25.10.2016
En febrero de 1991, Milo Djukanovic fue nombrado primer ministro del primer gobierno “democráticamente” electo en Montenegro. Habiendo cumplido justo 29 años, Djukanovic fue el primer ministro más joven en Europa en la que fue la primera posición asalariada en su vida. Desde entonces hasta hoy, Djukanovic ha estado continuamente en el poder.
El 16 de octubre de 2016, se realizaron elecciones parlamentarias en Montenegro. El Partido Democrático de Socialistas de Milo Djukanovic obtuvo 36 escaños, el Frente Democrático sostuvo 18, la Gran Coalición ‘Llave’ tuvo 9, los Demócratas tuvieron 8, el SDP consiguió 4, y el Partido Bosniaco ganó 2, mientras que los Social Demócratas de Montenegro ganaron 2 escaños y los albaneses y croatas ganaron cada cual 1 mandato. Para formar gobierno, Djukanovic necesita el apoyo de partidos minoritarios. Con la asistencia de la embajada de EEUU, él logró esto.
La fuerza del Partido Democrático de Socialistas yace en la administración pública. Unos 60.000 empleados de la administración pública tienen que votar para el partido de Djukanovic, así como los miembros de sus familias.
Además, el Partido Democrático de Socialistas compra los votos de ciudadanos. Los precios van de 50 a 250 euros. Mayores sobornos son ofrecidos a los ciudadanos montenegrinos que no viven en Montenegro sino en occidente.
El oponente más acérrimo de Djukanovic es el Frente Democrático.
Ellos esperaban conseguir más. Estaban presentes en los medios de comunicación y tenían casi tantos fondos para su campaña como el Partido Democrático de Socialsitas.
El creador de su campaña fue Aron Shaviv.
En cualquier caso, el Frente Democrático continuará siendo una sede de la oposición. También fueron logrados algunos resultados positivos por los demócratas de Aleksa Becic.
La mayor ventaja de los Demócratas fue que ellos son gente joven y nueva en la escena política, que tienen fuerte activismo sobre el terreno. Son un ejemplo que debería seguirse por otros partidos de la oposición.
Pero el punto principal es que las elecciones fueron mantenidas en una atmósfera irregular.
La ONG montenegrina ‘MANS’ presentó 117 peticiones al Fiscal Estatal Especial y durante el día electoral fueron contactados por 490 ciudadanos que informaron sobre violaciones en las urnas.
El día de las elecciones, Viber y WhatsApp fueron desconectados. Y si la oposición estaba estrictamente prohibida, miembros del partido de Djukanovic permanecieron cerca de los lugares de voto y anotaron si sus partidarios votaban por ellos. Si ellos no votaban, serían amenazados con consecuencias.
El Partido Democrático de Socialistas también ha perfeccionado un sistema popularmente conocido como “el tren búlgaro”.
Pero lo que indudablemente marcó este día electoral fueron los informes sobre el arresto de “terroristas serbios”.
Noticias de última hora estallaron durante las elecciones acerca de que la policía montenegrina en cooperación con la Oficina para el Crimen Organizado del Fiscal Especial, y la Agencia de Seguridad Nacional, arrestaron a 20 personas de Serbia que eran sospechosos de intentar un golpe.
Sin embargo, el Jefe Fiscal Especial, Milivoje Katnic, que condujo la investigación, admitió públicamente que no hay evidencias materiales.
Cuando le preguntaron dónde están las supuestas armas de esos conspiradores para matar ciudadanos, Katnic dijo que ellos las habían destruido en algún lugar del territorio de Serbia y Albania a lo largo de la frontera.
Además, añadió que las evidencias no fueron destruidas por los mismos investigadores montenegrinos, sino por algunos que estaban autorizados por las autoridades montenegrinas.
Pero él no podía revelar quienes son esas personas.
Finalmente, admitió que no hay ni una foto de las armas.
Y no solo eso, él también dio un paso adelante y añadió que los mismos policías de Montenegro realizaron el arresto y no informaron a sus homólogos en Serbia y Albania de que ellos habían cruzado a su territorio y quemaron las armas.
Entonces Katnic afirmó que los “terroristas” querían entrar al parlamento con la gente y los políticos en torno a media noche y capturar al primer ministro.
Pero, qué estaría haciendo el primer ministro en el edificio del parlamento un domingo a eso de media noche, fue otra pregunta para la que Katnic no tenía respuesta. Aunque el día de las elecciones él provocó malestar entre los ciudadanos con el anunció de que los terroristas arrestados planearon ataques en cooperación con algunos políticos, ahora él afirma que no tenía ni idea de quiénes eran esos políticos.
“No sé quiénes son esos políticos. No tengo ninguna prueba contra ningún político”, dijo Katnic.
En semejante situación en la que Djukanovic vio que estaba perdiendo las elecciones, tomó un movimiento desesperado, un ‘Plan B’, que fue planeado previamente al detalle.
Para este tipo de fraude, necesitaba ayuda.
Con la asistencia de la Embajada de EEUU, la consiguió.
El primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, a pesar del hecho de que 20 ciudadanos serbios fueran arrestados sin ninguna prueba, no pidió ninguna explicación.
Gracias a Aleksandar Vucic, Djukanovic pudo continuar su espectáculo sobre los “terroristas serbios”.
Su objetivo era asustar a las minorías étnicas para que votasen a su partido. Desgraciadamente, esto ocurrió.
En su campaña electoral, Djukanovic abiertamente atacó a Rusia.
Afirmó que Rusia financió a la oposición, a pesar de que el no pudo ofrecer ninguna prueba para sus afirmaciones.
El principal problema para Djukanovic ahora es que la oposición no reconoce los resultados electorales debido a todas las irregularidades. Las protestas son una posibilidad real.
Una cosa es cierta:
El pueblo de Montenegro está preparado para luchar por la libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta