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4 de agosto de 2017

LA SANGRE RH NEGATIVO ESCONDE EL GRAN SECRETO DE LA HUMANIDAD | VM Granm...

El libro de Urantia - Los Planes de Perfección Divina

Documento 7

El Hijo Eterno está en enlace sempiterno con el Padre en la prosecución triunfal del plan divino de progreso: el plan universal para la creación, evolución, ascensión, y perfección de las criaturas volitivas. Y, en fidelidad divina, el Hijo es el eterno igual al Padre.
El Padre y su Hijo son como uno en la formulación y prosecución de este gigantesco plan de logro para elevar los seres materiales del tiempo a la perfección de la eternidad. Este proyecto para la elevación espiritual de las almas ascendentes del espacio es una creación conjunta del Padre y del Hijo, quienes, con la cooperación del Espíritu Infinito, están empeñados en la ejecución asociativa de su propósito divino.
Este plan divino de logro de la perfección comprende tres empresas únicas, aunque maravillosamente correlacionadas, de aventura universal:
1. El plan de logro progresivo. Éste es el plan de ascensión evolutiva, proyectado por el Padre Universal, un programa aceptado sin reservas por el Hijo Eterno cuando convino con el propósito del Padre: «Hagamos a las criaturas mortales a nuestra propia imagen». Esta disposición para el mejoramiento de las criaturas del tiempo incluye la dádiva del Padre de los Ajustadores del Pensamiento y el otorgamiento de las prerrogativas de la personalidad a las criaturas materiales.
 2. El plan del autootorgamiento. El plan universal subsiguiente es la gran empresa del Hijo Eterno y sus Hijos coordinados de revelar al Padre. Ésta es la propuesta del Hijo Eterno y consiste en su otorgamiento de los Hijos de Dios a las creaciones evolutivas; allí se personalizan y actualizan, para encarnar y hacer real el amor del Padre y la misericordia del Hijo para con las criaturas de todos los universos. Inherente al plan de autootorgamiento, y como rasgo provisional de esta ministración de amor, los Hijos Paradisiacos actúan como rehabilitadores de aquello que la voluntad desviada de las criaturas ha puesto en peligro espiritual. En cualquier momento o lugar donde ocurra un retraso en el funcionamiento del plan de logro, si una rebelión, por ejemplo, afecta o complica esta empresa, entonces las disposiciones de emergencia del plan de autootorgamiento entran en vigencia inmediatamente. Los Hijos Paradisiacos se han comprometido a actuar como rescatadores, están listos para penetrar en los dominios mismos de la rebelión y restaurar el estado espiritual de las esferas. Y este servicio heroico fue el que realizó en Urantia un Hijo Creador coordinado, en relación con su carrera de autootorgamiento experiencial para adquirir la soberanía.
 3. El plan del ministerio de la misericordia. Una vez que fueron formulados y proclamados el plan de logro y el plan de autootorgamiento, el Espíritu Infinito, solo y de sí mismo, proyectó y puso en marcha la empresa extraordinaria y universal del ministerio de la misericordia. Éste es el servicio tan esencial para la operación práctica y eficaz tanto de las empresas de logro como del autootorgamiento, y todas las personalidades espirituales de la Tercera Fuente y Centro comparten el espíritu del ministerio de la misericordia, que es tanto parte de la naturaleza de la Tercera Persona de la Deidad. El Espíritu Infinito funciona verdadera y literalmente como el ejecutivo asociado del Padre y el Hijo, no sólo en la creación, sino también en la administración.
 El Hijo Eterno es el fideicomisario personal, el custodio divino, del plan universal del Padre para la ascensión de las criaturas. Habiendo promulgado el mandato universal, «Sed perfectos, así como yo soy perfecto», el Padre confió la ejecución de esta formidable empresa al Hijo Eterno; y el Hijo Eterno comparte la realización de esta empresa excelsa con su coordinado divino, el Espíritu Infinito. Así pues, las Deidades cooperan efectivamente en la obra de creación, control, evolución, revelación y ministración y, si es necesario, restauración y rehabilitación.

 [Redactado por un Consejero Divino asignado a la formulación de esta declaración que describe al Hijo Eterno del Paraíso.]


The Urantia Book - Relation of the Eternal Son to the Individual


document 7


In the local universe ascent the mortals of time look to the Creator Son as the personal representative of the Eternal Son, but when they start the training regime ascent of the superuniverse, the pilgrims of time increasingly detect the supernal presence of the inspiring spirit of Eternal son, and can benefit from the absorption of this ministry of spiritual energization. In Havona the ascenders even become more aware of the loving acceptance of the pervading spirit of the Original Son. At no stage of the entire mortal ascension of the spirit of the Eternal Son inhabits the mind or soul of the pilgrim of time, but his beneficence is ever near and always attentive to the welfare and spiritual security of the advancing children of time.
The attraction of the spiritual gravity of the Eternal Son constitutes the inherent secret of the Paradise ascension of surviving human souls. The unfailing attraction of the spiritual gravity of the Eternal Son keeps all genuine spiritual values ​​and all individuals sincerely spiritualized. Mortal mind, for example, starts his career as a material mechanism and finally into the Corps Finaliter as almost perfected spirit existence, becoming progressively less subject to material gravity and correspondingly more sensitive inward pulling spirit gravity during this entire experience. The spiritual gravity circuit literally pulls the soul of man to Paradise.
The spirit-gravity circuit is the basic channel for transmitting the genuine prayers of the believing human heart from the level of human consciousness to the actual consciousness of Deity. That which represents true spiritual value in your petitions will be seized by the universal circuit of spirit gravity and will pass immediately and simultaneously to all divine personalities, and each will deal with that which belongs to his personal specialty. Therefore, in your practical religious experience, it is immaterial whether, in addressing your supplications, you visualize the Creator Son of your local universe or the Eternal Son at the center of all things.
The spirit-gravity circuit is the basic channel for transmitting the genuine prayers of the believing human heart from the level of human consciousness to the actual consciousness of Deity. That which represents true spiritual value in your petitions will be seized by the universal circuit of spirit gravity and will pass immediately and simultaneously to all divine personalities, and each will deal with that which belongs to his personal specialty. Therefore, in your practical religious experience, it is immaterial whether, in addressing your supplications, you visualize the Creator Son of your local universe or the Eternal Son at the center of all things.
But how much more perfect is the superb technique of the spiritual world! If something that originates in your consciousness contains a supreme spiritual value, what ye once expressed, no power in the universe can prevent its flashing directly to the Absolute Spirit Personality of all creation.
Conversely, if your supplications are purely material and wholly self-centered, there is no plan whereby such unworthy prayers can find lodgment in the spirit circuit of the Eternal Son. The contents of each petition is not "spirit indited" can find no place in the universal spiritual circuit; those requests, purely selfish and material perishing; not amount to the circuits of true spirit values. Such words are as "sounding brass and tinkling cymbal."
Is the motivating thought, the spiritual content, that validates the mortal supplication. The words are worthless.

 [Edited by a Divine Counselor assigned to formulate this statement depicting the Eternal Son of Paradise.]

El libro de Urantia - La Relación del Hijo Eterno con el Individuo

Documento 7


En la ascensión del universo local, los mortales del tiempo consideran al Hijo Creador como el representante personal del Hijo Eterno, pero cuando comienzan el régimen de capacitación del ascenso del superuniverso, los peregrinos del tiempo detectan cada vez más la excelsa presencia del espíritu inspirador del Hijo Eterno, y pueden beneficiarse por la absorción de este ministerio de energización espiritual. En Havona, los ascendentes adquieren aún mayor conciencia de la amorosa aceptación del espíritu omnipresente del Hijo Original. En ninguna etapa de toda la ascensión del mortal el espíritu del Hijo Eterno habita la mente ni el alma del peregrino del tiempo, pero su acción benéfica está siempre cercana y siempre atenta al bienestar y seguridad espirituales de los hijos del tiempo en avance.
La atracción de la gravedad espiritual del Hijo Eterno constituye el secreto inherente de la ascensión al Paraíso de las almas humanas supervivientes. La atracción infalible de la gravedad espiritual del Hijo Eterno mantiene todos los valores genuinos del espíritu y todos los individuos sinceramente espiritualizados. La mente mortal, por ejemplo, inicia su carrera como mecanismo material y finalmente ingresa al Cuerpo de Finalistas como existencia espiritual casi perfeccionada, estando cada vez menos sujeta a la gravedad material y correspondientemente cada vez más sensible a la atracción hacia adentro de la gravedad espiritual durante esta entera experiencia. El circuito de la gravedad espiritual literalmente arrastra el alma del hombre hacia el Paraíso.
El circuito de gravedad espiritual es el canal básico para transmitir las oraciones sinceras del corazón humano creyente desde el nivel de la conciencia humana hasta la verdadera conciencia de la Deidad. Aquello que representa verdadero valor espiritual en vuestras peticiones será aprehendido por el circuito universal de la gravedad espiritual y pasará inmediata y simultáneamente a todas las personalidades divinas competentes, y cada una de ellas se ocupará de aquello que pertenece a su especialidad personal. Por lo tanto, en vuestra experiencia religiosa práctica, es inmaterial si, al dirigir vuestras súplicas, visualizáis al Hijo Creador de vuestro universo local o al Hijo Eterno en el centro de todas las cosas.
El circuito de gravedad espiritual es el canal básico para transmitir las oraciones sinceras del corazón humano creyente desde el nivel de la conciencia humana hasta la verdadera conciencia de la Deidad. Aquello que representa verdadero valor espiritual en vuestras peticiones será aprehendido por el circuito universal de la gravedad espiritual y pasará inmediata y simultáneamente a todas las personalidades divinas competentes, y cada una de ellas se ocupará de aquello que pertenece a su especialidad personal. Por lo tanto, en vuestra experiencia religiosa práctica, es inmaterial si, al dirigir vuestras súplicas, visualizáis al Hijo Creador de vuestro universo local o al Hijo Eterno en el centro de todas las cosas.
Pero ¡cuánto más perfecta es la magnífica técnica del mundo espiritual! Si algo que se origina en vuestra conciencia contiene un valor espiritual supremo, una vez que lo hayáis expresado, ningún poder en el universo podrá impedir su veloz llegada directa a la Personalidad del Espíritu Absoluto de toda la creación.
Por el contrario, si vuestras súplicas son puramente materiales y totalmente egocéntricas, no existe ningún plan por el cual tales oraciones indignas puedan encontrar cabida en el circuito espiritual del Hijo Eterno. El contenido de cada petición que no sea «dictada por el espíritu» no puede encontrar lugar en el circuito espiritual universal; esas peticiones, puramente egoístas y materiales, perecen; no ascienden a los circuitos de los verdaderos valores espirituales. Tales palabras son como «metal que resuena y címbalo que retiñe».
Es el pensamiento motivante, el contenido espiritual, el que valida la súplica del mortal. Las palabras carecen de valor.

 [Redactado por un Consejero Divino asignado a la formulación de esta declaración que describe al Hijo Eterno del Paraíso.]


The Urantia Book - Circuit Gravity-Spirit

Document 7


Everything taught concerning the immanence of God, his omnipresence, omnipotence and omniscience, is equally true of the Son in the spiritual domains. The pure and universal spirit gravity of all creation, this exclusively spiritual circuit, leads directly back to the person of the Second Source and Center on Paradise. He presides over the control and operation of that spiritual, unequivocal and eternal dominion, of all true spiritual values. Thus the Eternal Son exercise absolute spiritual sovereignty. He literally holds all spirit realities and all spiritualized values, as it were, in the palm of your hand. The control of universal spiritual gravity  isuniversal spiritual sovereignty.
This gravity control of spiritual things operates independently of time and space; therefore the spirit energy undiminished in transmission. Spirit gravity never suffers time delays or reductions in space. No decreases according to the square of the distance of its transmission; No pure spiritual power circuits are delayed by the mass of the material creation. And this transcendence of time and space by pure spirit energies is inherent in the absoluteness of the Son; not due to the interposition of the antigravity forces of the Third Source and Center.
 Spirit realities respond to the drawing power of the center of spiritual gravity in accordance with their qualitative value, their actual degree of spirit nature. The spiritual substance (quality) responds to the seriousness of the spirit as the organized energy of physical matter (quantity) is responsive to physical gravity. Spiritual values and spirit forces are  real.  From the viewpoint of personality, spirit is the soul of creation; intangible matter is the physical body.
 Reactions and fluctuations of spirit gravity are ever true to the content of spiritual values, the qualitative spiritual status of an individual or a world. This power is instantly responsive to the inter- and intraspirit universal values ​​of any situation or planetary condition. Every time a spiritual reality is updated in the universes, this change necessitates the immediate and instantaneous readjustment of spirit gravity. This new spirit is actually a part of the Second Source and Center; and surely as mortal man becomes a spiritualized being, he attains the spiritual Son, the center and source of spirit gravity.
 The spiritual drawing power of the Son is inherent to a lesser degree in many Paradise orders of sonship. For there do exist within the absolute spirit gravity circuit those local systems of spiritual attraction that function in the lower units of creation. Such subabsolute focalizations of spiritual grave-ness are part of the divinity of the Creator personalities of time and space and are correlated with the emerging experiential overcontrol of the Supreme Being.
The pull of gravity-spirit and response thereto operate not only on the universe as a whole but also even between individuals and groups of individuals. There is a spiritual cohesiveness among the spiritual and spiritualized personalities of any world, race, nation, or believing group of people. There is an attraction di-straight spiritual nature between spiritually minded people endowed with similar tastes and desires. The term  Minded  is not entirely a figure of speech.
Like the material gravity of Paradise, the spiritual gravity of the Eternal Son is absolute. Sin and rebellion may interfere with the operation of local universe circuits, but nothing can suspend the spirit gravity of the Eternal Son. The Lucifer rebellion produced many changes in your system of inhabited worlds and on Urantia, but we did not observe that the resultant spiritual quarantine of your planet has been affected in the least the presence and function of either the omnipresent spirit of the Eternal Son nor the gravity circuit associated spiritual.
 All reactions spiritual gravity circuit of the grand universe are predictable. We recognize all actions and reactions of the omnipresent spirit of the Eternal Son and found to be reliable. According to well-known laws, we can and do measure spiritual gravity just as man attempts to compute functions of finite physical gravity. There is an unvarying response of the Son's spirit to all things spiritual beings and persons, and this response is always in accordance with the degree of actuality (the qualitative degree of reality) of all such spiritual values.
But alongside this very dependable and predictable function of the spiritual presence of the Eternal Son, are phenomena whose reactions are not as predictable. These phenomena probably indicate the coordinated action of the Deity Absolute in the realms of emerging spiritual potentials. We know that the spiritual presence of the Eternal Son is the influence of a majestic and infinite personality, but we hardly regard as personal reactions associated with the conjectured performances of the Deity Absolute.
Viewed from the standpoint of personality and by persons, the Eternal Son and the Deity Absolute appear to be related in the following way: The Eternal Son dominates the realm of actual spiritual values, whereas the Deity Absolute seems to occupy the vast domain of potential spirit values. The entire current value of a spiritual nature finds lodgment in the gravity control of the Eternal Son but, if potential, then apparently corresponds to the presence of the Deity Absolute.
The spirit seems to emerge from the potentials of the Deity Absolute; and the evolving spirit finds correlation in the experiential and incomplete grasps of the Supreme and the Ultimate. Spirit eventually finds final destiny in the absolute attraction of the spiritual gravity of the Eternal Son. This appears to be the cycle of experiential spirit, but existential spirit is inherent in the infinity of the Second Source and Center.

 [Edited by a Divine Counselor assigned to formulate this statement depicting the Eternal Son of Paradise.]

El libro de Urantia - La Administración del Hijo Eterno

Documento 7

En el Paraíso, la presencia y actividad personal del Hijo Original en el sentido espiritual es profunda y absoluta. Cuando salimos del Paraíso hacia afuera, a través de Havona, y nos adentramos en los dominios de los siete superuniversos, detectamos cada vez menos la actividad personal del Hijo Eterno. En los universos post-Havona la presencia del Hijo Eterno es personalizada en los Hijos Paradisiacos, condicionada por las realidades experienciales del Supremo y del Último, y coordinada con el potencial ilimitado de espíritu del Absoluto de Deidad.
En el universo central, la actividad personal del Hijo Original se discierne en la exquisita armonía espiritual de la creación eterna. Havona es tan maravillosamente perfecto que la condición espiritual y los estados de energía de este universo modelo están en equilibrio perfecto y perpetuo.
En los superuniversos, el Hijo no está personalmente presente ni reside en ellos; en estas creaciones mantiene sólo una representación superpersonal. Estas manifestaciones del espíritu del Hijo no son personales; no están en el circuito de la personalidad del Padre Universal. No conocemos ningún término mejor para designarlos que el de superpersonalidades; y son seres finitos; no son ni absonitos ni absolutos.
La administración del Hijo Eterno en los superuniversos, siendo exclusivamente espiritual y superpersonal, no es discernible por parte de las criaturas con personalidad. No obstante, el impulso espiritual omnipresente de la influencia personal del Hijo se encuentra en todas las fases de las actividades de todos los sectores de los dominios de los Ancianos de los Días. En los universos locales, sin embargo, observamos que el Hijo Eterno está personalmente presente en las personas de los Hijos Paradisiacos. Aquí el Hijo infinito funciona de manera espiritual y creadora en las personas del cuerpo majestuoso de los Hijos Creadores coordinados.

 [Redactado por un Consejero Divino asignado a la formulación de esta declaración que describe al Hijo Eterno del Paraíso.]

The Urantia Book - Circuit Gravity-Spirit



Everything taught concerning the immanence of God, his omnipresence, omnipotence and omniscience, is equally true of the Son in the spiritual domains. The pure and universal spirit gravity of all creation, this exclusively spiritual circuit, leads directly back to the person of the Second Source and Center on Paradise. He presides over the control and operation of that spiritual, unequivocal and eternal dominion, of all true spiritual values. Thus the Eternal Son exercise absolute spiritual sovereignty. He literally holds all spirit realities and all spiritualized values, as it were, in the palm of your hand. The control of universal spiritual gravity  isuniversal spiritual sovereignty.
This gravity control of spiritual things operates independently of time and space; therefore the spirit energy undiminished in transmission. Spirit gravity never suffers time delays or reductions in space. No decreases according to the square of the distance of its transmission; No pure spiritual power circuits are delayed by the mass of the material creation. And this transcendence of time and space by pure spirit energies is inherent in the absoluteness of the Son; not due to the interposition of the antigravity forces of the Third Source and Center.
 Spirit realities respond to the drawing power of the center of spiritual gravity in accordance with their qualitative value, their actual degree of spirit nature. The spiritual substance (quality) responds to the seriousness of the spirit as the organized energy of physical matter (quantity) is responsive to physical gravity. Spiritual values and spirit forces are  real.  From the viewpoint of personality, spirit is the soul of creation; intangible matter is the physical body.
 Reactions and fluctuations of spirit gravity are ever true to the content of spiritual values, the qualitative spiritual status of an individual or a world. This power is instantly responsive to the inter- and intraspirit universal values ​​of any situation or planetary condition. Every time a spiritual reality is updated in the universes, this change necessitates the immediate and instantaneous readjustment of spirit gravity. This new spirit is actually a part of the Second Source and Center; and surely as mortal man becomes a spiritualized being, he attains the spiritual Son, the center and source of spirit gravity.
 The spiritual drawing power of the Son is inherent to a lesser degree in many Paradise orders of sonship. For there do exist within the absolute spirit gravity circuit those local systems of spiritual attraction that function in the lower units of creation. Such subabsolute focalizations of spiritual grave-ness are part of the divinity of the Creator personalities of time and space and are correlated with the emerging experiential overcontrol of the Supreme Being.
The pull of gravity-spirit and response thereto operate not only on the universe as a whole but also even between individuals and groups of individuals. There is a spiritual cohesiveness among the spiritual and spiritualized personalities of any world, race, nation, or believing group of people. There is an attraction di-straight spiritual nature between spiritually minded people endowed with similar tastes and desires. The term  Minded  is not entirely a figure of speech.
Like the material gravity of Paradise, the spiritual gravity of the Eternal Son is absolute. Sin and rebellion may interfere with the operation of local universe circuits, but nothing can suspend the spirit gravity of the Eternal Son. The Lucifer rebellion produced many changes in your system of inhabited worlds and on Urantia, but we did not observe that the resultant spiritual quarantine of your planet has been affected in the least the presence and function of either the omnipresent spirit of the Eternal Son nor the gravity circuit associated spiritual.
 All reactions spiritual gravity circuit of the grand universe are predictable. We recognize all actions and reactions of the omnipresent spirit of the Eternal Son and found to be reliable. According to well-known laws, we can and do measure spiritual gravity just as man attempts to compute functions of finite physical gravity. There is an unvarying response of the Son's spirit to all things spiritual beings and persons, and this response is always in accordance with the degree of actuality (the qualitative degree of reality) of all such spiritual values.
But alongside this very dependable and predictable function of the spiritual presence of the Eternal Son, are phenomena whose reactions are not as predictable. These phenomena probably indicate the coordinated action of the Deity Absolute in the realms of emerging spiritual potentials. We know that the spiritual presence of the Eternal Son is the influence of a majestic and infinite personality, but we hardly regard as personal reactions associated with the conjectured performances of the Deity Absolute.
Viewed from the standpoint of personality and by persons, the Eternal Son and the Deity Absolute appear to be related in the following way: The Eternal Son dominates the realm of actual spiritual values, whereas the Deity Absolute seems to occupy the vast domain of potential spirit values. The entire current value of a spiritual nature finds lodgment in the gravity control of the Eternal Son but, if potential, then apparently corresponds to the presence of the Deity Absolute.
The spirit seems to emerge from the potentials of the Deity Absolute; and the evolving spirit finds correlation in the experiential and incomplete grasps of the Supreme and the Ultimate. Spirit eventually finds final destiny in the absolute attraction of the spiritual gravity of the Eternal Son. This appears to be the cycle of experiential spirit, but existential spirit is inherent in the infinity of the Second Source and Center.

 [Edited by a Divine Counselor assigned to formulate this statement depicting the Eternal Son of Paradise.]

El libro de Urantia - El Circuito de la Gravedad-Espíritu


Todo lo enseñado sobre la inmanencia de Dios, su omnipresencia, omnipotencia y omnisciencia, es igualmente cierto del Hijo en los dominios espirituales. La universal y pura gravedad del espíritu de toda la creación, este circuito exclusivamente espiritual, conduce directamente de vuelta a la persona de la Segunda Fuente y Centro en el Paraíso. Él preside el control y el funcionamiento de ese dominio espiritual, inequívoco y eterno, de todos los verdaderos valores espirituales. De este modo el Hijo Eterno ejerce absoluta soberanía espiritual. Él literalmente sostiene todas las realidades espirituales y todos los valores espiritualizados, por así decirlo, en la palma de su mano. El control de la gravedad espiritual universal essoberanía espiritual universal.
Este control gravitatorio de las cosas espirituales funciona independientemente del tiempo y el espacio; por lo tanto la energía espiritual no disminuye en la transmisión. La gravedad espiritual no sufre nunca retrasos temporales ni disminuciones de espacio. No decrece de acuerdo con el cuadrado de la distancia de su transmisión; no se retrasan los circuitos de poder espiritual pura por la masa de la creación material. Y esta trascendencia del tiempo y del espacio por las energías del espíritu puro es inherente a la absolutez del Hijo; no es debida a la interposición de las fuerzas de antigravedad de la Tercera Fuente y Centro.
 Las realidades del espíritu responden al poder de atracción del centro de gravedad espiritual en conformidad con su valor cualitativo, su grado actual de naturaleza espiritual. La substancia espiritual (calidad) responde a la gravedad del espíritu como la energía organizada de la materia física (cantidad) responde a la gravedad física. Los valores espirituales y las fuerzas espirituales son reales. Desde el punto de vista de la personalidad, el espíritu es el alma de la creación; la materia es el cuerpo físico intangible.
 Las reacciones y fluctuaciones de la gravedad espiritual son siempre fieles al contenido de los valores espirituales, el estado espiritual cualitativo de un individuo o de un mundo. Este poder de atracción responde instantáneamente a los valores interespirituales e intraespirituales de cualquier situación universal o condición planetaria. Cada vez que una realidad espiritual se actualiza en los universos, este cambio necesita del inmediato e instantáneo reajuste de la gravedad espiritual. Ese nuevo espíritu es realmente una parte de la Segunda Fuente y Centro; y con tanta certidumbre como el hombre mortal se convierte en un ser espiritualizado, llegará al Hijo espiritual, el centro y fuente de la gravedad espiritual.
 El poder de atracción espiritual del Hijo es inherente en menor grado en muchas órdenes paradisiacas de filiación. Porque sí existen, dentro del circuito absoluto de gravedad del espíritu, esos sistemas locales de atracción espiritual que funcionan en las unidades más bajas de la creación. Tales enfocamientos subabsolutos de la grave-dad espiritual son parte de la divinidad de las personalidades Creadoras del tiempo y del espacio y se correlacionan con el sobrecontrol experiencial emergente del Ser Supremo.
La atracción de la gravedad-espíritu y la respuesta a ello funciona no sólo en el universo como un todo, sino incluso entre individuos y grupos de individuos. Existe una cohesión espiritual entre las personalidades espirituales y espiritualizadas de cualquier mundo, raza, nación, o grupo creyente de personas. Hay una atracción di-recta de naturaleza espiritual entre personas de mentalidad espiritual dotadas de gustos y anhelos semejantes. El término espíritus afines no es totalmente una figura retórica.
Al igual que la gravedad material del Paraíso, la gravedad espiritual del Hijo eterno es absoluta. El pecado y la rebelión pueden interferir con el funcionamiento de los circuitos de los universos locales, pero nada puede suspender la gravedad espiritual del Hijo Eterno. La rebelión de Lucifer produjo muchos cambios en vuestro sistema de mundos habitados y en Urantia, pero no observamos que la cuarentena espiritual resultante en vuestro planeta haya afectado en lo más mínimo la presencia y función ni del espíritu omnipresente del Hijo Eterno ni del circuito de gravedad espiritual asociado.
 Todas las reacciones del circuito de gravedad espiritual del gran universo son pronosticables. Reconocemos todas las acciones y reacciones del espíritu omnipresente del Hijo Eterno y encontramos que son confiables. Según leyes bien conocidas, podemos medir y medimos la gravedad espiritual exactamente como intenta el hombre computar las funciones de la gravedad física finita. Hay una respuesta invariable del espíritu del Hijo a todas las cosas, seres y personas espirituales, y esta respuesta siempre está de acuerdo con el grado de actualidad (el grado cualitativo de realidad) de todos esos valores espirituales.
Pero junto con esta función tan confiable y pronosticable de la presencia espiritual del Hijo Eterno, se encuentran fenómenos cuyas reacciones no son tan pronosticables. Estos fenómenos indican probablemente la acción coordinada del Absoluto de Deidad en los dominios de las potenciales espirituales emergentes. Sabemos que la presencia espiritual del Hijo Eterno es la influencia de una personalidad majestuosa e infinita, pero difícilmente consideramos como personales las reacciones asociadas con las actuaciones conjeturadas del Absoluto de Deidad.
Contemplado desde el punto de vista de la personalidad y por personas, el Hijo Eterno y el Absoluto de Deidad parecen relacionarse de la siguiente manera: el Hijo Eterno domina en el ámbito de los valores espirituales actuales, mientras que el Absoluto de Deidad parece ocupar el vasto dominio de los valores espirituales potenciales. Todo el valor actual de naturaleza espiritual encuentra cabida en el control de la gravedad del Hijo Eterno, pero si es potencial, entonces aparentemente corresponde a la presencia del Absoluto de Deidad.
El espíritu parece emerger de las potenciales del Absoluto de Deidad; y el espíritu evolutivo encuentra correlación en la atracción experiencial e incompleta del Supremo y el Último. El espíritu termina por encontrar su destino final en la atracción absoluta de la gravedad espiritual del Hijo Eterno. Éste parece ser el ciclo del espíritu experiencial, pero el espíritu existencial es inherente a la infinidad de la Segunda Fuente y Centro.

 [Redactado por un Consejero Divino asignado a la formulación de esta declaración que describe al Hijo Eterno del Paraíso.]

The Urantia Book - Relation of the Eternal Son to the Universe

document 7

 THE Original Son is ever concerned with the execution of the spiritual aspects of the Father's eternal purpose in its progressive development of the phenomena of the evolving universes with their manifold groups of living beings. We do not fully comprehend this eternal plan; but the Paradise Son undoubtedly understands.
The Son is like the Father in that he seeks to bestow everything possible of himself to his co-ordinate Sons and their subordinate Sons. The Son shares the Father's self-distributive nature in delivering himself unrestricted Infinite Spirit, the executive associate them.
 As the upholder of spirit realities, the Second Source and Center is the eternal counterpoise of the Isle of Paradise, which so magnificently upholds all things material. Thus, the First Source and Center forever revealed in the material beauty of the exquisite patterns of the central Isle and in the spiritual values ​​of the supernal personality of the Eternal Son.
The Eternal Son is the actual upholder of the vast creation of spirit realities and spiritual beings. The spirit world is the habit, the personal conduct, of the Son, and the impersonal realities of spiritual nature always respond to the will and purpose of the perfect personality of the Absolute Son.
 However, the Son is not personally responsible for the conduct of all spirit personalities. Will personal creature is relatively free and hence determines the actions of such volitional beings. Therefore, the spiritual world of free will is not always truly representative of the character of the Eternal Son, and the nature on Urantia is not truly revelatory perfection and immutability of Paradise and Deity. But no matter what may characterize the free action of a man or angel, the eternal domain of universal gravity control of all spirit realities that has the Son remains absolute.

[Edited by a Divine Counselor assigned to formulate this statement depicting the Eternal Son of Paradise.]

El libro de Urantia - La Relación del Hijo Eterno con el Universo

Documento 7

 EL Hijo Original se ocupa constantemente de la ejecución de los aspectos espirituales del eterno propósito del Padre en su desarrollo progresivo de los fenómenos de los universos evolutivos con sus múltiples grupos de seres vivientes. Nosotros no comprendemos plenamente este plan eterno; pero el Hijo Paradisiaco indudablemente lo entiende.
El Hijo es semejante al Padre en cuanto procura otorgar todo lo posible de sí mismo a sus Hijos coordinados y a los Hijos subordinados de éstos. El Hijo participa también de la naturaleza autodistributiva del Padre en la entrega de sí mismo sin restricciones al Espíritu Infinito, el ejecutivo asociado de ellos.
 Como el sustentador de las realidades espirituales, la Segunda Fuente y Centro es el eterno contrapeso de la Isla del Paraíso, que tan espléndidamente sostiene todas las cosas materiales. Así, la Primera Fuente y Centro se revela eternamente en la belleza material de los exquisitos modelos originales de la Isla central y en los valores espirituales de la excelsa personalidad del Hijo Eterno.
El Hijo Eterno es el sustentador auténtico de la vasta creación de realidades del espíritu y seres espirituales. El mundo espiritual es el hábito, la conducta personal, del Hijo y las realidades impersonales de naturaleza espiritual responden siempre a la voluntad y el propósito de la personalidad perfecta del Hijo Absoluto.
 Sin embargo, el Hijo no es personalmente responsable de la conducta de todas las personalidades espirituales. La voluntad de la criatura personal es relativamente libre y por consiguiente determina las acciones de tales seres volitivos. Por lo tanto, el mundo espiritual del libre albedrío no es siempre verdaderamente representativo del carácter del Hijo Eterno, así como la naturaleza en Urantia no revela verdaderamente la perfección e inmutabilidad del Paraíso y la Deidad. Pero independientemente de lo que pueda caracterizar la libre acción de un hombre o de un ángel, el dominio eterno del control universal de la gravedad sobre todas las realidades espirituales que tiene el Hijo sigue siendo absoluto.

[Redactado por un Consejero Divino asignado a la formulación de esta declaración que describe al Hijo Eterno del Paraíso.]

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