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22 de junio de 2020

Quienes son los PLEYADIANOS. 9 «Nuestra incursión en la Tierra y en su Especie Humana. Éstos completan su 7mo. ciclo de evolución y la Tierra termina»

Hay en número de siete la Raza Humana como especie, que habitó y habitará este planeta antes de terminarse como 3D, y están íntimamente relacionadas con la doctrina de la Cadena planetaria.


Cosmos: mundos posibles” estrena su tercera temporada este este 24 ...

Admitida la séptuple naturaleza del hombre, cada uno de sus principales guarda relación con un plano, un planeta y una raza. Las Razas humanas nacen la una de la otra, crecen, se desarrollan, envejecen y mueren. Las subrazas siguen la misma regla.

Cada Raza-madre, con sus correspondientes subrazas e innumerables subdivisiones en familias y tribus, es enteramente distinta de la Raza que la precede y de la que le sigue. Cada una de las siete Razas, así como la más mínima división de ellas, se divide en cuatro edades: de Oro, de Plata, de Bronce y de Hierro.

De las siete Razas, cinco han aparecido ya y han completado casi su cadena terrestre; y otras dos tienen que aparecer todavía en esta Ronda.
 
La quinta Raza madre existe ya como Raza sui géneris y por completo independiente de su Tronco padre, desde hace un millón de años; de lo cual puede inferirse que cada una de sus cuatro subrazas precedentes ha vivido unos 210.000 años; así, cada raza-familia tiene un promedio de existencia de unos 30.000 años; y así también la raza-familia Europea tiene aún bastante miles de años de vida, aún cuando las naciones, o sean las innumerables espinas que hay en ella, varían con cada estación sucesiva de tres o cuatro mil años.

La quinta Raza (Aria) es la que actualmente sigue su curso en este globo terraqueo, coexistiendo con una gran parte de la cuarta Raza (constituida por los Tártaros, Chinos y Mongoles), y con algunos restos de la tercera (aborígenes de la Australia y Hotentotes). El curso de las Razas humanas corresponde a los grandes períodos de involución o descenso, de equilibrio y de evolución o ascenso.

En el período de involución, o descenso, se desarrollaron las tres primeras Razas; en el de equilibrio se desenvolvió la cuarta Raza, y el período de evolución o ascenso corresponde a las Razas quinta, sexta y séptima.
 
• PRIMERA RAZA

Apareció bajo la protección del Sol (o más bien de Urano, que místicamente lo representa). Por residir la conciencia en el plano âtmico, estas formas fueron denominadas Raza de los Dioses, hijos del Yoga, (pues los Pitris emanaron sus sombras (chhâyâs) mientras se hallaban entregados a la meditación), y nacidos de sí mismos, por no haberlos procreado padres humanos alguno.
 
Son formas enormes, filamentosas, proteicas y etéreas, bhûtas sin sexo, exudadas de los etéreos cuerpos de sus progenitores. Podían estos seres estar parados, andar, correr, volar; sin embargo, no eran más que un chhâyâ, una sombra insensible, dotada sólo de un oído rudimentario y de una vaga conciencia del fuego.

Esta Raza se reproducía por escisión o brote; el individuo crecía, aumentaba en tamaño, y entonces se dividía en dos mitades iguales, al principio, y en sus últimas etapas en porciones desiguales, de las que dimanaban seres más pequeños, que a su vez crecían y daban orígen a nueva prole. En esta primera Raza no hubo ninguna primera subraza definida, si bien podemos indicar siete etapas de desarrollo o cambios evolucionarios. Ninguno de estos Seres podía morir, «ni el fuego ni el aqua podían destruirlos». El fuego era su elemento.

Esta Raza residía en la primera tierra firme que apareció en el globo, el pico del Monte Merú, el extremo del polo Norte, el comienzo de la imperecedera «Tierra Sagrada», la tierra de los Devas (Dioses benévolos), llamada también Zvetadvîpa, la Isla Blanca o Tierra central, cuyo clima era como el de una deliciosa primavera.
 
Esta tierra ha de ser sucesivamente la cuna de cada Raza humana bajo el Imperio de Dhruva, el Señor de la Estrella Polar, cualesquiera que sea el punto adonde haya de dirigirse después de su nacimiento.

• SEGUNDA RAZA

Nació bajo la influencia del planeta Júpiter (Brihaspati). Los espíritus de la Naturaleza o devas inferiores conglomeraron en derredor de los chhâyâs (sombras) películas de materia más densa, formando una especie de tupida envoltura externa, y lo exterior, (el chhâyâ) de la primera Raza vino a ser lo interior (el doble etéreo) de la segunda. Estas formas filamentosas y de brillantes colores (amarillo de oro, anaranjado, etc.), heterogéneas en apariencia, de figura diversa, semejaban vegetales o animales, y a menudo tenían unos contornos semihumanos.



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Flotaban en el espacio, trepaban, deslizábanse de acá para acullá, y se llamaban con unos sonidos aflautados. La conciencia de la Mónada en esta Raza responde débilmente a la conciencia búddhica. Adquiere un nuevo sentido, el del tacto, respondiendo así a las impresiones del aire y del fuego. Esta Raza ofrecía dos principales tipos de reproducción: por expansión y brote (generación sexual), y por medio del sudor con indicios de sexualidad, por lo que se dio a sus individuos el nombre de «Andróginos latentes».

Esta Raza pasó a residir en el segundo Continente, llamado Hiperbóreo o Plakcha, que ocupaba el actual norte de Asia, junto con Groenlandia y la península de Kamschatka. Formaban también parte de este Continente la Isla de Spitzber, Suecia y Noruega, extendiéndose por el sudoeste hasta más allá de las Islas Británicas.
 
La bahía de Baffin era entonces tierra firme. El clima era tropical, y el suelo estaba cubierto de abundante vegetación.

• TERCERA RAZA (Lemuriana)

Ofrece tres tipos perfectamente definidos que designaremos con los nombres de tercera prima, tercera media y tercera última. La tercera prima nació bajo el imperio de Zukra (Venus), gracias a cuya influencia se desarrollaron los hermafroditas, quedando las razas separadas bajo Lohitânga (Marte), que es la encarnación de Kâma o naturaleza pasional. Como todas las formas entonces existentes en la tierra, el hombre era de estatura gigantesca.

Era rojo con mucha variedad de matices; tenía la frente deprimida, la nariz chata y las mandíbulas abultadas y salientes. Los divinos andróginos eran de un hermoso y espléndido tinte rojo dorado.
 
En esta Raza se desarrolló el órgano de la visión; al principio era un ojo único en medio de la frente (llamado más tarde tercer ojo), que brillaba como una joya en su órbita; más adelante fueron dos ojos, pero éstos no tuvieron completo uso hasta la tercera subraza de la tercera Raza; y únicamente en la cuarta Raza, cuando el tercer ojo retrocedió al interior convirtiéndose en glándula pineal, añadió el sentido de la vista a los del oído y del tacto.

En cuanto a la conciencia, la tercera Raza, por su contacto con Âtma-Buddhi-Manas, demostró trinidad. A la conciencia de los contactos del fuego y del aire, añadió los del aqua. El lenguaje pasó a ser monosílabico.
 
La reproducción era de tres tipos: en la primera subraza se efectuaba por gotas de sudor, y apenas se distinguía el signo sexual en el cuerpo; gradualmente apareció la generación ovípara (tercera y cuarta subraza), produciendo seres hermafroditas al principio, y más tarde con predominio de un solo sexo, hasta que por fin nacieron del Huevo (vientre) varones y hembras; en la quinta subraza empieza el huevo a quedar retenido en el seno materno, y nace la criatura débil y desvalida; por último, en la sexta y séptima subrazas ya es general la generación por ayuntamiento de sexos.

El hombre de la tercera Raza era contemporáneo del pterodáctilo, del megalosauro y otros animales gigantescos. La cuna de esta Raza fue la Lemuria, llamada Zâlmali en vuestras historias antiguas.

Fue desde la segunda raza y ésta tercera raza que tuvo lugar nuestra incursión Pleyadiana, y fue también cuando surgió «El Origen de la Hermandad de Los Siete Rayos». Por siete rayos nos referimos a los siete Chakras o Discos de energía o Kundalini, y la Hermandad son los Guardianes y Protectores de estos Rayos.

Lemuria es el nombre de la última parte del gran continente de Mu que existía en el Pacífico. La destrucción de Mu y su subsiguiente hundimiento en el mar, empezaron 30.000 años ántes de este tiempo. Esta acción prosiguió durante muchos miles de años hasta que la última parte del antiguo Mu, a la que se conoce con el nombre de Lemuria, también quedó sumergida en una serie de nuevos desastres que tuvieron fin entre 10.000 y 12.000 antes. Esto sucedió antes de la destrucción de Poseidonis, el último resto del continente atlántico, Atlantis.

El Señor Aramu-Muru (el Dios Merú), fue uno de los grandes sabios Lemurianos y el Guardián de los Rollos durante los últimos días de la condenada Mu.

Los Maestros de Lemuria sabían muy bien que la catástrofe final provocaría gigantescas mareas y enormes olas que sumergirían la última parte de su tierra en las furiosas aquas y en el olvido. Aquellos que trabajaban en la Senda de la mano siniestra proseguían sus diabólicos experimentos y no prestaban atención a lo que estaba escrito en la pared; así de igual como actualmente en la Tierra millones de habitantes siguen comiendo, bebiendo, copulando y divirtiéndose inconcientemente, aún cuando los fieles de la Visión y la Sabiduría disciernen y les anuncian claramente los signos de los tiempos.

Los Guías que trabajan en la Senda de la Mano Diestra empezaron a archivar las preciosas crónicas y documentos de las bibliotecas de Lemuria. Cada Maestro fue elegido por el Concilio de la Gran Jerarquía Blanca para que fuera a diferentes secciones del mundo, donde, en seguridad, pudiera establecer una Escuela de la Antigua y Arcana Sabiduría. Esto se hizo para conservar el conocimiento científico y espiritual del pasado.

Al principio, durante muchos miles de años, esas escuelas seguirían siendo un misterio para los habitantes del mundo; sus enseñanzas y las reuniones debían ser secretas. De ahí que aún hoy en día son llamadas «Escuelas de Misterio o Shan-Gri-Las» de la Tierra.

El Señor Muru, como uno de los maestros de Lemuria, fue delegado por la Jerarquía para llevar los rollos sagrados que estaban en su posesión junto con el enorme Disco Solar de Oro de 40 metros diámetro por 8 centímetros espesor a la zona montañosa de un lago recién formado en lo que ahora es la América del Sur - el Lago Titicaca entre Bolivia y Perú. Allí guardaría y mantendría el foco de la llama iluminadora.

El Disco Solar era guardado en el gran Templo de la Luz Divina en Lemuria y no era un mero objeto ritual y de adoración, ni tampoco sirvió posteriormente a este solo propósito al ser usado por los Sumos Sacerdotes del Sol entre los Incas del Perú. Aramu-Muru partió hacia la nueva tierra en uno de los plateados y ahusados navíos aéreos.

• CUARTA RAZA (Atlántica)

Fue engendrada por la tercera Raza unos ocho millones de años atrás, a cuyo fin el Manú de la cuarta Raza eligió de entre la anterior los tipos más adecuados, a quienes condujo a la imperecedera Tierra sagrada para librarlos del cataclismo Lemuriano. Nació la cuarta Raza bajo la influencia de Soma (la Luna) y de Zani (Saturno); a la influencia de este último astro se debió en parte muy principal el gran desarrollo de la inteligencia concreta que caracteriza la subraza Tolteca.

El lenguaje era aglutinante; pero andando el tiempo adquirió flexión, y en esa modalidad se transmitió a la quinta Raza. Cuna de la cuarta Raza fue el vastísimo continente de la Atlántida. La inmensa mayoría de los habitantes del globo pertenece todavía a la cuarta Raza.
 
Las siete subrazas de ésta son:
la Ramoahal
la Tlavatli
la Tolteca
la Turania
la Semítica
la Akkadiana
la Mongólica

Entre ellas merece mencionarse, por su alto grado de civilización, la Tolteca, que conocía a fondo la química, la astronomía, la agricultura y la alquimia; estaba también muy versada en la magia negra, gran parte de la cual tenía por instrumento el hábil empleo de los "rayos obscuros de la luna", o sean las emanaciones de la porción obscura de este astro.

• QUINTA RAZA (Aria)

Es la actual raza blanca de esta esfera Tierra. Se desarrolló bajo la protección de Budha (Mercurio), pues su principal objetivo era el desenvolvimiento de la mente, y a este fin, el planeta de la sabiduría bañó con sus benéficos efluvios la cuna de la Raza. Hace ya un millón de años el Manú Vaivasvata seleccionó de entre la subraza semítica de la Raza atlántica las simientes de la quinta Raza-madre, y las condujo a la imperecedera Tierra sagrada.

Edad tras edad, fue modelando el núcleo de la humanidad futura. Allí se añadió el quinto sentido (olfato) a los otro cuatro, quedando el hombre tal como es en el estado presente. Allí el Manú congregó las más brillantes inteligencias y los caracteres más puros para que renazcan en las formas que El desarrolla. Una vez que hubo establecido el tipo de su Raza, la condujo al Asia Central, en donde moró por largo tiempo, fijando allí la residencia de la Raza cuyos brotes habían de ramificarse en diversas direcciones.

Esta Raza tiene las siguientes subrazas:
la Aria
la Ario-semítica
la Irania
la Céltica
la Teutónica.

«La sexta y la séptima florecerán en el Norte y Sur de América».

• SEXTA RAZA

Estará caracterizada por su desarrollo espiritual, por la adquisición del sexto sentido - la clarividencia astral, y por sus tendencias unitarias (Conciencia de Unidad).
 
Poblará el continente Zâha, cuya emersión inicial ocurrirá en el punto donde actualmente se halla la América del Norte, que con antelación habrá sido cuarteada por terremotos, fuegos volcánicos y otros acontecimientos.

• SÉPTIMA RAZA

Se caracterizará por su completo desarrollo espiritual, por la adquisición del séptimo sentido - la clarividencia mental, y por el pleno reconocimiento de la unidad (5D). Florecerá en el Séptimo Continente, llamado Pukchara, cuyo centro ha de estar en el punto en donde se halla actualmente la América del Sur.

Al terminar la vida geológica de este Continente, sobrevendrá el fin de este Planeta, cayendo en apacible sueño, después del larguísimo día de trabajo y vigilia Nuestra a través de millones de años.



Publicado por  RANKENLT OSARAN Comandante interestelar de la Federación Galáctica de planetas libres a través de Joan Ashtar  ***©misteri1963 ésta publicación puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor/a, como fuente de la misma y se incluya esta URL https://misteri1963.blogspot.com y el aviso del Copyright***

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