Según el New York Times, el príncipe Mohamed ben Nayef Al-Saud, quien hasta la semana pasada figuraba como heredero designado del trono saudita, está bajo arresto domiciliario.
Varios responsables oficiales sauditas han desmentido firmemente el arresto o detención del príncipe, lo cual parece confirmar indirectamente que no es objeto de una medida de carácter judicial sino de naturaleza administrativa.
En el palacio del príncipe ben Nayef, los guardaespaldas del ex heredero del trono han sido liberados de sus funciones y reemplazados por hombres fieles al príncipe Mohamed ben Salman, hijo del actual monarca y nuevo príncipe heredero.
Las instituciones de Arabia Saudita están iniciando un viraje laico que implica, entre otras medidas, la disolución del «Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio», una especie de policía encargada de velar por «las buenas costumbres».
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