Así EEUU empujó a Turquía a los brazos de Rusia
La reunión de los cancilleres de Turquía, Irán y Rusia en Moscú agarró desprevenida a la jefatura estadounidense. Al unirse a la 'troika' de los organizadores del proceso de paz en Siria, Ankara mostró a Washington que desde ahora cambia su orientación hacia Rusia, dice la reciente publicación de The Washington Post.
El asesino del embajador ruso en Turquía obviamente quiso sembrar una tensión entre Moscú y Ankara, pero su crimen provocó lo contrario, o sea, solo contribuyó al acercamiento de los dos países, señala el medio estadounidense. Sin embargo, la unión ruso-turca no fue una sorpresa para los analistas.
Rusia, Turquía e Irán de hecho han estado preparando el terreno para una cooperación más estrecha desde hace mucho, opinó el exmiembro del Parlamento turco, Aykan Erdemir, que en la actualidad coopera con el llamado Fondo para la Defensa de las Democracias.
"Erdogan cree que en Oriente Medio las acciones cuentan más que la retórica, así que basándose en esta idea él entendió que no se puede contar con Washington en este sentido", señaló.
La reunión en Moscú se celebró después de que quedara claro que el plan del secretario del Estado John Kerry acerca del arreglo sirio, había fracasado completamente. Los cancilleres de la 'troika' llegaron a compartir la misma opinión de que el cambio de poder en Siria no puede ser la meta principal del proceso de paz en este país árabe.
La base de este proceso, según la declaración común de Moscú, Ankara y Teherán, es el respeto a la soberanía, la integridad territorial y el pluralismo político de Siria, así como la lucha contra el terrorismo.
"Es una declaración sorprendente. Es diametralmente contraria a lo que Turquía vino diciendo desde 2011. De hecho, esto significa que Turquía reconoce a Asad", subraya Erdemir.
Antes, Ankara trató de coordinar sus acciones en Siria con la administración de Barack Obama, señala la nota. La Casa Blanca trató llegar a un acuerdo sobre la creación de un frente conjunto para luchar contra Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— y ayudar a la oposición siria, pero todos los intentos fracasaron dado que la administración de EEUU vaciló en apoyar la iniciativa de Ankara de imponer una zona de exclusión aérea en el norte de Siria.
"Es una declaración sorprendente. Es diametralmente contraria a lo que Turquía vino diciendo desde 2011. De hecho, esto significa que Turquía reconoce a Asad", subraya Erdemir.
Antes, Ankara trató de coordinar sus acciones en Siria con la administración de Barack Obama, señala la nota. La Casa Blanca trató llegar a un acuerdo sobre la creación de un frente conjunto para luchar contra Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— y ayudar a la oposición siria, pero todos los intentos fracasaron dado que la administración de EEUU vaciló en apoyar la iniciativa de Ankara de imponer una zona de exclusión aérea en el norte de Siria.
Las relaciones entre Turquía y EEUU se deterioraban a medida que Washington apoyaba a las unidades de las Fuerzas Democráticas sirias, que consisten mayormente de kurdos. Ankara teme que estas unidades avancen a lo largo de Siria y luego se unan con los kurdos de Turquía —que, según las autoridades otomanas, representan una amenaza para el país debido a las aspiraciones secesionistas—. La parte estadounidense no escuchaba las preocupaciones de la parte turca así que Ankara escogió aliarse con Moscú.
Alepo fue tomado así que el siguiente paso de Rusia es la negociación de la paz entre el gobierno sirio y los representantes de la oposición.
"Los turcos analizaron la situación y decidieron: 'La administración [actual de EEUU] no quiere hacer negocios con Siria. Esperaremos la próxima. Mientras tanto veamos qué podemos alcanzar con los rusos'", concluyó el alto funcionario del Instituto para la Política en el Oriente Medio de Washington, Andrew Tabler.
Alepo fue tomado así que el siguiente paso de Rusia es la negociación de la paz entre el gobierno sirio y los representantes de la oposición.
"Los turcos analizaron la situación y decidieron: 'La administración [actual de EEUU] no quiere hacer negocios con Siria. Esperaremos la próxima. Mientras tanto veamos qué podemos alcanzar con los rusos'", concluyó el alto funcionario del Instituto para la Política en el Oriente Medio de Washington, Andrew Tabler.
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