Capítulo Uno:
«Luna, Mujer y Sangre»
A lo largo de la historia humana, se sabe que la Luna está asociada y relacionada con la Mujer y con el elemento Aqua, y que este elemento regula la Psíquis y cuerpo humano.
Siendo que más del 70% de toda vida en este planeta es aqua, suena normal que el aqua controle la psiquis humana, pero ¿porqué este elemento que vibra en la Primera Dimensión es controlada por un astro que vibra en frecuencias de tercera dimensión?. La Luna marca los ritmos de los procesos fisiológicos de muchos seres vivos mediante la emisión cíclica, en cortos intervalos quánticos, de porciones variables de energía. Así provoca cambios en el número de moléculas de aqua que se encuentran en las células orgánicas. Este reloj cósmico puede determinar desde la química cerebral hasta el crecimiento de las plantas.
Al estar relacionado Mujer - Aqua y Luna, debido a que es un regulador / controlador de las mareas de la Tierra, de las emociones humanas, de los ciclos biológicos de la vida, y de la menstruación del género femenino. La importancia dada a la luna a vuestra existencia física es sólo superada por la presencia del Sol.
Se sabe que este astro regula las mareas, y por tanto, como también el ciclo menstrual de las féminas, que ciertamente no es normal de una biología primigenia, ni voluntaria tampoco. Aquí cabe recordarles que las féminas menstrúan a partir del Castigo de un tal «Creador» a la Eva bíblica («Ahora parirás con dolor y SANGRE, como CASTIGO por inducir a Adán a comer del fruto prohibido», mucho peso recae en toda mujer, si no procrea está sujeta a dolor y sangre, y si procrea, igual. o traducido como: por haber seducido eróticamente a Adán para tener SEXO, y conocer lo que es traer vida-CREAR, mediante esa actividad), que consiste en la colocación automática de un código 666 en el momento de la «Meiosis» -reproducción de las cuatro primeras células humanas - con el objetivo de dañar el campo magnético del Ser humano. Pero el precio puesto a la emancipación sexual del ser humano tenía que ser muy alto y «Jehová», un misógino empedernido, se lo quiso cobrar íntegramente a la mujer, porque no quería que el hombre conociera lo que es Crear, o Cocrear. Lucifer y su hijo habían programado los dos primeros vórtices o chakras de los hombres bíblicos Adán y Eva para que se multiplicaran en grandes cantidades para los servicios de dios y sus súbditos.
Como es de esperar, a algunos les sorpende, a otros les resuena, y otros simplemente prefieren no creerlo. Una incredulidad dada basada en «nadie ha hablado de esto antes» y «Google no entrega resultados al respecto», por tanto no debe de ser verdad. En realidad, lo que posiblemente ocurre en algunos lectores es la resistencia a «mover demasiadas piezas en su mundo para dar cabida a una nueva realidad poco agradable»; pero no hay peor ciego que quien no quiere ver, y ciertamente una verdad no es para todos, sino solo para quienes quieren armar la verdad total y absoluta.
Es posible que para algunas mujeres no sea agradable leer ciertas cosas, pero seguro que la inmensa mayoría sentirán alivio por entender una parte de su femineidad que aún no habían comprendido, esa parte llamada «dolor».
El dolor no es intrínseco a «la naturaleza». El dolor es una forma de castigo.
El periodo o menstruación, es el sangrado que las mujeres tienen cuando el óvulo que fue expulsado del ovario no ha sido fertilizado. El endometrio, preparado para recibir y nutrir al óvulo fecundado, se desprende y es la parte principal del flujo menstrual. El ritmo de la menstruación promedio es de 28 días, «parecido al de las fases de la Luna», por lo que, desde la antigüedad, el ciclo menstrual está firmemente relacionado con el ciclo lunar. Por esta relación a las menstruaciones se denominaron «lunas».
La Luna tarda un lapso de 28 días en darle la vuelta a la tierra, que es casi el mismo tiempo que dura el ciclo menstrual. Este ciclo se conecta con las fases Lunares: luna llena, luna nueva, cuarto creciente, cuarto menguante. En ausencia de luz artificial, el ciclo menstrual de la mujer se sincroniza con las fases de la Luna. Así, la ovulación ocurre en Luna llena y la menstruación comienza con la luna nueva.
Vuestra Historia es testigo de infinidad de mitos y creencias con respecto a la menstruación. Desde los pueblos más antiguos se viene considerando que la mujer estaba sucia cuando menstruaba, los egipcios tenían un ritual obligatorio para someter a la mujer a baños especiales al final de la menstruación. La propia Biblia consideraba que la mujer estaba «impura» durante su periodo, e incluso calificaban de pecado que una mujer entrara en el templo en esa situación. Aún hoy en día, en Japón las mujeres no pueden entrar en los lugares de culto durante su ciclo.
En contra de esto, o diremos por contraparte, en sociedades primitivas regidas por el matriarcado, la menstruación era considerada un elemento sagrado, no en vano la perpetuidad de la especie dependía y depende del ciclo femenino. Así, habían multitud de ritos de fecundidad realizados con sangre menstrual. El patriarcado que se impuso más tarde, usó el período para denigrar a la mujer y someterla en la inferioridad y la culpabilidad. La religiones patriarcales han ahondado en la «maldición» de la menstruación y de la mujer.
Una comprensión errónea puede tener consecuencias que se perpetúen durante muchos años. Sanar el dolor acumulado en el inconsciente colectivo de la humanidad es el objetivo de los talleres impartidos para «sanar el útero».
No voy a informarles nada nuevo al afirmar que la menstruación es un proceso de limpieza energética de la mujer (supuestamente), y es lógico que se limpie lo que previamente estaba sucio. Pero un proceso natural como es la ovulación no tiene porque ser sucio, todo lo contrario, por lo que cabe pensar que la suciedad tiene otro origen.
Había escrito en otro artículo respecto a que una mujer no puede fácilmente ser iniciada a la Iluminación, porque le limita este problema biológico de la menstruación, ya que llegada las fechas cae en dolor, irá, represión, depresión y más. Toda vez que una mujer está elevando su nivel de conciencia este problema no natural hace que de golpe baje su vibración.
Sabiendo que el alma- psiquis, es andrógino originalmente, y en mundos de cuarta dimensión andrógino físicamente, basado en esto, cabe resaltar que si un varón no menstrúa, una mujer tampoco debería hacerlo. Pero sobre esto es importante recordar que «los ángeles tomaron de las hijas de los hombres para sí mismos y se casaron con ellas», o que «Lucifer tomó a una hembra terrestre hermosa y de ello nació Noé, el primer Atlante», o «las mujeres de Oriente Medio usan Burkas para no TENTAR a los dioses».
Es decir que al parecer, en primer lugar, hay una intromisión y capricho de Seres no terrestres por «poseer» a las mujeres terrestres, o a la Esencia genérica tridimensional fémina, en un afán de drenar su energía mediante una copulación sutil y el sangrado menstrual; y en segundo lugar así no permitir la ascención de éste género humano a las altas dimensiones ni su integración o unión a su esencia genérica masculino (no estamos diciendo a su aspecto FÍSICO masculino, sino, ESENCIA masculino), porque las «necesitan en este plano 3D bajo, para sus morbosas» actividades sexuales, y por ello la luna como un centro de control suyos, regula, controla mensualmente la psiquis y cuerpo biológico de la mujer, juega un papel importante en favor de ángeles, demonios y dios mediante el «programa» llamado menstruación.
Una mujer al entrar a la menopausia continúa sintiendo la influencia de la Luna. Aunque ya no mestrue, el ciclo sigue existiendo y ejerciendo su influencia.
La diferencia de visión es abismal cuando cristianos y gnósticos revisan la biblia, porque mientras unos ven que Lucifer es el malo de la película por haber hecho caer al hombre, otros ven que Lucifer les abrió los ojos para que vean la realidad de lo que eran, y la capacidad de crear que tenían, al igual que el autoproclamado dios y sus ángeles. Sin embargo no se tiene la capacidad de caminar bien en los primeros pasos, y así fue aprovechado ese momento por Jehová para implantar el código 666 de dominio o control humano mediante su ADN y vórtices energéticos. No fue la serpiente Lucifer quien hechó del Edín al hombre antiguo, fue Jehová el dragón. De modo que mientras unos creen que Lucifer (el portador de Luz) es el malo, en realidad el malo es otro, Jehová, a quien en muchos pasajes bíblicos se le encuentra pidiendo sacrificios humanos, animales, holocausto y sangre. Y es el haber Despertado lo que causó el Castigo de Eva, y lo que ensucia a la mujer en sentido físico - lo que provoca su dolorosa cíclica «supuesta» limpieza, y también algo que proporciona placer morboso a ellas y los «otros», al que son tan adictos y al que se han dedicado con pasión a lo largo de la historia humana Sumeria-bíblica, y de ahí repercutió a las demás humanidades de otras razas humanas estelares establecidas en este planeta.
La mayoría de los dolores menstruales se pueden eliminar tan sólo limpiando la energía estancada de la zona, algo que puede hacer una misma mediante Masajes, Visualizaciones, Baños. Deben dejarse llevar por la intuición, sólo se trata de conseguir que la energía - el tráfico - vuelva a fluir por la zona libremente.
El cuerpo humano está surcado por multitud de canales energéticos, que la medicina china conoce y utiliza para sanar desde hace milenios. Estos canales son como una red de autopistas por donde circula la energía del cuerpo. Una red que comparte espacio con otro sistema de tuberías, que transportan energía pero ya en forma más densa o líquida: son el sistema linfático y el sanguíneo. Estos sistemas interactúan entre sí y tanto unos como otros pueden sufrir «incidencias de circulación», hablando en términos de «movilidad» ciudadana. Lo que en un caso son atascos de tráfico, en otro es más bien una cañería que ha acumulado suciedad en sus paredes interiores hasta que se enlentece y obstruye el flujo. Los fontaneros lo saben bien.
Cuando una cañería está nueva todo fluye a la perfección, excepto si por algún defecto de fábrica en su interior sobresale alguna rebaba, una imperfección que haga que la suciedad se acumule en ese punto.
Es cuestión de tiempo que la porquería retenida cree un atasco y aparezca el dolor y la inflamación. En ese momento es cuando normalmente se acude al médico, cuando en realidad deberían acudir a un «fontanero / un reikista / un sanador». Los profesionales del desatasco le dirán que es muy importante mantener limpios todos los conductos, algo que nadie les ha enseñado a los humanos a hacer. Saben limpiarse los dientes tres veces el día, y ducharse con jabones naturales, enriquecidos y perfumados, pero nadie les habló nunca de cómo mantener una correcta higiene energética. Y así les va.
Las larvas astrales son la unidad básica de energía negativa y su nombre surge por analogía del mundo físico. Están en el nivel más inferior de la escala astral y son pequeños cúmulos de energía negativa que se pegan en los campos energéticos (no en el áurea del cuerpo humano, sino en el de cada célula y cada órgano).
Se les confunde erróneamente con entidades o seres que se pueden pegar al campo energético del ser humano, pero es un tema muy distinto.
Las larvas son parásitos que se alimentan de la negatividad. Son energía, pero de una densidad tal que, casi se podría decir que son diminutos cristales que se clavan en los tejidos causando el dolor.
Siguiendo la metáfora del fontanero, las larvas astrales son como el moho que se deposita en la suciedad retenida en una cañería obstruida. Se alimentan de la porquería, crecen con ella y acaban formando parte de ella y acaban atrayendo aún más suciedad.
En una zona de circulación conflictiva como un atasco de tráfico o una cañería obturada, la presencia de suciedad hace que cualquier maniobra, cualquier cambio necesite un gran esfuerzo. No hay nada fácil dentro de una rotonda colapsada o en una retención kilométrica de una autopista, que se lo digan a la policía de tráfico. En el caso del ser humano, esta dificultad se manifiesta en dolor. Y esta es la causa principal del dolor menstrual y de los dolores del parto.
Los cambios químicos y mecánicos que se dan en un parto y en una menstruación en un medio con abundante suciedad - inducida - como es el útero de la mujer, se traduce en dolor. En el caso del parto, además, está la gran dilatación vaginal necesaria, cuyo dolor se ve muy agravado por la suciedad energética. Cualquier movimiento hace que los cristales o larvas se claven en los tejidos, ya que las larvas astrales se sueltan pero se defienden como si clavaran unas uñas invisibles pero muy dolorosas. El útero y la menstruación son inocentes de todos los cargos que se les han imputado desde un tiempo.
Si podrían sacar alguna conclusión, es que la mayoría de «desgracias» de la humanidad tienen un origen artificial e intencionado, y fueron programadas por la mente y la tecnología de unos seres que estuvieron aquí antes, y que en realidad nunca se fueron.
Toda negatividad y todo sufrimiento aquí, ha divertido y alimentado a esos seres que hace tiempo pasaron a un segundo plano oculto y han sido la pesada cadena que mantiene a la humanidad subyugados a ellos. Esos seres se fueron físicamente, su presencia ahora es sólo energética y su única visibilidad es la que ofrecen sus servidores a los que llamamos sus «capataces». Sin embargo, antes de desaparecer físicamente dejaron todo atado y bien atado. Lo dejaron todo listo para que la humanidad siguiera sometida a ellos y a los capataces en los que delegaron el control, y la LUNA, es una herramienta de control. La esfera que se tiene en la plaza de San Pedro en el Vaticano, es una réplica de lo que es aquello que parece un astro natural. Está a la vista de todos, pero nadie la advierte.
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