LA LEY DE LA RESISTENCIA: cada vez que nos concentramos en algo, lo estamos llamando para que venga hacia nosotros.
Con nuestros pensamientos y creencias invitamos a personas, situaciones y objetos materiales a nuestra vida.
Muchas personas invocan a esta Ley sin darse cuenta. Tu mente consciente puede distinguir entre una instrucción positiva y una negativa, pero tu mente inconsciente no es capaz de detectar la diferencia.
Sí dices “no te atrevas a hacerlo mal”, ella entenderá “hazlo mal”, es mucho mejor decirle de forma positiva “puedes hacerlo bien”. No digas “no llegues tarde”, di la “cena empieza a las ocho”. Si repites un pensamiento o una afirmación con la suficiente frecuencia, llegará a penetrar tu mente inconsciente. Algunas personas manifiestan la enfermedad en sus vidas porque se resisten a la enfermedad. Si estás continuamente pensando “no quiero estar enfermo”, y la palabra enfermo cala en tu mente inconsciente. Tenemos que dejar de decir “no lo hagas, no puedo, no quiero, jamás encontraré, no quiero ser pobre, no puedo vivir en esa casa, no soy una persona difícil, nunca seré como mi madre, o no,….” Hay que decir: “estoy sano, me merezco una pareja perfecta, la atraerá,… doy la bienvenida a la riqueza, la atraerá, vivo en una hermosa casa, soy sabio,…. Te conviertes en aquello a lo que opones resistencia.
Aquello ante lo que te resistes sigue existiendo en tu vida y utiliza tu energía para la lucha.
Nunca te resistas al fracaso ni a la pobreza. En lugar de ello, atrae el éxito y la riqueza. Abre siempre los brazos a lo positivo en lugar de oponer resistencia a lo negativo. Las reglas estructuradas ejercen presión sobre las personas y ellos responden resistiéndose lo cual mina su energía.
El soltar el control libera energía.
Hay que dejar de resistirse y acoger con los brazos abiertos lo que realmente quieres en la vida.
A veces el cambio tarda un poco en darse, si te has resistido a la soledad. Una forma positiva es escribirlo y después quemar todos los miedos que sientes, escribe lo que realmente quieres y empieza a atraerlo hacia ti. Si dos personas quieren empujar una roca en una cierta dirección, ambas se situarán en el mismo lado. Pero si tenemos 2 personalidades interiores que se oponen resistencia mutua, nos estancamos. Si una parte tiene miedo al compromiso y otra desea una relación íntima y estable, te estancas.
Las personas no están en tu vida por casualidad, te está devolviendo el reflejo de tus propias dudas, temores o inquietudes.
Mira hacia tu interior, y decide qué es lo que verdaderamente quieres. Una víctima es quien culpa a los demás por su destino, que cree que el mundo le debe algo y que es incapaz de cuidar de sí misma. Si piensas “pobre de mí”, “no soy capaz de cuidar de mí mismo” o “tengo mala suerte” está siendo una víctima que opone resistencia a la abundancia, a la generosidad y a los cuidados de la Divinidad.
Se resiste a asumir la responsabilidad.
Si te sientes enojado o culpable, te resistes al gozo de vivir y a la grandeza del ser. Cualquier tarea parece difícil en proporción directa a nuestro nivel de resistencia. Cualquier cosa a la que te resistas contiene un mensaje para ti. Ábrete a aquello que quieres, no a lo que no quieres. Si te despiden del trabajo, no es por casualidad, habrás creado el despido con un propósito, aprende el motivo subyacente y aprende de ello. Tal vez protestabas por tu trabajo, el Universo recibe el mensaje de que no querías ese empleo. Si te sentías infravalorado, reafirma tu valoración, si no confiabas en tu jefe, refuerza tus niveles de confianza.
Si tienes un patrón recurrente de fracaso, visualiza constantemente que estás triunfando.
Deja de resistirte.
Decide lo que quieres en la vida y empieza a emitir energías magnéticas, estimulantes y entusiastas para atraer lo positivo hacia ti. Aquello a lo que te resistes, sigue existiendo en tu vida y te va minando energía. Abre los brazos a aquello que quieres y siéntete vivo.
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