Nikola Tesla, el hombre que iluminó al mundo

 

Nacido en la medianoche del 10 de julio de 1856, bajo el signo de Cáncer, Nikola Tesla es el responsable de que el mundo despertara a la modernidad eléctrica, de la mano de los más increíbles inventos que la imaginación pueda concebir. Nació mientras los relámpagos centelleaban sobre el pequeño pueblo de Smiljan, (una señal que pareciera presagiar su destino) en el antiguo imperio Astro-húngaro, la zona que hoy en día se conoce como Croacia.

Descendiente de serbios, su padre, un sacerdote de la iglesia ortodoxa y su madre, poseedora de una insólita cualidad para aprenderse de memoria poemas épicos o inventar herramientas para el hogar aún siendo analfabeta, son los encargados de recibir en el mundo a este singular personaje.

Al explorar biografías como la de Nikola Tesla, uno no puede más que pensar en esos seres que se conectan con una “inteligencia superior” o un “doble cuántico”, es decir, un ser humano que logra acceder a su naturaleza divina y conectar (como lo hace El Mago del Tarot) lo que está arriba con lo que está abajo. Personajes como Tesla, raros y en una perenne explosión creativa que sólo buscan mejorar el mundo, nos recuerdan lo grande, trascendente y creativa que puede llegar a ser una sola vida humana cuando decide conectarse con su dios interior.

Nikola Tesla, genio y figura

Impresionante a nivel corporal, Nikola Tesla medía casi dos metros de estatura, era dueño de unos penetrantes y acuáticos ojos grisáceos azulados, siendo poseedor de una cultura y un refinamiento excepcionales, que se manifestaban en una elocuencia muy convincente (dicen que hablaba muy alto y en casi en falsete) pero también en un ascetismo religioso y en una delicada búsqueda de la sobriedad y la prudencia.

Elegante, de porte aristocrático y con trajes realizados a su medida, Tesla evitaba todo tipo de adornos y extravagancias lujosas en su indumentaria. Aunque asistió unos pocos semestres a un par de Universidades y asistió a numerosas charlas y conferencias, Tesla nunca completó sus estudios superiores.

Su temperamento, aunque obsesivo con el estudio, no era del todo “prudente” en su juventud. Durante una temporada se dedicó a los juegos (billar y dados) para costear sus estudios y en una de esas ocasiones pierde el dinero de la matrícula y debe abandonar la universidad.

Un gran cosmopolita, Nikola Tesla se dedicó a viajar, primero a Praga, luego trabaja como dibujante técnico en Budapest donde pasa un par de años trabajando en la expansión de la red telefónica (Y continúa siguiendo las novedades en el campo de la electrotécnica). Más tarde se traslada a Estrasburgo y seguidamente a Nueva York.

El encuentro de Nikola Tesla con Edison

Hay espíritus que representan una época y Nikola Tesla fue uno de ellos. Estamos en los tiempos de la segunda revolución industrial a finales del siglo XIX: todos los días la tecnología va cambiando la faz del mundo. Norteamérica se alza ya como la superpotencia que sería más tarde durante el siglo XX, gracias entre otras cosas, al amor por la los avances tecnológicos que se respira en la nueva y naciente potencia americana. Y que deberá mucho a la rica y constante migración que va forjando los rasgos de su modernidad.

Cuando Tesla llega a Estados Unidos lo hace con una carta de recomendación para trabajar en la compañía de Thomas Alva Edison, otro genio inventor, que al parecer desarrolló una envidia increíble por el joven Tesla, quien empezó a desempeñarse como su asistente, y que se manifestaba en continuas humillaciones, exceso de horas extras y que llegó a su clímax cuando, según una famosa anécdota, Edison le ofreció 50 mil dólares por un trabajo (que para la época era una suma bastante importante) y cuando Tesla lo terminó y reclamó el pago Edison le dijo que “no sabía distinguir una buena broma Yanqui”, lo que provocó que Tesla rompiera definitivamente sus relaciones con él y se iniciara una de las rivalidades más célebres de la historia de la electricidad.

Corriente continua versus corriente alterna

Nikola Tesla trabajó con Edison en la instalación de la corriente continua con la que Alva Edison había construido un pequeño imperio en 1880 a través de pequeñas centrales eléctricas que le llevaban la electricidad a una centena de hogares en Nueva York que utilizaban este sistema.

Sin embargo, llegó este joven extranjero a proponer que la “corriente alterna” era mucho mejor lo que atentaba directamente contra el bolsillo del empresario Alva Edison.

La corriente alterna como su nombre lo indica, alterna la magnitud y el sentido de su potencia de forma cíclica siendo mucho más efectiva en sus aplicaciones que la corriente continua, y es la que se utiliza en nuestro días, pero Tesla necesitaba de las centrales eléctricas de Edison para comprobar su teoría.

Por supuesto Alva Edison resintió muchísimo el hecho de que el joven serbio llegara con un invento a dejarlo en la ruina y a maltratar su fama de genio único y esto inició lo que se conoció como “guerra de las corrientes” de la que Tesla salió vencedor , instalándose la corriente alterna como la forma más eficaz de transmisión eléctrica.

Tesla, el científico “artista”

La extraña inteligencia de Tesla mezclaba una sensibilidad genial para la electricidad (siendo capaz de imaginar los artefactos sólo en su mente para construirlos después con asombrosa precisión y sin necesidad de tomar notas) con un profundo respeto por la mística y la religiosidad muy difícil de encontrar en los científicos de la época.

Se mantenía, a pesar de ser muy atractivo, totalmente casto ya que decía que el la castidad era muy efectiva para sus propósitos, aunque ya a una edad avanzada se lamentó de nunca haberse casado.

Hablaba con fluidez siete idiomas: latín, francés , alemán, húngaro, checo, italiano e inglés aunque abogaba por la utilización de un idioma universal.

De pocos pero excepcionales amigos (como Mark Twain) y enemigos, se dice que tenía memoria fotográfica y que también era sinestésico.

Aparentemente la búsqueda esencial de Tesla era encontrar una fuente de energía barata y accesible para todo el mundo.

El genio condenado al destierro y exclusión de la comunidad científica

Al parecer Nikola Tesla fue un científico puro, enfocado en mejorar el mundo más allá de las ganancias materiales que pudiera obtener, aunque también es innegable que poseía una personalidad única y extravagante lo que al parecer le granjeó numerosos y poderosos enemigos. Por otra parte se negaba a publicar sus descubrimientos en los círculos académicos habituales lo que provocó la inquina del “establishment” científico de la época.

Su pelea con el genio inventor Alva Edison tampoco lo favoreció demasiado. Lo cierto es que a pesar de haber realizado tantos y tan importantes aportes en su campo dicen que murió en la pobreza y luego de su muerte, en plena segunda guerra mundial, el FBI requisó todos sus archivos condenándolo por mucho tiempo al ostracismo.

Sin embargo, en los últimos años la luz de Tesla ha vuelto a brillar tras su descubrimiento por parte de la sociedad que tanto le debe y ha sido restituido al lugar que le corresponde en la historia de la ciencia, haciendo de él un antihéroe fuera de tiempo y provocando el renacimiento de un mito de la era moderna.

Los inventos de Nikola Tesla

• Paseando por un Parque en Budapest descubre el principio del Campo Magnético.
• En Estrasburgo elabora el primer motor de inducción.
• Crea el motor de corriente alterna.
• Descubre la transferencia inalámbrica de energía.
• El control remoto.
• La radio puede que sea su invento más destacado. Y es que si bien, no perfeccionó del todo el invento, este le fue arrebatado por el italiano Marconi quien necesito de 17 patentes de Tesla para completar su “invento” y quien al jugar mejor con la prensa y las enemistades de Tesla, logró llevarse todo el mérito (incluido el premio Nobel) por el invento de la misma.
• Los Rayos X y los Radares.
• Los aviones de despegue y aterrizaje vertical.
• Las resonancias magnéticas.
• El microscopio electrónico.
• Numerosas herramientas de control y medición del clima.
• Y una gran cantidad de dispositivos que le cambiaron la cara a la electricidad e inauguraron la prosperidad tecnológica que se desató en el el siglo XX.

©Alicia Galván