Padres marroquíes abandonan a sus hijos en España para explotar el sistema de tutela para menas y lograr la reunificación familiar - LA GACETA
Fuentes de las fuerzas de seguridad españolas –incluyendo la Ertzaintza en el País Vasco y la Policía Nacional en regiones como Murcia, Alicante y Melilla– revelan a LA GACETA un patrón sistemático de fraude en la inmigración ilegal. Familias marroquíes, principalmente de clases medias con recursos suficientes en su país de origen, están trayendo a sus hijos menores a España con visados temporales para abandonarlos deliberadamente. El objetivo: activar el sistema de tutela de menas, obligando a España a asumir todos los costes de manutención, educación y salud, mientras se allana el camino para una futura reunificación familiar.
Casos en el País Vasco
La investigación de LA GACETA arranca con un atestado policial exclusivo de la Ertzaintza, fechado el 3 de septiembre de 2025 en Vitoria-Gasteiz (Álava). El documento clasifica el caso como «abandono» de un mena, identificando a Mohamed Arguem, un menor marroquí de 17 años. Según el informe, el joven entró en España acompañado por su padre, siguiendo una ruta común: desde Marruecos a Tarifa (Cádiz), y luego Madrid, Bilbao y Vitoria. Una vez en territorio vasco, el padre regresó a su país, dejando al menor solo para que contactara con las autoridades. La Ertzaintza lo trasladó a Bideberri, un centro de acogida gestionado por la Diputación Foral de Álava, donde el Estado asume su tutela completa.
Este no es un incidente aislado. En entrevistas con los menores, muchos confiesan el plan: sus padres los instruyen para declararse desamparados y activar el sistema de protección. Nos cuentan que «entraban por Algeciras, luego a Sevilla, luego a Madrid, que llegaban a Bilbao y que los padres se volvían y dejaban allí al menor», detalla una fuente. Los padres, a menudo funcionarios, policías, militares o médicos en Marruecos, no actúan por necesidad humanitaria —tienen medios para subsistir en su país—, sino por conveniencia, aprovechando visados fáciles de obtener.
Operaciones «nido» en Murcia y casos en Alicante
La investigación se extiende a la zona de Levante, donde agentes de la Policía Nacional en Murcia y Alicante describen un «incidente masivo» de casos similares. Los agentes revelan la apertura de operaciones especiales denominadas «nido», enfocadas en detenciones de padres y colaboradores. «Hemos abierto varias operaciones donde se están haciendo bastantes detenciones, sobre todo de los padres y los amigos que les ayudan a alojarse», explican.
Los patrones se repiten, entradas por aire o barco con visados de turismo o estudios, abandonos intencionales y confesiones bajo interrogatorio. Un ejemplo reciente involucra a una familia marroquí que llegó con tres hijos; el padre se marchó, dejando a los menores, lo que resultó en detenciones del hermano mayor (ya legal en España por estudios) y la madre. Incluso se retiró la custodia de una niña pequeña. Los agentes destacan que los menores, a menudo de 17 años y medio, son abandonados en ese momento preciso porque al cumplir 18 obtienen residencia legal, permitiendo reagrupar a los padres al cabo de un tiempo.
«Hay vídeos conocidos en origen que explican los pasos a seguir para quedarte en España», afirman los agentes, quienes usan tácticas como revisar móviles (encontrando fotos familiares o tutoriales) y comprobaciones de visados para probar el fraude. Los cargos: favorecimiento a la inmigración ilegal. Sin embargo, critican las inconsistencias del sistema, pruebas óseas de edad varían entre comunidades (un menor declarado mayor en Alicante es tratado como menor en Murcia), y la falta de coordinación entre fiscalías permite «saltos» regionales. «La ley de extranjería está llena de ratoneras… y las ONG han conseguido jurisprudencia contraria a la propia ley», lamentan, subrayando cómo esto perpetúa el abuso.
El patrón en Melilla: visados laxos y abandonos en la frontera
Fuentes de la Policía Nacional en Melilla confirman el mismo esquema en la frontera con Marruecos. Padres de Nador, una ciudad vecina, obtienen visados en el consulado alegando turismo, presentando reservas de hoteles y otros documentos. «El problema es del consulado, que es quien tramita los visados… Si lo piden alegando turismo y presentando reserva de hoteles y esas cosas pues se los dan. Entran con los padres y los dejan aquí», explican.
Una vez en Melilla, los padres abandonan a los hijos y regresan, activando la tutela española. Este patrón fronterizo resalta la facilidad de entrada y el descontrol en la concesión de visados, convirtiendo un mecanismo humanitario en una vía para la inmigración ilegal.
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