LA NUEVA TIERRA ll
Canalizaciones de Jeshua por Pamela Kribbe
El ciclo planetario
Todo lo que es, evoluciona en Ciclos, ya sean planetas o humanos.
El hecho de bajarse del ciclo kármico en un determinado tiempo no es una excepción para (grupos de) almas individuales. Lo que hace especial a esta era, sin embargo, es que la tierra misma está completando un mayor ciclo kármico. La tierra está involucrada en una transformación interna lo cual dará como resultado un nuevo tipo de conciencia en su ser como planeta. Sin importar en qué punto estén las almas individuales dentro de su propio ciclo, el proceso de transformación de la tierra, las afectará.
La tierra es su hogar.
Comparen esto con la casa en la que ustedes viven. Imaginen que está siendo reconstruida. Esto afectaría mucho su vida diaria. Dependiendo del estado de su mente, experimentarán esto como un cambio bienvenido o como un evento desordenado y molesto. Si ustedes estaban planeando e interesados en reconstruir su casa de todos modos, ustedes estarían ‘sincronizados’ con los cambios y podrían seguir la corriente. El proceso de transformación de la tierra va a sostener y aumentar sus procesos de transformación personales.
Si ustedes todavía no quieren reconstruir su casa para nada, se sentirán frustrados por el caos alrededor de ustedes. Los cambios internos de la tierra los desequilibrarán.
Para aquellos que dan la bienvenida a los cambios internos de su planeta tierra, estos serán tiempos extremadamente poderosos. Ustedes serán elevados por la corriente de Luz que actualmente está inundando su universo.
Actualmente, la tierra casi se quiebra debajo de la carga kármica de la humanidad. La negatividad y la violencia que se esparce desde ésta carga kármica, forma una clase de desecho energético que la Tierra apenas es capaz de procesar (neutralizar e integrar).
Enfoquen su conciencia por un momento en el corazón de la tierra. Relájense y enfóquense..... ¿pueden sentir algo ahí? ¿Pueden sentir cómo la tierra se desgarra?; hay demasiada violencia sobre ella.
La tierra está sintiendo impotencia y resistencia al mismo tiempo. Ella está al borde de crear una nueva base para su ser. La tierra va a liberar las energías de lucha, competición y drama: en niveles internos y externos. La nueva base que se está esbozando dentro de ella es la energía del corazón, la energía de equilibrio y conexión: la energía Crística viviente.
La tierra, exactamente igual que la humanidad, está implicada en una experiencia de aprendizaje. Exactamente igual que la humanidad, su conciencia está evolucionando y transformándose a sí misma. Como sucedió con la humanidad, su viaje comenzó desde un cierto tipo de ignorancia o inconsciencia acerca de su propio ser.
La tierra alguna vez fue un ‘planeta oscuro’, que absorbió o tragó las energías que la rodeaban. Ella tomaba las energías o seres que encontraba y los asimilaba completamente: ella les quitaba su singularidad y en cierto sentido los ‘mataba’. Esto surgía de su deseo de expansión. La tierra de algún modo sentía una falta o insuficiencia dentro de ella, que interpretaba como una necesidad de conquistar o asimilar otras energías. Ya que la tierra no daba nada a cambio a estas energías, no había en realidad una interacción entre ellos. Era un proceso mortal y silencioso.
En un cierto tiempo, la tierra se dio cuenta de que éste proceso no la satisfacía más. Ella sintió que algo faltaba en este modo de alimentarse a sí misma. Su sensación de insuficiencia no era aliviado por éste.
Su impulso a expandirse no se satisfacía matando energías.
En ese momento, dentro de la conciencia de la tierra nació el deseo de vivencias, de Vida. La tierra no fue completamente consciente de esto. Ella sólo supo que quería algo más, algo nuevo, una clase de interacción con otras energías que no terminaran con la reducción de aquellas energías en energía terrestre. Dentro de la conciencia terrestre se creó un espacio para la experiencia de algo diferente a ella misma.
Energéticamente esto significa el comienzo de la vida en la tierra.
Es una ley cósmica que todos los deseos profundamente sentidos finalmente crearán los medios para su realización. Los deseos, que esencialmente son una mezcla de pensamiento y sentimiento, son energías creativas. Esto se sostiene para planetas tanto como para personas. Dentro de la tierra como un planeta había asomado un anhelo, un anhelo de experimentar la vida. Un anhelo de preservar y apreciar la vida, en lugar de destruirla.
Y así sucedió.
Cuando la vida llegó a la tierra, la tierra misma comenzó a florecer. Ella entró en un nuevo dominio de experiencias, que la colmó con una sensación de sorpresa y satisfacción. Ella se sorprendió de que aquel simple anhelo, aquella necesidad apenas percibida, pudiera traer tan grandes y nuevos desarrollos.
Sobre la tierra se desplegó un gran experimento de formas de vida. Muchas formas de vida fueron inducidas a manifestarse sobre la tierra y a experimentar con las energías presentes. La tierra se volvió un nuevo lugar de procreación. Hubo libertad para explorar nuevos caminos, nuevas posibilidades. Fue y aún lo es libre albedrío para todas las criaturas.
Con la creación de la vida, la tierra y las criaturas vivientes en ella, comenzaron a seguir una cierta línea de desarrollo interior. Este camino de experiencia tuvo su propio tema central: el equilibrio entre dar y recibir.
Al nivel interior de conciencia, la tierra había luchado por eones de tiempo para encontrar el equilibrio indicado entre dar y recibir. Como planeta, la tierra da y recibe vida. En el ‘período oscuro’ de la tierra, la etapa en la cual ella absorbía y liquidaba energías, el acento fuerte estuvo en ‘recibir’.
Actualmente, ella se ha inclinado hacia el otro extremo: dando hasta el límite de lo que puede dar.
La tierra ha tolerado violencia y explotación por la humanidad por mucho tiempo, porque esto fue en algún sentido apto kármicamente. La tierra tuvo que explorar el otro lado de poder y opresión. Sus acciones como ofensor incitaron la experiencia opuesta de ser víctima, como un boomerang. Así es como funciona el karma. No es una cuestión de castigo. Para realmente entender y terminar con el tema del poder, ustedes tienen que experimentar ambos lados del mismo. Con cualquiera que ustedes peleen o quieran infligir poder sobre él, ustedes tendrán que encontrarse nuevamente, como víctima u ofensor, hasta que ustedes reconozcan que ambos son UNO, ambas partes de una energía divina.
Entonces, la despiadada explotación de la tierra en estos tiempos es, en algún sentido, kármicamente adecuada, ya que ha provisto a la tierra de una oportunidad para llegar a un completo entendimiento del equilibrio entre dar y recibir.
De todos modos, los límites dentro de los cuales el desacato y la explotación son kármicamente adecuados son tomados en cuenta. La tierra ha alcanzado su entendimiento del equilibrio y está completando su ciclo kármico de conciencia. Ella ha logrado ahora un nivel de amor y conciencia que no tolerará el abuso humano por mucho más. Este nivel de conciencia hará que ella atraiga energías de la misma mentalidad, las cuales saboreen armonía y respeto, y repelerá energías con intenciones destructivas.
Ha llegado el tiempo para un nuevo equilibrio entre dar y recibir. En la “nueva tierra”, habrá paz y armonía entre el planeta tierra y todos los que vivan en ella: hombre, planta y animal. La armonía y conexión sincera entre todos los seres será una fuente de gran alegría y creatividad.
La transición desde la vieja tierra hacia la nueva tierra es un proceso que no está fijo en tiempo y características. Depende más de las elecciones hechas por la humanidad, de las elecciones hechas en este momento por todos ustedes como individuos.
Muchas predicciones se han hecho y se hacen acerca de este tiempo de transición. El hacer tales predicciones siempre es una cuestión dudosa. Lo importante es que: su realidad materialmente visible es una manifestación de sus estados internos, colectivos de conciencia. La conciencia es, como lo expusimos al comienzo (ver La Nueva Tierra I), libre y creativa. En todo momento, ustedes pueden decidir cambiar su futuro pensando y sintiendo diferente. Ustedes tienen poder sobre sus pensamientos y sentimientos. En todo momento, ustedes pueden decir ‘no’ a los pensamientos o sentimientos restrictivos y destructivos. Esto cuenta para ustedes, como individuos, pero también sirve para grandes grupos de personas.
Cuando un considerable grupo de individuos elige libertad y amor, sobre el odio a sí mismos y la destrucción, entonces esto se manifestará por sí mismo en la realidad material. La tierra reaccionará a eso. Ella es sensible a lo que tiene lugar dentro de las personas. Ella responde a sus movimientos internos.
Con esto, quisiéramos recalcar, que nadie, ni siquiera ‘de nuestro lado’, es capaz de realizar predicciones precisas acerca del modo en que la Nueva Tierra nacerá.
Queda claro, de todos modos, que el grupo de almas que ahora están completando su ciclo kármico (ver La Nueva Tierra I) está estrechamente conectado energéticamente a la Nueva Tierra. Estas personas, quienes frecuentemente se sienten profundamente conectadas a los ideales incluidos en la Nueva Tierra, tendrán hermosas oportunidades de crecimiento y liberación, debido a la coincidencia de los ciclos planetarios y personales.
© Pamela Kribbe 2004
Traducción: Sandra Gusella
LA INTERCONEXION ARCOIRIS - CHAMUEL
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