🦁 Q Patriotas 🌍🇪🇸🇺🇸🐸🦅:
Annie Knight de OnlyFans fue hospitalizada con un sangrado severo por endometriosis después de tener relaciones sexuales con 583 hombres en 6 horas. ☠️
Estos son agentes, consciente o inconscientemente, al servicio de los Programas de Miseria Sexual Arcónica y los sistemas MK-Ultra Beta Sex Kitten, diseñados para atrapar a las almas en ciclos recurrentes de trauma sexual, adicción y esclavitud energética. Son expresiones rituales de la red de control de la matriz de Miseria Sexual.
Diseñado por entidades parásitas no humanas, este antiguo programa fue instaurado en la civilización humana hace eones: para distorsionar, profanar y convertir en arma la fuerza sagrada de la sexualidad humana. Funciona a través de los medios de comunicación, la cultura hipersexualizada, la normalización del trauma y la desconexión entre el alma y el cuerpo inducida químicamente. Debajo de la glamurosa promiscuidad y la falsa liberación sexual se esconde un sistema de extracción loosh diseñado para mantener a los humanos atrapados en frecuencias bajas.
El Arma de la Energía Sagrada
El Programa Arcónico pervierte e invierte la fuerza sexual divina, una de las energías más poderosas del cuerpo humano. A través del consumo excesivo de alcohol, la promiscuidad normalizada, la adicción a la pornografía y el condicionamiento infligido por el trauma, este sistema roba energía vital a entidades negativas que se alimentan del caos, el miedo y la fragmentación.
Muchos de los que están atrapados en estos bucles están profundamente programados, condicionados para promover comportamientos hipersexualizados en la psique colectiva. Esta agenda se amplifica a través de personas influyentes en las redes sociales, estrellas del pop y celebridades, cuidadosamente posicionadas para glorificar la sexualidad distorsionada, el desapego emocional y el falso poder.
Se dirigen a los más vulnerables, niños y adolescentes, a través de imágenes repetitivas y sugerentes que fragmentan la identidad, distorsionan la intimidad y cortan su conexión con la verdad interior. Es un control mental ritualizado disfrazado de entretenimiento.
Esta arma ataca a través del abuso sexual, la mutilación genital, la manipulación emocional y el control mental, enraizando el trauma en los chakras inferiores y atando a los individuos a líneas temporales inferiores de dolor y miedo.
Los niños no curados se convierten en adultos que repiten inconscientemente el trauma, manifestándose como adicción, desapego, disfunción sexual y comportamiento abusivo. Con el tiempo, los roles de género distorsionados, los vínculos parentales rotos y la intimidad transaccional se normalizan, atrapados en el sufrimiento sexual multigeneracional.
Pornografía: Guerra psicológica
Desde la Segunda Guerra Mundial, la pornografía se ha utilizado en la guerra psicológica. La Alemania nazi y el Japón imperial utilizaron imágenes gráficas para desmoralizar a los soldados enemigos. En el período de posguerra, estas tácticas evolucionaron hasta convertirse en el complejo industrial de la pornografía, hoy arraigado en toda la sociedad.
La pornografía moderna es más que sólo entretenimiento: explota la vulnerabilidad espiritual, reprograma el cerebro y disuelve la sacralidad de la intimidad. Mantiene a los usuarios atrapados en un ciclo de agotamiento, confusión e indignidad, asegurando que nunca recuperen su soberanía sexual o su poder del alma.
De la trampa de Loosh al portal de la luz
En su expresión más baja, el sexo se convierte en una liberación breve: un placer momentáneo con un costo espiritual a largo plazo. Pero en su frecuencia más alta, el sexo es un intercambio de energía sagrada: un portal para la activación del ADN, la curación celular, la manifestación en la línea de tiempo y la unión divina. La conexión sexual consciente alinea el cuerpo, el alma y el espíritu, regenerando a ambos miembros de la pareja y reconectándolos con la energía Fuente.
Cuando se abusa o manipula la energía sexual, a menudo se manifiesta en forma de enfermedades físicas, enfermedades de transmisión sexual, fatiga crónica y trastornos reproductivos.
La guerra espiritual es en esencia una guerra sexual. Para trascenderlo, debe ser desprogramado, sanado de heridas ancestrales y restaurado como un acto sagrado de oración, poder y alquimia. Porque cuando la energía sexual se respeta, se refina y se intercambia conscientemente, se convierte en el combustible para la ascensión, no en una trampa para la destrucción.