El AVE llegó a España a toda velocidad en los fastos de aquél lejano ya 1992 de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Hoy, casi 25 años después, y tras cerca de 60.000 millones de euros invertidos en sus cerca de 2.800 kilómetros operativos, somos el segundo país del mundo, tras China, en kilómetros totales de AVE, el primer país del orbe en kilómetros de Alta Velocidad ferroviaria por cada millón de habitantes, unos 60, pero también el último en pasajeros por kilómetro de red viaria, 10.000, muy lejos de los 160.000 de Japón.
Pero el AVE, en fin, la joya de la corona de las infraestructuras en España, puede ser el causante de que nuestro país no tenga presupuestos este ejercicio de 2017 y haya que prorrogar los de 2016.
Y es que ni los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), socio y coaligado con el PP, ni los cinco del PNV votarán sí a las cuentas públicas si éstas no dejan bien claro, con dinero contante y sonante, que el Gobierno de Rajoy apuesta por el impulso al Tren de Alta Velocidad en Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca.
Y es que ni los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), socio y coaligado con el PP, ni los cinco del PNV votarán sí a las cuentas públicas si éstas no dejan bien claro, con dinero contante y sonante, que el Gobierno de Rajoy apuesta por el impulso al Tren de Alta Velocidad en Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca.
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