa de la competencia.
 Por tanto, la pregunta que surge en momentos como los actuales, es si desde la Unión Europea, si desde las lógicas imperantes en cada país europeo, se será capaz de mantener los mimbres básicos de lo que de manera más o menos compartida se ha venido denominando como la “Europa Social”. En muchos países la respuesta que se está dando es que solo reforzando la perspectiva nacional-estatal podrán atenderse las necesidades de la población propia, aunque ello comporte restricciones significativas en la movilidad de personas y en los derechos de los inmigrantes.
 Lo que se conoce como “Europa Social” es un esquema de prestaciones sociales y de derechos que han caracterizado a Europa desde el final de la segunda gran guerra, y que, con los matices y diferencias que cada nación ha ido impulsando y preservando, mantenían notables puntos en común. De hecho, en la no tan lejana cumbre de Lisboa en el año 2000, se consagró la idea o la pretensión de luchar por la mayor competitividad económica posible, mientras y al mismo tiempo, se postulaba el mantenimiento del máximo de cohesión social. Los balances apuntan a que si bien los resultados no han sido los esperados en cuanto a los aspectos de competitividad, desde el punto de vista de la cohesión social, las cosas han ido definitivamente a peor.
 La situación presenta a inicios del siglo XXI y en pleno cambio de época, algunos grandes vectores de transformación en el escenario de las políticas sociales: a) el paso de unas trayectorias individuales relativamente previsibles y seguras, a un escenario en el que las perspectivas y recorridos vitales de las personas vienen dominados por las incertidumbres y a sensación de riesgo; b) vamos pasando de una sociedad que podía ser explicada a partir de ejes de desigualdad esencialmente verticales (arriba-abajo) y materiales, a una sociedad en la que, sin desaparecer los mencionados ejes, los vínculos sociales se hacen más frágiles o se rompen (dentro-fuera); c) vamos pues pasando de una sociedad de clases a una sociedad atravesada por múltiples ejes de desigualdad y de diversificación social, generando por tanto una mucha mayor complejidad en el diagnóstico y en la búsqueda de soluciones.

Las políticas públicas, en sus diversos componentes y a partir de los principios propios de los diversos estados del bienestar, tendieron a configurarse de manera universalista, y se caracterizaron por “pensarse” y “producirse” de manera poco diversificada o personalizada, ya que se partía del supuesto de que era necesario responder a necesidades-demandas tendencialmente homogéneas. Por otra parte, el diseño de estas políticas se hizo de manera acumulativa: a cada nueva demanda, a cada nuevo derecho reconocido, le fueron correspondiendo nuevas responsabilidades políticas diferenciadas, nuevos servicios, nuevos “negociados” administrativos, nuevas especializaciones profesionales. Todo ello no generó excesivos problemas, mientras se mantuvieron en pie los fuertes lazos sociales, las dinámicas sociales comunitarias o los grandes agregados sociales, ya que eran estos colectivos los que acababan integrando unas prestaciones y servicios fuertemente especializados. Hoy, a la desintegración social y a las renovadas dinámicas individualizadoras, le siguen correspondiendo respuestas especializadas y segmentadas, compartimentos profesionales estancos y responsabilidades políticas no compartidas. La cosa ya no funciona tan bien como antes. Se pierde eficacia y legitimidad. Y se expande la sensación que las instituciones no son capaces de ofrecer la seguridad que prometían antes. Los sectores con más recursos, las clases medias, recrudecen su desasosiego con políticas universales que entienden que no atienden suficientemente sus preocupaciones y temores.
 La alternativa no parece que pueda ser volver atrás, es decir a una situación de equilibrio mercado-sociedad-estado que garantice seguridad en un mundo globalizado y en plena crisis del trabajo en su concepción fordista, que era precisamente la puerta de entrada a las prestaciones sociales. Así, surge la alternativa de ver el bienestar social, menos como una reivindicación global, para convertirse cada vez más en una demanda personal y comunitaria, articulada alrededor de la vida cotidiana, capaz de reconocer los valores de autonomía y de diversidad junto a la permanente exigencia de igualdad. Los problemas y las expectativas vividas a través de las organizaciones sociales primarias requieren soluciones concretas, pero sobre todo soluciones de proximidad. De ser entendido el bienestar como una seguridad en el mantenimiento de los derechos sociales para toda la población (universalismo-homogeneidad- redistribución), va siendo cada vez más visto como una nueva forma de entender las relaciones sociales de manera integradora y solidaria (especificidad-reconocimiento-participación). Pero esa visión cosmopolita, local y protectora al mismo tiempo, choca con las prevenciones que sectores significativos de la población, depauperados y con pocas expectativas de mejorar su situación, tienen en relación a la globalización y a la misma Unión Europa. Decía hace poco Theresa May, primera ministra británica, que “si ested cree que es un ciudadano del mundo, usted es un ciudadano de ningún lugar”. Como comentaba Dani Rodrik, los ciudadanos son representados a escala local y nacional, pero no tienen presencia efectiva en espacios transnacionales (si excluimos el Parlamento Europeo y su limitado rol institucional). No existe un espacio de ciudadanía global en el que se definan dinámicas representativas y de rendición de cuentas. Esas dinámicas son nacionales y, por consiguiente, ante la sensación de desprotección creciente de muchos sectores sociales frente al cambio tecnológico y la globalización financiera, las personas buscan en la esfera nacional el sentido de pertenencia y de refugio. Y ello empuja a percibir como contradictorios los intereses de los “de casa” en relación a los “de fuera”.
¿Qué futuro le espera a la Europa Social y a su modelo de políticas de bienestar? Partimos de un escenario que hace muy difícil el seguir avanzando en la profundización de la Europa Social. Como decía Bourdieu: “El desempleo nos divide y hace surgir todo lo que hay de malsano en nosotros, el individualismo, los celos, la envidia; el trabajo nos une y genera fraternidad, solidaridad...”. En momentos de crisis como los actuales, las diferencias políticas de base son altamente significativas, ya que corresponden a filosofías sociales muy distintas: liberales, democristianas y social-democráticas. Un estudioso de las políticas europeas, Fritz Scharpf afirmó ya hace tiempo: “los votantes británicos nunca aceptarán los altos niveles impositivos del generoso estado de bienestar sueco; las familias suecas no pueden aceptar los bajos niveles de los servicios sociales y educativos alemanes; y los médicos y pacientes alemanes reaccionarían inmediatamente ante cualquier intento de converger hacia un sistema parecido al National Health Service de Gran Bretaña” .
Cualquier intento de uniformización parece estar condenado al fracaso. Para preservar el modelo social europeo se debería avanzar en convergencias significativas, y en bases impositivas comunes, pero la financiarización económica y las diferencias actuales entre sistemas de bienestar lo hacen casi imposible. Mientras, la crisis económica y las incertidumbres en alza encierran a los países en sus lógicas nacionales. Y en ese escenario, el método abierto de cooperación, que hace un tiempo pareció que podría servir para ir avanzando de manera progresiva y sin forzar las cosas, en la difícil situación actual, muestra todos sus límites. Sólo funciona para tratar de ajustar la eficiencia de los sistemas de protección en relación a los problemas del mercado laboral y las restricciones financieras. No parece muy prometedor. La única forma de avanzar sería imponer normativamente desde las instancias europeas ciertos ajustes y normas comunes que se impusieran a las lógicas nacionales, como de hecho se ha ido haciendo en relación a los temas ambientales. Pero, las lógicas de las políticas ambientales y las políticas sociales, y los actores y tradiciones que las rodean, no son evidentemente las mismas.

Lo que queda claro es que los cambios en los problemas que afectan a las personas son enormes, y justifican el calificativo de cambio de época. Las políticas públicas, queda claro también, que no pueden responder como antes a la nueva realidad. Todo ello sigue conduciéndonos a las preguntas originales. ¿Cómo cambiar la política y las políticas para poder enfrentarnos mejor a los nuevos retos? ¿Cómo hacerlo en Europa sin avanzar en la profundización de la Unión y la progresiva unificación de sus políticas? La respuesta a estas preguntas no parece que puedan surgir de unas instituciones europeas enormemente bloqueadas. Acaba de publicarse el llamado Libro Blanco sobre el futuro de la UE (1 de marzo 2017). La gran mayoría de los escenarios que apunta la Comisión son alicortos y muy conservadores, probablemente conscientes de la gran dificultad que tendría hoy cualquier plan ambicioso de mayor armonización fiscal, social y financiera, con un reforzamiento paralelo de la legitimidad política.
 No creo que avancemos mucho más de donde estamos si no se altera la correlación de fuerzas políticas en las instituciones. El peso de los partidos tradicionales conservadores y liberales sigue siendo hegemónico, mientras aumentan las tensiones en el núcleo socialdemócrata. Probablemente deberemos esperar a que se refuercen las lógicas municipalistas de cambio desde abajo, y que ello encuentre eco en las instituciones europeas, avanzando en políticas que recuperen capacidad de protección desde un mayor protagonismo ciudadano, reforzando las lógicas emancipatorias y solidarias.
Joan Subirats. Catedrático UAB y Coordinador de Doctorado en el Institut de Govern i Polítiques Públiques (IGOB-UAB)

Fuente: http://www.espacio-publico.com/se-abre-o-se-cierran-oportunidades-para-el-cambio-en-europa#comment-5833

La AIF, un gendarme en el corazón del Vaticano para limpiar el "banco del Papa"



14-03-2017 

Catherine Marciano
AFP


Ⓒ AFP – Vincenzo Pinto | El suizo René Brülhart, presidente de la Autoridad de Información Financiera, el 7 de marzo de 2017 en la plaza San Pedro del Vaticano.
Instalada en el corazón de la Ciudad del Vaticano, la joven autoridad contra el lavado dirigida por un experto suizo asegura haber dado pasos de gigante para eliminar las operaciones opacas del “banco del Papa”, salpicado por los escándalos.
La Autoridad de Información Financiera (AIF) está a sólo unos pasos de la residencia del papa Francisco, que festeja el lunes sus cuatro años de Pontificado.
Dentro de ella, en sus oficinas adornadas con crucifijos, no quedan dudas. La entidad está al servicio del papado, como recuerda con voz suave su presidente, René Brülhart.
Antes de su misión en la Santa Sede, este abogado aceptó el desafío de adecuar las normas de la plaza financiera de Liechtenstein a las normas internacionales, sin que fuera recibido con los brazos abiertos.
René Brülhart llegó a la AIF en el otoño 2012, durante el pontificado de Benedicto XVI, que había creado esta agencia para empujar a las instituciones financieras del Vaticano a adoptar los criterios internacionales en materia de lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
“Mi primer trabajo consistió en comprender los desafíos”, describe sobriamente René Brülhart. Luego, abocarse a la escritura de una nueva ley contra el lavado, conforme a las normas internacionales y ya no más a la única lógica de la casa.
“Tuve numerosas puertas abiertas en el Vaticano”, asegura. “Pero no todos están contentos, sirvo antes que todo a la institución de la Santa Sede”.

No dice nada sobre la “vieja guardia” que le puso obstáculos. El papa Francisco decidió en junio de 2014 cambiar a la totalidad del consejo de dirección de la AIF.

– Gran limpieza –

Según los informes de actividad de la AIF, siete transacciones potencialmente sospechosas le fueron señaladas en 2011 y 2012. Luego fueron casi 900 en los tres años siguientes, prueba de que el sistema cambia.
Los señalamientos conciernen esencialmente a cuentas del Instituto para las Obras de Religión (IOR), apodado ‘el banco del Papa’. Una pequeña parte se envía cada año al fiscal del Vaticano.
La gran limpieza terminó a fines de 2015, con el cierre de casi 5.000 cuentas bancarias “sospechosas”.
“Todas no eran ilegales o estaban vinculadas a actividades criminales”, precisa Brülhart. “Algunas pertenecían a personas que no correspondían más a la clientela querida por el IOR”, explica.
El estatuto del banco, que no fue modificado, permite abrir una cuenta después de una donación, pero el banco busca captar y concentrarse en “clientes” religiosos, las congregaciones y los empleados del Vaticano.
A escala de los tiempos del Vaticano, la celeridad del gendarme financiero parece revolucionaria.
“Esconderse detrás de anchos muros ya no era posible”, subraya un observador interno.
Y ya era tiempo. Durante el pontificado de Benedicto XVI estallaron nuevos escándalos financieros, en 2010 se congelaron fondos sospechosos y en 2012 el director del banco se vio obligado a dejar la institución.
Hasta entonces, el IOR hacía pocas preguntas sobre el origen de los fondos.
En el pasado, la mafia también fue acusada de aprovechar este anonimato o de utilizar testaferros para blanquear fondos.
Ya “no recomendaría” intentar reciclar dinero sucio en el Vaticano, afirma René Brülhart.
“Si no se tomara en serio nuestro trabajo, ni el Banco de Italia, ni las organizaciones de supervisión estadounidenses o alemana habrían firmado memorándum de acuerdo con nosotros”, sostiene.
En 2011, el Vaticano pidió participar en el proceso de evaluación Moneyval, órgano del Consejo de Europa para el lavado de dinero. El último informe, en 2015, concluyó que el Vaticano palió muchas deficiencias estructurales, pero tardó en iniciar las demandas judiciales.
En la oficina del fiscal de la Santa Sede esperan 17 investigaciones, tres de ellas ya están siendo instruidas en Italia. Entre 2013 y 2016 se congelaron 13 millones de euros de fondos de origen dudoso.
Fuente: http://www.holactu.com/2017/03/12/la-aif-un-gendarme-en-el-corazon-del-vaticano-para-limpiar-el-banco-del-papa/

La realidad del amianto


14-03-2017 


Entrevista a Ramón Tojeiro
"La realidad del amianto se mantuvo oculta porque era un gran negocio"

Ramón Loureiro
La Voz de Galicia

Ramón Tojeiro (Serantes, Ferrol, 1951) preside Agavida, organización que ya agrupa a víctimas del amianto de todo el país, aunque la inmensa mayoría de quienes la integran hayan estado vinculados al sector naval ferrolano. Quiere, dice, que «se haga justicia». Y que se reconozca que «las muertes que ha provocado el amianto podrían haberse evitado», porque «algunos ya tenían información suficiente sobre lo que estaba pasando», pero prefirieron mirar «para otro lado».
-¿Por qué no se tomaron medidas antes?
-No se tomaron medidas antes porque el amianto les resultaba muy rentable, daba grandes beneficios a la industria. La realidad del amianto se mantuvo oculta porque era un gran negocio.
-Y eso primó sobre cualquier otra cosa...
-Exacto. Como era un gran negocio, porque además era muy barato y se extraía con facilidad, se fueron tapando los daños que causaba y se siguió utilizando. Las empresas prefirieron ocultar la realidad, esconder lo que estaba pasando. Pero a ellos, a los que se beneficiaron del uso del amianto, no les faltaba información. Mire, voy a contarle algo...
-Dígame...
-En el año 1935 ya hubo en Francia protestas por el amianto. Pero claro, ya entonces empezaron las presiones y los chantajes para ocultar la realidad. Como aquí, cuando decían que los daños en los pulmones de las víctimas del amianto eran producidos porque la gente fumaba. En España, en los años sesenta ya se sabía muy bien lo que era la asbestosis, pero se les ocultó a los trabajadores.
-¿En qué momento empezaron a cambiar las cosas?
-En Ferrol hubo un momento que fue fundamental. Y fue cuando en los años noventa Rafael Pillado comienza a decir lo que pasa. Rafael Pillado fue quien dio la voz de alarma, y no le importó que lo presionasen. Esa es una de las cosas que habrá que reconocerle siempre a él. Toda la vida he admirado a Pillado por múltiples razones, para mí fue un ejemplo desde que era un chaval. Siempre ha estado defendiendo los intereses colectivos, el bien de todos. Pero lo que hizo por las víctimas del amianto es algo extraordinario. Eso hizo posible que las cosas cambiasen. Como la labor de Carlos Piñeiro.
-Cuyas investigaciones siguen siendo una referencia.
-Sí que lo son, sí. Carlos Piñeiro también se volcó con nosotros, incondicionalmente. Él, como médico, demostró de forma científica que el amianto estaba causando un genocidio, cuáles eran sus verdaderos efectos. Carlos es, como Pillado, otra persona fuera de lo común.
-¿Cuántas muertes habrá provocado el amianto en Ferrolterra?
-Probablemente bastantes más de un millar. El problema es que muchas de ellas no fueron reconocidas como tales..
Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/ferrol/ferrol/2017/03/12/presidente-agavida-organizacion-agrupa-victimas-amianto-realidad-amianto-mantuvo-oculta-era-gran-negocio/0003_201703F12C12991.htm

Vergüenzas ocultas del periodismo español


14-03-2017

Gervasio Sánchez
La Marea


Este es el relato de compañeros y compañeras sobre las tarifas que reciben por sus colaboraciones escritas o fotográficas en papel o en la web, radiofónicas o televisivas. Al propio Gervasio Sánchez ya le ocurrió en época de ‘vacas gordas’.



Jueves, 25 de febrero de 1993, Prístina (Kosovo).
“Gervasio, enhorabuena, mi diario ha publicado hoy un especial titulado Homenaje a Sarajevo con textos de Bogdan Bogdanovic, Ismail Kadaré, Claudio Magris y Predrag Matveievic y las seis fotos de gran tamaño que han elegido son tuyas”.
30 de marzo de 1993, Zaragoza (España).
“No es posible que me hayan pagado por esas seis fotos 18.000 pesetas. Es una miseria, es una vergüenza”, me digo al borde del llanto.
Segunda semana de abril de 1993, Madrid (España).
“¿Cómo es posible que me hayas valorado este trabajo con una cantidad tan irrisoria?”, pregunto a la persona responsable de la sección de fotografía. “Son fotos de archivo”, me responde. “Son fotos hechas en los últimos meses en lugares muy peligrosos y este diario no ha pagado ni una peseta por su producción”, insisto. “Las fotos ya están valoradas y ya no se puede dar marcha atrás”. Fin de la conversación.
Ese mismo diario acababa de ganar 5.032 millones de pesetas en 1992, su récord histórico.
Quiero contar esta anécdota ocurrida hace casi un cuarto de siglo antes de hablar de las tarifas que se pagan hoy en día porque es importante saber lo siguiente: es falso que las dificultades económicas de los medios de comunicación sean el origen del desorden actual. En tiempos de vacas gordas también ocurrían hechos desagradables y vergonzosos. Había personajes (quiero ser diplomático) en los medios de comunicación que se dedicaban a maltratar de palabra y obra a los colaboradores. Responsables cuyo único interés era regatear hasta los límites insospechados. No les importaba si el trabajo se había hecho en zonas oscuras extremadamente peligrosas. Querían ahorrar a cualquier precio, quedar bien con sus jefes, recibir sobres bajo mano, bonificaciones, golpecitos en la espalda.
Los comités de redacción y de empresa miraban a otro lado. Las asociaciones de prensa no opinaban sobre (por favor) menudencias. Volvamos al presente.
 Managua, 16 de febrero de 2017, 16.25 de la tarde, hora nicaragüense.
 Envío a unos cincuenta compañeros y compañeras un mensaje por correo electrónico preguntándoles por las tarifas que reciben por sus colaboraciones escritas o fotográficas en papel o en la web, radiofónicas o televisivas. Me centro en personas que trabajan en corresponsalías en el extranjero o coberturas de alto riesgo, algunas de las cuales han destacado en este oficio y han ganado premios prestigiosos. Me comprometo a mantener el anonimato y también a no dar los nombres de los medios implicados. Tampoco vale la pena darlos: estas vergüenzas ocultas afectan a casi todos. Se salvan algunos regionales (sorprendería los nombres de esos medios) y casi ningún digital.
Managua, 17 de febrero de 2017, 6 de la mañana, hora nicaragüense.
 He recibido tanta información que podría escribir varios artículos. Los correos destilan un gran cabreo. Algunas historias son muy hirientes. Me duelen todas, pero sobre todo aquellas que afectan a compañeras y compañeros que han alcanzado edades peligrosas. Ningunear económicamente a un colaborador que supera los 50 años es condenarlo a la marginación.
Da ganas de escribir los nombres de los medios, los nombres de los intermediarios, los nombres de los desvergonzados. Contar sus obsesiones: si su equipo favorito perdía el domingo, llegaban cabreados al trabajo el lunes y ese día regateaban más. Si su equipo ganaba, quizá podía beneficiarte algún brote de magnanimidad. Pero estamos en el país de la hipocresía y del cinismo: sabemos el pecado, conocemos la sutilidad o la bravuconería con la que actúan los maestros de la impudencia, pero hay que callarse los nombres de los pecadores. Porque los que pecan siempre quieren vivir en la impunidad.
 Empiezo describiendo la situación de una persona a la que admiro profundamente. Todo el mundo reconoce que es la mejor en su especialidad. “Me pagan 60 euros por una pieza corta y 90 euros por una larga. 25 euros por una crónica de radio”, me responde. ¿Cuántas horas dedicas diariamente a tu trabajo? “Dedico muchas horas al día a informarme. Por lo menos cuatro o cinco horas las dedico a leer la prensa local en varios idiomas y también leo medios internacionales. Además, veo las noticias de la televisión en los canales locales y escucho la radio constantemente”.
¿Llegas a fin de mes? Me pide máxima confidencialidad, como si se avergonzara. Yo también me avergüenzo. “Lo que gano no llega para pagar el alquiler”, me responde cabizbajo (no lo veo pero lo siento así). Y pienso: este oficio está orquestado por algunos miserables capaces de rascar donde ya solo sale sangre.
 Cambiemos de zona. Otra persona que considero imprescindible en esta profesión me pasa sus ingresos y sus gastos mensuales. Me quedo de piedra. No doy crédito. Peor no la pueden tratar. Los responsables del medio lo saben, le han trasladado su solidaridad. Pero nadie es capaz de desenredar el hilo de la podredumbre. Es cierto que su medio está viviendo horas complicadas, como casi todos, pero sus ejecutivos siguen ganando cantidades inmorales.
 Gasta 1.500 euros al mes en el alquiler de la casa, la cotización mínima de autónomos, internet, gestoría, etc. No incluye lo que gasta en comer. Dos meses de 2016 ingresó menos de esa cantidad. Otros seis meses la superó por poco. Tres meses consolidó los 2.000 euros. Tuvo un mes especial porque hizo una cobertura en una zona conflictiva. Este año aspira a ingresar lo mismo que gasta sin incluir el coste de la cesta de la compra. Al fin y al cabo comer es relativo.
 Tengo la mesa llena de tarifas, facturas e intercambios de emails. Pura chicha que me sonroja. Vamos a desmenuzar. 35 euros por texto y crónica desde Alepo para una web de un diario nacional. “Al final nos pagaron el doble pero insistieron que esa era su tarifa”, explica la persona afectada. 180 euros por una galería de 10 fotos para la web sin importar dónde estén hechas. 1.200 euros por un reportaje de textos y fotos en un dominical realizado en uno de los países más peligrosos del mundo.
Los dominicales han bajado las tarifas drásticamente. “Hace dos años pagaban 1.800 euros y 2.100 si iba en portada. Hoy pagan como máximo 1.500 euros”, comenta otra persona con mucha experiencia, que añade: “Las tarifas siguen bajando de manera continua. Cada trabajo se paga menos que el anterior y se crean situaciones muy tensas y desagradables”. Hace diez años se podía pagar 3.000 euros por texto y fotos para diez o doce páginas.
En las televisiones pasa algo parecido. “Cuando llegué a mi destino en 2009 la cadena me pagaba 450 euros por un directo y 700 u 800 euros por piezas más elaboradas. Ahora está todo a 200 euros y muchas veces aprovechan una conexión de satélite para que hagas directos para dos cadenas distintas que se han unido y pagarte como si trabajaras solo para una. Todo en bruto. He dejado de colaborar con ellos”, explica una persona que trabaja en una agencia y una radio.
La jefa de internacional de otra cadena rechazó unos vídeos de Siria en diciembre 2011 al argumentar que los tenía gratis en Internet. “Un día después la agencia Reuters compró esos mismos vídeos por 1.500 euros y me dieron las gracias desde Londres porque estaban cansados de descargarse vídeos de Internet”, recuerda otro informador.
Aquí tienen un bochornoso diálogo entre un informador y los responsables de internacional y la sección de pagos de una cadena de televisión con sede en Madrid. “¿Sabes cómo habéis valorado mi intervención? Es para mandaros la factura”, escribe el periodista desde la capital de un país en llamas. “Finalmente, no utilizamos tus imágenes. Nos vinieron bien tus declaraciones y las metimos como totales telefónicos, pero es política de la empresa pagar solo por imágenes emitidas o crónicas periodísticas. Quizá te enfades si no te pagamos nada, pero si crees que debemos pagarte lo mejor es que trates el tema de dinero con producción. Como tú lo veas. Un saludo”, contesta el jefe de internacional.
 El mismo periodista ya ha vivido una situación parecida en otro país conflictivo. Le quieren pagar 300 euros por tres vídeos y, al plantear una mejora el jefe de internacional, le contesta: “Te avanzo mis ideas. El día que le vendo tu material al director de informativos es el lunes. El problema es que los presupuestos del año están super ajustados y me han dicho que no podemos comprarte nada ni a ti ni a nadie. Lo que significa que si Woodward y Bernstein nos venden una entrevista en exclusiva con la captura incluida por ellos mismos de Bin Laden y Al Zawahiri no se la podemos comprar porque no tenemos rupias ni para pipas”.
El periodista busca consuelo y consejo en una productora amiga del mismo canal que le responde: “Yo creo que lo deberías aceptar, se te va a rotular en las piezas y eso es curriculum para ti (te podemos grabar un DVD con las tres piezas y así ya puedes poner que eres colaborador de este medio) y sobre todo porque se te abre una puerta para poder currar más veces en un futuro”. El remate es maravillosamente obsceno: “Valora ya tú, qué es lo que más te importa, si el dinero o el hacer curriculum”.
Las críticas de las personas consultadas son generalizadas y duras. Algunos se quejan más del trato recibido (correos electrónicos sin contestar, promesas incumplidas, actitudes prepotentes, etc.) que de la propia cochambrosa política de tarifas. Un profesional afirma: “Creo que los medios españoles encabezan la lista de cutrerío, ninguneo y falta de respeto hacia los profesionales a nivel europeo. No importa la inclinación ideológica o el ramalazo pseudo progresista de alguna nueva cabecera. La tendencia es pagar el mínimo aunque nunca falta dinero para diseñadores, programadores, etc.”.
Otro no se corta a la hora de describir el trato que ha recibido: “El mamoneo, las tarifas ridículas de los ‘grandes’ y la falta de respeto han hecho que prefiera escribir en inglés (que evidentemente me cuesta más que en castellano) a ofrecer historias aquí. Lo que tenía claro es que la pobreza moral y profesional en España no me podía cortar las alas”. Una tercera persona se centra en el trato que recibe como corresponsal por parte de los medios españoles: “Te pagan pésimamente pero te exigen que dejes lo que estás haciendo para colaborar inmediatamente con ellos cuando les interesa”. Un cuarto reportero también hace autocrítica: “La falta de oportunidades y el alto grado de competitividad invitan a profesionales y no profesionales a aceptar esas tarifas indignas y reventar el mercado”.
Habla un fotógrafo de prestigio desde una zona de alto riesgo en la actualidad: “Se está convirtiendo en un oficio imposible. En Iraq, el fixer (la persona que facilita el acceso a zonas de interés informativo y el contacto con las personas que se desea entrevistar) más barato (con un inglés malo) cobra 300 euros. Si se trata de ir al frente quiere cobrar 700 euros. Si ven que vas a compartir gastos te cobran más. Ningún medio quiere pagarte los gastos. Cada vez que hago números lloro (literalmente). Estoy pensando en dejar la cámara”.
Otro fotógrafo asegura que “la revolución tecnológica ha creado una idea equivocada sobre los costes. Muchos responsables creen que se debe pagar menos al no imprimirse en papel. Pero el gasto de producción sigue siendo el mismo”.
¿Qué alternativa queda? “Muchachos y muchachas de clase media y alta con padres que pueden pagar por viajes, equipo, seguridad al regreso, etc… No es su culpa, yo mismo pertenezco a ese estrato social, pero el retrato de la realidad que va a mostrar alguien acomodado, sin una tradición de lucha, con ansia de notoriedad y escasos asideros ideológicos y culturales no va a ser el mismo que el de la mayoría, que no está satisfecha”, reflexiona otro periodista con casi dos décadas de experiencia.
Algunos fotógrafos han decidido pasarse directamente al vídeo aunque no es oro todo lo que reluce. “Te quieren pagar 300 euros por un vídeo que requiere una producción, un guion, imágenes que necesitan buen sonido y que luego hay que editar, grafismo, gastos generales, etc.”, explica un antiguo fotógrafo (“lo de la foto está muerto”), que admite que tampoco “salen las cuentas y la calidad es la gran perjudicada”.
Uno de los participantes en esta encuesta resume el sentimiento general sin paliativos: “Me siento engañado por los grandes medios al abaratar nuestras tarifas mientras sus trabajadores gozan de sueldo, sanidad y aire acondicionado en sus oficinas. Me siento engañado por las asociaciones de prensa que invitan a callarse y bajarse los pantalones ante cualquier atisbo de problema que surja. Me siento engañado cuando oigo en las facultades de comunicación la importancia del periodista multitarea cuando la realidad te demuestra que eso significa hacer 3 o 4 funciones distintas por el precio de una. Me siento engañado cuando veo que mis compañeros aceptan tarifas de mierda”.
Fuente: http://www.lamarea.com/2017/03/13/verguenzas-ocultas-del-periodismo-espanol/

La corrupción en España





La corrupción en España es como decir la corrupción en el sistema capitalista, aunque muchos de mis compatriotas (utilizo esta palabra un tanto incomodado, porque significa más o menos, según la Real Academia Española, “persona de la misma patria que otra”, y yo nunca he sabido definir con exactitud el concepto patria, más allá de lo que alguien dijo alguna vez: un país, o una tierra, con justicia, pero ¿dónde leñes se encuentra eso?), piensan que es algo característico y consustancial con el ser español. Bueno, no hace falta irse muy lejos (a Francia o a Marruecos) para comprobar que muchos franceses y marroquíes podrían pensar exactamente lo mismo de sus respectivas esencias nacionales.

Yo prefiero pensar que los españoles compartimos este gusto por la corrupción con el resto de la Humanidad y que, de hecho, es un fenómeno que se ha dado desde que el mundo es mundo, o mejor dicho desde que el hombre es hombre, o quizá mejor desde que el homo sapiens existe y constituyó eso que se llama moral o ética. Es más, la corrupción es consustancial a la ética, puesto que ¿cómo puede existir aquélla sin ser tipificada por ésta? Por tanto, podemos decir que la corrupción es un acto ético en cierto sentido, en el sentido en que ambos fenómenos (y consideremos la ética como un fenómeno ideológico) son inseparables. Insisto, ¿cómo se puede señalar a un corrupto sino desde la moral?, ¿quién si no una persona o una institución presuntamente libre de tacha puede denunciar a otra manchada por el soborno, el cohecho, el tráfico de influencias o la financiación ilegal? Profundizando un poco más en el asunto, se debería admitir, sin embargo, que el conjunto de prácticas corruptas sólo es posible, teniendo en cuenta que deben darse en el seno de unas instituciones que suponen la gestión de riquezas ajenos, a partir del momento histórico en que surge el excedente y una parte de la sociedad se apropia de la gestión del mismo. Es decir, cuando surge el Estado o al menos un Estado embrionario; así podemos distinguir el simple robo, el hurto, o la apropiación indebida de lo que es en sí la corrupción político-económica.

En cualquiera de los casos, y dejando de lado la teoría para centrarnos en el objeto de esta nota, se ha de decir que desde hace algunos años los sufridos españolitos nos levantamos todos los días con un nuevo caso de corrupción política: presidentes regionales, ex directores generales del Fondo Monetario Internacional, ex ministros y no tan ex, gerentes de cajas de ahorro (que en España hasta hace pocos años eran de titularidad pública), diputados, concejales, alcaldes, tesoreros de partidos políticos… hasta algún miembro de la familia real, que han metido mano a la caja pública, que han recibido comisiones a cambio de contratos, que han dado subvenciones de forma fraudulenta, que han financiados sus formaciones políticas de manera ilegal… En fin, que desde que la crisis estalló las preocupaciones y las conversaciones de los españoles no pueden evitar este tema.

Pero lo que aquí me gustaría señalar son los siguientes aspectos. En primer lugar, que los hechos presuntamente delictivos protagonizados por estos señores (y alguna señora) corruptos fueron protagonizados hace muchos años, en los años anteriores a la crisis, en aquellos años que se pueden identificar como del “beau crédit”, en el que el dinero fluía a espuertas gracias al generoso crédito de las instituciones financieras, en el que la sociedad en general, y la clase trabajadora en su seno, embaucada por el mensaje de que el crédito era ilimitado y de que la expansión económica también lo era, rechazaba cualquier advertencia sobre la falsedad de este credo y los peligros de la expansión del crédito tanto interno como externo, tanto privado como público, tachándola de “alarmista” en el mejor de los casos; en aquellos años, por tanto, en que la actividad económica, el empleo y el consumo, gracias a esa expansión crediticia, iban viento en popa a toda vela (que diría el poeta), y en los que todo el mundo, salvo a los aguafiestas de siempre, se callaba aceptando el sistema capitalista no ya como el menos malo de todos los sistemas, sino como el único que podía funcionar razonablemente bien, ya que era capaz de satisfacer las necesidades materiales de la inmensa mayoría de la población. Bien; pues en aquellos años anteriores a la crisis, en aquellos tiempos del “beau crédit”, esos hechos corruptos a muy poca gente parecía importarles, o al menos no lo suficiente como para abrir portadas en la prensa y en los telediarios, sumarios en los juzgados o investigaciones en las comisarías; tampoco la sociedad se rasgaba las vestiduras, sumergida como estaba en un mar de apuntes contables. Sólo voces solitarias clamaban en el desierto, animadas por diferentes intereses. Recordemos cuando Pascual Maragall en 2005, a la sazón Presidente del Gobierno regional de Cataluña, denunció en el Parlamento catalán las mordidas sistemáticas de sus antecesores en el poder. Nadie en aquel país de fábula le dio mayor importancia al asunto, más allá de que muchos pensaran que Maragall se había pasado un poco de rosca, y a pesar de que en Cataluña era “vox populi” entre los empresarios (y perdón por lo de “populi”), que había que pagar el porcentaje correspondiente al recaudador correspondiente. ¿Qué hizo entonces el poder judicial, la fiscalía, los jueces, la prensa, el resto de partidos políticos? Nada. O casi nada. Aunque todos sabían que había algo. Claro que para algunos como Julio Anguita, secretario general del Partido Comunista y coordinador de Izquierda Unida a la sazón, el poder judicial español estaba corrompido de arriba abajo, afirmación que constituyó un escándalo mayor que las acusaciones de Maragall y que tuvieron que ser matizadas ante la presión de los miembros más moderados de Izquierda Unida.
Ni que decir tiene que este tipo de corruptelas, como más arriba decía, siempre han existido y que, de vez en cuando, han salido a la luz. Pero no siempre y desde luego nunca con tanta intensidad como ahora. Porque ¿quién decide hacerlo público, cómo, cuándo y en qué grado? En este terreno no hay otro actor que la inmaculada prensa; prensa que, no olvidemos, está en manos de la burguesía, y por tanto controlada por ella. Curiosamente, los casos de corrupción política denunciados por la prensa (en España, para ella no existe otro tipo de corrupción, por supuesto) salen en tropel, de golpe, o en una sucesión incesante que ha puesto al país en vilo y que le ha llevado a pensar que los problemas económicos de la sociedad tienen unos culpables muy definidos, cara, nombre, apellidos y carné de identidad: Rodrigo Rato, Urdangarín, Correa, Blesa… Las frases más populares de estos años en oficinas, cafeterías y cenas familiares han sido del tipo “si devolvieran todo lo robado, se acabaría la crisis” o “si no se lo hubieran llevado, no habría tanto paro”. Resumiendo, que la idea que se ha inculcado a la sociedad es la siguiente: la crisis ha sido provocada por un atajo de ladrones y sinvergüenzas, por un puñado de politicuchos y banqueros (de la banca pública, faltaría más, no de la privada, es decir de políticos al fin y al cabo) que han provocado prácticamente todos los males económicos de España: el paro, la pobreza, los desahucios y hasta los suicidios.
No está de más recordar en este momento que en mayo de 2011, es decir, cuatro años después del estallido de la crisis, con un paro que subía sin cesar, con desahucios a gogó y con una pobreza rampante, surge en las calles de España un movimiento de contestación popular más o menos espontáneo que recoge el profundo malestar de buena parte de la sociedad española ante los efectos de la crisis. El sistema reacciona con inteligencia: nada de represión por parte del gobierno, comprensión y hasta simpatía de la mayoría de los grandes medios de comunicación y vía libre a un movimiento político reformista y retóricamente exaltado que recoge ese malestar pero que no cuestiona el sistema capitalista y da por bueno, vía reforma política, la institucionalidad que emana del mismo.
Una muestra más de la inteligencia del sistema ha sido darle a la sociedad los culpables que necesitaba (el propio sistema), a la manera de holocausto. Así como en las sociedades primitivas el sacrificio a los dioses de algunas personas (o animales) los aplacaba, garantizando así la salvación de toda la comunidad, el sistema capitalista, cuyo único dios a temer y a aplacar es el pueblo enfurecido y organizado, le sacrifica unos cuantos chivos expiatorios para apaciguarlo y para dirigir sus iras hacia éstos. Así se entiende que la burguesía, a través de los medios de control social que gobierna (los medios de comunicación y la industria cultural), y del poder judicial que controla (vía partidos políticos), se haya dedicado día sí y día también, a señalar a los culpables de la crisis, los políticos corruptos, eludiendo así comprometedores debates públicos sobre el funcionamiento del sistema financiero, escamoteando exposiciones más o menos complejas sobre la estructura productiva de nuestro país y su incapacidad para autofinanciarse, disimulando la inmensa transferencia de riqueza desde la clase trabajadora a la burguesía que ha supuesto la financiación de la deuda de la banca y de la empresa privada a través de diferentes mecanismos, evitando que la burguesía financiera, que en un país como España controla la mayor parte de su actividad económica, y con ella el sistema capitalista y la democracia burguesa cayera en el más profundo de los desprestigios y ocultando, en definitiva, que las crisis económicas periódicas son inevitables en el sistema capitalista.

Ni que decir tiene, que el sistema no se suicida y que tampoco puede echar a la hoguera sacrificial a un número ilimitado de sus miembros, y por supuesto que prefiere no chamuscar sumos sacerdotes, por diversas razones que serían fáciles de comprender. Así se entiende, por ejemplo, que la hermana del rey sea absuelta, que su señor marido, al igual que el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y el banquero-político Blesa no pisen cárcel, a pesar de estar condenados (si bien no en sentencia firme), y que el señor presidente del gobierno español, señor Rajoy, haya sido apartado, al menos desde un momento determinado, de esta ofrenda ritual.
Evidente es que todo holocausto genera asimismo un desgarro en el cuerpo social, y este desfile de políticos sobre la alfombra roja de los juzgados está pasando factura al sistema político, a pesar de los esfuerzos exitosos por remozarlo; pero se entiende que el mal producido es menor que el evitado, al menos de momento; y el mal mayor era el cuestionamiento del sistema de dominación burgués (es decir, el capitalismo). En todo caso, a mayor crisis, más corderos hay que llevar al ara sacrificial. Iremos contando ovejitas, tanto las que quedan como las que vamos matando y cuando veamos que el ritmo de la ofrenda disminuye, podremos pensar que la crisis se ha acabado (la crisis del sistema capitalista en España, se entiende, no la de la clase trabajadora española).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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