La MALDICIÓN YEMENÍ
caerá sobre SIÓN y sus huestes
Yo os maldigo, Sión,
A tí y a tu legión de mercenarios y bastardos vendepatrias,
siervos todos de Satán y lacayos,
del efímero oropel dorado de las terrenales riquezas.
Sí, Sión, yo os maldigo,
a tí y a tus apocalípticas huestes,
a vagar eternamente errantes
por el vacío e inmaterial hueco
del universo frío de vuestros corazones
para que entre los fantasmales espectros de vuestras inocentes víctimas
el ojo por ojo de vuestro criminal, arcaico y pseudo-divino canon
al pie de la letra en carne propia se os cumpla.
caerá sobre SIÓN y sus huestes
Yo os maldigo, Sión,
A tí y a tu legión de mercenarios y bastardos vendepatrias,
siervos todos de Satán y lacayos,
del efímero oropel dorado de las terrenales riquezas.
Sí, Sión, yo os maldigo,
a tí y a tus apocalípticas huestes,
a vagar eternamente errantes
por el vacío e inmaterial hueco
del universo frío de vuestros corazones
para que entre los fantasmales espectros de vuestras inocentes víctimas
el ojo por ojo de vuestro criminal, arcaico y pseudo-divino canon
al pie de la letra en carne propia se os cumpla.
Sí, Sión, yo os maldigo,
a tí y a todo aquel que vuestro ejemplo siga,
por esclavizar a los pueblos a través de la deuda perpetua,
sembrar el caos y propagar por doquier los horrores de la guerra
Mil veces volviese a bajar del monte Moisés con sus Tablas
mil veces que os encontraría a los pies del becerro adorando al diablo
Armak de Odelot
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