¿LA FAMILIA DE LAS HADAS ALQUIMISTAS? ¿FAMILIA DE LOS
MAESTROS? ¿LA FAMILIA DE LOS INICIADORES DE CONCIENCIA? ¿LA FAMILIA DE LOS
SANADORES? ¿LA FAMILIA DE LOS GUERREROS SANADORES? ¿ LA FAMILIA DE LOS
GUERREROS? etc.
¿A QUE FAMILIA DE ALMAS PERTENECES?
Deja simplemente que la vibración de las palabras resuenen en tu
interior y observa el movimiento de tu alma mientras lees esto. No te
identifiques con la profesión que has escogido o con la actividad emprendida
hasta ahora, sino con aquello que mueve y conmueve al alma. Formamos parte de
una única familia y no de varias. Según la posición que ocupemos en su seno nos
puede parecer que participamos en todas. No juzgues esta sensación, solo
pertenecemos a una aunque todas las familias se conocen y se comunican entre sí
en el más allá y también en el más acá a pesar de las personalidades de cada
uno.
Deja vibrar tu alma!
FAMILIA DE LOS MAESTROS
Actualmente existe en el planeta Tierra una familia que nosotros
llamamos la de los maestros. En su seno residen, entre otros, los Maestros
Ascendidos. El objetivo de la existencia de estas almas es iniciar el
movimiento. Cuando se encarnan y la personalidad asegura la transparencia, se
convierten en dirigentes, en iniciadores de algún movimiento, ya sea en la luz
o en las tinieblas.
Para estas almas, una de las pruebas de la encarnación es el
ego y las distorsiones posibles de su condición de maestros: la atracción por
el poder, por la manipulación. Porque el maestro es aquel que dirige, que
transmite, que muestra el camino, que debe iniciar el movimiento a partir del
amor y sobre todo de la humildad.
El maestro no necesita de ningún título porque sabe que lo es y
por naturaleza, en todas las células de su envoltura física es maestro no solo
con respecto a su vida sino con respecto a todo lo que toca, lo cual comporta
una gran responsabilidad.
Algunos pueden vivirlo como un peso, otros pueden
rechazarlo, no respetar esa energía y distorsionarla con sus actos. A estas
almas, la encarnación les exige comprometerse. El alma sabe a que familia
pertenece, conoce su naturaleza y su identidad. Si la personalidad decide
errar, ¡el alma obligara al compromiso! La fuerza que la anima en la
encarnación puede hacerlo saltar todo por los aires, derrocar todas las
estructuras para favorecer el alineamiento total.
La fuerza del maestro se expresa tanto en el hacer como en el no
hacer. Si se mantiene en su centro, si conserva la serenidad, su impacto es
mucho mayor, ya que la fuerza vibratoria que había en su alma es tal que
bastaría con que pronunciara una sola palabra en toda su vida, en el momento
adecuado, para cumplir su misión. Así es el maestro, el que inicia el camino.
LA FAMILIA DE LOS SANADORES
Existe una gran e importante familia que engloba a muchas almas.
Cuenta con muchos núcleos y se ha escindido para formar otras familias. Se
trata de la familia de los sanadores. Las almas que la componen transmiten el
fluido de la sanación y la prodigan de todas las manera posibles. Estas almas han
recibido muchas iniciaciones en sus manos, su corazón y su conciencia. La
energía de la sanación impregna todas sus células. NO deben buscarla en el
vecino ni en cualquier pócima mágica, pues vive en su interior. Algunas
técnicas la amplifican, y las iniciaciones recibidas aumentan la expansión y la
transmisión de ese fluido. Los miembros de esta familia no solo lo contienen
sino que también lo canalizan y lo esparcen. Este fluido es operativo aunque no
hagan nada; ahora bien, este don se intensifica cuando se es consciente de él.
¡Es urgente, pues, que las almas que forman parte de esta familia abran los
ojos a esa realidad! En ocasiones, los sanadores que se acercan a nosotros con
las manos en los bolsillos obtienen respuestas algo irónicas a sus preguntas.
¡Menudos sanadores, con las manos en los bolsillos! ¡Que despilfarro!
Cuando estas almas colocan descuidadamente la mano sobre un amigo
o una planta, por ejemplo, el fluido de la sanación circula y surte efecto. Ya
podrían argüir todas las razones del mundo para bloquearlo que, a pesar de
todo, activarían la sanación.
Estas almas no solo sanan a los seres humanos, sino también
a las plantas, los animales, los objetos que suponéis inanimados. ¡Sanan todo
lo que tocan! Son las depositarias del fluido de la sanación.
LA FAMILIA DE LOS GUERREROS SANADORES
Estas almas, como todas las demás, han nacido de la Fuente.
Escogieron la familia de los sanadores y , cuando se produjo una escisión en el
seno de esta familia, su identidad se sintió intensamente llamada a reagruparse
con otras almas para crear una familia responsable de la protección del fluido
de la sanación del universo de las almas y en el resto de los universos
planetarios. Se convirtieron así en guerreros sanadores y fortalecieron su
identidad. Se encargan, en cierta medida, del alineamiento de la sanación allí
donde estén, ya sea en el universo de las almas o en el de la Tierra, Mercurio
o Arturo.
Los guerreros sanadores son los protectores del fluido de la
sanación en el universo. Están presentes y actúan ahí donde se distorsiona la
utilización de este fluido, ya sea en el mas allá o en el más acá. Estas almas
velan por que el fluido sea canalizado en su máxima pureza: la energía del
amor.
LA FAMILIA DE LOS GUERREROS
Esta familia no es originaria de la de los sanadores. La esencia
propia del guerrero es proteger, aunque eso no quiere decir que el alma se
encarne con una armadura. Los guerreros son los protectores de la energía: la
energía luminosa o de la energía oscura. Para estas almas no existen las medias
tintas. Si así lo deciden protegerán la vibración de la luz, la vibración del
alma. Quizá notéis que, en el curso de su encarnación y de su aprendizaje
terrestre, tienden a ejercer el rol de salvadores. Ahora bien, cuando el alma
del guerrero se reconoce más allá de la tercera dimensión, actúa sin pretender
salvar el mundo entero.
Estas almas necesitan encarnarse, en el plano terrestre o en
otros. Se sienten impulsadas a sembrar la compasión a través de la densidad del
planeta escogido. La misión de esta familia consiste en defender, trabajar,
actuar para frenar la oscuridad y proteger el universo de las almas. Esta
acción es magnífica, de una entrega y un amor total y enraizado. Muchas de las
almas de esta familia, olvidando su origen celeste, se convierten en
"guardaespaldas", llevan armas y se pierden en la segunda dimensión.
Es fácil distinguir a los guerreros porque no son muy sociables.
Acostumbran a ser más bien huraños y a encerrarse en su coraza, pero siempre
están dispuestos a defender o a salvar. Encontrareis a muchas almas de esta
familia practicando artes marciales, porque estas artes están basadas en la
energía guerrera característica de su familia. No obstante, tienen un gran
corazón. Por eso, para los miembros de esta familia, la encarnación es un
periodo delicado y una gran prueba. Aunque percibáis que a la personalidad de
estos le ha faltado tiempo para acorazarse, rebosan amor. Deben aprender a
conservar esta energía de amor aunque sean guerreros, defensores, protectores, guardianes
del umbral.
LA FAMILIA DE LAS HADAS ALQUIMISTAS
En el universo de las almas existe una familia especial: la de las
hadas alquimistas. Estas almas se encarnan en el planeta Tierra para
espiritualizar la materia. Algunas de ellas están muy cerca de los Ángeles
porque, aunque pertenezcan al núcleo de su familia, no son muy densas. Al
contrario, son bastante ligeras y se pasan la vida revoloteando como las
mariposas. Les cuesta mucho integrar su envoltura física y suelen resistirse a
la encarnación.
En el ámbito de la experiencia física gozan del don de
desmaterializar todo lo que tocan. Podrían atravesar las paredes con la
envoltura física lo cual explica sus problemas con las llaves o los picaportes
de las puertas, ya que olvidan que no las necesitan. Espiritualizan todo lo que
tocan y elevan automáticamente su vibración. Ante una densidad, actúan mediante
la difusión de ondas que emanan de su cuerpo, y esto nada mas encarnarse, desde
la mas temprana infancia.
Estas almas dan la impresión de estar en la luna, como
ausentes, igual que la imagen que tenemos de las hadas. Han elegido encarnarse
no porque les guste la densidad, en absoluto. Han venido porque su presencia
contribuye a transmutar la materia. Podríamos decir que son auténticos transformadores
vivientes.
LA FAMILIA DE LA COMUNICACIÓN
Estos mensajeros se dedican a comunicar y a transmitir el amor de
muy diversas formas: mediante el arte, la canción, la literatura, el
teatro...Hay muchos en este momento en el globo terráqueo. Los hallareis en
cualquier ámbito o profesión, como escritores, poetas, periodistas, músicos,
etc. Estas almas se distinguen entre otras cosas, por el hecho de no estar
atadas a lo físico. Esto no significa que algunas de ellas no se sientan
atraídas por los bienes materiales; ahora bien, la mayoría tienen un solo
objetivo: comunicar, hacer que el mensaje sea accesible como sea: a través del
canto, el baile, la escritura, el arte. Todo sirve para comunicar.
Esas almas no destacan por su enraizamiento, por ello pueden
introducirse con facilidad en el mundo de las drogas. Su ligereza no las ayuda
precisamente a encarnarse. Para ellas, lo físico no tiene ninguna importancia,
comparado con el arte de la comunicación y la expresión artística. Por eso, en
el seno de esta familia, hay muchos artistas que, en el periplo de la
encarnación y la personalidad, olvidan que, por encima de todo, son
comunicadores y no necesariamente de la forma que impone la sociedad.
LA FAMILIA DE LOS ENSEÑANTES
Estas almas enseñan todo lo que puede enseñarse, toda suerte de
conocimientos y experiencias. Enseñan el amor, la luz, la perdida de las
ilusiones, la escucha, lo importante que es vivir el ahora... Esta familia
consta de dos núcleos, dos filtros, un equilibrio y dos franjas periféricas;
sin embargo, es estable. A la larga es posible que se escinda y se creen dos
familias igualmente estables. Algunas almas decidirán experimentar esta
división para ejercer una acción más precisa y directa.
Las almas de esta familia poseen y transmiten el fluido del
conocimiento, fluido que las identifica plenamente. En su condición de almas
encarnadas, van en pos de la verdad, del conocimiento y su anhelo de
transmisión es grande. Son los guardianes del conocimiento difundido en los
distintos planetas. También se los podría denominar "los guardianes del
umbral". Esta familia administra el cúmulo de conocimientos de todo el
Universo. Su psique disfruta de la virtud de ir a consultar los archivos
akasicos, auténticos depósitos de la diversidad de conocimientos existentes. En
el planeta Tierra, se presentan como estudiosos de la numerología, la kabala o
lenguas clásicas como el sanscrito, todo ello con el fin de transmitir toda la
sabiduría que almacenan.
Si la transmisión del conocimiento sigue un camino tortuoso y se
distorsiona, puede que esta familia sienta la necesidad de escindirse y crear
otra familia cuya intención sería la de actuar como guerreros del fluido del
conocimiento, en claro paralelo con los guerreros del fluido de la sanación
Estas almas son fáciles de reconocer. Enseñar las colma de
una gran alegría porque esta es su vocación sea cual sea la forma que adopte.
La etiqueta de enseñantes no les hace ninguna falta: lo son por naturaleza,
pues canalizan constantemente el fluido del conocimiento. Cuando vislumbran la
identidad de su alma pueden recibir gran cantidad de informaciones desconocidas
en el planeta Tierra y divulgarlas. No deberían dudar en canalizar el
conocimiento y retransmitirlo. Para ello, basta con que canalicen el fluido que
impregna su alma.
LA FAMILIA DE LOS INICIADORES DE CONCIENCIA
La acción de estas almas es fugaz. Llegan para un periodo de breve
duración con el fin de despertar la conciencia en el planeta donde se encarnan.
No desencadenan ningún movimiento que no sirva para concienciarse de algo.
Aparecen simplemente para despertar la conciencia y a menudo lo hacen con una
muerte espectacular, para volver y marcharse otra vez.
Están presentes en las catástrofes colectivas, en lugares
donde se producen terremotos, accidentes, huracanes. Inician movimientos de
conciencia mediante su vida y su muerte al partir del planeta. Forman parte de
aquellos episodios trágicos en los que una gran cantidad de seres son
asesinados o torturados y abandonan la Tierra de manera busca y violenta. Estas
almas escogen manifestarse así para despertar la conciencia de los humanos.
Una mente estrecha considerara que esto es una autentica
locura, ¿verdad? Sin embargo, te exhortamos a acrecentar tu conciencia. Estas
almas vienen para ponerse al servicio de la evolución del planeta.
LA FAMILIA DE LOS PILARES
Cabe mencionar a una familia cuyas almas son llamadas pilares. Son
pocas las que están encarnadas actualmente en nuestro planeta y permanecen en
comunicación constante con otros planetas. Su densidad es considerable. Cuando
un pilar se sienta al lado, se advierte su presencia de inmediato. Vienen para
enraizar los planos celestes en la profundidad de la Tierra y recrear las
conexiones entre los lugares sagrados del planeta. Y, aunque la personalidad no
lo sepa, el alma actúa
Actúa donde la materia o el planeta lo requieran. Están muy
atareados y no dejaran de estarlo, porque velan por el equilibrio y la unión,
estabilizando las energías y creando nuevos circuitos energéticos, sobre todo
en aquellos planetas sujetos a cambios decisivos, como el vuestro en este
momento. Vayan donde vayan, enraízan la energía del mas allá en el mas acá. Son
los encargados de arraigar las vibraciones de la Fuente.
Estas almas se encarnan en lugares estratégicos del planeta con la
función de ser pilares. En su domicilio crean, canalizan y organizan los
meridianos interplanetarios. En ocasiones, les cuesta desplazarse porque deben
realizar una acción concreta allí donde han decidido encarnarse. Ahora bien,
son capaces de trasladarse a aquellos lugares que requieran su presencia y esto
puede desconcertar al ego, que quizá no entienda porque, de repente, el alma
presiona para ir a Yucatán o a Tíbet.
Esta familia posee quince núcleos, lo cual implica una gran
fuerza de mutación y de transmutación. Se parece a un navío en una fase
determinada se producirá una escisión, no ahora sino cuando llegue el momento.
Los pilares se pasean por las familias de almas y vigilan los movimientos de la
energía se comunican continuamente con el universo de las chispas divinas.
"Patrullan" por la periferia del universo de todas las familias de
almas. Por eso dispone de tantos núcleos, para moverse a lo largo y ancho del
Universo.
Cuando estas almas eligen la encarnación, precisan de la densidad
física. Con frecuencia sus cuerpos son robustos, ya que necesitan una fuerza
muscular y ósea excepcional, distinta de otras envolturas físicas. Dependen de
lo físico y saben cómo utilizar la materia, como manejarla y transmutarla. En
cierta medida se parecen a los chamanes y también a los sanadores, pero no lo
son. Su voluntad se aplica a sanar los planetas, los universos interplanetarios
e interestelares. Establecen redes gracias a las cuales pueden circular los
rayos y los fluidos, como el de la sanación o el del conocimiento, y llegar así
hasta los planetas y las estrellas. Los pilares conocen al dedillo el universo
de las familias de almas porque son capaces de recibir sus fluidos y de
ayudarlos a descender vibratoriamente, lo cual facilita su manifestación en la
densidad de los planetas.
Son los guardianes de este Universo.
publicado por Everth Thenansehed 1er oficial de la Federación galáctica de
mundos libres
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