La transición como expresión popular, fue sin duda irrepetible. Los responsables de los diferentes partidos tenían a un pueblo entregado, con recelo si, pero unido por una causa común "La democracia".
Todo el pueblo tenía opinión, después de 40 años callado, lógico. Las formaciones políticas se multiplicaban por doquier. Los jóvenes estaban integrados en alguna formación política, con participación en intensos debates ideológicos,culturales y sociales. El conocimiento de las tesis de Marx, Lenin, Engels, Trotsky, Stalin,... frente a los que defendían una comunidad más liberal, eran constantes, intensos, alguna vez demasiado intensos. Aunque a decir verdad solo los grupos defensores de la continuidad del régimen, eran generadores de una violencia atroz. Muchas veces incluso, con la permisividad de la Policía Armada. De hecho, la generación estudiantil de esos años, no se preocupaba mucho del entrenamiento deportivo. Todos los días tocaba correr y correr. El estado de forma estaba garantizado.
Todos los días había concentraciones. El lema generalizado era "Paz, Justicia y Libertad. Amnistía General" Fue un derroche de entrega y energía brutal. Ya que todas las concentraciones tenían el mismo guión archiconocido, 15 minutos después de la concentración, aparecían las "lecheras", y otros 15 minutos después, carga policial. Era como una costumbre. Era poner en valor a la persona frente al Estado.
El reparto de la tortilla
Los españoles estábamos tan ensimismados en lo que suponía vivir en libertad, que no nos dimos cuenta de que el poder se estaba preparando desde arriba. Un día cualquiera nos encontramos que el sol no brillaba con la misma intensidad. Se habían definido quiénes eran los que cortaban el bacalao. Hasta el mismísimo Santiago Carrillo, entró en el juego, desmoronando las decenas de formaciones existentes y activas en aquellos años. A muchos supuso el desencanto de la participación, otros los menos, se incorporaron a alguna de las opciones tocadas por el halo del poder.Las primeras elecciones para muchos españoles, supuso que la abstención era una opción, y muchos de ellos aún hoy lo consideran. Pero bueno, a la mayoría de la población le pareció que lo de votar entre opciones previamente definidas era la constatación de un proceso hacia la democracia.
Después llegó el proceso constituyente, fue ilusionante presenciar como personas que representaban intereses y posiciones antagónicas. llegaban a un acuerdo de convivencia. Con el reconocimiento de derechos como personas. Hasta ese momento los debates fueron existiendo, aunque se diluyeron con la desaparición de multitud de formaciones políticas.
Los Gobiernos de UCD, su composición y Adolfo Suárez, Presidente... lo dejamos para otro episodio.
http://horizontettt.blogspot.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta