EL MENSAJERO SÍ IMPORTA.

 EL MENSAJERO SÍ IMPORTA.

El mensajero sí importa, claro que importa, porque lo más importante es que en él haya INTEGRIDAD.

Si en el mensajero hay una Integridad Esencial (y la Integridad solo puede ser Esencial), a partir de esa Integridad es cuando ya no va a importar el mensajero.

Pero solo a partir de la Integridad.

Si no hay una Integridad expresando y sosteniendo un mensaje, solo se tratará de la mente intentando mantener abierto este desdoblamiento perverso, porque a la mente todo le sirve.

Sin Integridad en el mensajero cualquier mensaje va a ser utilizado por la mente para generar una necesidad de preguntas y de respuestas, para crear expectativas y proyecciones, y solo para confundir, ilusionar, manipular y drenar.

En definitiva, la mente va a utilizar cualquier mensaje para seguir abriendo tiempo.

Por tanto, ni el mensajero ni el mensaje importan nada en absoluto si no hay una Integridad en el mensajero.

Una Integridad que va mucho más allá de la intención, porque no se trata de intención, sino de Ser Conciencia, de Ser Real, de Ser! Porque solo el Ser de Conciencia es íntegro.

Y la custodia de la Onda Original se va a encargar de contener los márgenes de error del viajero de un Ser Original, porque la Conciencia va a tomar a ese viajero.

La Integridad habitando en el mensajero es lo único que hace que la Conciencia sea la verdadera protagonista de la expresión de un mensaje, y no el viajero espacio temporal.

Cuando hay una Integridad la Conciencia es la mensajera, sea como sea que esta se manifieste en este mundo, a través de este viajero o de este otro viajero.

En este sentido, una cosa es la despersonalización del mensaje, algo que surge de manera natural cuando es la Conciencia la que se expresa a través de una persona, y otra cosa muy distinta es que el mensajero no importe. Importa mucho, muchísimo, pues por un determinado mensajero la Conciencia está expresándose, porque la Conciencia está Presente en ese mensajero, y por otro mensajero no lo está haciendo, pues la Conciencia no está Presente en él.

Y solo la Conciencia en ejecución del Retorno es garantía de Verdad.

Por eso, las mismas palabras pueden iluminar la falsedad y contribuir al despertar de la Conciencia en este mundo, y pueden también crear más falsedad y más hipnosis y sufrimiento, dependiendo de si está expresándose a través de ellas la Conciencia y su Integridad, o un viajero bien camuflado y la mente parásita de este desdoblamiento.

Por eso, cuando se dice que el mensajero no es importante, lo que se puede estar inoculando es la idea de que da igual si el mensajero es íntegro o no lo es, y por lo tanto que da igual la intención que lo está movilizando en la expresión del mensaje; es decir, que da igual si hay un propósito de Retorno en lo que se expresa, o si solo hay una mera intención mental, que siempre va a ser una intención de manipulación de la Conciencia.

El mensajero importa tanto como el mensaje, pues solo un mensajero tomado por la Conciencia garantiza la manifestación de la misma.

Y es por ello que el mensajero íntegro vive solo por y para expresar ese mensaje de la Conciencia, vive solo por y para el Retorno, aunque ni sea consciente de ello, a diferencia del mensajero que no es íntegro, que es solo un programa mental ejecutando la orden de mantener el tiempo abierto, a costa de lo que sea.

Eunien Saltts.