¿Ha comenzado? Tres fases conducen ahora al apocalipsis final del sistema de moneda fiduciaria
¿Se nos viene encima el colapso del sistema financiero? Esto es lo que necesita saber sobre el posible colapso del apocalipsis del sistema de moneda fiduciaria.
El sistema financiero mundial hoy muestra signos de graves dificultades. ¿Pero es este el comienzo del apocalipsis del sistema monetario global?
Esta vez, podría ser mucho peor
A diferencia de la crisis de 2008, esta vez los problemas subyacentes son mucho más profundos y es posible que los remedios habituales no funcionen.
Los alarmantes acontecimientos de hoy pueden ser sólo el comienzo y las tácticas habituales de la Reserva Federal de recortar las tasas de interés e inyectar dinero en la economía financiera podrían no ser suficientes para salvar el Gran Experimento Mundial del Sistema de Deuda en Moneda Fiat.
En este articulo
- Caída del mercado y ajustes de márgenes
- Mercado bajista y huida hacia la seguridad
- Intervención de la Reserva Federal y flexibilización cuantitativa
- La línea de fondo
La actual situación financiera mundial es precaria. Si bien los acontecimientos de hoy no fueron desastrosos, señalan posibles peligros futuros.
Las debilidades fundamentales de la crisis financiera de 2008 nunca se solucionaron adecuadamente, sólo se encubrieron temporalmente.
Así que echemos un vistazo a las tres fases que ciertamente podrían conducir a un apocalipsis final del sistema monetario global.
1) Caída del mercado y ajustes de márgenes
Una caída repentina y significativa en los mercados globales puede desencadenar llamadas de margen.
Una llamada de margen es una demanda de un corredor para que un inversionista deposite más dinero o valores para cubrir pérdidas potenciales.
Cuando esto sucede, las grandes empresas de inversión y los fondos de cobertura suelen vender activos como el oro para cubrir sus pérdidas, lo que hace bajar el precio del oro durante las crisis del mercado.
Por ejemplo, si el mercado de valores se desploma, los inversores que pidieron dinero prestado para comprar acciones (usando apalancamiento) deben proporcionar rápidamente fondos adicionales o vender sus activos para cumplir con los requisitos del corredor.
Esta venta forzada puede crear una espiral descendente, donde la caída de los precios de los activos genera más llamadas de margen y más ventas, exacerbando la desaceleración del mercado.
2) Mercado bajista y huida hacia la seguridad
Las ventas masivas continuas pueden conducir a un mercado bajista, que es un período prolongado en el que los precios de las inversiones caen significativamente, generalmente un 20% o más desde los máximos recientes.
Durante un mercado bajista, los inversores buscan lugares más seguros para poner su dinero. Esta carrera hacia la seguridad hace que aumenten los precios del oro, el dólar estadounidense, los bonos del Tesoro estadounidense a largo plazo e incluso Bitcoin, ya que se consideran inversiones seguras.
Un mercado bajista refleja un pesimismo generalizado y un sentimiento negativo de los inversores, donde la gente espera que los precios sigan cayendo.
En esos momentos, a menudo cambian sus inversiones hacia activos que se consideran más estables y menos riesgosos. El oro se considera tradicionalmente un refugio seguro porque mantiene su valor mejor que la mayoría de los activos durante las crisis económicas.
De manera similar, el dólar estadounidense y los bonos del Tesoro estadounidense se consideran seguros porque están respaldados por el gobierno estadounidense. Recientemente, Bitcoin también ha sido percibido como una protección contra la inestabilidad financiera tradicional.
3) Intervención de la Reserva Federal (portadores del apocalipsis del sistema monetario)
Si los mercados siguen cayendo, la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) podría intervenir.
Recortarán las tasas de interés y utilizarán la Flexibilización Cuantitativa (QE), que significa comprar valores a largo plazo para inyectar dinero en la economía y fomentar los préstamos y la inversión.
Sin embargo, esto puede llevar a la degradación de las monedas fiduciarias (haciendo que el dinero sea menos valioso) y eventualmente congelar los mercados de crédito, donde las empresas piden prestado dinero.
Durante la crisis financiera de 2008, la Reserva Federal utilizó una QE masiva para estabilizar la economía. Al comprar grandes cantidades de bonos gubernamentales y valores respaldados por hipotecas, la Reserva Federal aumentó la oferta monetaria, haciendo que fuera más barato pedir dinero prestado.
Si bien esto ayudó a evitar una recesión más profunda, también sentó un precedente para recurrir a la flexibilización cuantitativa durante las crisis. En el contexto actual, la eficacia de la QE es incierta.
Una mayor QE podría provocar un rápido aumento de la inflación y erosionar el valor de las monedas. Si los bancos, las empresas y los consumidores pierden confianza adicional en el sistema financiero, podrían acumular efectivo en lugar de gastar o prestar, lo que podría conducir a una congelación de los mercados crediticios. No hará falta mucho.
La línea de fondo
Los problemas financieros actuales podrían ser advertencias tempranas de una crisis mucho mayor. Las tres fases (desaceleración del mercado y ajuste de márgenes, mercado bajista y huida hacia la seguridad, e intervención y flexibilización cuantitativa de la Reserva Federal) podrían conducir al colapso del sistema financiero fiduciario. Es vital mantenerse consciente y preparado a medida que se desarrollan estos tiempos inciertos.
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