EL DON DE TENER UN ALMA GEMELA

 

Tener un Alma Gemela es un gran don. Las Almas Gemelas se ofrecieron al Padre/Madre para descender a los planos de la materia para traer el Amor de Dios a la Tierra.

El plan original era que las Almas reencarnarán varias veces en cuerpos masculinos y femeninos para que cada mitad del Todo Divino aprendiera a Ser el instrumento de Dios. Debido al uso del libre albedrío y formación del Karma, se fue bajando la Vibración, causando la lejanía de la Fuente Divina y así las Almas Gemelas también fueron afectadas por esta rueda de reencarnaciones y karma causando separación entre ellas en varias vidas.

Al perder la Armonía se creó el miedo, la desconfianza y cada vez más nos alejamos de la Fuente. Así se va creando Karma y separación del Gemelo Almico. En diferentes vidas establecemos relaciones con otras Almas que pudieran relacionarse por cierto nivel de afinidad. Estas Almas son las Almas Afines o Compañeras. En cada Vida que estuvimos separados se creó Karma y al evolucionarlo se logra el reencuentro.

Las Gemelidad tiene una Misión única: lograr unir a las Llamas Gemelas, en la relación que tengan con Dios y su YO SOY. El reencuentro puede ser tan fuerte que hay personas que tienen dificultad para aceptarlo. La consumación de este proceso de aceptación conlleva un reconocimiento y redescubrimiento que pudiera tomar días a semanas en descubrirlo aunque se comienza a sospechar.

En cada encuentro, las Almas se comienzan a atraer cada vez más, se comienza a sentir una anticipación y alegría cuando llega la pareja amada y se van preparando para acomodar la intensidad que se comienza a sentir al verla. Al mirar a los ojos del gemelo se produce una chispa e intensidad que es solo comprendida entre ellas.

El momento específico del reconocimiento es muy fuerte, el Alma de uno entra y reconecta con la otra Alma, ocurriendo una Alquimia instantánea. Las Llamas Gemelas se encienden y unifican para siempre. Esta consumación alquímica que es instantánea requiere de un proceso de crecimiento y ajuste. El tiempo hace que las Almas se consoliden cada vez más en un proceso de toma de conciencia adaptando la personalidad al Alma. Se produce un Amor Incondicional que se hace cada vez más fuerte e intenso.

Las Almas Gemelas se ven perfectas una a la otra ya que ven en ellas la presencia de Dios. Una vez que ocurre esta Alquimia, las Almas Gemelas nunca más volverán a Ser igual que antes porque tienen un mismo Espíritu y un patrón único de identidad, el Amor de Dios en la Tierra.

Por estar sujetas al libre albedrío las Almas están expuestas a desarrollar Karmas por los cuales tendrán que aprender lecciones en vidas subsecuentes. De acuerdo al nivel evolutivo y al grado de karma tendrán la dicha de volver a encontrarse para seguir desarrollando su Plan Divino. Si todas las Almas Gemelas hubieran mantenido el nivel de Armonía Cósmica sin crear karma, el éxtasis amoroso entre ellas se hubiera mantenido en la Tierra y la caída del hombre no hubiese ocurrido.