Las personas de buena voluntad pueden estar en desacuerdo sobre la seguridad, la eficacia y las implicaciones religiosas de una nueva vacuna contra el coronavirus. Pero, todos deberían estar de acuerdo en este punto:
Ningún gobierno puede obligar a nadiequien ha alcanzado la edad adulta legal para ser vacunado contra el coronavirus [estamos protegidos por el Código de Nuremberg ].
Del mismo modo, ningún gobierno puede vacunar a los menores contra el coronavirus contra la voluntad de sus padres o tutores.
Por favor firmen esta petición urgente que se insta a los responsables políticos a todos los niveles de gobierno para rechazar llamadas para la vacunación obligatoria coronavirus.
El miedo a una enfermedad, de la que sabemos muy poco, en relación con otras enfermedades similares, no debe dar lugar a reacciones instintivas con respecto a la salud pública, ni puede justificar el apoyo a la agenda oculta de organismos gubernamentales y no gubernamentales que tienen aparente conflictos de intereses en planes para restringir las libertades personales.
Los llamados "expertos en salud pública" se han equivocado muchas veces durante la crisis actual. Por lo tanto, no debemos permitir que sus opiniones apresuren a los responsables de la toma de decisiones a adoptar políticas sobre vacunación.
Y, aunque algunas personas, como Bill Gates, pueden tener mucho dinero, su opinión y la de su ONG (la Fundación Bill y Melinda Gates), es decir, que la vida no volverá a la normalidad hasta que las personas estén ampliamente vacunadas, no deberían se le permita influir en las decisiones políticas en un programa de vacunación contra el coronavirus.
Finalmente, tampoco debemos permitir que las compañías farmacéuticas se apresuren a producir una nueva vacuna contra el coronavirus para convertirse en un imperativo para la vacunación.
Los ciudadanos inconscientes no deben ser utilizados como conejillos de indias para los ideólogos del Nuevo Orden Mundial, o Big Pharma, en la búsqueda de una vacuna (y ganancias) que ni siquiera pueden proteger contra futuras cepas mutadas del coronavirus.
Y no hace falta decir que la producción de vacunas que usan bebés abortados para la replicación celular no es un iniciador total, ya que la técnica es gravemente inmoral.
Sin embargo, si después de un estudio suficiente del tema, una persona que ha alcanzado la mayoría de edad desea vacunarse con una vacuna producida moralmente, junto con sus hijos, ese es su negocio.
Pero no podemos ni permitiremos que el gobierno tome esa decisión por nosotros.
Gracias por FIRMAR y COMPARTIR esta petición, instando a los responsables políticos en todos los niveles del gobierno a rechazar la vacunación obligatoria contra el coronavirus.
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