Gran Mensaje de La Diosa Madre, a través de María
Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
Hijos de la Alegría y del Amor, dondequiera que estéis en este día, dignen recibir todos mis respetos de Madre, de hermana y de Luz idéntica a la vuestra.
… Silencio…
Vengo con el fin de darles los últimos elementos útiles para vuestra Ascensión que está en curso.
Estos elementos conciernen, por supuesto, al conjunto de los mecanismos de vuestra conciencia que hoy se modifica de manera cada vez más visible.
No volveré sobre las alteraciones que se producen en este momento mismo con respecto al tiempo y el espacio, el de vuestro cuerpo y de vuestro conciencia como el de la Tierra, que se modifica profundamente en este momento.
No voy a decirles más de lo que pude decir hace poco tiempo, sino simplemente de estar atentos a lo que se celebra en vuestra vida, en vosotros como a vuestro alrededor, no para buscar elementos de respuesta, ni para tratar de transformar lo que sea, sino más bien para invitarles a vivir la Gracia. En el alboroto actual, la transformación que esto representa, que sea para la conciencia como para el cuerpo físico – de la Tierra el vuestro–, os vais a dar cuenta, si aún no lo es totalmente, no hay otra posibilidad que de vivir y asentar el Amor, no tal como lo piensan, ni como lo imagináis, sino más bien como se vive en cada exhalación ahora.
En cuanto os ponéis en vuestra Eternidad dejando esta eternidad fusionarse e infundir en vuestra vida, en vuestra conciencia.
El requerimiento de la Luz va a transformarse, si aún no está hecho, en una llamada definitiva, donde nunca más podrán dudar ni esperar lo que sea de otro que lo que sois, haciendo caso omiso incluso las circunstancias de este mundo como las circunstancias de vuestra propia vida, en su linearidad tal como lo habéis vivido antes.
Hoy la Luz viene, en cada exhalación, en la periferia de vuestro ser como adentro de vuestro ser, todas las circunstancias que se celebran en vosotros y a vuestro alrededor sólo están allí, en vuestra vida, para asentaros aún más en vuestra Eternidad. Es en estas circunstancias que sera escuchada mi Llamada. Por supuesto, lo que le es dado a vivir, que sea individual como colectivamente, puede presentar una forma de pavor o de dolor para lo que corresponde a la marcha lineal del tiempo. No olvidéis que salís del tiempo tal como lo concebís, pero también del espacio como lo concebís y lo vivían hasta ahora. Hay pues una invitación permanente a la Gracia, a la Luz y a la Alegría. Esta invitación puede sin embargo traducirse en vosotros en momentos de resistencia, que sólo se debe, en definitiva, al desconocimiento de lo qué pueda quedar de vuestra persona, lo que es la totalidad de la Luz en manifestación, en encarnación, sobre este mundo como en vuestro cuerpo. Las circunstancias de vuestras vidas nunca serán más adecuadas y más útiles para vuestra instalación en vuestra Eternidad, dándoles entonces a vivir una Ascensión donde nada puede resistir ni enganchar lo que sois en eternidad.
Es eso lo que vivís unos y otros, dondequiera que estéis en vuestra vida, dondequiera que estéis en vuestro mundo. Los mundos de la Luz se instalan en vosotros, alrededor de vosotros, dándoles a ver efectivamente a veces lo que a primera vista puede parecer, como exactamente opuesto a la Luz. Pero si vais más allá de las apariencias, más allá de lo que dicta vuestra conciencia ordinaria, si permanecéis sosegados y tranquilos, si giráis vuestra conciencia únicamente hacia lo que se celebra en el centro de vuestro ser y de vuestro pecho, entonces todo el resto va a desaparecer como por encanto. Pero sabéis bien que no es un encanto, sino la estricta verdad de la Luz en su despliegue. La vida invita a cada uno, de todas las maneras posibles e imaginables, a vivir esta fusión con la Eternidad
Así que no echen pestes contra ninguna circunstancia de vuestra vida, de vuestro cuerpo, de la sociedad o de los países, porque todas estas resistencias, en definitiva, sólo son oportunidades siempre más grandes para entrar en si-mismo, encontrar la fuente, concretamente y definitivamente, de vuestra propia luz que es Luz.
Os vais a percatar, si aún no es el caso, que será cada vez más difícil actuar como de costumbre, o como tenías por costumbre, y que cada acontecimiento y cada circunstancia de vuestra vida os hará adaptarse o en la resistencia a la Luz, o bien en el consentimiento definitivo a la Luz.
En cada oportunidad, en cada circunstancia, cada día y cada hora que pasa, le es ofrecido una multitud de gracias – pero estas gracias no son destinadas a la persona – sino, con prioridad por supuesto, son destinadas a vuestra Eternidad, a su consolidación, a su manifestación y su despliegue en encarnación. Y esto no depende de vosotros, sólo depende de vuestra capacidad a ir aún más profundamente en vosotros, a atravesar lo que todavía pueden parecer ser unos obstáculos, unas obstrucciones.
No se interesen a eso. Vayan aún y siempre más profundamente, según los requerimientos de la Luz, según la Acción de Gracia que se despliega en vuestra vida, o según incluso las resistencias que todavía puedan estar presentes. No se retrasen en lo que sólo pasa y que pasará, sino más bien en los elementos todavía puntuales porque ellos nunca pasarán, porque son vuestra eternidad.
Esto no pide de vuestra parte ningún esfuerzo, todo lo contrario, sino de un relajamiento completo de todo lo que hacía vuestro cotidiano, todo lo qué hacía que la vida seguía, como podrían decir, su buen camino.
Los requerimientos de la Luz se vuelven cada vez más penetrantes y sabéis que al respecto sólo hay dos reacciones posibles: el miedo o el Amor. El conjunto de los tejidos sociales de la sociedad les muestra exactamente la misma cosa. Lo que es corrompido debe morir, lo que es efímero debe desaparecer, sólo debe permanecer lo inquebrantable de la Luz, lo inquebrantable de la Libertad, de la multi-dimensionalidad y la Alegría. Todo el resto – y digo bien, todo el resto–, se disuelve y desagrega en este mismo momento. No tengáis miedo de nada porque tenéis en vosotros la fuerza y todas las fuerzas necesarias y útiles para atravesar esto. En este sentido, la impetuosidad actual de la Luz sólo traduce esto: hacerles ir siempre más profundamente a lo más cerca de lo que sois en eternidad, dejándolo manifestarse y desvelarse totalmente. Allí está el estado de Gracia, no está en la resiliencia de una problemática cualquiera que ella sea, ni en la solución de un problema cualquiera que sea. La Inteligencia de la Luz es tal, su repartición ahora y su distribución en el conjunto de la Tierra hace posible una multitud de gracias para cada uno. No hay esfuerzo, solo hay a reconocerse a si mismo, no en la historia de una persona, ni en los acontecimientos felices o desgraciados, sino cada vez más exclusivamente en vuestra eternidad, en la alegría y la gracia del Amor, y de la Luz que es sinónima a la verdadera Libertad. La Libertad no se puede comprar, ni venderse; lo mismo ocurre con la Luz. Ella está en vosotros, en su totalidad preparada a surgir y a invadir todo, si no está ya hecho. Esto sólo pide de vuestra parte de estar atentos, no a lo que se celebra en la pantalla de la conciencia, de vuestra vida o de vuestro cuerpo, sino más bien a lo que sucede justamente cuando todo eso desaparece. Cuando hay realmente esta rendición sin condición al Amor que sois, entonces ya nada se opone al Amor, ni a la Gracia, ni a vuestra Ascensión. Además muchos comienza a vivir fenómenos jamás descritos sobre la Tierra, ni siquiera en lo que les transmitimos para dirigirlos, si puedo decir, hacia vuestra Eternidad.
Muchas señales se manifiestan a vuestra conciencia, que sea a nivel del cuerpo, que sea en vuestras interacciones con unos y otros como sobre la pantalla de vuestra conciencia – que sean salidas del tiempo, salidas fuera del espacio convencional, que sea por mecanismos más íntimos que les hace descubrir que no sois realmente lo que creéis ser, sino mucho más aún que lo que podían imaginar o proyectar. Pero para eso, no hay que proyectar nada ni imaginar nada. Y estar cada vez más disponibles para vuestra Eternidad.
Muchas señales se manifiestan a vuestra conciencia, que sea a nivel del cuerpo, que sea en vuestras interacciones con unos y otros como sobre la pantalla de vuestra conciencia – que sean salidas del tiempo, salidas fuera del espacio convencional, que sea por mecanismos más íntimos que les hace descubrir que no sois realmente lo que creéis ser, sino mucho más aún que lo que podían imaginar o proyectar. Pero para eso, no hay que proyectar nada ni imaginar nada. Y estar cada vez más disponibles para vuestra Eternidad.
Como sabéis, hubieron experiencias de la conciencia que fueron llevadas durante años, hubieron llamadas de la Luz, y después hubo la asignación vibral, los requerimientos de la Luz. Hoy, diría que se trata de una evidencia de la Luz. Es esa evidencia la que debéis ver y no la veréis actuando en alguna acción, sino más bien pausándose allí mismo donde estáis y acogiendo, vaciándose de lo que no sois, no con un acto de voluntad, sino instalándose en el Aquí y Ahora, en el Eterno presente, porque las gracias sólo pueden ser distribuidas en el instante presente. La Alegría, el Amor y la Libertad, se encuentran allí ahora y cada vez más exclusivamente se encontrarán a este nivel.
Cualesquiera que hayan sido las ayudas que les han sido aportadas, cualesquiera que hayan sido los encuentros con la Luz que vivieron, que sea con los Elementos, con los pueblos de la naturaleza, con hermanos y hermanas en la carne, todo esto les va parecer hasta superfluo, porque hay una evidencia que aparece en vosotros. Esta evidencia nada tiene que ver con todo lo que es coyuntural, ni con lo que es efímero. Es en este posicionamiento que cada uno adoptáis, ahora que pueden ver lo que puede todavía resistir y oponerse a la verdad de la Eternidad.
Son en cierto modo las últimas oportunidades de darse cuenta, de situarse, de asentar o no a la verdad del Amor y de la Luz que se establece en este mundo. La Tierra asciende, lo sabéis. Existen innumerables señales dondequiera que miréis, desde la locura de los hombres hasta el amor de los hombres, pasando por los Elementos o bien por las innumerables señales cósmicas que hoy están a vuestra puerta, y que algunas ya se han manifestado a grupos humanos. Mis niños bien amados, no vengo a revelar nada más que esto.
Cada día que vuestra vida vive en este mundo, cada día que se celebra y se despliega en esta interacción entre lo efímero y el Eterno debe verlos estar cada vez más afirmados en la verdad de la Luz, del Amor y en la humildad de esta verdad.
Recuerden que no hay esfuerzos a hacer. No es más tiempo de buscar – y aún más que antes – unas explicaciones, o cosas fuera de vosotros, porque todo y de manera irremediable, está ahora inscrito y revelado en vosotros. El conjunto de las llaves vibrales, el conjunto de los circuitos vibrales también, han acabado desde ahora sobre el plano colectivo. Miren bien dentro de vosotros, miren realmente lo que sois, lo que es independiente de toda circunstancia, de toda edad, de toda relación, de toda pregunta o incluso de toda evidencia. Vayan más allá de lo que ya apareció y vayan firmemente en el Corazón del Corazón, hacia ese desconocido que aún puede asustar algunos.
La potencia de la Luz es tal que el Choc de la Humanidad, en el momento en el que se presentará de manera colectiva, tendrá impactos moderados, no sobre el aspecto geofísico de la Tierra, sino sobre lo que yo llamaría la conciencia colectiva del conjunto de las conciencias presentes sobre la Tierra.
Podría decir de otro modo que los momentos más duros no son para después, sino que son ahora. A través lo que aceptáis de ver o no ver en vosotros, de entregar a la Luz, o no, de allí vendrá el resto y este resto, como sabéis, será anunciado por los sonidos del cielo y de la Tierra. Si se encontraron, realmente y totalmente, nada más de lo que es exterior puede venir agitar o perturbar vuestra Luz. Ningún acontecimiento de vuestro propio cuerpo, ningún acontecimiento de este mundo puede tocar lo que sois.
Esto, lo vais a percibir de manera cada vez más fulgurante y cada vez más rápida, si aún no está hecho. Entonces vengo a decirles una vez más mi Amor, mi indefectible Presencia.
Esto, lo vais a percibir de manera cada vez más fulgurante y cada vez más rápida, si aún no está hecho. Entonces vengo a decirles una vez más mi Amor, mi indefectible Presencia.
Vengo a decirles una vez más: déjense estar inmerso en la alegría del Amor y en la alegría de la Libertad. No temáis nada, que sea para este cuerpo, que sea para mañana, que sea para las mecánicas celestes que se ponen en marcha. Pero no les digo esto para convencer-les, sino simplemente para decirles que todo está en vosotros, más que nunca, y que se adhiere en vosotros vuestra Presencia Eterna, con el conjunto de los códigos de Luz activados, preparada a surgir como Espíritu del Sol, Cristo solar e Hijo del Sol. Esto sólo espera vosotros, independientemente incluso de todo momento colectivo que está inscrito en un futuro extremadamente cercano. Pero a través esto, no busquen fecha, si no es la urgencia a encontrarse y descubrirse totalmente en la verdad de vuestra Luz. Vuestra Presencia es desde ahora casi física para aquellos de entre nosotros que tienen esta función a nivel del proceso y desarrollo de la Ascensión en si mismo.
En vosotros también, el requerimiento de la Luz se vuelve cada vez más fino y más poderoso, pero también cada vez más preciso, llevándoles a alumbrar lo que aún no había podido ser alumbrado, llevándoles, como decía, a deponer todas las armas, del combate, de la lucha, de la oposición, a fin de entrar de lleno, aquí mismo y ahora en vuestra Eternidad, no por momentos ni por estados, sino definitivamente, porque es allí dónde se encuentra la solución a todo lo que pueda presentarse a vuestra conciencia, a vuestra vida y a este mundo. Y en eso, la Gracia procederá siempre de manera cada vez más explosiva, si puedo decir, dando refulgencias cada vez más evidente. Y aunque lo que resiste aparece, en vosotros también cada vez más evidente, no se inquieten por eso. La Luz es un bálsamo, la Luz es sanadora, la Luz es esclarecedora, ella ama. Es lo que sois; todo el resto sólo tiene un tiempo.
Es la Eternidad que les es ofrecida ahora en los últimos tiempos de la Gracia que preceden mi Llamada y los signos celestes. Afinen cada día como si mañana no puedan estar más aquí. Afinen cada minuto como si al minuto siguiente no estuvieran más aquí. ¿Qué es lo que no está más aquí? Vuestra persona, pero no la Vida, no el Amor.
El Amor y la Vida están justamente allí porque la persona no está más aquí. Es eso que constatáis y vivís, aunque esto sean todavía para algunos, imprevistos, apuros o dudas. Vayan por delante de vosotros mismos, abrazasen a vosotros-mismo enteramente y totalmente. Porque la Luz, ahora, no solamente os quiere íntegramente, os quiere en manifestación de Luz sobre este mundo, independientemente de toda consideración de persona, de historia, de linaje, de origen o futuro. ¿La Eternidad se desvela ahora, entonces que puede hacer el resto? ¿Qué puede hacer el dolor, la carencia, la pena y hasta la satisfacción de los deseos cualesquiera que sean? Así que vengo a decirles; más que nunca en los días que vienen ahora, cualquiera que sea el desorden del mundo o de vuestra persona, hay en vosotros la totalidad de la Luz, la totalidad de la conciencia vibral, la totalidad del Absoluto, que se presenta a la puertas de vuestra propia conciencia. Sean espontáneos, sean verdaderos y cada vez más lúcidos sobre todo en cada momento, a cada exhalación, no de las circunstancias de vuestra vida, sino de la Eternidad. La Eternidad debe en cierto modo, tomar todo el espacio de vuestra conciencia y es exactamente lo que está pasando. ¿Lo veis? ¿Lo vivís? En cuanto a los de entre vosotros que todavía estarían con miedos o en proyecciones de un cualquier futuro, incluso en relación al Evento, vengo a decirles: olviden eso porque el Evento también está en vosotros, está a la puerta de vuestro corazón. Entonces, no sirve para nada de mirar la pantalla del mundo si no miráis la pantalla de vuestro Corazón, a fin de hacer desaparecer toda pantalla.
Recuerden que será cada vez más fácil para la Eternidad y cada vez más difícil para lo efímero, dándoles a ver que la Vida es Una y Amor y que incluso lo efímero y el Eterno finalmente, y en definitiva, alcanzando vuestra Eternidad, les pone, si puedo decir, en el mismo baño vibral y en el mismo baño ascensional, pero despojados de toda inquietud, de todo miedo o necesidad de anticipar lo que sea. Recuerden que la fuente de vuestro Corazón es vuestro mismo corazón. Hasta ahora, la relación era extremadamente importante.
Recuerden que será cada vez más fácil para la Eternidad y cada vez más difícil para lo efímero, dándoles a ver que la Vida es Una y Amor y que incluso lo efímero y el Eterno finalmente, y en definitiva, alcanzando vuestra Eternidad, les pone, si puedo decir, en el mismo baño vibral y en el mismo baño ascensional, pero despojados de toda inquietud, de todo miedo o necesidad de anticipar lo que sea. Recuerden que la fuente de vuestro Corazón es vuestro mismo corazón. Hasta ahora, la relación era extremadamente importante.
El Arcángel Anaël, como Arcángel de la Relación y del Amor, lo expresó de diferentes modos acompañándoles en el curso de estos años. Pero hoy, más allá de la relación, hay lo que yo llamaría la relación última de vuestro corazón a vuestro Corazón, efectuando el último vuelco y reversión de la Tierra como de vuestra conciencia.
Todo esto está inscrito en vosotros y se actualiza en vosotros. Entonces, miren en vosotros lo que rescinde y lo que sufre – y dejen lo que está sufriendo. Busquen el apoyo de vuestra Luz, busquen la relación a vuestra propia Luz, porque ella está allí. No hay a buscarla mucho tiempo, hay solamente a darse cuenta de esta evidencia, de esta verdad. Y viviendo esto, comprobarán fácilmente que no puede existir otra verdad ni otra alternativa.
Vengo a invitarles a ser Amor permanentemente, ante cualquier situación y persona, o en cualquier relación que sea. Es hora de dejar el fuego total, este Fuego de Amor devorador, emanar de vuestro ser, de lo que Sois, y venir transmutar todo lo que deba serlo, y lo que aún no ha sido transmutado, a escala individual pero también colectiva. Les recuerdo que el ser humano nunca está tan derogado que cuando hay dudas y sufrimiento, porque es en estas circunstancias que la humanidad reencuentra su camino como hermanos y hermanas, fraternizando con amor y aportando su ayuda, su Amor y su Presencia, sin pedir nada, sin controlar ni esperar nada. Sean pacientes y dulces con vosotros mismos, en vuestra Eternidad. Observareis que cuando vivís esto de manera importante, que poco a poco o de manera fulgurante se instala en vosotros una fe total, una confianza y una conciencia absoluta en la Verdad de lo que vivís o vais a vivir.
No olvidéis tampoco, como se ha comunicado, que no hay explicaciones a dar, a vuestro alrededor ni en vosotros, porque la Luz es la explicación. Entonces basta simplemente con dejarla emerger, con dejarla vivir en toda relación.
El Cristo también está presente, en toda relación como en toda confrontación, en vuestro interior como en este mundo. Entonces por supuesto, no somos responsables de las interpretaciones de unos y otros con respecto a los acontecimientos que se celebran en el plano histórico de esta Tierra. Pero recuerden que más allá de la historia y más allá de las profecías, hay la Promesa y el Juramento, hay el reconocimiento de lo que sois en Eternidad, y no lo que sois en una persona, incluso en el seno de un karma o unas reencarnaciones dadas.
La Libertad, como sabéis, nada tiene que ver con eso, el Amor tampoco. El Amor consume todo lo que pueden ser lazos, y ese Amor es emanado de vosotros, él "Es" vosotros. Más que nunca esto conciencia, más que nunca esto se vive, o más que nunca, en otros casos, hay resistencia. Pero siempre es la Luz que está actuando. En ningún caso las elucubraciones del mental humano, o para aquellos que tratarían de encajar las profecías, aunque ellas sean reales, lo más importante no es eso. Sólo son señales que les son dadas para ver sobre la pantalla de la conciencia, firmando lo que se celebra, pero no la finalidad que es Verdad, Belleza, Luz y Amor incondicional. Fíjense sobre esto porque esto no es mañana, ni después de las Trompetas, ni incluso después de mi Llamada, ni durante los 132 días, pero se celebra desde ahora para vosotros. No esperen nada más, ni del mundo, ni de nadie, ni de vosotros mismos. Dejen emerger simplemente lo que emerge, dejen ser simplemente la verdad del Amor.
Cada uno de vosotros, que escuchará, que leerá lo que dije, recordará el momento llegado, si aún no ha llegado. Algunos de entre vosotros efectivamente, incluso muchos, sólo podrán ser despertados en el momento de mi Llamada, pero esto ahora no tiene importancia. Vivan lo que tienen a vivir, vivan vuestra Eternidad aquí-mismo sobre este mundo. No hay más obstáculos, ni más resistencias en cada uno, solo lo que vosotros mismos colocasteis por error, por costumbre, por dificultad a ver de manera evidente lo que depende a veces de lo efímero, a veces de la Eternidad, pudiendo traer a veces una interrogante. Pero recuerden que la solución, la respuesta, estará cada vez más inscrita en la verdad de vuestra conciencia.
Cada uno de vosotros, que escuchará, que leerá lo que dije, recordará el momento llegado, si aún no ha llegado. Algunos de entre vosotros efectivamente, incluso muchos, sólo podrán ser despertados en el momento de mi Llamada, pero esto ahora no tiene importancia. Vivan lo que tienen a vivir, vivan vuestra Eternidad aquí-mismo sobre este mundo. No hay más obstáculos, ni más resistencias en cada uno, solo lo que vosotros mismos colocasteis por error, por costumbre, por dificultad a ver de manera evidente lo que depende a veces de lo efímero, a veces de la Eternidad, pudiendo traer a veces una interrogante. Pero recuerden que la solución, la respuesta, estará cada vez más inscrita en la verdad de vuestra conciencia.
Cualesquiera que sean vuestras relaciones entre vosotros, cualesquiera que sean las relaciones entre vosotros y nosotros, cualesquiera que sean los contactos con los pueblos de la naturaleza o algunos pueblos extraterrestres, todo esto sólo son pretextos, llevándoles a poneros en estado de Gracia y a ponerse de manera irremediable y definitiva, sin tener en cuenta incluso lo que puede pasar a este cuerpo y a este mundo, porque sabéis que no sois ni este cuerpo ni este mundo, no porque habéis practicado lo que fue llamado, hace tiempo, la refutación, ni por haber vivido él Sí, sino como la evidencia de lo que está allí.
A medida que muchos hermanos y hermanas en la carne se den cuenta de eso, será cada vez más fácil para los demás. Habrá una forma de contagio que precederá inmediatamente mi Llamada. Por supuesto, habrá intuición y premonición de lo que va pasar, porque hasta ahora esto les había sido escondido, no por la sombra, ni por la Luz, sino por las circunstancias mismas de la llegada de la Luz. Hoy no es más el caso, hay solamente a reconocerse, a pausarse, a acoger y a ser. Y esto no depende de vuestra persona, no depende de vuestra edad, ni de vuestra felicidad, ni de vuestra desgracia, porque esto no se refiere a nada de este mundo. Cuando habrán vivido realmente esto de manera definitiva, entonces ya nada podrá sacarles de la Alegría, nada podrá sacarles de la Verdad, incluso antes de mi Llamada. Y esto será una constante, en el momento de mi Llamada, aunque sepáis que el camino de cada uno es diferente, porque cada uno es libre de establecerse donde quiere, no según sus deseos personales, sino donde lo quiere su alma, si ésta existe, y donde le pone su Espíritu, directamente. El resto os parecerá cada vez más como pamplinas y ocupaciones, elementos que no tienen más lugar en vuestra vida, acontecimientos que no tienen efecto sobre lo que sois. Y allí sabrán irremediablemente que llegaste. Y cuanto más seréis, individualmente, en vivirlo, más entenderán que también es el momento de mi Llamada. Todo esto traduce por supuesto el desarrollo de lo que hemos hablado unos y otros desde hace muchos años, y anunciado por muchos profetas. Recuerden que no hay nada a salvar, ni alguien, hay solamente a hacer viva la evidencia de lo que sois y la evidencia de vuestra Libertad. La Luz por si-misma sabe lo que sois, y por si-misma ella disuelve las resistencias. Lo que quiere decir también que ya no necesitáis llamar a vuestra persona, en su historia, en sus memorias, a vuestros conocimientos, cualesquiera que sean, porque la Luz es todo poderosa y como dije, ella es la respuesta y la solución. No habrá ninguna más y no hay en ninguna otra. Que seáis acogidos por los Vegalianos, que seáis liberados definitivamente antes de los 132 días, que seáis reagrupados en algunos lugares, que estéis en resistencia, poco importa, porque el mismo destino espera a cada hijo de la Tierra en el momento final: la Libertad. La Libertad aún no es efectiva puesto que la tercera dimensión todavía está allí. Pero la Libertad interior, sí, la Libertad del Amor, sí. Ella está plenamente allí, plenamente activa. El resto seguirá. Es esa certeza que va a instalarse en vosotros, si aún no es el caso. Les acompañamos siempre, pero miren lo que vuestro cuerpo vibra, miren lo que vuestro corazón dice.
Miren vuestra conciencia de hoy con respecto a la de hace un año. Miren una última vez atrás y vean el cambio y los cambios que se produjeron. Esto, no lo pueden negar, cualquiera que sea vuestra emplazamiento de hoy. En la tranquilidad, del que acepta verse y ver el mundo, sin juzgar, sin condenar, sin extrapolar o sin proyectar, ése entonces encontrará la verdad del Amor en su totalidad, incluso antes de mi Llamada, a cada minuto de su vida, en cada mirada puesta y en cada palabra pronunciada. No voy a pedirles nada más que estar allí, vivos, portadores de lo que aceptaron llevar y también, sobre todo, de lo que sois en verdad. Todo el resto sólo pasará y no le daréis la menor importancia, porque sabréis concretamente – no por una creencia, ni por un conocimiento, ni por una experiencia cualquiera que sea, sino de un modo más íntimo y directo – que sois Amor y nada más, aunque vuestra vida les diga lo contrario en este período. Es eso lo que tiene que ser reconocido y vivido. Muchos elementos han sido dado por los Ancianos, las Estrellas y yo misma, con respecto a este período. No vean allí simplemente una fiesta, aunque haya sido desviada como sabéis, sino vean allí sobre todo el renacimiento y sobre todo la Resurrección, porque estáis en fase de renacimiento y de resurrección, que lo veáis o no, que la aceptéis o no. Es eso lo que hay que reconocer. Todo el resto se celebrará sin intervención de vuestra parte y en la mayor beatitud y serenidad también. Es además la serenidad que les debe marcar hoy. Porque cuanto más estáis en alegría y más estáis en el Corazón del Corazón, más la serenidad está presente, dándoles lo necesario para hacer lo que está por hacer, pero mucho más para ser lo que sois.
Miren vuestra conciencia de hoy con respecto a la de hace un año. Miren una última vez atrás y vean el cambio y los cambios que se produjeron. Esto, no lo pueden negar, cualquiera que sea vuestra emplazamiento de hoy. En la tranquilidad, del que acepta verse y ver el mundo, sin juzgar, sin condenar, sin extrapolar o sin proyectar, ése entonces encontrará la verdad del Amor en su totalidad, incluso antes de mi Llamada, a cada minuto de su vida, en cada mirada puesta y en cada palabra pronunciada. No voy a pedirles nada más que estar allí, vivos, portadores de lo que aceptaron llevar y también, sobre todo, de lo que sois en verdad. Todo el resto sólo pasará y no le daréis la menor importancia, porque sabréis concretamente – no por una creencia, ni por un conocimiento, ni por una experiencia cualquiera que sea, sino de un modo más íntimo y directo – que sois Amor y nada más, aunque vuestra vida les diga lo contrario en este período. Es eso lo que tiene que ser reconocido y vivido. Muchos elementos han sido dado por los Ancianos, las Estrellas y yo misma, con respecto a este período. No vean allí simplemente una fiesta, aunque haya sido desviada como sabéis, sino vean allí sobre todo el renacimiento y sobre todo la Resurrección, porque estáis en fase de renacimiento y de resurrección, que lo veáis o no, que la aceptéis o no. Es eso lo que hay que reconocer. Todo el resto se celebrará sin intervención de vuestra parte y en la mayor beatitud y serenidad también. Es además la serenidad que les debe marcar hoy. Porque cuanto más estáis en alegría y más estáis en el Corazón del Corazón, más la serenidad está presente, dándoles lo necesario para hacer lo que está por hacer, pero mucho más para ser lo que sois.
Todo lo que vivís en este momento, dondequiera que estéis, una vez más, sólo es el reflejo de la instalación de vuestra Libertad. No hay nada más que eso. ¿Lo veis? ¿Y sobre todo, lo vivís? El Manto Azul de la Gracia, que lo percibáis o no, ha sido depositado sobre vuestros hombros. Es eso que reforzó a la vez las confrontaciones, las resistencias o el acceso a la Gracia, según si vuestra persona estaba por delante o no. Aliméntese del Amor que sois.
Aliméntese del Amor que emana de vuestro ser.
Aliméntese del Amor dado por vuestros hermanos y hermanas, pero también por las resistencias que les dan a ver lo que está por ver. Vuestras necesidades fisiológicas, como lo comprueban, son profundamente diferentes. No volveré sobre las preguntas alimentaria, de sueño o las diferentes normas fisiológicas, pero cada uno es impactado, llevándole a reconsiderar las diferentes necesidades y a reemplazarlas respecto a vuestra Eternidad. Lo que viene es Amor, lo que está allí es Amor, y lo que estará allí también será Amor. Así el Amor habrá borrado el miedo y los temores cualesquiera que sean.
Recuerden que cuando los sonidos del cielo os llamarán, así como en el momento en el que me dirigiré íntimamente a cada uno, lo que predominará será la alegría o el temor, pero el uno como el otro no serán nada comparado a la belleza del Amor revelado en vosotros durante la éstasis. Entonces les pido solemnemente, si aceptáis mi palabra y mi Verbo, de reencontraros cada vez más, de alimentaros de lo que sois en Eternidad, de conceder la mayor importancia a lo que sois en Eternidad, porque el tiempo del vuelco ha llegado, de la Última Reversión, la de la Ascensión, la de la Liberación y de la Libertad.
Tú que me lees, tú que me escuchas, no creas en nada más que en lo te que dice tu Corazón, no creas en nada más que en la Eternidad que eres, porque todo el resto sólo tiene un tiempo y vosotros salís del tiempo. Soy María, Reina des Cielos y de la Tierra y deposito en vuestro Templo la felicidad del Amor. Y tomo a cada uno en mi Manto y en mis brazos. Hasta pronto.
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