¡Es la demografía, estúpido!
Décadas de bajo crecimiento y tipos de interés reducidos
- "Los bajos tipos y la debilidad de la inversión han llegado para quedarse"
Foto de Getty
Desde la Gran Recesión nada ha vuelto a ser igual. El crecimiento económico es débil, los tipos de interés (nominales y reales) son históricamente bajos y el mercado laboral no recupera la robustez del pasado. Los economistas buscan con ahínco los factores que están manteniendo a las economías desarrolladas en esta situación (nueva normalidad) y por cuánto tiempo. Un estudio de la Reserva Federal defiende que la nueva normalidad se prolongará durante décadas por el fuerte cambio demográfico que se está produciendo en Occidente. Si la población no crece, la inversión, los tipos de interés reales y el PIB seguirán presentado tasas de crecimiento escasas.
En un informe titulado Understanding the New Normal: The Role of Demographics, los economistas de la Reserva Federal Etienne Gagnon, Benjamin K. Johannsen y David López-Salido, sostienen que la desaceleración del crecimiento económico, especialmente durante la última década se debe a factores demográficos asociados con el baby boom que se produjo tras la Segunda Guerra Mundial (IIGM) y el paso del auge de la tecnología de la información. "Nuestros resultados sugieren que el crecimiento real de PIB y los tipos de interés reales permanecerán bajos en las próximas décadas, es decir, la economía de EEUU ha alcanzado una 'nueva normalidad'.
El fuerte crecimiento de la población en Occidente tras la Segunda Guerra Mundial y elboom tecnológico posterior han permitido un crecimiento del PIB extraordinario durante décadas.
Estos expertos creen que los factores demográficos han reducido el crecimiento real natural del PIB en 1,25 puntos porcentuales desde 1980, exactamente la misma reducción que han sufrido tipos de interés reales de equilibrio.
Esto se ha producido sobre todo por el menor crecimiento de la fuerza laboral (personas empleadas y desempleados que están buscando trabajo), una situación que podría ser malinterpretada como una dinámica temporal, cuando realmente puede ser una situación persistente o crónica.
La importancia de la demografía
El crecimiento real del PIB visto en el pasado y los tipos de interés reales "estaban directamente conectados con las consecuencias del baby boom.
Cuando la generación del baby boom alcanzó la edad suficiente para trabajar, la fuerza laboral, el crecimiento del PIB y los tipos de interés se incrementaron".
Esta generación abundante ha tenido una descendencia muy inferior a la de sus padres, lo que llevó a EEUU a cosechar el conocido como 'dividendo demográfico', por el cual "el número de trabajadores respecto al número de personas dependientes escaló a los niveles más elevados en décadas.
Esta situación demográfica estimuló la formación de capital (inversión en maquinaria, edificios, herramientas e instalaciones) y el ahorro".
Esa generación tenía relativamente pocos hijos a su cargo, por lo que tuvieron la oportunidad de ahorrar para su jubilación.
Este ahorro se convertía en inversión para las empresas, lo que a la postre desembocaba en grandes rendimientos del capital y en incrementos de la productividad.
Ahora, la situación es bien diferente. "La generación del baby boom ha comenzado a jubilarse y el crecimiento de la fuerza laboral y de la producción se está reduciendo.
Desde la perspectiva de nuestro modelo, estos factores han llevado a la actual abundancia de capital respecto a la fuerza laboral, deprimiendo los rendimientos del capital y causando un descenso en la inversión agregada".
Este fenómeno explica las bajas tasas de inversión en capital desde que terminó la última crisis económica. "De cara al futuro, el modelo predice que la relación capital-trabajo se mantendrá alta a pesar de los reducidos ratios de inversión en capital", destaca el informe de la Reserva Federal.
Es decir, en las economías desarrolladas existe un exceso de capital (maquinaría, plantas de producción, etc.) si se compara con la fuerza laboral disponible.
De modo que la inversión en capital por parte de las empresas tiene unos retornos muy reducidos, lo que está llevando a las firmas a reducir su inversión en nuevo capital.
Así que "mientras el crecimiento de la fuerza laboral siga siendo bajo, tanto los tipos de interés reales como el crecimiento del PIB proseguirán cerca de los niveles actuales".
La conclusión del informe destaca que "los bajos tipos de interés, el reducido crecimiento del PIB y las escasas tasas de inversión están aquí para quedarse, lo que sugiere que la economía de EEUU ha entrado en una nueva normalidad...
Además, la persistencia de unos tipos de interés reales de equilibrio tan bajos, quiere decir que el alcance de la política monetaria convencional para estimular la economía durante las típicas recesiones del ciclo, será mucho más limitado de lo que ha sido en el pasado".
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