Hoy el FC Barcelona se ha impuesto en la final de la Copa del Rey al Sevilla FC por cinco goles a cero. Paliza aparte, el partido ha sido noticia por dar cabida en las gradas a dos aficiones completamente opuestas. Por un lado la del FC Barcelona, cuya mayoría de seguidores es partidaria de la separación de Cataluña del resto del Estado Español, y la del Sevilla FC, que más bien lo contrario.
A pesar de que los seguidores más radicales del Sevilla FC, los llamados “Biris” son considerados de extrema izquierda la mayoría de la afición del Sevilla ha aplaudido y “lololeado” el Himno de España mientras que la afición culé ha pitado.
Además, mientras que los miles de policías desplegados se han afanado en impedir la entrada de banderas o cualquier tipo de enseña sobre el independencia de Cataluña, si han permitido la entrada de banderas con simbología fascista, como se muestra en la fotografía que acompaña a este artículo.
El Rey ha querido tener un guiño con la afición sevillista portando una corbata con los colores rojo y blanco, propios del equipo hispalense, dejando a un lado la neutralidad que se le exige como supuesto representante de todos los españoles y saltándose la constitución que tanto dice respetar y salvaguardar.
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