Moncloa reconoce la destrucción de 6.000.000 de vacunas: 93 millones de euros perdidos
El Gobierno admite que se han destruido más de 6 millones de vacunas covid por haber superado su fecha de caducidad. Así se pone de manifiesto en una respuesta parlamentaria a Vox a la que ha tenido acceso Vozpópuli. Las dosis pertenecen tanto a AstraZeneca, la más barata, como a Pfizer, Moderna y Janssen, mucho más caras. "El coste de adquisición de las vacunas está sujeto a confidencialidad", señala Moncloa en su respuesta, pero teniendo en cuenta los últimos precios conocidos por dosis, adelantados en su momento por Financial Times, el coste de estas vacunas inutilizadas asciende a los 93 millones de euros.
El número de vacunas destruidas por marca es el siguiente, como admite el Ejecutivo en el escrito:
- Moderna: 2.003.425 dosis.
- Astrazeneca/Oxford: 1.170.100 dosis.
- Jansenn: 620.635 dosis.
- Pfizer/BioNtech: 2.276.482 dosis.
En total, 6.070.642 vacunas. El Gobierno argumenta que el "proceso de destrucción de las vacunas caducadas forma parte del desarrollo normal de gestión de productos farmacéuticos". Explica que este proceso de destrucción lo realizan las entidades designadas por las consejerías de sanidad para la gestión de las vacunas en cada comunidad autónoma. "En el caso de vacunas caducadas, que no habían sido distribuidas y depositadas en los almacenes del Ministerio de Sanidad, su destrucción es realizada por el propio almacén adjudicatario, como un servicio más en la gestión de almacenaje de las vacunas", añaden.
La destrucción de todas estas dosis implica una pérdida de inversión de 93 millones de euros si se suma el coste de cada dosis. Solo destrucción de las 2 millones de dosis de Moderna implica haber gastado 42.071.925 euros para nada. Hay que recordar que la farmacéutica encareció sus vacunas en el contrato que firmó en 2021 con la Unión Europea ante el descalabro de las vacunas de AstraZeneca. La desaparición de este competidor permitió a Moderna subir su precio por dosis de 19 a 21 euros cada una.
En el caso de Pfizer, principal suministrador de vacunas para Europa, las 2,2 millones de vacunas destruidas tuvieron un coste de 44.391.399 euros. Esta compañía, al igual que Moderna, aprovechó la desaparición de AstraZeneca del mercado europeo para encarecer sus dosis un 25% en el último contrato firmado con la Unión Europea, pasando cada una de costar 15,5 a 19,5 euros.
La vacuna unidosis de Janssen, que no ha dado el resultado esperado, ha supuesto para el Estado una pérdida de 4.965.080 euros. Cada una de las 620.635 dosis destruidas costó 8 euros. En último lugar, la vacuna de AstraZeneca, la más barata de todas (1,78 euros por dosis), ha tenido un impacto monetario en las arcas nacionales de 2.082.778 euros.
Otras 200.000 dosis pendientes de destrucción
Al final del documento, el Gobierno señala que al margen de las 6 millones de dosis ya eliminadas hay otras 256.230 vacunas de Pfizer que caducaron en noviembre de 2022 y que se encuentran pendientes de destrucción. La respuesta está fechada en 30 de enero, por lo que es probable que ya se haya procedido a su destrucción. Estas vacunas sumarían otros 5 millones de euros en pérdidas, lo que elevaría la cifra de gasto en dosis inutilizadas hasta los casi 100 millones de euros.
Fracaso de la dosis de recuerdo
La destrucción de todas estas vacunas pone de manifiesto el fracaso en la inoculación de dosis de recuerdo. Según el último informe del Ministerio de Sanidad, solo el 55,9% de la población se ha puesto la tercera dosis, cifra muy alejada de los que se pusieron las dos primeras (92% de los españoles). En cuanto a la cuarta dosis, el porcentaje de españoles mayores de 60 años que se la ha puesto es del 59,2%.
Pese a que la pandemia está mucho más controlada y las dosis de refuerzo no están siendo utilizadas en gran medida, el Gobierno ha destinado para este año 1.116 millones de euros para comprar nuevas dosis.
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