LA ENERGÍA FEMENINA PROHIBIDA – María Magdalena - 28 octubre 2021
Amadas amigas y amigos:
Yo Soy María Magdalena, tu hermana, tu espíritu igual y afín.
Estoy aquí con alegría y tristeza. Te amo como a la hermana o hermano mío que eres. Veo vuestra lucha y la llama en vuestro corazón: la llama del amor, la pasión y la conexión profunda con la vida en la Tierra y con vuestros semejantes.
Ese profundo entusiasmo y compasión que reside en vuestro corazón, yo lo conozco desde adentro. Son mujeres sensibles, que al mismo tiempo tienen mucho poder: una fuerza interior que han acumulado y construido a lo largo de los siglos, a lo largo de muchas vidas.
En esta vida, ha habido una maduración e integración aceleradas, que es la forma en que se cosechan los beneficios de muchas vidas. Fragmentos de tu alma quieren fusionarse contigo y revelar sus dones y talentos. En la historia de tu alma, este es un momento de cosecha.
Pero esa cosecha es a veces de carácter diferente de lo que percibes en tu mente humana. Lo que cosechas de las vidas que has tenido en la Tierra – el dolor, la alegría, las cumbres y los valles – es ante todo una cosecha interior, una realización interior que es el resultado de tu sabiduría vivida y que resuena a través de ti como un ser humano terrenal, ya sea como mujer o como hombre.
Tú has venido por esa sabiduría humana viva, de carne y hueso. Has llegado a experimentar esa sabiduría en esta vida, que es la finalización de un ciclo de vidas. Sin embargo, según tu punto de vista socialmente determinado, tienes la tendencia a enfatizar demasiado los resultados externos.
Muy a menudo mides lo que has hecho en el mundo y sus efectos en los demás, y eso te lleva a juzgar qué tan exitoso o efectivo eres, incluida la misión de tu alma. Hay demasiada tendencia a medir los resultados externos, incluso en el mundo espiritual, porque eso es lo que te han enseñado. Ese es el resultado de una cosmovisión excesivamente externa y esencialmente materialista.
Tu contribución y logro esencial en esta vida es, en primer lugar, uno logro interno, es decir, el del plan de tu alma. Estás completando algo en lo que has estado trabajando durante muchas vidas en la Tierra; algo que haces en un cuerpo humano con completa conciencia del alma.
Por lo tanto, tu personalidad no tiene por qué ser opacada por una conciencia superior que vayas a desarrollar. Más bien, tu personalidad es un instrumento precioso que gradualmente se ha empapado en el conocimiento de tu propia alma, que se ha desarrollado a lo largo de muchas vidas y que ahora quiere manifestarse y ser conocido en esta vida de una manera sutil.
Esto, por supuesto, influirá en todo lo que hagas. Afecta a las personas que te rodean, ya sea en tus relaciones personales o en tu trabajo. Cuando la conciencia de tu alma desciende tan profundamente, toca la Tierra y tu vida diaria, y luego esparces una Luz especial.
Pero no es una luz de: “Yo lo sé más que nadie, así que os voy a contar lo que está pasando”. No, es una Luz de Amor, de humanidad compartida y la comprensión sin palabras del otro.
Esa energía que llevas contigo tiene un gran componente no verbal. Podrías pensar en ella como el aura de un alma vieja, de un alma sabia y rica en vida que comprende el arte de transmitir energía de una manera sencilla. Cuanto más encarnas el conocimiento de tu alma, más te alejas también de las formas existentes de pensar y hacer, de los muchos pensamientos y preocupaciones habituales que te han enseñado.
Estás más «en el flujo», como se lo ha llamado. Esta corriente del ser es, de hecho, una corriente muy terrenal. Tiene que ver con hundirse profundamente en el abdomen y conectarse con el cuerpo, y no con un mero caparazón material, sino con un instrumento sagrado cuya energía viva y fluida preserva tu conexión con la Tierra.
Ahora te pido que te conectes con tu cuerpo y te acerques a él como si se tratara de un río vívido, un campo de energía dinámico y fluido lleno de colores, movimientos, energías, y que lo sientas como tal en este momento. Imagina tu cuerpo como un río y siente el fluir del agua de los pies a la cabeza y de la cabeza a los pies.
Observa si hay un lugar en ese arroyo donde el agua se mueva salvajemente y sea turbulenta; un lugar en tu campo de energía donde el agua, tu energía, se mueve de manera irregular o inquieta. Luego envía Luz a ese lugar: la Luz de la visión brillante y el conocimiento claro.
Pregúntate: «¿Qué necesita ese lugar energéticamente para equilibrarse y estar en paz?» Puedes verlo en forma de color, sentimiento o símbolo que describa ese lugar.
Pregúntate: «¿Hay algo que pueda hacer para llevar hasta allí paz, calma y compostura?» Deja que la respuesta venga en forma de conocimiento intuitivo, no tiene por qué llegarte en palabras. Conéctate con ese conocimiento interno que está tan cerca de ti, porque tú lo sabes realmente.
¿Sientes la conciencia de tu cuerpo? Ahí obtendrás respuestas más rápidamente que a través del pensamiento. Cuanto más estés en ese flujo, más sabrás. Y esa es una muy buena sensación, porque luego desaparece el ruido de muchos pensamientos y también de las emociones inquietas.
Entonces, siente ese punto dentro de ti donde simplemente sabes, donde el silencio y el conocimiento están vinculados. En el campo de tu cuerpo hay un conocimiento interior silencioso que está conectado con la Tierra, por lo que está muy bien fundamentado y no es inestable ni impulsivo: cuenta con una base muy sólida.
Es muy importante que la sabiduría o el conocimiento estén fundamentados. En muchos círculos o teorías espirituales puede haber sabiduría, pero lo que realmente se necesita son personas que irradien sabiduría encarnada para transmitir esa sabiduría.
Es posible que podáis discutir teorías espirituales o conocimientos mentales, pero ese conocimiento o no tiene el efecto deseado o no tiene ningún efecto en absoluto, y también puede crear confusión. Siempre se trata de la calidad de la corriente subyacente, ese flujo que se puede encontrar en la profundidad por debajo de lo mental.
Antes, has ido a un lugar en el agua que fluye de tu campo de energía donde el agua estaba turbulenta e inquieta y has llevado paz allí. Ahora, te pido que vayas a un lugar en tu campo de energía donde la energía esté muerta, tan reprimida que el agua está estancada y donde se necesita más movimiento.
Observa si puedes sentir en algún lugar de tu campo de energía un lugar muerto donde haya muy poco movimiento. Tómate tu tiempo. Sumérgete en tu abdomen y respira profundamente. Fíjate si ese lugar te llama: un lugar en las sombras que cae por fuera de tu campo de visión diario.
Quizá ahí también haya tristeza, porque es un lugar descuidado, una parte de ti que no ha sido vista y reconocida. ¿Quién o qué hay ahí? Puedes imaginar que ahí hay una mujer, una parte de ti que no pudo mostrarse completamente, una parte que ha estado oculta o prohibida, una mujer prohibida dentro de ti. ¿Quién es ella? ¿Puedes verla? ¿Sus ojos, su cuerpo, su estatura…?
Todos vosotros vivís bajo la presión de la prohibición de la energía femenina auténtica y original. Es una energía de profundización, de conexión, de intuición y está ligada al tercer ojo, de poder ver a través de las cosas. La energía del tercer ojo pertenece a la mujer prohibida. Es la energía de una sabiduría omnipresente que expone las cosas.
También es la energía de la conexión profunda, del sentimiento que uno siente por el otro. Y es la energía del liderazgo a través de la conexión. Esa energía tiene que ver con las cualidades de ser un visionario, de conexión a través de la intuición con el futuro y con las posibles realidades que quieren llegar a la Tierra, y no a través del pensamiento, sino a través de la imaginación interior. Todas esas son cualidades femeninas que se han quedado en el camino.
Todos vosotros anheláis vuestra propia profundidad. Tanto hombres como mujeres anhelan una mayor profundidad interior, y eso tiene que ver con la energía femenina prohibida. Esa es la profundidad que buscas, tanto en tu trabajo como en tus relaciones.
Lo buscas no solo en la intimidad o en un encuentro sexual, sino también en tu trabajo, en tu creatividad. No están separados unos de otros. Lo que estás buscando esencialmente es a ti mismo, para que puedas experimentar y mostrar ese «yo» en la Tierra en todos los aspectos de tu vida.
Allí también hay una herida profunda, porque esa energía y la capacidad de experimentarse y mostrarse en la Tierra está prohibida. Pero en vez de que pienses en eso, te pido que hagas una conexión energética con esa mujer prohibida que reside dentro de ti, que la sientas en ciertos lugares de tu cuerpo, que la reconozcas y la acojas.
Porque recuerda: acogerla en tu vida es tu misión interior; reconciliarte con ella, darle vida en tu vida. No tienes que cambiar el mundo, se trata de ti . Se trata de tu llamado, que es redimirte y completarte.
¿Qué necesita ella de ti? ¿Cómo puede la vida, el agua, fluir hacia ella? Observa qué color, energía, sentimiento o cualidad se necesita en ese lugar. A menudo tiene que ver con la audacia y el coraje de integrarse, de experimentar plenamente esa parte de ti mismo, de erguirte en la vida desde esa cualidad.
Este es un momento de cambio, así que en ese sentido tienes el «viento a favor» en esta vida. Siente el poder de la Madre Tierra. Al final, su poder es mucho mayor y más resistente que el de la humanidad en su conjunto. Ten la certeza de que la Naturaleza está de tu parte, siéntete seguro en la Tierra.
Os saludo a todos y estoy conectada con vosotros, nunca estáis solos. Estás conectado con almas gemelas y eres muy amado.
Muchísimas gracias.
MARÍA MAGDALENA
(Pamela Kribbe)
Con amor <3
LUZ Peña - C. NANMURA