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Nuestro esqueleto no solo nos ayuda a mantener una estructura a nuestro cuerpo sino que nuestros huesos también mantienen una conversación con nuestro cerebro y quizá nunca nos habíamos puesto a pensar en esa posibilidad. Quizá no lo sabías pero nuestros huesos producen ¡hormonas! y esas hormonas se encargan de llevar información a diferentes órganos y al tejido d nuestro cuerpo, en ellos se encuentra nuestro cerebro.
Tenemos por lo menos tres de estas hormonas que se comportan como mensajeras. Los mensajes que proporcionan estas hormonas nos ayudan a cosas que son fundamentales en nuestro cuerpo, como lo es el equilibrio de nuestra azúcar, nuestra energía y grasa. Ellas son: osteocalcina, esclerostina y lipocalina 2. La lipocalina 2 se encarga de suprimir nuestro apetito según un estudio realizado en EE.UU en el Centro Médico de la Universidad de Columbia. Antes se creía que que provocaba la creación de esta hormona eran las células de grasa pero se descubrió que realmente provenía de los huesos.
Nuestros huesos increíblemente se regeneran y nos permiten mantenerlos en buen estado sin ni siquiera darnos cuenta. Existe una célula del hueso que se encarga de la sintonización de la matriz ósea, esta célula es el osteoblastos, y su trabajo es producir nuevo hueso, mientras que los osteoclastos se encargan de destruir el viejo. Gracias a estas células nuestros huesos pueden seguir enviando información a nuestro cerebro y mantenemos en equilibrio.
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